martes, 21 de junio de 2011

Tal para cual! 19



Capítulo 19
I knew you when you were green and strong.
You were like a feather on a wing, so long.
You know I will miss you when you are gone,
but don't be afraid if you just can't hang on.
'Cause when the wind takes you, it takes me, too.
When you change colours, I change mine, too.
Try not to think and I will try, too.
And when you let go, I will let go, too.
The cold air is pushing hard on you.
I know what you're saying; I can feel it, too.
You'll go through changes, and I'll go through them too.
Don't be afraid now, don't be afraid.
Changing Colours/ The Great Lake Swimmers
Emmett POV
Corrí hacia el jeep sin pensar en nada más que en el delicado cuerpo de Bella, lacio y al borde de la muerte entre mis brazos.
El cambio no comenzaba y su corazón latía lentamente. Su respiración era superficial y se encontraba más pálida que yo.
Al llegar al jeep recliné el asiento del copiloto para ponerla más cómoda y aceleré. En cuanto puse un poco de distancia entre nosotros y Forks me detuve en un camino secundario y estacioné el jeep escondido entre los árboles para examinar a Bella.
La herida en el cuello seguía sangrando, por lo que me acerqué a su cuello y lamí la herida hasta que la sangre se detuvo. En el momento en que mi lengua tocó su cuello mis papilas gustativas explotaron en un millón de sensaciones, un orgasmo de sabor… la sangre más deliciosa que había probado nunca… pero a pesar del ardor en mi garganta, no sentí el impulso de morder y beber, sólo de proteger y curar. Esta no era una humana cualquiera, era mi alma gemela y nunca podría tratar de alimentarme de ella.
Bella seguía inconsciente y eso me preocupaba. Si su cambio no comenzaba pronto moriría por la pérdida de sangre o una falla cardiaca. Jodido Edward, ni siquiera había inyectado suficiente veneno en ella… el hijo de puta quería que Bella muriera.
Sin pensarlo 2 veces tomé su muñeca y mordí exactamente sobre la cicatriz que dejó el malnacido de James, inyectando tanto veneno como pude sin beber su sangre, y sellé la herida con mi lengua. Hice lo mismo con su otro brazo y con sus tobillos. Cada vez mis dientes cortaron en su piel como un cuchillo caliente en mantequilla, pero ni una vez Bella se movió o se quejó.
No me quedaba más que esperar que mientras su corazón siguiera bombeando, el veneno haría su trabajo y repararía lo que fuera que el pendejo de Gayward hubiera roto en ella.
Mientras cruzábamos por Shoreline vi un Target y me detuve a comprar. Asumí que si entraba y salía rápido no habría peligro con dejar a Bella sola unos minutos en el jeep. Para todos los efectos parecía dormida y los vidrios del jeep estaban tintados.
Tomé un carro y eché en él todo lo que pensé que Bella podría necesitar, desde su champú y acondicionador favoritos a lociones, cepillos de dientes, pasta de dientes, peineta, secador de pelo, calcetines, ropa interior, jeans y pantalones de yoga y montones de camisetas y zapatillas deportivas. Alice me incineraría si viera que le estaba comprando un guardarropas completo a Bella en Target.
En 10 minutos estaba de regreso con todas las bolsas de artículos para Bella y las guardé en el jeep y nos largamos de inmediato. Estaba ansioso por poner distancia entre Bell y cualquier amenaza.
Al cabo de 6 horas llegamos a Spokane, y decidí detenernos para pasar la noche. Yo obviamente no necesitaba el descanso, pero Bella necesitaba atención y no se la podía dar en el jeep en mitad de la carretera.
Ya que Bella estaba inconsciente decidí no llamar la atención y conformarme con un motel de mala muerte, pero totalmente anónimo. No es que yo necesitara la cama y Bella ni sabría donde estaba de todos modos…
Una vez que hube pagado por la noche y me entregaron la llave de la habitación descargué las bolsas de ropa y artículos de aseo y luego regresé para llevar a Bella a la habitación entre mis brazos.
La deposité en la cama y con cuidado removí la delgada bata que la cubría para examinar sus heridas, revelando su delicioso cuerpo desnudo… Un rugido de ira brotó de mi pecho y sacudió las delgadas paredes de la habitación. Bella estaba cubierta de moretones, su delicada piel manchada de morado, azul, amarillo y verde donde la escoria de Edward había forzado sus manos sobre ella.
Los moretones se concentraban principalmente en su cuello, sus pechos, sus caderas y su entrepierna.
Una inspección más detallada me la bata me permitió oler rastros de semen… el enfermo malnacido había llegado a su clímax mientras drenaba a Bella! Afortunadamente debe haber acabado en sus pantalones, ya que no había restos de semen en el cuerpo de Bella.
Fuera de los moretones no había huesos rotos, lo que de alguna forma, dentro de la agonía que era esta situación, fue un alivio.
