martes, 31 de mayo de 2016

En Silencio 13

Agh, sólo les puedo decir que este capítulo me costó un montón, así es que espero me regalen sus reacciones, que seguro las habrá.
Con respecto a una duda recurrente, no, Embry NO HA IMPRIMADO en Bella. Ya vendrán los porqués, paciencia!
Un abrazo y que disfruten.

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Este fic participa del Reto Anual "Te proponemos un longfic" del foro "Sol de Medianoche"
Disclaimer: Nada relacionado con la Saga Twilight me pertenece.
N° de Palabras: 6.365
Palabras Usadas: -
Emoción Usada: -
Imagen Elegida: Manada Quileute.
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Capítulo 13
Oh, it's such a perfect day
I'm glad I spent it with you
Oh, such a perfect day
You just keep me hanging on
You just keep me hanging on
Just a perfect day
Problems all left alone
Weekenders on our own
It's such fun
Just a perfect day
You made me forget myself
I thought I was someone else
Someone good
Lou Reed / Perfect Day
Embry POV
Hermano?
Estaban hablando en serio?
Hermano?
Quil era mi jodido hermano? El viejo Quil, ese anciano miserable que parece haber dedicado su vida a marcar la diferencia entre los otros lobos y yo y a demostrar mi inferioridad, era mi abuelo?
Alcancé a correr sólo hasta el borde del bosque, sabiendo que no me podía transformar para evitar la mente comunitaria de los lobos, pero sí huir de Bella para que no me viera en esas patéticas condiciones, pero al cabo de unos pasos me doblé en dos por los espasmos, me retorcí con las arcadas, y comencé a vomitar.

-Ándate Quil, más rato te llamo, y pase lo que pase no te transformes! – Exclamó Bella sobre su hombro, corriendo hacia mí.
-Pero yo… - Comenzó a discutir mi hermano.
-Ahora Quil! – Gruñó Bella emanando autoridad, casi como el mandato de un Alpha, imposible de ignorar.
-Embry… - Murmuró al llegar a mi lado. Me abrazó con un brazo, apoyando su mejilla en mi espalda y puso su mano libre en mi sudorosa frente.
-Déjame – Dije tratando de empujarla débilmente, sacudido por más arcadas, a esas alturas expulsando líquido, más que nada.
-Por supuesto que no! – Dijo indignada, y me apretó más fuerte mientras murmuraba suavemente palabras de confort: recapitulaba nuestros planes, me contaba su propia versión de nuestra historia, me decía lo feliz que era a mi lado, y entre medio salpicó miles de "te amo", aquellas dos palabras que por primera vez en mi vida estaban dirigidas a mí.
Me fui calmando de a poco, y momentos después ya no quedaba nada en mi estómago, pero seguí jadeando, hasta que ella me tironeó para recostarme en el pasto húmedo, con la cabeza en su regazo y mis brazos rodeando su cintura.
Acarició mi cabello un largo rato sin decir nada.
Al final no pude aguantar más, y escondí mi rostro en su estómago y rompí a llorar.
No me importó estar a escasos metros de mi almuerzo pre-digerido.
No me importó que Bella viera mi lado más débil y patético, porque ella entendía… Ella sabía quién soy desde siempre, ella no era fácilmente intimidada, y ni el vómito ni las lágrimas afectarían sus sentimientos hacia mí.
Esa certeza era increíble…
Lo que no significa que me sintiera orgulloso de quebrarme de esa forma.
Es sólo que… Esta era la peor noticia que podrían darme, el peor giro de esta telenovela que era mi vida.
Si me hubieran preguntado: "Embry, de toda la gente del mundo, viva o muerta, con quién odiarías más estar emparentado? "
Mi respuesta habría sido sin dudar: "Fácil! Con el Viejo Quil".
Entonces me habrían preguntado: "Eso es incluyendo a Hitler, al presidente de Corea del Norte y a Skeletor (el enemigo de He Man)?"
Y mi respuesta habría sido: "Seeeeep".
Y no sólo por las razones obvias, como que es un viejo cabrón y desagradable, y ser su nieto implicaría ser hijo del padre de Quil, un buen hombre al que yo no le convenía, al que se le derrumbaría la vida como producto de mi mera existencia...
La verdad ni siquiera resentía los distintos estilos de vida que nos tocaron, a Quil disfrutando de los privilegios de un niño sano perteneciente a una familia bien constituida de clase media y yo… Con mi madre…
No, lo que me destrozaba era que ese hombre actuaba con genuina maldad, focalizando su odio en mí, incitando a los demás a aislarme, salpicando nuestras escasas interacciones con comentarios tan despectivos y ofensivos que por un largo tiempo llegué a creerle todo lo que me decía… Bastardo… Indigno… Basura sin raza ni orgullo… Todo eso era malo, pero el pensar que él sabía que su odio se fundamentaba en que era mi abuelo… Dolía…
Él siempre supo que yo era su sangre y aun así nos negó ayuda cuando la necesitamos e influyó en El Concejo para que hicieran lo mismo, más tarde negó mi petición de decirle a mi madre sobre La Manada para de que yo no tuviera que vivir entrando a escondidas en mi propia casa. Su argumento fue que ella no es una quileute, por lo que no tiene derecho a nuestros secretos ancestrales; me ordenó destruir cada expresión artística que manifesté en público, desde los dibujos con tiza en la calle hasta las "esculturas" de mujeres dormidas en la playa.
