Mi Destino 1

Lo sé, créanme, me senté frente al computador a escribir “Beautiful Crazy” y terminé escribiendo este primer capítulo de una historia que me intriga. Trata (como su nombre lo indica) de la fuerza del destino versus la fuerza de nuestra voluntad. Qué pasa cuando uno cree y el otro no? Quién convence a quién?

Cuéntenme qué les parece, esperaré ansiosa sus comentarios.

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Capítulo 1

Y por eso me enamoro con tanta facilidad
Porque todo lo que nunca tuve lo proyecto en ti
Un casa para dos, una vida más feliz
Cuando dije que te amaba nunca más supe de ti
Usted es la culpable
Te declaro mi enemiga
La única bandida que se robó mi corazón
Mi destino está en el viento
Mi tortura es tu hermosura
Estoy como un perro hambriento
Cuidado... si te muerdo

Mi Destino / Glup

GARRETT POV

´70s

No sé quién me había mandado a ir a meterme al epicentro yanqui… Tal vez pensé que después de tantos años la estaca que llevan enterrada en el culo se les había aflojado, pero me equivoqué.

Yo soy un hombre de principios, soy tozudo y soy leal, y vivo y muero por mis cruzadas… Por eso mis amigos son mis amigos de forma incondicional, y mis enemigos tienen mi odio eterno. Puede que no sea saludable ser tan intenso, de ser humano probablemente ya tendría úlcera y color irritable, pero soy un vampiro.

Primero odié a los ingleses, luego a los yanquis y ahora a los republicanos, lo que es un poco contradictorio siendo que mucha gente del sur es conservadora, pero qué le vamos a hacer, a mí me importa mi país y he vivido el equivalente a varias vidas luchando para hacer de él un lugar mejor.

Odio a todos esos bastardos reprimidos que se divierten cortándole las alas a los demás. Estamos en la era del amor libre y las flores! Protestamos contra la guerra de Vietnam y cogemos como conejos en el barro… Es una pena que los alucinógenos en general no me produzcan nada. Sólo la marihuana me afecta y sólo cuando la consumo en grandes cantidades. Mis amigos hippies parecen pasarla muy bien con las drogas de moda.

Desde el año ´60 que veníamos protestando contra la guerra de Vietnam, pero el ´69 yo viajé por el país pidiendo aventones y circulando de manifestación en manifestación, hasta que después de Woodstock más de 500.000 personas marchamos por las calles de Washington. La presión política era enorme, mataban a cientos de nuestros soldados cada día y eso significaba buscar reemplazo para las tropas entre los muchachos que se habían quedado en casa, estudiando o trabajando.

Y no me malentiendan, yo soy un guerrero, nunca fui otra cosa, pero sólo peleo por lo que creo, y creo que sólo deben pelear los que quieren hacerlo.

Hubo muchas veces en que debí reprimirme y obligarme a calmarme para no ir a la Casa Blanca y matar al hijo de perra de Nixon yo mismo para acabar con todo, pero sabía que si los Volturi llegaban a sospechar el involucramiento de un vampiro en asuntos de política humana de alto perfil, caerían sobre mi trasero antes de limpiarme la sangre del cabrón de las manos.

Y si bien tengo un pequeño don que me permite escapar y virtualmente salir del radar de otros vampiros, nunca lo he probado contra el don de Demetri, el rastreador estrella de los Volturi.

Mejor esperar a que a un humano emprendedor se le ocurriera la misma idea que a mí. 

El país siguió yéndose a la mierda. Las protestas se recrudecían, la presión social aumentaba y ya en el año ´70, 4 millones de estudiantes se fueron a paro por la muerte de 4 de ellos en una protesta pacífica en Ohio.

Cada vez estaba más frustrado. Yo amaba ser nómade, no me malentiendan, pero viajar de una punta del país hacia la otra presenciando toda la mierda que sucedía sin poder hacer nada… Estaba enfermándome, si eso era posible. Ni el “amor libre”, ni el alcohol o las pocas drogas que me afectaban me ayudaban a sentirme mejor.

De pronto todo por lo que luchaba perdía sentido. Ya ni odiaba al enemigo, odiaba a nuestro gobierno, y eso para un soldado es un punto de quiebre.

Otros humanos al igual que yo, cansados de luchar con flores, canciones y peticiones, comenzaron a actuar como guerrilla, y ya para 1971 habían explotado un montón de mierda gubernamental… Y mientras, las protestas seguían. En un día arrestaron a más de 12.600 personas sólo en Washington. Yo arranqué por un pelo, era difícil moverse entre la multitud.

En noviembre del ´72 Nixon volvió a ganar la presidencia. No lo podía creer. Mierda de humanos, la cagan con la única herramienta que tienen para acabar esta mugrosa guerra. Yo luché y di mi vida para que todos estos cabrones votaran y qué hacen??? Votan por el hijo de la gran perra de Nixon! Otra vez! Me sentí igual cuando años después eligieron y re-eligieron a Bush Jr. Mi rostro era un gran WTF!?

