Hola a
todas, este fic me lo han reclamado un montón, y eso que está recién partiendo!
Debe ser por Embry, tan triste y melancólico, que dan ganas de abrazarlo.
Como
saben, mi inspiración es cíclica: Llega haciéndome tremendamente fructífera y
se va desapareciéndome del planeta por meses… Lo siento por eso, y les pido
paciencia.
Esta mañana
escuchando música al azar, di con LA CANCIÓN de este fic. Es una viejita de
Maná, pero que cuando comenzó tuve que parar lo que estaba haciendo porque era
como si escuchara a Embry recitando las letras. Denle una oportunidad y van a
ver a qué me refiero.
(La
canción es “Vivir Sin Aire”)
Abrazos
y cuento con sus comentarios para mejorar.
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Este fic participa del Reto
Anual "Te proponemos un longfic" del foro "Sol de
Medianoche"
Disclaimer: Nada relacionado
con la Saga Twilight me pertenece.
N° de Palabras: 2.774
Palabras Usadas: Jugar
Emoción Usada: -
Imagen Elegida: Manada Quileute.
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Capítulo 4
Como quisiera,
poder vivir sin aire.
Como quisiera,
poder vivir sin agua.
Me encantaría,
quererte un poco menos.
Como quisiera,
poder vivir sin ti.
Pero no puedo,
siento que muero,
me estoy ahogando sin tu amor.
Como quisiera,
poder vivir sin aire.
Como quisiera,
calmar mi aflicción.
Como quisiera,
poder vivir sin agua.
Me encantaría,
robar tu corazón.
poder vivir sin aire.
Como quisiera,
poder vivir sin agua.
Me encantaría,
quererte un poco menos.
Como quisiera,
poder vivir sin ti.
Pero no puedo,
siento que muero,
me estoy ahogando sin tu amor.
Como quisiera,
poder vivir sin aire.
Como quisiera,
calmar mi aflicción.
Como quisiera,
poder vivir sin agua.
Me encantaría,
robar tu corazón.
Vivir Sin Aire / Maná
Bella POV
-Isabella Marie, vengo
a darte la oportunidad de disculparte – Dijo Charlie apareciendo por el pasillo
a eso de las cuatro y diez de la tarde. Yo estaba sentada en el camastro con la
espalda apoyada en la pared y mi costado descansando en el brazo de Embry.
Estábamos jugando “Batalla Naval” contra los granjeros de la celda del lado,
que resultaron ser sorprendentemente buenos estrategas.
-C4? – Pregunté a
Embry en voz baja, quien frunció el ceño por un momento estudiando nuestra
servilleta/carta de navegación profundamente concentrado, y luego asintió. Me
sorprendió que estuviera tan dispuesto a
jugar.
-Ya está buenooooo –
Canturreó Hugh - Se nos van a oxidar los barcos de tanto esperar, compañera
Bella! – Agregó impaciente.
-Se te van a oxidar de
todos modos en el fondo del mar! – Exclamé – C4! Kaboom! – Gesticulé con ambas
manos simulando una gran explosión.
-Noooooooo! – Gritó
Carl – Mi mejor bombardero nooooooo!
-Isabella te estoy
hablando! – Exclamó Charlie frustrado al ver que yo no le presaba la menor
atención.
Pero es que ahora que
yo sabía que debía dejarme libre sí o sí, no tenía ganas de hacerle la vida más sencilla.
-Estoy haciendo vida
de prisionero – Le dije arremangándome la sudadera para descubrir “casualmente”
los tatuajes que me había dibujado en los antebrazos, entre ellos un ahorcado
con la lengua afuera que llevaba su nombre.
Charlie apretó los
dientes, sacudió el bigote y miró hacia el cielo, donde inevitablemente debió
ver las gruyas, pero no dijo nada.
-Bella, te estoy dando
una oportunidad – Me dijo – Sólo porque eres mi hija, mira que de lo contrario te
pasarías el fin de semana encerrada.