Si todo eso fuera sólo porque él es un viejo de mierda, podría encoger los hombros y olvidarlo, pero si era a sabiendas de que llevo tanta de su preciosa sangre Ateara como Quil, entonces yo acusaba el golpe, y me hacía daño.
Él siempre tuvo el poder, pudo haberme hecho las cosas mucho más sencillas, o por último dejarme en paz, pero se ensañó para hacerme consciente de mi condición de bastardo, de pobre, de paria en la pequeña sociedad de La Tribu… Por qué? Para qué tomarse el trabajo de hacer las cosas peor cuando ya de por sí eran malas con una madre como la mía…?
Poco a poco fui regulando mi respiración, y me di cuenta de que no me quedaba más alternativa que usar la camiseta de Bella como pañuelo. Ella no comentó, resignada a que este no era mi momento más sexi, lo que era evidente considerando al vómito que nos rodeaba.
-Shhhhhh… - Acarició mi brazo – Estás un poquito mejor?
Asentí, demasiado avergonzado para hablar.
-Vamos a la cabaña? Una ducha bien caliente te va a hacer bien. Por primera vez desde que eres un lobo que nuestras temperaturas corporales son parecidas… Será que te bajó la presión? Tal vez necesitas un caramelo o un tazón de cereales!
No me moví ni dije nada. Estaba claro que haría lo que ella dijera, por supuesto.
-Em, mírame – Me dijo.
Negué con la cabeza.
-Mírame! – Demandó.
Obedecí. Seguro mis ojos estaban rojos e hinchados.
-Te amo… - Dijo acariciando mi mejilla – Y cuando nos vayamos de aquí nos va a dar lo mismo a quién estás o no emparentado. Los vamos a dejar a todos ellos atrás, vamos a empezar de cero, en un lugar en el que nadie sepa nada de ti salvo que tienes una novia que te ama y que eres un maravilloso artista.
-Estaba pensando… -Dije sentándome, poniéndome de pie y ayudándola a levantarse.
-Sí? – Preguntó entrelazando sus dedos con los míos.
-Tú sabes cómo siempre nos preocupó que Jacob nos descubra y me ordene dejarte – Dije mientras caminábamos a la casa.
-Ajá, y para eso está la escopeta de Charlie – Dijo como si nada entrando a la cabaña.
-Bueno, eso puede ser la opción dos – Dije ayudando a Bella a desnudarse. No era un acto sensual sino de supervivencia. Ella estaba helada y empapada… Y además yo me había sonado en su camiseta…
-La uno es obedecer? – Preguntó haciendo un exagerado puchero que me dejaba claro que ella sabía que dejarla no era una opción.
-No, la uno es que no me encuentre. Si dejo de transformarme definitivamente y evito encontrármelo o hablar por teléfono, no va a tener cómo ordenarme que me aleje de ti… - Dije abriendo la llave de la ducha. Bella la reguló mientras yo me lavaba los dientes hasta estar seguro de que olía sólo a menta.
-No puedo creer que sea tan obvio! Y que no se nos haya ocurrido antes! – Dijo Bella entrando a la ducha.
-Tenemos poco tiempo para planear… - Dije entrando a la tina y pegándome al cuerpo de Bella para que me mojara el agua caliente. Bella tomó una esponja y body wash y comenzó a lavar cada centímetro de mi cuerpo – Yo he reunido muy poco dinero, pero al menos no tengo deudas, y…
-No pasa nada, eso ya lo había pensado hace tiempo. O cómo crees que te habría propuesto irnos de aventura, tú a ser artista y yo a estudiar? – Besó primero un pectoral y luego el otro, justo sobre mi corazón – Ser bohemios no es gratis, querido! – Dijo dramáticamente.
-Cómo es eso? – Pregunté.
-Hace como un año y medio murió la tía de Charlie, mi tía abuela Meg. Ella se casó y enviudó, pero no tuvo hijos, sólo un montón de gatos y tres canarios, así es que al momento de hacer su testamento tenía sólo dos potenciales herederos: Charlie y yo. Peeero, como ella siempre pensó que Charlie era un idiota sin remedio por casarse con mi madre, terminé siendo su heredera universal– Me dijo. Yo traté de seguir la historia sin desconcentrarme, pero era casi imposible al ver su delicado cuerpo desnudo y jabonoso.
-Nunca escuché de ella – Fruncí el ceño – Y pensé que sólo en las novelas aparece un tío rico a salvar el día a última hora…
-Nunca hablábamos de ella porque yo la conocí de bebé y la última vez que la vi debe haber sido como en la época en la que te conocí – Me dijo – Además ella se murió hace tiempo, y no era millonaria ni mucho menos.
-Pero te dejó algo? – Pregunté.
-Una casa que se caía de vieja y unos diez o doce mil dólares después de la tajada del gobierno… - Encogió los hombros y la miré sorprendido de que esto nunca hubiera salido a colación.