Me sentí totalmente desmotivado de seguir, no sabía si moverme o seguir, si luchar o rendirme, si dejar a los humanos hacer mierda mi país o involucrarme más radicalmente. Al final no lo decidí yo.

Toc, toc, toc…

La puerta de mi habitación. Me alojaba en un hotel de mala muerte en Washington para estar cerca del epicentro de la mierda.

Qué pasaba ahora? No le había dado a ninguno de mis “amigos” la dirección de mi hotel, y estaba acostumbrado a ser tan paranoico que cambiaba de locación en intervalos irregulares de tiempo.

-Quién – Gruñí.

-Telegrama – Respondió el que reconocí como el recepcionista del sucucho.

Saqué algo de dinero de mi bolsillo sin contarlo. Eran simples billetes arrugados, sin significado para mí. Los pasé debajo de la puerta y el chico aspiró violentamente. Supongo que le di demasiado. Bien, no tenía cara de republicano, así es que me alegré de haber acertado. Mi telegrama se deslizó por la ranura y lo recogí, un poco asustado. Nadie, y digo nadie, debería saber dónde me encontraba.

“CONTÁCTAME URGENTE. ES POR TU PAREJA. PETER.” Y un número de teléfono.

Mierda.

Pareja.

Yo no tenía Pareja.

Quería una Pareja?

Los vampiros tienen una sola Pareja a la que son fieles desde que la encuentran. Algo como… Almas gemelas, sólo que esto si existe. El asunto es que son pocos los que tienen la suerte de encontrarla, con la ley de probabilidades y lo demás. Porque tu Pareja puede estar en cualquier parte del mundo y en cualquier momento de la historia, así es que encontrarse es casi imposible. Conozco sólo un puñado de parejas reales, los demás compañeros, matrimonios, novios, amantes y demás. Lo que no es malo, yo he tenido un par de relaciones estables y montones de amantes.

Lo tentador del concepto es que yo había visto lo felices que eran las personas que encontraban a su Pareja, como el cabrón de Peter con su Charlotte. Ellos disfrutaban de la certeza de saber que siempre estarían juntos, de que les era imposible no amarse.

Pero yo era un tipo solitario, no me gustaba estar mucho tiempo ni con mis mejores amigos, me gustaría estar siempre y para siempre con una sola mujer? Una que ni conocía?  Lo dudé.

Dejé el telegrama sobre la cama y decidí ir a distraerme a un bar universitario. En esos tiempos los bares universitarios eran lugares donde se formaban ideas, se discutían ideologías, se planeaban atentados, y bueno, también había chicas fáciles y alcohol. Yo lo necesitaba todo. Y lo tomé todo.

Regresé a mi hotel 5 horas más tarde con una estudiante de sociología a cada lado, ebrios y medio drogados. Mientras hablábamos de cómo sacar a Nixon de la Casa Blanca una restregaba su mano en mi entrepierna y la otra me lamía el cuello… Oh sí, yo lo tenía todo.

Pero al llegar a mi habitación me recosté en la cama para ver a las chicas desvestirse mutuamente y mi mano aplastó un papel. El telegrama. Puto Peter y sus presentimientos de mierda.

Traté de seguir viendo el espectáculo, pero no me pude concentrar. Tenía que saber qué pasaba con mi Pareja. Estaría en peligro? Mierda! Mierda! Mierda!

Si me metía en esto de la “Pareja” era para siempre, una vez que la conociera no habría vuelta atrás… Por un lado no me quería meter en nada serio con nadie, menos cuando me encontraba tan desencantado de la vida, pero por otro, qué pasa si en el futuro sí me sentía listo para mi mujer y ella ya no estaba disponible o algo peor sólo porque no reaccioné a tiempo?

Mierda, mierda, mierda!

Tuve que dejar ir a las lindas señoritas y partir a buscar un teléfono público que funcionara, a las 3:30 am, lo que no era tan fácil como suena, porque los teléfonos se contaban entre las principales víctimas en las protestas callejeras, y era raro encontrar uno en buen estado.

Pero caminé hasta llegar a una zona residencial más tranquila y finalmente di con lo que buscaba. Marqué el número que me envió Peter y esperé…

Marcó como 8 veces y se cortó.

Volví a insistir con el mismo resultado.

Y una vez más.

La cuarta vez, al quinto tono de llamada, contestó la molesta voz de Peter con ese tonito de “Sé algo que tú no” que usa cuando su don lo está guiando.

-Buenas noches – Dijo con toda amabilidad.

-Peter, hijo de puta, por qué no me contestabas? Sabes lo que me costó encontrar un teléfono?  - Ladré.

