En el mundo real
nada crece sin sacrificio
no recibes sin dar
no hay fácil no hay armisticio
A contrapelo /Christina Rosenvinge
Al despertar al día siguiente de mi regreso a Forks sentí como si todo en mi mundo estuviera exactamente donde debía estar. Los planetas se habían alineado para mí y estaba en mi hogar, acurrucada contra el cálido cuerpo de Jazz, los dos desnudos sobre la alfombra, y cubiertos con una manta.Jazz seguía durmiendo, él no despertaría antes de las 10 am a menos que fuera estrictamente necesario. Estiré mi brazo para tomar un cojín del sofá y ponerlo entre sus brazos en reemplazo de mi cuerpo y me levanté para ir al baño. Subí a mi habitación y me puse una camiseta y shorts y bajé a la cocina a preparar el desayuno. Preparé panqueques con chips de chocolate y mientras cocinaba planeé cómo cuidar de Jazz de la mejor forma posible. Los pasos más importantes serían en primer lugar renunciar a la editorial, en segundo dejar mi apartamento en San Francisco y deshacerme de mis muebles, y en tercero cancelar todos mis servicios. Agh! Un montón de trámites me esperaban…
Por lo pronto, debía acomodar la casa a las necesidades de Jasper. Claramente él no podía seguir durmiendo en un sofá, y menos si yo quería dormir a su lado. Además teníamos que encontrar una forma de que pudiera bañarse sin peligro, y me gustaría echar un vistazo a su herida para asegurarme de que estaba sanando apropiadamente… Seguro que se había intentado rascar con todo tipo de utensilios en lugar de desabrochar la bota plástica.
…oOo…
-Cariño! Pensé que me habías abandonado de nuevo –Dijo haciendo un delicioso puchero que resultó cómico en un hombre adulto como él.-Nop, estaba preparando desayuno para alimentar a mi hombre –Respondí depositando la bandeja a su lado.
-Mmmmmh… panqueques con chispas de chocolate… te he dicho que te amo?
-No hoy –Le dije dándole un beso en la punta de la nariz y le acerqué su café negro –Y quiero que sepas que estoy profundamente agraviada por ese hecho.
-Bueno, eso hay que remediarlo… te amo cariño, te amo, te amo, te amo! –Exclamó.
-Si esa es tu reacción ante los panqueques los vamos a convertir en un hábito –Dije sonriendo.
Me senté a su lado y comencé a sorber lentamente mi café con leche mientras él atacaba los panqueques sin misericordia e intercalaba sonidos de apreciación. Dios, era tan fácil hacerlo feliz!
-Jazz… Tenemos 2 cosas que discutir. Una es de logística y la otra es sobre manejo de la basura.
-Okaaay? –Dijo curioso.
-Bueno, la logística primero. Vamos a convertir el living en dormitorio ya que no puedes subir las escaleras, así es que voy a bajar mi colchón mientras tu estés en la tina y voy a apilar los muebles en el comedor para ganar espacio. No va a quedar elegante pero al menos no vamos a tener que dormir en el suelo. Te parece?
-Me parece una buena idea, pero no vas a necesitar ayuda? Yo no puedo ayudar, pero a lo mejor si llamo a Peter…
-No necesito ayuda, no es como si fuera a bajar la cama por la escalera, es sólo el colchón…
-Ok… ahora lo de la basura… de qué se trata eso?
-Ah… esa es tu tarea. No quiero que empecemos esta relación con lastres, sí es que vas a llamar a María y le vas a dejar en claro que no tiene posibilidades contigo. Vi como te miraba y no quiero que empecemos con malentendidos. No tengo problemas en que sean amigos, pero no quiero ambigüedades. Tú eres mío ahora –Dije con toda seriedad. Esperaba no estar pasándome de la raya, pero el día anterior casi me da un infarto cerebral al verlo acurrucado con esa mujer. No permitiría que nadie se interpusiera entre nosotros.
-Cariño, ya te lo dije, María y yo somos solo amigos…
-Tú eres su amigo… ella quiere más que tu amistad, o me equivoco?
-No… -Dijo bajando la mirada.
-Entonces llámala y habla con ella y le explicas como el caballero que eres que si la vuelvo a ver con las manos sobre ti, se las voy a cortar y se las voy a dar de comer a los lobos –Dije inclinándome para morder el lóbulo de su oreja –Y créeme que soy capaz -Susurré.
-Ok… la verdad es que a mí ya me estaba empezando a poner nervioso –Dijo tomando mis pechos entre sus manos –Es una buena amiga, pero insistía en enjabonarme mientras estaba en la tina… eso es simplemente… raro –Grrrrr… Eso no es raro, demonios! Eso es acoso. Ya me encargaría de ella si volvía a aparecer… Pero entonces él me besó y pronto María y el resto del mundo fueron la última cosa en nuestras mentes. Hicimos el amor suavemente, cuidando su pierna y su calidad de convaleciente.