Tomé a Bella entre mis brazos y nos dirigí al baño, donde procedí llenar la tina y bañarla, retirando de su cuerpo todo rastro de lo ocurrido esa tarde en que no pude protegerla. Ya no tendría la esencia de Edward cubriéndola.
Lavé su cabello y luego la sequé cuidadosamente. La vestí con ropa interior de algodón, pantalones de yoga y una camiseta. No me molesté con ponerle zapatos, no es que fuera a caminar en un futuro próximo.
Bella… por qué no reaccionaba? A estas alturas debería estar gritando de agonía, en pleno proceso de transformación… Cualquier cosa menos este estado cadavérico…
Una vez que la hube vestido y su cabello estuvo seco la cubrí con la colcha y me arrodillé junto a su cama, y por primera vez en mi vida, mortal o inmortal, recé.
Cuando ya no me quedaron más palabras para rogarle a Dios por Bella, comenzaron los sollozos… lloré como un niño su lado, aferrado a su mano, rogándole a mi Bella que regresara a mí, que no me abandonara, porque cada momento la amaba más y no podía imaginar una existencia sin ella a mi lado.
Llorar sin lágrimas no trae demasiado alivio, pero eso no me impidió pasar gran parte de la noche sollozando como una niña. A lo mejor algo bueno había en la inconsciencia de Bella… al menos no tendría que verme así, derrotado ante la idea de perderla.
Al amanecer volví a cargar el jeep y aseguré a Bella en su asiento.
Sabía perfectamente dónde nos dirigíamos, y sólo me quedaba esperar que Bella despertara pronto y que le gustara nuestro nuevo hogar…
Cuando el último miembro de mi familia murió a fines de los 80s, la casa familiar salió a remate público. Yo inmediatamente viajé a Montana y compré la granja, para irritación de Rosalie, que no entendió mi intención de conservar ese patrimonio y se negó a siquiera poner un pié en la propiedad por considerarla por debajo de sus estándares.
Era una casa sencilla. 2 pisos, de madera, un amplio porche, 4 habitaciones, 2 baños, una enorme cocina y un amplio living-comedor. Nada remotamente parecido a los estándares de lujo que acostumbran los Cullen, pero era una linda casa antigua que se vería mucho mejor una vez que la hubiera restaurado.
El resto de la familia no sabía de mi casa, ya que el rechazo de Rosalie desinfló completamente mi entusiasmo por restaurarla o visitarla. La casa estaba abandonada desde el momento en que la había comprado en 1989.
Y ahí es donde me dirigía… Mi casa, que si la suerte me acompañaba, se convertiría en nuestro hogar.
Unas 5 horas después llegamos a nuestro destino: Gardiner Montana, en medio del Custer National Forest. La granja estaba ubicada a unos 20 kilómetros de la ciudad y estaba lo suficientemente aislada y rodeada de bosques como para permitirme cuidar de Bella una vez que despertara como vampiro.
Lamentablemente, la casa estaba en peores condiciones de lo que esperaba… la escalera del porche estaba destrozada por los hongos y la humedad, la pintura de toda la casa estaba descascarada, el techo tenía varias filtraciones y habían telarañas y evidencias de ratones. El patio estaba invadido de maleza y en general se veía como si lo mejor que le podía pasar a la jodida casa fuera prenderle fuego.
Nuevamente agradecí que Bella no estuviera despierta para ver el basurero al que la había traído. No pude dejar de pensar en la mansión que habría puesto Edward a sus pies… Edward-maldito-asesino-hijo-de-puta… Al menos yo jamás habría intntado matar a Bella.
A quién trato de engañar? Si no fuera por mí, Edward jamás habría atacado a Bella… Mi Bella estaba al borde de la muerte por mi culpa, por mi egoísmo de buscarla y quererla para mí…
Busqué una habitación que tuviera suficiente luz. Había algunos muebles en la casa, pero nada que valiera la pena conservar. Saqué la cama y el colchón de la habitación principal y cubrí el suelo con un par de tollas y deposité ahí a Bella, apoyando su cabeza en un sweater mío enrollado.
Bella no reaccionó.
Di una vuelta por la casa para evaluar los daños y lo que necesitaría comprar para repararla. En media hora ya tenía una idea general del trabajo a realizar.
Tomé mi laptop del jeep y comencé a navegar en internet para poder ordenar todo lo que necesitaría para arreglar la casa.
Comencé navegando en la página de Home Depot, donde compré todo lo que necesitaría para reparar la casa, desde pintura hasta madera, materiales para reparar el techo, veneno para ratones e insecticida, herramientas de limpieza y limpiadores industriales, cañerías de cobre para reparar la plomería, conduit y cables para cambiar la conexión eléctrica, alfombras muro a muro para las habitaciones, 2 tinas, lavamanos y wc para los baños, nuevos artefactos para la cocina, etc.
