Agh,
sólo les puedo decir que este capítulo me costó un montón, así es que espero me
regalen sus reacciones, que seguro las habrá.
Con respecto a una duda
recurrente, no, Embry NO HA IMPRIMADO en Bella. Ya vendrán los porqués,
paciencia!
Un abrazo y que disfruten.
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Este fic participa del Reto Anual
"Te proponemos un longfic" del foro "Sol de Medianoche"
Disclaimer: Nada relacionado con
la Saga Twilight me pertenece.
N° de Palabras: 6.365
Palabras Usadas: -
Emoción Usada: -
Imagen Elegida: Manada Quileute.
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Capítulo
13
Oh, it's
such a perfect day
I'm glad I spent it with you
Oh, such a perfect day
You just keep me hanging on
You just keep me hanging on
Just a perfect day
Problems all left alone
Weekenders on our own
It's such fun
Just a perfect day
You made me forget myself
I thought I was someone else
Someone good
I'm glad I spent it with you
Oh, such a perfect day
You just keep me hanging on
You just keep me hanging on
Just a perfect day
Problems all left alone
Weekenders on our own
It's such fun
Just a perfect day
You made me forget myself
I thought I was someone else
Someone good
Lou Reed / Perfect Day
Embry POV
Hermano?
Estaban hablando en serio?
Hermano?
Quil era mi jodido hermano? El viejo Quil, ese
anciano miserable que parece haber dedicado su vida a marcar la diferencia
entre los otros lobos y yo y a demostrar mi inferioridad, era mi abuelo?
Alcancé a correr sólo hasta el borde del bosque,
sabiendo que no me podía transformar para evitar la mente comunitaria de los
lobos, pero sí huir de Bella para que no me viera en esas patéticas
condiciones, pero al cabo de unos pasos me doblé en dos por los espasmos, me
retorcí con las arcadas, y comencé a vomitar.
-Ándate Quil, más rato te llamo, y pase lo que pase no
te transformes! – Exclamó Bella sobre su hombro, corriendo hacia mí.
-Pero yo… - Comenzó a discutir mi hermano.
-Ahora Quil! – Gruñó Bella emanando autoridad, casi
como el mandato de un Alpha, imposible de ignorar.
-Embry… - Murmuró al llegar a mi lado. Me abrazó con
un brazo, apoyando su mejilla en mi espalda y puso su mano libre en mi sudorosa
frente.
-Déjame – Dije tratando de empujarla débilmente,
sacudido por más arcadas, a esas alturas expulsando líquido, más que nada.
-Por supuesto que no! – Dijo indignada, y me apretó
más fuerte mientras murmuraba suavemente palabras de confort: recapitulaba
nuestros planes, me contaba su propia versión de nuestra historia, me decía lo
feliz que era a mi lado, y entre medio salpicó miles de "te amo",
aquellas dos palabras que por primera vez en mi vida estaban dirigidas a mí.
Me fui calmando de a poco, y momentos después ya no
quedaba nada en mi estómago, pero seguí jadeando, hasta que ella me tironeó
para recostarme en el pasto húmedo, con la cabeza en su regazo y mis brazos
rodeando su cintura.
Acarició mi cabello un largo rato sin decir nada.
Al final no pude aguantar más, y escondí mi rostro en
su estómago y rompí a llorar.
No me importó estar a escasos metros de mi almuerzo
pre-digerido.
No me importó que Bella viera mi lado más débil y
patético, porque ella entendía… Ella sabía quién soy desde siempre, ella no era
fácilmente intimidada, y ni el vómito ni las lágrimas afectarían sus
sentimientos hacia mí.
Esa certeza era increíble…
Lo que no significa que me sintiera orgulloso de
quebrarme de esa forma.
Es sólo que… Esta era la peor noticia que podrían
darme, el peor giro de esta telenovela que era mi vida.
Si me hubieran preguntado: "Embry, de toda la gente del mundo, viva o
muerta, con quién odiarías más estar emparentado? "
Mi respuesta habría sido sin dudar: "Fácil!
Con el Viejo Quil".
Entonces me habrían preguntado: "Eso es
incluyendo a Hitler, al presidente de Corea del Norte y a Skeletor (el enemigo
de He Man)?"
Y mi respuesta habría sido: "Seeeeep".
Y no sólo por las razones obvias, como que es un viejo
cabrón y desagradable, y ser su nieto implicaría ser hijo del padre de Quil, un
buen hombre al que yo no le convenía, al que se le derrumbaría la vida como
producto de mi mera existencia...
La verdad ni siquiera resentía los distintos estilos
de vida que nos tocaron, a Quil disfrutando de los privilegios de un niño sano
perteneciente a una familia bien constituida de clase media y yo… Con mi madre…
No, lo que me destrozaba era que ese hombre actuaba
con genuina maldad, focalizando su odio en mí, incitando a los demás a
aislarme, salpicando nuestras escasas interacciones con comentarios tan
despectivos y ofensivos que por un largo tiempo llegué a creerle todo lo que me
decía… Bastardo… Indigno… Basura sin raza ni orgullo… Todo eso era malo, pero el
pensar que él sabía que su odio se fundamentaba en
que era mi abuelo… Dolía…
Él siempre supo que yo era su sangre y aun así nos
negó ayuda cuando la necesitamos e influyó en El Concejo para que hicieran lo
mismo, más tarde negó mi petición de decirle a mi madre sobre La Manada para de
que yo no tuviera que vivir entrando a escondidas en mi propia casa. Su
argumento fue que ella no es una quileute, por lo que no tiene derecho a
nuestros secretos ancestrales; me ordenó destruir cada expresión artística que
manifesté en público, desde los dibujos con tiza en la calle hasta las
"esculturas" de mujeres dormidas en la playa.
