Tal para cual! 2

Capítulo 2

Yer a human thing
Who yah think that you're foolin´
Yer not foolin´, not foolin´ me
Yer a human thing
Yer so busy frontin´
Confusin´ courage and acting
Move me, move me
Could it really be so wrong
To let somebody, somebody see.

Human Thing/The Be Good Tanyas

Capítulo anterior:
-Yo pienso lo mismo –Contesté mirándola a los ojos. Yo necesito a alguien como Bella, pensé. No sé qué pasó por mi cabeza o si simplemente fue mi instinto el que actuó antes de tener tiempo de procesar lo que estaba haciendo, pero de pronto me encontré con mi rostro a un par de centímetros de el de Bella y sin más lo acuné entre mis manos y la besé.
Bella POV
Pobre Emmett… Tenet que lidiar con una esposa como Rosalie por más de 50 años… Si se enteraran en el Vaticano lo beatificarían en el acto. Que haya durado todo este tiempo sin tirarla de cabeza en una hoguera no es nada menos que un milagro.
Y se lo dije. Malditas sean las consecuencias, se lo dije. Él es la mejor persona que conozco, es noble y cariñoso y alegre y leal. Él es quien me alegra y me acompaña cuando Edward se comporta como un cretino controlador.
Por qué Edward no puede relajarse un poco y ser más como Emmett? Em nunca teme dañarme o asustarme. Él me dice las cosas como son y se ríe de mí si me dan miedo. Y eso me hace reír a mi vez. Edward podría aprender a divertirse en lugar de pasar todo emo por la vida con su eterno cántico de "no tengo alma, soy una creatura abominable, blablabla". Demonios! Eres un vampiro, supéralo y sigue adelante.
Estoy casi segura de que Edward me va a querer dejar otra vez pronto. Siento demasiada tensión entre nosotros. Yo quiero que me cambie y me haga el amor. Él me quiere cortejar dentro de los estándares victorianos de comienzos del siglo pasado y quiere casarse conmigo para verme envejecer y morir. Y cuando me muera, planea suicidarse. Han escuchado de un plan más estúpido? Pues yo no.
Y toda esa tensión se había concretado en otra pelea, esta vez el tema era Jacob. Grrrrrr! Hasta cuándo? No soy una niña demonios! Ya soy mayor de edad y puedo tomar mis propias decisiones. O podría si él me dejara en paz de una vez por todas…
Por eso fue tan bienvenida la presencia de Emmett. Poder escapar con él por un rato me hizo sentirme yo una vez más. A veces tiendo a perderme en Edward, mezclándome con el fondo, comportándome como la señorita que él espera que sea. Con Emmett pude ser libre y reí como no lo hacía en tanto tiempo…
Pero claro, la conversación después se puso seria mientras yo me sentaba en el capó del Jeep y Em estaba parado frente a mí. Pobre Em, se veía tan cansado cuando hablaba de Rosalie… Le dije que él se merece mucho más, sobre todo se merece ser apreciado por el hombre increíble que es. Y me abstuve de mencionar lo que opino de su hermoso rostro, los hoyuelos de sus mejillas que le dan un aire de niño travieso, y su contextura alta y fuerte que te recuerdan que él es todo un hombre, no un adolescente.
Antes de saber qué es lo que estaba sucediendo me encontré con el rostro de Em a un par de centímetros de mi rostro. Aspiré su delicioso aliento… olía como manzanas y canela y clavo de olor… dulce y picante. Abrumador.
Él acunó mi rostro delicadamente entre sus enormes manos y me besó. Sus labios tan similares en temperatura a los de Edward se sintieron completamente distintos para mí. Su boca se movió con confianza y determinación sobre la mía y su lengua acarició mi labio inferior hasta que mis labios le respondieron moviéndose en sincronía con los suyos. Su lengua entonces entró a mi boca y masajeó y jugó con mi propia lengua arrancándome un gemido. Nunca había hecho algo así con Edward, su límite eran un par de minutos de besos con la boca cerrada. Nada de lengua. Esto se sentía… Oh tan bien…
Rápidamente respondí con entusiasmo. Quise aprender lo que Emmett tuviera para enseñarme y al demonio las consecuencias. Este momento era nuestro y cuando llegara el momento de enfrentar lo que hicimos al menos sabría que había valido la pena.
-Mmmmmh Belly Bean eres tan cálida… -Murmuró Emmett contra mi boca dándome espacio para respirar.