-Estaba disfrutando de los beneficios de tener a mi pareja… Auch! – Dijo mientras Char lo golpeaba, imagino que en el brazo. Char es bajita pero da unos puñetazos… - Esperábamos tu llamada hace como 6 horas, y como no llamabas, una cosa llevó a la otra… Tú sabes que Char no puede quitar sus manos de mí.

-Hola Charlotte – La saludé – Te preguntaría cómo fuiste a elegir a semejante payaso, pero ahora recuerdo que fue el destino el que lo escogió para ti. Mis condolencias.

-Hola Gar, no te enojes con Pete, él sólo quiere ayudar, en esa manera particular que tiene… - Dijo ella dulcemente.

-Bueno, qué quieres? – Pregunté.

-Te lo dije en el telegrama, es sobre tu Pareja – Dijo.

-La conociste? – Pregunté tratando de no sonar tan interesado como me encontraba.

-Naaaaah, tu Pareja aún no nace, de hecho en dos semanas se van a conocer sus padres – Dijo como si nada.

-Aún… No nace… O sea que en el mejor de los casos en un par de años mi Pareja va a ser un bebé? – Dije sintiéndome sucio. Como un pedófilo en potencia o algo así.

-Tampoco, sus padres son sólo niños, se conocerán en el colegio, en la fila de la cafetería, así es que falta bastante para que nazca tu Pareja – Aclaró.

-Por qué me estás diciendo todo esto si aún falta tanto para que pueda conocerla? – Pregunté frustrado. Porque me gustara o no lo que me decía Peter, su don de “saber cosas” nunca se había equivocado, era absoluto, impredecible e infalible.

-Tienes que construir un hogar – Afirmó.

-No necesito un hogar, soy un nómada – Respondí.

-Y puedes seguir siéndolo, considéralo como un “centro de operaciones”. Char y yo vivimos en Las Cruces, New Mexico – Anunció.

-Cuando dices “viven” se refieren a… - Dije incrédulo.

-A que Char dibujó lo que quería y yo lo construí. Tenemos una casa de verdad, con jardín, buzón y hasta teléfono! – Dijo feliz el nómada más militante que había conocido en este estilo de vida.

-Qué mierda te pasó Peter? Finalmente te domesticaron? Qué pasó con que el mundo entero es su hogar?

-Sigue siendo así, pero es agradable tener dónde llegar de vez en cuando. Tú sabes, tener ropa limpia, dónde enchufar las cosas, donde guardar los libros, una cama… - Dijo – Aún seguimos viajando unos 9 ó 10 meses al año, pero ahora tenemos dónde regresar.

-Bueno, esas son noticias, no me lo esperaba, pero felicitaciones si es lo que los hace felices – Le dije más que nada por Charlotte. Ya le haría la vida imposible a Peter cuando estuviéramos solos – Pero qué tiene todo esto que ver con mi pareja?

-No lo sé – Respondió.

-Qué tipo de casa debo construir? – Insistí.

-La que quieras – Respondió.

-Adónde la tengo que construir? – Pregunté. Mierda, sacarle información a Peter era lento y doloroso como arrancar dientes con una pinza.

-En Tonto National Forest, en Arizona – Respondió de inmediato.

-En un Bosque Nacional? Es siquiera legal construir en una zona protegida? – Pregunté.

-Legal, lo que se dice legal, no, pero si alguien comete un error en el papeleo… Bueno, creo que te puedes comprar un error por unos $5.000 dólares, lo importante es que el sitio esté en o cerca de Mazatzal Peak, si no, no sirve.

-Ok… Entonces qué, tiene que ser ahora? Hay apuro? – Pregunté – Cual era la urgencia de la que hablabas?

-No es el asunto de la casa el urgente, es el informarte que tu pareja ya viene. Toda la vida has perseguido causas perdidas asumiendo el lado del más débil… - Dijo.

-La Guerra de Independencia la ganamos – Lo contradije.

-La ganaron los otros, a ti te mataron – Refutó sin inmutarse – Desde entonces has sido David frente a Goliat, y es lo único que te impulsa en la vida… Pero como reeligieron al cabrón de Nixon vas a seguir deprimido al menos unos años más, porque el país se va a seguir yendo al infierno. Por eso cuando supe lo que sé, te quise avisar, para que tengas esperanza, para que sepas que viene algo mejor y no te vayas a la mierda – Dijo con una voz mucho más comprensiva.

-Considerado de tu parte Peter, gracias – Le dije.

-Está bien, cuando estés listo ven a visitarnos, te va a gustar la casa de Char – Dijo – Ella te puede ayudar con la parte estructural, o el diseño, o lo que necesites para tu casa, y yo te ayudo a construirla, si quieres.

-Gracias, creo que voy a tomar en cuenta su oferta, Washington me tiene harto – Le dije. Nos despedimos y muy lentamente regresé a mi hotel.

