Hola a todas! A que no se esperaban una actualización tan pronto, pero
bueno, yo no secuestro los capítulos, si los termino, se los entrego.
Peeeero no sé si alcanzaré a publicar esta semana otra vez, ya que
siempre ando haciendo malabarismos para que me alcance el tiempo para hacer
todo lo que debo hacer.
Muchas descubrieron de inmediato la identidad de Lis, y me
sorprendieron mucho con sus habilidades deductivas. Felicitaciones!
Que disfruten y como siempre, no olviden dejarme su opinión.
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Capítulo 7
Te regalo mi orden mi
desorden,
Te regalo mi norte y mi horizonte,
Mi filosofía, mis historias, mi memoria, eh, eh.
Te regalo mi amor que se acumula,
Te regalo mis manos y locuras,
Te daré todo lo que me pidas,
Yo por ti daría mi vida.
Te regalo mi norte y mi horizonte,
Mi filosofía, mis historias, mi memoria, eh, eh.
Te regalo mi amor que se acumula,
Te regalo mis manos y locuras,
Te daré todo lo que me pidas,
Yo por ti daría mi vida.
Te regalo / Carlos Baute
GARRETT POV
-Lis? – Susurró Isabella a la chica que gemía en brazos de
Jasper.
-La conoces? – Preguntó Emmett incrédulo.
-Esto no lo vi venir – Dijo Peter agarrándose la cabeza como
si pudiera estrujar un poco de información de sus sesos. Char apoyó la mano en
su espalda, preocupada. A Peter lo frustraba mucho no saber.
-Quién es ella Bella? – Preguntó Jasper atento a cada gesto
de mi mujer.
-Es… Este… -Dijo Isabella y se quedó callada tensando los
dedos de una mano y después de la otra. Estaba incómoda y está claramente no
era una conversación para tener en el estacionamiento.
-Vamos arriba para las explicaciones, no nos pueden ver
conversando con una niña retorciéndose de dolor en los brazos de Jasper – Dije.
Bella me miró agradecida y se giró para llamar al ascensor. Yo me mantuve a su
lado todo el tiempo hasta llegar a la habitación, regocijándome en su cercanía
y su calor…
Un patético mendigo de cariño.
Jasper depositó a Elise en la cama que había ocupado Bella.
-Yo me mudé a la habitación del lado que estaba desocupada,
así rodeamos esta habitación por los dos costados en caso de que Lis haga algún
ruido… - Dijo Isabella.
-Bells, cómo es que la conoces? Esto es más que una
coincidencia… - Dijo Emmett.
-No realmente… Lis es mi prima, la hija de la hermana mayor de
Renee – Explicó. Todos la miramos asombrados – Renee y mi tía Noel están
peleadas desde hace más de 10 años, Elise y yo nos hemos visto sólo un par de
veces desde entonces, en reuniones familiares en casa de mi abuela. Nos hemos
mantenido en contacto irregular, y somos amigas en Facebook, así es que nos
saludamos para los cumpleaños y las ocasiones especiales como su graduación…
-Pero la coincidencia es demasiada, no me la trago – Insistió
Emmett mientras Bella se sacaba los zapatos y se instalaba junto a su prima en
la cama, tomando su mano.
-Emmett, toda mi familia es originalmente de Washington, tanto
la de Charlie como la de Renee. Tía Noel conoció a su esposo cuando ella
estudiaba en la Universidad de Alaska y como la familia de él es de esta área y
tenían negocios establecidos y una buena situación económica, decidieron
quedarse aquí. Elise es la hija mayor de ese matrimonio, pero a mis primos más
pequeños sólo los conocí de pasada alguna vez y los he visto en fotos, pero no
alcanzamos a jugar juntos como con Lis.
-Por qué pelearon tu mamá y tu tía? – Preguntó Char.
-Porque el marido de tía Noel es un cerdo – Dijo Bella
súbitamente enojada – Después de la ruptura de Renee con uno de sus novios,
mamá y yo vinimos a Alaska a vivir con mi tía por un tiempo, ya que el ex novio
aparte de engañar a Renee le vació la cuenta bancaria, y a Renee le daba vergüenza
pedirle ayuda a Charlie… Yo tenía unos… No sé… seis o siete años… Vivimos con
ellos como dos meses y medio y súbitamente Renee empacó todo y nos largamos sin
despedirnos de nadie.
Yo lloré y pataleé porque me gustaba estar en una casa con
más gente, con una familia de verdad y una hermana mayor, pero Renee no se
ablandó, sólo dijo que había discutido con tía Noel y punto, y nos largamos lo
más lejos posible, a Phoenix.
-Pero qué pasó? – Preguntó Char.
-Resentí a Renee por meses… Fui tan cruel como puede ser una
niña pequeña sin filtro verbal - Dijo Bella con la voz quebrada – Años después,
poco antes de irme a vivir con Charlie, Renee me contó que la verdadera razón
de la pelea había sido que el marido de mi tía se le insinuó en varias
ocasiones amenazando con echarnos a la calle si ella no cedía a sus demandas.