-Tiempo fuera! –
Exclamé parando el juego y acercándome a la reja – No es así y lo sabes – Le
respondí desafiante – Por ahora me tienes detenida, lo que está bien por unas
horas, pero si me quieres dejar adentro obligatoriamente me vas a tener que
levantar cargos por asalto y arrestarme. De verdad vas a arrestar a tu hija por
hacer lo correcto? Vas a manchar mi expediente Charlie? Nadie me va a dar
trabajo, los bancos no me van a querer prestar dinero y mis socios comerciales
me van a mandar al demonio, no voy a tener dinero para subsistir y me vas a
tener que mantener hasta que te jubiles, todo porque te mueres de rabia de que
te haya botado de culo al barro!
-Isabella! – Exclamó.
-Ya papá, ya aprendí
mi lección, ahora sácame y vamos a casa y les cocino algo rico mientras ven el
juego… - Le dije más conciliadora – O te vas solo y pasas a comprar pizza donde
los armenios, porque la pizzería de Mags está cerrada por duelo, recuerda que esta
semana se murió su hermana.
-Puaj! La pizza de los
armenios es de lo peor! – Opinó Carl.
-Horrible – Concordó
Hugh – Es como un trozo de pan duro cubierto de basura caliente…
-Cuando dices “les
cocino” te refieres a… - Dijo Charlie sabiendo que yo había ganado. No había
defensa posible para la pizzería armenia. No sé exactamente qué comen en ese
país, pero los dueños del restaurant tal vez deberían tratar de limitarse a
cocinar la comida regional que conocen y probablemente les quedaría bastante
mejor. De hecho, cocinan tan mal que seguro que esa pizzería es un negocio
fachada para una operación de lavado de dinero o algo así.
Le diría a Charlie que
me “deputizara” otra vez para investigar ese caso: Los gangsters armenios de
Forks.…
-Tú, Jake, Billy, Embry,
Carl y Hugh – Le dije – No pretenderás dejar a los chicos aquí muertos de
aburrimiento!
-Compañera Bella, eres
la mejor! – Exclamó Carl.
-Son narcotraficantes!
– Exclamó Charlie.
-Difícilmente – Rodé
los ojos – Son granjeros orgánicos y no trafican, todo es para autoconsumo, no
hay transacciones comerciales de por medio ni enriquecimiento ilícito. No le
hacen daño a nadie Charlie, déjalos ir!
-No me digas cómo
hacer mi trabajo – Me regañó.
-Entonces hazlo bien!
– Dije sin poder contenerme – Ya aprendí mi lección – Reculé de inmediato
- Estoy segura de que ellos también, y
Embry no tiene nada que aprender, él no hizo nada, estaba inconsciente... Vamos
Charlie… Voy a preparar todas las cosas que más te gustan…
-Sí, eso, vamos Jefe –
Dijo Hugh.
-Cuándo vuelve Mags? –
Preguntó Charlie ignorando a Hugh.
-Creo que en un par de
semanas a lo menos, dijo que después de la lectura del testamento irá a visitar
a su otra hermana en Olimpia – Respondí.
-Está bien – Dijo
Charlie negando con la cabeza como recriminándose su debilidad – Pero que
conste que a estos dos los iba a soltar de todos modos – Gruñó apuntando a los
granjeros.
-Somos libres? –
Preguntó Carl.
-Somos libres! –
Exclamó Hugh.
-Pero con la condición
de que antes de irte limpies esta celda de toda la basura con la que la
decoraste – Dijo por hacerse el duro y exigir algo.
-No hay problema –
Respondí – En cuánto rato más nos vamos?
-Media hora, más o
menos, voy a cerrar todos mis pendientes y partimos, no me quiero perder los
comentarios previos al juego.
-Perfecto – Dije.
Charlie se giró y se
fue y yo lo vi desaparecer y luego me volví hacia Embry, que me miraba con esa
pequeña sonrisa soñadora, tan suya.
-Lo logamos! – Levanté
mi mano para chocarla con la suya enorme en comparación.
-Lo lograste – Me
corrigió – No sé cómo es que lo haces, pero lo lograste…
-Porque tengo la razón
– Dije encogiendo mis hombros – Charlie no es tonto, es sólo testarudo… Si él
pensara que estoy equivocada no habría ruegos o manipulaciones que valieran.
-De todos modos, eres
increíble – Insistió calladamente, bajando la mirada.
-Agáchate – Le dije mientras me acercaba al camastro.
Embry me miró extrañado
pero obedeció.
