martes, 29 de mayo de 2012

Sweet Moon 3







Hola chicos, como ven, aquí sigo en mi intento de escribir slash. Como siempre, S. Meyer no tiene nada que ver con esto y al que no le guste es género y/o los lemons mejor que no siga leyendo, ya que las cosas se ponen hot en este capítulo.

Cualquier comentario o sugerencia será bien recibido, abrazotes.

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Capítulo 3


Nada tienen de especial

dos mujeres que se dan la mano

el matiz viene después

cuando lo hacen por debajo del mantel.

Luego a solas sin nada que perder

tras las manos va el resto de la piel

un amor por ocultar

y aunque en cueros no hay donde esconderlo

lo disfrazan de amistad

cuando salen a pasear por la ciudad.

Mujer contra mujer /Mecano


El día del cumpleaños número 15 de Bella fue un día especial. El comisario llevó a las chicas a almorzar al restaurant de su elección y le regaló a Bella una tarjeta de crédito con un generoso monto para que ella misma eligiera su regalo, ya que Bella no quería hacer una fiesta.

Él no sabía nada de chicas y la verdad es que no tenía muchas ganas de aprender. Su trabajo lo consumía y él estaba bien viviendo de esa manera.

Las chicas eligieron comer en Luciano´s un conocido restaurant de pastas donde Bella pidió lasaña de vegetales, Alice ñoquis con salsa carbonara y el comisario fetuchini alfredo. De postre las chicas compartieron un tiramisú y el comisario comió pastel de chocolate. La comida estaba deliciosa, y una vez que terminaron de comer el padre de Bella la abrazó y besó su frente y las dejó en el centro comercial para que las chicas pudieran comenzar a gastar el dinero de la tarjeta de crédito.

Las chicas compraron algunos libros que Bella insistía en necesitar, ropa que Alice insistió en que Bella necesitaba y pasaron al salón de belleza donde Alice sugirió en que se hicieran la depilación "brasilera", ya que aunque se estaba acabando el verano aún no se acababa la temporada de fiestas de piscina. La depilación les dolió hasta el tuétano, pero ambas quedaron felices con los resultados, y aprovecharon de hacerse la manicura y pedicura.

Del centro comercial las chicas se fueron a casa de Alice, donde pasarían la noche como casi todos los fines de semana.

Luego de una cena ligera consistente en ensalada César y fresas de postre, las chicas estaban en la habitación de Alice cuando de pronto sonó el celular de Bella.

-Hola? –Saludó.

-Hola amor –Contestó Edward –Feliz cumpleaños!

-Gracias… -Dijo Bella incómoda de hablar con Edward frente a Alice, ya que ésta se ponía celosa y acudía a Jasper para desquitarse.

-Qué vas hacer esta noche? Pensé que te podría invitar a cenar… -Dijo Edward seguro de que Bella no se le negaría esta vez. Por qué resultaba tan escurridiza su chica mientras las demás chicas del colegio prácticamente le lanzaban las bragas cuando él pasaba por los pasillos? Él era Edward Cullen, maldita sea, su novia no debería ser precisamente la chica que se le resistiera!

Pero parte de esa resistencia era el encanto de Bella sobre él…

-Esta noche? Oh no puedo… –Dijo Bella mordiéndose el labio –Lo siento, pero Alice y yo tenemos planes…

-Planes? Qué clase de planes? –Preguntó Edward celoso pensando en que a lo mejor las chicas saldrían por su cuenta.

-Oh tú sabes, cenaremos juntas, veremos alguna película… -Dijo Bella.

-Y me rechazas una invitación a cenar por ese panorama? Eso lo puedes hacer cualquier día! –Dijo Edward ofendido, subiendo un poco la voz.

-Edward por favor! Alice y yo ya hicimos nuestros planes, si tú querías salir conmigo para mi cumpleaños, deberías habérmelo dicho antes, no crees? –Dijo Bella sacando la voz, fastidiada con su novio autoimpuesto.

-Tienes razón en eso… lo siento amor… -Dijo Edward arrepentido de su exabrupto.

-Está bien… nos vemos mañana, te parece? –Dijo Bella inmediatamente suavizando el tono ahora que Edward se había dado por vencido.

-Claro que sí amor, podemos celebrar mañana –Dijo Edward sonando mucho más conciliador –Adiós, te quiero.

-Adiós Edward… yo también –Dijo Bella sin atreverse a decirle "te quiero" frente a Alice.

-Qué es lo que quería? –Preguntó Alice tratando de aparentar normalidad pero fracasando miserablemente.

-Salir conmigo esta noche… pero obviamente le dije que no… -Dijo Bella mirando a su amiga a los ojos.

-Si quieres salir con él no te detengas por mi culpa –Dijo Alice picada.

-Ali, no quiero salir con Edward! Quiero estar contigo! –Exclamó Bella frustrada. Ella quería a Edward como a un amigo, y odiaba hacerlo sufrir, pero desde que las cosas con Alice habían avanzado, ambas necesitaban una coartada para que su cercanía no pareciese sospechosa a los demás… Ya no había fin de semana que no pasaran juntas día y noche, compartiendo la cama, besos y caricias.

-Y yo contigo! Lo siento Bells… lo siento… -Dijo Alice tomándola de la mano.

Bella se lanzó a los brazos de Alice y la besó con abandono, tomando entre sus labios la pequeña boquita de Alice. Alice respondió inmediatamente, y pronto ambas estaban rodando en la cama, sacándose prendas de ropa y lanzándolas al aire hasta quedar solamente en braguitas.

Ambas se miraron entonces intensamente y sonrieron cómplices, y Alice se acercó a Bella y tomó uno de sus pechos desnudos en su boca, jugando con el pezón con su lengua. Mientras, el otro pecho era acariciado lentamente con sus dedos, haciendo que Bella arqueara la espalda de placer.

-Ali… aghhh! –Logró gemir Bella, tratando de mantener el volumen de su voz a un nivel bajo para no llamar la atención de la servidumbre.

-Esta es tu noche Bells… Hoy vamos a probar algo nuevo –Le dijo llena de malicia mientras chupaba y lamía alternativamente los pechos de su amiga.

-Nuevo? –Preguntó Bella excitándose aún más. A pesar de que llevaban meses besándose sin camiseta ni sostén, las caricias se habían mantenido siempre de la cintura hacia arriba. Algo nuevo incluiría empujar más allá los límites?

-Ajá –Dijo Alice tocando con la yema de los dedos el monte de venus de Bella, cubierto sólo con unas mínimas braguitas de encaje.

-Aaaah! –Gimió Bella. Una oleada de deseo sacudió su cuerpo y casi la hace tener un orgasmo en ese mismo momento.

-Te voy a tocar Bells… -Dijo Alice al oído de Bella –Te quiero probar… me dejarías lamerte toda tu conchita?

-Huuummm! Alice! –Dijo Bella totalmente incoherente, completamente entregada al deseo y más encendida al oírla hablar palabras sucias.

Alice la besó con fuerza en la boca, mordiendo su labio inferior y fue bajando, besando su cuello, su clavícula, los hombros, deteniéndose en los senos, bajando por su costado hasta llegar a su ombligo, dejando rastros de saliva y mordiscos.

Alice estaba tan encendida como Bella, pero esta noche era de su amiga… era la noche del cumpleaños de Bella.

Al llegar a las braguitas Alice simplemente besó el monte de venus de Bella por sobre la tela, y respiró el olor almizclado de su sexo. Bella tembló de placer, y Alice le abrió las piernas para poder ubicarse entre ellas, con sus piernas sobre sus hombros.

Alice pasó la nariz por toda la rajita de Bella y haciendo a un lado las bragas lamió uno de sus labios mayores. Bella estaba empapada, y levantó las caderas para facilitar las maniobras de Alice, que procedió a quitarle las bragas.

Para Alice era como tener un buffet frente a sus ojos… qué se comería primero? Optó por lo nuevo y exótico, y se metió nuevamente entre las piernas de Bella lamiendo y chupando, desde la rajita de Bella hasta sus blancos muslos, acostumbrándose al sabor y a los ritmos de su amiga, explorando su cuerpo por primera vez.

Pronto se encontró formando círculos con la lengua alrededor del clítoris de Bella, que movía su cabeza de un lado hacia el otro, con una mano aferrada con fuerza al cobertor de la cama y con la otra acariciaba la cabeza de Alice.

Estaba tan cerca… al borde, pero no lograba caer… y gemía y se movía en frustración.

Alice también estaba frustrada… qué es lo que no estaba haciendo bien? Claramente Bella lo estaba disfrutando… entonces? Era sólo cosa de paciencia? Era una lenta tortura para ambas… Y entonces se le ocurrió… usar sus dedos…

Con su pulgar siguió estimulando el clítoris de Bella mientras con su lengua comenzó a penetrarla, primero lentamente y luego más y más rápido…

-Ali! Así, sí, sisisisisisi! –Exclamó mientras su espalda se arqueaba, comenzaba a transpirar y su primer orgasmo azotaba su cuerpo.

Alice no se retiró inmediatamente… lamió lentamente un poco más, bebiendo los jugos de Bella y ayudándola a bajar desde las alturas del éxtasis.

-Ali… te amo –Dijo Bella rendida.

-Y yo a ti Bells… -Dijo Alice y se recostó acurrucada junto a Bella.

-Ali yo… quiero tratar… -Dijo Bella enrojeciendo.

-Tratar qué Bells? –Preguntó Alice besando su oreja.

-Lo que me hiciste… quiero reciprocar…

-No tienes que hacerlo Bells, esta es tu noche –Dijo Alice restregando sus muslos de sólo pensar en tener a Bella entre ellos.

-Pero quiero… -Dijo Bella con un hilo de voz

-Está bien Bells… soy tuya… -Dijo Alice recostándose de espaldas en la cama.

Bella comenzó a besar el pequeño cuerpo de Alice, tomando sus senos entre sus manos y rodando sus pezones entre sus dedos. Alice tomó una almohada y se la puso en la cara para ahogar sus gemidos de placer. Bella rara vez tomaba la iniciativa y esto encendía a Alice más que nada en el mundo… hasta ahora…

La mano derecha de Bella viajó hacia el sur y se metió en la braguita de Alice, que estaba empapada. Con sus dedos índice y medio recorrió su rajita lubricándola aún más, arrancando suspiros y jadeos de parte de Alice, que se retorcía de la pura anticipación.

Bella sacó los dedos de las bragas de Alice y ésta gimió de decepción, pero Bella le quitó la almohada y le mostró cómo se los echaba a la boca, saboreando sus jugos.

-Bells… -Gimió Alice más que encendida, pero Bella sonrió y la besó suavemente, sus besos mesclando el sabor del sexo de ambas. Los besos pasaron pronto de dulces a frenéticos, y Bella volvió a meter su mano entre el cuerpo de ambas, buscando el clítoris de Alice.

-Te gusta que te toque Ali? –Preguntó Bella sintiéndose poderosa.

-Me encanta… -Jadeó ésta.

Bella entonces bajó hasta quedar a la altura de los pequeños pies pedicurados de Alice y los besó reverentemente, acariciando sus piernas mientras las besaba, de una a la otra, alternando chupetones y mordiscos, lento a rápido, volviendo a Alice loca de excitación.