Un día llegó a casa medio borracho y trató de forzar a mi mamá. No de violarla,
pero de… No sé… Tocarla – Dijo arrugando la nariz – Mamá corrió a contarle a mi
tía, pero ella no le creyó, poniéndose del lado de su marido, que lo negó todo.
Al día siguiente teníamos las maletas en la calle y nunca más volvieron a
hablarse.
-Pero seguiste en contacto con Elise – Afirmó Jasper.
-Bueno, sí, ella era mi amiga y mi prima y la pelea no tenía
nada que ver con nosotras, así es que le mandé tarjetas de cumpleaños cada año
y ella hizo lo mismo por mí. Cuando fuimos mayores y pudimos acceder a
computadores y redes sociales nos reencontramos, pero obviamente no fue lo
mismo, ya habíamos crecido y no éramos las mismas niñas de trenzas que jugaban
en el barro y pescaban guarisapos en las lagunas de agua estancada de color verde
– Dijo sonriendo – Además si creen que yo soy tímida, tienen que ver como es
Lis… Es la nerd de la familia – Dijo con una carcajada. Jasper sonrió fascinado
y acarició el cabello de su mujer.
-Ella está enferma? – Preguntó Emmett, haciendo que
retornara la seriedad en el ambiente.
-Sí… Bueno, supongo que ya no… - Se corrigió – Lis tenía
diabetes tipo uno, tenía que inyectarse todos los días desde muy pequeña.
Cuando yo viví con ellos ella ya lo hacía solita… Tendría unos nueve años y se
pinchaba el estómago como una campeona, sin quejarse – Dijo acariciando la
panza de su prima – El asunto de la diabetes le generó algunos problemas
inmunológicos, tenía que cuidarse mucho de no enfermarse, y de un día para otro
su visión empeoró violentamente, hasta que le reajustaron las dosis de
insulina, pero para entonces el daño no era completamente reversible… Dónde
están sus lentes? – Preguntó de pronto.
-En su bolso – Dijo Emmett – Lleva toda su vida en ese
bolso.
-Así es ella, desde pequeña acarreaba un bolso rojo de Elmo
de “Plaza Sésamo” lleno de cosas que “tal vez podíamos necesitar” – Dijo Bella.
-Cómo es ella? – Preguntó Jasper ansioso de seguir
escuchando.
-Vale, yo te cuento pero después me cuentan ustedes
exactamente qué pasó – Dijo Bella. Jasper asintió – A ver… Lis es… Superinteligente,
o sea, como un fenómeno de inteligente. Fue la mejor alumna de su generación en
secundaria y le ofrecieron dar el discurso en la graduación, pero ella es
demasiado tímida y se negó – Jasper comenzó a filtrar sus emociones, tal vez
sin darse cuenta, y era pura felicidad, alivio y orgullo. Estaba orgulloso de
la mujer que le tocó y tal vez aliviado de que no fuera otra Alice, pero eso no
me consta – Sus exámenes de ingreso a la universidad fueron puntaje nacional,
le ofrecieron becas completas en todas las universidades importantes, en todas
las de la Ivi League y otras… Pudo haber estudiado lo que quisiera donde
quisiera…
-Entonces por qué se quedó en Alaska? – Preguntó Emmett
decepcionado, como estafado con el rumbo de la historia.
-Porque estaba enferma Emm – Dijo Bella – Lis a veces se
descompensa, terminaba al menos un par de veces al año en el hospital, y no
podía irse al otro lado del país donde estaría sola sin nadie a quién acudir en
caso de emergencia.
-Entonces decidió quedarse a estudiar cerca de su familia –
Afirmó Char.
-Sí, pero luchó con sus padres para que la dejaran vivir en
los dormitorios universitarios como los demás estudiantes, ella quería una
experiencia universitaria lo más normal posible.
-Y qué estudia? – Preguntó Peter.
-Medicina veterinaria – Respondió Bella – A Lis le gustan
más los animales que las personas, dice que los animales nunca son crueles ni
mal intencionados, y que prefiere tratar con ellos que con seres humanos con
los que no sabe a qué atenerse… En todo caso no iba a ser veterinaria de
perritos y gatitos, ella se estaba especializando en animales exóticos.
-Para trabajar haciendo qué? – Preguntó Emmett.
-Criar pandas, incubar lagartijas, qué se yo!? – Exclamó Bella
frustrada levantando los brazos – Ella es un genio, tiene las mejores
calificaciones, podría haber trabajado en lo que hubiera querido…
-Tiene novio? – Preguntó Jasper de pronto.
-Que yo sepa, no. Que yo sepa nunca ha tenido… Pero recuerda
que yo no soy su amiga más cercana… - Respondió.
-Pero Emmett encontró… Anticonceptivos en su bolso – Dijo
Jasper bajando la mirada para que no viéramos en su rostro los celos que proyectaba
con su don.
-Y? – Preguntó Bella.
