I am, I am, I am
I said I wanna get next to you
I said I gonna get close to you
You wouldn't want me have to hurt you too, hurt you too?
I ain't, I ain't, I ain't
A buyin' into your apathy
I'm gonna learn ya my philosophy
You wanna know about atrocity, atrocity?
I know you want what's on my mind
I know you like what's on my mind
I know it eats you up inside
I know, you know, you know, you know
I said I wanna get next to you
I said I gonna get close to you
You wouldn't want me have to hurt you too, hurt you too?
I ain't, I ain't, I ain't
A buyin' into your apathy
I'm gonna learn ya my philosophy
You wanna know about atrocity, atrocity?
I know you want what's on my mind
I know you like what's on my mind
I know it eats you up inside
I know, you know, you know, you know
A Sex Type Thing / Stone Temple Pilots
Bella POVNo sé por qué no era capaz de controlar mi temperamento frente a Edward. Mientras más tiempo pasaba, más intolerante me volvía a sus intentos de controlarme y sobreprotegerme.
Dónde había quedado mi amor por él? Dónde había quedado esa Bella fácilmente manipulable que adoraba el suelo que pisaba el vampiro del cabello cobrizo?
Sólo puedo suponer que había crecido. Había madurado y comenzaba a valorar otras cosas por sobre las apariencias. Edward podía parecer en teoría el novio perfecto, pero no era el novio perfecto para mí.
Emmett por otro lado, era completamente inadecuado. Para empezar, estaba casado con la versión vampírica de Barbie Malibú (Graaan obstáculo que no se me olvidaba, simplemente lo trataba de pasar por alto), además era irresponsable, bromista y bruto. No se preocupaba gran cosa por mi seguridad y me fomentaba a actuar… como una adolescente… como lo que soy.
Emmett no era perfecto, pero eso lo hacía más real y cercano que ninguno de los Cullen. El hecho de que no tuviera un don ayudaba. Em era el más sencillo y menos impresionante de la familia de superdotados. Sería eso lo que me hacía verlo como mi igual? Lo dudé. Era su personalidad, él por si sólo era capaz de hacerme sentir cómoda y confiada en cualquier situación.
Y bueno, sea por las razones que fuera, la cosa es que estaba totalmente enamorada de Emmett, de una manera completamente distinta a como me había enamorado de Edward.
Con Edward supongo que gran parte de mis sentimientos comenzaron como infatuación, ya que lo amé antes de ni siquiera conocerlo. No teníamos nada en común y yo me traté de acomodar al molde que Edward esperaba que llenara.
Y me volví aburrida y transparente. Él tomó cada decisión por mí y yo lo seguí ciegamente. Hasta que las cosas comenzaron a superar mis límites. Como mis visitas a Jake. Por mucho que quisiera complacer a Edward no podía de dejar de ver a mi mejor amigo para complacerlo. Especialmente cuando mi mejor amigo estaba pasando por un mal momento y me necesitaba.
Y de pronto abro mis ojos y veo a Em a mi lado. Siempre apoyándome, nunca juzgando. Un amigo, un compañero de travesuras que se volvió algo más. Con Em si tenía montones de cosas en común y nunca tenía miedo de ser inadecuada o poca cosa a su lado.
Sí, entendía lo que me estaba pasando y el por qué me enamoré de Em y me desenamoré de Edward, pero eso no significaba que no tuviera cariño por Edward, mi primer amor… Cómo no quererlo en vistas a su amor y entrega por mí? Ojalá pudiéramos algún día ser amigos… No quisiera tener que borrarlo de mi vida…
El problema es que me estaba volviendo loca y en este momento lo único que quería era lanzarle el plato de espaguetis con salsa de pesto que estaba comiendo por la cabeza! Todo lo que me decía me hacía detestarlo un poco más y no veía la hora de terminar nuestra relación definitivamente.
