sábado, 25 de febrero de 2012

Beautiful Crazy 4





Hola chicos y chicas! Más locura y drama en este capítulo. Un abrazo a quienes han dado una oportunidad a esta extraña historia, y miles de besos a quienes comentan, ayudándome a escribirla mejor.

Se les quiere, R.

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Capítulo 4


This thing called love I just can't handle it

this thing called love I must get round to it

I ain't ready

Crazy little thing called love

This (This Thing) called love

(Called Love)

It cries (Like a baby)

In a cradle all night

It swings (Woo Woo), It jives (Woo Woo)

It shakes all over like a jelly fish,

I kinda like it

Crazy little thing called love

Crazy little thing called love / Queen

Riley sintió que su mano se llenaba de estática al tocar el cabello de Bella, pero lo que más lo sorprendió fue que ella inclinó levemente la cabeza hacia su mano, descansando en su toque. Ella se limpió el rostro con los pañuelos que él le ofrecía y suspiró cerrando los ojos… Estaban tan cerca... tan cerca, sólo unos centímetros y él podría besarla... ella olía a flores y a menta fresca, su piel era blanca y perfecta, sus mejillas mostraban un leve rubor producto de su llanto… qué pasaría si cometía la locura que estaba pensando? Y si ella lo rechazaba?

Por un par de minutos ambos se quedaron en esa posición sin moverse, hasta que las piernas de Riley se comenzaron a acalambrar y Bella no soportó más con los ojos cerrados. Casi sincronizadamente ambos se movieron, y Bella enderezó la cabeza diciendo

-Gracias...

-Por qué? -Preguntó Riley.

-Por estar aquí... sé que no es su obligación tocarme... ni consolarme.

-Lo hago porque quiero Bella –Respondió él frunciendo el entrecejo -tú no eres una obligación.

-Si lo soy –Dijo ella sintiéndose poca cosa -le pagan para escucharme...

-Tú no eres una simple transacción comercial! -Exclamó él a punto de perder su calma profesional.

-Y qué soy sino? qué soy sino otra patética niña suicida? -Lloró ella – Yo no le importo!

-Bella mi trabajo es ayudarte, y sí, me pagan por estar aquí, pero créeme cuando te digo que tu caso me importa, que es muy importante para mí... -Dijo él a punto de decirle "eres muy importante para mí".

-Qué quiere saber hoy? -Preguntó ella cabreada.

-Quiero saber cómo sigues... sientes que los medicamentos te hacen algún efecto?

-No lo sé... es muy pronto para saberlo... -Respondió ella limpiándose la nariz.

-Pero has dormido mejor... –Aventuró él.

-Ya te dije que sí... –Dijo ella aún a la defensiva.

-Bien... no se puede hacer ningún avance mientras no duermas toda la noche.

-Qué clase de terapia me va a hacer? Me va a hacer algún test? qué tan loca estoy? -Preguntó Bella temiendo la respuesta a sus preguntas.

-Vamos a tratar de buscar el equilibrio en tus medicamentos, por eso nos veremos tan seguido... y por ahora no te voy a hacer ningún test, aunque más adelante te puedo pedir exámenes de sangre para ver cómo están afectando tu hígado los estabilizadores del ánimo... y con respecto a qué tan loca estás... Bella tú no estás loca, estás simplemente pasando por un período difícil en tu vida, nada más.

-Pero no me siento normal! Me quiero morir! –Exclamó ella.

-No te vas a morir! -Exclamó Riley mirándola fijo a los ojos -No si yo lo puedo evitar... Bella tu eres una joven excepcional... tus notas en el colegio son excelentes, lo que significa que eres inteligente, eres joven, simpática (cuando quieres serlo), atractiva...

-No me eche flores, que no las necesito -Dijo ella sonrojándose y desviando la mirada.

-Yo creo que si las necesitas, necesitas aprender a verte a ti misma... -Dijo él más apasionadamente de lo que debía.

-Para qué? Para qué quiero verme a mí misma si no veo el futuro? No veo más allá de uno o dos días en adelantado, no quiero ni puedo planificar nada... soy un desastre! -Exclamó.

-Porque eso es lo que yo te voy a enseñar -Dijo él -Te voy a enseñar a ver hacia el futuro sin miedo... lo que te pasa no es sólo emocional, es físico, tu cerebro sufre de un desequilibrio químico que vamos a reparar...

-Edward abandonándome no es un desequilibrio químico -Escupió ella furiosa.

-No, pero que te tomara más de un año superarlo lo es... -Dijo Riley con forzada calma. Odiaba al dichoso Edward aún sin conocerlo.

-Él me abandonó en el bosque... me perdí... me dio hipotermia! -Gritó ella.

-Y todas esas son razones para superarlo y no mirar atrás, no para quedarte estancada en el pasado... –Razonó él.

-Usted no sabe nada... –Dijo ella.

