Hola, gracias a todas por su apoyo, esta historia ha llegado al corazón
de muchas que quieren adoptar a Embry y hacerlo feliz, lo que me hace tratar de
actualizar más rápido, para que no lo echen de menos.
Este capítulo es bastante revelador, ustedes dirán.
Un abrazo y sigan comentando!
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Este fic participa del Reto Anual "Te proponemos un
longfic" del foro "Sol de Medianoche"
Disclaimer: Nada relacionado con la Saga Twilight me pertenece.
N° de Palabras: 3.558
Palabras Usadas: -
Emoción Usada: -
Imagen Elegida: Manada Quileute.
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Bella me regaló una
sonrisa un poco temblorosa, en sus ojos aún quedaban lágrimas sin derramar, y
con movimientos agonizantemente lentos, cerró la distancia entre nosotros y me
besó.
Capítulo 8
…'Cause I've had the time of my life
And I owe it all to you
I've been waiting for so long
Now I've finally found someone
To stand by me
We saw the writing on the wall
As we felt this magical fantasy
And I owe it all to you
I've been waiting for so long
Now I've finally found someone
To stand by me
We saw the writing on the wall
As we felt this magical fantasy
Now with passion in our eyes
There’s no way we could disguise it secretly
So we take each other’s hand
'Cause we seem to understand the urgency…
There’s no way we could disguise it secretly
So we take each other’s hand
'Cause we seem to understand the urgency…
"(I've Had) The Time of My Life" / Bill Medley, Jennifer
Warnes
Embry POV
Y así es como sucedió…
Mi primer beso de verdad…
Nunca antes había besado a una chica en el sentido romántico
tradicional, aunque sí había robado un par de besos durante juegos de la
infancia como “la botella” o “siete minutos en el cielo”. Nada más que un par
de torpes caricias, claro… Y sobre el sexo… Bueno, por mucho que me pese
admitirlo, no había una vida sexual de la que hablar.
Mi timidez y baja autoestima hicieron imposible que me
relacionara con el sexo opuesto antes de los 16 años. Aún no me desarrollaba y
mi falta de credenciales no me hacían precisamente popular entre las chicas de
la cerrada comunidad de La Push, sino más bien afectaba la percepción que todos
tenían de mí en la escuela…
Era y seguía siendo un chico solitario, aislado, y el blanco
de interminables burlas que sólo se acallaban parcialmente cuando Jacob estaba
cerca, siempre dispuesto a enfrentar a los matones de turno.
Me pasé mi adolescencia recibiendo y distribuyendo palizas,
y si no hubiera sido por Jake y Quil que más de una vez se lanzaron a mi rescate,
me habrían pateado el trasero al menos un par de veces a la semana.
Cuando estaba por cumplir los 17, y ya cercano a la meta de
salir del colegio de una buena vez para empezar una nueva vida en otra parte, regresó Bella a Forks para romper mi corazón, y
meses después me convertí en lobo, haciéndolo todo mucho peor, y mil veces más
confuso…
Y a pesar de que sabía que soñar con Bella no me crearía más
que pesar y dolor, no lo pude evitar.
Y sí, por supuesto que mis hormonas estaban revolucionadas,
y como cualquier chico adolescente pensaba en sexo el día entero, pero antes de
Bella nunca consideré seriamente que alguna chica me permitiera tocarla, y
luego… Luego cada vez que pensaba en sexo lo hacía con ella en mi mente, siempre ella protagonizando mis fantasías…
Imaginar a otras se me hacía casi un sacrilegio, y pensar en estar con otra hasta me daba un poco de
asco.
No es que no lo haya intentado.
Cuando con el tiempo Bella comenzó a salir con Jacob, yo
apenas podía resistir el dolor, los celos y la culpa, y fui varias veces con
Paul a emborracharme en los bares de Port Ángeles.
La parte del alcohol la manejé sin problemas, pero nunca
pude resistir que una zorra me pusiera las manos encima, y menos se acercara a mi
rostro… Todas olían igual, a perfumes dulzones, alcohol, cigarrillos y
feromonas.
Bastante similar a como huele mi mamá, ahora que lo pienso…
En cambio Bella siempre olía limpia y fresca, no enmascaraba
su esencia con productos químicos y su aroma natural era todo lo que necesitaba
para calmarme y volverme loco de necesidad.