-Y qué hiciste con la casa? – Pregunté.
-Yo nada, pero la naturaleza se encargó del asunto... Ella vivía en Kissimmee en Orlando, Florida. Tú sabes que a los viejitos les gusta ese clima húmedo y caluroso, y un día hace menos de un año pasó un huracán y destruyó todo lo que tocó, incluida esa casa y todas las porquerías que no quiso el "Ejército de Salvación" inmediatamente después de su muerte – Explicó encogiendo los hombros.
-Te quedaste sin casa? – Pregunté alarmado.
-Sep, pero mi tía tenía la casa estaba asegurada contra todo evento y renovaba la póliza de forma anual, así es que me contactaron de la aseguradora y me pagaron mucho más de lo que valía la casa original. Además una cadena de farmacias quería instalarse en el barrio y pagaron felices por un sitio tan bien ubicado.
-Y todo eso lo manejaste desde aquí? O viajaste? Por qué no nos dijiste? – Pregunté un poco dolido. La muerte de un familiar era algo serio, y el que Bella no lo compartiera me descolocaba. Qué más escondía?
-Todo lo manejó el estudio de abogados de mi tía, que son unas aves de rapiña, por lo demás. No le dije nada a La Manada porque sé que las cosas en La Reserva han estado difíciles, en cambio yo disfruto no sólo de independencia para hacer lo que quiero e ir donde me apetezca, sino que tengo un trabajo que me gusta y este dinero totalmente inmerecido y caído del cielo, al que puedo acceder en cualquier momento en caso de necesidad.
-Pensaste que nos íbamos a poner celosos? – Pregunté frunciendo el ceño.
-No Em, pensé que se iban a agudizar nuestras diferencias, y yo no quiero ser diferente – Dijo acunando mi mejilla en sus manos.
Eso al menos lo podía entender…
Nos enjuagué por última vez y salí de la tina y la ayudé a salir. Nos secamos y yo desenredé con cuidado el largo cabello de Bella. Luego ella se lo secó con el secador de pelo y sin más nos dirigimos a la cama, donde ella se ubicó en posición fetal y yo me amoldé a su cuerpo por detrás.
-Qué pasó con ese dinero? Pagaste la deuda del banco? – Pregunté siguiendo con la conversación que dejamos inconclusa.
-Nah, esa deuda ya estaba pactada y el interés estaba establecido, así es que el pago anticipado no me ahorraría ni un peso. El negocio produce lo suficiente para sustentarse, pagar la deuda y ganar un poco, y el dinero de tía Meg está guardado esperando una ocasión como ésta – Dijo abrazándose con mis brazos.
-Entonces es verdad? – Pregunté – Es posible? Irnos pronto?
-Claro que lo es! – Dijo ella – Pensaste que todo este tiempo estaba bromeando?
-No, pero suena tan irreal… - Comenté.
-Suena como nuestro destino volviéndose realidad - Dijo Isabella en un bostezo, y antes de que se me ocurriera una buena respuesta que darle, ella se quedó dormida.
Cuando sentí a Charlie llegar, me vestí y salí a decirle que Bella estaba dormida en la cabaña, pero que la despertaría para la cena familiar. Él frunció el ceño, movió el bigote, y gruñó algo que sonaba a "Déjala donde está".
Volví a la cabaña y regresé a la cama, y pensando y planeando no cerré los ojos hasta que vi las primeras luces del amanecer.
Por primera vez en mi vida tenía la felicidad al alcance de mis manos… La podía sentir, la podía saborear… Podría aún deslizarse ente mis dedos y escapar?
oooOooo
Al día siguiente trabajamos como siempre, y seguimos nuestra rutina sin modificarla a pesar de que ambos moríamos por explorar en internet posibles lugares donde vivir, universidades donde estudiar y la promesa de una recién estrenada vida sexual junto a Isabella que iba más allá de cualquier expectativa previa.
Pero nos contuvimos y trabajamos en vez de dejarnos llevar, y nos enfocamos en "el compendio", la lista de mis obras con su respectiva foto y sus datos.
El martes a la hora de almuerzo llamó Jake al negocio, y me negué a contestar el teléfono para no arriesgar una orden Alpha. Llamó a Bella a continuación, pero ella de verdad había salido.
Por la tarde hacía frío, y estábamos Bella y yo sentados frente a la chimenea que lucía una buena hoguera. A todo nuestro alrededor había montañas de papeles, y el laptop de Bella tenía muchas ventanas abiertas, pero lo más importante es que en nuestras manos teníamos sendos jarrones de chocolate caliente con malvaviscos.
Puede sonar ridículo, pero Bella me introducía muy a menudo a cosas y situaciones básicas y hasta infantiles para todos los demás, pero que yo no había experimentado en mi niñez o adolescencia. Por ejemplo, nunca había probado ese brebaje, y se sentía como alegría y bienestar líquidos deslizándose por mi garganta.
Gemí de nuevo.
Agh! Es demasiado delicioso! Y ésta que desapareció había sido mi cuarta porción…
-Me tengo que poner celosa? – Preguntó Bella vaciando su jarro de un sorbo, y antes de que tuviera ocasión de limpiarse, lamí su bigote de chocolate.