Un par de semanas después estaba tocando la puerta de la casa de Peter y Char. Realmente era algo interesante y distinta a cualquier casa que hubiera visto antes. Claro está que yo no era ningún experto en arquitectura, pero en mi experiencia las casas eran básicamente un cubo con un techo triangular y agujeros cuadrados y rectangulares para las ventanas y puertas.

Esta casa estaba construida enteramente en madera y vidrio, sus paredes eran curvas, tenía enormes ventanales, techos en distintos niveles y vigas a la vista. Parecía más una escultura que una casa, y no sé si para un humano habría sido la casa ideal, pero para un vampiro daba lo mismo, era impresionante sin la necesidad de ser enorme o lujosa.

Bien por Char.

Pasé los siguientes 6 meses gestionando permisos y dibujando miles de bocetos con Charlotte. Peter daba su opinión sólo en relación a detalles constructivos, ya que usaríamos tecnología moderna, no sería una cabaña con baño en el jardín como en nuestros tiempos. Por lo tanto debimos solucionar problemas de plomería, electricidad, evacuación de residuos, etc.

Después de eso volví a Washington un tiempo, sólo por joder y comerme a algunos burócratas republicanos, y después de darle muchas vueltas finalmente me decidí a empezar a construir.

Ya que mi terreno quedaba en una montaña, decidimos aprovechar la vista lo mejor posible. Mi casa terminó siendo circular, con la mitad que daba hacia el barranco construida en vidrio y la mitad que daba hacia el bosque construida en piedra. Era un solo gran espacio con un poste que servía al mismo tiempo como escalera y para sujetar un pequeño segundo nivel en el que sólo cabía una cama doble.

Pero lo mejor era el techo. No tenía. Era todo vidrio, lo que permitía una vista inmejorable del cielo estrellado desde la cama.

Mi casa no tenía lujos. De hecho creo que la palabra “casa” le quedaba grande. Tampoco le podía decir “cabaña” porque esa es una palabra que tiene reminiscencias de ser una casa pequeña construida en madera rústica. Lo mío era un engendro que más llamaría “habitáculo” si no sonara tanto como a donde guardan a los especímenes para uso científico.

Nunca creí que me interesara tener mi propia casa, ser vampiro me daba la libertad de resistir a la intemperie todos los climas, todos los medioambientes y sin necesidades humanas.

Generalmente robaba lo que estrictamente necesitaba simplemente porque me daba pereza sacar dinero del banco. Y tenía dinero…

Durante mis cientos de años fui amasando una cantidad respetable, que se multiplicó cuando participé en las Guerras del Sur y fui recompensado en oro por cada campaña exitosa en la que participé.

Claro está que lo más valioso que saqué de ese baño de sangre y veneno fue mi amistad con Peter, Char, y Jasper. Cuando María decidió matar a Char porque se acababa su año de neófita, Peter consiguió que Jasper los ayudara a escapar. Al ver que ellos se largaban yo decidí hacer lo mismo. No fue difícil, si no quiero que me encuentren no lo hacen, yo peleaba porque quería, no porque tuviera que hacerlo.

Nunca supe si Jasper realmente me buscó. Nunca le pregunté. Pero si debo adivinar diría que no, a esas alturas él estaba demasiado jodido con sus propios problemas como para que nada le importara un carajo.

Peter y Char decidieron ir por él y a veces viajamos juntos… Pero no duró mucho tiempo, porque pronto él encontró (o fue encontrado) por la enana maléfica de su esposa, y las veces que lo volvimos a ver se pueden contar con los dedos de una mano.

Y no soy idiota, viajar con una Pareja (así, con mayúscula), es agotador, y yo me cansé de tocar el violín. Si Pete me quería encontrar lo hacía, porque no necesitaba rastrearme, simplemente sabía dónde encontrarme.

Pero volviendo a lo que decía, el asunto del dinero es que Peter sabía qué hacer con él, así es que invertía nuestro capital conjunto en acciones, bienes raíces y todo tipo de cosas que multiplicaban sus inversiones (y las mías). Yo sólo sacaba lo que necesitaba del banco, sin saber cuánto quedaba en mi cuenta.

oooOooo

Actualidad

Pasaron los años y me enfoqué en otras cosas. Traté de viajar por el mundo a lugares exóticos, lejanos y poco conocidos y ampliar un poco mis horizontes. Estados Unidos en ese tiempo era una mierda y mi Pareja aún no nacía, así es que nada me ataba a mi país de manera inmediata.

Seguí teniendo algunas aventuras con mujeres, pero por alguna razón éstas se fueron espaciando más y más con el tiempo. Sentía el impulso biológico, pero no las ganas… Lo veía más como un ejercicio inútil que terminé usando cuando no quería estar solo, y no como algo excitante y placentero.

Hasta que en septiembre del año 1987 me llamó Peter al hotel en el que me encontraba en Sevilla, España. Mi Pareja al fin había nacido.

