Hola chicos, este capítulo va dedicado a Villamizar Virginia que
está de cumpleaños, a Glory porque está embarazada y a su bebé le encantan mis
historias XD, y a Mellita Cullen que le prometí actualizar ayer, pero el capítulo
se me alargó como mil palabras y no me pude detener…
Espero les guste como vamos,
Abrazotes
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Capítulo 16
Eres,
lo que más quiero en este mundo eso eres,
mi pensamiento más profundo también eres,
tan solo dime lo que es
que aquí me tienes.
Eres,
cuando despierto lo primero eso eres,
lo que a mi día le hace falta si no vienes,
lo único preciosa que en mi mente habita hoy.
Qué más puedo decirte,
tal vez puedo mentirte sin razón,
pero lo que hoy siento,
es que sin ti estoy muerto pues eres....
...lo que más quiero en este mundo eso eres.
lo que más quiero en este mundo eso eres,
mi pensamiento más profundo también eres,
tan solo dime lo que es
que aquí me tienes.
Eres,
cuando despierto lo primero eso eres,
lo que a mi día le hace falta si no vienes,
lo único preciosa que en mi mente habita hoy.
Qué más puedo decirte,
tal vez puedo mentirte sin razón,
pero lo que hoy siento,
es que sin ti estoy muerto pues eres....
...lo que más quiero en este mundo eso eres.
Eres / Café Tacuba
BELLA POV
-Por fin tengo un amigo! – Exclamó Emmett súbitamente,
rompiendo el cómodo silencio en que nos encontrábamos, como recordándolo justo
en ese momento. Se reacomodó sacudiendo nuestras cabezas y moviéndonos de
nuestra agradable posición.
Estábamos bajo la sombra de un árbol, los tres tirados sobre
una manta en el pasto, Char y yo apoyando nuestras cabezas en el estómago de
Emm de forma perpendicular. Como era período de preparación de exámenes
teníamos clases sólo por la mañana y en la tarde se suponía que debíamos
estudiar… Pero como nosotros debíamos fallar de todas formas, nos encontrábamos
hablando de todo y nada… Hasta ese momento.
-Por supuesto que tienes amigos – Respondí volviendo a
acomodar mi cabeza usando mi sweater como almohada – Tienes montones…
-No de esos amigos que en verdad son conocidos, y tampoco es
un vampiro – Dijo condescendiente - Tengo
un amigo humano – Aclaró – Es primera vez que me acerco a un humano, los Cullen
no me lo permitían…
-Y qué hay de mí? – Pregunté haciendo un puchero, un poco
dolida, pero más que nada haciendo teatro.
-Y tú eres mi hermana y no cuentas - Dijo de inmediato – Y no estires la trompa!
– Me regañó
-Bueno y quién es tu amigo? – Preguntó Char con risa en la
voz, tal vez ante el candor de Emmett. En los escasos días que llevaba en el
colegio él se había ganado el corazón de todos quienes lo conocían. Unos se le
acercaban por su evidente popularidad, otros porque apreciaban sus
características personales, pero como fuera, Emm nunca estaba solo.
-Es el otro chico nuevo – Dijo – Como es el único que no
tenía compañero de laboratorio o de dormitorio, nos pusieron juntos en todas
las actividades.
Un sentimiento de anticipación al desastre se anidó en mi
estómago.
-Y cómo se llama? – Preguntó Charlotte.
-Brennan – Respondió Emm – Es irlandés, y su mamá se murió
hace poco.
-Oh, sí, lo ubico, el chico de los ojos súper azules… Y se
llevan bien? – Preguntó Char.
-De maravilla – Dijo Emm – Es un tipo cool, y a las chicas
parece gustarles, así es que lo voy a invitar a pasar el receso con nosotros
para distraer a Gaby.
Mierda! Eso no podía ser bueno… Un mes viviendo bajo el
mismo techo que Brennan? Qué pasaría si Garr lo descubría haciéndome
insinuaciones o invitaciones? O incluso mirándome raro? Pero qué le podía decir
a mi hermano cuando estaba tan entusiasmado de tener un amigo por primera vez?
-Y dices que él regresa a la escuela de verano? – Preguntó
Char interesada.
-Sí, pero no porque sea mal estudiante, sino porque perdió
muchas clases cuando su mamá estuvo grave por su enfermedad, así es que
necesita los créditos para graduarse con nosotros el próximo año.
-Y nosotros no necesitamos los créditos? – Pregunté – Tal
vez no necesitamos reprobar para regresar a la escuela de verano…
-Nosotros tenemos créditos más que suficientes, no estamos
atrasadas, acuérdate de que falsificamos
todo nuestro historial académico – Respondió Char – Pero ese historial cubría
hasta el momento de nuestro ingreso a este lugar, de ahí en adelante, si
fallamos tenemos que cubrir los requisitos faltantes.
-Oh… Demonios, no me gusta la idea de reprobar a propósito…
- Dije haciendo un puchero.
-Piensa que es peor lo que le vamos a hacer a Emily – Dijo
Emm tristemente, enredando su dedo índice en la punta de mi coleta.
-Hey! – Dijo Char - Basta con fallar una asignatura para
regresar, simplemente elige una en la que de todos modos apestes y no te
esfuerces en sacarla adelante. Te he visto en matemáticas y no eres ninguna
genio con las ecuaciones cuadráticas…
-Pfffff! – Resoplé sin alterarme. No planeaba un futuro en
el que las ecuaciones cuadráticas estuvieran incluidas – Y quién lo es? Además tú no eres infalible,
no te va a costar nada reprobar “Economía Doméstica”, porque no te he visto hacer
ningún pastel que no se te haya quemado, y el rollo de carne del otro día te
quedó chamuscado por fuera y congelado por dentro, no sé de dónde sacaste la
idea de meterlo al freezer… Y a todo esto en qué asignatura vamos a hacer
fallar a Emily? – Pregunté ignorando la cara de Char, que claramente quería
defender sus técnicas culinarias. Yo por mi parte no tenía nada que defender,
las matemáticas efectivamente eran mi pesadilla.
-Por lo que he visto, creo que lo único creíble sería
sabotearla en “Educación Física”, porque es casi tan mala para los deportes
como tú, Bella – Dijo Char probablemente sin pensar, picada por mi comentario
sobre sus aptitudes en la cocina – Debe ser la poca tonicidad muscular…
Inmediatamente Emmett le lanzó un puñado de pasto a la cara
y la dejó escupiendo hebras verdes, y tierra, furiosa.