-Tú sabes, las ventajas de estar viva… -Contesté antes de morder su labio inferior. Eso me ganó un gruñido y otro beso increíble que sentí en todo mi cuerpo. Dios… nunca pensé que me podía sentir así con sólo un beso, era como si mi piel cosquilleara.
Finalmente el beso terminó y quedamos con nuestros unidos en nuestras frentes, jadeando y mirándonos a los ojos.
-Wow!
-Eres increíble Belly Bells… quien habría pensado que besabas así…si lo hubiera sabido te habría besado antes!
-Tú eres increíble… no te dieron ganas de comerme?
-En más de una forma –Respondió Emmett con una carcajada –Pero no, no de la forma que tú me estás preguntando. Tú sabes que nunca te haría daño.
-Ni estando tan cerca de mí? –Insistí.
-No Bells… a donde quieres llegar con todo esto?
-Yo… Eeeeh… nunca me habían besado así… tu sabes, con… con la lengua –Mierda, ya estaba roja otra vez.
-Me vas a decir que Gayward nunca te ha dado un beso como corresponde? Que le pasa a ese chico! Si de mí dependiera me la pasaría el día entero besándote Belly Bear… Eres deliciosa.
Yo negué con la cabeza avergonzada. Edward nunca me besó así. Ni siquiera trató. Es más, me tenía convencida de que una relación más física era imposible entre un humano y un vampiro.
-Qué pasa Bells? Estás arrepentida? No fue mi intención forzarte a algo que no querías hacer… no sé lo que pasó conmigo, es sólo que tú estabas aquí, tan triste y hermosa, y yo… yo pensaba en por qué no puedo tener una mujer como tú a mi lado y… no me pude contener… Por favor perdóname.
-No! No Em, por favor no me pidas perdón… es el mejor beso que me han dado en la vida y no lo cambiaría por nada! –Él sonrió satisfecho –Es sólo que… Edward me había dicho que besarse así era imposible para un humano y un vampiro. Y ahora veo que me mintió.
-Mierda Belly Bear, lo siento. Si quieres le puedo patear el trasero al niño bonito por mentirte de esa forma! –Dijo él a modo de consuelo.
-No Em… no vale la pena. Ahora… que va a pasar? Me refiero a… Alice nos vio verdad?
-La verdad es que lo dudo. Alice está de cacería y cuando caza no tiene visiones porque está concentrada en su presa, regida por sus instintos.
-Y Edward? Va a ver lo sucedido en tu mente en cuanto te vea!
-Por quién me tomas Bells? Todos sabemos cómo esconder cosas a Eddy Boy. La falta de privacidad es una cosa, pero todos tenemos nuestros secretos y no necesitamos a Edward metido en nuestras cabezas. Eddy sólo escucha lo que estamos pensando en el momento. Y todos sabemos que no debemos pensar cosas privadas en su presencia. Y cuando lo noto muy curioso pienso en cosas que le molesten como recrear alguna película de lesbianas o algo por el estilo. Deberías verlo correr cuando pienso en porno gay o sexo grupal –Se carcajeó. Yo me sonrojé un poco pero en realidad me pareció bastante divertido. Edward no veía conmigo películas para mayores de 18 años. Nada que tuviera escenas sexuales, dios prevenga que me den ideas. Como si ser una adolescente virgen y hormonal no fuera suficiente para tener todo tipo de ideas y pensamientos impuros.
-Bueno, lo que quieres decir es que… no nos van a descubrir?
-No Belly Bear, no nos van a descubrir. Y por favor no te arrepientas ni te sientas mal. Yo asumo toda la responsabilidad… es solo que no me pude resistir… -Dijo bajando la mirada. Sus últimas palabras hicieron que extrañas sensaciones se produjeran en mi bajo vientre. No se había podido resistir? Como si yo fuera irresistible? Dios, se sentía tan bien escuchar eso. Edward no tenía problemas resistiéndose a mí, una y otra y otra vez.
-No me arrepiento Em. Ya te dije que es el mejor beso que me han dado y no lo cambiaría por nada. Es sólo que no quiero que las cosas cambien entre nosotros, no quiero perder tu amistad o que las cosas se pongan raras, entiendes?
-Nada va a ser raro entre nosotros nunca Belly Bean. Te quiero, lo sabes verdad?
-Y yo te quiero a ti –Sonreí. Con Emmett era imposible estar incómoda. Él aliviaba la tensión hasta en las situaciones más difíciles.
Nos subimos al jeep pero esta vez Emmett manejó mucho más lento. Viajamos en silencio, cada uno sumido en sus pensamientos. Al llegar a casa Emmett me ayudo a bajar del jeep y caminó conmigo hasta mi puerta.