Hice mil preguntas, quise regresar de inmediato, quise ir a conocerla, quise saber… Pero el hijo de puta se negó a decirme nada más. Ni su nombre, ni la ciudad, ni su raza, ni ningún otro detalle. Sólo que había nacido. Era el domingo 13 de septiembre… Era virgo.

Y entonces pasaron dos cosas. La primera, es que regresé a Estados Unidos permanentemente y la segunda es que dejé a las otras mujeres. Traté de razonar conmigo diciéndome que no había nada de malo con salir con otras mujeres, que mi Pareja era un bebé, que no la estaba engañando, que le sería fiel de todos modos desde el momento mismo en que posara los ojos en ella, siempre era así.

Pero mi cuerpo tuvo otras ideas. No pude meterme con otras mujeres ni drogado ni borracho ni totalmente sobrio. Podía hablarles, podía coquetearles, pero al momento de cerrar el trato era como si estuviera muerto de la cintura para abajo.

Pasé muchas vergüenzas.

Me había convertido en un pobre bastardo impotente, y todo era culpa de Peter, que si no me hubiera dicho de la existencia de mi mujer años antes de que ella fuera concebida, yo habría tenido unos años más para disfrutar de Garrett Jr. 

Ah, pero al menos me podía masturbar. Aparentemente hacerlo con mi mano no era ser infiel.

Mierda!

Pasaron los años y cada 13 de septiembre lo celebré en mi casa, a solas. Era el único día del año en el que me permitía pensar en ella. En su edad, en cómo estaría creciendo, en su salud y sus problemas, en si sus padres tendrían suficiente dinero, en si podrían ofrecerle todo lo que ella necesitara… En cómo sería la vida con la mujer que amo a mi lado.

Yo ya la amaba. Primero no me gustó la idea para nada, pero poco a poco la empecé a aceptar. Pero desde el momento en el que ella nació, y progresivamente, algo en mí fue creciendo, algo que combinaba los sentimientos más fuertes que podía experimentar. Era lealtad, incondicionalidad, un fuerte impulso de protección, ternura y mil cosas más. El mix se hacía más complejo cada año.

Para mantenerme ocupado viajé visitando a algunos amigos. Conocía a muchísima gente siendo tan viejo y errante como soy, así es que no me faltó entretención.

Incluso fui a visitar unos días a mis amigos Carisle Cullen y Jasper Whitlock.

La verdad es que a ambos los apreciaba bastante, pero lo que es el resto de su familia… Una tropa de engendros antinatura de ojos amarillos que me detestaban por el color de mis ojos y por mis cicatrices. Las mismas que marcaban la piel de Jasper, quién usaba mangas largas y hasta cuellos altos todos los días, todo el día.

Y luego estaba esa tal Alice… No sé si sería muy buena en la cama o tenía un poder del que no nos habíamos enterado, pero el asunto es que lo manipulaba tanto que del Jasper que conocíamos no quedaba nada. El hombre fuerte, el que lideró batallones, el héroe de guerra era ahora un bastardo pusilánime que trataba de mezclarse con el fondo y pasar desapercibido. No hablaba, no opinaba y siempre se veía muerto de hambre.

Pero no se le podía mencionar el tema. No nos escuchaba ni a Peter ni a mí, a pesar de saber que Alice no era su Pareja. Según él, era feliz. Según él, estaba en paz.

No hacía falta ser empático para saber que mentía.

Lo que no sabía es por qué.

El año 2004 mi mujer cumplió 17 años. Yo sabía que para estándares actuales ella era sólo una adolescente, pero en mi época ya habría sido una mujer, podría haber sido esposa y madre… Quería conocerla, y resistí meses, todo lo que pude hasta que fui a buscar a Peter a su casa para que me dijera dónde encontrarla. Por último para verla de lejos, para saber quién era… No tenía que molestarla si aún no era el momento adecuado.

Pero al llegar a casa de Peter me encontré la casa vacía y una nota pegada en la puerta que decía “Gar, nos fuimos a visitar a Jasper, encuéntranos en Portland Oregon, te esperaremos hasta el sábado, P y Ch”. Miré la pantalla de mi recientemente adquirido celular Motorola V3, que a mi modo de ver era una maravilla tecnológica que demostraba que los japoneses nos podían convertir en sus perras en cualquier momento… No lo quería comprar, pero era sencillamente superior a todo lo existente.

Pero bueno, después me concentraría en el próximo Pearl Harbor, lo que necesitaba era saber qué día de la semana era, ya que no llevaba la cuenta de detalles como ese.

Era jueves. Mierda! Tendría que llegar a Portland, esos eran 2.549km por carretera, unas 24 horas sin parar… Pero debía parar, no podía exponerme a que me vieran brillando a pleno sol en Arizona, verdad?