Si todo eso fuera sólo porque él es un viejo de
mierda, podría encoger los hombros y olvidarlo, pero si era a sabiendas de que
llevo tanta de su preciosa sangre Ateara como Quil, entonces yo acusaba el
golpe, y me hacía daño.
Él siempre tuvo el poder, pudo haberme hecho las cosas
mucho más sencillas, o por último dejarme en paz, pero se ensañó para hacerme
consciente de mi condición de bastardo, de pobre, de paria en la pequeña
sociedad de La Tribu… Por qué? Para qué tomarse el trabajo de hacer las cosas
peor cuando ya de por sí eran malas con una madre como la mía…?
Poco a poco fui regulando mi respiración, y me di
cuenta de que no me quedaba más alternativa que usar la camiseta de Bella como
pañuelo. Ella no comentó, resignada a que este no era mi momento más sexi, lo
que era evidente considerando al vómito que nos rodeaba.
-Shhhhhh… - Acarició mi brazo – Estás un poquito
mejor?
Asentí, demasiado avergonzado para hablar.
-Vamos a la cabaña? Una ducha bien caliente te va a
hacer bien. Por primera vez desde que eres un lobo que nuestras temperaturas
corporales son parecidas… Será que te bajó la presión? Tal vez necesitas un
caramelo o un tazón de cereales!
No me moví ni dije nada. Estaba claro que haría lo que
ella dijera, por supuesto.
-Em, mírame – Me dijo.
Negué con la cabeza.
-Mírame! – Demandó.
Obedecí. Seguro mis ojos estaban rojos e hinchados.
-Te amo… - Dijo acariciando mi mejilla – Y cuando nos
vayamos de aquí nos va a dar lo mismo a quién estás o no emparentado. Los vamos
a dejar a todos ellos atrás, vamos a empezar de cero, en un lugar en el que
nadie sepa nada de ti salvo que tienes una novia que te ama y que eres un
maravilloso artista.
-Estaba pensando… -Dije sentándome, poniéndome de pie
y ayudándola a levantarse.
-Sí? – Preguntó entrelazando sus dedos con los míos.
-Tú sabes cómo siempre nos preocupó que Jacob nos
descubra y me ordene dejarte – Dije mientras caminábamos a la casa.
-Ajá, y para eso está la escopeta de Charlie – Dijo
como si nada entrando a la cabaña.
-Bueno, eso puede ser la opción dos – Dije ayudando a
Bella a desnudarse. No era un acto sensual sino de supervivencia. Ella estaba
helada y empapada… Y además yo me había sonado en su camiseta…
-La uno es obedecer? – Preguntó haciendo un exagerado
puchero que me dejaba claro que ella sabía que dejarla no era una opción.
-No, la uno es que no me encuentre. Si dejo de
transformarme definitivamente y evito encontrármelo o hablar por teléfono, no
va a tener cómo ordenarme que me aleje de ti… - Dije abriendo la llave de la
ducha. Bella la reguló mientras yo me lavaba los dientes hasta estar seguro de
que olía sólo a menta.
-No puedo creer que sea tan obvio! Y que no se nos haya
ocurrido antes! – Dijo Bella entrando a la ducha.
-Tenemos poco tiempo para planear… - Dije entrando a
la tina y pegándome al cuerpo de Bella para que me mojara el agua caliente.
Bella tomó una esponja y body wash y comenzó a lavar cada centímetro de mi cuerpo
– Yo he reunido muy poco dinero, pero al menos no tengo deudas, y…
-No pasa nada, eso ya lo había pensado hace tiempo. O
cómo crees que te habría propuesto irnos de aventura, tú a ser artista y yo a
estudiar? – Besó primero un pectoral y luego el otro, justo sobre mi corazón –
Ser bohemios no es gratis, querido! – Dijo dramáticamente.
-Cómo es eso? – Pregunté.
-Hace como un año y medio murió la tía de Charlie, mi
tía abuela Meg. Ella se casó y enviudó, pero no tuvo hijos, sólo un montón de
gatos y tres canarios, así es que al momento de hacer su testamento tenía sólo
dos potenciales herederos: Charlie y yo. Peeero, como ella siempre pensó que
Charlie era un idiota sin remedio por casarse con mi madre, terminé siendo su
heredera universal– Me dijo. Yo traté de seguir la historia sin
desconcentrarme, pero era casi imposible al ver su delicado cuerpo desnudo y
jabonoso.
-Nunca escuché de ella – Fruncí el ceño – Y pensé que
sólo en las novelas aparece un tío rico a salvar el día a última hora…
-Nunca hablábamos de ella porque yo la conocí de bebé
y la última vez que la vi debe haber sido como en la época en la que te conocí
– Me dijo – Además ella se murió hace tiempo, y no era millonaria ni mucho
menos.