Finalmente llegó al ápex de sus piernas, donde hundió el rostro y lamió a lo largo de toda la rajita.

-Tu conchita es deliciosa Ali… -Dijo Bella usando sus dedos para recorrer desde su ano hasta su centro, una y otra vez, mientras Alice se retorcía cada vez más.

Bella comenzó a delinear el clítoris de Alice con su lengua, y con su dedo índice comenzó a rodear su ano, tratando de meter un dedo en su culito. Sólo quería estimularla un poco, meter la yema de su dedo índice, para estimular más a Alice que volvía a morder su almohada para ahogar los gritos de placer.

-Méteme los dedos Bells! –Dijo Alice desesperada, y Bella le metió lentamente un dedo en la vagina, sacándolo casi de inmediato –Más! –Demandó Alice.

Bella deslizó dos dedos a lo largo de la rajita de Alice recolectando sus jugos y metió dos dedos, despacio, sacándolos y volviéndolos a meter.

-Aaaaagh! –Gimió Alice –Así! –Y abrió sus piernas un poco más, completamente entregada.

-Así? –Preguntó Bella apurando el paso para entrar y salir del coñito de Alice más y más rápido.

-Sí, oh sí… -Dijo Alice desesperada por acabar.

Bella comenzó a chupar su clítoris delicadamente, llevando a Alice al límite y deteniéndose, haciendo que Alice se desesperara más y más.

Alice sentía que una simple ráfaga de viento la podía hacer acabar, pero Bella no se lo permitía. Bella quería ser la dueña de los orgasmos de su mejor amiga.

Por fin Bella curvó sus dedos en el interior de Alice tocando su punto G y lamió con más fuerza su clítoris, produciendo una descarga en el cuerpo de Alice que le dio un orgasmo larguísimo y sobrecogedor.

Se quedaron las dos jadeantes por un momento, recuperando el aliento y luego se abrazaron. Las dos tenían lágrimas en los ojos y se besaron profundamente mientras las lágrimas caían de sus ojos.

Esa noche durmieron abrazadas y desnudas por primera vez, y antes del amanecer volvieron a hacerse el amor.


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Reviews=love=actualización

lunes, 28 de mayo de 2012

El Crepúsculo de Emmett 7




Hola chicos y chicas! Aquí lo tienen, el esperado capítulo de "la cita". A ver qué opinan y me cuentan para que me den muchas ganas de escribir el próximo capítulo.

Sin más los dejo, abrazos de Emmett.

R.

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Capítulo 7

Porque será que te quedas adentro mujer

no te quedes que acá afuera es carnaval

carnaval toda la vida y una noche junto a vos

si no hay galope se nos para el corazón

carnaval toda la vida y una noche junto a vos

si no hay galope se nos para el corazón

Carnaval toda la vida / Los Fabulosos Cadillacs

Emmett POV

Mi cita con Bella era algo que había planeado toda la semana, y finalmente ya estaba todo decidido… incluso Alice me había dicho que las cosas resultarían bien, y eso me había dado cierta tranquilidad.


La verdad es que yo no sabía nada de citas humanas, y en mis 70 años como vampiro me había relacionado sólo con mujeres de mi raza en relaciones pasajeras de índole sexual… nada que ver con lo que pretendía en esta ocasión, que era conquistar y enamorar a mi pareja.


Ese día viernes a la hora de almuerzo Bella se sentó a mi lado, y mientras comía bocados intercalados de mi bandeja y la suya (ella ya sabía que yo no comía pero no preguntaba nada, sino que simplemente lo aceptaba), me preguntó


-Emm, dónde vamos a ir esta noche?


-Es una sorpresa, cuál sería la diversión en decírtelo con anterioridad? –Le dije divirtiéndome al dejarla picada.


-Pero… qué tengo que ponerme? Qué ropa tengo que usar? –Preguntó ansiosa.


-Yo te voy a ayudar a alistarte para esta noche! -Ofreció Alice –Yo sé dónde van y te dejaré perfecta!


-De verdad me ayudarías Alice? –Preguntó Bella esperanzada.


-Estás bromeando? –Preguntó Alice –Vivo para estas cosas! Estaré en tu casa a las 5.


-Vamos a necesitar 2 horas para arreglarme? -Preguntó Bella asombrada.


-Mmmmmh, tienes razón… a lo mejor debería irme contigo desde la escuela para estar seguras de que tendremos tiempo.


-Alice no creo que sea necesario… -Dijo Bella enrojeciendo por alguna razón.


-Claro que lo es, y no necesitas agradecérmelo! –Dijo Alice convencida de que estaba haciendo feliz a Bella.


-Ok… nos vamos juntas a casa… -Dijo Bella resignada.


…oOo…


Bella POV


Tener a Alice en mi casa fue una experiencia surrealista. Ese pequeño duendecillo vestido con ropa de diseñador entró revolucionándolo todo!


-Oh Bella, no tienes nada qué ponerte, realmente necesitas ir de compras conmigo! –Suspiró/exclamó frustrada al terminar de revolver mi closet Todo su contenido estaba sobre mi cama y ella en medio de mi ropa rebuscaba y bufaba.


-Lo… siento? –Pregunté, sintiéndome culpable por alguna razón por herir su sentido estético.


-No te preocupes, ya tengo en mente tu atuendo para esta noche –Dijo rescatando algunas prendas de la pila de ropa –Pero definitivamente te vamos a hacer un makeover mañana.


-Está bien –Dije comenzando a guardar mi ropa de vuelta al closet. Me sentía un poco ofendida de que ella, que claramente tenía más dinero que yo, se dedicara a criticar mi vestuario de manera tan despiadada, a pesar de que sabía que lo hacía sin mala intención.


-Bella, no pongas esa cara, te vas a ver preciosa esta noche, y eso es lo que importa, verdad? –Me preguntó cambiando de tema… tal vez percibió que me estaba haciendo sentir incómoda.


-Sí, claro… me vas a decir dónde me va a llevar Emm esta noche? –Pregunté nerviosa.


-Oh no! Le prometí que no lo haría! –Dijo seriamente –Pero te puedo asegurar que te vas a divertir.


-Ok, entonces… qué hacemos ahora? –Pregunté entregada a lo que viniera.


-Ahora te vamos a exfoliar, hidratar y preparar para mi hermanito –Dijo entusiasmándose de nuevo.


-Me exfolié ayer… -Respondí.


-Oh pero no el rostro verdad? Apuesto que lo hiciste con uno de esos exfoliantes de ducha para piernas y brazos…


-S…sí –Admití. Cómo demonios lo sabía? –Pero no tengo exfoliante de rostro, lo siento.


-Oh está bien, lo podemos preparar con cosas de tu cocina –Dijo tomándome de la mano y bajando la escalera –Tienes miel? Y avena? –Preguntó. Yo le entregué lo que me pidió silenciosamente mientras ella preparaba una mescla viscosa y me dijo –Amárrate el pelo –Y una vez que lo hice me comenzó a aplicar la mescla con una cuchara en todo el rostro y cuello, salvo los ojos y boca, y luego me comenzó a hacer pequeños masajes circulares en todo la cara. Yo cerré los ojos y me dejé hacer. Raspaba como si me estuviera pasando arena por el rostro, pero no dolía realmente. Seguro que con sus ungüentos Alice me removía al menos un par de capas de epidermis.


-Ya estás lista? –Pregunté cuando dejó de masajearme.


-Sip! –Ahora dejamos actuar por 10 a 15 minutos y después te vas a duchar –Me dijo muy satisfecha consigo misma.


-Ok, puedo sentarme a ver tele? –Pregunté parándome frente al televisor.


-Claro! Qué quieres ver? –Preguntó.


-Bob Esponja –Respondí. Me encantaba ver caricaturas… Bob Esponja me relajaba.


-Oh… -Dijo Alice decepcionada –Mientras tú ves eso yo voy a ordenar tu closet –Me dijo y desapareció en el segundo piso.


Yo vi un par de episodios de mis caricaturas y luego subí a ducharme. La mescla de avena y miel se me estaba derritiendo en el rostro y me sentía como una leprosa, a la que se le caían pedazos de piel.


Una vez duchada pude ver que Alice había dejado mi ropa sobre la tapa del WC.


Era mi único par de jeans ajustados, una camiseta vintage de Renee a la que Alice le había cosido los costados haciéndola más pegada a mis curvas y una chaqueta de cuero que también había pertenecido a Renee y que me la traje a Forks porque en el clima cálido que mi madre prefería nunca tenía oportunidad de usarla.


Con todo, no era un atuendo tan terrible… Al menos era lo suficientemente informal como para decirme que lo que fuera que hiciéramos esa noche, no requeriría atuendos elegantes o a Emmett usando una corbata. Sonreí al imaginarlo…


Luego, una vez vestida (menos la chaqueta) salí del baño y entré a mi habitación para encontrarla impecablemente ordenada. Alice me miró y me hizo girar y sonrió feliz.


-Mi hermano se va a morir cuando te vea! –Me dijo sacando algo de su bolso –Toma, usa esta crema, es ultra-hidratante y la necesitas después de una exfoliación. Tu piel luce fabulosa! Y hasta hueles bien…


-O…kay… -Dije sentándome en mi cama y poniéndome la crema en el rostro y cuello. Entonces Alice sacó de su bolso un set de maquillaje digno de una profesional y comenzó a trabajar en mi rostro.


…oOo…


Una hora después Alice daba los últimos toques a mi cabello, que caía en gráciles ondas hasta la mitad de mi espalda.


Al mirarme al espejo de cuerpo completo debí admitir que en realidad Alice sabía lo que hacía.


…oOo…


A las 7 en punto tocaron la puerta de mi casa. Yo me levanté a abrir pero Alice nos ganó la mano a Charlie y a mí.


-Hola hermanito! –Saludó a Emmett, que se veía tan guapo como siempre en jeans y una camiseta negra de manga larga. Él traía en sus manos un ramo de margaritas.


-Hola Emm –Dije acercándome a la puerta. Emmett me besó la mejilla y me entregó las flores.


-Las rosas son demasiado comunes para ti… espero que éstas te gusten –Me dijo mirándose los zapatos –Las escogí yo mismo.


-Aaaw! Emmett! Son perfectas! –Dije y lo habría besado si no hubiera estado en la habitación Charlie, mirándonos atentamente.


-Y Bells, no me presentas? –Preguntó mi padre.


-Sí, claro… Emmett Cullen, éste es mi padre Charlie Swan –Dije nerviosísima.


-Encantado señor Swan –Dijo Emm mientras estrechaba la mano de papá.


-Mmmmmh –Gruñó mi padre –A dónde pretendes llevar a mi hija? –Preguntó.


-Oh Charlie! No arruines la sorpresa! –Dijo Alice que se llevó de maravillas con mi padre desde el primer momento.


-Está bien… Bella, te quiero aquí a las 10 pm! –Exclamó papá.


-Pero eso son sólo 3 horas! Dame hasta la medianoche! –Rogué.


-Hasta las 11 pm y ni un minuto más –Dijo Charlie –Está bien?


-Sí papá –Dije derrotada y un poco avergonzada.