-Cómo que “Y”? Si toma anticonceptivos estaba teniendo sexo,
y si no era con su novio me gustaría saber con quién! – Exclamó Jasper.
-Por dios que brutos son los hombres! – Dijo Bella son un
suspiro – Preocúpate si encuentras en su bolso una caja de veinte preservativos
con sabor a uva! Hay mil razones para que una chica tome anticonceptivos orales
aparte del sexo, desde regular su período hasta hacer que éste sea menos
doloroso. También ayudan a prevenir los quistes ováricos y el cáncer cervical,
previenen los tumores de mamas, previenen la anemia, alivian el síndrome pre
menstrual y mejora la densidad ósea previniendo la osteoporosis, eso entre
muchas cosas más. Si tengo que adivinar, diría que Lis no se podía dar el lujo
de tener períodos dolorosos y agotadores, y menos de perder mucha sangre… Pero
no lo sé, pregúntale a ella cuando despierte… Aunque mejor no, creo que la
matarías de la vergüenza si supiera que le escarbaron el bolso.
-Y por qué no estás tomando anticonceptivos tú? – Pregunté
sin pensar. Sonaba como la panacea universal. Todas las mujeres deberían
tomarlos!
-Renee me puso a tomar la píldora desde los catorce años –
Respondió ella con una sonrisa tranquila, sin sonrojarse como yo esperaba –
Como madre adolescente lo último que quiere es que yo me embarace y arruine mi
vida como ella lo hizo – Dijo con una mueca de fastidio. No me gustó que
sintiera que ella había arruinado la vida de su madre, aun indirectamente –
Peeeero los anticonceptivos orales me dan jaquecas espantosas, el tratamiento
hormonal no es para mí. Ahora cuéntenme qué pasó y por qué tienen a mi prima en
estas condiciones – Exigió.
-Irina y Laurent no estaban con los Denali. Nos dijeron que
habían salido a cazar pero no adónde. Cuando volvíamos decidimos parar para que
Jasper y Emmett comieran algo, pero al internarnos en el bosque captamos el
rastro de Laurent, y lo seguimos. Lo encontramos reclinado bebiendo de una
chica… Por un momento pensé que eras tú – Le dije mirándola a los ojos,
tratando de que comprendiera la intensidad de los sentimientos que me produjo
pensar en que alguien la atacaba – Al respirar descubrí que no era tu esencia,
pero se le parecía. Entonces arranqué a Laurent de encima de la chica y me
acerqué a acabar con su sufrimiento. No sobreviviría como humana y no podíamos
dejar a un neófito atrás – Jasper comenzó a gruñir, y Char y Bella
simultáneamente pusieron sus manos sobre él. Yo continué para acabar pronto – Pero
Jasper me golpeó y me lanzó lejos en el último segundo cuando decidió respirar
y comprendió quién era ella, y se puso frente a Elise para protegerla mientras
nosotros nos encargábamos de Laurent.
-“Encargarse” significa torturarlo y matarlo? – Preguntó
ella.
-Sí – Respondí simplemente después de una breve pausa.
-Oh – Dijo y se volvió a Elise enrollando sus dedos en el
cabello de la chica, tan parecido al suyo.
-Hicimos lo que teníamos que hacer Bells… - Dijo Emmett
tomándole el tobillo.
-Lo sé… - Respondió.
-No te enojes con nosotros – Insistió Emmett tironeando los
pequeños deditos de sus pies.
-No me enojo… - Respondió.
-No te decepciones, no nos mires diferente – Rogó haciéndole
cosquillas en la planta del pié.
-No los… Aaaaaah! – Gritó retorciéndose en la cama mientras
Emmett le inmovilizaba los tobillos con una de sus manazas y le hacía
cosquillas con la otra – Nononononono! Aaaaaaaaaah! Me rindo! Me rindo!
Eeeeeeeemm!
-Dime que no te enojas de que hayamos acabado con el
bastardo – Exigió Emmett.
-Aaaaaah! Gar ayúdame! Aaaaaaaah! – Chilló.
Mi nombre en sus labios.
-Emmett ya basta, estás torturando a Isabella y molestando a
Elise – Dije con mi voz más seria. Emmett paró de inmediato, más porque se dio
cuenta de que la prima de Bella no podía estar cómoda con tanto zangoloteo que
por otra cosa.
-Bestia! – Exclamó Bella.
-Flacuchenta! – Respondió Emmett sacándole la lengua.
Realmente me costaba compatibilizar a este hombre/niño con el gánster de antes.
Bella estiró los brazos hacia mí y yo la ayudé a levantarse y le acerqué una de
las muletas para que se nivelara.
-La voy a cambiar de ropa, no quiero que se despierte
luciendo como un extra de “El Amanecer de los Muertos”. Mis cosas le van a
quedar bien, lástima no haber traído más… - Comentó.
-No trajiste todo? – Pregunté sorprendido.
-No, supuse que era
un viaje corto y dejé el resto en casa – Dijo ella antes de darse cuenta de lo
que implicaba. Mi casa era su casa…
Y entonces se puso colorada como un tomate y huyó hacia el
baño seguida de Char, que se moría de risa.
