Hola, espero les guste. Les recuerdo que todas las bandas sonoras de
mis fics están en mi Spotify a nombre de “Rosario Poblete Lasserre”. Vale la
pena leer escuchando la música que inspiró la trama de la historia.
Abrazos!
A.
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Capítulo 21
Tho' I keep searching for an answer,
I never seem to find what I'm looking for
Oh Lord, I pray
You give me strength to carry on,
'Cause I know what it means
To walk along the lonely street of dreams.
I never seem to find what I'm looking for
Oh Lord, I pray
You give me strength to carry on,
'Cause I know what it means
To walk along the lonely street of dreams.
An' here I go again on my own
Goin' down the only road I've ever known,
Like a hobo I was born to walk alone
An' I've made up my mind
I ain't wasting no more time.
Goin' down the only road I've ever known,
Like a hobo I was born to walk alone
An' I've made up my mind
I ain't wasting no more time.
Here I go again / Whitesnake
-Harry? – Preguntó Hermione arrastrando las sílabas, sin
abrir los ojos.
-Sí, maldita sea, otra pesadilla – Respondió Draco, cortando
bruscamente el contacto físico entre ambos.
-Lo siento – Susurró ella, y sentándose lo besó en la
mejilla y partió caminando rumbo a la escalera.
-Pantalones! – Exclamó él lanzándole un pantalón de pijama
que su bruja sólo usaba cuando debía pasearse frente a Potter.
-Gracias – Dijo ella atrapándolos en el aire con una sonrisa,
y se los calzó de inmediato.
Bajó corriendo la escalera y se encontró a su amigo
jadeante, cubierto de sudor. Además estaba media cama mojada porque para
encontrar sus lentes, Harry había tumbado el jarro con agua que mantenía en la
mesita de noche.
-Hola Harry, tranquilo, soy yo. Lumus! – Dijo ella con toda calma, encendiendo la punta de su
varita mientas prendía las lámparas de la habitación.
-´Mione… Lo siento – Dijo el mago enrojeciendo – Era la pesadilla otra vez…
-No pasa nada – Dijo ella secando el desastre del agua
volcada en la cama – Muévete, hazme lugar – Dijo sentándose en la cama junto a
Harry y apoyando la espalda en el respaldo. Harry obedeció y quedaron lado a
lado, él bajo las cobijas y ella sobre las mismas.
-Se va a acabar esto algún día? – Preguntó él retóricamente.
-Sí, Harry, vas a estar mejor… - Suspiró Hermione – Además siempre
es más difícil las primeras veces que te capturan o te hieren…
-Te han capturado antes? – Preguntó él asombrado – Nunca hablas
de eso…
-No hay nada qué decir – Dijo ella sacudiendo la cabeza en
pos de borrar esas horribles experiencias de su mente - Ya estás casi
completamente recuperado físicamente, así es que lo justo es que te devolvamos
a La Orden – Dijo cambiando de tema - Ginny debe estar medio muerta de
preocupación, pero estoy segura de que puede recogerte y llevarte a casa…
-Pero aunque regresara a La
Madriguera estos sueños persistirían, nunca me dejarán en paz -Rebatió el mago.
-Ese es un detalle del que no te he hablado… - Dijo ella posando
la palma de su mano en el dorso de la mano de Harry - En orden de no poner en
riesgo nuestra ubicación y nuestros planes, te vamos a tener que borrar la
memoria parcialmente. Se trata de un hechizo muy específico que usa una poción
creada por Draco, y hará que olvides dónde has estado y quién te ha ayudado, de
modo que no puedas revelarlo ni siquiera a alguien versado en legeremancia. – Dijo Hermione, temiendo
un estallido.