No me quedó alternativa…
Cada vez me fui alejando más al comprender que mis
reacciones físicas se hacían más y más pronunciadas. Evité estar con ella a
solas, evité hablarle directamente, evité mirarla a los ojos, y mi
ensimismamiento se convirtió en la tónica. Ya ni la telepatía con los demás
miembros de la manada era un canal abierto de comunicación. Yo no era como los
demás, no pensaba como los demás y evitaba a toda costa la invasiva intimidad
de dos o más mentes conectadas.
Es por todo esto que hasta que mi madre me echó de la casa yo
nunca había tocado a Bella realmente, no como los demás en La Manada, ni
siquiera de forma casual, y mucho menos como quería hacerlo.
Por eso ahora, este beso, era un asunto absolutamente
apartado de la lógica y la razón…
El beso que ella me regalaba…
Porque quería “probar
algo”.
Yo, como un imbécil, al principio no supe cómo reaccionar, y
los primeros segundos me paralicé como un idiota mientras ella depositó un
casto beso en mi labio inferior y luego otro en el superior, sin dejar de
mirarme para observar mis reacciones. Cuando se aseguró de que si bien no
respondí al menos no me alejé, hundió sus dedos en mi cabello y entreabriendo los labios lamió mi labio
inferior, despacio, tortuosa, sensual… Dios!
Combustión espontánea,
aquí voy.
Entonces cerró los ojos y suspiró satisfecha sin retirarse,
y yo no me pude contener más.
Todo su cuerpo estaba ya entre mis brazos, pero de todos modos la apreté un poco más fuerte, y
al sentirme responder ella emitió un sonido bajito, parecido a un ronroneo, que
terminó por derribar mis barreras haciéndome olvidar todas las razones por las
cuales esta era una mala, mala idea.
Lo que vino después es difícil de explicar… Quisiera decir
que la besé con la maestría de un amante experto, pero la verdad es que tomé
control de los besos a fuerza de necesitarla, de querer poseerla y someterla
para evitar que se escapara, para no romper el contacto jamás.
Gracias a la telepatía compartida con mis hermanos sabía la
teoría y la técnica, pero la práctica es muy distinta cuando se tiene a un
medio distractor como Isabella con el que lidiar, restregándose contra mi
cuerpo.
Debo reconocer que una vez que Bella consiguió que yo
reaccionara me entregó las riendas para guiar el ritmo de nuestras caricias,
pero yo no me estaba comportando de la forma sensual y controlada que hubiera
querido demostrar, porque todo era un tumulto en mi interior, con voces gritando
a todo pulmón: “Tómala”, “Márcala”,
“Bésala”, “Abrázala”, “Lámela”, “Muérdela”, “Ámala”, “Ámala”, “Ámala”…
Una parte de mí quería recostarla en la arena y cubrirla con
mi cuerpo, pero me di cuenta de que hacía demasiado frío y ella necesitaba
estar rodeada de mi calor, así es que traté de reacomodarla para quedar más cómodos
de modo de no forzar su delicado cuello.
Con todo y lo torpes que fueron esas primeras caricias, ella
no dejó de responder, y se movió hasta quedar a horcajadas sobre mis muslos,
presionando su pecho contra el mío, prácticamente sentada sobre mi erección.
Por favor, que no me
haga acabar en los pantalones… Una cosa es que pensara que soy un amante
medio bruto o no muy talentoso y la otra es que pensara que soy un eyaculador
precoz.
-Bella! – Gemí sin querer, un sonido desesperado que se
escapó de mis labios.
-Embry… - Ronroneó ella, y deslizó su boca desde mis labios
hasta mi cuello, repartiendo dulces besos y lamiendo mi piel.
Por favor no acabes,
no acabes, no acabes, concéntrate, enfócate…!
-Bella… - Jadeé al fin, odiándome por lo que iba a decir –
Estás segura de que esto es lo que quieres?
-Besarte? – Preguntó mirándome a los ojos y luciendo una
sonrisa diabólica que hacía infinitamente sexy su rostro angelical.
Asentí.
-Si… Quiero besarte muuucho más - Dijo sin vacilar, coqueta,
ordenando inútilmente el cabello que me estaba cayendo sobre los ojos – Lo
quieres tú? – Preguntó súbitamente vulnerable, luciendo más joven y pequeña.
