Condenados 11

DISCLAIMER: S. Meyer es dueña de la saga Twilight. Yo soy dueña de un polaco tarado y una norteamericana malcriada.

Hola a todos! Último capítulo de Condenados .

Les agradezco a todos el éxito y buena respuesta que ha tenido esta historia, y en especial las sugerencias, que aunque no siempre seguí al pié de la letra, si me influenciaron en direccionar este Fic.

Sobre mi próxima historia, al parecer hasta este minuto va ganando Jasper. Mañana por la mañana cerraré la encuesta y veremos sobre quién me tocará escribir a continuación.

Abrazos enormes.

R.

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Capítulo 11

Somos cómplices los dos
al menos se que huyo porque amo
necesito distensión
estar así despierto
es un delirio de condenados
Como un efecto residual
yo siempre tomare el desvió
tus ojos nunca mentirán
pero ese ruido blanco
es una alarma en mis oídos.

Prófugos / Soda Stereo

Bella POV
No había visto a Demetri en todo el día y ya me estaba poniendo nerviosa… dónde demonios estaba? Edward me seguía como siempre, pero ya había renunciado a tratar de hablarme, se daba cuenta de que no lograba nada más que exasperarme.

Cuando finalmente no pude dar con mi novio, decidí hablar con mi carcelero.
-Edward, sabes dónde está Dem? –Le pregunté.
-No amor, sé que se supone que hoy está a cargo de los neófitos, pero esta tarde Renata estuvo a cargo de ellos… -Me respondió encogiéndose de hombros.
-Edward… por favor, te lo pido por última vez! Deja de llamarme amor, cualquier día de estos a Demetri se le va a acabar la paciencia y te va a decapitar! –Lo amenacé.
-Bella si me dieras una oportunidad… -Comenzó.
-Edward tu tuviste tu oportunidad y me dejaste, me dijiste que no era suficientemente buena para ti y te fuiste –Lo interrumpí.
-Pero estoy aquí ahora, pagando por mis errores… -Dijo dándome esa mirada que antes me derretía.
-Pagando? A quién? De ser mi ex novio te transformaste en mi carcelero. Entiéndelo de una buena vez Edward, Dem es mi vida ahora, y en una semana nos vamos a ir de aquí y no te vamos a volver a ver nunca más.
-Pero la oportunidad que te están ofreciendo… -Argumentó.
-No me interesa. No quiero ni merezco esa clase de atención… Ahora acompáñame, que le voy a preguntar a Aro a dónde envió a Dem que no lo puedo encontrar.
-Bella lo único que te pido es que pienses, que analices tus opciones –Me pidió.
-Ok, pero tú anda haciéndote la idea de que no importa cuántas opciones tenga, Demetri es mi pareja. No hay nadie más para mí –Dije y di la conversación por finalizada.