-Pero no se puede sabotear su examen de “Educación Física” –
Dije yo sacudiéndome el pasto que me llegó a la ropa antes de que los dos se
pusieran a pelear rodando por el jardín – Es muy evidente… Además se podría
hacer daño… - Musité y Emmett gruñó. Un verdadero gruñido, como de un enorme
animal… O tal vez un Yeti, pero definitivamente más amenazador que Chewbacca.
-Tiene que ser una asignatura en la que las respuestas se
entreguen en una planilla de alternativas, de modo que no pueda discutir sus
resultados contrastando la pregunta con la respuesta – Dijo Emmett resignado.
-Eso nos deja historia, biología, química y filosofía. Los
demás ramos exigen ensayos, preguntas de desarrollo o la solución de
ecuaciones - Dije.
-Filosofía – Dijo Char – Es lo suficientemente ambiguo como
para resultar creíble.
-Filosofía será – Suspiró Emmett – Qué día es ese examen?
-El próximo miércoles – Dijimos Char y yo a la vez.
Y entonces, por el rabillo del ojo vi una figura alta
cargando un gran libro. Me giré lentamente para no llamar la atención y
efectivamente, era él cruzando el prado hacia el jardín trasero.
-Tengo que ir al baño – Dije incorporándome de pronto. Por
suerte Emmett tenía reflejos vampíricos y soltó mi coleta a tiempo o habría
quedado calva.
-Vuelves pronto? – Preguntó Emm.
-No me demoro nada – Le dije, y corrí a alcanzar a Brennan,
que ya había dado la vuelta por la esquina del edificio.
Pero en cuanto giré esa esquina, ya invisible para Emmett y
Charlotte, choqué de frente con Brennan, que tenía una sonrisa fanfarrona que
quise borrarle de un puñetazo.
-Por qué demoraste tanto? – Preguntó tomando mis antebrazos
para estabilizarme.
-No sé de qué hablas – Dije soltándome de inmediato y
retrocediendo un paso.
-Viniste a buscarme preciosa, no lo puedes negar – Afirmó.
-Pero no por la razón que te imaginas – Admití cruzando los
brazos, poniendo más distancia y enrojeciendo un poco.
-Y qué es lo que me imagino? – Preguntó, ya no burlándose, sino
luciendo genuinamente interesado.
-Te imaginas que… Que vine porque… Que vine porque me gustas
– Balbuceé y bajé la mirada. Jodido Brennan, sí que me ponía nerviosa.
-Oh no, jamás pensaría eso, porque tú te escaparías de tu
hermano y del sabueso de tu prima para hablar con cualquier tipo que no te
gusta… - Dijo levantando las manos, haciéndose el inocente.
-Deja de burlarte de mí y presta atención – Le dije
enderezando la espalda, cabreada más conmigo por mi debilidad, que con él por
su pedantería.
-Dime entonces en qué te puedo ayudar en esta linda tarde de
primavera – Dijo más amable, con una plácida sonrisa.
-Emmett – Le dije.
-Que hay con Emmett? – Preguntó intrigado.
-No quiero que le hagas daño – Dije simplemente mirándolo a
los ojos – Emm se encariña con las personas y confía demasiado rápido, y lo que
te quería decir es que si tienes algún motivo ulterior para ofrecerle tu
amistad, mejor te abstienes, porque si le haces daño te juro que te mato… O
contrato a alguien para que lo haga… O que al menos te den fierrazos en las
rodillas…
Brennan permaneció en silencio un largo rato, estudiándome,
sin moverse ni revelar lo que pensaba.
-Bueno, habla! – Le dije cuando no soporté la tensión – Dime
algo!
-Estaba pensando – Dijo lentamente, sin delatar lo que
sentía en su rostro o su voz – Trataba de decidir si viniste porque tienes una
opinión muy alta de ti misma o una muy baja de Emmett…
-Opinión baja de Emmett? Yo lo adoro! Por eso quiero
protegerlo – Dije desconcertada.
-Viniste porque no creíste que Emmett pudiera atraer mi
amistad por sí mismo, y asumiste que lo estaba usando para llegar a ti. Es
bastante egocéntrico de tu parte y más que un poco insultante para tu hermano –
Dijo rompiendo la máscara de indiferencia y mostrándose bastante cabreado.
-No me entiendes… Yo solo me preocupo por él… - Balbuceé.
-Tu hermano es un tipo excepcional y me sentiría honrado de
que me considerara su amigo – Dijo recuperando la compostura - La pregunta,
preciosa, no es si yo soy su amigo por ti,
si no si lo soy a pesar de ti.
-Qué quieres decir? – Pregunté sabiendo que me debía sentir
ofendida, pero aún sin saber por qué.
-Emmett es un tipo abierto, honesto y tiene un carácter
estable. Es un agrado estar a su alrededor. Tú en cambio, vives con secretos, a
veces eres enternecedoramente cándida y otras me mientes, y tus estados de
ánimo al menos cuando estás conmigo fluctúan cada diez minutos. Sé que te gusto
preciosa, así como yo acepté que quiéralo o no, tú también me gustas a mí… Pero
pones todas esas trabas y te enredas tu sola, y al final creo que me
convenciste de que lo que tengo que hacer es alejarme de ti, lo que va a ser
difícil si sigo siendo amigo de Emmett – Dijo.
-Por favor, no te dejes influenciar por mí! – Exclamé – Si
de verdad eres amigo de mi hermano, lo voy a respetar y me voy a alejar lo más
posible, sólo te pido que no lo traiciones…
-Sólo esa petición demuestra que no me conoces… - Dijo con
una sonrisa amarga - Yo tengo muchos conocidos, pero elijo bien a mis amigos, y
considero a Emmett uno de ellos, no por ti, sino por él – Dijo tan
decepcionado… Yo no quería ser la responsable de que él se sintiera así…
Quería… No lo sé, recuperar su buena opinión de mí. Por alguna razón me
importaba lo que Brennan pensara – Tu hermano y yo vamos a pasar una buena
cantidad de tiempo juntos, así es que inevitablemente tu y yo nos vamos a ver.
-Me voy a comportar, lo prometo – Dije de inmediato.
-Tu jamás te comportas – Dijo con una media sonrisa – Es
parte de tu encanto.
-Mi encanto? – Pregunté confundida.
