Renacer 4

Capítulo 4

You're the best friend that I ever had
I've been with you such a long time
You're my sunshine and I want you to know
That my feelings are true I really love you
You're my best friend, oooh, you make me live
I've been wandering round but I still come back to you
In rain or shine you've stood by me girl
I'm happy, happy at home you're my best friend.
You're the first one when things turn out bad

You´re my best friend / Queen

Peter POV
Luego del "incidente", Edward fue enviado por Carlisle a Alaska para "pensar en lo que había hecho". Nadie pareció extrañado de que un vampiro de más de 100 años fuera castigado como un niño desobediente en lugar de cómo un hombre que causó daño físico a la mujer que ama.
Bella trató de defenderlo, pero los gruñidos de advertencia de Emmett, Jay, Rosalie y (debo reconocerlo, los míos) la disuadieron de continuar justificándolo.
Edward tomó su jodido Volvo y se largó.

…oOo…

Bella se fue al colegio. Al jodido colegio! Y en el preciso momento en que Alice y Bella desaparecieron de vista en el convertible rojo de Rosalie, la casa entera pareció desinflarse ante mis ojos.
Mientras Bella estaba ausente, Jasper y Emmett decidieron comenzar a introducirme en su dieta animal.
La genial idea de Emmett fue la de salir a cazar y desangrar a los animales en contenedores tupperware y luego realizar "una cata de distintos tipos de sangre en la casa, de modo de comparar y contrastar los sabores".
A mí me pareció bastante raro correr por el bosque cargando un saco de los contenedores plástico de Esme, pero con estos vegetarianos nunca se sabe… no valía la pena discutir.
Jasper tenía en su bolsillo un marcador Sharpie para ir etiquetando los contenedores con el tipo de animal al que pertenecía la sangre a medida que la obteníamos.
Partimos desangrando un alce, luego un león de montaña, luego un oso (Emmett se bebió lo que no cupo en los contenedores), 3 possums, 5 ardillas, 3 gallinas, 2 ovejas y un cerdo (que robamos de una granja, dejamos dinero en el buzón para compensar), una vaca de una lechería (mismo procedimiento), 1 ciervo y 8 conejos.
Emmett trató de atrapar una mofeta pero eso resultó ser un problema, porque fue rociado al posar sus manos en el animal.
Jay y yo, desde un respetable distancia, nos carcajeamos hasta que, se haber sido humanos, nos habríamos orinado de risa.
Jasper y yo cargamos los contenedores de regreso a la casa y Emmett se separó de nosotros para ir a bañarse al río mientras nosotros guardamos toda la sangre en el refrigerador para hacer la cata de sangre todos juntos como habíamos acordado.
Cuando terminamos de almacenar nuestra sangre apareció Rosalie en la cocina.
-Dónde está Emmett? No había salido con ustedes? –Preguntó. Jasper y yo compartimos una mirada cómplice y miramos al suelo. Ninguno de los dos quería decirle a Rosalie que su esposo probablemente apestaría por semanas.
-Donde. Está. Emmett! –Gritó Barbie Vamp marcando cada palabra al no obtener respuesta.
-No estás cansada Rose? Te quieres sentar? –Dijo el ex Mayor de las Guerras del Sur.
El jodido cobarde trató de hacerla dormir para ahorrarse la gritadera.
-No te atrevas a influenciarme Jasper Whitlock! –Amenazó –Peter, qué hicieron con mi marido?
-Estábamos colectando especímenes para la cata de sangre de esta noche… -Comencé.
-La qué? –Gritó ella.
-Fue idea de Emmett! –Defendió Jay –Para introducir el estilo vegetariano a Peter…
-Jodidos idiotas –Murmuró Rosalie –Continúa.
-Pero Emmett trató de "colectar" una mofeta y fue rociado… -Terminé yo.
-Otra vez? –Exclamó Rosalie sorprendida.
-Cómo que otra vez? –Pregunté yo.
-El idiota insiste en querer probar sangre de mofeta… esta es la tercera vez! –Suspiró rabiosa.
-Y cómo le quitas el olor? –Preguntó Jasper que parecía que se venía recién enterando de la afición de Emmett por la sangre de mofeta.
-Quitárselo? Simplemente lo hecho de la casa hasta que se le haya pasado… generalmente se demora unas dos semanas… -Resopló ella. En ese momento se escuchó la voz de Emmett resonando desde la entrada de la casa.
-Hola Rosie! No te preocupes, ya me bañé! –Dijo Emmett entrando a la casa completamente desnudo, sonriente y estilando agua… Y apestando como si hubiera sido recién rociado.
-Fuera de la casa! –Gritó Esme entrando desde el jardín, donde había estado plantando rosas.
-Pero mamá, ya me bañé –Se quejó Emmett poniendo ojos de perrito abandonado.
-FUERA! –Gritaron a dúo Rosalie y Esme, furiosas.
Emmett agachó la cabeza y salió de la casa murmurando sobre las injusticias de la vida.