-Cuéntame... hazme entender! -Exclamó él apasionadamente.

-Por qué habría de hacerlo? -Preguntó ella desafiante.

-Porque soy tu última oportunidad Bella... estás internada en un psiquiátrico y yo soy quién está a cargo de tu salud. Déjame ayudarte -Le imploró él con voz firme.

-No valgo la pena! sólo soy un problema para todos, sólo mi padre me quiere, y eso porque está obligado a hacerlo... -Sollozó ella.

Riley volvió a romper el protocolo acercándose a ella y esta vez no se detuvo. Acarició su cabello mientras ella escondía su rostro entre sus manos para llorar. El cabello de Bella era largo y suave, y él no pudo evitar imaginárselo abanicado sobre su pecho desnudo...

Bella por su parte sintió un alivio enorme al poder decir todas las cosas horribles que poblaban su mente sin consecuencias negativas. Riley seguía ahí, acariciándola... y se sentía Oh! tan bien...

-Bella, quiero darte una tarea -Dijo Riley susurrando cerca del oído de ella con voz ronca. Ella pudo oler su fresco aliento y el aroma de su perfume, y ambos le gustaron.

-Dígame...

-En primer lugar, creo que nos podemos tutear, verdad? -Dijo él regalándole una sonrisa -Y en segundo lugar, quiero que cada vez que pienses en esos términos de ti misma te detengas a pensar de dónde vienen los insultos... eres tú o tu enfermedad quién te hace odiarte?

-Sólo eso? -Preguntó ella pensando que sería pan comido.

-Eso por ahora... se nos está acabando el tiempo... alguna pregunta?

-Me aburro mucho -Dijo ella -Debe ser porque no fumo... Qué puedo hacer?

-Has probado con pintar mandalas? -Preguntó él con una sonrisa.

-No... -Dijo ella frunciendo el cejo -Qué son?

-Es una forma de meditación activa, es bastante interesante, y se obtienen hermosas figuras -Dijo él sacando algunos dibujos del cajón de su escritorio. Estos los han hecho algunos pacientes...

Eran dibujos como creados con un caleidoscopio, algunos en armonía de color y otros en tonos contrastantes.

-Cada uno pinta de acuerdo a lo que quiere expresar, ya sea positivo o negativo... creo que te pueden ser de gran utilidad.

-Pintar... como los niños pintan a los 3 años? -Preguntó Bella.

-No, como los adultos pintan cuando tienen ganas -Le respondió Riley sonriendo.

-Y dónde puedo conseguir estas "mandalas"? -Preguntó Bella dudando de poder conjurar su poder de introspección a través de pintar dibujitos, por lindos que fueran

-Tu terapeuta ocupacional te puede dar algunas, y tus compañeras te pueden prestar lápices hasta que tu padre te pueda comprar algunos... pruébalo Bella, no lo descartes ahora, es una buena alternativa a fumar.

-Ok, lo voy a intentar... -Dijo ella sonriéndole a Riley, agradecida por su paciencia.

-Bien -Dijo él. Te veo pasado mañana -Dijo acercándose a Bella para darle la mano. Pero ella le ganó en rapidez y le dio un tímido abrazo. Riley se quedó petrificado y Bella quedó mortificada... Qué había hecho? Qué pensaría él de ella ahora?

Bella salió rápidamente de la consulta y corrió a su habitación.

...oOo...

No le fue difícil a Bella conseguir las mandalas... casi todas las chicas las habían probado en alguna etapa de su tratamiento, y le regalaron gustosas algunas para empezar. Kate le prestó sus lápices, y así fue como Bella logró integrarse en el grupo de las chicas que fumaban en el patio. Simplemente salía con sus hojas y lápices y se sentaba a la mesa con un grupo, y mientras ella pintaba en silencio las demás hablaban y fumaban, riendo de la vida y los hombres.

-Juguemos a algo! -Dijo Zafrina, la chica morena. Ella siempre quería "jugar a algo" y era fastidiosa en su entusiasmo.

-A qué? no tenemos con qué jugar... -Respondió alguien... Bella no supo quién, ella sólo prestaba atención a la mandala que pintaba en ese momento en tonos de celestes y púrpuras.

-No sé... no hay un equipo de karaoke? Debe haber discos viejos con los que podamos cantar -Dijo Meggie.

-Karaoke? Pero eso es adentro en el living, no podríamos fumar. Juguemos a algo afuera donde podamos fumar -Dijo Rosalie.

-Desde qué edad fumas tú? -Preguntó Alice.

-Desde los 12 años -Respondió Rosalie.

-Enana viciosa –Le dijo Alice, que era unos 15 cm más baja que “Britney”

-En enfermería tienen un juego de mímica -Dijo Kate - Podría ir a buscarlo...

-Eso sí! -Dijo Alice -Así podemos fumar y jugar a la vez.