-Tu bigote es tan sexi – Gemí cansado de tan satisfecho – Amo cuando no te afeitas…
-Te gusta mi bigote? – Preguntó dejando en el otro lado del sofá su jarro vacío – Sí? – Se sentó a horcajadas en mis muslos.
-Sí – Asentí.
-Sí qué? – Preguntó agarrando mi cabello en la nuca, bruscamente. Por supuesto que no me podía hacer daño, yo apenas sentía el tirón, pero era condenadamente sexi verla dominante, fuerte y segura de sí mismo.
-Sí, princesa Bella – Respondí de inmediato. Esta no era la primera vez que jugábamos, yo era el chico de los establos, como Wesley en la película "La Princesa Prometida", otra cosa más de la que no tenía ni idea hasta que ella decidió que era parte esencial de mi educación.
-Me vas a sacar los pantalones – Dijo – Despacio! No he terminado – Ordenó deteniendo mis manos ansiosas - Los vas a bajar lentamente por mis piernas, y vas a hacer lo mismo con mis bragas y mis medias de seda – Dijo y sacudió los dedos de los pies, enfundados en un ridículo y colorido par de calcetines de lana cruda tan gruesa que sólo los usaba después de la ducha para estar en la casa, porque cuando se los ponía no le cabían los zapatos.
Asentí con toda seriedad, demostrando que comprendía.
-Vas a besar mis pies muchacho, y te va a gustar – Levantó una ceja a ver si yo aún estaba dispuesto a jugar.
Por supuesto que estaba dispuesto a jugar! La mujer que amo quiere que bese sus pies? Me considero afortunado. Además los pies de Isabella son la cosa más linda y pequeña, y pinta sus uñitas de colores…
-Sí princesa Bella – Asentí.
-Luego me vas a lamer hasta hacerme acabar al menos mmmmh… Tres veces! Eres capaz de ejecutar la tarea? – Pregunto.
-Yo creo que sí… – Respondí tratando se ser honesto.
-Esa no es una respuesta aceptable! – Dijo furiosa, haciendo ademán de ponerse de pie.
-Sí princesa Bella – Enmendé - Mi lengua y mis labios son suyos para hacerla acabar las veces que quiera… - Dije tratando de no sonreír.
-Humph!- Resopló en disgusto – Debería castigarte obligándote a cogerme toda la noche pero sin permitirte ningún alivio…
-No…! Isabella, eres cruel… –Exclamé saliéndome de personaje y agarrándola firmemente de las caderas – Princesa Bella – Me corregí - Por favor déjeme acabar en usted… Dentro de usted… Sobre usted… - Era el poderoso imperativo de marcarla como mía en cada ocasión disponible el que demandaba esta acción.
-Vamos a ver qué tal son tus habilidades orales, y si me complaces, lo pensaré - Concedió.
Suspiré aliviado.
oooOooo
Isabella había comenzado a desabrochar sus pantalones tortuosamente lento, cuando escuchamos un golpeteo en la puerta de la cabaña.
-Embry, abre! – Gritó Quil.
Salté a abrir la puerta dejando a Bella sentada en la alfombra, acomodando su ropa.
-Qué pasó? Estás bien? Pasa, siéntate – Señalé el sofá.
-Mierda! – Jadeó – Correr como humano es mucho más difícil – Se desplomó hasta recuperar un ritmo de respiración más adecuado para hablar.
-Qué pasó, Quil? – Preguntó Bella ofreciéndole un enorme vaso de agua.
-Todo es un escándalo, mucho peor del que se pueden imaginar… El Consejo por fin desterró a la mamá de Embry y ella comenzó a lanzar mierda, secretos e intimidades a quien quisiera escuchar. Los miembros del Consejo llegaron incluso a proponer la ejecución o al menos un encierro permanente.
-Todo por decir finalmente quién es el padre de su hijo? – Preguntó Bella horrorizada, tanteando a ciegas en busca de mi mano. Yo estaba tieso y como anestesiado, como si todo esto le estuviera ocurriendo a otra persona, no a mí, no a mi madre… – Con razón la pobre no habló antes, si ésta es la reacción que le esperaba…
Es cierto, yo detestaba a mi madre, pero eso no significa que estuviera de acuerdo con que le aplicaran un castigo tan inmerecido. Qué hay del cabrón de mi padre, quien quiera que fuera, el señor Ateara u otro? Por qué no lo castigaban a él también?
-El único que ella permite entrar en su casa es a mi eeeeh… A nuestro padre, pero no saca nada, porque él ni siquiera es un miembro oficial del Consejo hasta que mi abuelo se muera, y su influencia con los demás es mínima. Además mi mamá está furiosa con esto de que él esté encerrado con otra mujer frente al resto de La Tribu… A ella le importan las apariencias, y aunque papá no esté haciendo nada, humilló a su esposa.