-Pero te dejó algo? – Pregunté.
-Una casa que se caía de vieja y unos diez o doce mil
dólares después de la tajada del gobierno… - Encogió los hombros y la miré
sorprendido de que esto nunca hubiera salido a colación.
-Y qué hiciste con la casa? – Pregunté.
-Yo nada, pero la naturaleza se encargó del asunto...
Ella vivía en Kissimmee en Orlando, Florida. Tú sabes que a los viejitos les
gusta ese clima húmedo y caluroso, y un día hace menos de un año pasó un
huracán y destruyó todo lo que tocó, incluida esa casa y todas las porquerías
que no quiso el "Ejército de Salvación" inmediatamente después de su
muerte – Explicó encogiendo los hombros.
-Te quedaste sin casa? – Pregunté alarmado.
-Sep, pero mi tía tenía la casa estaba asegurada
contra todo evento y renovaba la póliza de forma anual, así es que me
contactaron de la aseguradora y me pagaron mucho más de lo que valía la casa
original. Además una cadena de farmacias quería instalarse en el barrio y
pagaron felices por un sitio tan bien ubicado.
-Y todo eso lo manejaste desde aquí? O viajaste? Por
qué no nos dijiste? – Pregunté un poco dolido. La muerte de un familiar era
algo serio, y el que Bella no lo compartiera me descolocaba. Qué más escondía?
-Todo lo manejó el estudio de abogados de mi tía, que
son unas aves de rapiña, por lo demás. No le dije nada a La Manada porque sé
que las cosas en La Reserva han estado difíciles, en cambio yo disfruto no sólo
de independencia para hacer lo que quiero e ir donde me apetezca, sino que
tengo un trabajo que me gusta y este dinero totalmente inmerecido y caído del
cielo, al que puedo acceder en cualquier momento en caso de necesidad.
-Pensaste que nos íbamos a poner celosos? – Pregunté frunciendo el ceño.
-No Em, pensé que se iban a agudizar nuestras
diferencias, y yo no quiero ser diferente – Dijo acunando mi mejilla en sus
manos.
Eso al menos lo podía entender…
Nos enjuagué por última vez y salí de la tina y la
ayudé a salir. Nos secamos y yo desenredé con cuidado el largo cabello de
Bella. Luego ella se lo secó con el secador de pelo y sin más nos dirigimos a
la cama, donde ella se ubicó en posición fetal y yo me amoldé a su cuerpo por
detrás.
-Qué pasó con ese dinero? Pagaste la deuda del banco?
– Pregunté siguiendo con la conversación que dejamos inconclusa.
-Nah, esa deuda ya estaba pactada y el interés estaba
establecido, así es que el pago anticipado no me ahorraría ni un peso. El
negocio produce lo suficiente para sustentarse, pagar la deuda y ganar un poco,
y el dinero de tía Meg está guardado esperando una ocasión como ésta – Dijo
abrazándose con mis brazos.
-Entonces es verdad? – Pregunté – Es posible? Irnos
pronto?
-Claro que lo es! – Dijo ella – Pensaste que todo este
tiempo estaba bromeando?
-No, pero suena tan irreal… - Comenté.
-Suena como nuestro destino volviéndose realidad -
Dijo Isabella en un bostezo, y antes de que se me ocurriera una buena respuesta
que darle, ella se quedó dormida.
Cuando sentí a Charlie llegar, me vestí y salí a
decirle que Bella estaba dormida en la cabaña, pero que la despertaría para la
cena familiar. Él frunció el ceño, movió el bigote, y gruñó algo que sonaba a
"Déjala donde está".
Volví a la cabaña y regresé a la cama, y pensando y
planeando no cerré los ojos hasta que vi las primeras luces del amanecer.
Por primera vez en mi vida tenía la felicidad al
alcance de mis manos… La podía sentir, la podía saborear… Podría aún deslizarse
ente mis dedos y escapar?
oooOooo
Al día siguiente trabajamos como siempre, y seguimos
nuestra rutina sin modificarla a pesar de que ambos moríamos por explorar en
internet posibles lugares donde vivir, universidades donde estudiar y la
promesa de una recién estrenada vida sexual junto a Isabella que iba más allá
de cualquier expectativa previa.
Pero nos contuvimos y trabajamos en vez de dejarnos
llevar, y nos enfocamos en "el compendio", la lista de mis obras con
su respectiva foto y sus datos.
El martes a la hora de almuerzo llamó Jake al negocio,
y me negué a contestar el teléfono para no arriesgar una orden Alpha. Llamó a
Bella a continuación, pero ella de verdad había salido.
Por la tarde hacía frío, y estábamos Bella y yo
sentados frente a la chimenea que lucía una buena hoguera. A todo nuestro
alrededor había montañas de papeles, y el laptop de Bella tenía muchas ventanas
abiertas, pero lo más importante es que en nuestras manos teníamos sendos
jarrones de chocolate caliente con malvaviscos.
Puede sonar ridículo, pero Bella me introducía muy a
menudo a cosas y situaciones básicas y hasta infantiles para todos los demás,
pero que yo no había experimentado en mi niñez o adolescencia. Por ejemplo,
nunca había probado ese brebaje, y se sentía como alegría y bienestar líquidos
deslizándose por mi garganta.
Gemí de nuevo.