Fruncí el ceño y no dije nada por unos segundos, tratando de
encontrar las palabras adecuadas para expresar mis emociones. Esto estaba mal,
no había duda, pero por fin tenía en mis brazos a la mujer que amaba, a la
única persona que había amado en toda mi vida… Por ella estaba dispuesto a
morir y a matar, pero estaba dispuesto a traicionar a mi mejor amigo? Ella
hacía años que no estaba con Jacob, me constaba que no lo quería de regreso, no
era como si le estuviera levantando a su novia, pero de todos modos sería una
traición…
Mi silencio no fue bien recibido…
Los ojos de Bella se llenaron de lágrimas, se puso de pie violentamente
y retrocedió, tratando de alejarse de mí.
Desesperado, no atiné más que a extender mi brazo, tomarla
de la muñeca, y obligarla a girarse, haciéndola perder el equilibrio y
haciéndola caer sobre la arena. Ella se debatió tratando de liberarse de mi
agarre que inmovilizaba sus manos por sobre su cabeza, pero yo la aplasté
parcialmente con la parte superior de mi cuerpo, haciendo que cualquier
esfuerzo por alejarse le resultara inútil.
Bella por fin dejó de luchar, callada, jadeante y lanzando
rayos por los ojos, pero a pesar de su furia parecía a punto de echarse a
llorar.
-Te amo! – Exclamé con un grito desgarrado – Bella, no te
vayas… Te amo… - Le dije en un susurro.
Traidor…
Bastardo traidor…
Le clavaste un puñal en
la espalda a tu único amigo…
Bella abrió los ojos asombrada.
-De verdad? – Preguntó con un hilo de voz, estudiando mi
rostro atentamente.
Asentí avergonzado.
Evité su mirada.
Mañana cuando el
efecto de los brownies haya pasado, se dará cuenta de lo que hizo y tendré que
largarme a la puta calle… En fin, fue hermoso mientras duró…
-Desde cuándo? – Insistió. Encogí los hombros. Desde siempre.
Solté sus muñecas, pero no la liberé de mi peso.
-Embry, desde cuándo? – Repitió tomando mi rostro entre sus
manos y guiando mi mirada a la suya.
-La primera vez que te
vi… - Admití renuente – Llevabas un vestido rosa y blanco y zapatos de charol que
tu abuela Swan te regaló y que Charlie te obligó a usar. Recuerdo que te
quitaste los zapatos en cuanto tuviste oportunidad… Charlie y tú estaban de
visita en casa de Jacob, y eras la cosa más linda que había visto… Todavía lo
eres – Agregué tristemente.
-El vestido rosa… - Murmuró para sí – Ese día jugamos en los
pozones y me caí al agua! Qué edad tenía? Unos 5 años?
-4 – Respondí sin dudar.
-No es posible que lo recuerdes! Tú tenías 3! – Dijo incrédula.
-Tengo memoria fotográfica – Respondí – Recuerdo en detalle
cada momento contigo.
-Oh Embry, por qué nunca dijiste nada? – Preguntó
acariciando mi mejilla, el enojo ya olvidado.
Hice una mueca y negué con la cabeza.
-Si me querías por qué me evitabas como si me detestaras? –
Insistió.
-Eras de Jacob… Aún lo eres – Dije sintiendo el peso de la
culpa sobre mis hombros.
-No soy de nadie, y mucho menos de Jacob! – Se intentó
cruzar de brazos, cabreada – Eso terminó hace años, y es más, nunca debió comenzar,
porque él es mi mejor amigo y yo creí que lo correcto era darle una
oportunidad, pero estaba equivocada…
-En su mente sigues siendo suya, y él es mi único amigo, y lo acabo de
traicionar… - Dije rodando para liberarla hasta quedar de espaldas en la arena,
y cubrí mi rostro con mi antebrazo.
-Embry… - Suspiró – Embry mírame! – Ordenó, y yo obedecí a
mi Alpha – Embry… Tú me gustas, sí? Agh!