-Sí señor Swan –Dijo Emmett –Bells, si tenemos toque de queda deberíamos partir ya! –Exclamó.


-Ok, y Alice? –Pregunté.


-No se preocupen, Jazz viene en camino a recogerme –Dijo sentándose junto a Charlie a ver tele –Diviértanse!


-Gracias por todo Alice, nos vemos mañana! –Exclamé y salimos de casa.


…oOo…


Emmett POV


Una vez pasada la "revisión parental" pude concentrarme en Bella y lo hermosa que lucía. Su piel más radiante, su cabello más luminoso, su rostro lucía un sencillo maquillaje que destacaba sus hermosos ojos… Era simplemente perfecta.


La ayudé a subir al Jeep y rápidamente subí a mi lado de la cabina. Hice partir el Jeep y sin decir palabra lo estacioné a tres casas de distancia.


-Qué hacemos aquí? –Preguntó Bella divertida mirando la casa de sus vecinos.


-Necesito saludarte como corresponde –Dije acercándome a ella y besándola profundamente. Sus manos se aferraron a mi cabello y su lengua salió al encuentro de la mía. Recorrí sus labios hambriento, y ella gimió bajito, necesitando aire. Me retiré lentamente, besando su rostro, sus ojos y la punta de su nariz –Hola novia… -Susurré.


-Hola novio… -Susurró ella.


-Te ves preciosa –Le dije.


-Gracias a Alice –Confesó ella sonrojándose.


-Eres preciosa –Dije y encendí el motor del auto.


-A dónde vamos? –Preguntó.


-A Port Ángeles –Respondí.


-Y qué hay en Port Ángeles? –Insistió.


-Ya verás… -Le dije. Afortunadamente, tal como había predicho Alice, el clima había mejorado, y ya no llovía ni era una noche particularmente fría. Todo iba de acuerdo a lo planeado.


El viaje a Port Ángeles lo hice en tiempo record con ella aterrada todo el tiempo de que estábamos conduciendo muy por encima del límite de velocidad.


-Tranquila, yo manejo muy bien, nunca he tenido ni una multa, recuerdas? Además con el toque de queda que nos impuso tu papá necesitamos acortar el tiempo de viaje… -Razoné.


-Prefiero llegar más tarde y de una sola pieza –Argumentó ella.


-Confía en mí Bells –Le dije –Yo nunca te pondría en peligro! Me crees? –Pregunté.


-Te creo… -Dijo ella.


-Ya estamos por llegar –Dije al ver las luces a lo lejos.


-Me vas a decir de una vez adónde vamos? –Preguntó ella.


-Falta poco, no me hagas decirte! –Le dije haciendo un puchero.


-Mmmmmh, está bien… -Dijo ella y me besó en la mejilla.


-Cierra los ojos! –Le dije antes de que las luces se hicieran visibles para ella. Ella obedeció sin decir palabra, y al llegar a nuestro destino estacioné el Jeep y la besé nuevamente, esta vez dulcemente, como si la estuviera despertando.


-Mmmmmmm… ya llegamos? –Preguntó aún con los ojos cerrados.


-Sí… pero estoy tentado a quedarnos aquí… tal vez movernos al asiento trasero… -Dije sin pensar mientras besaba su cuello.


-Emmett! –Me dijo empujándome y abriendo los ojos.


-Ok, ok, lo siento. Vamos, ya estamos en nuestro destino –Dije y bajé y le abrí la puerta para que pudiera descender del vehículo.


-Oh Emm! Un carnaval! Oh! Es perfecto! –Exclamó saltando y aplaudiendo como una niña. Alice tenía razón, Bella no es la clase de chicas que disfruta de ir a un restaurant caro en una primera cita.


-Sabía que te gustaría! –Le dije tomándola de la mano -Vamos, que quiero ganar para ti un oso de peluche gigante y quiero verte comer comida chatarra hasta vomitar!


-Sí! –Exclamó -Y quiero que la gitana me lea la suerte y quiero subirme a la rueda de la fortuna y a la montaña rusa y quiero algodón de azúcar y hotdogs! –Dijo cada vez más entusiasmada.


-Lo que quieras, Bells, es tu noche –Dije tomándola de la cintura. Pagué la entrada y compré un montón de tickets para todos los juegos –Qué quieres hacer primero? –Pregunté.


-Quiero palomitas de maíz! Y quiero que ganes un peluche para mí… podrás? –Preguntó como dudando de mis capacidades.


-Há! –Dije desafiante. Cualquiera de estos juegos de "habilidad" eran pan comido para nosotros los vampiros –Elige un juego –Dije mientras le compraba palomitas de maíz.


-Ese! -Dijo Bella apuntando un juego de puntería en el que debía disparar a un montón de patos.


-Hecho! –Dije y pagué con tickets para jugar. El encargado me dio una escopeta de agua y con ella me dediqué a "matar" patos sin soltar la cintura de mi Bella. Quería presumir un poco…


En una sola jugada maté a todos los patos, ganando un enorme oso de peluche.


-Elige Bells, oso polar u oso grizzli? –Le pregunté.


-El que tu prefieras –Dijo ella irradiando felicidad.


-A mí me gusta el oso grizzli –Dije pensando en el que me gustaba más para comer.


-Entonces ese es el que quiero –Dijo Bella estirando sus brazos para recibir el oso –Gracias Emm, me encanta.


-Lo que sea por ti Bells, ahora qué quieres hacer?


-La rueda de la fortuna! –Dijo corriendo hacia la fila de personas que esperaban para subir. La seguí y tomé su mano, y ella me miró emocionada abrazando su oso. No pude contenerme y la besé ahí mismo, entre la muchedumbre, hasta que fue nuestro turno de subir a la rueda.


Después de eso Bella quiso subirse al carrusel, comer hotdogs y algodón de azúcar (yo no comí y ella no preguntó), subirse a la montaña rusa y probar distintos juegos de puntería. Yo no quise llamar demasiado la atención ganando todos los juegos pero para cuando estuvimos listos para irnos teníamos al oso grizzli, un elefante pequeño, dos peces dorados (vivos) y un gran cerdo de peluche.


Como ya no podía seguir cargando todas esas cosas y al mismo tiempo abrazar y besar a mi Bella, las fuimos a dejar al auto.


-Quieres regresar? –Pregunté.


-No, ya he tenido suficiente carnaval por hoy… vamos a algún lugar donde podamos conversar… -Me dijo abrazándome.


-Conozco el lugar perfecto –Le dije y la ayudé a subir al Jeep –Cómo se van a llamar los peces? –Le pregunté.


-Mmmmmh… -Pensó por un momento –Bonnie y Clide! –Me dijo.


-Y cómo sabes que son macho y hembra? –Pregunté manejando a toda velocidad mientras ella miraba las bolsas con sus peces.


-Lo son, Emm, no me discutas esas cosas, simplemente lo sé. Mañana cuando salga con Alice les voy a comprar una pecera y una planta y alimento…


-Los vas a tener en tu cuarto? –Pregunté.


-Claro, donde más? –Dijo ella.


-Suertudos Bonnie y Clide, pueden dormir contigo todas las noches –Refunfuñé.


-Y en mi cama voy a dormir con mi osito Emmy –Dijo mirando hacia atrás al enorme oso de peluche.


-Esa cosa te va a quitar todo el espacio, no vas a caber en tu cama –Le dije riendo.


-Vamos a caber si nos acurrucamos bien –Insistió. Toda esta conversación de ella en la cama con cualquier cosa, incluido el jodido oso me estaba excitando enormemente, así es que traté de concentrarme en otras cosas. Prendí la radio y dejé que Bella eligiera la estación.


Ella comenzó a cantar bajito, al ritmo de la música y yo la miré de reojo el resto del camino. Era hermosa, estaba feliz y era sólo mía.


Pronto llegamos a nuestro destino, un mirador ubicado entre Port Ángeles y Forks, que estaba ubicado sobre unos roqueríos y daba hacia el mar y nos permitía una hermosa vista de la luna.


Prendí la calefacción y me giré hacia ella.


-Bien Bells, de qué quieres conversar? –Pregunté.


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REVIEWS=LOVE=ACTUALIZACIÓN

domingo, 27 de mayo de 2012

Sweet Moon 2






Hola chicuelos! Gracias a su buena respuesta en el capítulo anterior aquí me tienen posteando el segundo capítulo, en el que la relación de las chicas evoluciona. Les recuerdo que este es mi primer slash, así es que cualquier crítica constructiva será agradecida con abrazos de Emmett.

Besos.

R.

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Capítulo 2


Leave me out with the waste

This is not what I'd do

It's the wrong kind of place

To be cheating on you

It's the wrong time

but she's pulling me through

It's a small crime

And I've got no excuse

9 crimes / Damien Rice

Alice soñaba con volver a besar a Bella. En su mente no lo clasificaba como bueno o malo, era simplemente lo que deseaba... Aunque no estaba dispuesta a perder a su mejor amiga por un deseo tonto y egoísta. Ella haría lo que fuera necesario para mantener su amistad como hasta ahora y hacer feliz a Bella.

Pero si podía lograr besarla nuevamente, tanto mejor.

Bella en cambio, no sabía cómo enfrentar a Edward, y odiaba que él esperara algo de ella que ella no estaba segura de poder entregar. A sus 14 años Bella era considerablemente inocente comparada con chicas de su clase que habían llegado "hasta el final" y ya no eran vírgenes, y esa inocencia, esa ignorancia la hacía sentirse en desventaja.

Ella sabía que Edward era un caballero, pero el chico era popular y experimentado y algo esperaría de su novia, verdad?

Bella consideró toda la noche la propuesta de Edward, y finalmente decidió aceptar. Ella quería ser normal y encajar en el grupo, y qué cosa más normal que ligar con el chico más popular de la escuela? Alice entendería… aunque se habían confesado no sentir nada besando a los chicos eso no quería decir que hubieran llegado a un acuerdo ni nada parecido.

Una vez tomada la decisión casi al amanecer, pudo dormir.

...oOo…

Edward la esperaba a la entrada de la escuela apoyado en su nuevo Volvo plateado, regalo de sus padres al cumplir los 16 años. Al verlo Bella casi se desmaya, no supo dónde esconderse y se bajó de la patrulla de su padre casi sin despedirse.

Escondió la cabeza en los libros que cargaba fingiendo leer, y Edward sonrió al ver tan evidente táctica evasiva y fue hacia ella antes de que Bella tropezara y cayera frente a toda la escuela.

-Hola Bella –Dijo tomándola de la cintura una vez que se aseguró que el comisario se había retirado.

-Ho… hola Edward –Tartamudeó ella enrojeciendo al verse sorprendida.

-Cómo fue tu fin de semana? –Preguntó atento pero sin soltarla, asegurándose de que todos en la escuela supieran que Bella Swan era su chica.

-Bien, gracias… y el tuyo? –Preguntó ella mirándolo a través de sus largas pestañas en un gesto que encantó a Edward aún más.

-Bien, bien… -Dijo distraído por el dulce aroma que despedía la chica -Has pensado en lo que conversamos el otro día? –Preguntó ansioso.

-Oh… yo… bueno… sí –Respondió ella enrojeciendo aún más.

-Sí qué? Has pensado en ser mi novia o quieres ser mi novia? –Susurró él al oído de Bella haciéndola estremecer.