Agh! Es demasiado delicioso! Y ésta que desapareció había sido
mi cuarta porción…
-Me tengo que poner celosa? – Preguntó Bella vaciando
su jarro de un sorbo, y antes de que tuviera ocasión de limpiarse, lamí su
bigote de chocolate.
-Tu bigote es tan sexi – Gemí cansado de tan
satisfecho – Amo cuando no te afeitas…
-Te gusta mi bigote? – Preguntó dejando en el otro
lado del sofá su jarro vacío – Sí? – Se sentó a horcajadas en mis muslos.
-Sí – Asentí.
-Sí qué? – Preguntó agarrando mi cabello en la nuca,
bruscamente. Por supuesto que no me podía hacer daño, yo apenas sentía el
tirón, pero era condenadamente sexi verla dominante, fuerte y segura de sí
mismo.
-Sí, princesa Bella – Respondí de inmediato. Esta no
era la primera vez que jugábamos, yo era el chico de los establos, como Wesley
en la película "La Princesa Prometida", otra cosa más de la que no
tenía ni idea hasta que ella decidió que era parte esencial de mi educación.
-Me vas a sacar los pantalones – Dijo – Despacio! No
he terminado – Ordenó deteniendo mis manos ansiosas - Los vas a bajar
lentamente por mis piernas, y vas a hacer lo mismo con mis bragas y mis medias
de seda – Dijo y sacudió los dedos de los pies, enfundados en un ridículo y
colorido par de calcetines de lana cruda tan gruesa que sólo los usaba después
de la ducha para estar en la casa, porque cuando se los ponía no le cabían los
zapatos.
Asentí con toda seriedad, demostrando que comprendía.
-Vas a besar mis pies muchacho, y te va a gustar –
Levantó una ceja a ver si yo aún estaba dispuesto a jugar.
Por supuesto que estaba dispuesto a jugar! La mujer
que amo quiere que bese sus pies? Me considero afortunado. Además los pies de
Isabella son la cosa más linda y pequeña, y pinta sus uñitas de colores…
-Sí princesa Bella – Asentí.
-Luego me vas a lamer hasta hacerme acabar al menos
mmmmh… Tres veces! Eres capaz de ejecutar la tarea? – Pregunto.
-Yo creo que sí… – Respondí tratando se ser honesto.
-Esa no es una respuesta aceptable! – Dijo furiosa,
haciendo ademán de ponerse de pie.
-Sí princesa Bella – Enmendé - Mi lengua y mis labios
son suyos para hacerla acabar las veces que quiera… - Dije tratando de no
sonreír.
-Humph!- Resopló en disgusto – Debería castigarte
obligándote a cogerme toda la noche pero sin permitirte ningún alivio…
-No…! Isabella, eres cruel… –Exclamé saliéndome de
personaje y agarrándola firmemente de las caderas – Princesa Bella – Me corregí
- Por favor déjeme acabar en usted… Dentro de usted… Sobre usted… - Era el
poderoso imperativo de marcarla como mía en cada ocasión disponible el que
demandaba esta acción.
-Vamos a ver qué tal son tus habilidades orales, y si
me complaces, lo pensaré - Concedió.
Suspiré aliviado.
oooOooo
Isabella había comenzado a desabrochar sus pantalones
tortuosamente lento, cuando escuchamos un golpeteo en la puerta de la cabaña.
-Embry, abre! – Gritó Quil.
Salté a abrir la puerta dejando a Bella sentada en la
alfombra, acomodando su ropa.
-Qué pasó? Estás bien? Pasa, siéntate – Señalé el
sofá.
-Mierda! – Jadeó – Correr como humano es mucho más
difícil – Se desplomó hasta recuperar un ritmo de respiración más adecuado para
hablar.
-Qué pasó, Quil? – Preguntó Bella ofreciéndole un
enorme vaso de agua.
-Todo es un escándalo, mucho peor del que se pueden
imaginar… El Consejo por fin desterró a la mamá de Embry y ella comenzó a
lanzar mierda, secretos e intimidades a quien quisiera escuchar. Los miembros
del Consejo llegaron incluso a proponer la ejecución o al menos un encierro
permanente.
-Todo por decir finalmente quién es el padre de su
hijo? – Preguntó Bella horrorizada, tanteando a ciegas en busca de mi mano. Yo
estaba tieso y como anestesiado, como si todo esto le estuviera ocurriendo a
otra persona, no a mí, no a mi madre… – Con razón la pobre no habló antes, si
ésta es la reacción que le esperaba…
Es cierto, yo detestaba a mi madre, pero eso no
significa que estuviera de acuerdo con que le aplicaran un castigo tan
inmerecido. Qué hay del cabrón de mi padre, quien quiera que fuera, el señor
Ateara u otro? Por qué no lo castigaban a él también?
-El único que ella permite entrar en su casa es a mi
eeeeh… A nuestro padre, pero no saca nada, porque él ni
siquiera es un miembro oficial del Consejo hasta que mi abuelo se muera, y su
influencia con los demás es mínima. Además mi mamá está furiosa con esto de que
él esté encerrado con otra mujer frente al resto de La Tribu… A ella le
importan las apariencias, y aunque papá no esté haciendo nada, humilló a su
esposa.