Encargué además semillas de pasto y plantas de flores y herramientas de jardinería. Tenía que arreglar el jardín para que la casa no tuviera el aspecto de mansión embrujada. Ya suficiente era que la habitaran dos vampiros. Y yo sabía que a Bella le gustaban las flores.
Pagué con mi tarjeta de crédito y el despacho se acordó para el día siguiente.
Luego navegué por la página de Walmart donde compré montones de toallas, sábanas, cortinas y un colchón. Los muebles decidí comprarlos con Bella cuando ella despertara. A mí no me importaba el estilo que ella eligiera con tal de tenerla a mi lado, y sentí que dándole la oportunidad de elegir ella se sentiría más cómoda en nuestro nuevo hogar.
Nuevamente el despacho se acordó para el día siguiente.
Y me quedé sin nada que hacer más que esperar…
Observé a Bella por un par de horas y al no notar cambios decidí poner manos a la obra y comenzar a despejar la casa. Moví todos los muebles al jardín trasero y los amontoné en una pila para que lo retiraran más adelante.
Luego, cuando ya no pude aguantar más la incertidumbre, decidí llamar a Alice.
-Em! –Contestó al primer Ring –Cómo está Bella?
-No lo sé Alice, el bastardo casi la drenó –Respondí agobiado por la tristeza. Necesitaba el apoyo de mi familia, no estaba acostumbrado a enfrentar mis problemas solo –Bella no responde, está inconsciente y aunque la volví a morder para asegurar su transformación su corazón sigue latiendo a penas y no demuestra signos de dolor… es como si ya no estuviera ahí…
-Oh Em, lo siento tanto… desearía haber podido ver algo antes… si hubiéramos sabido lo que ocurriría nunca la hubiéramos dejado a solas con Edward… -La oí sollozar.
-Está bien Ali, no es tu culpa… aquí hay solamente un responsable y es Gayward… qué hicieron con él?
-A los pocos minutos de que tú te fueras con Bella llegamos Jasper y yo. Edward estaba medio aturdido en el jardín, no sabemos cómo lo hiciste para aturdir a un vampiro Em, pero Jasper quiere la receta… -Dijo Alice desviándose del tema. La jodida enana tenía la capacidad de concentración de un niño de 3 años.
-No fui yo, fue Bella con su escudo. Un destello de luz azul y Eddy voló por la ventana. En ese momento Bella perdió el sentido y yo la tomé en mis brazos y salí corriendo… -Interrumpí.
-Oh… Entonces fue el esfuerzo de proyectar su escudo lo que la hizo desvanecerse… tendré que consultarlo con Carlisle y le diré que te llame cuando tenga alguna respuesta…
-Qué pasó con Edward, Alice? –Gruñí. Mi paciencia se estaba agotando rápidamente.
-Oh, bien… Lo encontramos tendido en el jardín, cubierto de la sangre de Bella y oliendo… bien… este… -Dijo incómoda.
-A semen, ya lo sé. El bastardo tuvo un orgasmo mientras se alimentaba de Bella –Dije apenas conteniendo mis rugidos.
-Si… Bueno, Jasper… perdió el control… antes de que yo pudiera detenerlo desmembró a Edward, y si no hubiera llegado Carlisle y Esme en ese momento, lo habría incinerado en ese mismo momento… nunca había visto a Jasper perder el control de esa manera…
-Y entonces? –Demonios! Es que no podía concentrarse?
-Edward está completamente desmembrado y sus partes están desparramadas por toda la casa y ahora estamos en una reunión familiar tratando de decidir qué vamos a hacer con él…
-Cuales son las alternativas? –Pregunté agradeciendo en mi fuero interno a Jasper por encargarse de Edward, aunque me habría encantado haber tenido un pedazo del cabrón.
-Jasper lo quiere incinerar, pero Esme y Carlisle se niegan, porque Edward es su primer hijo… quieren buscar otro castigo. Carlisle consultó a Rosalie y ella dice que deberíamos rearmar a Edward, castrarlo y tirar sus genitales al fuego… Yo no sé qué pensar… Bella es mi hermana y no puedo perdonar a Edward por lo que hizo, pero él también es mi hermano… -Lloriqueó Alice. En cualquier otro momento me habría dado pena, pero mi odio por Edward superaba mi compasión por mi hermana.
-Dale mi voto a Jasper –Dije firmemente –Y si no ganamos dale mi voto a Rose. Ya me encargaré de quemar el resto de esa escoria cuando lo vuelva a ver…
-Le diré a Carlisle… te extraño Em… no quiero saber dónde estás, pero quiero que te cuides mucho y cuides a Bella… tengo el presentimiento de que no es momento para que regresen, aunque Edward ya nunca volverá a ser una amenaza contra Bella… -Dijo Alice tristemente.
-No pienso regresar hasta que Bella esté completamente recuperada –Dije con firmeza. Todo lo demás podía esperar. Mi Bella era lo único que importaba, y por el momento sólo me quedaba velar su sueño esperando que despertara indestructible, inmortal y mía para siempre.

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