-Sí, quiero ser tu novia –Dijo ella mirando el suelo, sintiendo cómo traicionaba sus propios sentimientos y por alguna razón también a Alice.

-Bella! –Exclamó él entusiasmado y feliz. Conocía a la chica desde que eran niños, y siempre le había gustado, y ahora finalmente sería suya. La acercó más a sí y la besó levemente en los labios.

Bella se vio sorprendida y no supo más que responder. No es que besar a Edward fuera desagradable, simplemente era… extraño no sentir nada por él.

En ese momento el chofer de la familia de Alice se detuvo frente a la escuela y lo primero que vio Alice fue a su mejor amiga en los brazos de Edward siendo besada dulcemente. Viéndolos desde afuera hacían la pareja perfecta.

Un par de lágrimas cayeron por sus mejillas, pero las limpió rápidamente con la manga de su sweater y bajó del auto dando un portazo y pasó junto a la pareja sin detenerse a saludar a su amiga. Se sentía traicionada y despechada, una mala combinación para alguien tan impulsivo como Alice, que sin pensarlo dos veces, al cruzarse en el pasillo con Jasper Whitlock, un chico mayor al que apenas conocía, lo acorraló contra los lockers y lo besó apasionadamente.

-A… Alice verdad? –Preguntó él cuando los labios de la chica se movieron desde su boca hacia su cuello.

-Ajá –Murmuró ella contra su piel. El muchacho era guapo, rubio y alto, y para besarlo se había tenido que poner de puntillas y colgarse de su cuello, pero nada importaba, ella quería… no, necesitaba desquitarse.

-Qué haces? –Preguntó él ahogando un gemido. Alice estaba lamiendo su cuello y su capacidad de reacción estaba prácticamente anulada.

-Te beso, tontín –Respondió Alice, manipuladora –Tú y yo seremos novios.

-Apenas te conozco –Respondió él sintiendo su pantalón cada vez más estrecho.

-No importa, para eso es el noviazgo, para conocerse –Dijo Alice volviendo a besar sus labios. Habían reunido a una pequeña multitud en el pasillo incluyendo a Bella y a Edward que caminaban de la mano cuando se encontraron con semejante espectáculo.

-Alice! –Exclamó Bella shockeada al ver a su amiga comportarse de esa forma, y soltando la mano de Edward fue a tomar la de Alice, separándola de Jasper.

-Hey! –Reclamó Alice.

-Vamos –Dijo Bella arrasándola al baño –Y agradece que fui yo quién te vio y no un profesor, o estarías castigada por el resto del año!

-Quién te crees que eres Bella? –Repuso Alice indignada –Te acabo de ver besándote con Edward en el estacionamiento, así es que no me vengas con tus dobles estándares.

-Y es por eso que atacaste a Jasper? Apenas si lo conoces! –Dijo Bella entrando al baño. El timbre sonó y todas las chicas que estaban en el baño lo abandonaron menos Bella y Alice.

-Él no pareció molestarse con mi "ataque" –Dijo Alice –Y qué hay de ti? –Dijo acercándose a Bella para apuntarla con el dedo –Me dijiste que no serías novia de Edward y lo primero que veo al llegar a la escuela es a ti y a él juntos besándose en mitad del estacionamiento!

-Lo siento… sólo quiero… -Dijo Bella con la voz quebrada –sólo quiero ser normal…

-Bella! No eres normal, eres mejor que normal, eres extraordinaria! –Dijo Alice abrazándola.

Bella la abrazó de vuelta y sin saber quién lo inició, sus rostros se encontraron y se besaron suavemente al principio, pero con hambre y necesidad después. Las mariposas en el estómago regresaron para ambas, y se dieron cuenta de que no importaba el chico que besaran, nunca sería tan bueno como besar a su mejor amiga.

Se separaron jadeantes y sonrojadas, Alice con una sonrisa de satisfacción en el rostro y Bella con el rostro expresando miedo e inseguridad.

-Oh Ali! –Dijo Bella tocándose los labios hinchados por los besos de su amiga –Qué vamos a hacer?

-Tranquila, Bells –Dijo Alice tomándola de la mano –Sigue un tiempo con Edward para no levantar sospechas y yo haré lo mismo con Jasper… todo va a salir bien, no te preocupes, yo me encargo de todo…

…oOo…

El siguiente fin de semana fue el cumpleaños de Félix. Tradicionalmente cuando las chicas iban a una fiesta se quedaban en casa de Alice ya que su chofer las iba a buscar al lugar y la hora que quisieran y se evitaban la vergüenza de llegar en una patrulla de policía.

Cuando las chicas llegaron en el Mercedes blanco del padre de Alice inmediatamente llamaron la atención de todo el mundo, y se encontraron inmediatamente con sus "parejas". Los pobres chicos estaban en su séptimo cielo al tener a Bella y Alice como sus novias, y las esperaban ansiosos en la entrada.

Ambas se vieron en la obligación de besarlos la una frente a la otra, lo que les generó celos a ambas, pero era algo que ya habían acordado hacer para mantener las apariencias, por lo que fueron besos leves y apresurados.

Una vez dentro de la casa de Félix, Edward y Jasper les ofrecieron algo de beber, y ellas aceptaron, más que nada para sacárselos de encima.

-Vamos a bailar! –Exclamó Alice tomando a Bella de la mano.

-Ali, tú sabes que yo no bailo –Dijo Bella lamentando su eterna torpeza.

-Conmigo si bailas, yo te voy a enseñar –Dijo Alice arrastrándola a la pista de baile y comenzando a moverse al ritmo de la música, tomando las caderas de Bella y comenzando a balancearse suavemente.

Bella al principio con vergüenza y luego con más confianza, y mirando a Alice a los ojos en todo momento, comenzó a liberarse de sus complejos y a imitar los sensuales movimientos de su amiga, acariciando sus caderas y cintura mutuamente hasta que se formó un círculo alrededor de ellas y Edward y Jasper las miraban embobados, convencidos de que el show era para ellos.

Para las chicas el bailar juntas, el poder tocarse sensualmente en público, y el desafiar de alguna forma a los demás y sus prejuicios fue una enorme carga de adrenalina, y el deseo se reflejaba claramente en los ojos de ambas.

De pronto, Edward, cansado de ser un mero espectador de la sensualidad del baile de su chica se acercó a Bella por detrás y apoyó su mano en la cintura de la chica para acercarla a él, pero Alice fue más rápida y tomando la mano de Bella exclamó

-Tenemos que ir al baño! –Y dejando a Edward con la palabra en la boca desaparecieron.

-Ali! –Exclamó Bella antes de que Alice la empujara dentro del baño de visitas que afortunadamente se encontraba desocupado y cerrara la puerta con pestillo –Qué…? –Alcanzó a decir antes de que su amiga se lanzara con fuerza hacia ella, empujándola contra la pared y chocando sus labios contra los de ella.

La lengua de Alice pidió permiso para entrar y la boca de Bella se abrió concediéndolo sin ni pensarlo, con un gemido de rendición, absorbiendo el delicioso aroma de Alice, con todos sus sentidos puestos en ese beso.

-Bella me enciendes tanto! –Dijo Alice mientras besaba el cuello de su amiga. Las manos de Bella por su propio acorde exploraron la espalda de Alice por debajo de su blusa, disfrutando de la suavidad y delicadeza de su piel impoluta.

-Oh Ali! –Exclamó Bella mientras Alice delineaba su clavícula con la lengua –Nos van a descubrir…

-No, las chicas siempre van al baño juntas –Respondió Alice regresando a tomar entre los suyos los labios de Bella, quién se rindió a los besos y continuó con sus caricias hasta que alguien tocó la puerta.

-Está todo bien? –Preguntó la voz de Jasper.

-Sí, todo bien –Dijo Alice normalizando su voz. Bella enrojeció hasta lo imposible y Alice le guiñó un ojo dándole un último beso.

Luego las chicas procuraron arreglar su ropa y su cabello y se miraron al espejo. Ambas lucían agitadas y sus labios rojos e hinchados por los besos, pero por lo demás no se notaba nada distinto en ellas.

Salieron del baño y se dirigieron a Edward y Jasper que las esperaban con refrescos.

-Estás bien? –Preguntó Edward a Bella al oído.

-Sí… bien… -Dijo Bella bebiendo rápidamente su Coca-Cola.

-Quieres bailar? –Preguntó Edward esperanzado. La sola aparente indiferencia de Bella era un aliciente para tratar de conquistarla.

-No sé bailar muy bien… -Dijo Bella mirándolo a los ojos como pidiéndole disculpas.

-Te acabo de ver bailar con Alice y lo hiciste perfectamente… -Dijo él un poco herido.

-Con Alice es distinto… ella sabe guiarme… -Dijo ella sinceramente.

-Entonces déjame guiarte yo a ti –Dijo Edward arrastrándola a la pista de baile. La tomó de las caderas y comenzó a moverse al ritmo de la música lentamente para que Bella lo siguiera. Él era un excelente bailarín y no le fue difícil a Bella seguirlo al compás de la música, mientras Alice reía con Jasper, que estaba deslumbrado por esta chica que le había caído prácticamente del cielo.

Cuando fue hora de retirarse, el Mercedes blanco las esperaba en la puerta de la casa de Félix, y las chicas se despidieron de sus novios y su anfitrión y se subieron al enorme auto.

Al llegar a casa subieron lentamente los escalones hacia el dormitorio de Alice. Bella entró al baño primero y se lavó bien los dientes y la cara e hizo pis, y salió dejando el baño desocupado para Alice. Mientras Alice estaba en el baño se cambió rápidamente a su pijama, consistente en un short y una camiseta ajustada y se metió a la cama y apagó la luz y pretendió estar dormida.

Al salir Alice del baño comprendió lo que trataba de hacer Bella para evitarla y con una sonrisa se desvistió en la oscuridad, quedando sólo con unas braguitas de algodón, y entonces se metió a la cama.

Bella, que sólo fingía dormir casi sufre un ataque cuando se dio cuenta de que Alice estaba casi desnuda junto a ella, pero trató de mantener su fachada aunque su cuerpo estaba reaccionando ante la táctica de su amiga de formas insospechadas.

-Buenas noches Bells –Dijo Alice.

-Bue… nas noches Ali –Dijo Bella con voz de sueño.

Alice se acurrucó contra Bella y le dijo al oído

-No sabes lo que me produjeron tus besos en el baño de Félix… qué será lo que nos pasa que siempre terminamos en el baño? –Dijo y sonrió.

-Ali… -Dijo Bella y abrió los ojos para encontrarse con el cuerpo semidesnudo de su amiga a pocos centímetros de sí.

-Bésame Bells… -Pidió Alice.

-Ali –Gimió Bella y sin poder contenerse acercó su boca a la de Alice, aspirando su aroma a vainilla y menta y la besó mordisqueando su labio inferior como castigo.

Alice acercó su cuerpo al de Bella y Bella no pudo evitar jadear al sentir los pechos de Alice contra los suyos separados sólo por una delgada capa de algodón. Con sus manos recorrió el costado del cuerpo de Alice mientras Alice enredaba sus manos en el cabello de Bella como para evitar que ésta se escapara, lo que no podía estar más lejos de la realidad.

