Dices que la suerte no para en tu portal,
que lo Dios te da Dios te lo quita,
Y se que no es tu fuerte, pensar en los demás
ya no me das pena, señorita
Señorita / Christina y los Subterráneos
Capítulo 19que lo Dios te da Dios te lo quita,
Y se que no es tu fuerte, pensar en los demás
ya no me das pena, señorita
Señorita / Christina y los Subterráneos
Jasper POV
Bella había aceptado ser mi esposa. Y como bonus había aceptado tener 4 hijos. Por fin tendría la familia que siempre había querido. Yo era un hombre feliz.
Mientras Bella estaba en su consulta con el ginecólogo me entretuve jugando Guitar Hero en la Xbox… me aburrí pronto, estaba demasiado inquieto y quería compartir mis noticias con alguien, por lo que llamé a Peter. Hablamos largo y tendido, me felicitó y acordamos que nos reuniríamos a cenar uno de estos días para que él y Char pudieran ver a Bella otra vez.
Hice un esfuerzo por ordenar un poco el "dormitorio" y recoger mi ropa sucia desparramada por la habitación, y finalmente acomodé mi silla de ruedas junto a la chimenea y me dediqué a dibujar simples bocetos de la casa que construiríamos juntos, de los establos, las instalaciones… básicamente me pasé la mañana soñando como un idiota enamorado.
Cerca del medio día, justamente cuando me encontraba en el punto más alto de mi euforia, sentí el auto de Bella estacionarse y a los pocos segundos se abrió la puerta revelando una imagen que me habría parecido graciosísima de no ser por la mirada de Bella, que parecía echar chispas.
-Cariño, que te pasó? –Dije súbitamente preocupado al mirarla en más detalle y ver su blusa con un par de botones menos, su cabello desordenado y cubierto de algo pegajoso que no pude identificar y el resto de su ropa arrugada y sucia… Y eso en su labio era sangre? Qué mierda le había pasado?
-Alice! –Respondió como si esa sola palabra fuera toda la explicación que necesitaba.
Bella tiró su cartera con fuerza al otro lado de la habitación y comenzó a pasearse de un lado para el otro con la respiración agitada, murmurando insultos.
-Bella… -Nada –Cariño… -Aún sin respuesta –Isabella Marie Swan! –Grité, y ella dirigió los ojos hacia mí. Mmmmh, tal vez era una mala idea dirigir su atención (y furia) hacia mí, pero ya estaba hecho y necesitaba saber qué demonios había sucedido con esa enana sicótica.
-QUÉ? –Me gritó.
-Necesito que me expliques qué pasó… Alice te hizo eso?
-Pasó que estaba en el pasillo de las conservas del supermercado preocupándome de mis propios asuntos, eligiendo tomates en cubitos y hablando con Rosalie. Estaba contándole sobre nuestro compromiso, cuando de pronto escuché un ruido de algo que se quebraba y al girarme me encuentro con Alice en medio de un mar de mermelada de fresa, y antes de que pudiera reaccionar la tenía colgada de mi cabello gritándome que yo había arruinado su vida. Me tropecé y caímos las dos al suelo dándonos golpes y gritándonos insultos, rodamos sobre vidrio y mermelada y créeme, ella se llevó la peor parte… -Dijo con una sonrisa maligna –Y bueno, peleamos hasta que juntamos una pequeña multitud y personal del supermercado nos separó… Y creo que ya no soy bienvenida en ese lugar, de ahora en adelante vamos a tener que pedir entrega a domicilio a menos que quieras ir tú a comprar… Y no te vas a encontrar con Alice porque ella tampoco es bienvenida en el supermercado –Terminó con un suspiro y cayó exhausta sobre el colchón, rodando inmediatamente al piso
-Mierda, mierda, mierda! Voy a manchar la cama de mermelada! –Dijo gateando hacia el piso de madera.
-Cariño… desvístete por favor… necesito ver si tienes algún trozo de vidrio enterrado… déjame curarte y te vas a dar una ducha –Dije acercándome a ella, que se había sentado en el piso enfurruñada.
-Humpf –Gruñó, me dio una mirada exasperada y esperé que me mandara al infierno, pero lentamente se desnudó prenda por prenda. Yo traté de mantener mi mente enfocada en el posible daño que pudiera haber sufrido Bella, pero al ver su cuerpo desnudo no pude menos que imaginármela luchando en mermelada… Mmmmmmh… Bella en mermelada…
Aclaré mi mente y archivé esa imagen para otro momento más apropiado, recogí el botiquín del baño y estacioné mi silla a su lado. Una simple inspección me permitió identificar algunos cortes menores en sus manos y brazos, varios moretones en las costillas y su labio inferior partido. Una vez que me hube asegurado de que todos los cortes estaban limpios y sin vidrios incrustados, le di un par de antiinflamatorios y la envié a la ducha mientras recogía su ropa sucia. Luego me dejé caer sobre el colchón para esperarla.