Procedí entonces a
subirme en sus hombros tal como hice antes, pero mucho más cuidadosa de no
poner mi entrepierna cerca de su rostro.
-Estás firme? –
Preguntó rodeando mis pantorrillas con sus manos para estabilizarme. El calor
que irradiaba se sentía maravillosamente reconfortante.
-Lista – Le dije
hundiendo mis manos en su cabello, sin jalar, sino simplemente para centrar mi
equilibrio… Y porque no resistí la tentación de enredarlo entre mis dedos… Su
cabello era levemente ondulado, muy distinto al de los demás chicos de La
Manada, lo que agregaba más cuestionamientos a su historial genético.
Hicimos equilibrio y
no nos demoramos nada en sacar las grullas del techo, y luego sin decir palabra
me ayudó a bajar y a quitar las que colgaban de la pared.
Metimos toda la basura
en el cooler, envié un mensaje a Jake y nos sentamos a esperar.
Yo esperaba que ahora
que saldríamos libres Embry estaría contento, pero en lugar de eso se empezó a
retraer más y más, y no me gustó.
-Hey! – Dije apretando
su mano – Ánimo, ya somos libres!
Se encogió de hombros.
-Em, si no me dices
que te pasa, cómo te puedo ayudar? – Susurré para que nos hermanos granjeros no
nos escucharan.
Silencio.
-Em… - Insistí.
Silencio.
-Embry! – Exclamé, y
lo pellizqué en el brazo inútilmente, porque no tenía grasa que agarrar.
-Qué? – Preguntó sin
mirarme.
-Qué te pasa? Es que
no quieres ir a mi casa? - Pregunté.
-No realmente, no… -
Admitió – El Jefe no sabe de tus planes y no creo que le guste mucho la idea…
-Charlie va a estar
feliz de tenerme bajo su techo y con respecto a la cabaña, es mía para hacer lo
que se me ocurra. Quédate unos días, sí? Si no te gusta no tienes que quedarte,
pero dame una oportunidad…
Su mirada estaba angustiada
y llena de conflictos, pero luego de una pausa que se me hizo eterna, asintió.
Y no volvió a decir
palabra hasta mucho rato después.
oooOooo
Embry POV
Darle una oportunidad…
Mierda! Es que Bella
no tenía una puta idea del control que había requerido para comportarme como un
ser medianamente civilizado con ella alrededor, tocándome, cuidando de mí, y
montándose sobre mis hombros, con la entrepierna a centímetros de mi cara para
colgar sus jodidas grullas en el techo?
Era irresistible, el
canto de una sirena, pero pude componerme y comportarme actuando como un idiota,
lo que al menos es mejor que como un pervertido, pero de todas formas casi
pierdo toda semblanza de control cuanto sentí el aroma y el calor de su sexo junto
a mi boca.
Era peor de lo que
podía haber imaginado.
Mil veces más
poderoso.
Mil veces más
embriagador.
Creí que los huesos de
mis manos se pulverizarían por la fuerza que usé apretándolas, que mis muelas rechinarían
audiblemente, o que mi cuerpo dejaría de obedecer a mi cerebro para doblegarse
a instintos más primarios…
Años deseándola, años
alejándola, y ahora estaba encerrado con ella en una celda, sin poder escapar
de su influjo, accediendo a lo que se le ocurrió pedirme, aunque sabía
perfectamente que era una muy mala idea.
Vivir a su lado.
Trabajar a su lado.
Algo tendría que
ceder, una cosa era fingir calma y compostura un par de horas a la semana y
otra muy distinta es hacerlo 16 horas al día.
Cada día.
Qué sucedería cuando
el control fallara? Cuando por unos segundos se deslizara mi careta y ella
comprendiera quién es para mí? Lo que significa en mi vida?
Me pedirá que me vaya,
por supuesto…
Lo que me dejará una
vez más sin trabajo o un lugar donde dormir.
Y si se enterara Jake
perdería a mi mejor amigo y a mi más férreo defensor. Sin él, la vida en La
Reserva será diez veces más dura.
Pero no le puedo decir
que no a Bella…
Ella me llama y yo la
sigo, suyo, incondicional, jugándomelo al todo o nada sin que ella ni se
entere.
