Love tears me up like a demon.
Opens the wounds and fills them with lead,
and I'm having some trouble just breathing.
If we weren't such good friends I think that I'd hate you.
If we weren't such good friends I'd wish you were dead
Skillet on the stove is such a temptation,
maybe I'll be the special one that doesn't get burned.
What the fuck was I thinking? What the fuck was I thinking?
Oh it's so embarrassing
I'm this awkward and uncomfortable thing,
and I'm running out of places to hide
F* Was I Thinking / Jenny Owen Youngs
Bella POVOpens the wounds and fills them with lead,
and I'm having some trouble just breathing.
If we weren't such good friends I think that I'd hate you.
If we weren't such good friends I'd wish you were dead
Skillet on the stove is such a temptation,
maybe I'll be the special one that doesn't get burned.
What the fuck was I thinking? What the fuck was I thinking?
Oh it's so embarrassing
I'm this awkward and uncomfortable thing,
and I'm running out of places to hide
F* Was I Thinking / Jenny Owen Youngs
El día sábado desperté sintiéndome morir. Mi cabeza latía, mi estómago se revelaba y mi boca sabía como si algo se hubiera arrastrado en su interior y muerto adentro.
Me negué a moverme. Me negué a abrir los ojos. Aaaaaagh! Nunca más, nunca más, nunca más, repetí en mi mente una y otra vez.
-Bella amor, estás despierta?
-Nooooo! –Dije cubriendo mi cabeza con la almohada. No soportaba el ruido, no me sentía capaz de seguir una conversación y no quería enfrentar las consecuencias de mi comportamiento la noche anterior.
-Bella amor pedí desayuno para ti. Te tienes que levantar para que podamos regresar a Forks, tu padre te está esperando en casa a las 11 am.
-Dónde demonios estamos? –Pregunté desde bajo mi almohada.
-En un hotel en Port Ángeles… No creímos que pudieras resistir el viaje de regreso… o más bien Emmett se pronunció en contra de arriesgar la tapicería de su jeep –Dijo con risa en su voz. Lo encontraba gracioso? Se regodeaba en mi sufrimiento? Malditos vampiros, seguro yo sería la única con una resaca.
-Ok… ducha… necesito cepillo de dientes…
-Todo lo que necesites está en el baño. Te espero en la sala –Dijo y pude escuchar sus pasos alejándose.
Me tomé mi tiempo obligándome a levantarme. Fue un proceso lento y doloroso y agradecí que no hubiera nadie en la habitación para presenciarlo. Lo primero fue hacer pis, luego lavarme los dientes. Tres veces. Luego desnudarme y darme una larga ducha. El agua caliente tuvo propiedades mágicas y pareció devolverme el alma al cuerpo.
Salí del baño entre una nube de vapor y sintiéndome bastante más humana y capaz de enfrentar el mundo real. En mi velador había un par de píldoras de paracetamol y un vaso de agua. Los tragué de inmediato.
Sobre mi cama se encontraba mi ropa. O al menos supuse que era mi ropa, ya que era nueva y aún tenía las etiquetas puestas. Un par de jeans desteñidos, una camiseta de manga larga de color verde, calcetines blancos con pequeñas calaveras de color verde, ropa interior de algodón de color verde limón y un flamante par de zapatillas Converse. Con un estampado de color verde. Obviamente ni Alice ni Edward se habían encargado de las compras.
Me vestí de prisa y me dirigí a la sala. Ahí me esperaba la mesa dispuesta con mi desayuno. Huevos, tocino, pan, mermelada y café. Por un momento pensé que mi estómago se revelaría, pero con el primer sorbo de café pareció asentarse y me di cuenta de que estaba famélica.
Edward no comentó mientras yo arrasaba con mi desayuno, pero una vez que hube terminado me preguntó
-Mejor?
-Muchísimo…
-Y la cabeza?
-Me duele, pero nada que no me haya ganado shot a shot.
-Bien… qué es lo último que recuerdas de anoche?
-El toro… le gané al toro… y celebramos… -Dije tratando de dilucidar los detalles.
-Y el bar universitario?
-Nop… fuimos a otro bar?
-Al que había propuesto Emmett –Dijo Edward frunciendo el ceño.
-Ok… qué pasó en el bar universitario?
-Te inscribiste en un concurso de camisetas mojadas con Alice –Me dijo mirándome fijamente, su expresión sin revelar absolutamente nada. Odié sentirme en desventaja.
-Oh Dios… Yo?... Tu sabes… -Cómo le preguntaba lo que quería saber? Me estaba muriendo de vergüenza.
-No, afortunadamente decidiste tomar un par de shots para envalentonarte y esos terminaron por noquearte.
-Oh… lo siento… -Y de verdad lo sentía… no recordaba nada de lo que me estaba relatando!
-Me gustaría saber qué está pasando por tu cabeza Isabella. No sé qué es lo que te está sucediendo, pero ayer fue la gota que rebalsó el vaso. No sé si tu amistad con Emmett es apropiada, claramente estás siendo mal influenciada y él no se preocupa de tu seguridad. Al regresar a casa tendremos que restablecer los límites.