-Quieres borrarme la memoria? – Preguntó Harry ofendido,
quitando su mano de la mano de la chica – Es que no confías en mí? Y para qué
te molestas siquiera en preguntarme? Sólo hazlo, o dile a tu novio si no te
atreves a hacerlo tú misma…
-Harry, entiende por favor, Draco y yo somos fugitivos muy
buscados, tanto o más que tú ahora que yo soy la Guardiana de los Secretos de La Orden. No queremos que por error o
bajo tortura le des información a alguien, y es más fácil para todo el mundo si
no recuerdas nada de lo sucedido los últimos días. Además así se acabarán las
pesadillas…
-No te entiendo Hermione – Dijo él sacudiendo la cabeza –
Por qué no regresas con La Orden que es donde te corresponde estar y te olvidas
de esta locura con Malfoy? Y no me malentiendas, le agradezco y acepto que me
ha ayudado y al parecer a ti también, pero no por eso debes quedarte a su lado,
tu deuda no es tan grande! Y qué hay de Ron? Ya no lo quieres? Ja! Para el
caso, qué hay de Víctor?
-Harry, ya te lo expliqué, no seas necio, amo a Draco, soy
feliz con él, quiero un futuro a su lado, y si bien Ron es uno de mis dos
mejores amigos, no somos más que eso, amigos, casi hermanos. Con Víctor por otro
lado, nuestra relación era incluso menos que eso, era sólo una muleta para
combatir la soledad, éramos amigos con ventaja y punto. Nunca le prometí más y
él me aceptó así – Dijo ella.
-No soporto verte con él Hermione – Dijo Harry usando el
nombre de pila de la bruja – Quizás es una buena idea que borres mi memoria, no
quiero pensar en ti y en cómo echas tu vida por la borda con ese psicópata con
el que compartes la cama…
-No puedo creer lo que estoy escuchando – Dijo Hermione, con
lágrimas a punto de resbalar por sus mejillas – Después de todo lo que hemos
pasado juntos no eres capaz de alegrarte cuando al fin encuentro un verdadero
hogar? No te gusta que al fin alguien me ame lo suficiente como para arriesgar
su vida desde las sombras? No te gusta que por primera vez en mi vida sueño con
un futuro, una familia, un perro… Draco me ha regalado algo hermoso Harry –
Dijo, ya con el rostro húmedo por las lágrimas derramadas – Me dio esperanza…
-Basta ya, Granger! – Dijo Draco bajando las escaleras,
completamente vestido. Por supuesto, había escuchado la conversación completa –
Basta de explicaciones, ven aquí – Dijo abriendo los brazos, y ella corrió a
refugiarse en ellos, escondiendo el rostro en el pecho del mago - Potter, hoy
te regresas a donde te reciban, no voy a aceptar que sigas torturando a Granger
– Dijo firmemente dirigiéndose al enfermo.
-Draco no… - Dijo ella débilmente.
-Draco sí – Dijo él besando su coronilla – Bien, limpia esas
lágrimas y escríbele a la comadreja menor una carta anónima para que fijen un punto
de encuentro. El bar “El Quinto Cuerno” ubicado
en el callejón mágico de la ciudad de Peterborough es una buena alternativa, es
oscuro, está alejado de la zona comercial, y de día siempre está casi
completamente vacío. Dile que vaya sola.
-Seguro que ella asistirá a una reunión con desconocidos?
Ginny no es tonta, después de todo es una Auror y un miembro de La Orden – Dijo
la bruja.
-Si mencionas a Potter estoy seguro de que va a lanzar la
precaución por la ventana – Dijo Draco – Es lo que yo haría si se tratara de
ti.
Hermione asintió con una pequeña sonrisa, concordando, y fue
al mesón de la cocina a escribir una sencilla nota anónima, diciendo el lugar y
la hora del encuentro, y dándole las indicaciones del manejo de Harry para su
pronta recuperación después de perder la memoria.
-Ven aquí – Dijo Draco abriendo la ventana para dejar entrar
a Antares, su ave – Vas a ir a “La
Madriguera”, y quiero que le entregues este mensaje exclusivamente a Ginny
Weasley. A nadie más.