-Vamos? – Estira su
pequeña mano hacia mí. Y no hay una decisión de por medio, no hay una
evaluación de lo correcto o lo conveniente. Simplemente la tomo sin vacilar.
-…Y nos vamos a tener
que apretar, pero como tú eres el más grandote te vas adelante con Charlie y yo
me voy atrás con Hugh y Carl como los delincuentes – Me dijo sonriendo, esperando una respuesta.
Caí en cuenta que me había hablado por al menos un par de minutos sin que yo
diera señales de vida inteligente, así es que me limité a decir
-Ajá.
Eso fue mi aporte a la
conversación.
Que pedazo de idiota!
-Me das las llaves del
auto mientras terminas de ordenar? – Dijo Bella a Charlie estirando su mano libre.
Él la miró extrañado y
luego estudió a la extraña procesión que la seguía: Yo de su mano, Hugh y Carl
detrás.
-Donde crees que vas? –
Preguntó Charlie.
-Ya te dije que a
casa! - Dijo Bella metiendo la mano en el bolsillo de la chaqueta de Charlie,
que descansaba colgada en su silla.
-Deja niña! – Dijo Charlie
dándole una palmada en la mano curiosa – Ya te dije que los bolsillos ajenos
son privados, cualquier día te vas a encontrar con algo que no te guste y no te
pienso ayudar.
-Llaves! – Insistió ella.
Charlie se las descolgó del cinturón – Tengo que ir al supermercado, te importa
si vamos en la patrulla y te pasamos a buscar de vuelta?
-Ir ustedes cuatro al
supermercado en mi patrulla? – Preguntó Charlie – Tú conduciendo mi patrulla?
Por ningún motivo, anda a pie, está a tres cuadras.
-Que poco colaborador –
Dijo Bella haciéndole un desprecio que sacudió su coleta, pero de inmediato se
giró para preguntarle – Algún encargo?
-“Toppling Goliath
Mornin’ Delight” – Respondió Charlie – Y recuerda, en botellines, no en latas.
-Agh, no te puede volver
a gustar la “Budweiser”? – Preguntó Bella fastidiada, pero no en serio, más
bien jugando con una eterna discusión.
-La “Bud” es para
quienes no han desarrollado su paladar y no conocen nada mejor – Respondió Charlie,
fanfarrón.
-Me vas a hacer ir a
la licorería? – Preguntó Bella.
-Sep – Respondió Charlie
– Todas las cinco cuadras.
-Y regresar cargada y
a pie? – Bella hizo un exagerado puchero y se puso la mano en la frente como
una damisela a punto de desmayarse.
-Sí, y si no te apuras
van a tener que caminar hasta la casa, me voy a las cinco en punto – Dijo Charlie
con una pequeña sacudida de bigote, que escondía una sonrisa.
-Está bien – Dijo Bella
suspirando dramáticamente y aún sin soltar mi mano – Podemos salir?
-Adelante – Dijo Charlie
apuntando la puerta.
Nos apresuramos a
salir del recinto antes de que se arrepintiera.
-Aire puro! – Aspiró Bella
abriendo los brazos, como si llevara años presa – Huelen la libertad?
Carl y Hugh aspiraron
y arriscaron la nariz.
-Huele a la pizza de
los armenios! – Dijo Carl.
-Agh! Y parece que la
basura de hoy está extra podrida – Dijo Hugh.
-Dividámonos las
tareas – Dijo Bella – Hugh y Carl al supermercado, aquí está la lista de lo que
hay que comprar y esta es mi tarjeta, la clave es 1134206.
-Le das tu clave a
extraños? Estás loca? – Preguntó Carl diciendo exactamente lo que yo pensaba.
-No me vas a robar, y
si me robas ya sé dónde vives y Charlie te va a meter preso para siempre – Dijo
Bella encogiendo los hombros.
-Repíteme la clave, se
me va a olvidar! – Dijo Hugh.
-1134206, es “go to
hell” (*Vete al infierno”) deletreado en la calculadora, imposible de olvidar –
Dijo ella – Nos vemos aquí en quince minutos!
Y Comenzamos a caminar
por las calles desiertas, con Bella bien aferrada a mi brazo y yo sin ni
respirar para que ella no se retirara.
