El esperado capítulo! Se nos murió Paul? Jajajajajaja ustedes ya me deberían conocer, a mí me gustan los finales felices, aunque claro, también me gusta agregarle un poco de drama a mis historias!
Muchas gracias por sus reviews, mi favorita fue la de Laurak Lilith Blackmore, que me dijo "pobre de ti si muere Paul, seré la primera en estar en la puerta de tu casa con los Vulturis ¬¬" jajajajajajaja, como no acceder cuando te lo piden por las buenas? ;-)
Espero que les guste este capítulo, ya me dirán.
Un abrazo enorme y que tengan un buen fin de semana!
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-Jake! Estás bien! –Afirmé sollozando –Gracias a Dios! Qué sucedió? Dónde está Paul? –Grité al darme cuenta de que Paul no estaba instantáneamente a mi lado rodeándome en sus brazos, tranquilizándome.
-Lo siento Bella… lo siento… -Dijo Jake mientras rodaban lágrimas por sus mejillas.
Yo dejé de escuchar, dejé de sentir, dejé de hablar. Simplemente corrí hacia el resto de la manada para ver cómo cargaban el cuerpo sangrante e inanimado de mi Paul.
Capítulo 14
Love of mine some day you will die
But I'll be close behind
I'll follow you into the dark
No blinding light or tunnels to gates of white
Just our hands clasped so tight
Waiting for the hint of a spark
If Heaven and Hell decide
That they both are satisfied
Illuminate the NOs on their vacancy signs
If there's no one beside you
When your soul embarks
Then I'll follow you into the dark
But I'll be close behind
I'll follow you into the dark
No blinding light or tunnels to gates of white
Just our hands clasped so tight
Waiting for the hint of a spark
If Heaven and Hell decide
That they both are satisfied
Illuminate the NOs on their vacancy signs
If there's no one beside you
When your soul embarks
Then I'll follow you into the dark
I will follow you into the dark /Death cab for cutie
Bella POV
-Paul! Paul! –Grité recuperando la voz y corriendo hacia él. La piel de su brazo sangrante estaba fría y pude notar un torniquete sobre el codo –Jake –Sollocé –Está…? –No podía decir la palabra… si lo decía se podía transformar en una realidad.
-Aún no –Respondió con la voz quebrada –Pero está grave Bells… Lo siento tanto…
-Pero es un lobo! Los lobos sanan, Paul me lo dijo, yo lo he visto! –Exclamé negándome a aceptar lo que Jacob me presentaba como inevitable.
-No esta vez Bells... Paul… fue mordido –Dijo tomando mi mano entre las suyas.
-Hace cuanto rato? –Pregunté.
-Unos 15 minutos… cuando terminamos con las tres sanguijuelas estábamos quemando a la perra pelirroja y a su 2 secuaces y de pronto apareció un cuarto chupasangre de la nada y atacó a Paul por la espalda y lo alcanzó a morder antes de que Paul y Leah lo despedazaran.
Sólo entonces nos dimos cuenta de su herida, y Sam rasgó sus shorts para crear un torniquete y en cuanto se lo amarró al brazo Paul se desmayó, y no ha vuelto a despertar…
-Se va a convertir en vampiro? –Pregunté.
-No Bells –Dijo mientras entrábamos a la casa -el veneno para los lobos es dañino…es… mortal –Dijo guiándome junto a la cama en la habitación de huéspedes donde habían depositado a Paul. Mi lobo estaba pálido y su temperatura corporal había bajado considerablemente.
Al verlo así, moribundo y al resto de la manada aceptando su destino, algo hizo click en mi y grité desesperada y furiosa:
-Jake, tráeme una navaja, y desinféctala con alcohol y fuego. Emily, tráeme una budinera y toallas, Sam, llama al doctor! –Y me planté junto a mi lobo acariciando su rostro pálido enviándole todo mi amor.
-Paul, soy yo, tu Bella… vamos a tratar algo… no sé si va a funcionar, pero vamos a tratar… funcionó conmigo… Te amo Paul, no me dejes… no puedo vivir sin ti… lucha Paul, lucha por mí... te amo, te amo tanto…
-La navaja –Dijo Jake extendiéndola hacia mí.
-La budinera –Dijo Emily.
Yo tomé la budinera y la puse bajo el brazo de Paul. Luego inspiré y exhalé profundamente un par de veces y tomando la navaja, corté el brazo de mi Paul en dos largos y profundos cortes por sobre la marca infligida por el vampiro.
Luego acercando mi boca a la herida, succioné con toda mis fuerzas hasta llenar mi boca de la sangre de Paul, y luego escupí la sangre en la budinera. Repetí el proceso una y otra vez, pensando que cada vez sería la última, que por fin me desmayaría de repulsión, pero mi necesidad de salvar a Paul era más fuerte que el asco que me producía la sangre.