-Conóceme Isabella, deja de danzar a mi alrededor dando un paso
adelante y dos hacia atrás. No te estoy pidiendo nada romántico por ahora, sólo
que podamos pasar el rato juntos, hablar de libros, de películas o de lo que
quieras… Mira… Cómo te explico?... Emmett es mi amigo para hablar de cosas de
hombres, pero necesito a alguien más… A ti - Dijo desordenando el cabello de su
nuca, un hábito nervioso que ya había aprendido a reconocer – Independientemente
del atractivo físico, de verdad creo que hay algo más entre nosotros, creo que
tal vez somos compatibles en un nivel más intelectual… - Terminó.
-Yo estoy con alguien – Le recordé firmemente. Me felicité
por eso.
-De acuerdo – Dijo de inmediato, levantando las manos – Ya
te dije que no te estoy pidiendo que lo engañes ni nada parecido. Simplemente
te pido que aprovechando que vamos a tener más oportunidades de vernos, las
usemos.
-Como amigos – Aclaré.
-Estrictamente amigos. Si veo que no te aguantas las ganas y
te me lanzas encima para besuquearme, te voy a rociar con spray pimienta y te
voy a entregar a Emmett para que lidie contigo… O peor! A tu prima – Dijo con
los ojos chispeantes, habiendo recuperado el buen humor.
-Bueno, lo mismo va para ti, pero yo no necesito el gas
pimienta, te entrego directamente a Charlotte – Dije sonriendo. Él abrió los
ojos como platos y negó rápidamente con la cabeza.
Era gracioso que Brennan tuviera tanto miedo a la vampira
pequeñita pero abrazara como su amigo al enorme vampiro Hulk. Y que por lo
demás sus instintos estuvieran en lo correcto…
-Ya, está bien, no te voy a evitar, pero tú no me vas a
sofocar… Y seremos amigos – Repetí.
-Amigos – Repitió sonriendo... Y luciendo tan, tan guapo el
desgraciado… Pero supongo que eso no era culpa suya.
-Me voy – Dije nuevamente tímida. Qué mierda tenía este
chico? No había duda en mi mente sobre mis sentimientos por Garrett, sobre eso
no había discusión… Él era mi Pareja.
Pero lo que me pasaba con Brennan era distinto, no era amor,
ni siquiera lujuria, era simplemente que me ponía nerviosa, y me importaba su
opinión, tal vez porque él era la persona más lúcida que había encontrado en el
encierro.
-Apúrate o te van a venir a buscar – Me advirtió con un
guiño.
-Dilo como si fuera chiste… - Murmuré, giré y corrí hacia
Emm y Char que cuchicheaban en la manta, pero se callaron cuando llegué.
-Te demoraste – Destacó Charlotte, pero sin mostrarse
preocupada.
-Estaban limpiando los baños – Respondí preparada para el
interrogatorio. Char no sabía nada de baños así es que no dudaría de mis
palabras.
oooOooo
EDWARD POV
Ya habían pasado casi dos meses y medio… Dos meses y medio
sin ella.
Ella, a quien ya
no podía ni nombrar en mi mente.
Ella, que plagaba
mis pensamientos cada minuto del día.
Ella, por quién
había esperado casi cien años.
Dios! Cómo quería acabar con esta agonía…
Sólo el amor de mi familia me mantenía de pié. Sólo por
ellos es que aún no había solicitado la eutanasia a los Volturi.
Cuando ella
desapareció, todos quedamos destrozados, incluso el inútil de Jasper, que fue
el culpable de su desaparición al no saber protegerla cuando estaba bajo su
cuidado.
Y el maldito cobarde en lugar de enfrentar las consecuencias
de sus actos, huyó llevándose a Emmett, probablemente utilizando sus poderes
para manipularlo… Por un lado fue mejor deshacernos de él, porque ese hombre
nunca me dio confianza, ya que sus amigos y él eran un montón de salvajes con
costumbres de lo más barbáricas.
Y quién sabe, algún día Emmett podrá escapar de su influjo y
regresará a casa… Pero no le será fácil ganarse el perdón de Rosalie, ya que su
orgullo sufrió un duro golpe por su abandono.
Un desastre, todo era un desastre, mi familia estaba
destrozada y sólo el confort de la pena compartida me salvaban de la
enajenación total.
Era Alice, mi dulce Alice quién pasaba por lo mismo y me
comprendía. Ella había perdido a su mejor amiga y a su Pareja, si tal cosa
realmente existe, y naturalmente buscamos confort en nuestra mutua compañía. A
veces se nos unía Esme, aunque ella siempre estaba muy ocupada manteniendo
nuestra fachada de humanidad. También tenía largas conversaciones con Carlisle
que con su sabiduría me traían si no consuelo, al menos un poco de resignación.
Pero nunca hablaba o siquiera estaba en la misma habitación
que Rosalie.
Su mente era un lugar tóxico que no quería explorar, y aún
sin mi telepatía, ella no perdía oportunidad de recordarme que nuestra familia
había sido destruida por una humana. Mi
humana. Ella creía que era culpa de mi B… de ella que Emmett se hubiera largado, ya que creía que había algo
romántico entre ellos dos. No importaba cuántas veces le aseguré que en la mente
de su esposo sólo vi pensamientos hermanables hacia ella, Rosalie estaba convencida de que Emmett se había largado con
Jasper a vivir el duelo por la muerte de su amante.
Para Rosalie no había alternativa posible, nunca se le pasó
por la cabeza que Emmett estuviera harto de su mal genio y constantes abusos
verbales, que lo dejaban como un idiota frente a toda la familia. Y no digo que
el tipo fuera un genio, créanme, he estado en su mente, pero el problema de
Emmett no era de inteligencia formal, sino de madurez emocional. En su interior
él se había congelado como un joven en sus veinte años, en cambio Rosalie
envejeció intelectualmente hasta convertirse en una vieja amargada atrapada en
el cuerpo de una hermosa chica de dieciocho años. No eran compatibles, y eso lo
supe desde el principio.
Pero me avergüenza admitir que no dije nada sobre la
compatibilidad en esa relación, ya que me sentí aliviado de que Rose fijara su
atención en alguien más, porque contrario a los planes de Carlisle, ella nunca
sería mi compañera.
Mi compañera.
La que tuve tan brevemente para perderla sin siquiera tener
la posibilidad de venganza o retribución.