-Y a qué vienes, Quil? - Preguntó Bella – Qué
necesitas de nosotros? Tú sabes que Embry no tiene ninguna influencia sobre su
mamá…
-No, nada que ver con eso, a lo que vengo es a
advertirles que Jacob se enteró de lo de ustedes… Fue sin querer, de verdad, él
sabía que ustedes le ocultaban algo, y comenzó a sospechar de mí, o más bien de
que yo también le estaba escondiendo algo, así es que me dio la orden de transformarme…
No se demoró ni dos segundos en obtener sus respuestas y se enfureció al saber
que ustedes están juntos, pero cuando se puso feo el asunto es cuando vio la
marcación y la mordida… Se volvió loco! En serio, está poseído, es como otra
persona… – Susurró Quil asustado de que alguien lo escuchara.
-Cómo es eso? – Preguntó Bella.
-Gruñó, aulló, destrozó cosas, peleó con cada uno de
nosotros que trató de ayudar a contenerlo, incluyendo a los pobres cachorros,
(a los que les dio una paliza monumental), y estuvo a punto de ser avistado por
humanos atraídos por su escándalo – Relató frente a nuestra incredulidad - Nos
tomó un montón de esfuerzo subyugarlo parcialmente, pero Embry hermano, es
mejor que huyas de inmediato, porque yo alcancé a largarme para avisarles
mientras aún lo tenían sujeto, pero es cosa de que se calme un poco y recuerde
que nos puede ordenar soltarlo… Ándate Embry, Jacob no está
pensando racionalmente, y te quiere matar.
oooOooo
-Prepara tu bolso, nos vemos en cinco minutos en la
entrada – Dijo Bella después de besar mi mejilla. Luego salió corriendo y yo me
quedé hipnotizado mirando la puerta.
-Bolso! – Gritó Quil – Mejor una de éstas – Dijo
sacando de un cajón de la cocina una de las bolsas de basura de tamaño extra
grande y extra resistentes que compramos para recoger las hojas del jardín.
Quil corrió al closet y echó todo su contenido a la
bolsa, y luego fue al baño e hizo lo mismo con cada artículo, sin importar que
algunos envases aún estuvieran mojados o hasta mal cerrados.
Yo por mi parte eché en otra bolsa todas las carpetas
de mis pinturas cuidadosamente catalogadas, cuidando no arrugarlas, y el laptop
y cargador de Bella.
El resto lo podíamos reemplazar.
-Vamos! – Me empujó hacia el jardín, que estaba a
oscuras salvo por las luces de la cocina y el porche.
-Quil, tienes que creerme, yo no quería esto –
Murmuré. Jacob de verdad era mi mejor amigo, incluso llegué a pensar que era mi
único amigo… Hasta este momento, en el que Quil estaba arriesgando el cuello y
demostrándome su lealtad.
-Manejo yo – Dijo Bella al ver mi expresión perdida.
Cargamos la cama de la camioneta con la ropa y las pinturas, pero el laptop lo
metí en la cabina – Llamaré a Charlie desde el camino - Decidió.
-Dónde van? Olvídenlo, no quiero saber… - Dijo Quil mirándonos
con ansiedad – Quisiera que hubiéramos sido hermanos por más de dos días,
Embry… – Se despidió acercándose con los brazos abiertos – Para mí siempre
serás parte de mi familia.
No pudimos responderle.
No pudimos ni siquiera darnos el último abrazo.
-Cómo pudieron hacerme esto? – Rugió Jacob emergiendo
de entre los árboles detrás de la casa, comenzando a acecharnos, rodeándonos.
Se veía salvaje, descontrolado, y parecía haber crecido 10 cm de altura y haber
ganado 20 kg de músculos desde la última vez que lo vi.
Quil bajó la mirada y adoptó una pose de sumisión
agachándose y exponiendo el cuello. Mierda! No sabíamos de qué era capaz este
Jake.
Poco a poco fueron apareciendo el resto de los
miembros de La Manada, jadeantes, algunos como humanos y otros como lobos, pero
todos asustados del desenlace de la situación. Después de todo, yo seguía
siendo su hermano, un miembro de La Manada, pero si Jake se los ordenaba ellos
no podrían intervenir mientras me asesinaban.
-Embry no hizo nada Jake, nos enamoramos y queremos
estar juntos, nada más – Se plantó Bella entre nosotros dos.
Yo la tomé de la cintura y la ubiqué tras de mí,
agachándome, listo para atacar.
Seguro que estaba destinado a perder, no había que ser
un genio para saber que nadie gana contra el Alpha, y yo particularmente soy el
último en la cadena de mando, sólo por sobre los cachorros, pero no me rendiría
sin luchar… Y si moría, habría valido la pena por el tiempo que tuve a mi
Isabella a mi lado.
-Suéltala hijo de puta! – Dijo en voz baja y venenosa
– Porque eso es lo que eres, verdad? El hijo una zorra y de absolutamente
nadie! Eres el que siempre da lástima, el que está solo, el que no va a hacer
nada de su vida porque ni siquiera puede hablar en voz alta! Por eso es que
Bella te adoptó, sabías? A ella le encantan las causas perdidas, como el
pajarito con un ala rota, o el gatito atropellado… Y ahora tú. Eres patético,
un proyecto hasta que se aburra y te lance a la calle – Gruñó tan furioso que
sus boca chorreaba saliva por la comisura - Bella te tiene lástima, y nada más.