-Ok, cual es el plan? – Pregunté mirando a Peter quien no
había dicho nada en mucho rato y eso era sospechoso.
-Volvemos a tu casa todos, dejamos ahí a Jasper Elise y Emmett,
recogemos lo que sea necesario y Char, Bella, tú y yo continuamos el viaje
hasta nuestra casa. Jasper se queda con su mujer en tu casa indefinidamente, porque
es la más aislada de la población. Sólo hay un problema logístico que
solucionar… - Dijo mirando a Jasper.
-Cuál? – Preguntó Jas.
-Elise no va a ser vegetariana Jasper, ella ama a los
animales, los considera creaturas mucho más valiosas y dignas de respeto que gran
parte de las personas que ha conocido. Además ella no va a necesitar mucho tiempo
para deducir el impacto ecológico que tiene tu dieta sobre un ecosistema
cualquiera, mucho más en un Parque Nacional como en el que está ubicada la casa
de Garrett. Ella no es una sádica, no se regocija en el dolor ajeno, pero su
sentido de justicia es bastante absoluto. Ella siempre ha sido una víctima, por
su enfermedad y por ser distinta, más inteligente y madura que los que la
rodeaban. Ha sufrido burlas y malos tratos de idiotas… Jasper, tu mujer no va a
tomar la vida de inocentes, sean humanos o animales… Va a ser tu deber ayudarla
a encontrar las víctimas correctas, o ella sencillamente no va a comer. Está
acostumbrada al dolor y a sentirse mal, así es que la quemazón de la sed no la
va a asustar; se va a aferrar a sus principios como un retazo de su humanidad.
Tú decides hermano…
-No hay nada que decidir – Dijo Jasper firmemente – Lo que mi
mujer necesita, mi mujer lo tiene – Afirmó - He matado por todas las razones
incorrectas, vamos a ver si hay una mejor manera de hacer las cosas…
-Jas, hermano, no vas a recaer… Tú sabes… Volverte loquito…
- Dijo Emmett preocupado.
-Ahora la tengo a ella Emmett. Tú no entiendes el regalo que
es esto, lo simple que es la vida ahora que todo está en perspectiva… Nada
importa salvo ella. Elise no querría estar con un sádico degenerado, así es que
no me puedo convertir en eso – Dijo Jasper encogiéndose de hombros.
Así de simple.
Yo lo sabía por experiencia propia.
Lo era.
-Peter, tú estás seguro de lo que dices o es sólo una
opinión? – Pregunté para asegurarme.
-Estoy seguro – Afirmó. Ok entonces, el futuro estaba
literalmente firmado en sangre.
Bella regresó un par de minutos más tarde con algunas
toallas de mano húmedas y comenzó a limpiar el rostro de Elise. Continuó con
sus brazos y manos mientras todos mirábamos en silencio. Limpió con cuidado
cada dedo y quitó la sangre de debajo de cada uña. Finalmente se volteó hacia
nosotros y nos pidió que saliéramos de la habitación. Jasper quiso protestar,
pero ella lo paró antes de que alcanzara a decir nada.
-No Jas, tú aún no la conoces, pero créeme cuando te digo
que a ella no le gustaría que la primera vez que la vieras desnuda sea como un
desconocido mientras ella está inconsciente y retorciéndose de dolor. Una chica
tiene su orgullo, y Lis necesita saber que la respetas.
-Por supuesto que la respeto! – Exclamó ofendido.
-Escucha Jas… Tú llevas vivo como mil chorrocientos años y
te has acostado con una cantidad inconmensurable de mujeres, pero ella no es como
ninguna de las mujeres con las que has estado. Tú ahora estás acostumbrado a
Alice y su grandilocuencia y su amor por la moda, el lujo y las apariencias.
Desconozco tu intimidad con ella, pero voy a asumir que en todos los años que
pasaron juntos has hecho todo lo que es posible hacer… - Dijo sonrojándose un
poco – Lis no es así… De hecho no se me ocurre que pudieras encontrar una mujer
más distinta a Alice. Mira su ropa, mira su cabello! Apuesto que no se lo ha
cortado en años simplemente porque no ha notado que le crece y que su idea de
peinarse consiste en atravesarse un lápiz en un moño desordenado… Lis vive en
las nubes porque su mente va mucho más allá de lo mundano y terrenal… Pero así
como es más inteligente que la mayoría y ha leído y estudiado más que nadie que
yo conozca, ha vivido muy poquito. Tienes que ir despacio, cortejarla, como
cuando eras humano, no lanzarte sobre ella como un bestia, o asumir que su
cuerpo es tuyo porque es tu Pareja y lo puedes ver cuando quieras, ella merece
más que eso. Quédate detrás de la puerta hasta que terminemos, dale un poco de
privacidad y en cuanto hayamos terminado puedes volver a su lado, puede ser? –
Preguntó tomándole la mano y dándole un apretón.
-Está bien, gracias – Dijo Jasper levantándose y besándole
la mejilla al pasar.