Escuchamos hace meses rumores de que Emmett, Jasper y uno de
sus amigos, un salvaje llamado Garrett habían ido de visita a Denali y habían
asesinado impunemente a la Pareja de Irina, una de las “hijas” del clan. Tal
vez esa había sido la manera en que Jasper había querido limpiar su
consciencia, tal vez Garrett, el nómade guerrero lo convenció de que cometer
asesinatos al azar es una buena idea… Como sea, después de ese incidente no
supimos más de ellos, y Alice por alguna razón no logra ver el futuro de Jasper
o Emmett, por lo que deben seguir asociados a Garrett. El don de Garrett es la
invisibilidad ante los dones de cualquier tipo de rastreador, lo que en
definitiva significa que si no quiere ser encontrado no hay poder que lo
alcance, y quien se asocia con él desaparece del mapa, y eso es lo que le
ocurrió a mis “hermanos”.
oooOooo
Alice me llama desde el porche, quiere que la acompañe a
cazar.
Voy de inmediato, la pobre ha sufrido tanto que apenas se
alimenta… Es tan pequeña y delicada, y ha llegado a depender tanto de mí… Es
que esta tragedia nos ha unido y estamos más cerca que nunca.
Alice busca mi compañía constantemente, silenciosa como un
fantasma pero permanentemente buscando contacto físico. No me molesta, porque
me ayuda a dejar de lado mis nefastos pensamientos… No pude hacer nada por
salvar a … A ella… Pero dedicaré lo
que me queda de vida a proteger a la pequeña vampiro que me mira como si yo
hubiera colgado la luna.
Creo que estar conmigo la hace sentirse segura, calladamente
debe temer incluso a un potencial ataque del esperpento de su marido, pero no
lo sé con certeza, porque ya hace mucho que dejé de invadir su mente. Alice
tiene siempre presentes las imágenes de la tortura infligida en ella, y son mucho más de lo que puedo
soportar si quiero seguir aferrándome a los delgados hilos de los que pende mi
sanidad mental… No, ya es suficiente con lo que vi, no necesito ver la
repetición en una cinta sin fin.
Cuando llego a su lado Alice toma mi mano sin decir palabra
Rara vez nos comunicamos con sonidos en estos días… Simplemente no nos son
necesarios.
Caminamos sin prisa, internándonos lentamente en el bosque.
No puedo dejar de pensar en otra manita aferrada a la mía…
Una mano cálida.
Una mano frágil.
La mano de ella.
La del amor que perdí cuando apenas lo encontré.
Cuánto daría por sufrir el delicioso tormento de su aroma
una vez más.
Por recibir un dulce beso de sus labios virginales, esos que
sólo yo alcancé a besar.
Por escucharla decir mi nombre en sus sueños… Sólo una vez…
El par de prendas de ropa que robé de su habitación luego de
su desaparición lentamente han ido perdiendo su aroma.
Su esencia se esfumó poco a poco…
Para siempre.
oooOooo
BELLA POV
El proceso de preparación para el baile no fue cosa sencilla
como cabría de esperar. En primer lugar porque vivíamos con un montón de
nenitas ricas malcriadas que competían por todo, desde la marca del vestido a
la de sus zapatos. Era agotador porque no me importaba un rábano, pero lo era
también porque debía actuar mi propio rol de niña rica y fingir que vivía para
tales eventos.
La semana se arrastró lentamente, y la ebullición por el
baile se hizo palpable. Por suerte los regalos de Garrett y Peter solucionaron
la logística de nuestra vestimenta, así es que no había nada que hacer más que
buscar un rinconcito de paz, un refugio ante la neurosis colectiva.
Gracias al cielo que tenía a Emmett conmigo, así es que nos
bastaba con tirar una manta en el pasto para pasarlo bien.
A veces se nos unía Charlotte, y otras veces ella usaba el
tiempo para hacer sus cosas sin tener que preocuparse de mí. Creo que también
salió a cazar.
Emmett resultó ser un verdadero magneto de amigos, lo que de
alguna forma se reflejaba en mí al ser su hermana. De pronto todos se sentían
en confianza para hablarme y saludarme. Mi vida de ermitaña estaba acabada.
Y qué podía hacer? Él era tan relajado y divertido que
simplemente hacía que la gente se sintiera cómoda a su lado, lo que fue bueno
porque hasta Emily se nos unió en un par de ocasiones, e incluso compartió una
o dos frases, lo que tenía a Emm a punto de hacer volteretas frente a la
iglesia de pura alegría, pero era malo en el sentido de que muchas personas
pasaban a saludar o a comentar algo con Emmett, haciendo que Emily se recogiera
en sí misma, especialmente cuando las víboras populares (Amanda y Cia.) le
coqueteaban descaradamente, aumentando el complejo de inferioridad de mi pobre
amiga.
En su defensa debo decir que Emmett no les daba alas para
sus coqueteos, sólo era amable, pero cuando se dio cuenta del efecto que la
muchedumbre tenía en Emily se sentó más cerca de ella y se inclinó apoyando la
mano y su peso en la manta detrás de la espalda de su chica, de modo que no la
tocaba pero su enorme cuerpo actuaba como buffer frente a los demás, y dejaba
claro donde estaban sus intereses.
Emily al principio se tensó como las cuerdas de un piano,
pero pasaron los minutos y se fue relajando, hasta que para cuando nos
levantamos porque estaba oscureciendo, la espalda completa de Emily descansaba
en el enorme brazo de Emmett, que no cabía en sí de felicidad.
Eran pequeños pasitos, pero significaban un gran
avance.
Brenann se unió varias veces al menos desde la periferia,
sentado con el libro en su regazo. A veces participaba en las conversaciones y
otras simplemente miraba al vacío para luego comenzar a escribir
frenéticamente, ignorando al mundo a su alrededor. Según Emmett a veces se despertaba
a mitad de la noche para hacer lo mismo… Escribir, escribir, escribir… Y
cumplir la promesa que le hizo a su mamá.
Brennan y yo no volvimos a hablar a solas esa semana.
oooOooo
El día sábado golpearon la puerta de nuestro dormitorio a
eso de las ocho de la mañana.
-Maldita sea, es fin de semana, quiero dormiiiiir! – Grité.
La noche anterior me había desvelado, ya que por fin había hablado largamente
con Garrett, que me contó con lujo de detalles su odisea en Las Vegas. Él al
principio estaba reticente a compartir detalles, creyendo que yo pensaría menos
de él o lo consideraría menos masculino por disfrazarse de mujer… Que tonto, yo
sé perfectamente que él es todo un hombre… Y me reí tanto contrastando la
miseria de Garr versus la diversión de Peter que la mitad de la historia la
escuché con las piernas cruzadas para no hacerme pipí, y lo que más risa me
daba era lo avergonzado que todavía se sentía el pobrecito, a diferencia de
Peter, que pareció pasar el mejor momento de su vida encarnando orgullosamente
a Marilyn Monroe.