…oOo…

Nos dirigimos a la sala de audiencias y antes de llegar pude escuchar la voz de Aro diciendo
-Lamento informarte que tus acciones tendrán consecuencias Demetri… -Dem? Qué demonios le están achacando a Dem?
-Acepto el castigo Maestro –Dijo Demetri con voz resignada, como cansado. Dem estaba feliz la última vez que nos vimos, algo grave debía haber ocurrido desde la mañana… Y qué demonios es eso de aceptar un castigo? Que me aspen si voy a permitir que alguien castigue a mi Dem!
-Muy bien, muy bien… -Dijo Aro –Porque tu castigo es una extensión de tu condena… 10 años adicionales!
-Quéeee? –Grité sin poder contenerme. 10 años? Están locos? Mis manos se movieron como en su propio acorde y formaron una enorme bola de luz que al chocar contra la pared explotó. Sentí mi cuerpo cargado de energía y capaz de destrozar el castillo hasta sus cimientos si era necesario.
-Isabella! –Jadeó Aro al otro lado de la pared destrozada.
-Aro –Dije encerrándolo en una burbuja –Marco, Cayo… -Dije y los encerré en burbujas también –Qué mierda es lo que acabo de escuchar?
-Bella amor… -Dijo Edward.
-Cállate Edward! –Grité y lo lancé contra la pared con mi escudo, haciéndolo atravesar hasta la habitación contigua.
-Isabella, conversemos –Dijo Aro mientras su burbuja comenzaba a reducirse de tamaño, así como las de Marco y Cayo.
Dem se paró a mi lado y poniendo una mano sobre mi hombro me preguntó
-Estás segura Piękny?
-Segura –Respondí con una sonrisa sólo para Dem –Aro –Dije dirigiéndome a él –He aguantado toda tu mierda por más tiempo del que creí posible porque pensé que eras un hombre de palabra, pero lamentablemente veo que me equivoqué… -Las burbujas se encogieron un poco más, y sus rodillas ya casi tocaban sus orejas. Si no hubiera estado tan cabreada quizás lo hubiera encontrado gracioso.
-Tú no sabes todos los hechos, Demetri atacó a Alec y Félix sin razón… los despedazó! –Dijo Aro moviendo los ojos teatralmente, ya que sus manos abrazaban sus tobillos.
-Dem… por qué despedazaste a ese par de cabrones? –Pregunté con toda la dulzura de la que fui capaz.
-Ellos… estaban hablando de ti Piękny, te llamaron puta… no lo podía dejar pasar… -Dijo Dem con voz ronca de furia, luciendo sexi como el demonio!
-Entonces bien despedazados están. Si no lo hubieras hecho tú lo habría hecho yo. Además puedo adivinar que ellos probablemente no estaban hablando de mí cerca de ti al azar… puede ser que Aro esperara que tú los atacaras?
-Isabella, querida, yo jamás… -Comenzó a defenderse Aro, sin ninguna dignidad.
-NO ME MIENTAS! –Grité y reduje las burbujas hasta que sus cráneos comenzaron a resquebrajarse como mármol. Los tres gritaron de dolor.
-Está bien! Está bien! Puede ser que hayamos sugerido a los hombres de la corte que vocalizaran sus opiniones! Suéltanos Isabella, no sabes lo que haces! –Gimió Marco. Cobarde.
-Sé perfectamente lo que hago –Les respondí- Libero al mundo de la mierda que ustedes representan. Déspotas! –Exclamé achicando las burbujas un poquito más. Edward miraba la situación sin saber qué hacer, y sabiamente eligió quedarse callado.
-Isabella… -Dijo Dem –No… El mundo necesita a los Volturi… son el único orden que nuestro mundo tiene, si ellos no existieran tendríamos insurrecciones como la de María por todos lados…
-Demonios Dem! Si no los matamos no nos van a dejar en paz! –Exclamé.
-Lo sé Piękny, pero nunca nos van a poder encontrar... –Dijo Dem con voz suave, tratando de hacerme entrar en razón.
-Dem! Acabemos con esto de una buena vez! –Me quejé.
-Vámonos Isabella… comencemos nuestra nueva vida… No importa lo que hagamos siempre va a haber vampiros que quieran poner sus garras sobre ti.
-Escúchalo Isabella –Dijo Aro.
-Cállate! –Exclamé azotando su burbuja contra la pared.
- Piękny! –Dijo Dem con voz firme extendiéndome su mano. Yo les di una última mirada y la tomé.
-Lo siento Edward –Dije encerrándolo en una burbuja amplia –Es por tu propio bien.
-Bella piénsalo… tus opciones –Dijo él.
-Ya elegí Edward… adiós –Dije y me giré para desaparecer del salón con Dem.
Al pasar frente al escritorio de Giuliana miré a Dem con ojos del gatito de Shrek y él me hizo una venia y me dijo
-Apresúrate.
Yo no necesité más incentivos y me lancé sobre ella y me la bebí casi toda. Le dejé un poquito de sangre para que se pudiera transformar como era su sueño, y al terminar me levanté y le dije
-Que tengas un buen despertar, Giuliana, estabas deliciosa.

…oOo…

Mantuve las burbujas que aprisionaban a los hermanos Volturi tanto tiempo como pude y echamos a correr hacia el oeste. Dem se encargó de que no dejáramos huellas y yo de protegernos con mi escudo. Cuando llegamos hasta el mar, nos lanzamos al agua y nadamos hasta Cannes, Francia.
En Cannes sacamos una buena cantidad de efectivo de la tarjeta de crédito de Dem y tomamos un avión privado hasta Londres, Inglaterra, donde pasamos un par de días haciendo planes y robando dinero y joyas (o como yo prefería decir, capitalizando). Una vez que estuvimos seguros de que nadie nos seguía, nos comimos a un par de turistas que se parecían físicamente a nosotros y les robamos sus pasaportes, con los cuales viajamos a Buenos Aires, Argentina. Desde Buenos Aires nos tomamos un vuelo a Ushuaia y nos establecimos ahí.

…oOo…

Han pasado 5 años desde el día en que nos volvimos argentinos. 5 años que equivalen a la mitad de la condena que Aro tenía planeada para Demetri… 5 años durante los cuales he sido extremadamente feliz.
Es cierto que estamos aislados. Es verdad que a veces tenemos que cruzar a Chile para alimentarnos sin levantar sospechas entre la población humana.
Pero todo inconveniente y sacrificio vale la pena a cambio de tener la libertad con mi Dem.
Porque ahora ya no somos condenados. Ahora somos prófugos.

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Espero que les haya gustado esta historia, que nació simplemente para despejar mi mente entre Renacer y Be mine, y que poco a poco fue tomando vida propia. Gracias a todos quienes comentaron, a quienes la agregaron a sus favoritos y a quienes simplemente la leyeron.

Como diría Gustavo Cerati, Gracias totales!