Corrí a mi Jeep Wrangler negro y aceleré. Paré durante las partes más soleadas del día y conduje toda la noche. El sábado en la madrugada me encontraba en Portland. Apenas había entrado a la ciudad cuando sonó mi celular. Peter. Dándome indicaciones de dónde encontrarlos.

Quedamos en Cathedral Park, frente al Río Willamette. Cuando llegué, me estaban esperando.

Char me abrazó, Peter me dio la mano y sin decir más ambos saltaron a su camioneta Chevrolet Silverado roja. Supuse que debía seguirlos. Al menos no sería difícil mantener un ojo en ellos, la jodida camioneta era enorme, Pete había mandado a levantarla y parecían un par de red necks en un “monster truck”. Si Char no fuera vampiro tendría serios problemas subiéndose a esa cosa.

Durante las primeras dos horas de viaje pensé que íbamos a Seattle, era la única ciudad de verdad en los alrededores, pero en Centralia doblamos al oeste y nos fuimos hacia el norte bordeando la costa del Pacífico.

Al cabo de unas 4 horas y media entramos a un pueblo diminuto llamado “Forks”. Pero tampoco nos detuvimos en el pueblo, gracias a dios, era un lugar deprimente con toda esa lluvia y falta de luz natural… Tal vez estaba mal acostumbrado con mi casa en Arizona y sus enormes ventanas y falta de techo.

Seguimos por unos kilómetros hasta que súbitamente doblaron por un camino de tierra parcialmente escondido por el follaje. Un kilómetro y medio más adentro, encontramos una enorme mansión blanca.

Ok, éstos sólo podían ser los Cullen.

Maldito Peter.

oooOooo

Al bajarnos de los autos, Carlisle y Esme ya se encontraban en la puerta de la casa rodeados de sus “hijos”. Yo llevaba jeans, botas vaqueras y una camiseta de manga corta, y me felicité por este hecho fortuito, ya que mostraba una buena porción de mis cicatrices, lo que disgustaba y asustaba a todos menos a Jasper, que tenía más que yo, y a Carlisle, que es un hombre enormemente tolerante, y por eso hemos sido amigos tanto tiempo.

Saqué mi pequeño bolso que llevaba un par de mudas de ropa y un libro y me lo eché al hombro, más que nada por ocupar mis manos.

Jas y Carlisle de inmediato se acercaron y nos abrazaron genuinamente complacidos con nuestra visita. Del resto no puedo decir lo mismo, salvo tal vez Emmett, que no parecía tan molesto con nosotros como de su mujer, cuya belleza probablemente sólo se podría comparar con el tamaño de la estaca que lleva enterrada en el culo.

Y atrás, juntos como niños con un berrinche, estaban Edward y Alice.

Edward me despreciaba porque me consideraba un salvaje sin raíces, un asesino y un inmoral. Lo que admito, era cierto.

Alice a su vez me odiaba porque yo me oponía abiertamente a su relación con Jasper. Ella no lo hacía feliz. Este estilo de vida no lo hacía feliz. Tal vez lo que había tenido con nosotros tampoco era perfecto, pero entonces debería seguir buscando, no conformarse con una vida de mierda! Y claro, tampoco me perdonaba que le recordara en cada oportunidad que ella NO ERA la Pareja de Jasper, por lo que no debería tener tanto poder sobre él.

Rosalie nos odiaba porque nos veía como un peligro para su familia, como si nos fuéramos a descontrolar de pronto y comenzar una matanza y enterrar los cadáveres en  su jardín delantero.

Y Esme… Esme era un encanto, una dama muy bien educada, pero ni todos sus modales podían ocultar que la asustábamos por salvajes, ruidosos, violentos e impredecibles.

Nunca se quedaba en un cuarto a solas con uno de nosotros, ni siquiera con Charlotte… Lo cual era a la vez grosero y observador. Char era una guerrera que se pararía de igual a igual frente a cualquiera de nosotros, pero nunca haría daño a su anfitriona.

Entonces por qué insistíamos en visitar a esta “familia”?

Simplemente porque Jasper nos necesitaba.

Una vez que saludamos a todos nos mostraron nuestras habitaciones y nos dirigimos al living, donde estaban todos esperando. Al parecer no tendríamos mucho tiempo a solas con Jas… Probablemente pensaban que lo mal-influenciaríamos.

Comenzamos hablando de generalidades, y luego pasamos a la vida de cada uno. Por alguna razón no quise compartir nada sobre mi pareja con esas personas, así es que me enfoqué en pensar en las cosas que sí estaba dispuesto a revelar, sobre mis viajes, amigos en común que había visitado, acontecimientos mundiales, avances científicos, etc.