Auch!
-Cállate Jacob Black! Cállate! – Gritó Bella con todas
sus fuerzas, tratando de rodearme y enfrentarlo –Yo lo amo! Lo amo! Y él me ama
a mí, y nos vamos a largar de este pueblo y no vamos a volver a verte nunca
más!
-Lo amas? – Escupió – Así como me amabas a mí? Las
cosas no te resultan con un lobo y corres a montarte en otro?
-Eres asqueroso… Repugnante - Dijo ella emanando
disgusto – A ti nunca te amé Jake, a pesar de lo mucho que traté de forzarme a
ello. Y no te mentí, yo nunca dije que te amara. Te dije mil veces, que te
quería, que te necesitaba, pero amor? Sólo lo he sentido con la infatuación
adolescente que tuve por Edward y esto enorme e indescriptible que siento por
Embry – Dijo parándose a mi lado con la barbilla levantada.
Yo seguía demasiado dolido con sus palabras, demasiado
enojado, demasiado atónito… Me sentía demasiado impredecible como para
permitirme actuar libremente, mucho menos hablar, algo que para mí, si no es
con Bella, es un esfuerzo consciente
-Y si al hablar de "pasarme de montar un lobo al otro" te refieres a mi libertinaje sexual –
Siguió ella - Te pudo decir tres cosas: 1 Sé perfectamente lo que has estado
haciendo en tus viajecitos a Port Ángeles desde que terminamos, así es que no
actúes como si fueras el niño símbolo de la moral y las buenas costumbres, que
la verdad es que eres un caldo de cultivo de ETS´s y la única razón por la que
el pito aún no se te cae es que eres inmune a esas enfermedades. 2 Me metí con
un lobo a pesar de nuestra experiencia juntos, no como
producto de ella. Tú no eres precisamente una carta de recomendación de tu
gente. 3 Tengo 22, casi 23 años y he estado con dos hombres en mi vida, y con
ambos tuve relaciones serias y comprometidas. Es más, contigo tuve sexo menos
de diez veces en total, así es que de verdad tienes cara para llamarme
promiscua a mí?
Jake abrió y cerró la boca varias veces, ignoró a
Bella al ver que no podría ganarle en una batalla verbal, y dirigió su atención
hacia mí.
-Te vas a regresar a La Push – Dijo lentamente,
disfrutando de la tensión de cada uno de mis músculos. No estaba usando el tono
Alpha, sino detallando lo que vendría – y vas a sufrir por tu delito… Con el
castigo tradicional a los traidores.
Los miembros de La Manada que nos observaban se
encogieron y estremecieron, ya que ese castigo los afectaría tanto a ellos como
a mí.
-No te lo puedes llevar Jacob, Embry es mío! – Gritó
Bella tratando de ubicarse frente a mí. Como si su pequeño cuerpo pudiera más
que la tradición y la magia ancestral.
Le di una mirada llena de significado a Quil y me
enfoqué en la confrontación que vendría, mientras mi hermano cargó a Bella fuera del camino,
chillando y pateando. No importaba que se enojara, la prefería furiosa y
segura.
-El castigo por traición… - Dijo Sam suavemente con
voz calmada, como buen Beta, nivelando las emociones – No corresponde Jacob,
Embry nunca nos traicionó... No realmente… – Bajó la mirada.
-Traicionó a tu Alpha, y en consecuencia a ti y a
todos los demás! – Rugió Jake – Él hizo exactamente lo único que no estoy
dispuesto a perdonar, y más encima la zorra de su madre está a punto de conseguir
que nos descubran!
-Pero lo de su madre no es culpa de Embry… – Argumentó
Seth – Si lo hubieran dejado explicarle años atrás, ella no estaría convencida
de que su hijo es un pandillero drogadicto...
-Y si simplemente lo haces regresar a casa, Jake? – Dijo
Jared tratando de negociar - Sepáralo de Bella, que ese sea el castigo, no es
necesario que lo muelas a golpes encima de todo lo demás… - Agregó, como si
estar sin Bella pero viviendo en La Tribu fuera un aceptable premio de
consuelo.
-Golpes? – Balbuceó Bella.
-Qué es el castigo por traición? – Preguntó Collin a
alguien, en un susurro.
-Cada miembro de La Manada lo debe golpear hasta
derramar sangre – Respondió Leah, sonando asqueada – No se pueden usar los
dientes y él no tiene derecho a defenderse.
Bella trató de gritar pero Quil le cubrió la boca para
acallarla, por lo que rompió a llorar.
-Bueno, eso no es tan terrible, un golpe en la nariz y
listo – Dijo Collin encogiendo los hombros.
-Cuándo fue la última vez que te hicieron sangrar como
humano? – Preguntó Seth.
-No lo sé - Respondió Collin luego de una pausa,
probablemente tratando de recordar.
-Eso es porque nos tienen que dar jodidamente duro
para hacernos sangrar. Ahora imagina que cada uno de nosotros debe golpearlo
así de fuerte… - Dijo Leah con los dientes apretados. Ella odiaba la mierda de
los lobos, las imprimaciones y la tradición. Es cierto que ella estaba feliz
con su granjero marihuanero orgánico, pero lo estaría también si lo hubiera
podido conocer en el contexto de una relación normal.
