jueves, 13 de octubre de 2011

Red Moon 25



Hola a todos! Casi no publico hoy, estaba leyendo un fic buenísimo en inglés llamado A TASTE OF HONEY. Excelente! Pero me distrajo de mis deberes…
La mayoría de ustedes acordó que les encanta la limonada de Jazz, pero no debemos perder de vista la historia, así es que voy a tratar de balancear las cosas.
Un abrazo enorme a todos quienes me regalan sus comentarios. Cuéntenme qué quieren que pase a continuación… más romance, drama? Denme ideas y si las ocupo le daré crédito a quién corresponda.
Cariños.
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Capítulo 25
Vuelve a mi mente una vez más
Todo lo que viví.
Todo lo que he dejado atrás,
Hoy me acerca más a ti.
Tú me enseñaste la verdad,
Yo aprendí a perdonar.
Me regalaste tanta paz,
Que volví a nacer...
Creyendo más en ti.
Y pude arrancar, esta soledad
Tengo tantas ganas de gritar
Que no existe más la oscuridad.
Tu eres mi luz / Alejandra Guzmán
Jasper POV
-Abre los ojos –Me dijo Bella en la cúspide de su nerviosismo. Hice lo que me pedía y quedé anonadado…
Era como un viaje en el tiempo a mi época de niñez y juventud, era como una habitación más de la que alguna vez fue mi casa como humano.
-Sorpresa! –Dijo Bella tímidamente, llena de incertidumbre.
-Esta habitación… es para mí? –Le pregunté sin poder creer el esfuerzo y dedicación que había puesto en cada detalle. Ahí estaban mis libros en el escritorio, flores frescas en los veladores, y eran esas mis medallas de la guerra enmarcadas? Pero lo que más me impresionó fue una reproducción restaurada de la única fotografía que tenía de mi familia… mi madre, mis hermanas y yo.
-Si… Te gusta? –Preguntó ella asintiendo con los ojos bien abiertos, llenos de esperanza.
-Cariño… yo… -Dije sin saber qué decir. Por una vez me faltaron las palabras, nadie nunca había hecho algo tan especial para mí.
-Rosalie ayudó bastante, ella pinta mucho más rápido que yo –Comenzó a hablar rápidamente tratando de absorber mi incómodo silencio.
Yo no pude más que proyectar mi inmenso agradecimiento hacia Rose y Bella, y ambas sonrieron y a Bella se le cayó una lágrima en un desborde de su propia emoción… alivio al ver que su sorpresa me había gustado.
-No puedo creer que hayan conseguido los exactos muebles de la época! –Exclamé una vez que recuperé el habla, mientras recorría la habitación tocando cada cosa, analizando cada detalle que las dos mujeres más importantes de mi vida habían conjurado para mí.
-No fue tan difícil… -Dijo Bella –Recorrimos varias tiendas de antigüedades hasta dar con los muebles necesarios, fue divertido! –Dijo ella tomando mi mano mientras yo me detenía frente a la fotografía de mi familia –Un día me vas a contar la historia detrás de esa foto –Me dijo.
-Por supuesto cariño –Dije yo besando su coronilla –Rose, hermana…
-No digas nada –Me dijo interrumpiéndome con los ojos brillantes de lágrimas que no podía derramar -ya lo sé… Los dejamos para que disfruten de tu habitación. Vamos Em! –Dijo y cerrando la puerta desapareció.
-Bella yo… -Comencé –No sé cómo empezar a agradecerte lo que hiciste en esta habitación… nunca olvidaré este gesto… -Dije enormemente emocionado y proyectando, porque Bella comenzó a llorar de alegría y emoción por ella y por mí –No llores cariño!
-Es que… no sé por qué estoy llorando… pero estoy tan feliz de que te haya gustado! –Dijo ella abrazándose a mí. Yo la rodeé con mis brazos y respiré profundo en su cabello tratando de calmarme. Lo último que quería era a Bella llorando mi llanto.
-Isabella Marie Swan, te amo con toda mi alma, con todo lo que soy, y nunca nadie había hecho por mí lo que has hecho junto a Rose. No es sólo la habitación, es la intención detrás del gesto. Tú sabías que yo no entraba a la habitación que compartí con Alice, y decidiste arreglar una nueva para mí, llena de mis objetos más preciados… incluso mandaste a arreglar esa fotografía! Ahora se ven los rostros de todos… yo… tu… eres increíble y me siento enormemente afortunado de poder llamarte mía –Terminé.
-Eso es Jazz… soy tuya… tuya para hacerte feliz –Dijo poniéndose de puntillas para besarme. Yo me agaché para encontrarla a medio camino y nuestros labios se unieron explorándose lentamente, en el beso más cargado de sentimiento que he experimentado en mi vida. Como empático estaba a punto de sufrir una sobrecarga sensorial entre mis sentimientos y los de Bella.