Ojalá hubiera una manera distinta de hacer las cosas… Cuando vine a buscarte no
pensé que tendría que hacer una declaración formal de intenciones, y menos
estando bajo la influencia de sustancias ilícitas, pero bueno, no importa, así
es la cosa… - Pausó y delineó el arco de mis cejas con sus pulgares y yo cerré
los ojos disfrutando de esas caricias – Llevo años tratando de llegar a ti, sabes?
Años queriendo acercarme mientras tú me rechazas… Yo… Yo entiendo tus razones
si quieres que nos olvidemos de lo que pasó aquí y quieres mantenerme como una
amiga más, te prometo que nada va a cambiar, pero antes de tomar esa decisión, no
crees que ya es hora de que busques tu propia felicidad? Y no crees que ya es
hora de que yo tenga un novio de verdad? Uno que no tenga que luchar por no
matarme cada vez que me ve, o uno que me den ganas de besarlo y no de ver tele
basura y comer pizza todo el día…?
-Quieres… - Me costaba decir las palabras. Estaba
alucinando, seguro. Pronto despertaría, solo, en el bosque, sin prospectos ni
futuro… Y claro, sin Bella – quieres ser mi novia?
-Quiero ser tu algo… – Dijo apoyando su mejilla en mi
corazón, y se abrazó a mí.
-Isabella, quieres ser mi novia? – Repetí. Necesitaba estar
seguro de que estábamos en la misma página.
Ella se giró y se recostó perpendicular a mi cuerpo,
apoyando su codo en mi estómago y la cabeza en su mano.
-Me amas? – Preguntó.
-Te amo – Respondí.
-Entonces soy tuya – Respondió con una sonrisa serena – Ahora,
te puedo besar?
Me encandiló otra vez. Su belleza, su personalidad, su
inteligencia, su corazón… Todo para mí. Era posible?
Asentí.
Ella se acercó muy despacio y cuando estaba por tocar mis
labios mi cerebro vomitó una frase para el bronce
-Hoy fue mi primer beso… - Dije de la nada.
Ella se congeló sin llegar a besarme.
-Nuestro primer
beso? – Preguntó.
Negué con la cabeza.
-Nunca has tenido novia? – Susurró.
Negué con la cabeza.
-Nunca besaste a una chica? – Continuó.
Negué con la cabeza.
-Nunca… - Vaciló – Nunca estuviste
con una chica?
Negué con la cabeza, esta vez más lentamente, humillado,
pero era mejor que ella lo supiera todo antes de embarcarse con alguien como
yo.
-Cómo es posible? Eres… Eres… - Luchó por dar con el
adjetivo correcto.
-El bastardo de alguno de los hombres más “respetables” del
pueblo, el hijo de una zorra, nadie de La Push se metería conmigo, y luego,
cuando crecí y te volví a ver, me di cuenta de que no había otra, no quiero a
otra… - Me callé. Estaba hablando demasiado.
-Me regalaste tu primer beso… - Dijo sonriendo.
Asentí.
-Más bien te lo robé… - Corrigió frunciendo el ceño.
Encogí los hombros, estaba bien por mí.
-Quisiera haberlo sabido… Quisiera poder haberlo hecho
especial… - Acarició mi mejilla con sus nudillos.
-Me besaste, Isabella – Dije extrañado. Especial? De qué demonios estaba hablando? – No hay nada más
especial que eso.
-Dios! Embry, si tan sólo hubieras hablado antes… - Me
abrazó con fuerza, y yo automáticamente rodeé su delgado cuerpo para darle
calor y darme valor.
-No hubiera cambiado nada, tú estabas enamorada de tu
vampiro y Jacob de ti… Yo no me iba a tratar de interponer… - Dije besando su
cabello, maravillado de poder realizar una acción tan simple libremente.
-Quizás tienes razón – Suspiró – Me cuesta creer que si no
hubiera sido por lo del problema de la semana pasada con tu mamá, seguirías sin
hablarme, seguirías durmiendo en el bosque, seguirías solo… - Se le quebró un
poco la voz y suspiró – Esto no cambia las cosas – Dijo en tono más firme – Tú
sigues siendo mío, mi Manada, está claro?
-Sí Alpha – Murmuré con una sonrisa satisfecha, deslizando
la yema de mis dedos por su espalda.
-Sabes? Desde hace mucho tiempo que tenía la idea de que me
gustaría que me tocaras, de que me gustaría tocarte, y nunca me atreví a
hacerlo porque pensé que no te gustaba el contacto físico – Dijo acurrucándose
aún más contra mí.