Peter habló un poco de negocios e inversiones en innovación tecnológica y habló sobre sus intenciones de comprar un rancho para hacer turismo. Luego nos contaron sobre Char y las clases de Hiri Motu y Tok Pisin que estaba tomando en preparación para su viaje a Papúa Nueva Guinea el año próximo. Hasta ahí todo bien, la escuchaban interesados en sus clases y el viaje… Hasta que  Char contó que el origen del viaje era que había leído informes de agencias internacionales que afirmaban que un 41% de los hombres ha cometido violaciones contra mujeres que no son su pareja y un 14.1% ha participado en violaciones grupales, y que ella no se quedaría sentada conociendo esa información y sin hacer nada.

Rosalie se levantó furiosa y se fue dando un portazo que destrozó el marco de la puerta. Esme corrió tras ella, Emmett se quedó paralizado, Edward le lanzó una mirada llena de odio a Char, Carlisle trató de decir algo para aliviar la situación, Alice nos miró entrecerrando los ojos y moviendo la cabeza de un lado al otro, como si estuviera muy decepcionada pero a la vez no esperara otra cosa de nosotros, y Jasper se tomó la cabeza con las dos manos.

Ok, esta sería una visita más bien corta.

Salimos con Jasper a cazar. O sea, a que él cazara, nosotros simplemente corrimos a su lado y lo miramos drenar a un montón de personajes de las películas Disney.

Una vez que estuvo relativamente satisfecho o todo lo satisfecho que se puede estar con esa sangre débil, nos sentamos los cuatro en un tronco y por primera vez nos relajamos para conversar.

Pobre Jasper, de ser un hombre que llegué a admirar, que estuve dispuesto a seguir, lo veía convertirse cada vez más rápido en una sombra, invisible e infeliz.

Incluso seguían repitiendo secundaria! Llevaban décadas y décadas repitiendo la secundaria en la ciudad en la que vivieran, lo que yo no entendía realmente, porque Jasper tenía más de 20 años cuando lo convirtieron, por lo que podría posar perfectamente como universitario y al menos estudiar algo diferente cada vez, en un ambiente más estimulante intelectualmente.

Sería porque su esposa lucía como de 15 años y no lo podría seguir a la universidad? Algo me dijo que por ahí iba el asunto.

Al final decidimos pasar el fin de semana en el bosque y no molestar a los Cullen. Me dio lástima no compartir más con Carlisle, pero qué se le va a hacer.

El domingo en la tarde estábamos los cuatro recostados sobre unas rocas, sin hablar, simplemente disfrutando de nuestra mutua compañía, cuando Jasper suspiró y dijo

-No saben el alivio que siento al estar al aire libre, no tienen idea de cuánto lo extrañaba y lo necesitaba.

-Por qué tanto, Pa´? – Preguntó Char, quién era la única que se atrevía a decirle “Pa´” a Jasper, su creador.

-Edward tiene novia – Dijo arrugando la nariz.

-Y qué? La conocemos? – Pregunté.

-No te gusta? – Preguntó Peter.

-No, no la conocen, y si me gusta, no tengo problemas con ella, el problema es que… Es humana… - Admitió.

-Humana? Y es una buena idea que la primera novia de Eddy sea humana? Tiene el control para eso? – Pregunté.

-Ni siquiera ese es el problema, el asunto es que ella es su cantante! No se imaginan lo que es vivir con mi sed y la de los demás todo el tiempo. Es duro, pero ya había aprendido a manejarlo, pero la sed de Edward en este momento… Es otra cosa… Me está volviendo loco.

-Es novio de su cantante? Está loco? Es eso siquiera posible? Mieeerda! – Exclamó Char. Pete y yo nos miramos anonadados.

-Edward lee en mi mente mi sed y cree que alejándome de su novia se soluciona el problema, pero el problema no soy yo, no es mi sed, es la suya. Es su propia sed la que lee en mí y me aísla… Me obligan a salir del cuarto cuando la chica aparece, me hacen encerrarme en mi cuarto o ir a cazar, pero nada soluciona el problema porque su sed siempre está presente… - Soltó Jas de una vez, como si todo eso estuviera empujando para salir.

-Quienes son “ellos”? – Preguntó Pete súbitamente serio.

-Edward y… Alice. Ella se ha hecho amiga de la humana y temen que le haga daño… - Dijo Jasper justificándolos.

-Tu propia esposa te corretea por la casa, te encierra como a un niño castigado y hasta te hecha al bosque, aunque debe saber perfectamente que el problema no eres tú? – Preguntó Char indignada. Jas no respondió.

-Jasper ya está bien – Dijo Peter firmemente – No puedes seguir así. Ven con nosotros, aunque sea un tiempo, no es necesario que tomes decisiones a largo plazo, pero tienes que hacerte respetar! Dónde está mi creador? Mi superior en el ejército?

-Pa´, si no quieres venir a quedarte con nosotros en nuestra casa podemos viajar juntos, o por último viaja solo si es lo que quieres, pero nos duele verte infeliz, tú eres nuestra familia y queremos lo mejor para ti… - Dijo Char tomando su mano.

