Hola chicos, aquí les dejo la segunda parte de esta historia. Espero que les guste tanto como a mí me gustó a mí escribirla.
Les confieso que no se acaba aquí… al final debí dividirla en 3 partes. Lo sé! No sé condensar… pero es mejor para todos, así tenemos más Darksper que disfrutar.
Lean el poema que comienza el cap., es de Pedro Matta y uno de mis favoritos!
Abrazos y no olviden regalarme su opinión.
Cariños y que disfruten!
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Oscura Obsesión 2
-Por favor qué Isabella? Pídemelo y tal vez te lo daré –Dijo mientras el placer seguía creciendo y creciendo, estaba a punto… y luego nada.
Gemí.
Lo golpeé.
Lo maldije.
Y lo besé.
…oOo…
Me da miedo quererte. Es mi amor tan violento
que yo mismo me asusto de mi modo de amar;
de tal forma me espanto mi propio pensamiento
que hay noches que no quiero dormirme para soñar.
No sé lo que me pasa. Pero hay veces que siento
unos irresistibles deseos de matar:
respiro olor a sangre y luego me arrepiento
y me entran unas ganas muy grandes de llorar.
¡Oh, si en estos momentos pudiera contemplarte
dormida entre mis brazos!…, si pudiera besarte
como nunca hombre alguno a una mujer besó…
después rodear tu cuello con un cordón de seda
y apretar bien el nudo, ¡para que nadie pueda
poner los labios donde feliz los puse yo!
Me da miedo quererte/Pedro Matta
Bella POV
Él respondió a mi beso con renovado entusiasmo, y el deseo se fue formando nuevamente en mi bajo vientre, y mi sexo me dolía de la insatisfacción… necesitaba algo que Jasper me negaba… algo que estaba tan cerca… al alcance de mis manos, y luego desaparecía. Yo era la epítome de la frustración.
-Pídemelo Swan… -Me dijo desafiante, lamiendo mi cuello.
-Jasper… por favor… -Dije tratando de besarlo de nuevo, pero se negó, él era más alto y controlaba mi cabeza enredando sus dedos firmemente en mi cabello.
-Eres… eres un… maldito cretino! –Le dije furiosa mientras restregaba mi pelvis contra su erección.
-Exactamente… no soy tu caballerito andante… no soy bueno reprimiendo mis impulsos, no te lo habían dicho? –Preguntó burlón. Y entonces caí en cuenta. Jasper tenía problemas acallando toda clase de impulsos… no sólo su hambre por sangre humana… un escalofrío recorrió mi espalda, y loca de deseo, del deseo que Jasper controlaba, le dije
-Jasper… deja de jugar conmigo… deja de manipularme…
-Prefieres que te haga correrte con mis manos? O con mi lengua –Me preguntó –Porque sé lo que necesitas, y te lo puedo dar sin tocarte… qué eliges, Swan…? –Me preguntó.
-Aaaah… Jasper detente… -Dije más allá de la calentura.
-Ya no te estoy manipulando, somos sólo tú y yo Isabella –Dijo y volvió a besarme mientras una de sus manos se dirigió a mis pechos y retorció suavemente mi pezón. La bola de fuego en mi vientre estalló y mis rodillas dejaron de sostenerme.
-Oh dios! Oh mierda! Jasper! Aaaaaah! –Grité mordiendo su camiseta a la altura de sus hombros de piedra.
-Mierda Swan! –Exclamó él y me abrazó con fuerza, respirando agitadamente en mi cuello… mañana tendría moretones.
Jasper me sostuvo entre sus brazos y me llevó al sofá más cercano, donde me depositó con cuidado.
-Jasper… me voy a mi casa –Dije casi inconsciente.
-No te vas a ninguna maldita parte, no estás en condiciones de conducir -gruñó.
-Demonios –Mascullé -Eso fue… wow!
-Lo habías sentido antes? –Me preguntó luciendo por fin satisfecho.
-Nunca… es mi… primer… -No pude decirlo. Me daba vergüenza.
-Dilo Isabella! –Dijo él frunciendo el ceño.
-No!