-Límites? –Mierda! Me estaba hablando en serio?
-Si Bella. Tu conducta últimamente no ha sido la de una dama. Yo entiendo que quieras divertirte, pero eso no significa que debas caer en la vulgaridad o grosería. Y creo que Emmett disfruta de ser tu cómplice en tus pequeñas escapadas. No sé qué le pasa a Emmett últimamente, pero tiene algo contra mí y te está usando para vengarse.
-Nadie me está usando ni manipulando. Todo lo que he hecho lo he hecho porque he querido, y si no te gusta cómo soy o cómo actúo a lo mejor no deberías estar conmigo. Anda a conseguirte una novia en un claustro de monjas. Yo quiero divertirme y reír y tener montones de sexo. Y si tú tienes un problema con eso entonces no sé por qué seguimos juntos.
-Bella amor! No sabes lo que estás diciendo!
-Por supuesto que sé lo que estoy diciendo! Por quién me tomas? No soy una idiota Edward, sé que nada de lo que hago o digo últimamente te gusta, sé que le diste instrucciones a Alice de con qué tipo de ropa llenar mi ropero y sé que ya tienes decidido en qué universidad nos inscribiremos el próximo otoño. Lo que no entiendo es por qué tanto esfuerzo por querer cambiarme, por qué no te buscas una mujer que se acomode a tus necesidades en vez de tratar de forzarme a mí en ese rol?
-Bella tu eres la mujer que amo, y te amo tal cual eres…
-Entonces demuéstralo Edward, porque yo nunca te he tratado de cambiar a ti pero tú no me has demostrado la misma cortesía.
-Bella tu eres mi vida –Dijo súbitamente desesperado –Lo lamento si he sido un poco impositivo en mis consejos y opiniones… es sólo que te amo tanto… necesito cuidarte y protegerte… necesito hacer lo que es mejor para ti…
-Edward tienes que darme la oportunidad de cometer errores! Cómo si no voy a aprender? Tú eras el principal defensor de las experiencias humanas, pero te vuelves loco cada vez que me quiero divertir un poco… eres más mi papá que mi novio… -Dije suavizando un poco mi tono a pesar de que quería aferrarme a mi rabia. Pero no podía dejar de reconocer el amor en los ojos de Edward… -Edward por favor… No tomes el rol de mi dueño. No quiero esconderme de ti. Por qué no podemos divertirnos un poco?
-Pensé que lo hacíamos… Ya no te gusta estar conmigo? –Dijo profundamente dolido. Sentí las lágrimas agolparse en mis ojos.
-No es eso… es sólo que a veces… me vuelves loca! Me agobias, me aplastas, me ahogas… y no quiero y me rebelo y me dan ganas de hacer cualquier cosa con tal de molestarte.
-Bella lo lamento tanto… trataré de controlarme, de no agobiarte, pero por favor… no hagas locuras para vengarte de mí… no sería capaz de soportarlo… si algo te llegara a pasar…
-Nada me va a pasar. Pero promételo… vas a ser mi novio, no mi carcelero –Lo dije mirándolo a los ojos. Edward era a veces tan dulce, y me quería tanto… yo sería capaz de perdonarle cualquier cosa cuando me miraba como lo hacía en ese momento.
-Lo prometo amor… Tu novio –Dijo besando mis labios suavemente –No tu carcelero –Otro beso. Pero cuando traté de profundizar el beso se retiró suavemente –Es hora de regresarte a Charlie!
-Agh! –Es que no habíamos hablado recién de mi necesidad de sexo y diversión? Es que no podía darme ni un beso con un poco de lengua después de una pelea? De pronto dudé de si sería capaz de soportar esta situación mucho tiempo más. Cada vez me sentía más frustrada y me dolía más su rechazo.
Además no se me pasó por alto el hecho de que Edward había manipulado la conversación a su favor evitando los temas más controversiales. Siempre me hacía lo mismo y yo me sentía como una imbécil.
En el estacionamiento subterráneo, junto al jeep, nos esperaban tres vampiros que lucían perfectos y sin el menor signo de resaca.
-BELLA TEQUILA! –Gritó Emmett abriendo sus brazos.
-Emmy! –Corrí hacia él como si no nos hubiéramos visto desde hacía meses. Em me tomó en sus brazos mientras Alice y Jasper nos miraban moviendo la cabeza en un gesto condescendiente.
-Belly Dance! Te desmayaste justo antes del concurso de las camisetas mojadas! –Me dijo sin esconder su decepción.
-Oh pero no te preocupes –Intervino Alce –Yo salvé el honor de la familia y gané!
-Esa es mi mujer! –Dijo Jasper rodeándola con sus brazos y besándola en la mejilla, orgulloso. Eso quería yo, a un hombre orgulloso de mí y de mis logros, aunque esos logros fueran ganar una competencia de camisetas mojadas frente a un montón de borrachos.
-Nos vamos? –Preguntó Edward incómodo. No le debe haber gustado ver a su hermanita compitiendo por ese título…
-Copiloto! –Grité yo como si alguien me fuera a discutir esa posición. Pero yo no quería hablar, quería asegurarme el control de la radio. Y me dediqué a esa labor concienzudamente.