Media hora después emergió Bella en medio de una nube de vapor. Se veía un poco más tranquila y yo le hice una seña para que se sentara en el colchón a mi lado. Ella suspiró y dejó caer la toalla que cubría su cuerpo, quedando sólo con la que cubría su cabello. Se acurrucó contra mí y yo estiré mi brazo para cubrirla con el cobertor. Nos mantuvimos largo rato así, abrazados, disfrutando de la calma que nos daba nuestra mutua compañía. Bella se quedó dormida,(los antiinflamatorios siempre tenían ese efecto en ella por alguna razón), y yo le quité la toalla de la cabeza para secar su cabello con el calor de la chimenea, peinándolo entre mis dedos.
Por qué el pasado no nos podía dejar en paz? Por qué tenía que aparecer Alice justo en el momento en que todo parecía estar funcionando como debía? Y maldita sea mi pierna que empeoraba toda la situación, haciéndome un inútil a la hora de proteger a mi mujer.
Decidí que la única manera de mejorar este día de mierda era no levantándonos más. Tendría a Bella en cama conmigo todo el tiempo que lograra convencerla. Si no podía caminar, aprovecharía mi tiempo acostado.
Decidí pedir una pizza para que Bella no se levantara con la excusa de tener que cocinar. El sonido del timbre la despertó, pero simplemente se dio vuelta y siguió durmiendo al ver que yo ya estaba en mi silla listo para abrir la puerta. Recibí la caja y entregué el dinero sin decir palabra, tratando de hacer el trámite lo más rápido posible…. Pero el adolescente hijo de puta del repartidor no sacaba los ojos de encima a Bella acostada desnuda sobre su estómago en un colchón en la mitad del living, apenas sus nalgas y piernas cubiertas… demonios!. Creo que le gruñí, pero lo que habría resultado amenazante cuando estoy sobre mis dos piernas debe haber sonado patético en mi nueva condición de inválido.
Cerré la puerta en su cara y decidí que a partir de ese momento tiraría el dinero por debajo de la puerta. No me arriesgaría a que ningún otro desgraciado alimentara sus fantasías con el cuerpo desnudo de MI Bella.
Me dirigí hacia la cama y Bella suspiró, ajena a mis celos o la lujuria que había desatado en el repartidor.
-Cariño, despierta… llegó el almuerzo…
-Mmmmmmmmh
-Bella, la Pizza se enfría…
-De qué la pediste? –Gruñó aún con los ojos cerrados, como si su decisión de despertar dependiera de mi elección de los ingredientes.
-Tu favorita! Pizza marinara! –Dije tratando de molestarla.
-Puaj! –Dijo y se cubrió la cabeza con una almohada, decidida a ignorarme.
-Champiñones cariño… -Dije abriendo la caja para tentarla con el olor -Champiñones, doble queso, tomates deshidratados y pepperoni.
-Mmmmmmmmm… no me quiero moveeer… -Dijo estirándose sin abrir los ojos. Testaruda como siempre.
-Peor para ti, yo tengo hambre –Dije tomando una rebanada y empezando a comer sin esperarla.
-Hey Whitlock! Donde quedaron tus modales? –Dijo sentándose de súbito –Necesitamos servilletas… -Dijo dirigiéndose a la cocina.
El almuerzo transcurrió tranquilo, y después de comer volvimos a la cama para ver viejas películas en blanco y negro. Partimos con "De aquí a la Eternidad" y antes de poder empezar con la segunda película nos encontrábamos desnudos, besándonos frenéticos. Hicimos el amor y luego vimos "Rebelde sin Causa". No volvimos a hablar del incidente con Alice, ambos tratando de enfocarnos en nuestra felicidad y en no dejar que ella la empañara.
El clima estaba especialmente frío pero seco… casi esperaba que comenzara a nevar, lo que hizo aún mejor mi idea de no levantarnos más. Pasamos la noche aferrados el uno al otro, como si aún no nos hiciéramos la idea de que lo nuestro era permanente… Como si esperáramos que en cualquier momento algo se interpusiera entre nosotros y nos volviera a separar.