Alice besó a Bella metiendo las manos por debajo de su camiseta hasta que logró que Bella la descartara lanzándola al otro extremo de la habitación. Cuando estuvieron piel con piel ambas comenzaron a moverse buscando el roce. Todo se volvió manos y besos húmedos, gemidos y suspiros.

Ambas se quedaron dormidas al amanecer, una en los brazos de la otra y no se separaron hasta horas después, que se despertaron con los golpes en la puerta del ama de llaves que las llamaba a almorzar.

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La relación evoluciona! Recuerden,

Reviews=love=actualización

Sweet Moon 1





Hola chicos! Aquí tienen el primer capítulo de mi primer intento de slash.

Como siempre, nada me pertenece, todo es de la fantástica S.M., excepto la historia. Esta es sólo mía.

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Capítulo 1


I kissed a girl and I liked it,

the taste of her cherry chapstick.

I kissed a girl just to try it,

I hope my boyfriend don't mind it.

It felt so wrong,

it felt so right.

Don't mean I'm in love tonight.

I kissed a girl and I liked it.

(I liked it)


2005

Bella Swan entró al salón de clases sintiéndose completamente sola y perdida. Era la tercera escuela a la que asistía en sus cortos 9 años y odiaba esa sensación de ser la chica nueva… Su papá, un policía recién promovido a comisario, había prometido que ésta vez sería la última, pero que necesitaban un nuevo comienzo luego de la larga enfermedad y muerte de la madre de Bella. Renee había muerto de cáncer hacía sólo 2 meses.

Bella la extrañaba tanto que dolía. Cada día. Extrañaba sus manos suaves y su olor a verbena y limón. Extrañaba sus conversaciones con ella y extrañaba que su madre le peinara su largo cabello castaño rojizo. "Tú eres como una sílfide cariño, una niña salvaje y mística… con tu piel y ese cabello pareces una creatura del bosque", le decía, "Yo en cambio soy una sirena, yo voy y vengo con las mareas", y Bella, una chica tan tímida que dolía, se sentía especial en un mundo inventado sólo para ellas dos.

Pero el cáncer linfático se la había llevado demasiado pronto de sus vidas y ahora Bella estaba sola con su padre, Charlie, un buen hombre, pero abrumado por la pena de perder la luminosa presencia de su esposa en su vida y la responsabilidad de criar por sí solo a una preadolescente.

Charlie no era especialmente dado a las labores domésticas y se conformaba con pizza y cerveza la mayor parte del tiempo, por lo que Bella había tenido que madurar rápidamente y hacerse cargo de la casa si quería comer algo más nutritivo que pizza fría y refrescos.

Pero volvamos al salón de clases, al que Bella entró mortificada; no sólo era ya la mitad del semestre sino que las clases ya habían comenzado hacía 45 minutos, obligándola a interrumpir al profesor. Golpeó tímidamente la puerta del salón y un hombre alto y de aspecto huraño la atendió. Bella simplemente le pasó la nota del director y el profesor la obligó a presentarse frente a toda la clase, tarea que logró enrojeciendo y tartamudeando. Todos se rieron de ella, y Bella huyó a sentarse lo más rápidamente posible al fondo de la clase, tropezando en el camino, generando más risas y cotilleos de parte de sus compañeros.

…oOo…

En otra parte de la ciudad, Alice Brandon estornudaba fastidiada. Odiaba estar enferma y odiaba faltar a clases. Ella era un ser social por naturaleza y necesitaba de contacto humano permanente. Sus padres como siempre, se encontraban de viaje, y ella estaba siendo cuidada por la servidumbre de la gran mansión que era su hogar.

A Alice no le faltaba nunca nada, pero su casa era un lugar muy solitario, por lo que en el colegio podía ser ella misma y su personalidad brillaba atrayendo a grandes y chicos.

Pero a pesar de tenerlo todo, aún se sentía vacía, y a sus 9 años era incapaz de poner nombre a esa horrible sensación de soledad que sentía a pesar de estar permanentemente rodeada de gente.

…oOo…

Tres días después las cosas no habían mejorado para Bella… su extrema timidez y su torpeza la aislaban del mundo, y aún no se atrevía a hablarle a ninguno de sus compañeros, quienes usaban cualquier excusa disponible para burlarse de su desmaña o de sus sonrojos.

Esa mañana se esmeró en abrigarse bien… Seattle era un lugar muy frío y Bella siempre tenía las manos heladas. Su papá decía que era falta de circulación, pero Bella sabía que eran los nervios de enfrentarse a otro día de escuela por sí sola.

En su casa, Alice había convencido a su ama de llaves de que se encontraba lo suficientemente bien como para ir al colegio. Aún tenía romadizo y un poco de tos, pero lo supo ocultar muy bien hasta que le dieron permiso para volver a retomar su rutina.

No aguantaba un minuto más sin comunicarse con otro ser humano de su edad.

Al llegar a la escuela, Bella, en la patrulla de su padre (para su mortificación) y Alice con el chofer del suyo, no se vieron ni se cruzaron. El destino aún no tenía previsto reunirlas.

Fue sólo 3 horas después, en clase de gimnasia donde Bella se sentó en la banca calladamente rogando por no ser elegida por ningún equipo, que Alice notó a la chica nueva. Era bonita y se veía asustada, y el espíritu socializador de Alice dio un salto de alegría y fingiendo un ataque de tos fue a sentarse a su lado.

-Hola –Dijo Alice –Soy Alice Brandon.

-Hola –Dijo Bella quedamente –Bella Swan.

-Llegaste esta semana? No te había visto antes… -Preguntó Alice.

-Sí, hace tres días, desde Montana –Dijo Bella atreviéndose a sonreírle a la primera chica que se atrevía a hablarle en esa escuela.

-Oh eso es fantástico! –Dijo Alice entusiasmada –Presiento que seremos las mejores amigas! –Dijo muy convencida apretándole la mano a Bella. Alice creía ciegamente en el destino y esta chica era exactamente como se había imaginado a su mejor amiga cuando la encontrara un día. Alice presintió que los polos opuestos que eran ambas conjugarían una amistad duradera.

A Bella le importaron bien poco los presentimientos de esta extraña chica, pero sí la parte en la que decía que al fin tendría una amiga, alguien con quien hablar.

Conversaron toda la clase de gimnasia de mil cosas distintas, y después de gimnasia, cuando tocaba la hora de almuerzo, Alice inmediatamente arrastró a Bella a la mesa de los "populares", donde procedió a presentarle a todos.

-Jessica, Mike, Lauren, Tyler, Erik, Ben, Ángela, Félix, Edward, esta es Bella Swan y es mi mejor amiga –Anunció.

Todos inmediatamente la saludaron como si no se hubieran pasado los días anteriores burlándose de Bella, y ese cinismo hizo que Bella se aferrara aún más a Alice y su sencilla honestidad.


2010

-Bella por favoooor –Dijo Alice batiendo sus pestañas y haciendo pequeños pucheros.


-No Aly, no voy a ir –Respondió Bella mirándose los zapatos para no ver a la cara a su amiga, ya que sabía que una vez que la viera no habría vuelta, haría lo que fuera que Alice le pidiera.

-Bella si tú no vas yo tampoco! –Amenazó.

-Tú no dejarías plantado a Tyler –Dijo Bella –Tienes demasiadas ganas de ir al baile.

-Si mi mejor amiga no va al baile yo tampoco! Es nuestro primer baile Bella! –Exclamó Alice.

-No voy –Dijo Bella cruzándose de brazos –Tú sabes que yo no sé bailar y además… -Dijo enrojeciendo violentamente.

-Además… -Dijo Alice esperando que su amiga le contara cual era el problema.

-Yo… tengo miedo de que Edward intente besarme.

-Bueno, pero si te besa tú lo besas de vuelta y listo! –Dijo Alice.

-Aly tu sabes que nunca he besado a nadie… qué sucede si lo hago mal? Edward le contaría a todos y todos se reirían de mí… -Dijo Bella con lágrimas en los ojos, temblando en pensar en aquellos tiempos en que no tenía la presencia luminosa de Alice en su vida.

-No es nada difícil… simplemente te debes dejar llevar –Dijo Alice, que ya había recibido algunos besos de Tyler y Félix en juegos como la botella… juegos a los que nunca se arriesgaba a jugar Bella.

-No… no puedo… no voy! –Dijo Bella.

-Bella! Y qué tal si… si… si yo te enseño a besar? Irías entonces? –Preguntó Alice entusiasmada.

-Tú no puedes ser mi primer beso! Esa es una experiencia que recuerdas para siempre! –Dijo Bella poco convencida.

-No sería así, tonta, tómalo como un ensayo general, con una chica no cuenta… -Dijo Alice cada vez más convencida.

-Ensayo general? Y tu… harías eso por mí? –Preguntó Bella insegura sentándose en la cama de Alice.

-Todo por ti Bella! Mira, ahora te voy a besar, y tú tienes que seguir mis movimientos. Ok? –Dijo Alice sentándose junto a Bella en su cama.

-O…ok… -Respondió Bella, nerviosa y ansiosa a la vez. Alice tomó su rostro con sus pequeñas manitas y acercó su rostro lentamente al de Bella, quién de pronto dejó de respirar.

-Respira, Bella –Susurró Alice antes de que sus labios tocaran los de Bella. Bella aspiró el dulce aliento de su amiga y Alice la besó, tomando suavemente el labio inferior de Bella entre los suyos –Te gusta así? -Preguntó Alice sin alejarse.

-Muuuuhuuum –Dijo Bella con los ojos fuertemente cerrados. Su corazón palpitaba a mil por hora y sentía mariposas en el estómago y la garganta. Era como si todo su cuerpo estuviera despertando con ese simple beso.

Alice entonces pasó su lengua por el labio superior de Bella y ésta gimió y respondió abriendo su boca e imitando los movimientos de Alice. La atmósfera estaba cargada de electricidad y el beso pareció extenderse hasta que Bella se fue recostando en la cama y Alice se ubicó sobre Bella.

-Besas increíble Bells… -Jadeó Alice mirándola a los ojos.

-Tú eres increíble –Dijo Bella quitando del rostro de su amiga mechones de cabello que caían sobre sus ojos.

Ambas se miraron un largo rato sin decir palabra y Alice se acercó a darle el último beso antes de erguirse.

Luego Alice tomó a Bella de la mano y la levantó de la cama y la abrazó.

-Ahora tenemos que preocuparnos de tu vestido! –Dijo y todo pareció disolverse en la nada, ambas actuando como si nada hubiera ocurrido.

…oOo…

Esa noche ambas se acostaron juntas en la amplia cama de Alice, silenciosas, sin tocarse, y dándose la espalda. Era común que ambas amigas se quedaran a dormir una en la casa de la otra, pero generalmente lo hacían conversando hasta el amanecer, sobre sus sueños y anhelos, de los últimos chismes o de cualquier otra cosa entre medio.

Pero esa noche fue distinto, porque ni Alice ni Bella podían olvidar los besos que habían compartido.

Para Alice besarse con Tyler y Félix había sido un ejercicio mecánico y sin emoción, pero en cambio con su amiga… había sido tierno y trascendental, había sido dulce y sexi, quería repetir la experiencia… y Bella, a su lado, sentía lo mismo.