Seguí desangrando a Paul hasta que el "doctor" Collin sénior me palmeó el brazo.
-Bella… detente… ya estoy aquí. Qué estás tratando de hacer? –Preguntó.
-Paul… yo… yo fui mordida por vampiros una vez –Dije mostrándole mi cicatriz. Me salvaron drenando el veneno y haciéndome una transfusión…. Paul necesita una transfusión de sangre de sus hermanos… necesita sangre de lobo que lo ayude a sanar! -Exclamé chorreando sangre sobre mi ropa… no quise ni imaginar cómo lucía…
-Qué tipo de sangre tiene Paul? –Preguntó el "Doc".
-A + -respondí.
-Algún A+ en la manada? –Preguntó el "Doc" a los presentes
-Yo –Dijeron Sam, Collin y Leah dando un paso adelante.
-Están dispuestos a donar sangre? –Preguntó el "Doc"
-Por supuesto –Contestaron al unísono y yo me exasperé ante una pregunta tan estúpida. Es su hermano el que está muriendo, maldita sea! No pierda el tiempo y comience a drenarlos!
-Bien… -Siéntense mientras Sue los ayuda a prepararse. Bella… creo que ya has extraído suficiente sangre… anda al baño a limpiarte mientras yo preparo a Paul y limpio su herida.
-No! No voy a dejar a Paul! –Exclamé furiosa de que se atreviera a siquiera sugerirlo.
-Bella, tranquila –Me dijo Emily –Vas a estar en la habitación contigua… ven conmigo, te voy a buscar toallas y algo de ropa para cambiarte.
-Bien -Dije siguiendo a Emily. En realidad me sentía incómoda y pegajosa y el olor a sangre me estaba volviendo loca. Me sentía cubierta de sangre (y lo estaba) por dentro y por fuera, mi boca sabía a sal y óxido, mi cabello estaba pegoteado, m camiseta estaba roja…
Al verme al espejo del baño casi me desmayé. Me parecía a Carrie, como en la escena final de la película cuando la bañan en sangre de cerdo… pero esta no era una broma, no era sangre animal… no, esta era mi propia sangre, la sangre de mi Paul la que me cubría.
Salté a la tina y abrí la llave del agua caliente para ducharme con la ropa puesta.
Un río rojo se movió hacia el desagüe…
Cuando el río rojo se transformó a uno de color rosa pálido comencé a sacarme prendas de vestir, una a una hasta quedar desnuda.
Me lavé el cabello 3 veces, me refregué el cuerpo hasta dejármelo casi en carne viva y me enjuagué la boca varias veces con Listerine hasta que me sentí limpia una vez más.
Al salir de la ducha encontré encima del vanitorio un par de toallas y una muda completa de ropa de Emily. Me sequé rápidamente, me vestí, envolví mi cabello en una toalla y salí del baño a ver cómo seguía Paul.
La transfusión ya había comenzado, y aunque no despertaba aún, al menos parecía un poco menos pálido y su piel al tacto estaba menos fría.
La mordedura y las heridas que yo le infligí estaban vendadas y las sábanas habían sido cambiadas… ya no había evidencias del baño de sangre que yo produje.
Sin decir palabra me metí a la cama con Paul. Sentí que él me necesitaba y decidí seguir mi instinto.
Apoyé mi cabeza en su pecho y lo rodeé con mis brazos, tratando de irradiarle todo mi amor, toda mi pasión y toda mi necesidad sobre él, repitiendo en mi mente "no me dejes, no me dejes".
Sabía que si él estaba vivo lo podría sentir.
El resto de la manada se retiró al living, y el "Doc" regresó a nuestra habitación solamente para cambiar las bolsas de sangre de la transfusión.
Esa noche la pasé en vela, acariciándolo, besándolo, susurrando palabras de amor en su oído o simplemente yaciendo a su lado.
Pero no dormí.
Sentí que mi rol era ser fuerte para él, mi rol era traspasarle mi fortaleza en su momento de debilidad.
Al amanecer pude sentir que su temperatura estaba en aumento, llegando casi a la "normalidad", pero aún no despertó. Y estaba bien… sentí que Paul despertaría cuando estuviera listo, mientras tanto yo me conformaba con tener su cuerpo cálido y vivo junto al mío. Simplemente me conformé con saber que no había muerto.
…oOo…
Cuatro días se demoró mi Paul en abrir los ojos…
Cuatro días durante los cuales no me separé de su lado excepto para ir al baño.
El "Doc" y Sue estuvieron siempre a nuestro lado para ayudar a cambiar las bolsas de suero con las que hidratábamos su cuerpo, aunque no hubiera mucho que ninguno de nosotros pudiera hacer salvo por esperar que se desintoxicara.