-Gracias por qué? – Preguntó Bella.
-Por recordarme como se trata a una dama. Tienes razón, soy
un maleducado, pero voy a aprender a comportarme – Respondió haciendo un
galante saludo con la cabeza e inclinándose ante ella como el caballero sureño
que fue algún día. Bella rió alagada y batió las pestañas.
Maldito bastardo, coqueteando con mi mujer.
-Ok entonces, todos los que tengan algo que les cuelgue entre
las piernas se largan! – Dijo Char aplaudiendo para apurarnos, como si fuéramos
niños o gallinas.
oooOooo
Durante el regreso a Phoenix viajamos a toda velocidad, casi
sin detenernos. Jasper y Elise viajaron con Bella y conmigo en el Jeep, con mi
mujer como copiloto. Esta vez fue menos terrible que la anterior, vomitó sólo
tres veces, y eso porque se empeñaba en hacer el papel de navegante leyendo el
mapa y sugiriendo rutas alternativas. Claramente el estómago de Isabella no
resistía bien su hábito de leer en los vehículos en movimiento.
Llegamos a mi casa cuando el cambio de Elise estaba a punto
de completarse, faltaban sólo unas pocas horas, y Jasper se moría de ansiedad.
Bella tomó un par de bolsas de basura y metió todo lo que decidió que
necesitaba, menos lo que consideró que necesitaría Elise hasta que Emmett, que
se quedaría ayudando a Jasper, pudiera comprar más ropa y lo que les hiciera
falta.
Una vez que cargamos las bolsas en el Jeep, Bella se
despidió de Emmett y Jasper con lágrimas en los ojos, sabiendo que no los vería
en un buen tiempo. Hasta que Elise estuviera en condiciones de estar en
presencia de un humano sin comérselo… Y yo no permitiría que las primeras pruebas
de su control se realizaran con mi mujer.
Luego se dirigió a la cama y besó la frente de su prima, le
susurró al oído que debía tener fuerzas, que la quería mucho y que no estaría
sola, y limpiándose las lágrimas con la manga se dirigió hacia mí.
-Lista? – Pregunté ansioso por sacarla de ahí.
Ella simplemente asintió y tomó mi dedo índice con toda su
manita. Caminamos lentamente al Jeep y le abrí la puerta del copiloto. La tomé
de la cintura y la senté de costado, enfrentándome, y me posicioné entre sus
piernas. Así quedábamos casi a la misma altura, y era agradable mirarla sin que
pudiera rehuirme.
-Estás bien? – Pregunté.
-Bien – Susurró con voz temblorosa – Sólo que tengo pena… No
me acordaba de lo mucho que echaba de menos a Lis y ahora que la recuperé la
vuelvo a perder… Pero quiero que sea feliz, y creo que Jas la va a hacer feliz…
Tú qué crees?... Crees que sea feliz como vampira, viviendo con él? – Preguntó
mirándome como si mi respuesta contuviera la verdad absoluta.
-El solo hecho de que Jasper sea su Pareja significa que va
a hacer todo lo que esté de su mano para hacerla feliz – Le dije enunciando cada
palabra claramente - Y me refiero a todo, no hay límites en lo que un vampiro
haría por su mujer… No tenemos muchas restricciones morales en general, pero
cuando se trata de nuestra hembra? No existen. Ninguna.
-Verdad? – Preguntó muy bajito.
-Absolutamente cierto, pregúntale a Peter si no me crees –
Le dije.
-No necesito preguntarle a nadie – Dijo frunciendo el ceño –
Si tú lo dices es suficiente.
-Significa eso que empiezas a confiar en mí? – Pregunté
tratando de no sonar demasiado ansioso.
-Nunca he desconfiado de ti Gar, bueno, no desde el primer
día – Dijo sonriendo un poco al recordar – Es solo que… Bueno, toda esta
situación… Me asusta mucho…
-Comprendo, tener a Victoria tras de ti debe ser tremendo al
no poder defenderte… - Le dije.
-No! No Gar, el que me das miedo eres tú, la intensidad que
proyectas me da miedo…! – Exclamó.
-Isabella, nunca ha sido mi intención asustarte… - Dije
retrocediendo, realmente dolido.
-Garrett no entiendes! Me aterra enamorarme de ti! – Exclamó
aferrándose a mi camiseta. Me detuve en seco y estudié su rostro en busca de
algo que me indicara que no hablaba en serio.
-Isabella yo te amo – Dije exhalando el aire que no me di
cuenta que estaba conteniendo – Por qué tendrías miedo de quererme de vuelta?
-Gar, que pasa si me conviertes y yo aún no siento lo que
dices que se supone que debo sentir? Tus expectativas son tan altas… Me
resentirías por siempre por ser incapaz de amarte como tú me amas a mí… Mi amor
simple y común no se equipararía al amor mágico que el destino dispuso para ti…
Llevas tanto tiempo preparándote para mí que me aterra no ser nada más que una
gran decepción… - Confesó con la voz quebrada y casi haciendo pucheros.