-Y a qué vienes, Quil? - Preguntó Bella – Qué necesitas de nosotros? Tú sabes que Embry no tiene ninguna influencia sobre su mamá…
-No, nada que ver con eso, a lo que vengo es a advertirles que Jacob se enteró de lo de ustedes… Fue sin querer, de verdad, él sabía que ustedes le ocultaban algo, y comenzó a sospechar de mí, o más bien de que yo también le estaba escondiendo algo, así es que me dio la orden de transformarme… No se demoró ni dos segundos en obtener sus respuestas y se enfureció al saber que ustedes están juntos, pero cuando se puso feo el asunto es cuando vio la marcación y la mordida… Se volvió loco! En serio, está poseído, es como otra persona… – Susurró Quil asustado de que alguien lo escuchara.
-Cómo es eso? – Preguntó Bella.
-Gruñó, aulló, destrozó cosas, peleó con cada uno de nosotros que trató de ayudar a contenerlo, incluyendo a los pobres cachorros, (a los que les dio una paliza monumental), y estuvo a punto de ser avistado por humanos atraídos por su escándalo – Relató frente a nuestra incredulidad - Nos tomó un montón de esfuerzo subyugarlo parcialmente, pero Embry hermano, es mejor que huyas de inmediato, porque yo alcancé a largarme para avisarles mientras aún lo tenían sujeto, pero es cosa de que se calme un poco y recuerde que nos puede ordenar soltarlo… Ándate Embry, Jacob no está pensando racionalmente, y te quiere matar.
oooOooo
-Prepara tu bolso, nos vemos en cinco minutos en la entrada – Dijo Bella después de besar mi mejilla. Luego salió corriendo y yo me quedé hipnotizado mirando la puerta.
-Bolso! – Gritó Quil – Mejor una de éstas – Dijo sacando de un cajón de la cocina una de las bolsas de basura de tamaño extra grande y extra resistentes que compramos para recoger las hojas del jardín.
Quil corrió al closet y echó todo su contenido a la bolsa, y luego fue al baño e hizo lo mismo con cada artículo, sin importar que algunos envases aún estuvieran mojados o hasta mal cerrados.
Yo por mi parte eché en otra bolsa todas las carpetas de mis pinturas cuidadosamente catalogadas, cuidando no arrugarlas, y el laptop y cargador de Bella.
El resto lo podíamos reemplazar.
-Vamos! – Me empujó hacia el jardín, que estaba a oscuras salvo por las luces de la cocina y el porche.
-Quil, tienes que creerme, yo no quería esto – Murmuré. Jacob de verdad era mi mejor amigo, incluso llegué a pensar que era mi único amigo… Hasta este momento, en el que Quil estaba arriesgando el cuello y demostrándome su lealtad.
-Manejo yo – Dijo Bella al ver mi expresión perdida. Cargamos la cama de la camioneta con la ropa y las pinturas, pero el laptop lo metí en la cabina – Llamaré a Charlie desde el camino - Decidió.
-Dónde van? Olvídenlo, no quiero saber… - Dijo Quil mirándonos con ansiedad – Quisiera que hubiéramos sido hermanos por más de dos días, Embry… – Se despidió acercándose con los brazos abiertos – Para mí siempre serás parte de mi familia.
No pudimos responderle.
No pudimos ni siquiera darnos el último abrazo.
-Cómo pudieron hacerme esto? – Rugió Jacob emergiendo de entre los árboles detrás de la casa, comenzando a acecharnos, rodeándonos. Se veía salvaje, descontrolado, y parecía haber crecido 10 cm de altura y haber ganado 20 kg de músculos desde la última vez que lo vi.
Quil bajó la mirada y adoptó una pose de sumisión agachándose y exponiendo el cuello. Mierda! No sabíamos de qué era capaz este Jake.
Poco a poco fueron apareciendo el resto de los miembros de La Manada, jadeantes, algunos como humanos y otros como lobos, pero todos asustados del desenlace de la situación. Después de todo, yo seguía siendo su hermano, un miembro de La Manada, pero si Jake se los ordenaba ellos no podrían intervenir mientras me asesinaban.
-Embry no hizo nada Jake, nos enamoramos y queremos estar juntos, nada más – Se plantó Bella entre nosotros dos.
Yo la tomé de la cintura y la ubiqué tras de mí, agachándome, listo para atacar.
Seguro que estaba destinado a perder, no había que ser un genio para saber que nadie gana contra el Alpha, y yo particularmente soy el último en la cadena de mando, sólo por sobre los cachorros, pero no me rendiría sin luchar… Y si moría, habría valido la pena por el tiempo que tuve a mi Isabella a mi lado.
-Suéltala hijo de puta! – Dijo en voz baja y venenosa – Porque eso es lo que eres, verdad? El hijo una zorra y de absolutamente nadie! Eres el que siempre da lástima, el que está solo, el que no va a hacer nada de su vida porque ni siquiera puede hablar en voz alta! Por eso es que Bella te adoptó, sabías? A ella le encantan las causas perdidas, como el pajarito con un ala rota, o el gatito atropellado… Y ahora tú. Eres patético, un proyecto hasta que se aburra y te lance a la calle – Gruñó tan furioso que sus boca chorreaba saliva por la comisura - Bella te tiene lástima, y nada más.
Auch!