En fin, el punto es que era sábado y yo tenía sueño.
Pero una vez que se abrió la puerta no se acabaron las
interrupciones, porque ingresó el ruido de voces, música, pasos e instrumentos
eléctricos desde el exterior.
-Levántate, todo el lugar está lleno de gente – Me dijo Char
asomando la cabeza y volviendo a cerrar.
-Aaaaaaaaagh! – Gruñí y lancé mi almohada contra la puerta.
Bien, ya que estaba despierta bien podía aprovechar de ir al baño.
Pero al abrir la puerta (mientras trataba de domar mi
cabello que parecía un nido), pensando que estaría ahí el clan malvado de
Amanda, me encontré con tres hombres desconocidos que me miraron como si la
intrusa fuera yo.
Yo!
Yo que usaba una camiseta blanca de Garrett (sin ropa
interior) con un estampado al frente que decía “Yo (corazón) a los leones
romanos”, en una burla directa a los primeros cristianos martirizados en circos
romanos y comidos por estos felinos.
La camiseta me pareció graciosísima cuando me la dio
Garrett, que dijo que la había comprado para mí, pero de su talla para poder
dejármela con su olor.
-Cómo… Cómo te atreves? – Chilló Amanda agarrando con fuerza
la delicada cruz de oro y diamantes que usaba al cuello todos los días, como si
yo fuera el anticristo o algo parecido.
-Qué pas… Bella! – Exclamó Char frunciendo el ceño. Estoy
segura de que tenía que encontrarlo gracioso, alguien casado con Peter debe tener sentido del humor – Bella
cómo se te ocurre salir así? Acabas de bautizarte, nos estamos preparando para
la primera comunión…! Las apariencias…
-No pensé que me encontraría a este ejército de… Quiénes
son? – Pregunté mirándolos atentamente. Eran cuatro (había una en el baño),
eran una mujer y tres hombres, y todos eran guapos, altos y delgados, como
salidos de un anuncio de la marca Tommy Hilfiger, vestidos y peinados de una
forma totalmente discordante con un internado de niñas… Y particularmente ajena
a mí, que me encontraba medio desnuda y cubierta sólo con propaganda anti-cristiana/ateísta…
Mierda!
-Eres una hereje! Una atea! – Chilló Amanda persignándose,
creo que más por show que porque creyera que yo tenía cachos y cola escondidos
en alguna parte.
-Es una camiseta, no un panfleto – Le dije sacando pecho,
olvidando la vergüenza de estar frente a desconocidos. Amanda me sacaba de
quicio,0 y sólo la amenaza de que no podíamos arriesgar la expulsión me detenía
de darle su merecido. Jasper me había enseñado un par de llaves y golpes para
defenderme cuando estoy en desventaja o mi rival es más grande, y la verdad es
que sólo se necesitaba técnica, no fuerza. Si lograba que Amanda atacara
primero usaría su propio impulso para noquearla.
-Bella por favor ponte shorts o algo, no puedes andar medio
desnuda con esta gente pululando en el dormitorio – Me empujó Char a mi
habitación.
-Te voy a acusar! – Gritó Amanda, triunfal – Las voy a
acusar a las dos ante la Hermana Superiora por ser un par de adoradoras del
demonio.
-Pero qué tarada! – Exclamé – No sabes ni lo que dices, los
ateos no creen en el demonio porque no creen en Dios, y Dios es el que creó al
ángel que se reveló y se exilió en el infierno. Sin Dios el resto de la
mitología no existe – Dije con aire triunfal.
-No trates nuestra religión de “mitología”, se supone que
creemos en todo lo que nos han inculcado! – Me dijo Char al oído, me empujó a
mi habitación y cerró la puerta tras de mí.
-De esta no se salvan – Dijo Amanda – Tengo testigos de su
herejía.
-Realmente te faltan palitos para armar el puente – Dijo
Char burlona – Tienes metidos en el dormitorio, en espacios compartidos, a tres
hombres desconocidos. Pueden ser violadores, pueden ser ladrones, asesinos o
pedófilos, no lo sabemos, y estoy segura de que la monja de la recepción ni los
vio entrar, porque todos los hombres tienen prohibida la entrada a este
edificio a menos que éste esté desocupado. O es que no leíste el reglamento? Yo
sí, es un librito muy útil, así es que si quieres inventar estupideces sobre
Bella basada en una broma que ella no pretendía compartir, adelante. Yo ya les
saqué fotos con mi celular a los caballeros, a la señorita y a toda la basura
que trajeron consigo, así es que veamos quién sale más perjudicada.
-Aaaaah! – Chilló Amanda. Sonreí, Char había ganado sin
derramar sangre, contrariamente a como habría manejado yo la situación - Ellos
ni siquiera son hombres! Son gays! – Exclamó. Se oyeron murmullos molestos –
Qué? Si lo son! – Más murmullos – Ya, ok, los gays también son hombres, pero no
“hombres-hombres”… - Dijo claramente marcando las comillas con sus manos.
Agh… Dispararle a esa idiota sería un acto de misericordia,
terminen con la agonía! (Y con la nuestra).
-Mira Amanda – Dijo Char lenta y calmadamente, como explicándole
a un niño idiota - Lo que tú pareces no entender es que a Bella y a mí no nos
importas, simplemente no existes, no eres tema. Nuestra filosofía es “vive y
deja vivir” – Dijo y no pude reprimir una carcajada. Char mataba a alguien casi
todas las semanas… Aunque claro, eso significaba que dejaba vivir a los demás –
Nosotras jamás te hemos molestado ni te hemos hecho nada para devolverte la
mano por los pequeños rumores y trucos que hiciste para dificultarnos las cosas,
que por lo demás fueron francamente infantiles, así es que te propongo que te
quedes con tu batallón de estilistas, masajistas o lo que sean y Bella y yo nos
vamos a preparar para el baile en otro dormitorio. Nadie acusa a nadie y todos
en paz, te parece?
Amanda no contestó, pero debe haber hecho algún gesto,
porque se escucharon pasos furiosos y un portazo y Char dijo como si nada –
Bien, déjame sacar las cosas que necesitamos y nos largamos.