Pero Bella sabía que una experiencia así no se podría repetir jamás. Besar a chicas estaba muy mal, estaba segura de eso…

…oOo…

-Gracias por una noche inolvidable –Dijo Edward Cullen al dejarla en la puerta de su casa. Edward iba dos cursos más arriba y a sus 16 años era un chico experimentado y popular… y la había elegido a ella, a Bella para la fiesta de Regreso a Casa, la primera fiesta del año escolar.

-Por nada… yo también lo pasé muy bien -Dijo Bella. Realmente Edward se había comportado como un caballero y había subido muchísimo su ego al ver la envidia en los ojos de chicas insoportables como Jessica o Lauren, que aunque mayores y más desarrolladas no lograban la atención de Edward.

-Bella yo… te puedo dar un beso de buenas noches? –Preguntó Edward regalándole una sonrisa de película y acercando lentamente su rostro al de Bella.

El corazón de Bella comenzó a latir más aceleradamente… este era el momento! El primer beso, porque el ensayo general (con el que soñaba a diario) no contaba. Bella se limitó a asentir mirándolo fijamente a los ojos, y esperó por lo que seguramente sería el mejor momento de su vida.

Edward inclinó su cabeza de manera experta y tomó el mentón de Bella con sus dedos, angulando el rostro de ambos en la posición perfecta, y entonces la besó.

Y nada pasó.

Bella no sintió ni la lujuria ni el amor que sintió con los besos de Alice… ni siquiera a nivel meramente físico se sentía correcto, ya que el rostro de Edward era demasiado anguloso, sus labios y lengua muy insistentes y su olor masculino… no, no era lo que ella había soñado.

Pero para no quedar mal Bella siguió el beso y lo besó de vuelta, hasta que Edward decidió que el beso había durado lo suficiente.

-Wow…! Bella… quisieras… quieres ser mi novia? –Preguntó él, como alucinando con el beso recibido.

-Yo… hummm… puedes darme unos días para pensarlo? –Preguntó ella, más confundida que nunca. En su mente, ser novia de Edward Cullen le abriría todas las puertas, ya no volvería a sufrir ataques por su terrible timidez y se convertiría en la princesa de la preparatoria… pero simplemente no sentía nada por Edward más que un lazo de amistad.

-Supongo –Dijo él desilusionado –Pero no me hagas esperar demasiado.

Se despidieron y Bella corrió a su dormitorio donde se tiró a la cama y rompió a llorar.

…oOo…

Alice por su lado Evitaba los avances de Tyler a dos manos, ya que éste insistía en besarla y sus manos se movían por todo su cuerpo.

"Los hombres son unos brutos" –Pensó y volvió a empujar a Tyler.

-Alice vamos nena… -Le dijo Tyler mientras besaba su cuello.

-Buenas noches Tyler –Dijo Alice bajándose del auto y dejándolo con las ganas.

-Te vas a arrepentir… perra! –Gritó Tyler frustrado y aceleró hasta perderse. Alice simplemente pensó en cómo extrañaba a su mejor amiga en ese momento y en lo insípidas que le habían resultado las caricias de Tyler.

Con las manos temblorosas abrió la puerta de su casa y corrió a su habitación y sacando su celular llamó a Bella, a quién le había regalado un teléfono para su cumpleaños, para estar siempre conectadas.

-Ho… hola? –Respondió Bella entre sollozos.

-Bells? Qué te pasa? –Preguntó Alice alarmada –Qué te hizo Edward?

-Nada… no es nada… es sólo que… Oh Alice me besó y no sentí nada! –Confesó Bella y sollozó un poco más.

-Voy para allá –Dijo Alice.

-No! No puedes... cómo te vendrías a mi casa? –Preguntó Bella.

-Puedo sacar el auto de papá… tú sabes que sé manejar –Dijo Alice sin dudar un segundo.

-No Aly, se daría cuenta la servidumbre y te castigarían tus papás cuando regresen de Paris… no vengas… sólo quédate un rato al teléfono, si?

-Claro Bells, pero me tienes que decir qué te pasó… -Dijo Alice enormemente preocupada.

-Es que… es que… siento que… -Dijo Bella tratando de darse ánimos para decir la verdad a su única amiga –Siento que el beso que me diste fue especial…

-Yo siento lo mismo –Susurró Alice.

-Pero cuando me besó Edward no sentí nada de nada… Hay algo malo conmigo? –Preguntó Bella.

-A mí me pasó lo mismo con Tyler, Bells. Nunca antes me había dado cuenta, pero besar a chicos no es ni la mitad de bueno que besarte a ti…

-Oh Aly! Qué vamos a hacer? -Preguntó Bella.

-Vamos a dejar que las cosas pasen Bells… tal vez es que estos chicos no significan nada para nosotras y por eso no sentimos nada al besarlos… -Dijo Alice.

-Edward me pidió que fuera su novia… -Susurró Bella. Alice sintió una fuerte punzada de celos, pero no dijo nada –Aly? Estás ahí? –Preguntó Bella al cabo de unos segundos.

-Qué le respondiste? –Preguntó Alice cerrando los ojos para no dejar caer las lágrimas que amenazaban por caer.

-Que lo pensaría… pero creo que no voy a aceptar… tienes razón, no es el indicado –Respondió Bella, y el corazón de Alice volvió a latir. Bella bostezó.

-Tienes sueño Bells, duerme.

-Buenas noches Aly –Dijo Bella cerrando los ojos.

-Buenas noches Bells –Dijo Alice con una sonrisa.


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Reviews=el próximo capítulo!

El Crepúsculo de Emmett 6




Hola chicos! Aquí me tienen otra vez… este capítulo lo tenía un poco secuestrado por que no recibí muchas reviews el capítulo anterior, entonces no me daban muchas ganas de escribir… en fin, ustedes saben que si quieren que actualice rápido, sólo tienen que dejarme su comentario, bueno o malo será muy apreciado.

Cariños a todos!

R.

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Capítulo 6


I would like to tell you, where I'm going to.

I've seen it before, I've seen it before.

I would like to tell you, this is not about you.

I've seen it before, I've seen it before.

I keep thinking of you, you're on my mind

Thinking of you /Pete Yorn

Bella POV

Saqué el asado del horno al tiempo que sacaba la olla con las patatas del fuego. La cena estaba lista. Charlie acababa de llegar a casa y se encontraba en el living viendo "ESPN".


-Está lista la comida! –Lo llamé.


-Ok, voy a lavarme las manos –Dijo y se dirigió al lavaplatos.


Ambos nos sentamos en silencio mientras yo nos servía a ambos y de pronto, como para romper el silencio, Charlie me preguntó


-Y qué tal el colegio? Todo bien? –Me miró profundamente a los ojos.


-Todo bien, gracias –Dije pensando en que tenía que decirle mis noticias acerca de Emmett pronto antes de que algún chismoso se las dijera. Levanté la mirada y le pregunté –Conoces a los Cullen?


-Sí, son los hijos adoptivos del doctor Cullen y su esposa, buenos chicos, no causan problemas –Dijo Charlie echándose otro trozo de carne a la boca –Por qué preguntas?


-Eeeeh… bueno… los conocí… y… Emmett me invitó a salir a una cita el viernes –Dije rápidamente sonrojándome.


-Emmett? No es ese el grandote? –Me preguntó levantando la voz –Él es demasiado mayor para ti Isabella! –Exclamó horrorizado, como si le hubiera dicho que saldría con un pandillero recién salido de prisión.


-No lo es! Es sólo un año mayor que yo, además tú mismo dijiste que los Cullen eran buenos chicos… voy a salir con Emmett el viernes y voy a ir de compras con Alice el sábado, te guste o no!


-No me gusta nada todo esto Isabella! Llevas sólo dos días de secundaria en Forks y ya estás saliendo con muchachos desconocidos… -Dijo frunciendo el ceño y dejando su plato de lado.


-No es un desconocido, tú lo conoces… Y qué pretendes? Que me quede encerrada en la casa todo el día mientras tú trabajas? Que no tenga vida social? No papá, ya casi tengo 18 años, tengo derecho a salir con un chico si eso es lo que quiero! No es como si me fuera a casar! –Exclamé furiosa y me levanté de la mesa para correr a mi habitación.


Me tiré sobre la cama, abracé mi almohada y me puse a llorar de pura cólera.


Afuera el clima rugía inclemente, la lluvia y el viento parecían compartir mi dolor y frustración… por qué mi padre tenía que oponerse por principio a mi relación con Emm?


No lo podía entender, y entre sollozos de frustración y de rabia me quedé dormida.


…oOo…


Emmett POV


Una vez que Bella se puso de pié para irse a su casa de inmediato la comencé a extrañar… el impulso de mi lazo con ella era cada vez más fuerte, y aunque ella estaba deslumbrada conmigo y eso ya era algo, yo sabía que sus sentimientos por mí no eran tan fuertes como los míos por ella, y eso me daba miedo.


Qué tal si Bella conocía a un humano que le gustara más?


O si yo cometía una tontería y la ofendía y no me quería volver a ver?


Qué tal si no era lo suficientemente cuidadoso con ella y le hacía daño?


Mierda! Me estaba volviendo loco y ella, ajena a mi agonía, caminaba de mi mano hacia su camioneta, estacionada en la entrada de nuestra casa.


-La pasé muy bien Emm, gracias, y dale las gracias a Alice por invitarme… -Me dijo dulcemente.


-De nada… y en tu nombre –Le dije triste.


-Qué te pasa Emm? –Preguntó ella, preocupada.


-Es que no quiero que te vayas –Respondí, sincero.


-No puedo quedarme más tiempo, tengo que preparar la cena a Charlie –Me dijo nerviosa.


-Lo sé, está bien –Dije tratando de sonreír –Supongo que todo lo bueno se tiene que acabar…


-Mañana nos veremos, nada se está acabando, sólo el día de hoy –Dijo ella tomando mi rostro entre sus manos. El calor que desprendía era increíble y me reconfortó enormemente.


-Te puedo besar? –Pregunté. Ella sonrió.


-Es la primera vez que preguntas… pero sí, si puedes –Dijo cerrando los ojos. Yo me acerqué dolorosamente despacio, saboreando el momento, su corazón acelerándose, el perfume de su aliento, el calor de sus labios hasta que mi boca rozó la suya.


El beso fue lánguido y sensual, puse mi alma en cada movimiento de mis labios e invadí su boca con mi lengua, explorando juguetonamente, hasta que ella gimió bajito, involuntariamente, causándome un revuelo hormonal que me hizo besarla con más urgencia, con más deseo y pasión.


Cuando nos separamos ambos estábamos jadeantes y ella lucía confundida y acalorada… no debería dejarla conducir en ese estado.


-Quieres… un vaso de agua? –Pregunté.


-Agua? –Preguntó ella.


-Parece que te vas a desmayar –Le dije fanfarrón.


-Ya te gustaría! Besas bien, pero no tan bien –Dijo bromeando y trató de darme la espalda pero tropezó con sus propios pies. Yo no pude reprimir una carcajada y la atrapé antes de que se cayera al suelo. Ella simplemente gruñó, mortificada.