-Voy a ducharme – Dijo Hermione entrando al baño, deprimida.
Necesitaba el agua caliente en su piel.
Abrió la llave y reguló el agua. Una vez que el baño estaba
cubierto de vapor se metió a la ducha, y su piel quedó roja al mero contacto
con el agua a esa temperatura. No le importó, su pena hacía que estuviera casi
impermeable ante los estímulos externos, como el achicharrarse con agua
hirviendo.
La puerta del baño se abrió y cerró.
-Mierda Granger, te vas a hacer daño! – Dijo Draco
metiéndose a la tina con ropa para quitarla de debajo del doloroso chorro.
Hermione lo miró con ojos enormes y llorosos.
-Nunca nadie va a aceptarnos, verdad? – Preguntó la bruja,
con voz quebrada.
-No existe el “nunca” o el “nadie”, menos para gente como
nosotros. Es verdad que hay gente que va a tener problemas con lo nuestro, y se
pueden ir muy al cuerno, pero hay otra gente que va a estar más abierta a la
idea, como esa chica, Luna. Ella no parecía escandalizada ante la idea…
-Luna ve nargles! – Rió Hermione a pesar de sí misma – Ni ella
misma se toma en serio!
-Y quién dice que no están ahí? No porque no los veamos
quiere decir que no existen… - Dijo él secándola con una toalla - Dame un beso
y no quiero verte llorar más por este tema. Al comenzar sabíamos en lo que nos
metíamos, sabíamos que sería duro y que seríamos juzgados. Ahora hay que
afrontar las consecuencias, porque no hay manera de que me separen de ti, no
después de vivir contigo, no después de dormir juntos, y mucho menos después de
hacer planes para el futuro.
-Te amo Draco Malfoy – Dijo ella acariciando el cabello
rubio y perfectamente lacio del mago, y empinándose lo besó tiernamente – Te
amo hasta el cielo.
-Te amo hasta la luna – Respondió él con una sonrisa ladeada
– Yo gano, ahora vístete – Dijo dándole una sonora palmada en el trasero.
-Auch! – Saltó ella para evitar otra palmada - Me trajiste
una muda de ropa… Gracias… - Agregó.
-Vi que entraste sin traer ni siquiera una toalla y no te
iba a dejar pasearte por ahí frente a Potter usando solo una camiseta blanca
mojada sin sostén. Mi paciencia tiene un límite! – Dijo emitiendo calor con su
varita para secar su propia ropa, que estaba empapada.
-Cuál es el plan? – Preguntó ella mientras se calzaba las
bragas. Estas en lugar de lunares tenían corazones, y rápidamente se estaban
transformando en las favoritas de Draco.
-Tomamos Poción
Multijugos, nos trasladamos con Polvos
Flu a la chimenea del bar, ya que Potter no tiene varita, luego nos
encontramos con la comadreja menor, y le entregamos el bulto. De ahí en
adelante es su problema lo que pase con “El
Elegido”.
-Ok, debemos tener cuidado de no exponer nuestras
identidades con Ginny, o tendremos que borrar su memoria también – Pensó
Hermione en voz alta.
-No hay problema… Estás lista? – Preguntó Draco.
-Lista – Dijo ella tomando su mano estirada hacia él.
-Espalda recta, mentón arriba, hombros atrás, que nadie vea
que te importa lo que diga o piense ese imbécil malagradecido. Si quieres
llorar, lloras conmigo, pero no vuelvas a demostrar debilidad ante nadie, esa
es un arma muy peligrosa – Dijo él levantando su barbilla.
-Comprendido – Dijo ella sonriendo – Te amo…
-Más que a nada… - Dijo él acercándose.
-Más que a nadie… - Dijo ella besándolo en la mejilla,
sonriendo abiertamente.