...oOo...
El día se nos pasó rápidamente en mi tarea de arreglar la casa para Jazz, y sólo pudimos sentarnos a conversar tranquilos por la noche durante la cena. Yo estaba satisfecha, había movido los muebles del living hacia el comedor y había tirado mi colchón escaleras abajo para hacer una cama provisoria en el living con bastante espacio para que Jazz se pudiera mover en su silla de ruedas sin chocar con nada. Como no esperábamos recibir visitantes, había quedado perfecto.Durante la tarde Jazz había hablado con María por teléfono, y al parecer la conversación no había salido tan bien como esperábamos, ya que ella se había hecho ilusiones con Jasper y se sintió engañada y usada por él. Se enojó bastante y llamó a Jazz un montón epítetos bastante creativos… Jazz se sintió mal por haberle creado expectativas de una relación más allá de la amistad, sobre todo porque ella lo había cuidado en los momentos en que él más lo había necesitado. Yo sólo pude esperar que se tratara de una simple infatuación pasajera y no le di más vueltas. Pronto nos largaríamos de Forks para no volver.
Para la cena preparé espagueti con albahaca, ajo y champiñones y descorché una botella de vino que encontré en la alacena. Comimos en la cocina, ya que el comedor estaba funcionando como bodega, pero le di un toque romántico encendiendo algunas velas y usando un mantel en lugar de individuales plásticos.
Conversamos de todo un poco e hicimos planes… la idea era mudarnos en 2 ó 3 meses, una vez que Jazz se hubiera recuperado de su lesión lo suficiente como para volver a ser independiente. La mudanza sería bastante trabajo y necesitaríamos esforzarnos bastante en establecernos en un nuevo hogar. Él me contó acerca de las propiedades que había visto en internet y discutimos sobre qué ciudades o pueblos nos gustaría tener cerca y el tamaño de nuestra granja. Gracias a que yo era la única heredera de Charlie había recibido la casa y algo de dinero de su seguro de vida, por lo que, sumado al dinero de la casa y los ahorros de Jazz contábamos con dinero suficiente para comprar una buena granja, especialmente en esta economía en que los agricultores estaban tratando de vender grandes propiedades y habían pocos compradores. El corredor de propiedades local le había dicho a Jazz que nuestras casas no serían tan difíciles de vender por que eran pequeñas casas familiares y esas sí tenían buena demanda, aunque probablemente no conseguiríamos un precio ideal.
Mientras estábamos comiendo el postre, (mouse de chocolate que Charlotte había comprado para alegrar a Jazz) él me dijo
-Cariño… hay algo que tengo que decirte desde hace tiempo…
-Es algo malo? –Dije asustada. Por favor no más secretos ni confesiones!
-No –Sonrió nervioso –No es algo malo… es algo bueno… siempre que tu estés de acuerdo…
-Jazz no me asustes, dime de una vez!
-Bueno cariño, hemos hablado de nuestro futuro, de dónde viviremos y en qué trabajaremos… pero no hemos discutido lo más importante. Bella cariño… quiero que seamos una familia. Quiero que seas mi esposa –Dijo sacándose del bolsillo del pantalón una cajita de terciopelo y poniéndola sobre la mesa frente a mí.
-Jazz! De adonde sacaste este anillo? –Dije abriendo la cajita que revelaba una sencilla argolla de oro blanco con un zafiro redondo sin engarce sujetado me imagino, a presión. Era un anillo que yo misma me hubiera comprado, no la típica argolla de compromiso con diamantes, pomposa, tradicional y ostentosa. No, esto era algo más… original… más yo –Es precioso… es… perfecto! pero cuando? Cómo? No has salido de casa, verdad? –Cómo podría haber salido a comprar un anillo de compromiso en su estado? Y cómo no me di cuenta?
-Lo tengo desde hace años cariño… desde tu fiesta de graduación… recuerdas? –Ambos fruncimos el ceño ante el recuerdo de aquella horrible noche –Desde entonces lo he tenido siempre conmigo… a lo mejor con la esperanza de que algún día podría entregártelo –Tragó saliva nerviosamente y tomó mi mano -Pero no me has contestado… te quieres casar conmigo? –Preguntó en un susurro.