-Cállate Jacob Black! Cállate! – Gritó Bella con todas sus fuerzas, tratando de rodearme y enfrentarlo –Yo lo amo! Lo amo! Y él me ama a mí, y nos vamos a largar de este pueblo y no vamos a volver a verte nunca más!
-Lo amas? – Escupió – Así como me amabas a mí? Las cosas no te resultan con un lobo y corres a montarte en otro?
-Eres asqueroso… Repugnante - Dijo ella emanando disgusto – A ti nunca te amé Jake, a pesar de lo mucho que traté de forzarme a ello. Y no te mentí, yo nunca dije que te amara. Te dije mil veces, que te quería, que te necesitaba, pero amor? Sólo lo he sentido con la infatuación adolescente que tuve por Edward y esto enorme e indescriptible que siento por Embry – Dijo parándose a mi lado con la barbilla levantada.
Yo seguía demasiado dolido con sus palabras, demasiado enojado, demasiado atónito… Me sentía demasiado impredecible como para permitirme actuar libremente, mucho menos hablar, algo que para mí, si no es con Bella, es un esfuerzo consciente
-Y si al hablar de "pasarme de montar un lobo al otro" te refieres a mi libertinaje sexual – Siguió ella - Te pudo decir tres cosas: 1 Sé perfectamente lo que has estado haciendo en tus viajecitos a Port Ángeles desde que terminamos, así es que no actúes como si fueras el niño símbolo de la moral y las buenas costumbres, que la verdad es que eres un caldo de cultivo de ETS´s y la única razón por la que el pito aún no se te cae es que eres inmune a esas enfermedades. 2 Me metí con un lobo a pesar de nuestra experiencia juntos, no como producto de ella. Tú no eres precisamente una carta de recomendación de tu gente. 3 Tengo 22, casi 23 años y he estado con dos hombres en mi vida, y con ambos tuve relaciones serias y comprometidas. Es más, contigo tuve sexo menos de diez veces en total, así es que de verdad tienes cara para llamarme promiscua a mí?
Jake abrió y cerró la boca varias veces, ignoró a Bella al ver que no podría ganarle en una batalla verbal, y dirigió su atención hacia mí.
-Te vas a regresar a La Push – Dijo lentamente, disfrutando de la tensión de cada uno de mis músculos. No estaba usando el tono Alpha, sino detallando lo que vendría – y vas a sufrir por tu delito… Con el castigo tradicional a los traidores.
Los miembros de La Manada que nos observaban se encogieron y estremecieron, ya que ese castigo los afectaría tanto a ellos como a mí.
-No te lo puedes llevar Jacob, Embry es mío! – Gritó Bella tratando de ubicarse frente a mí. Como si su pequeño cuerpo pudiera más que la tradición y la magia ancestral.
Le di una mirada llena de significado a Quil y me enfoqué en la confrontación que vendría, mientras mi hermano cargó a Bella fuera del camino, chillando y pateando. No importaba que se enojara, la prefería furiosa y segura.
-El castigo por traición… - Dijo Sam suavemente con voz calmada, como buen Beta, nivelando las emociones – No corresponde Jacob, Embry nunca nos traicionó... No realmente… – Bajó la mirada.
-Traicionó a tu Alpha, y en consecuencia a ti y a todos los demás! – Rugió Jake – Él hizo exactamente lo único que no estoy dispuesto a perdonar, y más encima la zorra de su madre está a punto de conseguir que nos descubran!
-Pero lo de su madre no es culpa de Embry… – Argumentó Seth – Si lo hubieran dejado explicarle años atrás, ella no estaría convencida de que su hijo es un pandillero drogadicto...
-Y si simplemente lo haces regresar a casa, Jake? – Dijo Jared tratando de negociar - Sepáralo de Bella, que ese sea el castigo, no es necesario que lo muelas a golpes encima de todo lo demás… - Agregó, como si estar sin Bella pero viviendo en La Tribu fuera un aceptable premio de consuelo.
-Golpes? – Balbuceó Bella.
-Qué es el castigo por traición? – Preguntó Collin a alguien, en un susurro.
-Cada miembro de La Manada lo debe golpear hasta derramar sangre – Respondió Leah, sonando asqueada – No se pueden usar los dientes y él no tiene derecho a defenderse.
Bella trató de gritar pero Quil le cubrió la boca para acallarla, por lo que rompió a llorar.
-Bueno, eso no es tan terrible, un golpe en la nariz y listo – Dijo Collin encogiendo los hombros.
-Cuándo fue la última vez que te hicieron sangrar como humano? – Preguntó Seth.
-No lo sé - Respondió Collin luego de una pausa, probablemente tratando de recordar.
-Eso es porque nos tienen que dar jodidamente duro para hacernos sangrar. Ahora imagina que cada uno de nosotros debe golpearlo así de fuerte… - Dijo Leah con los dientes apretados. Ella odiaba la mierda de los lobos, las imprimaciones y la tradición. Es cierto que ella estaba feliz con su granjero marihuanero orgánico, pero lo estaría también si lo hubiera podido conocer en el contexto de una relación normal.