-Estás tenso, todo tieso,
estás incómodo? – Preguntó de pronto.
-No... – Respondí como
un tarado. Por qué no podía decirle más de cuatro palabras seguidas? Por qué me
sentía tan inadecuado? Por qué no podía tocarla y jugar con ella como todos los
demás?
-Sé que no te gusta
que te toque… – Dijo ella suavemente – Pero hace frío, y no pensé que te
molestara… Sólo por esta vez.
-No es eso – Dije. No es eso, es que te amo como un desquiciado,
es que tocarte un poco no es suficiente, es que te deseo como a nadie… Pero
no, sólo pude decir “No es eso”.
Con razón piensan en
La Reserva que soy un al menos parcialmente idiota.
-Qué es? – Preguntó ella de frente a mí y mirándome a los ojos.
-No… No estoy
acostumbrado – Balbuceé – Pero eso no significa que no me guste… - Dije con voz
casi inaudible. Mierda!
-Está bien entonces si
tomo tu mano? – Preguntó y yo asentí. Ella enlazó sus dedos con los míos.
-Y tu brazo? –
Preguntó balanceándose levemente, como si la mera inmovilidad le hiciera perder
el equilibrio.
Asentí.
-Si hago algo mal me
lo vas a decir? Aunque sea difícil hablarme? – Preguntó.
Asentí nuevamente. Lo
que ella quisiera, como ella quisiera.
Y caminamos en
silencio hasta la licorería, donde Bella compró los botellines de cerveza de
Charlie y un montón de cerveza ordinaria en lata para “el resto de los plebeyos
con los paladares atrofiados”.
-Realmente me gustaría
que Charlie dejara de ser tan snob con su cerveza, sabes que el pobre señor de
la licorería la encarga sólo para él? – Preguntó Bella, asumo que retóricamente.
-Antes bebía cerveza
normal – Dije recordando todas las veces que lo vi beber con Billy en La
Reserva.
-Claro, eso antes de
ir a la celebración del Oktoberfest del año pasado en Olimpia. Había una
degustación de cervezas artesanales y él por supuesto que las probó todas, y
decidió que de ahí en adelante no bebería otra cosa que esta jodida “Mornin’
Delight” – Dijo levantando el six pack que cargaba. Yo llevaba el resto – Creo que
si pudiera hasta se lavaría los dientes con ella.
Sonreí y no supe qué
responder, buscando desesperadamente una respuesta rápida y graciosa como las
de Jacob, que siempre tiene un chiste o comentario irónico listo para ser
lanzado. Hurgué en mi cerebro hasta que fue demasiado tarde, así es que seguimos
en silencio hasta encontrar a los granjeros marihuaneros, que estaban apoyados
en la pared del supermercado, rodeados de bolsas.
-Tienen todo? – Preguntó
Bella. Ambos asintieron.
-Me vaciaron la cuenta
corriente? – Preguntó. Ambos negaron con la cabeza – Bien, al Charliemovil! –
Exclamó, y nos dirigimos a la estación de policía.
Charlie estaba listo,
así es que metimos todas las compras en el maletero, yo me senté junto a
Charlie (que no estaba muy contento con el arreglo) y Bella atrás, sentada
entre Carl y Hugh.
Llegamos a la casa y
todos ayudamos con las bolsas, y cuando todo estuvo en la cocina ella dio un
suspiro satisfecho y me dijo frente a todos, fuerte y claro
-Bienvenido a casa!
-Gr… - Es todo lo que
alcancé a decir antes de que Charlie rugiera
-QUÉ???
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He ahí, la prueba de que regresé.
Espero les haya gustado, un
abrazo.
Ah! Y porfis comenten!
Super genial que por fin hayas actualizado este fic, estaba que no me la creia, pero ya que lo lei, :( se termino tan rapido. En verdad que escribes super bien, pero en serio en serio mas largo :´(
ResponderBorrarMe encanta esta trama de bella y embry, no puedo esperar a que explote su bomba de amor y locura :) plis plis inspiracion no te vayas :)
Sigue asi echandole ganas, que en verdad se te lee y se te aprecia tu increible habilidad para escribir y compartirnos un poco de ti.
y Maná por favor sigue iluminando la mente de esta chica :)
saludos.... nos leemos siempre!