-Escúchame bien Isabella Swan… Te amo. Te amo tanto como es
posible amar a una persona. Te amé antes de conocerte, te amé cuando te vi por
primera vez y te amo más ahora que te conozco. Cada gesto que has tenido hacia
mí lo he valorado y atesorado… Si me pudieras amar de vuelta tú crees de verdad
que me pondría a analizar si tus sentimientos son equivalentes o más o menos
valiosos que los míos? – Pregunté. Ella mordió su labio inferior, que temblaba
un poco - Isabella, yo agradezco al cielo cada vez que oigo tu corazón palpitar,
cada vez que cantas esas horribles canciones de los Backstreet Boys, o cuando
te escucho dramatizar en voz alta los diálogos de los libros sin darte cuenta.
Amé que me llamaras el día que fuimos a ver a los Denali, adoro cada vez que me
sonríes y te sonrojas… Me conformo con poco… Me conformo con estar a tu
alrededor – Le dije encogiéndome de hombros, porque era verdad.
-No! – Exclamó – Ese es el problema – Dijo tomando mi rostro
entre sus manos – Garrett tú te mereces más… Mucho más de lo que tal vez puedo llegar
a dar…
-Isabella, no eres tú quien decide lo que merezco. Soy un
hombre más que adulto. He vivido el equivalente a varias vidas humanas y todas
mis experiencias me han dado algo de sabiduría. Yo no estoy cegado o
hipnotizado por tu influjo. Yo te veo tal como eres, una mujer. No eres un
ángel, no eres perfecta, pero eres exactamente lo que quiero y lo que necesito…
Si el destino hizo algo fue mostrarme el camino hacia ti, pero nada más. Si te
hubiera conocido en la casa de los Cullen de casualidad cuando fuimos a visitar
a Jasper, me habría enamorado igual.
-Yo… Yo quiero… - Titubeó y sus manos se deslizaron desde
mis mejillas hacia mi cuello.
-Qué? – Pregunté acercándome un poco – Qué quieres?
-Quiero… Ser lo que tu deseas… - Dijo.
-Lo eres – Respondí.
-Quiero ser más… - Insistió. Yo me acerqué un poco más.
-No quiero más – Le dije.
-Gar… - Susurró. Yo me acerqué hasta que nuestras narices se
rozaron. Dios! Que no se arruinaran las cosas ahora!
-Mmmmmh?
-Tú me gustas… - Dijo mirándome a los ojos.
-De verdad? – Pregunté.
-Ajá – Asintió. Su cálido aliento acarició mi mejilla – Un
montón.
-Eso es bueno, verdad? – Pregunté.
-No lo sé, yo nunca me había sentido así por nadie… Todo este
tiempo observando a Peter y a Charlotte, viendo cómo se complementan y se aman…
Me ha hecho repensar lo que siento por Edward. Creo que lo que tuve con él fue
más una infatuación adolescente que otra cosa… Supongo que mi atracción por él
fue frívola, basada en las apariencias y el ideal de un cuento de hadas, pero
contigo… - Suspiró frustrada. Claramente le costaba expresar lo que quería
decir.
-Conmigo? – La insté a continuar.
-Tú te has ganado mi respeto Gar. Admiro muchas de las cosas
que haces, me encanta la persona que eres…
-Yo te gusto – Afirmé con una sonrisa satisfecha, tal vez un
poco fanfarrón.
-Me gustas – Confirmó con una sonrisa.
-Te gustaré tanto como para permitirme robarte un beso? –
Susurré contra su mejilla. Su corazón se aceleró.
-No se roba lo que se entrega libremente – Dijo, y estampó
sus labios contra los míos.
Lo primero que sentí fue el calor. Todo su calor. Nunca
habíamos estado tan cerca y su cuerpo entero irradiaba fuego contra mi piel de
piedra.
Lo segundo fue su sabor. Me lo había imaginado mil veces
basándome en su olor… Pero estaba muy equivocado. Era indescriptible, adictivo,
me provocaba desnudarla y lamerla entera como si fuera un helado. Me
conformaría con eso, ni siquiera necesitaba tener sexo, me bastaría con poder
besar y saborear su piel.
Lo tercero fue su suavidad. He estado con cientos, tal vez
miles de mujeres en mi vida, pero no pude recordar a ninguna con la piel tan
suave y fresca como la de Isabella. Era una de las cosas más atractivas que
tenía ella, su piel perfecta, limpia, sin manchas, sin acné… Como la de un
vampiro, pero mucho mejor, porque tenía la humedad y textura del pétalo de una
rosa.
Isabella comenzó a mover los labios muy despacio, titubeante,
y yo decidí tomar las riendas. Ella había dado el primer paso y eso era más que
suficiente. La besé tiernamente, pero con la experiencia de siglos de práctica.
Su corazón estaba a mil y cuando mi lengua tocó su boca se sobresaltó.
-Voy demasiado rápido? – Pregunté contra sus labios, separándome
apenas.