-Me vuelves loco con tu presencia, con tu olor y tu inocencia, con tus ganas locas de correrte, pero no eres capaz de decir la palabra orgasmo? –Espetó burlón.
-Orgasmo! –Dije desafiante.
-Dilo de nuevo –Dijo él besando mi cuello.
-Orgasmo…! –Dije y él pellizcó uno de mis pezones por sobre la ropa. Yo gemí de placer y dolor.
-Esa es mi niña sucia… el volcán que va a explotar… como quisiera ser el catalizador… -Dijo contra mi piel.
-De qué hablas? –Pregunté confundida, mi cuerpo estaba relajado y mi sexo se sentía más mojado que nunca.
-De ti Swan… del deseo inexplicable que me provocas, de las ganas que tengo de enterrarme en ti, de lamerte, de conocer cada rincón de tu cuerpo.
-Pero… pero… Alice… Edward…
-Ellos no existen! Una vez que seas mía nada existe! –Dijo violento, lanzando dagas con su mirada.
-Tu no me amas… tu me quieres poseer…
-Sí, poseerte, ser tu dueño, el amo y señor de tus orgasmos, de tus suspiros y de tu cuerpo… quiero que seas mía y que lo demás se vaya al demonio! –Gritó violento y chocó sus labios con los míos. Mi cuerpo traidor dejó salir a mi puta interna y me dejé besar y lo besé con toda mi pasión, con todas mis ganas reprimidas.
-Tu placer es mi placer Swan… -Me dijo con una sonrisa malvada –Y yo soy un ser esencialmente hedonista.
Mi conciencia, o lo que quedaba de ella sabía lo peligroso que era este juego, sabía que estaba arriesgando el amor puro y casto de Edward y la amistad de Alice a cambio de un fin de semana de… de… de placer infinito. Jasper y su don eran capaces de hacerme llegar a mi clímax sin ni siquiera tocarme, pero él tenía razón… sería tanto más divertido si lo hiciera…
-Jasper yo… nunca… yo soy virgen –Le dije sonrojándome.
-Lo sé –Dijo mientras olisqueaba mi cuerpo desde mi cuello hasta mi sexo, en un gesto sensual, animal.
-Y… y lo voy seguir siendo…? -Le dije insegura. Sonó como una pregunta.
-Mierda! no te voy a violar Isabella… para cuando termine contigo vas a estar rogándome para que te coja como la descarada que sé que eres.
-Estás haciendo muchas promesas… estás seguro de que puedes cumplir? –Le pregunté desafiante. Él fijó sus ojos en mí y me enfrentó, su rostro a sólo un par de centímetros del mío.
-Dudas de mí? –Dijo y comencé a sentir nuevamente el cosquilleo en mi sexo, la presión en mi bajo vientre… froté mis piernas buscando fricción, él no me estaba tocando y sabía que así como me podía dar placer me lo quitaría si no me comportaba como él lo deseaba.
-N…No… Aaaaah… Jasper por favor… -Gemí.
-Por favor qué? Por favor qué Swan? Pídemelo… grítalo! –Me dijo, y las sensaciones se hicieron increíblemente poderosas… estaba al límite, transpirando, respirando como si hubiera corrido una maratón, y por mi mente corrían toda clase de pensamientos impuros, imágenes sucias que una niña inocente como yo no debería conocer, pero que en mi curiosidad eterna había encontrado… internet, revistas, libros… cada escena sensual que alguna vez había visto o leído estaba pasando frente a mis ojos cerrados.
-Dámelo Jasper! Yo sé que tú también lo necesitas! –Grité retorciéndome de placer.
-Oh… pero es mucho más divertido torturarte pequeño cisne… -Dijo y su mano se posó sobre mi monte de venus por sobre mis jeans –Puedo sentir tu humedad… tu olor es delicioso… quítate los pantalones –Me ordenó.
-No!
-Quítatelos y te voy a dejar correrte Isabella… de lo contrario puedo torturarte día y noche… sé que nadie te va a echar de menos –Dijo con voz ronca y sonrió. El muy maldito.
-Jassssssspeeeeer! Aaaaaaaaaagh! Por favor! –Gemí.