Yo me calcé unos jeans delgados y desgastados, una camiseta de
manga corta de color rosa pálido que decía en grandes letras negras “SOY
VIRGEN” y abajo, en letras pequeñas, decía “(Pero esta es una camiseta antigua)”,
y complementé mi atuendo con havaianas, ya que el día pintaba para caluroso.
Luego me aseguré de guardar todo lo que necesitaba para el baile en la caja en
la que venían los vestidos y corrí a lavarme los dientes y a recoger mi toalla
y demás artículos de aseo.
-Bella! No aprendes! – Exclamó Char moviendo la cabeza al
ver mi camiseta, tratando de sonar estricta pero sin poder evitar sonreír un
poquito - Lista? – Preguntó. Yo asentí, asombrada de la producción que había
organizado Amanda. Todos los muebles se habían movido hacia las paredes y en su
lugar había una estación de manicura y pedicura, una mesa de masajes, una de
peluquería y otro montón de artefactos más pequeños.
-Wow!, Realmente necesita someterse a todo eso para verse
así de bien? Si yo me pasara un día con ese equipo, le podría hacer competencia
a cualquier zorra que me quiera quitar a Garrett – Comenté, perfectamente
consciente de que mi hombre era guapísimo y totalmente deseable, y andaba por
ahí visitando clanes y buscando aliados, y muchos de estos potenciales socios
eran mujeres. Odiaba pensar en cómo se le estarían insinuando… Mujeres más
hermosas, experimentadas y durables que yo…
Yo sabía que Garr me amaba, pero y si…?
-No importa cuántas zorras se interpongan – Dijo Char
firmemente, interrumpiendo mis nefastos pensamientos - Garrett ya es tuyo. Para
él tocar sexualmente a otra mujer sería físicamente repulsivo… Ya te va a pasar
a ti cuando te hayas transformado.
-Por eso no te pones celosa cuando Peter se va de viaje? –
Pregunté mientras caminábamos por los pasillos acarreando nuestras cajas.
-Naaah, no es solo por eso… Es porque lo conozco. Nosotros tenemos una
relación muy seria y comprometida, y sé que Peter la valora tanto como yo y no
la pondría en jaque por una calentura pasajera… Aunque pudiera.
-Y a ti no te ha interesado nunca otra persona? Aunque sea
un poco? – Pregunté. Char siempre era tan correcta que no me la imaginaba desviando
su atención.
-Sí – Me dijo Char parando en el rellano de la escalera –
Por supuesto que he conocido gente… Hombres que me han atraído en algún nivel,
pero nada es comparable con lo que siento por Peter, él es literalmente mi
alma… - Dijo dejando la caja en el suelo y comenzando a girar su anillo
ausentemente, transportándose al pasado - Bella, yo no soy una persona
espiritual, y creo que mi segunda vida es la que estoy viviendo. Si muero no
creo que haya nada más allá, y es por eso que si Peter muriera yo lo seguiría
de inmediato… Porque él es verdaderamente parte de mí, entiendes? Sé que es
confuso o abstracto para ti al no sentir aún la profundidad y complejidad del
lazo, pero tu Pareja se transforma en algo tan tuyo como tu brazo o una pierna…
-Oh… Sí, entiendo la teoría, pero es verdad que mi amor por
Garrett sigue siendo mayormente humano – Admití – Lo amo de verdad y siento el
tirón en mis entrañas, pero… - No pude
seguir. Pero qué? Simplemente necesitaba ser sincera ahora que Char estaba
siendo tan abierta conmigo.
-…Pero no eres ciega o sorda – Completó Char – Es normal
apreciar la belleza del mundo que nos rodea, y eso incluye a los hombres
atractivos, pero eso no significa que quieras o vayas a engañar a Garrett.
-Alguna vez sentiste algo por alguien más? Algo más que
apreciar la belleza física? – Murmuré sin saber si me estaba pasando de la
raya. A veces Char era una amiga y a veces un sargento.
-Sí – Respondió simplemente, mirándome a los ojos – No
quieres adivinar quién fue?
Yo abrí los ojos enormes, casi se me caen de las cuencas de
la impresión – Noooooooooooo! Jasper? – Pregunté.
-Jasper – Repitió ella con una sonrisa.
-Y Peter sabe? – Pregunté sabiendo lo cercanos que eran los
dos.
Char asintió.
–Jasper… Él fue mi primer amor. Nunca fue un amor físico,
pero la relación entre un vampiro y su creador es vinculante, y además de eso yo
simplemente lo adoraba. Dentro de esa vida horrible él era mi única certeza y
mi único refugio, y él tal vez percibió esos sentimientos, porque siempre me
protegió posicionándome en la retaguardia en las batallas y defendiéndome
cuando otros vampiros trataban de aprovecharse de mi… Jasper lo era todo, en mi
cabeza no cabía la posibilidad de que alguien lo superara… Hasta que
aparecieron Peter y Garrett de vuelta de una campaña en el norte… - Dijo con la
mirada perdida – Fue… Magia – Susurró – Nos miramos y eso fue todo, se reajustó
mi perspectiva y mi orden de prioridades. Yo no sabía casi nada de Parejas, no
sabía ni siquiera si eran un mito o realidad, pero a Peter lo reconocí de
inmediato.
-Cuando Garrett me secuestró y me dijo que me amaba yo le
dije que era imposible, porque no nos conocíamos – Recordé – Pero él respondió
que teníamos toda la vida para conocernos, lo importante era habernos
encontrado… Que yo era suya y punto – Sonreí ante el enojo que me produjo esa
afirmación.
-Eso básicamente lo resume – Dijo Char – Sólo que nuestro
sentimiento fue mutuo.
-Y qué pasó después? – Pregunté.
-Jasper me dejó ir, y pagó el precio por hacerlo – Respondió
– Él me había mantenido a su lado porque en esa época una vampira sola podía
sufrir las peores atrocidades, era peor estar sola en el mundo que en medio de
la guerra, donde él podía echarme un ojo y protegerme mientras estuviera a su
cargo.
-Jasper te apreciaba – Comenté.
-Jasper es el “Dios de la Guerra” – Dijo orgullosa - Convirtió
a cientos de vampiros, tal vez miles, y así mismo acabó con ellos cuando María
se lo ordenó, pero por alguna razón solo a mí me permitió quedarme a su lado.