-Jazz… -Dijo mirándome a los ojos -te gustaría estrenar la cama? –Dijo ella poniéndose roja como un tomate pero emanando deseo.
-Me encantaría –Dije tomándola en mis brazos y depositándola al pié de la cama. Ahí procedí a desvestirla hasta dejarla sólo en una preciosa lencería de color púrpura… el color de una reina, contrastando maravillosamente con su piel blanca.
Ella a su vez me sacó la camiseta y desabrochó mis jeans, dejándolos colgar sueltos de mis caderas. Lentamente comenzó a besar mi pecho, delineando cada cicatriz con la lengua, besando, explorando, amando mis peores defectos, lo que yo mismo odiaba de mí.
Bella me empujó suavemente y yo me dejé caer sobre la cama, y ella se sentó sobre mí y siguió besando mi cuerpo destrozado por las batallas. Mi Bella emanaba amor y yo me entregué a sus cuidados con los ojos cerrados, disfrutando de la sensación de ser querido.
Cuando Bella llegó al borde de mis pantalones, la detuve. Era mi turno de demostrarle mi agradecimiento y quería alargar la experiencia lo más posible.
Nos giré en la cama para quedar sobre ella y ella hizo un delicioso puchero
-Jaaaazz… estaba llegando a la parte más interesante! –Se quejó.
-Ahora es mi turno cariño… -Dije recorriendo su cuello con besos y lametazos –Quiero mostrarte que estoy muy, muy agradecido… -Dije y desabroché su corpiño para atacar sus pechos como un niño hambriento.
-Aaaaah… -Gimió ella y arqueó su espalda hacia mí, temblando de deseo... podía sentir sus emociones y supe lo encendida que estaba… quise hacerla llegar a su clímax sólo tocando sus pechos, y rodeé el pezón de su pecho derecho con la lengua, para luego soplar aire helado sobre él, haciéndolo imposiblemente más duro.
-Vas a acabar para mí cariño… lo vas a hacer ahora… -Le dije inyectándole una dosis de lujuria extra que la hizo retorcerse de placer y seguí lamiendo y besándola hasta que su cuerpo tembló y Bella gritó mi nombre en éxtasis.
El aroma de su excitación me atrajo más que cualquier sangre en el mundo, y desgarrando sus bragas hundí mi rostro entre sus piernas, lamiendo y besando su encendido sexo, haciéndola acabar un vez más.
-Jazz… -jadeó –te quiero dentro de mí… -Dijo tomando mi rostro con sus manos y llevándolo su boca para darme un beso abrasador.
-Hoy vamos a tratar algo distinto, cariño –Dije ya sin poder esperar un segundo más. Me desvestí en un segundo y le ordené –Date vuelta.
Ella lo hizo sin dudar y la sensación de poder, el estar en control, me calentó aún más.
-De rodillas, cariño –Dije con la voz ronca de deseo al verla así, desnuda y totalmente entregada. No me pude contener más, en un solo movimiento la penetré y con una mano me aferré a su cadera marcando el ritmo mientras con la otra la acaricié entre las piernas, desatando una oleada de deseo y maldiciones entre dientes.
Hicimos el amor durante horas, probando distintas posiciones y eligiendo las que más nos gustaban, sin vergüenza, sin pudor. Éramos sólo ella y yo en nuestra pequeña burbuja.
Ya llegaría el momento en el que tendríamos que lidiar con Edward y su plan de reconquistar a Bella, ya tendríamos tiempo para otras preocupaciones, pero ese día fue sólo para nosotros.
…oOo…
Bella POV
La sorpresa había ido un éxito, y pasamos horas celebrando Jazz y yo, solos en la casa, haciéndonos el amor, riendo y jugando como niños. Cuando ya casi era hora de que me fuera a casa a preparar la cena de Charlie, Jazz apoyó su cabeza en mi estómago desnudo y me miró a los ojos.
-Te amo –Dijo simplemente pero con los ojos brillantes.
-Yo te amo a ti –Respondí sonriendo mientras acariciaba su sedoso cabello rubio, desordenado sobre mi abdomen.
-Cariño… yo sé que puede ser demasiado pronto para decirte esto, pero yo te quiero para siempre…
-Pero Jazz, eso ya lo habíamos conversado! Para siempre! Somos para siempre –Dije. Para mí no había ninguna duda de que mi Jazz y yo éramos algo definitivo.
-No me entiendes… quiero pedirte que seas mía, que seas como yo… no quiero presionarte, pero quiero que tu transformación ocurra pronto… -Me dijo irradiando vergüenza.