-Jazz… –Murmuré con la voz quebrada y los ojos llorosos. Mi corazón latía rápido y me sentía embargada de emoción y amor por este hombre que me había esperado durante todos estos años. Lo amé más que nunca, y me di cuenta de que me pasaría la vida agradeciendo la buena estrella que me guió al bosque cuando sólo tenía tres años… que me guió a él… –Sí… quiero ser tu esposa! –Y me lancé a sus brazos y lo besé frenética, regodeándome en su olor y su sabor mesclado con chocolate. Mmmmmh, mi favorito!
-Cariño, por fin vamos a ser una familia de verdad! Quiero una familia grande con enormes almuerzos los domingos… Vamos a tener montones de hijos! –Dijo sonriendo feliz y entusiasmado.
-Qué? Montones de hijos… de qué estamos hablando? Cuántos son montones? –Dije separándome de él para ver si estaba hablando en serio.
-Mmmmmh… no lo sé… 6, 8…
-Estás loco? -Le dije espantada –Tú crees que yo deposito huevos como un pez? Ni loca voy a sufrir 6 a 8 partos, olvídalo. A menos que quieras parirlos tú, te vas a tener que conformar con un máximo de tres o cuatro.
-Tres o cuatro? De acuerdo cariño –Dijo estrechando mi mano –Sabes? Yo habría negociado hasta dos –Se rió –Creo que yo me encargaré de la venta de las casas… Tú te rindes muy fácilmente.
-Jaaazz! –Exclamé golpeando su brazo. Me acababa de comprometer a tener 4 hijos? Estaba loca? En fin, no valía la pena preocuparme antes de tiempo, verdad? –Tramposo!
-Desde cuando nos conocemos? –Rió pellizcando mi muslo –Que piensas? –Me preguntó cuando se dio cuenta de que yo estaba perdida en divagaciones.
-Mmmmmh… estaba pensando… estoy usando un dispositivo anticonceptivo bajo la piel en mi brazo… Se supone que previene un embarazo por 5 años… creo que me lo voy a remover y usar otro método menos drástico para ir acostumbrando mi cuerpo… cuando quieres empezar a intentar embarazarnos?
-Mmmmmh… que te parece en unos 5 minutos? –Dijo besando mi mano con su anillo.
Y efectivamente, cinco minutos después estábamos en nuestro nuevo dormitorio estrenando nuestra cama en el suelo.
…oOo…
Al día siguiente fui al hospital a pedir al ginecólogo que me removiera el dispositivo. Afortunadamente no había mucha gente y ni siquiera debí esperar mucho rato para que el doctor me pudiera atender. Aproveché de hacerme un examen PAP y programamos la sencilla intervención para dos días después cuando estuvieran listos mis resultados.De regreso a casa pasé al supermercado a comprar algunas cosas que necesitábamos para la cena y cuando me iba bajando del auto sonó mi celular. Rosalie.
-Bella? Hola Bella como fue todo?
-Oh, hola Rose todo está perfecto! Bueno, no perfecto... Jazz tuvo un accidente montando y se fracturó el fémur … Lo operaron y le pusieron 2 pernos de titanio! Ahora va a sonar en los aeropuertos, estoy segura –Dije conectando el "manos libres" mientras sacaba un carro de la línea y empezaba a recorrer los pasillos.
-Oh! Pero está bien? Cómo pasó? Está en casa? –Preguntó alarmada.
-Sí, no te preocupes, él está bien, acomodamos el living como dormitorio para que pueda desplazarse en su silla de ruedas por el primer piso, así es que solo falta esperar que el hueso se suelde y va a quedar como nuevo –Dije deteniéndome en el pasillo de los fideos y echando un paquete de sopa de letras y otro de fetuchini – Y bueno –Continué -esas no son todas las noticias… nos mudaremos a Texas!
-A Texas? Qué demonios vas a hacer tú en Texas Bella Swan?
-Vamos a ser vaqueros! –Dije emocionada –Bueno, no vaqueros exactamente, vamos a criar caballos y yo voy a tomarme un tiempo para escribir… -Dije entrando al pasillo de las conservas y mermeladas. Necesitaba tomates en cubitos para una salsa boloñesa.
-Oh Bella, estoy tan feliz por ti! –Dijo mientras yo miraba entre las latas para encontrar los tomates y buscaba pulpa de maracuyá para mis muffins.
-Y eso no es todo Rose… Anoche Jazz me entregó un anillo de compromiso que ha guardado desde la noche de mi graduación y me pidió que me casara con él… ME CASO CON JAZZ, ROSE! –Grité emocionada, dando saltitos, y mis gritos hicieron eco en Rose que chillaba como una maniática. Pero antes de que Rose pudiera decir nada, un fuerte CRASH! Sonó tras de mí y al girarme vi un enorme frasco de mermelada quebrado en el piso, y en medio del desastre rojo y pegajoso, estaba Alice con los ojos brillantes de lágrimas, mirándome furiosa.
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