Nunca lo discutimos, era un acuerdo tácito entre nosotros: Él era mi protector
y yo sería lo que él quisiera que fuera… Y no quiso nada. En ese tiempo Jasper
estaba muy dañado, no hablaba más que para ladrar órdenes, así es que nunca me
permitió demostrarle afecto más que a través de
su don. Si él quería sexo lo obtenía de cualquiera de las mujeres del
campamento que se le ofrecían, que eran casi todas… Eso me dolía a veces… No
entender por qué conmigo no… Pero ahora lo entiendo, él no me usaría como un
receptáculo, no como a las otras.
Yo si le importaba.
Solo meses después de que Peter y yo volvimos por él comenzó
a suavizarse un poco, a hablar… Pero esa grieta en su coraza también significó
el comienzo de su depresión, y pasados unos años en los que no hizo más que
empeorar, finalmente nos dejó… Sólo para encontrarse a la enana endemoniada de
Alice, que aprovechó su fragilidad para convertirlo en un monigote – Terminó.
-Wow, no sabía que tu relación con Jasper fuera tan compleja
– Le dije.
-Lo es… Se lo debo todo, no puedo contar las veces que me
salvó la vida, que evitó abusos y golpizas, y que me salvó de castigos
horrendos. Sin esperar nada a cambio… Sin Jasper no habría llegado a Peter, y
por eso mi deuda es aún mayor – Afirmó – Soy feliz Bella, tengo una buena vida
con un buen hombre… El hombre que atesora la otra mitad de mi alma… No puedes
dimensionar lo que significa la felicidad si es que no has conocido el infierno, pero te
dijo esto: Mi caso es diferente a los demás porque yo sé que daría mi vida por
Jasper en un segundo, sin pensarlo. Sé que ese sería mi primer instinto, y que
no me daría tiempo para pensar que Peter moriría también… - Admitió enormemente
avergonzada, a pesar de que a mí su confesión me pareció valiente - Es horrible
y me hace sentir una mujer espantosa, pero esa es la verdad… Espero que nunca
llegue a eso.
-Entiendo, y no creo que seas espantosa. Tienes todas las
razones del mundo para ser leal a Jasper, que es quien se ganó a pulso tu amor
y tu confianza. Peter es tu Pareja y eso es instintivo, pero no un lavado de
cerebro, y no creo que estés enamorada de Jasper ni engañando a Peter con el
pensamiento, verdad? – Pregunté.
-No! Jamás engañaría a Peter… Ni aunque fuera posible, ya te
lo dije, Peter es mi vida y soy feliz a su lado, es solo que mis sentimientos
por él no son los únicos que existen en mi corazón. Mis sentimientos platónicos
por Jasper se diluyeron al conocer a Peter, pero Jasper es en todo sentido como
mi padre, como toda mi familia – Dijo tajante.
-Entonces no hay culpa – Le dije – Amas a una sola persona y
jamás le vas a ser infiel. Jasper por su parte encontró a Elise y por fin es
feliz… Todo solucionado – Dije ordenando un mechón de su cabello – Y Char…
-Si? – Preguntó.
-Gracias por compartir todo esto conmigo, de verdad, no
tenías que hacerlo pero confiaste en mí – Le dije.
-Somos familia Bella, confío en ti – Respondió, y levantándose
del escalón en el que nos habíamos sentado me ayudó a ponerme de pié y me entregó
mi caja – Ahora, a pedir asilo, ojalá encontremos una embajada amigable.
oooOooo
La habitación era un desastre. Mi vestido y el de Char
descansaban sobre la cama de Kristy para estirarlos un poco, el de Emily
colgaba de la puerta, el de Kristy estaba doblado en el respaldo de una silla y
Gaby planchaba el suyo furiosamente, segura de que una arruga haría toda la
diferencia entre el triunfo y el fracaso.
Yo estaba sentada en el marco de la ventana jugando con mi
celular y Char había desaparecido porque esa habitación era particularmente
luminosa, y estaba bañada de la luz del sol.
-Bella no te vas a preparar? – Preguntó Kristy, que parecía
una bailarina de can-can paseándose con su corsé y portaligas. Estaba rizando
sus pestañas usando una cuchara calentada con un encendedor. No me pareció un
buen sistema, pero no opiné, ya que mi experiencia con maquillaje y trucos de
belleza era por decirlo poco, limitada.
-Char dijo que me prepararía cuando regrese – Dije relajada
– Todo lo que necesito está en esa caja, así es que no tengo nada que hacer…
-Puedo mirar tu caja? – Preguntó Emily, que ya había sido
peinada por Gaby con la misma plancha que utilizaba ahora en su vestido. Fue
muy gracioso ver a la Pobre Emily con la cabeza sobre el escritorio, aterrada
de que Gaby le quemara una oreja o la dejara calva, pero valió la pena, porque
el cabello liso le quedaba más largo, llegando hasta la mitad de la espalda, y
Gaby le había hecho un medio moño sencillo pero de muy buen gusto.
-Claro, mira lo que quieras – Dije sin levantar la vista del
teléfono para no arriesgarme a perder una vida.
-Kristy mira sus zapatos! Son como de “La Cenicienta” – Dijo
Emily sentada en el suelo a lo indio, frente a la caja.
-Oh! Preciosos! – Dijo Kristy sonriendo.
-Son Jimmy Choo? – Preguntó Gaby levantando la plancha.
Me encogí de hombros, no tenía idea.
-Sí – Dijo Emily leyendo la etiqueta – Y tiene el bolso a
juego!
-Nooooooooo! –Chilló Gaby fingiendo un desmayo – Te odio! Mi
papá se niega a comprarme zapatos de más de seiscientos dólares hasta que
cumpla los dieciocho años!
-Esos zapatos cuestan más de seiscientos dólares? - Pregunté
parando mi juego y estudiándolos con más atención.
-Esos zapatos cuestan más de mil – Respondió Gaby como
diciendo “Dah!”.
-Ah… - Dije estúpidamente.
-Cómo puedes no saber cuánto cuesta tu ropa? – Preguntó Gaby
abriendo el pequeño bolso plateado – Mira, éste tiene precio, cuánto vale?
-Unos… ochenta dólares? – Dije pensando en poner un precio
alto a algo que no parecía valer más de veinte… Después de todo era tan pequeño
que apenas cabrían un par de billetes y un labial.
-Phhhhh! – Resopló – Está marcado
por seiscientos cincuenta y dos dólares.
-Mentira! – Dije casi cayéndome
de mi precario asiento.
-Míralo por ti misma – Dijo
lanzándome el bolso – Y ese es un vestido Dior… - Dijo mirando la etiqueta de
mi vestido.