-Me lo pides por favor? Siempre tan correcta Swan… qué quieres? –Dijo subiendo mi camiseta y lamiendo mi ombligo. Su lengua fría contrastaba exquisitamente contra mi acalorado cuerpo.
-Quítame los pantalones, déjame correrme! –grité.
-Eres una niña sucia Isabella… me encanta lo que hemos logrado en menos de un día… adoro tu pasión… -Me dijo acariciando mi cabello como si fuera una mascota para luego rasgar mis jeans de mi cuerpo.
-Oooh! –Dije entre el dolor y la excitación.
-Braguitas de algodón… tan dulce –Dijo posando sus dedos en el borde de mis pequeñas bragas –Estás se van a ir… lo deseas Swan… cisne bonito… cisne perverso… deseas que pruebe tu sexo?
-Dios! –Podía este hombre ser más sexi? Cómo nunca lo había notado? Cómo negarme cuando lo único que me regía en ese momento era mi puta interna, que deseaba montar a Jasper como una vaquera loca. Jasper caliente, boca sucia Whitlock… irresistible bastardo –Sí… sí sisisisisi!
Sin más Jasper destrozó mis inocentes bragas de algodón blanco y abrió mis piernas, observándome como un cazador a su presa. Su intensa mirada me hizo sentir vergüenza, nunca un hombre me había visto ni siquiera parcialmente desnuda, pero no pude concentrarme en nada más que en el latir mi sexo, necesitando su toque, deseando lo que estuviera dispuesto a entregarme, y al demonio todo lo demás.
-Perfecta… lo sabía… mi cisne hermoso… eres perfecta –Dijo y tomó mi clítoris entre sus labios, chupando suavemente, y volviéndome loca de placer… lo que me hizo agarrar mechones de su cabello rubio y restregar su cara contra mí. Sus dedos comenzaron a explorar mis labios lubricando mi sexo y sentí que mi orgasmo estaba ahí, al alcance de la mano… sólo faltaba un pequeño empujón… sólo…
Con uno de sus dedos me penetró lentamente, una, dos, tres veces, y me corrí fuerte, duro, y grité y me removí en éxtasis, gimiendo su nombre, maldiciéndolo por este placer tan intenso, pero él no se detuvo, si no que siguió lamiéndome, bebiendo cada gota de mis jugos hasta que mi sexo estaba demasiado hipersensible para su lengua perversa.
-Ambrosía… el manjar de los dioses –Dijo incoherente suspirando y descansando su rostro en mi estómago –Eres pura ambrosía –Y hundió su lengua en mi ombligo. Yo reí, me hacía cosquillas, y acaricié su rostro tierna, lánguidamente.
-Quién eres, Jasper Whitlock? –Le pregunté casi retóricamente, perdida en mi nuevo mundo de orgasmos, lenguas perversas y pasión.
-Un demonio –Respondió secamente.
-No… un ángel –Le dije delineando sus rasgos con mis dedos.
-No sabes nada de mis más oscuros secretos Swan… ahora quiero verte desnuda! -Me dijo súbitamente rasgando mi camiseta y mi sostén con un movimiento de su muñeca.
-Jasper! –Dije sorprendida más que ofuscada. Él ya había destrozado el resto de mi ropa, qué más daba una camiseta y m ropa interior? –No me importa lo que hayas hecho… -Le dije -lo que importa es quién eres ahora…
-Soy la maldad encarnada, un maldito, un guerrero, un asesino –Me dijo mirándome atentamente.
-Debes tener cualidades que te rediman -Le dije segura, confiada y perdida en sus ojos –Alice las debe haber visto…
-Ella vive en el futuro e ignora el pasado –Respondió con desprecio–Ella sólo ve lo que quiere ver.
-Esta familia te aceptó –Le dije aun acariciando su rostro perfecto.
-Por Alice… pero en realidad todos ellos me desprecian… porque ellos saben quién soy –Dijo comenzando a enojarse de nuevo… oh Jasper! Por qué tan extremo en tus reacciones?
-Por qué yo Jasper? –Le pregunté –Por qué me dices estas cosas a mí?