-Te ofrecemos todas las posibilidades Jas, incluso puedes mantener esta dieta si de verdad te acomoda, pero al menos piénsalo. Nosotros nunca te vamos a juzgar y no te vamos a rechazar. Te queda una eternidad por delante, de verdad la quieres vivir así? – Le dije.

-Ok… - Murmuró.

-Ok… Ok qué? – Pregunté.

-Ok lo pensaré. Tengo que pensar en la familia, en Alice…

Casi abro la boca para decir lo que pensaba de Alice pero Peter negó levemente con la cabeza. Supongo que hablar mal de la enana sólo lo pondría a la defensiva.

-Eso es todo lo que te pedimos Pa´, piénsalo – Dijo Char y apoyó su cabeza en el hombro de Jasper.

Después de eso hablamos muy poco y regresamos a la casa a recoger nuestras cosas y largarnos.

No podía estar más feliz de desaparecer de ese lugar.

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De la casa de los Cullen me fui con un sabor amargo. Sentí que éramos menos bienvenidos de lo que habíamos sido en los años que llevábamos frecuentándolos, pero que a la vez Jasper nos necesitaba más que nunca.

Algo tenía que ceder, pensé, y alguien terminaría matando a la humana. Ojalá no fuera Jas, o entre su propia culpa y la condena de los demás terminaría tirándose a una hoguera.

Si Edward tuviera medio cerebro 1) La convertiría; 2) La abandonaría; o 3) Se la llevaría lejos, donde no hubiera riesgo de afectar a Jasper con su sed. Lo que fuera, ojalá lo hiciera pronto, porque la situación se veía insostenible.

Pete, Char y yo nos fuimos juntos hasta Portland y ahí paramos para despedirnos. Ellos regresaban a su casa y yo me iría a pasar un tiempo a San Francisco.

Le pregunté a Peter sobre mi mujer, le dije mis argumentos, que ella tenía más de 17 años, por lo que a lo mejor la podía conocer o al menos ver de lejos… Pete me regaló una maldita media sonrisa, sacudió la cabeza y me golpeó la espalda. “Aún no, aún falta”, respondió.

Críptico pedazo de mierda.

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Pasé varios días de fiesta en San Francisco, bebiendo y fumando todo lo que encontré, tratando de borrar la sensación que me apretaba el pecho después de irme de casa de los Cullen. Tal vez me estaba tomando los problemas de Jasper muy a pecho, no lo sé, pero la cosa es que si no estaba borracho no podía estar tranquilo.

No sé cuántos días pasé de bar en bar, día y noche, hasta que mi teléfono sonó (lo que en sí fue un milagro porque no recordaba la última vez que lo había cargado).

Era Pete.

-Dónde estás? – Ladró.

-Hooooola Peeeeete – Lo saludé – Estoy en el “Barrio Chino” en San Francisco…

-Mierda! Estás borracho! Súbete a tu Jeep y dirígete a Phoenix YA! – Me dijo – Y hablo en serio Gar, YA!

-Qué pasó? – Pregunté empinándome mi trago y haciendo señas al barman.

-Tu mujer… Es cosa de minutos… Si no llegas a tiempo va a morir! – Exclamó.

-QUÉ? – Grité lanzando un puñado de billetes a la barra y salí corriendo a la calle a buscar mi auto. Afortunadamente era muy tarde y nadie me vio comportándome como… Bueno, como un vampiro ebrio – Qué pasó? Por qué no me avisaste antes? Mierda Peter, a qué estás jugando? – Ladré desesperado haciendo partir el motor.

-No juego a nada, tú sabes cómo funciona esta cosa, en un momento estoy bien, disfrutando de mi ignorancia, y al siguiente tengo un montón de información incompleta que tengo que tratar de interpretar. No lo sé todo, sólo sé que tenemos que llegar lo antes posible.

-Pero ustedes están como a 5 horas de camino, no pueden contener el problema hasta que yo llegue? Yo calculo que me voy a demorar unas 10 horas – Le dije pisando el acelerador.

-No, no! Nosotros pasamos por casa, pero a Char le dieron ganas de visitar a unas amigas suyas en Monterrey, así es que ahora estamos en México. Creemos que nos podemos demorar unas 17 horas, aunque puede ser más si el paso de la frontera está lento – Dijo claramente frustrado.

-Cuando llegue a Phoenix a dónde tengo que ir? – Pregunté.

-No lo sé aún… Las piezas aún no encajan… - Se quejó.

-Cuando van a encajar? – Pregunté.

-Precisamente en el último minuto posible – Respondió. No discutí. Era con su don con quien habría que discutir, y eso no se podía.

Cortamos la llamada y aceleré, internándome en la noche, en busca de lo que había dado sentido a mi vida por las últimas 3 décadas… Lo que podría perder sin llegar a conocer.

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Espero les haya gustado y me cuenten qué les pareció.

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