-Y? Eso es bueno? Malo? –
Pregunté mirando la etiqueta del bolso, que efectivamente marcaba más de
seiscientos dólares. Estaba loco Garrett?
-Ese vestido cuesta como dos mil
quinientos dólares – Dijo encogiéndose de hombros – Tu familia no sólo tiene dinero,
además son generosos.
-Si tú no compraste todo esto,
quién lo hizo? – Preguntó Kristy más interesada en el misterio que en la ropa
-Ga… Mi tío y mi primo, nos
mandaron estas cajas de regalo el lunes – Respondí
-Ellos compraron todo esto?
Incluidas las joyas? – Preguntó Emily abriendo una cajita rectangular de
terciopelo negra elegantísima en la que no me había fijado, porque había estado
concentrada sólo en mi lindo vestido.
-Joyas? – Balbuceé.
-Chanel… - Susurró Emily con
reverencia.
-Perlas y Dia-man-tes – Dijo Gaby
asomándose a mirar y marcando cada sílaba – Esas son rocas de verdad!
-Son muy lindos – Dijo Emily
extendiendo la caja a Gaby para que las estudiara con ojo experto, o al menos
más experto que el mío.
-Deben serlo si son Chanel – Dijo
Kristy.
-Bella estas son piezas únicas,
se hicieron sólo unas pocas y están numeradas – Me dijo Gaby sacando un
certificado que venía doblado dentro de la caja y extendiéndome las joyas para
que yo también pudiera ver lo que me habían mandado.
Era un juego de collar, aros y
pulsera.
Joyas con un aire vintage, pero
completamente contemporáneas.
Joyas… Exquisitas.
Atemporales…
Indescriptibles…
-Este set se llama “Pluie de
Camélia” – Dijo Gaby leyendo el
certificado - El collar es de oro blanco y tiene cuarenta y nueve
diamantes de corte baguette que dan un total de catorce punto ocho quilates,
quinientos noventa y dos diamantes con un total de once punto nueve quilates,
una perla cultivada en los Mares del Sur de catorce punto ocho milímetros de
diámetro y doscientas cuarenta y cuatro perlas japonesas cultivadas…
No pude escuchar más. Mis ojos estaban llenos de lágrimas y mi corazón
palpitaba a mil por hora, y simplemente salí corriendo antes de empezar a
sollozar frente a ellas.
Corrí por los pasillos sin saber a dónde me dirigía, y acabé en el
jardín cruzando el prado hasta que tropecé con mi havaiana y caí de rodillas, y
ahí si me puse a llorar con ganas.
Por suerte no había nadie, porque habrían pensado que estaba loca…
Dios… Dolía… Dolía…
Saqué mi teléfono de mi bolsillo trasero con mano temblorosa y marqué
el uno de mi discado automático.
Contestó al segundo ring.
-Isabella – Dijo con voz dulce, un susurro que sentí como una caricia –
Estás lista para el baile? No olvides pedirle a Charlotte que te saque una foto
y me la envías de inmediato…
-Garr… Garr… - Dije hiperventilando.
-Isabella? Qué pasó? Estás herida? Quién está contigo? – Preguntó
desesperado.
-Duele… - Lloré encogida en posición fetal aferrando mi estómago y mi
pecho… La angustia… La necesidad de él superaba cualquier cosa que hubiera
sentido hasta entonces – Te necesito… Te amo… Me duele…
-Peter! Llama a Charlotte! – Gritó Garr.
-Estoy en eso, no contesta! – Gritó Peter acercándose.
-Emmett! – Ladró Garr. Llámalo ahora!
-Emmett… Sí… Bella te necesita… - Dijo Peter ultra rápido – Dónde está?
-Isabella, mi amor, no llores, dime… Dónde estás? – Dijo Garr tratando
de sonar tranquilo, pero claramente al filo de la locura.
-Duele… Garr… Te necesito… - Lloré. No quería a Emm, quería a mi
Pareja. No… Necesitaba a mi Pareja.
-Dime dónde estás Isabella, te juro que voy a estar contigo en unas
horas, pero ahora dime dónde estás… Necesito saber que estás bien… - Dijo con
voz ahogada.
-Bella aquí Peter – Dijo tomando el teléfono de Garr – Necesito que me
ayudes – Dijo – Tu crisis puede desencadenar una en Garrett, y un vampiro angustiado
por su Pareja es un ser muy peligroso… Necesito que respires, si sigues
hiperventilando te vas a desmayar…
Traté.
Inspirar.
Expirar.
Uno.
Dos.
-Así… - Dijo Peter respirando conmigo – Así…
Uno.
Dos.
Uno.
Dos.
-Dónde estás? – Preguntó Garrett, supongo que arrancando el teléfono de
las manos de Peter.
-Parque… - Lloriqueé.
-Emmett va a estar contigo en un minuto – Respiró conmigo – Que te pasó
Isabella? Qué tienes, Pequeña?
-Estaba… con las chicas – Dije ahogada – Y Emily… Estaba hurgando en la
caja que me enviaste… Yo sólo había visto el vestido, y lo amé… Pero cuando
Emily descubrió las joyas… Fue mucho para mí… No debiste gastar tanto dinero en
mí… No debiste… - Lloré.
-Es sólo dinero – Respondió él – Además compré lo que me pareció que te
complementaría mejor en el vestido, no simplemente el ítem más caro de la
joyería.
-Lo sé – Susurré. Hablar dolía – Pero me hizo darme cuenta de todo lo
que te extraño, todo lo que te amo… Y me abrumó. Ya las pulseras que me hace
Char con tu olor no son suficientes… Me duele Garr, no es sólo emocional,
físicamente me duele mucho…
-Isabella… Mi Isabella… Esta noche voy a estar contigo – Me dijo Garr
decidido – Es una promesa…
-Bella! Mierda! – Exclamó Emmett desde detrás de mí y me tomó en sus
brazos inceremoniosamente – La tengo – Dijo a mi teléfono.
-Dónde me llevas? – Pregunté apoyando la cabeza en su hombro. Emmett
olía bien, como todos los vampiros, pero había algo distinto en él… Algo que se
asemejaba a manzanas verdes y clavo de olor... Delicioso y hogareño. Me sentí
segura con él.
Tal vez no eran los brazos en los que quería estar, pero eran una
excelente segunda opción.
-A mi habitación – Respondió.
Mierda.
Brennan.
-Noooo! – Chillé.
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por ahí.
Y
por favor, comenten!
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