-Siempre – Cerró él – Siempre Granger.
oooOooo
No costó demasiado convencer a Harry de que siguiera el plan
de Draco, ya que en el fondo parecía más bien ansioso de olvidarlo todo.
Draco les mostró la ubicación exacta del callejón mágico de Peterborough,
y también del bar al que se dirigían, “El
Quinto Cuerno”. Una vez que tuvieron claras las “coordenadas” del traslado,
se tomaron la poción multijugos, y Draco se transformó en un hombre joven, pequeño
y delgado, de cabello negro y la nariz ganchuda, extremadamente pálido. Más que
brujo parecía un vampiro.
Hermione se transformó en una mujer rubia y deslavada de unos
treinta y cinco años de edad y un evidente sobrepeso; y Harry por su parte, se
transformó en un hombrecillo de mediana edad no más alto que un niño de unos
diez años, y tan pelirrojo y pecoso que parecía uno más del clan Weasley.
-Desde atrás Potter parece tu hijo – Dijo Draco burlón, con
su nueva voz.
-Oh, Draco! Me tenías que hacer tan gorda? – Se quejó
Hermione adaptando su túnica a sus nuevas medidas.
-Es para que te vayas acostumbrando al peso que vas a ganar
con los embarazos – Dijo él, con risa en los ojos.
-Así es que no te importa que me transforme en una ballena?
– Preguntó ella levantando una ceja.
-Nah! Simplemente habría más de ti para amar – Contestó él
con toda sinceridad. Después de todo lo vivido, unos kilos de más o de menos
para él eran una anécdota, no un tema. (Lo que no significa que no adorara el firme
y delgado cuerpo de su bruja tal como era normalmente).
-Tonto! – Rió ella y lo besó, olvidando los desagradables
cuerpos que ocupaban ambos.
-Agh! Verlos con sus cuerpos normales es malo, pero esto…! –
Dijo Harry tapándose los ojos, con cara de asco.
-Si no te gusta te giras y miras la pared – Dijo Draco
secamente.
-Tranquilos! – Dijo Hermione – Ok, repasemos: Vamos a pasar
por la chimenea hacia el bar. En cuanto lleguemos Harry va a beber la poción y
de acuerdo al encantamiento que le va a aplicar Draco, va a olvidar todo lo
ocurrido desde la última vez que vio a Ron, de modo que no recordará su estadía
en el bosque. Una vez borrada su memoria nos acercaremos a Ginny y lo dejaremos
a su cargo sin dar detalles ni nuestras identidades. Ok?
-De acuerdo – Dijo Harry aun inseguro, sin ni idea de qué
pensar, pero sabiendo que eso no sería un problema por mucho tiempo.
Simplemente lo olvidaría.
Draco asintió, y se paró frente a la chimenea.
Daisy se acercó con un bowl repleto de algo parecido a arena
nacarada, y Draco sin mirar tomó un puñado de lo que resultó ser polvos flu y
dijo - “Bar El Quinto Cuerno” – Y
lanzó los polvos al fuego, que de inmediato se tornó verde esmeralda; él se
paró sobre las brasas sin quemarse y de pronto desapareció.
-Tu turno, Harry – Dijo Hermione.
-Lo siento ´Mione… - Dijo él, compungido – No quise herirte,
pero de verdad me cuesta mucho aceptar lo que pasa entre tú y Malfoy…
-Entiendo, ahora anda al bar, nos estás demorando, estás
poniendo en peligro el plan – Dijo ella, nerviosa de que Draco se encontrara solo,
por mucho que estuviera disfrazado.
-No volveremos a estar a solas, y después lo habré olvidado…
– Dijo Harry – Dime que me perdonas y júrame que te vas a cuidar… Y si pasa
cualquier cosa, lo que sea, vas a acudir a tus amigos… Todos te queremos y te
vamos a recibir con los brazos abiertos…
-Está bien! Te perdono y lo juro, me voy a cuidar y prometo
regresar si lo necesito. Ahora por favor métete a la maldita chimenea! –
Exclamó ella.