-No evito el contacto físico en general, sólo el tuyo –
Aclaré.
-Pero ya no más, verdad? – Preguntó.
-Ya te lo dije, te amo, soy tuyo – Respondí simplemente.
-Sí, lo eres – Besó mi clavícula y fue subiendo por mi
cuello hasta el lóbulo de mi oreja, que mordisqueó suavemente.
No acabes, no acabes,
no acabes…
Esto se sentía mil veces mejor que cualquiera de mis sueños
eróticos, porque en mis fantasías nunca pude conjurar al mismo tiempo su olor y
su calor, no supe imaginar la suavidad de su piel, la delicadeza de sus labios
o el sabor de su boca.
No, esto era lo mejor que me había pasado en la vida, y era
magnífico darme cuenta de ello mientras aún estaba sucediendo.
oooOooo
Poco después decidí que debíamos regresar a casa. Hacía frío
e Isabella tenía los pantalones húmedos y no llevaba chaqueta, por lo que
después de cierta insistencia de mi parte, la convencí de ponerse de pie y
caminar conmigo.
Mi inexperiencia en estos asuntos era tal que no sabía si
ofrecerle mi mano, abrazarla o simplemente comenzar a caminar cada uno por su
lado, pero nuevamente ella tomó la iniciativa entrelazando su mano con la mía.
Mi mano envolvió la suya, y en cuanto dimos los primeros,
pasos ella comenzó a balancear las manos unidas, como si fuera una niña
pequeña.
Anduvimos en silencio, cada uno sumido en sus propios
pensamientos hasta que escuché una débil melodía, algo que Bella tarareaba para
sí.
No quise decir nada, disfrutando de su voz y tratando de
identificar la tonada, que se me hacía conocida, pero era difícil de
identificar porque Bella no es una cantante muy afinada.
-…Ay arriba, ay arriba… - Canturreó pasados unos minutos.
-Isabella – Dije sin poder contener mi curiosidad – Qué
estás cantando?
-No estoy cantando, estoy tarareando en mi cabeza – Dijo
enrojeciendo.
Nos detuve y la acerqué a mí rodeando su cintura, y muy
despacio me agaché para besar sus labios. Dios! Era tan pequeña!
-Mmmmmh – Dijo con una sonrisa soñadora y los ojos cerrados.
-Qué cantabas? – Susurré sin despegar mis labios de los
suyos.
-“La Bamba”, de “Los Lobos” – Respondió y alzó sus manos
para enredarlas en mi cabello – Siempre se me pega esa canción, desde hace
años, y a veces la canto en mi cabeza por días a la vez… Al principio me
parecía gracioso, después molesto, y ahora ya ni siquiera me doy cuenta de que
lo estoy haciendo…
-Eres increíble – Reí sin poder creer mi buena fortuna – Te
dije que te amo?
-Nooooop, pero me encantaría escucharlo – Respondió.
-Te amo Isabella
Swan! - Declaré fuerte y claro - Y dios quiera que lo recuerdes mañana… –
Agregué muy bajito.
oooOooo
Al acercarnos a la camioneta Bella estaba casi durmiendo de
pie, como los caballos, así es que la tomé en mis brazos sin perder el paso y
ella se acurrucó en mi pecho.
Salí de la playa hacia el camino y me encontré con Seth, que
arrastraba a Brady, quien lucía un poco verde.
-Está bien? – Me preguntó Seth, alarmado.
-Bien, sólo está durmiendo – Murmuré – El cansancio de la semana
y los brownies fueron demasiado para ella.
-Jodidos brownies! – Exclamó Seth – Son de temer! Más
poderosos que cualquier cosa que nos haya dado el viejo Quil.
-Brady está así por los brownies? – Pregunté. Si era así
Bella había envenenado a casi todos los lobos de La Reserva.
-Naaah, es por todo el ron que trajeron de contrabando. Los
demás cachorros están igual o peor. Sam les va a patear el trasero mañana,
cuando puedan entender por qué les están gritando – Dijo sacudiendo un poco a
Brady.
-Agh! – Dijo Brady y comenzó a palidecer aún más.