Agh! Extraño tanto a Em…
…oOo…
Los dos días que han pasado desde que se fue Em han sido un infierno. Edward sigue rondando a mi alrededor tratando de convencerme de seguirlo en sus planes insulsos y que nunca incluyen actividades de novios normales. Nop, a él le gusta tocarme el piano o recitarme poesía. Lo que puede sonar fantástico para una vez o incluso para ocasiones especiales, pero no para tardes enteras! Agh! Creo que voy a morir de aburrimiento…Lo que no daría por un torneo de esgrima en el Wii…
…oOo…
Yay! Esta tarde regresa Em! Casi no puedo aguantar mi excitación, estoy tan nerviosa! No hemos hablado por teléfono ni tenido ningún contacto, y siento que si no lo veo pronto, que si no lo tengo luego entre mis brazos, voy a estallar!Cómo habrá reaccionado Rosalie? No puedo negar que estoy ultranerviosa, pero nada, nada me importa, sólo estar con Em…
Incluso dejé a Alice jugar a Bella Barbie esta tarde para que el tiempo pasara más rápido. Edward nos dejó en paz porque aparentemente los esfuerzos de Alice por embellecerme son una actividad aprobada por él. Cretino. Edward no sabría qué hacer con una mujer hermosa ni aunque le cayera encima! (como le he caído yo encima una y otra vez sin resultados).
Alice comenzó la rutina con un baño de sales y burbujas en la tina de hidromasaje de su baño privado. Eso me gustó, burbujas acariciando mi piel, imaginando que eran los dedos juguetones de mi Em sobre mí… Delicioso!
Luego Alice exfolió cada centímetro de mi piel (mencioné ya que para Alice lo conceptos de pudor o espacio personal son abstracciones que no es capaz de procesar?) y finalmente me masajeó con lociones hidratantes que olían a fresas con crema. Gracias a Dios me ahorré la depilación porque aún no me crecía vello desde esa depilación macabra el día de playa.
Luego me dejó cubrirme con una bata de seda y se dedicó a jugar con mi cabello. Mis ondas naturales se convirtieron en una cascada perfectamente lisa y brillante de cabello castaño. Al tener el pelo liso se veía más largo, llegando a rozarme la cintura. Seguro a Em le gustaría, él siempre hundía sus manos en mi cabello…
Cuando terminamos de jugar a la peluquería Alice decidió que podía dejarme descansar un rato mientras ella y Jasper se iban de cacería. Esta noche haríamos algo especial celebrando el regreso de Emmett.
Yo me dirigí a la habitación de Edward y me recosté en el sofá para dormir una siesta. Dormí profundamente hasta que me despertaron las manos frías de Edward enterrándose en mis hombros.
-Qué hay entre tú y Emmett Isabella? –Gruñó demandante, su cara una máscara de frialdad.
-De qué estás hablando Edward? –Pregunté aún medio dormida.
-No te hagas la inocente, sé perfectamente que hay algo entre ustedes dos y quiero saber qué en este preciso momento! –Dijo mientras sus dedos se hundían con más fuerza en mis brazos. Me dolió y seguro que me quedarían marcas…
-Edward me estás haciendo daño, suéltame! De qué estás hablando? –Dije sin procesar aún su violencia.
-Estabas soñando con Emmett, y déjame decirte, no era precisamente un sueño inocente –Escupió con odio.
-Edward yo no controlo mis sueños! No sé lo que estaba soñando, pero lo que haya sido, probablemente no lo estaría soñando si tú me dieras lo que te pido en la vida real! –Oh mierda! Eso debe estar en el número uno en el manual de lo que NO DEBES DECIR a tu novio vampiro cuando está enojado…
-Así es que es mí culpa que tu tengas fantasías eróticas con mi hermano? –Guñó.
-No sé lo que soñé Edward! Pero no es un secreto para nadie que estoy frustrada sexualmente! –Casi grité. De todos modos en esta casa la privacidad no existe…
-Si es mi culpa entonces debería hacer algo por remediarlo… -Dijo Edward aún luciendo esa máscara sin expresión que me asustaba más que su furia desatada. Y sin darme tiempo para reaccionar, me besó.
Pero fue un beso distinto a todos los que hemos compartido antes. En este beso no hubo amor ni ternura. Fue un beso posesivo que intentaba establecer dominancia… ponerme en mi lugar.
Yo lo traté de empujar, luchando por respirar, pero sus labios estaban sobre los míos moviéndose con insistencia, y sólo cuando pensé que me desmayaría por falta de oxígeno su boca se movió hasta mi cuello, besándome como un bruto, marcando mi piel con moretones.