…oOo…

-Holaaaa! Llegaaamos! Qué huele tan mal? –Saludó Bella al entrar a casa seguida por Alice. El cuarto se iluminó con su presencia y ella saludó a cada uno de los presentes besándonos en la mejilla y preguntándonos a cada uno cómo había estado nuestro día. Todos contestamos que bien sin entrar en detalles, nadie quería decirle que Emmett había sido desalojado.
-Dónde está Em? –Preguntó Bella cuando terminó de saludar.
-Afuera –Contestó Rosalie.
-Aquí Bells! –Gritó Emmett desde el patio trasero. Bella corrió al jardín para abrazarlo pero cuando estuvo a unos 2 metros se detuvo.
-Y mi abrazo? –Dijo Emmett aún desnudo mientras se rociaba con la manguera del jardín.
-Em, apestas! –Dijo Bella arrugando la nariz, aparentemente sin sorprenderse de la desnudez de su "hermano" .
-Lo sé –Dijo Emmett haciendo un puchero. Los vampiros NO hacemos pucheros! –Me echaron de la casa Bells.
-Qué? Por qué? –Gritó Bella a punto de llorar. Jasper se acercó y tomándola de la mano le contó toda la historia y yo me incorporé al relato. Para cuando terminamos de contarle la odisea de la mofeta, Bella rodaba por el pasto de risa junto a Emmett, que parecía encontrarlo excepcionalmente gracioso ahora que tenía a alguien de su lado.
Bella decidió adoptar la causa de Emmett y se dirigió a su habitación a investigar en internet cómo quitarle el olor a mofeta a su hermano favorito.
-Peter me acompañas? –Me pidió después de un buen rato de estar encerrada en su habitación. Yo por supuesto accedí sin ni preguntar a dónde nos dirigíamos. Me puse mis lentes de contacto cafés y la seguí. Bella tomó las llaves del jeep de Emmett y me las entregó para que yo manejara, ya que ella estaba con el hombro herido.
-Dónde vamos señorita? –Pregunté respetuosamente.
-Al supermercado por favor, Jaime –Respondió ella en tono despectivo como si yo fuera su chofer.
-Como guste, señorita Swan –Dije con una inclinación de cabeza.
Una vez en el supermercado Bella me indicó que tomara un carro y en él echamos 40 latas de tomates en cubitos, 30 litros de vinagre, una escoba de cerdas plásticas, 1 caja de bicarbonato de sodio y detergente de loza de uso industrial.
Luego fuimos a una juguetería y compramos 3 piscinas plásticas para niños.
Por último nos dirigimos a la farmacia y compramos 15 litros de agua oxigenada y regresamos a casa.
Emmett seguía bañándose con la manguera apestando cada vez peor, y Rosalie lo miraba por la ventana de la cocina exasperada.
Bella me pidió que le entregara las piscinas plásticas a Emmett.
-Ok Em, deja el agua de lado, no sirve para nada y mientras más esperamos más te impregnas en el olor a mofeta. Infla las piscinas... Vamos a tratar los 3 tratamientos más recomendados en internet, y como que me llamo Bella Swan, hoy entras a casa, o yo duermo contigo en el jardín! –Dijo Bella en voz lo suficientemente fuerte para que Esme escuchara y suspirara. La chica es testaruda!
Emmett infló las piscinas en un par de minutos.
-Jazz, puedes abrir las latas de tomates y echarlas en la primera piscina? –Preguntó Bella –Jay se apresuró a obedecer abriendo latas –Peter, podrías poner el vinagre en la segunda piscina?
-Claro –Dije llenando la piscina de apestoso vinagre de manzana.
-Em, necesito que nades y te revuelques en los tomates –Dijo Bella cuando Jasper hubo terminado de vaciar las latas.
-Suena divertido! -dijo el hombre mofeta.
Emmett se divirtió como un niño lanzándonos tomates apestosos y Bella fue su blanco favorito. Se revolcó y refregó tomates en cada parte de su cuerpo desnudo. Bella no pareció avergonzada por su desnudez… aparentemente era común ver a Emmett en algún grado de desvestido por la casa o el bosque.
-Suficiente! –Gritó Bella cuando ella estuvo casi tan embetunada como Emmett -Fuera de la piscina –Ordenó y Emmett obedeció. Bella procedió a usar la escoba y la manguera para enjuagar los trozos de tomate del cuerpo de Emmett.
-Auch! Belly eso duele! –Dijo mientras Bella le escobillaba el trasero.
-Al vinagre. Nada y revuélate en el vinagre! –Ordenó la pequeña dictadora. Mientras Emmett chapoteaba en vinagre ella enjuagó la escoba con agua.
-Suficiente! Fuera de la piscina! –Ordenó y procedió a restregarlo con la escoba y enjuagarlo con agua otra vez de pies a cabeza.
-A la última piscina! –Ordenó. La verdad es que Emmett ya apestaba bastante menos.
Con la manguera Bella llenó la piscina con un par de dedos de agua y procedió a echarle un montón de agua oxigenada, medio litro de detergente y la caja entera de bicarbonato. La piscina pareció explotar en efervescencia, la espuma desbordando por el jardín y Emmett riendo como loco.
-Hace cosquillas Bells! –Dijo retorciéndose de la risa.
-Aguanta Em, este se supone que es el mejor remedio de todos –Dijo Bella lavando el cabello de Emmett con sus manos cubiertas en guantes de goma.
Media hora después, Emmett ya no apestaba y todos pudimos entrar a la casa. Bella y Emmett a la ducha a sacarse los restos de tomate que aún adornaban sus cuerpos.
En retrospección, puedo decir que este había sido uno de los días más entretenidos de mi existencia, y que lo que en un principio parecía ser un problema, gracias a Bella se había transformado en un adorable desafío que ella contestó victoriosa.