Todo esto sucedía en el fondo de mi mente, y sólo una pequeña parte de mi cerebro lo estaba registrando.
Era irreal.
Estaba ocurriendo lo que me temí…
Si se estaba escurriendo…
La felicidad…
Ya no la podía tocar…
La veía alejarse y no había una puta cosa que pudiera hacer para recuperarla.
Minutos antes íbamos a jugar a "la princesa Bella y el chico de los establos" y ahora estábamos debatiendo cual sería mi castigo por encima de no volver a ver a mi Isabella.
-Jake… - Susurró Bella cuando Quil la soltó para dejarla respirar.
No hubo respuesta.
-Jake! – Exclamó.
Sólo se oían respiraciones agitadas y la antigua magia que cargaba el aire cuando los ánimos se alteraban demasiado.
-Jacob! – Gritó Bella. Él la miró como si no la reconociera.
Miró a través de ella.
-Bien, tú ganas, terminamos! – Ofreció Bella levantando los brazos en señal de rendición – No lo voy a volver a ver, te lo juro, nunca más, pero por favor no hagas que sus hermanos lo maltraten, ellos tampoco se lo merecen!
-Tú – Le dijo Jacob con un tono de voz que no le había escuchado nunca, y menos dirigido a "su Bells" – No estás en posición de negociar. Eres una cualquiera capaz de meterse con lo peor de la camada, de permitirle a ese mestizo marcarte y hasta de morderte! Pero peor que todo, eres una traidora, y así te voy a tratar de ahora en adelante… Lástima que no pertenezcas a La Tribu… - Masculló.
Mi gruñido era ensordecedor, yo estaba perdiendo consciencia de mí, luchando contra el lobo que estaba tomando mi lugar, y lo único que procesaba claramente era la imagen de Jacob haciendo llorar a mi Isabella.
-… Pero si ya te dije que nunca más lo voy a ver, qué más quieres? – Sollozó ella.
-A ti, a veces… - Dijo Jacob.
-Quieres que volvamos a estar juntos? – Preguntó ella asqueada.
-Dios no! – Exclamó Jake como espantado ante la idea. Bella se relajó un poco – Billy tenía razón cuando me dijo que las afuerinas y caras pálida sirven sólo para una cosa – Me miró con desdén. Por afuerina hablaba de mi madre – Cuando quiera formar una familia buscaré a una chica apropiada, decente, digna de su posición en La Tribu, y obviamente no será una chica como tú.
-Quieres que acceda a ser tu amante? – Preguntó Bella – Es humillarme lo que deseas? Tenerme a la fuerza te va a hacer sentir más macho? Tan terrible es que ame a Embry?
-Llámalo como quieras – Se encogió de hombros Jacob – No puedo negar que aún te deseo, aunque hayas demostrado no estar a la altura de la esposa de un Alpha.
Me tensé ante la idea de Jacob forzando a Bella a tener sexo. Y le sería fácil conseguirlo, bastaría una amenaza en mi dirección para forzarla a casi cualquier cosa.
La miré y sus ojos derrotados eliminaron toda duda. Si ella podía protegerme, lo haría.
Y de pronto estaba en el suelo. Jacob me había sorprendido con un potente derechazo mientras yo me encontraba obnubilado por la rabia e Isabella.
Me tomó totalmente desprevenido.
No es exactamente una técnica honorable, pero es efectiva.
-No! – Trató de correr Bella hacia mí. Quil la mantuvo en su sitio y ella se retorció en sus brazos.
Comencé a levantarme, haciendo un enorme esfuerzo por no transformarme. Una pelea como lobos podía ser a muerte, pero además era ruidosa y llamativa, y peor aún, podía herir a Bella.
-Quédate en el suelo! – Me ordenó mi Alpha. Obedecí, apoyado en mis manos y rodillas.
Y recibí una patada en las costillas.
-Jacob no! Ayúdenlo! Hagan algo! – Gritó Bella.
-Lo siento Bells – Dijo Seth sonando angustiado – Pero Jake nos dio orden de no intervenir si había un enfrentamiento. Es físicamente imposible meternos en esa pelea…
Recibí otra patada más, que me dio directo en un punto vulnerable de las costillas. Probablemente me había roto dos o tres.
El dolor físico fue curiosamente lo que me mantuvo con la mente fría.
Las palizas solían ser una rutina mientras estuve en el colegio, así es que no me asustaban los golpes o el maltrato físico. Es más, por fin mi lobo estaba en la superficie, pero me di cuenta de que no perdería el control… El lobo no era un organismo separado, era parte de mí y no me boicotearía! Tomaría su fuerza animal y mi racionalidad humana, y usaría el pasado para sobrevivir al presente…
Sonaba como un buen plan, al menos algo que pensar mientras mi mejor amigo me pateaba sin compasión…
Hasta que Jacob comenzó a hablar nuevamente, emitiendo decretos.
-…No le vas a volver a dirigir la palabra a Isabella Swan.
No te le vas a acercar más de 100 metros de distancia a Isabella Swan.
No va a haber contacto telefónico o escrito entre tú e Isabella Swan.
Y definitivamente no vas a volver a tocar a Isabella Swan! – Gritó Jacob con su timbre Alpha, embriagado de poder.