Al día siguiente era sábado, y Bella despertó temprano. La sentí removerse entre mis brazos y poner un cojín en su lugar. Sonreí en mis sueños, ella aún creía que me engañaba con esa treta… Abracé la almohada como si fuera mi novia para el beneficio de Bella y su charada y volví a dormir profundamente hasta que me despertó un grito aterrado.
Bella estaba parada frente a la puerta de entrada abierta, respirando con dificultad. Estaba a punto de llorar. Yo me puse mis bóxer y me subí a mi silla de ruedas para ver qué rayos tenía a Bella en ese estado.
Nunca me habría imaginado algo como lo que me encontré… qué mente enferma haría algo como eso?
No debí darle muchas vueltas al asunto. Alice.
Y entonces, Bella se desmayó.
…oOo…
-Qué está esperando? –Demandó Bella al oficial de policía que nos estaba entrevistando –Vaya y arréstela.-Señorita Swan… -Dijo el policía tratando de apaciguarla –No tenemos evidencia de que la señorita Brandon haya estado involucrada en los hechos.
-Me atacó ayer en el supermercado! Debe haber al menos 20 testigos que lo pueden corroborar! Y además ella sabe perfectamente cómo me afecta la sangre! Ella planeó y ejecutó esto como una venganza por nuestro compromiso! –Exclamó casi fuera de sí.
-Lo único que puedo prometerle por ahora es que la entrevistaremos, pero mientras no contemos con evidencia sólida no hay nada que podamos hacer –Dijo el policía como si lamentara no poder hacer más. Probablemente era así.
-Eso es todo? –Preguntó Peter. Bendito Peter que me ayudaría a limpiar la sangre que chorreaba seca de la puerta y el porche. Bella se desmayaría de nuevo si debía lidiar con eso.
-Eso es todo –Confirmó el policía –No duden en llamarme ante cualquier duda o incidente, por menor que sea. Y… Señorita Swan… lamento mucho la muerte de su padre… Fue un gran hombre-Dijo bajando la mirada.
Una vez que se hubo retirado la policía, Bella comenzó otra vez a desesperarse, y yo no pude hacer más que acariciar su mano y escucharla. Por supuesto que me gustaría lidiar yo mismo con Alice, y claramente ella era la principal sospechosa, pero entendía el punto de vista de la policía. Sin evidencia no había nada que hacer. Claro, Bella no opinaba lo mismo y reclamaba la silla eléctrica para Alice.
Peter salió con una bolsa de basura para recoger los restos de la gallina y un cubo de agua y un trapo para limpiar la sangre de la puerta y las paredes. Ahora más que nunca se hacía necesaria nuestra mudanza. Bella no sería capaz de volver a mirar esa puerta sin imaginarla bañada en sangre.
…oOo…
En un pueblo del tamaño de Forks no hay mucho que hacer. Si uno busca diversión hay que dirigirse a Port Ángeles donde hay un par de clubs, un cine y otras amenidades. No es que estuviéramos con un ánimo muy festivo, pero necesitábamos sacar nuestra mente de lo que había ocurrido, por lo que invitamos a Peter y Char a hacer un picnic en el living/dormitorio con nosotros y jugar a las cartas.Comenzamos tomando cerveza y terminamos tomando ron. Yo no bebo casi nunca, pero esta jodida situación ameritaba un buen trago, y Bella pensó lo mismo y se bebió más de uno. Peter y Char se fueron a su casa en un taxi a las 4 de la mañana borrachos como cubas y Bella y yo caímos inconscientes en nuestro colchón con la ropa puesta.
A las 11 de la mañana desperté con el teléfono sonando insistentemente. Extendí la mano y contesté con un gruñido mientras Bella se cubría la cabeza con una almohada y resoplaba.
-Aló.
-Jasper?
-Peter? Qué demonios quieres? Es demasiado temprano para lo que sea que quieras! -Ya podía sentir los efectos de la resaca y no quería ni pensar en moverme y menos en abrir los ojos. Mi boca estaba pastosa, sentí mi estómago inestable y sufría de dolorosas puntadas tras mis ojos, atacándome al ritmo de los latidos de mi corazón. Mierda!
-Jasper… asumo que ninguno de los dos ha salido de tu casa hoy? –Su voz estaba tensa, esta no era una llamada de cortesía para agradecerme la borrachera de la noche anterior.
-No, estábamos durmiendo hasta hace un minuto. Que mierda pasa, Peter?
-Estoy afuera de tu casa, vine a recoger mi auto… Creo que tienes que cubrir tu flojo trasero y asomarte a ver lo que hay en tu porche…
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