-Segura de que puedes manejar? –Pregunté nuevamente serio


-Segura Emm, estoy bien. Nos vemos mañana –Dijo y me besó en el cuello, que es lo más alto que alcanzaba sin mi ayuda.


-Nos vemos mañana, novia! –Le dije. Ella sonrió y dijo


-Voy a soñar contigo novio.


Una vez que Bella hubo partido me sentí vacío y triste, y decidí subir a mi cuarto para jugar "Plantas versus Zombis" en mi IPad. Eso siempre me subía el ánimo.


Llevaba apenas unos 10 minutos de juego y estaba en un nivel particularmente difícil, cuando Alice irrumpió en mi habitación.


-Deja de portarte como un vampiro Emo, Emmett, tenemos mucho que planear! –Me dijo.


-Planear? Bella ya es mi novia, la amo y voy a hacer que me ame… qué es lo que hay que planear? –Pregunté sin levantar la vista de la pantalla.


-Tú estás subestimando a Bella… crees que no se ha dado cuenta de que hay algo diferente con nosotros? –Preguntó con las manos en la cintura, mirándome impaciente.


-Mmmmmh… -Dije poniendo el juego en PAUSA y pensando en voz alta–Ya notó lo de la baja temperatura corporal y estoy seguro de que ya se fijó lo de los ojos dorados que todos compartimos a pesar de no estar relacionados… cuando tome más confianza me va a querer tocar más y se va a dar cuenta de que mi cuerpo es duro como piedra –Me fui alarmando –Alice, cómo va a reaccionar? –Pregunté aterrado de perderla.


-Aún no lo sé Emmett, pero sí los veo juntos a largo plazo, así es que asumo que lo va a superar… ahora el asunto es… quieres convertirla? Porque si no lo haces los Volturis se van a enterar de una u otra forma y ahí sí que tendremos problemas –Dijo sentándose con las piernas cruzadas sobre mi cama.


-Por supuesto que quiero convertirla! Y cuanto antes mejor! Pero ella tiene que desearlo, no la puedo simplemente matar y esperar que ella me perdone, verdad? –Pregunté pensando en mi propia transformación... aunque me encantaba ser vampiro, después de tanto tiempo en soledad a veces pensaba que me gustaría haber muerto cuando era mi turno… bueno, eso hasta que conocí a Bella.


-Por supuesto que no, Emm, no seas bruto, pero creo que tenemos que hablar con la familia sobre cómo se lo vas a decir. Ella es tu alma gemela y no le puedes mentir en algo tan importante.


-Sin Edward y Rosalie? Vamos a tomar una decisión sin el niño maravilla? –Pregunté asombrado.


-Necesitamos hacerlo Emm, estás yendo demasiado rápido con ella, la conociste ayer y ya la hiciste tu novia… al paso que vas para este fin de semana ya la vas a tener en la cama! –Exclamó exasperada.


-De verdad? Es esa una predicción? –Pregunté excitado. Bella en mi cama… Mmmmh… Afortunadamente estaba sentado y así pude disimular mi erección.


-No Tontín, no de verdad, Bella no es así, ella es inocente! Tienes que tener mucho cuidado con ella, ir más despacio, o le vas a hacer daño –Me dijo condescendiente –Además Edward en este tema no nos sirve para nada, no puede leer la mente de Bella.


-No quiero hacerle daño… pero la necesito tanto… sobre todo porque sé que ella es mi pareja, mi alma gemela –Dije mirando a Alice a los ojos. Ella me desordenó el cabello y me dijo


-Mientras la cuides y no la presiones todo va a estar bien… Ah! Y aliméntate todos los días! –Exclamó.


-Sí hermanita, gracias… -Le dije. Era bueno tener a una aliada en casa.


…oOo…


Bella POV


"Emmett me esperaba sentado en un tronco en el bosque.


Llovía, pero el agua parecía no tocarlo.


Su piel parecía estar iluminada brillando desde adentro y me llamaba sin palabras.


Sus ojos dorados me miraron acercarme y se volvieron más y más oscuros hasta volverse negros.


Al llegar a él tomé su mano, fría como siempre.


Él me abrazó y su cuerpo era duro como una roca.


"Qué eres Emm?" –Quise preguntarle. Las palabras no salieron de mis labios pero él las entendió.


Se llevó mi mano a la boca y besando el punto del pulso de mi muñeca, me dijo "te amo", y entonces me mordió…"


Desperté ahogando un grito, cubierta en sudor. Eran las 6 de la mañana y ya no podría volver a quedarme dormida. Qué demonios significaba esa pesadilla?


Me levanté e hice la cama y bajé a tomar desayuno. Charlie estaba en la ducha por lo que le preparé huevos con jamón y jugo de naranja recién exprimido. Estaba arrepentida de nuestra discusión el día anterior y esperaba que él entendiera que a mi edad ya tenía derecho a tener un novio.


Cuando bajó y me vio en la cocina se sorprendió y me preguntó


-Qué haces despierta a esta hora Bells?


-Tuve una pesadilla… -Confesé –Y no quiero seguir peleada contigo…


-Lo siento Bella, yo tampoco quiero discutir, pero tienes que entender que yo quiero lo mejor para ti… Y me cuesta asimilar que ya eres casi una adulta. Por supuesto que tienes derecho a salir en citas, aunque no me guste, sólo… preséntamelo antes para darle el visto bueno… -Me dijo con un gesto hosco.


-De verdad papá? –Dije emocionada –Oh estoy tan feliz de que entendieras! Gracias, gracias, gracias! –Dije abrazándolo fuertemente.


Después de esa rara muestra de efusividad nos concentramos en desayunar y Charlie se fue a trabajar. Yo me metí a la ducha y me concentré en depilarme y exfoliarme para estar lo mejor posible para mi Emm.


…oOo…


Emmett POV


Cuando Bella llegó a la escuela yo llevaba 20 minutos esperándola y me estaba poniendo nervioso… cuándo me transformé en este tipo que necesita tanto de su novia que si fuera humano le costaría respirar?


Me estaba transformando en un ser patético.


Al verla llegar mi rostro se iluminó y me acerqué de inmediato a su camioneta, estacionada sólo a 3 puestos de mi Jeep.


-Hola novia! –Dije para recordarle lo que somos y que no se arrepintiera.


-Hola novio! –Dijo ella lanzándose a mis brazos. Sus piernas rodearon mi cintura y nuestros labios se encontraron, besándose intensamente y dando un buen espectáculo a los chicos que iban pasando por el estacionamiento.


-Te extrañé pequeña! –Le dije entre besos.


-Y yo a ti grandulón! –Respondió Bella besándome las mejillas, los párpados, la punta de la nariz y el mentón.


-Vamos adentro, no quiero que te resfríes –Dije yo en vista de que llovía a cántaros, y por muy romántico que fuera besarse bajo la lluvia, no podía arriesgar la salud de mi Bella, por lo que la puse en el suelo y la tomé de la mano y entramos al edificio rápidamente


Los siguientes días pasaron casi sin darnos cuenta en una rutina de reunirnos por la mañana en el estacionamiento, encontrarnos entre las clases y almorzar juntos. Ella notó que ninguno de nosotros comía, pero no dijo nada… me preguntaba qué estaría pensando mi Bella de mí? Qué explicación estaría dándose para todas las cosas raras que estaba presenciando?


Y de pronto ya era viernes. El día de nuestra cita.


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Próximo capítulo es la cita… de ustedes depende la fecha de publicación!

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El Crepúsculo de Emmett 5




Hola chicos! Nuevo cap, Bella POV. Lo sé, lo sé, prefieren escuchar a Emmett, pero en este caso era realmente necesario que Bella nos contara su opinión de los acontecimientos.

Alguien me corrigió por ahí que la ciudad de Bella es Phoenix, no Phenix, y tiene toda la razón, fue mi error de deletreo, no que estuviera inventando una ciudad nueva. Sorry por eso!

Un abrazote a todos.

R.

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Capítulo 5


Y cae la noche junto con este sol

y surgen palabras surge algo de amor

y cae la noche junto con este sol

y surgen palabras surge algo de amor.

Con este Sol / Nicole

Bella POV

Una vez que Emmett me dejó de besar y logré volver a ordenar mis pensamientos, pude fijarme bien en la casa de los Cullen… O más bien la palabra mansión aplicaría mejor a lo que estaba viendo? Era una enorme casona blanca de líneas contemporáneas y grandes ventanales que rodeaban todo el frente de la casa que parecía tener al menos tres niveles.


-Entramos? –Preguntó Emmett tomando mi mano.


-S…sí, claro –Dije enormemente nerviosa. Sabía que los Cullen tenían dinero, eso era evidente en su forma de vestir, pero no imaginé cuan ricos eran.


-No estés nerviosa –Me dijo Emmett levantando los hombros –Es sólo una casa –Y entonces una extraña sensación de calma me invadió y lo miré maravillada. Tenía razón, era sólo una casa!


-Vamos? –Dijo Jasper cargando a Alice en su espalda. Ella rió y me guiñó un ojo. Yo me relajé un poco más y los seguí, aferrada a la mano de Emmett.


Entramos al recibidor y pude comprobar que toda la decoración a la vista estaba hecha en blanco o de colores muy pálidos, y los espacios eran abiertos creando habitaciones amplias y luminosas.


Nos dirigimos al living y ahí estaba una mujer joven y muy hermosa, leyendo lo que parecía ser una revista de decoración. Ella tenía el cabello de color caramelo y los ojos dorados, tal como sus hijos adoptivos… mmmh extraño…


-Hola mamá! –Gritó Emmett.


-Emmett cariño! Cuál es la necesidad de gritar? –Dijo levantando la vista de su revista. Y me vio, de la mano con su hijo –Hola querida… cuál es tu nombre?


-Bella –Dije adelantándome a estrechar su mano –Bella Swan. Mucho gusto…


-Oh el gusto es mío! Eres la hija del Jefe Swan? –Me preguntó.


-Si señora… -Respondí incómoda de llamarla "señora" siendo tan joven.


-Bella, no me llames señora, llámame Esme, como todos los demás.


-Muchas gracias… Esme.


-Y qué planean hacer esta tarde? –Preguntó Esme a los cuatro en general.


-Podemos ver una película –Dijo Alice.


-O ir al cuarto de juegos –Dijo Jasper.


-O hacer un recorrido por la casa y decidir luego –Dijo Esme.


-O podrían dejarme a solas con mi novia –Dijo Emmett.


-Emmett! –Lo regañé y golpeé levemente su brazo. Vaya, sus músculos eran realmente sólidos, como roca! –Cállate! –Le dije muerta de vergüenza… acaso había dicho que yo era su novia?


-Lo siento, era una broma –Dijo con voz de no sentirlo para nada –Podemos hacer lo que tú quieras, tú eres la invitada –Oh… entonces yo no era su novia? Me sentí un poco mal…


-Emmett no seas bruto! –Le dijo Jasper, tal vez leyendo en mi cara mi incomodidad.


-Qué dije? –Preguntó él.


-Nada Emm… no es nada –Dije –Podemos conocer la casa?


-Seguro? Qué quieres ver primero? –Dijo mirándome expectante.


-Tú eres el guía –Le dije tratando de difuminar la tensión.