Al alba del día viernes yo yacía acurrucada a su lado con mi cabeza sobre su pecho, cuando de pronto sentí que sus brazos me rodeaban…
Levanté la vista y entonces lo oí… estaba roncando! Mi Paul estaba durmiendo!
-Paul… Paul regresa a mi… por favor Paul… vuelve con tu princesa –Dije sintiéndome ridícula al llamarme a mí misma "princesa".
-Princesa? –Murmuró.
-Paul! Oh Dios, estás vivo! Gracias, gracias, gracias! Abre los ojos cariño… abre los ojos Paul, por mí… -Rogué extasiada.
-Be…lla –Dijo y entreabrió los ojos y se volvió a desmayar.
Está bien, me dije… al menos habló… y despertó por unos segundos… y me reconoció… y no murió…
…oOo…
Paul se pasó las siguientes 3 semanas debatiéndose entre períodos de coma y brevísimos períodos de lucidez. Y yo me mantuve a su lado en todo momento.
En el colegio me permitieron enviar mis deberes a través de alguno de los chicos de la manada y me enviaron los exámenes con el compromiso de que no hiciera trampa.
Me comporté lo mejor posible y mis notas hasta subieron un poco.
…oOo…
-Bella? Princesa? –Me dijo Paul mientras yo escribía un ensayo tecleando en mi laptop, sentada sobre la cama.
-Paul! Mi Paul! –Dije besándolo en los labios -Cómo te sientes? -Pregunté.
-Hambriento… -Dijo con una sonrisa… y supe que mi Paul estaría bien.
…oOo…
El día domingo regresamos a nuestra casa… casi un mes después de su mordedura Paul finalmente había logrado eliminar hasta la última gota de veneno de vampiro de su sistema.
Estaba aún convaleciente, de ninguna manera en condiciones de volver a patrullar inmediatamente, pero ya podía caminar por sí solo y podía además tratar de acorralarme en las esquinas y cuartos desocupados de casa de Emily, por lo que pude llamar a su recuperación un éxito.
...oOo…
-Bien –Dije bajándome de mi camioneta –Qué quieres comer? Hoy te voy a malcriar, puedes pedir lo que quieras -Dije radiante de felicidad de tener a mi lobo en casa otra vez.
-Mmmmmh… quiero una enorme porción de… Bella! –Dijo abalanzándose sobre mí. Me tomó en sus brazos mientras yo gritaba y me retorcía y entramos a la casa. Paul me depositó sobre el mesón de la cocina y procedió a desnudarme.
-Paul! No, tienes que volver a la cama! -Exclamé mientras sus manos recorrían mi cuerpo.
-Abre las piernas para mí princesa… -Dijo con esa voz tan sexi… Y yo obedecí.
-Mmmmm… hueles tan bien como recuerdo –Me dijo hundiendo su lengua en mi sexo.
-Aaaaah Paul! –Gemí y no discutí más.
-Mmmmmmmh? –Murmuró contra mis pliegues, produciendo deliciosas vibraciones que aumentaron mi placer.
-Paul… más -Le pedí. Él introdujo dos dedos en mí y procedió a bombearlos al ritmo en que su legua acariciaba mi clítoris. Sus dedos se retorcieron acariciando mi punto G y en un segundo me encontraba gritando mi orgasmo. Sin perder tiempo Paul me acercó a la orilla de la mesa y sin más preámbulo, me penetró.
Sus embestidas me llenaron exactamente como lo necesitaba… como venía necesitándolo desde hacía semanas.
-Mmmh princesa, estás tan mojada, tan estrecha para mí… -Gimió.
-Sólo para ti –Respondí. Aunque sólo habíamos hecho el amor un par de veces antes, el instinto me guió para saber exactamente qué debía hacer, cómo me debía mover.
Me aferré a su espalda y empujé mis caderas al ritmo de las suyas, disfrutando de ser una con mi lobo, de tenerlo nuevamente a mi lado, sano y a salvo, fuerte y ardiendo por mí.
-Paul… voy a acabar! –Gemí.
-Vente para mí princesa, vente para mí… AHORA! –Me ordenó. Y mi cuerpo obedeció, llegando al clímax. Mis paredes se contrajeron y pude sentir a Paul derramar su semilla dentro de mí… era increíble… tanto mejor que con un condón… lo pude sentir todo.
-Cama? –Pregunté. Paul asintió y sin salirse de mí me llevó a la cama.
-Aún estoy duro… -Dijo como si no me hubiera dado cuenta.
-Otra vez? –Pregunté.
-Otra vez princesa! –Exclamó comenzando a mover deliciosamente las caderas.
Ese día lo pasamos haciendo el amor, mordiéndonos, oliéndonos y lamiéndonos, tratando de recuperar el tiempo que perdimos mientras él se encontraba durmiendo.
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Volvemos a ser amigas? Se les pasó el enojo? Jajajajajajaja
Háganme saber su opinión!
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