Todo esto sucedía en el fondo de mi mente, y sólo una
pequeña parte de mi cerebro lo estaba registrando.
Era irreal.
Estaba ocurriendo lo que me temí…
Si se estaba escurriendo…
La felicidad…
Ya no la podía tocar…
La veía alejarse y no había una puta cosa que pudiera
hacer para recuperarla.
Minutos antes íbamos a jugar a "la princesa Bella
y el chico de los establos" y ahora estábamos debatiendo cual sería mi
castigo por encima de no volver a ver a mi Isabella.
-Jake… - Susurró Bella cuando Quil la soltó para
dejarla respirar.
No hubo respuesta.
-Jake! – Exclamó.
Sólo se oían respiraciones agitadas y la antigua magia
que cargaba el aire cuando los ánimos se alteraban demasiado.
-Jacob! – Gritó Bella. Él la miró como si no la
reconociera.
Miró a través de ella.
-Bien, tú ganas, terminamos! – Ofreció Bella
levantando los brazos en señal de rendición – No lo voy a volver a ver, te lo
juro, nunca más, pero por favor no hagas que sus hermanos lo maltraten, ellos
tampoco se lo merecen!
-Tú – Le dijo Jacob con un tono de voz que no le había
escuchado nunca, y menos dirigido a "su Bells" – No estás en posición de negociar.
Eres una cualquiera capaz de meterse con lo peor de la camada, de permitirle a
ese mestizo marcarte y hasta de morderte! Pero peor que todo, eres una
traidora, y así te voy a tratar de ahora en adelante… Lástima que no
pertenezcas a La Tribu… - Masculló.
Mi gruñido era ensordecedor, yo estaba perdiendo
consciencia de mí, luchando contra el lobo que estaba tomando mi lugar, y lo único
que procesaba claramente era la imagen de Jacob haciendo llorar a mi Isabella.
-… Pero si ya te dije que nunca más lo voy a ver, qué
más quieres? – Sollozó ella.
-A ti, a veces… - Dijo Jacob.
-Quieres que volvamos a estar juntos? – Preguntó ella
asqueada.
-Dios no! – Exclamó Jake como espantado ante la idea.
Bella se relajó un poco – Billy tenía razón cuando me dijo que las afuerinas y
caras pálida sirven sólo para una cosa – Me miró con desdén. Por afuerina
hablaba de mi madre – Cuando quiera formar una familia buscaré a una chica
apropiada, decente, digna de su posición en La Tribu, y obviamente no será una
chica como tú.
-Quieres que acceda a ser tu amante? – Preguntó Bella
– Es humillarme lo que deseas? Tenerme a la fuerza te va a hacer sentir más macho?
Tan terrible es que ame a Embry?
-Llámalo como quieras – Se encogió de hombros Jacob –
No puedo negar que aún te deseo, aunque hayas demostrado no estar a la altura
de la esposa de un Alpha.
Me tensé ante la idea de Jacob forzando a Bella a
tener sexo. Y le sería fácil conseguirlo, bastaría una amenaza en mi dirección
para forzarla a casi cualquier cosa.
La miré y sus ojos derrotados eliminaron toda duda. Si
ella podía protegerme, lo haría.
Y de pronto estaba en el suelo. Jacob me había
sorprendido con un potente derechazo mientras yo me encontraba obnubilado por
la rabia e Isabella.
Me tomó totalmente desprevenido.
No es exactamente una técnica honorable, pero es
efectiva.
-No! – Trató de correr Bella hacia mí. Quil la mantuvo
en su sitio y ella se retorció en sus brazos.
Comencé a levantarme, haciendo un enorme esfuerzo por
no transformarme. Una pelea como lobos podía ser a muerte, pero además era
ruidosa y llamativa, y peor aún, podía herir a Bella.
-Quédate en el suelo! – Me ordenó mi Alpha. Obedecí,
apoyado en mis manos y rodillas.
Y recibí una patada en las costillas.
-Jacob no! Ayúdenlo! Hagan algo! – Gritó Bella.
-Lo siento Bells – Dijo Seth sonando angustiado – Pero
Jake nos dio orden de no intervenir si había un enfrentamiento. Es físicamente
imposible meternos en esa pelea…
Recibí otra patada más, que me dio directo en un punto
vulnerable de las costillas. Probablemente me había roto dos o tres.
El dolor físico fue curiosamente lo que me mantuvo con
la mente fría.
Las palizas solían ser una rutina mientras estuve en
el colegio, así es que no me asustaban los golpes o el maltrato físico. Es más,
por fin mi lobo estaba en la superficie, pero me di cuenta de que no perdería
el control… El lobo no era un organismo separado, era parte de mí y no me boicotearía!
Tomaría su fuerza animal y mi racionalidad humana, y usaría el pasado para
sobrevivir al presente…
Sonaba como un buen plan, al menos algo que pensar
mientras mi mejor amigo me pateaba sin compasión…
Hasta que Jacob comenzó a hablar nuevamente, emitiendo
decretos.
-…No le vas a volver a dirigir la palabra a Isabella
Swan.
No te le vas a acercar más de 100 metros de distancia
a Isabella Swan.
No va a haber contacto telefónico o escrito entre tú e
Isabella Swan.