-Te quiero ´Mione, te voy a extrañar…
-Te quiero Harry, y yo también te extrañaré – Dijo
abrazándolo, envolviéndolo con su enorme cuerpo.
Cuando se soltaron, Harry la besó en la mejilla, se metió a
la chimenea, gritó su destino, y desapareció.
oooOooo
Draco se estaba poniendo nervioso. Qué mierda estaba
pasando? Habían tenido un problema? Cuando ya tenía un puñado de polvos flu en
la mano y caminaba decidido hacia la
chimenea, listo para regresar a la cabaña, apareció Potter seguido
inmediatamente por Hermione.
-Qué mierda les pasó? – Preguntó él en un susurro furioso.
-Nada, ya estamos aquí- Dijo Hermione arreglándose la
capucha de la túnica para cubrirse bien. En realidad estaba actuando como lo
haría una bruja civil, inexperta, como si temiera ser reconocida, lo que en
realidad era imposible al ser este un cuerpo muggle de una persona NN.
-Bebe la poción Potter – Dijo Draco extendiéndosela. Harry
la tomó en sus manos, y mientras se la bebía, Draco pronunció un encantamiento
muy complicado y detallado, de modo de borrar de su mente sólo lo estrictamente
necesario.
Mientras Draco terminaba de borrar la mente de Harry,
Hermione buscó con la mirada a Ginny, y la reconoció sentada con la cabeza
gacha, en una oscura esquina. A simple vista estaba sola, pero Hermione de
inmediato se dio cuenta de que cada uno de los parroquianos del bar, incluido
el cantinero, eran miembros de La Orden disfrazados o transfigurados. Por supuesto
que ni Molly ni sus hermanos la dejarían acudir a esta cita a solas. Maldición!
-Terminaste? – Susurró con urgencia a Draco.
-Sí, dónde está tu amiga? – Preguntó él, girándose y tensándose
de inmediato al darse cuenta de lo mismo que Hermione: Estaban rodeados.
-Harry, quiero que camines en línea recta y muy despacio,
con las manos en alto - Dijo ella sacando un papel de su bolsillo que decía “soy Harry Potter, tengo amnesia y bebí
poción multijugos, volveré a recuperar mi forma física en una hora más” y
se lo prendió a Harry de la solapa con un alfiler. Él se dejó hacer, muy
confundido, pero le obedeció.
-Retrocede, ahora! Ven aquí! – Gritó Draco, y Hermione reaccionó
justo a tiempo, ya que al estar Harry fuera de la línea de fuego, comenzaron a
ser blanco de todo tipo de hechizos aturdidores e invalidantes, los que rebotaron
ante la pericia defensiva de Draco – Vuelve a casa! – Ordenó.
-No! No te voy a dejar sólo… - Dijo ella desviando los haces
de luz que apuntaban en su dirección.
-No es el momento de contradecirme, maldita sea! – Dijo él entre
dientes – Te seguiré de inmediato!
-Mierda! - Dijo ella, y dando un paso hacia la chimenea,
lanzó los polvos flu e indicó la cabaña de Draco como destino.
Aterrizó de rodillas junto a la chimenea, aparentemente sin
problemas. Solamente se sentía cansada y sucia.
-Y el amo Draco? – Preguntó Daisy, frenética.
-Venía detrás de mí! – Exclamó Hermione poniéndose de pie
para regresar a la batalla, y sólo entonces se dio cuenta de que se había
torcido el pie severamente, dejándola inhabilitada para luchar.
No le importó, se arrastró hacia la chimenea para ir de
todos modos, pero de pronto sintió su cuerpo tensarse, sus extremidades
recogerse y la más completa inmovilidad asentarse en sus huesos: Daisy la había
petrificado.
Y luego, Daisy desapareció.
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Cha chan!!!
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