-No… No, es que nunca… Me habían besado así… - Dijo sin
abrir los ojos.
-Quieres que me detenga? – Pregunté tomando el lóbulo de su
oreja entre mis labios.
-No… No… Sigue… Un poquito más… - Me dijo.
-Un poquito más – Repetí y la volví a besar, pero esta vez
más atrevidamente. Delineé sus labios con mi lengua y logré que su lengua se
encontrara con la mía. Dios! Su sabor!
Nos besamos así durante unos diez o quince minutos, hasta
que los dos emergimos jadeantes y sonrientes. Isabella tenía los labios
hinchados y rojos por los besos recibidos, y nunca la vi más hermosa.
-Qué piensas? – Preguntó ordenando mi cabello con una
caricia.
-En que me haces feliz – Le respondí besando la cara
interior de su muñeca, que estaba a centímetros de mi boca – Y en que tenemos
que irnos, no quiero que estemos cerca cuando Elise despierte.
-Está bien – Dijo girándose en el asiento para que pudiera
cerrar la puerta del Jeep.
-Tienes hambre? – Pregunté. No la habíamos alimentado muy
bien desde que salimos de Fairbanks por la prisa de llegar a mi casa a tiempo.
-Sip – Respondió – Mucha.
-Quieres ir a un restaurante o quieres algo rápido? –
Pregunté.
-Quiero una cajita feliz – Dijo – Este mes están regalando a
los personajes de Pixar y quiero a Nemo.
-Y no es mejor si comes algo que de verdad quieras y yo te
compro el juguete que desees cuando estemos instalados en casa de Peter? –
Pregunté.
-Nop – Respondió.
-Así de simple? – Pregunté divertido.
-Si no te comes la cajita feliz no hay mérito, no te ganaste
el juguete, esas son las reglas – Me dijo muy seria.
-Ok entonces, no queremos ir contra las reglas – Dije tomando
su mano y besando sus nudillos.
-La casa de Peter está muy lejos? – Preguntó estirándose.
-Como cinco horas y media – Le dije.
-Agh! Es demasiado, llevo como una semana viviendo en este
Jeep! – Se quejó – Se me va a aplastar el trasero.
-Lo dudo – Sonreí pensado en su culito respingón - Y antes
te lamentabas de que no te dejaba salir – Me burlé.
-Voy a tratar de dormir, ahora que vamos solos puedo
reclinar el asiento hasta atrás – Dijo.
-No quieres comer? – Pregunté.
-Cuando despierte – Respondió – McDonald´s hay en todos
lados.
-Te molesta si prendo la radio? – Pregunté.
-Qué vas a escuchar? – Preguntó de inmediato.
-Ya que lo preguntas, voy a escuchar a los Beatles –
Respondí como si nada, pero ansioso por ver su reacción.
-En serio? – Preguntó abriendo los ojos, incrédula. Yo
asentí y conecté mi IPod a la radio – Aaaaah! Lo vas a intentar! Lo vas a
intentar por mí! – Gritó y se me lanzó al cuello y me besó la mejilla
ruidosamente.
-Si hubiera sabido que esa sería tu reacción los habría
comenzado a escuchar antes – Comenté.
-Ahora ha sido perfecto – Dijo – Perfecto – Y se volvió a
acomodar en su asiento cerrando los ojos. No pasaron ni cinco minutos y se
quedó dormida.
Y yo seguí manejando, al ritmo de “The yellow submarine”… La
verdad es que los Beatles no estaban nada mal, tal vez era verdad lo que decía
Isabella: Que me había desgastado todos estos años odiando a la gente
equivocada.
oooOooo
Peter y Char se adelantaron a nosotros porque dejaron a
Emmett en mi casa y se fueron de inmediato, así es que pudimos viajar a nuestro
ritmo.
Isabella durmió un par de horas hasta que paramos en un
McDonald´s en mitad de la carretera, pero ella no quiso comer ahí porque no les
quedaban más Nemos, y a pesar de que le ofrecieron cualquiera de los demás muñequitos
de la colección Pixar del mes, ella se negó.
Tuvimos que desviarnos veinticuatro kilómetros para llegar
al siguiente McDonald´s, y afortunadamente ahí si estaba Nemo, y como también
tenían a Dori, compramos dos cajitas felices, una con una hamburguesa y otra
con nuggets. De toda la comida humana que he olido en mi larga vida, esa
chatarra estaba fácilmente entre las 5 cosas más asquerosas.
Ni siquiera los clientes olían apetitosos, todos obesos, con
acné y cabello grasoso… Por no hablar de los niños transpirados gritando en los
juegos infantiles. Horrible, casi podía oír como se tapaban sus arterias… Eran
como bombas de tiempo.
Pero me guardé mis opiniones.
Mi mujer me estaba aceptando.
Me había besado.
Estaba hablando y riendo.
Todo lo demás era totalmente intrascendente.
-Gar… Gar! – Exclamó Isabella mirándome preocupada.
-Mmmmm? – Pregunté.