-Bueno, partamos por el subterráneo, donde está el garaje y el cuarto de juegos –Me dijo tirando levemente de mi mano para que lo siguiera. Los demás nos dejaron ir a solas, tal vez intimidados por el comentario de Emmett acerca de querer estar sólo conmigo.


El cuarto de juegos era un espacio abierto del porte de la mitad de la casa, la que sostenía con columnas de concreto. Tenía desde consolas de videojuegos de los ochentas como Mrs. Pac-Man hasta juegos de última generación.


Tenía además una pequeña sala de cine con 10 butacas enormes y acolchadas y la pantalla de plasma más grande que he visto en mi vida. Así sí que valía la pena ver películas! Además tenían una selección de películas en Blue Ray más grande que la de Blockbuster…


Luego fuimos a conocer el garaje, un enorme lugar con espacio para unos 8 autos y todas las herramientas de un taller mecánico, incluido un foso. Miré a Emmett asombrada y pregunté


-Jasper?


-Nop –Dijo sonriente –Rosalie, ella es la mecánico de la familia.


-Y esos autos –Pregunté apuntando a un deportivo rojo y a un elegantísimo auto negro.


-Edward y Rosalie. El volvo lo ocupan para todos los días pero estos son sus bebés –Me dijo.


-Vaya, nunca lo hubiera imaginado –Le dije –Rosalie no se ve como el tipo de chica que se ensucia las manos.


-Es que no la conoces, Rose es… especial en sus gustos… por algo le gusta Edward –Me dijo sonriendo ante su propia broma. No pude evitar reír… Emmett resultaba demasiado dulce, y la dicotomía entre su fuerza física y el enorme corazón que me estaba mostrando que poseía hacía que me gustara aún más.


Subimos entonces al primer piso, donde me mostró la sala de música gobernada por un enorme piano negro, la gran biblioteca, y me fue explicando algunos detalles de la decoración. De pronto algo llamó mi atención.


-Y esa cruz? –Pregunté apuntando a una enorme cruz de madera de aspecto antiguo que colgaba de una de las paredes del living.


-Oh, esa pertenecía al padre de Carlisle, era un ministro… -Respondió Emm mientras me arrastraba escaleras arriba.


-Ah, no sabía que ustedes fueran religiosos –Comenté, yo ciertamente no lo era.


-Oh, no lo somos! –Respondió desenfadado –Excepto por Carlisle y Edward, el resto no tenemos mucho uso para la religión –Dijo encogiéndose de hombros. No pude evitar sentir que había algo más oculto tras ese comentario –O lo siento! Lo eres tú? –Preguntó preocupado.


-Nop –Respondí sonriendo –Mamá y yo probamos distintas religiones, desde el cristianismo al budismo, pasando por el kabala y la cientología… al final no me quedé con nada… aunque supongo que creo que existe un dios o un ser superior no estoy muy segura de que se preocupe de nuestros pecados.


-Ajá –Respondió pensativo –Espero que si existe no sea muy duro al juzgar nuestros pecados… me gustaría irme al cielo –Dijo con su sonrisa de niño-bueno.


-Seguro que si –Respondí acariciando su rostro. Nada de lo que hubiera podido hacer Emmett podía ser tan grave verdad? El chico tenía sólo 18 años.


-Gracias Bells –Me dijo tomándome de la cintura y besando mi mejilla.


-Gracias por qué? –Pregunté subiendo mis brazos a su cuello. O por dios! me besaría otra vez y yo me desmayaría!


-Por confiar en mí –Me dijo y bajó lentamente sus labios a los míos y me besó levemente. Mis labios se abrieron para él y su lengua entró en mi boca, encontrándose con la mía. Pude sentir su sabor y no pude controlarme, me aferré a Emmett como si mi vida dependiera de ello y profundicé el beso. Pronto pasó de ser un beso suave a uno lleno de necesidad. Emm me apoyó contra la pared con su cuerpo y sentí que mi corazón escaparía de mi pecho. Estaba sintiendo lujuria por primera vez y me sentí bien… poderosa de hacer que mi chico reaccionara así para mí, yo, que apenas ese día había recibido mi primer beso.


De pronto apareció Alice en el pasillo y nos dijo


-Consigan un cuarto! –Y con eso interrumpió nuestra sesión de besuqueo.


-Tienes toda la razón –Le dijo Emmett y tomándome de la mano me arrastró a una puerta al final del pasillo –Ta-daaaaa!


-Tu habitación? –Pregunté nerviosa.


-Sip –Respondió dejándome entrar primero. Era un enorme cuarto decorado en tonos de verde y una de las paredes era un gran ventanal que daba directo al bosque. Una cama King estaba ubicada en el centro de la habitación con dos macizos veladores a cada lado.


Había un escritorio de madera de cerezo en una esquina y una pared completa de música y libros, todo con un look ecléctico y un poco desordenado.


Apoyado en la otra esquina había un enorme sofá.


Emmett me miró luciendo nervioso ante mi reacción y yo me giré sonriendo.


-Me encanta –Le dije.


-Gracias… la verdad es que no paso demasiado tiempo aquí… prefiero el cuarto de juegos… -Respondió.


-Oh, claro… -Dije estúpidamente sin más que decir –Ahí lo tienes todo…


-Pero aquí te tengo a ti –Me dijo con voz baja y sensual.


-Emm… -Dije con un murmullo… sin poder resistirme a su belleza irreal, a su olor, a su enorme presencia…


-Bella, yo sé que es demasiado pronto y que estamos avanzando demasiado rápido, pero quiero que sepas que me gustas mucho… sólo tú, y más de lo que me había gustado nadie antes –Dijo tomando mis manos entre las suyas.


-Tú también me gustas Emm… nadie antes me había gustado –Dije sonrojándome.


-Entonces tú nunca has tenido un novio? –Preguntó. Yo me limité a negar con la cabeza, avergonzada –Quisieras ser mi novia? –Susurró en mi oído. Su aliento helado me hizo estremecer y algo líquido y ardiente se asentó en mi estómago, queriendo más.


-Casi no te conozco –Le dije la misma excusa que había usado antes. No me imaginaba dando la noticia a Charlie de que tenía novio apenas llegando al pueblo… qué pensaría de mí?


-Por eso no te pido que te cases conmigo de inmediato…-Sonrió -El noviazgo es para conocernos… porque no quiero que salgamos con otras personas… dime que sí –Dijo y me besó suavemente en el cuello, descendiendo hacia mi clavícula.


-Mmmmh… yo… no lo sé… -No podía pensar claramente.


-Yo creo que sí sabes –Me dijo depositando besos en mi cuello y barbilla hasta llegar a la comisura de mi boca –Dime que sí –me tentó, yo deseaba besarlo como no deseaba nada más en el mundo…


-Emm! No juegues conmigo! –Le pedí.


-Entonces dime que eres mi novia… o que no quieres que te bese… puedo parar cuando quieras… -Siguió hablando entre besos.


-No pares… sí… -Murmuré.


-Sí qué? –Preguntó.


-Sí, quiero ser tu novia… Pero no me rompas el corazón –Le pedí asustada por todas las emociones nuevas que estaba despertando en mí.


-Nunca! –Exclamó feliz y tomando mi rostro me besó con entusiasmo, una y otra vez hasta que me comencé a quedar sin aire.


-No… puedo… respirar! –Exclamé pero sin soltarlo. No quería que sus brazos me dejaran nunca más.


-Oh! Lo siento! –Exclamó y me tomó en sus brazos para depositarnos en el sillón conmigo en su regazo.


-Emm… no sé cómo se lo voy a decir a Charlie… -Le dije complicada con el tema.


-Seguro que entiende Bells, nosotros los Cullen tenemos buena reputación en el pueblo, y nunca me han arrestado! –Dijo orgulloso.


-Hummm –Resoplé. Eso no solucionaba mi problema, pero ciertamente ayudaba el hecho de que nunca lo hubieran arrestado.


-Permisoooo! –Golpeó la puerta Alice y entró antes de que la dejáramos entrar.


-Adelante –Le dijo Emmett sarcástico –Qué quieres enana?


-Estás acaparando a Bella y no es justo! Yo la invité! –Dijo haciendo un puchero.


-Es MI novia y la acaparo todo lo que quiero! –Dijo Em abrazándome fuerte.


-Es MI amiga y es mi turno de estar con ella! –Rebatió Alice acercándose y tomando mi mano.


-No podemos hacer algo todos juntos? –Pregunté pensando en que si comenzaban a tironear me partirían en dos.


-Qué quieres hacer? –Preguntó Emm de inmediato.


-Qué tal una película? –Dije pensando en que cualquier película se vería increíble en la sala de cine de los Cullen.


-Perfecto! –Dijo Emm. Alice profundizó su puchero pero no dijo nada.


-Recuerda que te acompañaré a ir de compras –Le recordé.


-Oh es verdad! –Dijo y aplaudió dando saltitos. No estaba muy segura de qué tanto me gustaba la hiperactividad de Alice pero parecía ser una buena chica y decidí darle una oportunidad. Además era la hermana de mi novio…


Bajamos a la planta baja y nos acercamos a las repisas que sostenían las películas, y comenzamos a mirar…


-Cuál es tu película favorita? –Le pregunté a Emmett.


-"The Hulk", versión Edward Norton –Respondió enseguida e hizo el gesto del gigante verde impulsando sus hombros hacia adelante, y pude sentir cómo las costuras de su camiseta se tensaban.


-Emmett Cullen! –Gritó Alice –No vas a destrozar otra camiseta de marca jugando a The Hulk!


-Ok, ok –Dijo y se enderezó –Cual es la tuya, Bells?


-Mmmmh a mí me gustan las películas románticas, basadas en los clásicos. Mi favorita es "Orgullo y Prejuicio" de Keira Knightley… aunque me gustan las de horror también.


-Horror como Chucky? –Preguntó Emm moviendo las cejas sugestivamente.


-No, de zombis y esas cosas –Dije riendo –Y a ti Alice qué películas te gustan?


-A mí me gusta "El diablo viste a la moda" –dijo Alice.


-Y a Jasper? Vendrá a ver películas con nosotros? –Pregunté.


-A mí me gustan los western, las viejas de Clint Eastwood –Respondió la voz de Jasper mientras bajaba la escalera –Pero veré lo que ustedes elijan, me da lo mismo.


-Qué tal una de vampiros? –Dijo Emm blandiendo una película.


-Cuál tienes? –Pregunté.


-Del "Crepúsculo al Amanecer" de Robert Rodriguez –Dijo carcajeándose como si fuera una broma privada. Alice y Jasper simplemente rodaron los ojos y se sentaron en las butacas del lado izquierdo.


-Sí! –Dije –Me gustó esa película y la vi sólo una vez hace años… si los demás están de acuerdo…


-Lo que sea –Respondió Alice.


Me senté en mi enorme butaca del lado derecho y Emmett puso la película en el lector Blue Ray y se sentó junto a mí. Me besó y la película comenzó.


Horas después me estaba dirigiendo a casa en mi camioneta y comencé a pensar en el día perfecto que había tenido.


Y en las cosas inexplicables que había presenciado…


Y en qué le diría a Charlie acerca de mi nuevo estado civil.


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