-Nos vemos Seth – Me despedí caminando rápidamente de modo de
evitar las pirotecnias estomacales de Brady.
Abrí la camioneta y senté a Bella en el asiento del
pasajero. La amarré y di la vuelta hacia el lado del chofer.
Ya recuperaría después los zapatos vomitados y las bandejas
de los brownies, lo importante era Isabella.
No nos cruzamos con nadie más.
oooOooo
Al llegar a casa abrí la puerta y subí las escaleras cuidadosamente,
para dejar a Bella en su cuarto lo más silenciosamente posible.
Entré a su habitación y cerré la puerta tras de mí. Luego la
senté en la cama y traté de despertarla. Ella no quiso cooperar.
-Bella, tienes que ponerte pijama – Le dije al oído – Tus
jeans están mojados…
-Mmmmmh … Durmiendo… – Dijo sin abrir un ojo, y abrazó su
almohada.
-Bella, por favor… - Rogué – Despierta, sólo un momento…
-Shhhhhhh! – Me silenció – A esta hora la gente está
descansando… - Balbuceó en tono de regaño.
-Mierda! – Exclamé sin saber qué hacer. Dejarla dormir con
jeans mojados no era una opción, pero desvestirla tampoco lo era, o sí? Los
jeans mojados le podían causar pulmonía, el que yo le pusiera el pantalón de
pijama era totalmente inofensivo, no es como si no la hubiera visto en bikini…
Pero claro, ahora tendría que tocar…
-Mierda! – Repetí tanteando debajo de su almohada hasta dar
con un pantalón negro de franela con estampado de calaveras de color rosa.
Luego desabroché los jeans y bajé el cierre tratando de mirar y tocar lo menos
posible. Si alguna vez llegaba a tocarla ahí sería con Bella totalmente
consciente de sus actos.
Y luego vino la parte realmente tortuosa: Deslizar los
pantalones por sus piernas. La mezclilla mojada se adhería a su piel y era muy
difícil removerla sin tironear las piernas de Bella, pero con paciencia lo
logré.
Sus piernas eran hermosas… Piel cremosa y líneas elegantes… Quise
ir a buscar mi croquera y dibujarla… Lo que me recordó una vez más que ella
estaba muy por encima de mí, y temí de nuevo que cuando despertara por la
mañana lo ocurrido esta noche se olvidaría.
Un escalofrío la recorrió y me di cuenta de que su piel
estaba fría y húmeda.
Le calcé el pantalón de franela y busqué en el primer cajón
de su cómoda un par de calcetines.
Cajón equivocado, ese era el de la ropa interior, y las
prendas que vi serían objeto de mis fantasías más adelante.
El segundo cajón contenía los calcetines, y escogí unos de
lana cruda, los más gruesos que encontré.
Cubrí sus pies con ellos y la metí en la cama, envolviéndola
como un burrito con los cobertores, de modo que conservara mejor el calor.
La miré dormir por un par de minutos, hasta que me sacudí
mentalmente y me obligué a largarme.
-Buenas noches Isabella – Dije besando su frente y
respirando el perfume de su cabello por última vez.
-Embry... – Murmuró sin despertar – Mi Embry…
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Ok, opinen, opinen, opinen! Me hacen bien los comentarios para mejorar
la historia, y no olviden que siempre tomo en cuenta sus sugerencias.
OOOhhhhhhhh... solo vi puros corazoncitos y miel en esta parejita, ya me lo contajiaron :)
ResponderBorrarMe encanto de principio a fin, excepto el puntito ese del final, porque quien querria que terminara :) nadie en su sano juicio, porque lo disfrute al 100....
Dime dime dime si en algun capitulo proximo estara bella en peligro? porque amo las escenas de proteccion y territorial al extremo :)
Y MI embry es tannnn ricooo, que siga así con esa fuerza que cualquier mujer desea ser aplastada :) por ella, por favor plis plissss que salga su lado salvaje y feroz y territorial con bella que tanto esconde, por favor por favor por favor.....mil por favor :)
Millon de Gracias por seguir actualizando en verdad, subes el animo y causas esos momentos de desestres.
Animo que aqui te sigo :)
Siento escribir desde Anonimo pero olvide mi contraseña :)
Y cuando entro y veo la actualizada quiero comentar :)
Que tengas un Felíz Día!!