Te estaba hablando y no me contestaste, te quedaste pegado
mirando hacia el infinito – Me dijo.
-Sí, estaba pensando, qué me decías?
-Estás bien? – Preguntó apuntándome con una patata.
-Perfectamente. Qué me estabas diciendo?
-Que me gustaría… Bueno, si tú quieres… porque si no, no… Yo
entendería… - Balbuceó.
-Qué? Qué quieres hacer? – Pregunté intrigado.
-Unacita – Dijo y se metió tres papas a la boca de una sola
vez, se atoró y tuvo que beber varios sorbos de gaseosa para pasarlas.
-Quieres tener una cita conmigo? – Sonreí.
-Bueno… Sí… Si tú quieres… - Dijo delineando el patrón de la
mica de la cubierta de la mesa con el dedo índice.
-Por supuesto que quiero! – Le dije feliz – Qué tienes en
mente?
-El cine? – Dijo insegura – Este año se han estrenado y se
van a estrenar un montón de películas buenas, y quiero verlas todas! En Forks
no había cine, teníamos que ir a Port Angeles, y allá llegaban las películas con
meses de retraso, y sólo algunas.
-Me encantaría, alguna película en especial? – Pregunté.
Como yo no tenía ni televisor hasta hacía un mes atrás, no era exactamente un experto en
el arte cinematográfico...
-Bueno, está “Orgullo y Prejuicio” pero esa es una peli de niñas
y la puedo ir a ver con Char… Pero Está King Kong, esa te puede gustar… - Me
dijo expectante.
-Otro King Kong? Pero si ya existen montones! – Exclamé – Yo
recuerdo haber visto esa película en su estreno en New York hace décadas, en
1933, y luego la secuela “El hijo de Kong” ese mismo año! Después los japoneses
hicieron “King Kong v/s Godzilla” y “King
Kong Escapa” en los 60s, después Hollywood volvió a retomar la franquicia a
mediados de los 70s con “King Kong” donde actúa Jessica Lange, que es mi
favorita de todas las adaptaciones, porque me encanta como actúa esa mujer… Y a
esa película le hicieron una secuela horrorosa a mediados de los 80s, donde participaba
Linda Hamilton, que actúa muy bien , pero es fea, fea, fea… - Dije moviendo la
cabeza de un lado al otro.
-Este es el remake de la original – Dijo riendo - Las
películas famosas las vuelven a filmar cada ciertos años para interesar a las
nuevas generaciones… Además esta versión es de Peter Jackson, no puede sr tan
mala… - Respondió ella.
-Ok, que otra película quieres ver? – Pregunté. No me
gustaba el concepto de los “remake”, me parecía una falta de respeto a la
película original.
-Hay una que dicen que es buena de Woody Allen, “Match Point”.
Luego está “Sin City” de Frank Miller, súper violenta y sangrienta y llena de
actores conocidos; “Batman Begins” de Christopher Nolan; “Charlie y la Fábrica
de Chocolate” de Tim Burton, aunque supongo que si no has comido dulces en
tantos años no vas a disfrutar de la película tanto como yo…También tengo que
ver “Harry Potter y el Cáliz de Fuego”, pero es la cuarta película de la serie,
y si no has visto las otras tres te perderías, así es que no me puedes
acompañar. También estrenan “Star Wars Episodio III”, pero las dos anteriores
fueron tan malas que me niego a darle dinero a George Lucas para que siga
violando su propia obra. Ah! Y estrenan en unos meses “El León, la Bruja y el
Ropero”, esa te puede gustar… O tal vez no… Es de fantasía… Tal vez espero a
verla con Emm… - Dijo pensativa sin dejar de mordisquear su comida.
-Me da lo mismo Isabella – Le dije – Me da lo mismo el lugar
que escojas, o la película que quieras ver, siempre te voy a estar prestando
más atención a ti – Le dije con una sonrisa, recogiendo un mechón de su cabello
detrás de su oreja.
-Bueno, cuando lleguemos a casa de Peter voy a revisar los
estrenos y elegimos algo que ver. Podemos invitar a Peter y Charlotte… -
Sugirió.
-No – Dije negando con la cabeza – No señorita, su primera
cita conmigo va a ser conmigo, no una salida en grupo.
-Por mí no hay problema – Dijo mirándome a través de sus
largas pestañas.
-Estás lista? Terminaste de comer?- Pregunté.
-Si… - Dijo ella pensativa.
-Qué pasa? Por qué ese ceño fruncido? – Pregunté alisando
con la yema de mis dedos las arruguitas que se habían formado en su frente.
-Nada… - Dijo haciendo ademán de levantarse con su bandeja.
Yo sujeté su muñeca para detenerla.
-Isabella…
-Gar… Tu eres mi novio? – Preguntó.
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Qué tal? Comenten, que es gratis y alimenta la inspiración de esta
escritora.
Abrazos!
Cuando vas a publicar mas capitulos de mi destino?!!!
ResponderBorrarEstoy deseando leer mas.
porfi no tardes mucho en publicar.
Mordiscos
Nerukilla