Y definitivamente no vas a volver a tocar a Isabella
Swan! – Gritó Jacob con su timbre Alpha, embriagado de poder.
Yo sabía que el mandato de un Alpha es un peso real
depositado en nuestros hombros, y había visto en la mente de los demás lo
doloroso e inútil que es luchar con la compulsión de obedecer, pero nunca lo
experimenté en carne propia, porque siempre me porté bien e hice lo que se
esperaba de mí.
Sólo que en esta ocasión, al levantar la cabeza y
mirarlo a los ojos, el poder de Jacob no me ahogó, sino que se deslizó por mi
piel sin aplastarme.
Nunca antes se me habría ocurrido desafiar a Jake, yo
era su mejor amigo y el menos confrontacional de los lobos, pero ahora que no
tenía nada que perder y me disponía a jugarme la vida, era como si sus decretos
no tuvieran validez, como si fueran una ley que rige en otro estado… Una ley
que tú sabes que existe, pero no te afecta.
Me puse de pie con dificultad, ya que aparentemente
tenía una pierna fracturada, el hombro desencajado, la nariz quebrada y al
menos dos costillas rotas o magulladas. El resto eran simples golpes… Nada de
esto era inusitado, lo excepcional es que me pudiera poner de pie después de un
decreto como el que recibí.
-No – Dije simplemente. No soy un hombre de grandes
discursos.
-Agh? – Preguntó Jacob desconcertado.
-N-O, No – Modulé – Isabella es mía, porque ella así
lo quiere. Tus órdenes no tienen nada que ver con el bienestar de La Tribu, así
es que ándate a la mierda y adiós. Bella, te vas conmigo?
Isabella no alcanzó a contestar.
Jacob pasó de enojado a furioso, perdió la capacidad
de expresarse con palabras, y explotó convirtiéndose en lobo, y yo me mantuve
humano.
Como esta no era una pelea, porque me negué a pelear,
varios lobos aprovecharon el agujero en el decreto y corrieron a él tratando de
contenerlo, pero era demasiada su furia, y ni toda La Manada podía con él.
No había tiempo que perder. Bella, al fin libre de
Quil, corrió hacia mí llorando a más no poder, y yo abrí los brazos para
recibirla. Aprovecharíamos el escándalo para pasar desapercibidos y huir, tan
sólo debíamos llegar a la camioneta…
Unos pasos hasta la cabina, nada más.
Mi pierna rota era un problema que nos hacía lentos y
vulnerables, y la maldije entre dientes.
Y de pronto ya no importó más.
Porque entonces que el mundo se tiñó de rojo.
Todo rojo…
La sangre salpicó mi rosto y mi camiseta, a pesar de
la distancia.
Una arteria cercenada? Músculos desgarrados? Nunca
estudié demasiada biología, pero sí primeros auxilios. Era una habilidad útil
para La Manada.
Y todo era rojo y no podía ver una herida.
No veía nada más que el puto color rojo.
Todos los demás se paralizaron, horrorizados.
Incredulidad.
De verdad habíamos llegado a esto? A atacarnos entre
nosotros? A la tortura y la violación a cambio de un amor no correspondido?
Quiénes eran estas personas?
Las conocí alguna vez?
Silencio.
Roto sólo por mi primer grito desgarrado.
No era un sonido humano, tampoco un sonido animal… Era
una cosa destruida que no dejaba de gritar y balancearse y llorar, todo a la
vez.
Sangre, sangre, de dónde sale tanta sangre?
Cómo puedo tratar de parcharla si no veo donde se
rompió?
Horas atrás había probado la verdadera felicidad en un
jarro de chocolate caliente, y ahora la veía desaparecer en la forma de otro
líquido oscuro y espeso, parcialmente absorbido por la gravilla de la entrada.
"Cuánta
sangre hay en el cuerpo de las princesas?" Me pregunté estúpidamente.
"Y cómo se
reemplaza cuando necesito un poco más?" Agregué.
"Con sangre
de unicornio y una pizca de escamas de dragón que le dé valentía" Respondió la voz de Bella en mi
cabeza.
Eso es algo que ella habría dicho, lo sé.
Jacob miró incrédulo a su mejor amiga y primer amor,
desgarrada, inconsciente, apagándose sin remedio en un creciente charco de su
propia sangre.
Y tal como a Bella se le fue la vida gota a gota, a mí
se me fueron cortando los hilos que me unían a la humanidad.
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Fuck! Lloré con este capítulo!
Díganme qué piensan.
Acaso me quieres dar un infarto :(
ResponderBorrarClaro que se me hicieron agua mis ojitos, en serio.
Todo era tan bonito y llego a esta ultima parte :( y lloro como magdalena!
Por favor no puedes ser tan mala, dime que noooooooooooooo
Debes actualizar yaaaaaa y poner que llego la ambulancia ó llego asta un vampiro y la salvo ó que aparecio un angel ó asta un extraterrestre pero por favor que Bella viva :´(
No puedes dejarme con este infarto ehhhh :P mira que quedara en tu conciencia!! :)
Toda la idea de fugarse es tann romantico y asta de verse sorprendidos tambien pero noooo que muera plissss.....
Actualiza plisss no me dejes con este nudo !!
Animo!!
Saludos desde Nuevo León, Mexico :)