El camino a casa transcurrió sin incidentes y me dejaron sana y salva en mi puerta a las 10:45 am.
-Nos vemos más tarde? –Preguntó Edward besándome en la frente al despedirse.
-Edward ya te dije que hoy Charlie y yo nos vamos a la reserva! –Dije molesta. Él lo sabía!
-Estás segura de que eso es lo que quieres hacer?
-Sí –Dije cruzando mis brazos y lanzando ajos y agua bendita por mis ojos. Lo que fuera que dañara a los vampiros.
-Ok… - Dijo claramente reprimiendo sus ganas de lloriquear al respecto -pero por favor cuídate y si tienes cualquier problema llámame –Dijo abrazándome fuerte.
-Está bien, relájate, nada me va a pasar, Jake es simplemente un cachorrito… del porte de un caballo…
-Bella…
-Me voy a cuidar. Hasta mañana! –Le dije empujándolo hacia el jeep. Alice y Jasper parecían divertidos por mi intercambio con Edward, pero Emmett parecía bastante cabreado.
Charlie estaba listo para partir, así es que apenas tuve tiempo para recoger mi mochila con un par de libros y mi ipod y partimos a la reserva. Billy y Jake nos estaban esperando en la puerta de la casa, me imagino que Jake nos pudo oír llegar desde lejos.
Billy y Charlie se despidieron de nosotros y partieron en mi camioneta y nos dejaron a Jake y a mí a solas. Jake me envolvió en otro abrazo y me dijo
-Bells, te extrañé! Pensé que ya te habías olvidado de tus amigos!
-Tú sabes que eso nunca va a ocurrir… -Dije suprimiendo un bostezo.
-Larga noche? –Preguntó con una sonrisa.
-Sip. Tequila, toro mecánico, camisetas mojadas…
-Esa es una historia que quiero oír.
-Más tarde. Podemos ver una película o algo? Apuesto a que tú tampoco has dormido mucho –Dije sabiendo que Jake tenía su propia serie de problemas con su imprimación. Keyra no era una chica sencilla de tratar, y el hecho de que perteneciera a otra tribu no hacía las cosas más fáciles. Seguro que Jake no dormía más de un par de horas al día.
-Seguro. No tengo nada nuevo… que quieres ver?
-Mmmmmmh… Zombieland!
-Bells, esta es la octava vez!
-Me relaja, y no es como si la fuéramos a ver… tu vas a estar durmiendo antes de que aparezca el título!
-Ok, ok… -Dijo metiendo la película en el DVD. Yo me saqué las zapatillas y los calcetines y me acomodé con la espalda en un extremo del sillón y él se acomodó en el otro. Mis pies desnudos quedaron sobre su estomago y Jake los tomó entre sus manos y los comenzó a masajear. Me encantaba cuando Jake hacía eso y a él le gustaba jugar con mis dedos y burlarse del tamaño de mis pies, ya que los dos cabían en una de sus manazas. Freak.
Tal como había adivinado, Jake estaba durmiendo en los primeros créditos y yo lo seguí un par de minutos después.
Nuestra siesta duró unas tres horas y desperté sintiéndome fenomenal. Jake había despertado ya y me estaba masajeando los pies nuevamente y me miraba intensamente.
-Qué? –Le pregunté.
-Dímelo tú… qué has estado haciendo Bells?
-Yo? Nada –Dije fingiendo inocencia.
-Corta la mierda Bells, estás hablando conmigo, tu mejor amigo, no con el chupasangre imbécil. Ahora irme qué está pasando.
-No sé de qué me hablas.
-Bella Swan tú no puedes mentir ni para salvar tu vida. Corta la mierda y dime de una vez qué está pasando.
-A… a qué te refieres? –Mierda! Cómo se había enterado Jake?
-Quieres que te lo deletree? Qué has estado haciendo con Emmett? Con tu cuñado?
-Mierda!
-No es que me importe que le pongas los cuernos a la sanguijuela, pero tiene que ser con otra sanguijuela? Con su hermano?
-Oh Jake! –Dije cubriéndome el rostro con las manos, muerta de vergüenza, pero también un poco aliviada. Necesitaba conversar con alguien y Jake era mi mejor amigo.
-Bells háblame. Tú sabes que yo estoy aquí, para ti, y siempre voy a estar de tu parte, pero cuéntame… -Dijo suavizando su tono un poco. Y yo procedí a contarle. Todo. Sonrojándome en las partes más escandalosas, pero sin editar nada. Si Jake me iba a aconsejar lo tendría que hacer con todos los antecedentes disponibles.
-…y esta mañana me dejaron en mi casa y no pude hablar a solas con él –Terminé.
-Wow… veo que ha sido una semana ocupada…
-Podrías decir que sí…
-Ahora dime la parte importante.
-La parte importante? Ya te lo dije todo… hasta las partes más humillantes…
-No te hagas la tonta Bells. Lo importante. Qué sientes por él? Lo amas?
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