Yo sabía que el mandato de un Alpha es un peso real depositado en nuestros hombros, y había visto en la mente de los demás lo doloroso e inútil que es luchar con la compulsión de obedecer, pero nunca lo experimenté en carne propia, porque siempre me porté bien e hice lo que se esperaba de mí.
Sólo que en esta ocasión, al levantar la cabeza y mirarlo a los ojos, el poder de Jacob no me ahogó, sino que se deslizó por mi piel sin aplastarme.
Nunca antes se me habría ocurrido desafiar a Jake, yo era su mejor amigo y el menos confrontacional de los lobos, pero ahora que no tenía nada que perder y me disponía a jugarme la vida, era como si sus decretos no tuvieran validez, como si fueran una ley que rige en otro estado… Una ley que tú sabes que existe, pero no te afecta.
Me puse de pie con dificultad, ya que aparentemente tenía una pierna fracturada, el hombro desencajado, la nariz quebrada y al menos dos costillas rotas o magulladas. El resto eran simples golpes… Nada de esto era inusitado, lo excepcional es que me pudiera poner de pie después de un decreto como el que recibí.
-No – Dije simplemente. No soy un hombre de grandes discursos.
-Agh? – Preguntó Jacob desconcertado.
-N-O, No – Modulé – Isabella es mía, porque ella así lo quiere. Tus órdenes no tienen nada que ver con el bienestar de La Tribu, así es que ándate a la mierda y adiós. Bella, te vas conmigo?
Isabella no alcanzó a contestar.
Jacob pasó de enojado a furioso, perdió la capacidad de expresarse con palabras, y explotó convirtiéndose en lobo, y yo me mantuve humano.
Como esta no era una pelea, porque me negué a pelear, varios lobos aprovecharon el agujero en el decreto y corrieron a él tratando de contenerlo, pero era demasiada su furia, y ni toda La Manada podía con él.
No había tiempo que perder. Bella, al fin libre de Quil, corrió hacia mí llorando a más no poder, y yo abrí los brazos para recibirla. Aprovecharíamos el escándalo para pasar desapercibidos y huir, tan sólo debíamos llegar a la camioneta…
Unos pasos hasta la cabina, nada más.
Mi pierna rota era un problema que nos hacía lentos y vulnerables, y la maldije entre dientes.
Y de pronto ya no importó más.
Porque entonces que el mundo se tiñó de rojo.
Todo rojo…
La sangre salpicó mi rosto y mi camiseta, a pesar de la distancia.
Una arteria cercenada? Músculos desgarrados? Nunca estudié demasiada biología, pero sí primeros auxilios. Era una habilidad útil para La Manada.
Y todo era rojo y no podía ver una herida.
No veía nada más que el puto color rojo.
Todos los demás se paralizaron, horrorizados.
Incredulidad.
De verdad habíamos llegado a esto? A atacarnos entre nosotros? A la tortura y la violación a cambio de un amor no correspondido?
Quiénes eran estas personas?
Las conocí alguna vez?
Silencio.
Roto sólo por mi primer grito desgarrado.
No era un sonido humano, tampoco un sonido animal… Era una cosa destruida que no dejaba de gritar y balancearse y llorar, todo a la vez.
Sangre, sangre, de dónde sale tanta sangre?
Cómo puedo tratar de parcharla si no veo donde se rompió?
Horas atrás había probado la verdadera felicidad en un jarro de chocolate caliente, y ahora la veía desaparecer en la forma de otro líquido oscuro y espeso, parcialmente absorbido por la gravilla de la entrada.
"Cuánta sangre hay en el cuerpo de las princesas?" Me pregunté estúpidamente.
"Y cómo se reemplaza cuando necesito un poco más?" Agregué.
"Con sangre de unicornio y una pizca de escamas de dragón que le dé valentía" Respondió la voz de Bella en mi cabeza.
Eso es algo que ella habría dicho, lo sé.
Jacob miró incrédulo a su mejor amiga y primer amor, desgarrada, inconsciente, apagándose sin remedio en un creciente charco de su propia sangre.
Y tal como a Bella se le fue la vida gota a gota, a mí se me fueron cortando los hilos que me unían a la humanidad.
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Fuck! Lloré con este capítulo!
Díganme qué piensan.


1 comentario:

  1. Acaso me quieres dar un infarto :(
    Claro que se me hicieron agua mis ojitos, en serio.
    Todo era tan bonito y llego a esta ultima parte :( y lloro como magdalena!
    Por favor no puedes ser tan mala, dime que noooooooooooooo
    Debes actualizar yaaaaaa y poner que llego la ambulancia ó llego asta un vampiro y la salvo ó que aparecio un angel ó asta un extraterrestre pero por favor que Bella viva :´(
    No puedes dejarme con este infarto ehhhh :P mira que quedara en tu conciencia!! :)
    Toda la idea de fugarse es tann romantico y asta de verse sorprendidos tambien pero noooo que muera plissss.....
    Actualiza plisss no me dejes con este nudo !!
    Animo!!
    Saludos desde Nuevo León, Mexico :)

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