-Porque no eres mía… -Respondió –Porque casi te mato en mi obsesión por poseerte, por tu cuerpo, tu esencia, unas gotas de tu sangre. Porque eres la mujer del que llamo mi hermano y porque odio cada momento en que no me perteneces. Porque soy un bastardo que te desea como no ha deseado nada antes, pero que no se merece el cielo que está probando… porque este fin de semana es todo lo que tengo antes de partir –Escupió con los ojos llenos de furia.
-Partir? –Pregunté aterrada. Después de lo que habíamos compartido él no podía… no podía dejarme verdad?
-Crees que me puedo quedar después de todo esto? Que me voy a quedar a ver tu felicidad mediocre con Edward? Que voy a volver a tocar a Alice después de ti? –Preguntó mirándome, esa mirada inquisidora.
-Felicidad mediocre? –Pregunté.
-Felicidad a medias… por que no conoces nada mejor. Yo te puedo hacer vivir de verdad –Dijo hundiendo uno de sus dedos en mi sexo.
-Aaaagh! –Gemí arqueando mi espalda –Eso es sexo, no felicidad!
-La compatibilidad sexual es algo raro pequeño cisne… más rara que lo que tu llamas amor… créeme, lo siento en todos quienes me rodean… y sé que tú y yo juntos… las cosas que te podría enseñar…
-Qué? –Pregunté con los ojos semi cerrados mientras mi pelvis se movía en conjunto con su dedo enterrado en mí.
-Nuestra pasión podría incendiar la casa –Afirmó.
-Y el amor?
-Tú no amas a Edward –Me dijo como si nada.
-Claro que sí! –Me defendí sin ganas.
-No, no lo amas, lo quieres, estás acostumbrada a él…
-Y tú si me amas a mí? –Lo desafié tratando de cerrar mis piernas y atrapar su mano en mí.
-Yo te necesito, te respiro, te vivo… yo te llevo en el veneno que recorre mis venas… yo maldigo el día en que te conocí, por no haber llegado a ti primero… maldita sea Swan! –Dijo sacando su dedo de mí y poniéndose de pié –El mío es el amor más enfermizo, malsano y perverso de todos, Isabella! –Y dicho esto se llevó el dedo que estuvo en mi interior a la boca –Ambrosía –Repitió cerrando los ojos. Luego su vista se enfocó en mi cuerpo desnudo y me dijo –Así es como te voy a recordar, mi cisne precioso… por siempre desnuda para mí…
-Jasper –Dije sentándome –No te puedes ir!
-Nada me retiene –Dijo alejándose.
-Yo… no quiero que te vayas… -Le pedí.
-Y eso qué? Vas a decirle a Edward que lo dejas por mí? Por un demonio, un salvaje? Mi amor te va a destruir Swan… -Me advirtió.
-Y qué puedo hacer? Tú mismo lo dijiste, yo no amo a Edward… no voy a seguir con él hagas lo que hagas… Pero si es verdad lo que dices… si es verdad lo que existe entre nosotros…
-Si es verdad qué? Te ahogarías, te sofocarías… me rogarías por un soplo de aire, por tu puta libertad!
-No! No… Jasper por favor! –No sabía si no rogar que no me quitara su presencia… ya no quería vivir sin esa pasión que él me prometía.
-Ya no voy a mentir más –Me dijo mirándome intensamente –No voy a seguir escondiendo mis pensamientos ni mis actos… Si veo a Edward volver a tocarte una vez más lo destruyo! –Amenazó.
-No! Edward no va a volver a tocarme! No Jasper… cómo podría? Quiero creerte… quiero probar…
-Probar?
-Demuéstramelo… tenemos este fin de semana para que me puedas probar lo que me dices… Si funcionamos te quedas por mí y afrontamos juntos a la familia… Pero si no, te largas como querías y yo voy a terminar con Edward de todas maneras –Le propuse.
-Mi pequeño cisne curioso quiere probar? –Preguntó como divertido con mis palabras –Entonces me lo vas a tener que pedir Swan… -Dijo con su sonrisa maléfica… esa que me hizo mojarme un poquito más –Me vas a tener que pedir que te haga el amor.
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Y? Gustó? Regálenme sus reviews y Darksper les susurrará cochinadas al oído.
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