-Buenas noches Bells, que sueñes con los vampiritos –Me abrazó.
-Con los angelitos! –Corregí entre risas.
-Los vampiritos somos más divertidos –Me guiñó un ojo y subió a su jeep y se largó.
Entré a casa y afortunadamente Charlie aún no llegaba. Saqué una lasaña que había preparado y congelado para cuando no tuviera ganas de cocinar (como hoy) y la metí al horno. Luego me fui a la ducha y me quedé largo rato bajo el chorro de agua bien caliente.
No podía dejar de pensar en lo sucedido. No podía dejar de pensar en ese beso. Que me estaba pasando? Yo amaba a Edward… verdad? Sí, claro que sí. Había ido a Italia y había enfrentado a los Volturi por él. Había dejado de lado mi amistad con Jacob por él. Eso era prueba de que lo amaba… Pero Emmett… Em era tan dulce y era tan fácil habla con él… y ese beso… dios! No podía sacarme ese beso de la cabeza. Su olor, la forma en que me tomó sin miedo, sin dudar. Un hombre experimentado, no un niño.
Salí de la ducha y me dirigí a mi habitación. Cerré las cortinas y me puse una vieja camiseta y un par de shorts de algodón a modo de pijama, envolví mi cabello en una toalla y bajé a la cocina a ver cómo seguía la lasaña. Aún le faltaba para estar lista.
Estaba inquieta, no parecía poder concentrarme en nada, sentía mariposas en el estómago y la garganta. No me podía sentar tranquila para leer ni ver televisión.
Me dirigí a mi dormitorio y decidí escuchar algo de música para relajarme. Me decidí por un disco de The Be Good Tanyas que Edward detestaba (algo referente a la música redneck canadiense) y me recosté en la cama con la luz apagada. Los ritmos eran apropiados, pero las letras me recordaban a Em…
Cómo es que habían cambiado tanto las cosas en sólo una tarde? Emmett era mi amigo… mi confidente… pero ahora que me había besado… por primera vez lo veía como a un hombre. Un hombre que no tenía miedo de tomar lo que quería, de besarme hasta hacerme perder la cabeza…
Pero también un hombre casado. No lo olvides Bella. Emmett pertenece a Rosalie, y si ella se entera de lo que hiciste esta tarde con su marido es capaz de destrozarte con sus propias manos.
Oh! Pero Em no era feliz en su matrimonio! Yo lo podría hacer mucho, mucho más feliz!
No Bella, esos pensamientos son peligrosos. Tu estas con Edward, preocúpate de hacerlo feliz a él.
Pero Edward nunca va a ser feliz! Edward se odia demasiado a sí mismo como para permitirse ser feliz!
Es cierto. No puedo argumentar contra eso. Edward es un amargado.
Mierda, hasta mi conciencia cree que Edward es un amargado.
Un golpe en mi ventana me sacó de mis cavilaciones. Me dirigí a abrir la cortina y me encontré a Edward. No pude evitar sentirme un poco fastidiada. Aún estaba molesta por la discusión de la tarde.
-Hola amor.
-Hola Edward. Pasa.
-Que te sucede? –Dijo apagando la radio. Adiós Be Good Tanyas, ha llegado Edward Cullen y sus gustos elitistas en música.
-Nada, estoy un poco cansada.
-Acuéstate entonces. Yo te puedo cantar hasta que te duermas…
-No, gracias –Dije pensando en que después de lo sucedido con Em lo último que quería era a Edward en mi cama. No se sentía correcto –Tengo que servir la comida a Charlie.
-Charlie puede servir su propia comida –Dijo Edward.
-Yo quiero cenar con Charlie! No lo he visto en todo el día y tenemos planes que hacer para el fin de semana.
-Si por planes te refieres a ir a la reserva, olvídalo. No lo voy a permitir.
-Edward cuando vas a entender que no es tu derecho permitir o prohibir nada que tenga que ver conmigo? Tu no me mandas! Soy una mujer adulta y mayor de edad. Te guste o no, por ley nadie tiene derecho a darme órdenes.
-Amor esto lo hemos discutido tantas veces... todo lo que hago es por tu bien…
-Lo hemos discutido más veces de las necesarias. Y ya me aburrí. Por favor Edward, ándate a tu casa. Voy a cenar con mi padre y voy a dormir sola. Necesito pensar.
Edward se fue sin más palabras.
Y vaya si pensé esa noche.
Y soñé. Con Emmett.
Demonios!