-Edward déjame! –Le grité, retorciéndome entre sus brazos.
-No es esto lo que querías? No es esto lo que me demandabas una y otra vez? –Me dijo comenzando a mover sus manos sobre mi cuerpo desnudo salvo por la pequeña bata de seda de Alice. Pero sus caricias no eran tiernas, eran simplemente una forma de recordarme quién era mi dueño.
-Edward déjame! Este no eres tú! Tú no eres así! –Traté de razonar con él.
-Y por eso es que deseas a mi hermano, o me equivoco Isabella? Tú no quieres a un caballero… A lo mejor ahora vas a comenzar a respetarme un poco más, a lo mejor ahora vas a recordar a quién le perteneces.
-Edward déjame! Me estás haciendo daño! –Dije llorando. Y me odié por demostrar debilidad, pero el miedo se estaba transformando en pánico y no había nadie en la casa que acudiera en mi ayuda.
-Tanto control… tantas restricciones… Y para qué? Para protegerte Isabella… pero ya no más. Te voy a dar lo que quieres y te lo voy a dar ahora –Dijo masajeando mis pechos bruscamente. Ningún placer podía provenir de esas caricias, y mis sollozos se hicieron más pronunciados.
-Edward por favor… -Rogué entre sollozos.
-No querías coger? Te voy a coger, como la cualquiera en la que te has convertido. Te voy a coger para que no tengas la necesidad de ofrecerte por ahí como una ramera… como una puta! –Gruñó metiendo su mano entre mis piernas.
-Edward no! –Grité llorando y retorciéndome –Ya no te quiero! Ya no siento nada por ti, déjame en paz! Alice! Esme! –Grité. Por favor, por favor, rogué en mi mente, que alguien viniera en mi ayuda! Odié ser débil y humana una vez más… si yo fuera vampira podría defenderme de Edward…
-No hay nadie que te pueda escuchar Isabella… solos tú y yo, tal como te gusta –Susurró lamiendo mis hombros. Un estremecimiento de repulsión recorrió mi espalda. Cómo el toque que ansiaba de Edward se había transformado en esto? Cómo mi Edward se había transformado en este… ser?
-Por favor… por favor… tú no quieres hacer esto –Sollocé.
-Abre las piernas para mí Isabella… Tal como me las has abierto tantas otras veces… ahora si te voy a dar lo que necesitas… -Dijo jadeando, agitado pero completamente ausente de emoción.
-Edward no! Tu y yo terminamos, no quiero nada más de ti, no quiero que me toques! Ya no te amo! Yo… amo a Emmett –Grité contra toda lógica. Mi cerebro aterrado ya no estaba conectado con mi boca. Me preparé para morir.
-Perra! Ya lo sabía… pensaste que no me daría cuenta de tus jueguitos con ese bruto? No te mereces mi amor Isabella, no te mereces nada, eres un cualquiera… pero al menos serás una buena comida –Dijo lamiendo mi cuello sobre mi pulso.
-Edward no… no… tú no eres así… tú te alimentas de animales… por favor… -Grité.
-Creí que ya lo habíamos establecido Isabella… tu eres una perra… así es que no va a afectar mi dieta si te conviertes en mi cena… -Dijo retorciendo uno de mis pezones, haciéndome gemir de dolor –Cuánto tiempo pensaste que podrías jugar conmigo Isabella? –Gruñó furioso.
-Piensa en Esme y Carlisle… Por favor Edward! No me mates… Edward… -Podría entrar en razón si recordaba a sus padres?
-Demasiado tarde para ruegos. Si no quisiste ser mía no vas a ser de nadie. Esperé 100 años por ti y resultó que esperé en vano… pero ahora siempre vas a ser parte de mí… te voy a llevar siempre conmigo… dentro de mí… -Y diciendo esto me mordió.
Mis gritos se fueron haciendo cada vez más débiles y el dolor y el ardor comenzaron. Mientras las lágrimas caían de mi mejillas me despedí de Charlie, de Reneé y de mi Em… sabía que no los volvería a ver.
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