-De qué te avergüenzas? –Le pregunté.
-De mi egoísmo… de las cosas que a lo mejor no tendrás por mi culpa. Bella yo quiero que sepas a qué vas a renunciar, pero también quiero que sepas que yo voy a hacer lo posible por compensarte cada día de mi vida…
-Jazz, si te refieres a mi posibilidad de ser madre, está bien, es algo que acepté desde que salía con Edward. Si alguna vez siento la necesidad de ser mamá podemos adoptar, vedad? Hay montones de niños abandonados en el mundo, no veo por qué no podemos hacernos cargo de uno o dos…
-Dos? –Preguntó levantando una ceja.
-O tres, o cuatro… o seis… podemos ser como Brad y Angelina… –Dije con una sonrisa. Él comprendió que estaba bromeando y comenzó a hacerme cosquillas haciéndome gritar pidiéndole compasión.
-Repite conmigo: -Me dijo -Jazz es el mejor novio del mundo…
-Jazz es el mejor novio del mundo… -Repetí entre carcajadas.
-Y lo voy a amar por siempre… -Continuó con el rostro más serio. Yo seguí riendo un poco
-Y lo voy a amar por siempre… -Por supuesto que lo amaría cada día por siempre.
-Y nunca lo voy a dejar… -Terminó. Oh Jazz! Qué te hizo Alice? Mi novio aún estaba roto por la traición de Alice y la odié en ese momento. Él levantó una ceja intrigado ante mis emociones y yo terminé el juramento.
-Y nunca, nunca, nunca lo voy a dejar… -Dije y lo besé en la punta de la nariz mientras acariciaba su rostro.
-Y voy a recorrer el mundo a su lado… -Continuó y me hizo un poco más de cosquillas. Yo me retorcí en la cama pero él era mucho más fuerte...
-Y voy a recorrer el mundo a su lado… -Dije feliz de jurar esa parte. Quería verlo todo, y mil veces mejor si era en su compañía.
-Y algún día me voy a casar con él –Dijo tímidamente. Me estaba ofreciendo el corazón en su mano y yo a pesar de mi aversión al matrimonio me encontré repitiendo sus palabras.
-Y algún día me voy a casar con él –Después de todo no estábamos hablando de fechas. Algún día es eso... algún día. Y si me casara con alguien alguna vez, sin duda sería con Jazz.
Su rostro se iluminó con una sonrisa enorme y me besó, me besó me besó un poquito más…
De una sola cosa estoy segura… las mejores conversaciones con Jazz se dan en la cama, desnudos, jugando.
…oOo…
A las 6:30 pm debí irme a preparar la cena de Charlie y Jazz partió con Emmett a Port Ángeles a tomar un avión a Seattle para recuperar su auto.
-"Llámame cuando aterrices, sólo para saber que llegaste bien.
Tu B."
-"Te mandaré un mensaje, a esa hora vas a estar durmiendo.
Tu J."
Esa noche me costó conciliar el sueño… mi cuerpo se sentía distinto, satisfecho con tanto sexo, y mi mente se sentía más despierta, llena de proyectos e ideas para nuestro futuro… Tal vez no iría a la universidad el siguiente año, tal vez la idea de viajar por el mundo era buena y valía la pena hacerlo siendo aún humana…
Decidí hacer mis deberes y dejar de soñar despierta con mi novio. Estaba un poco atrasada en álgebra y más me valía ponerme al día ahora que tenía tiempo libre.
"Aterricé en Seattle sano y salvo.
Estaré en Forks en unas 3 horas.
Todo mi amor, J."
…oOo…
Al día siguiente Jazz me esperaba en la puerta de mi casa con su Mustang y una enorme sonrisa.
Me llevó al colegio y al estacionarnos pude distinguir a Edward apoyado en su R8, como esperando a alguien.
-Cabrón, por qué no te puede dejar en paz? –Masculló Jasper entre dientes al ver a su hermano esperándome con una sonrisa… mi sonrisa, aquella sonrisa torcida que solía derretirme... pero ya no.
-Jazz, él no ha hecho nada, no te enojes… yo soy tuya, recuerdas? –Dije y lo besé para tranquilizarlo.
-Lo sé, pero conozco a Edward, y no se va a dar por vencido tan fácilmente. Por qué no se larga a Alaska?
-No lo sé, pero lo que sí sé es que tiene tanto derecho como tú a estar en la casa y a vivir donde se le plazca. Conmigo no va a conseguir nada, olvídalo –Dije y en ese momento sonó el timbre para entrar a clases. Besé a Jazz una vez más y corrí hacia la entrada del colegio, donde me esperaba Edward. Llegué a su lado y entramos juntos al colegio.
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