…oOo…

Por la noche realizamos la cata de sangre. Extrañamente Bella estaba entusiasmada.
Aunque según ella odia la sangre, estaba feliz y emocionada de verme intentar el estilo vegetariano.
Sólo por el orgullo que ella parecía sentir en verme tratar, decidí que mientras viviera con los Cullen seguiría esta opción.
Esme preparó para Bella algunos aperitivos sin alcohol, canapés y palitos de verduras, y nos sentamos todos alrededor de la mesa con copas de todo tipo y un microondas para ir calentando los contenedores de sangre a la temperatura deseada y un termómetro para pavos de navidad para comprobar dicha temperatura.
Ah! Y había un balde para escupir la sangre que resultara demasiado asquerosa.
Partimos de lo que consideramos lo peor, escalando a lo mejor.
1.- Sangre de Gallina. Directo al balde. Asquerosa.
2.- Conejos. Puaj!
3.- Ardillas. Mejor que el conejo, aún así imbebible.
4.- Possums. Algo mejor. No la escupí.
5.- Ovejas. Grasienta y repugnante. Al balde.
6.- Ciervo. Amarga.
7.- Alce. Igual al ciervo.
8.- Vaca. Sabía a químicos. Deben haber sido las hormonas.
9.- Cerdo. Mi favorito hasta ahora. Podría beber esto si no puedo acceder a sangre humana.
10.- León de montaña. Bueno, pero me quedo con el cerdo.
11.- Oso. Mi favorito. Bingo!
Una vez que descubrimos mis favoritos, bebimos y bromeamos mientras Bella mordisqueaba sus palitos de apio y zanahoria untados en salsa de yogurt.
Fue una fiesta familiar que duró horas, hasta que Bella cayó dormida sobre la mesa, con su pequeña mano aún aferrada a un trozo de zanahoria. Inmediatamente Emmett tomó a Bella para llevarla a su habitación y Alice lo siguió para ponerle pijama.
Así, de súbito, la fiesta acabó. Sin Bella presente cada uno retornó a sus rutinas nocturnas. Básicamente, las parejas se retiraron a sus habitaciones o a cazar, y yo me retiré a mi habitación para estar cerca del pequeño ángel que estaba ilumnando mi existencia.
La oí respirar y oí latir su corazón, y en algún momento de la noche comenzó a murmurar.
Dijo "mofeta" y se rió; dijo "Revuélcate Em!"; dijo "Nooo Alice con esos tacones me voy a matar" y gruñó; dijo "No Carlisle, estoy bien, no quiero ir al hospital"; y por último dijo "Por qué estás tan triste Peter?". Mi pecho se llenó de alegría al saber que me incluía en sus sueños, aunque fuera para notar lo jodido que estoy…
Ya no lo estoy pequeña humana… ya no lo estoy, gracias a ti.
Y así pasé la noche, velando su sueño desde mi habitación, y temiendo el día en que me debería separar de ella y de la esperanza que me entregaba de algo mejor.