-Agh... -Dijo Zafrina -Cuándo me volví tan viciosa? Yo antes fumaba máximo 3 cigarros al día y ahora estoy fumando un paquete diario.

-Yo uno y medio -Dijo Kate -Pero mi psiquiatra dice que cuando salga de aquí voy a dejar de fumar tanto... es la inactividad.

-Sí -Dijo Bella -O de esta clínica te vas a ir directo al especialista broncopulmonar!

-Bueno, no hay nada que hacer, somos todas unas viciosas –Concluyó Zafrina.

-Ok, ok -Dijo Meggie a Kate -Y vas a ir a buscar el dichoso juego de mímica?

-Por qué yo? -Preguntó Kate.

-Porque fue tu idea, tú lo organizas.

-Ok, Ok... -Dijo Kate entregándole su cigarro encendido a Bella -Cuídamelo hasta que regrese.

Bella odió tener el apestoso cigarrillo en sus manos, ya toda su ropa e incluso sus sostenes olían a cenicero, pero no supo decir que no. Sostuvo el cigarro lo más lejos de ella que pudo sin reclamar.

Y así es como comenzaron las tardes de mímica en la clínica psiquiátrica.

...oOo...

Bella esa noche tuvo dificultades para quedarse dormida. Britney roncaba suavemente y Alice se movía de un lado hacia el otro en su sueño. Pero lo peor? No podía apartar su mente de Riley y de su conversación con él esa tarde.

Recordó la forma en que la enfrentó, fuerte y seguro, y cómo la consoló... cómo parecía ser el único que podía ayudarla en el caos que era su vida. El único que entendía...

Y las chicas tenían razón... era tan guapo... y joven... demonios! se estaba enamorando de su psiquiatra? Típico Bella, pensó e inmediatamente reconoció un sentimiento de odio hacia sí misma, tal como Riley le había pedido. Demonios, él sabía lo que hacía...

Pero sin querer desviarse del tema principal, Bella volvió a pensar en Riley, descorazonada. Sabía que una relación amorosa psiquiatra-paciente nunca resultaría, aun cuando él estuviera dispuesto a arriesgar su puesto por ella... Ja! seguro que eso ocurriría, un hombre como él lo va a arriesgar todo por una chica como tú, pensó, y volvió a reconocer esa negatividad que la embargaba.

Por qué se odiaba tanto a sí misma? Odio era una palabra muy fuerte, no se odiaba a sí misma, simplemente se encontraba insignificante... verdad? Edward le había demostrado que nadie la podría llegar a amar como ella necesitaba ser amada.

Que patética soy, no puedo superar que mi primer novio haya terminado conmigo... pensó, y quiso una vez más desaparecer del mundo, enroscándose en posición fetal.

Era una pena Bella que no fuera una persona creyente, así al menos su miedo al infierno la mantendría viva, pero nunca tuvo inquietudes espirituales y sus padres nunca las fomentaron, por lo que para Bella no existía ni cielo ni infierno. La vida era aquí y ahora, no había redención ni segundas oportunidades en el más allá. Por eso para ella morir era como dormir... simplemente un no estar, un no ser que añoraba.

Quiso hundir su nariz en el cuello de Riley, quiso embriagarse en su aroma a Hugo Boss y a hombre. Quiso tomar su cabello castaño claro entre sus manos y acariciarlo, sedarlo como él había hecho con ella... Quiso dormir acurrucada a él... qué se sentiría?

Oh por dios! Esta fantasía no podía llegar más lejos! cómo le contaría sus secretos más íntimos cuando lo único que quería era en besarlo? No te enamores, no te enamores... por qué ahora maldición? Por qué él?

Porque él es el más gentil de los hombres que has conocido, se respondió. E inteligente, guapo y me entiende, se dijo. Él realmente me entiende.

Por primera vez quiso realmente recuperarse, para ser digna de Riley, y eso le hizo pensar en su padre... pobre Charlie… Bella no había sido capaz de hacer un esfuerzo por él, pero en cuanto conocía a un chico que le gustaba, trataba con todas sus ganas? Que injusta estaba siendo...

Y con ese pensamiento y un suspiro los medicamentos finalmente la vencieron y se quedó dormida, abrazando la almohada y soñando con que un chico llamado Riley conocía a una chica llamada Bella...

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Awwww! Ya se están enamorando! Déjenme saber qué les parece y me ayudarán a hacer de esta una mejor historia!

Crimson Moon 7






Hola chicos, aquí les entrego este nuevo capítulo… espero que lo disfruten.

No olviden contarme lo que opinan, todo mi cariño, R.

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Capítulo 7


Something causing fear to fly

Rising like a dark night

In silence

Traveling like a broken boat

Heading for the sky

And I'm an island

Last of days / A fine Frenzy

Bella POV


La idea de casarme con Jazz ya se me había pasado antes por la cabeza... por supuesto! éramos una familia bien constituida solo que no estábamos comprometidos bajo ninguna ley...

(Y debo admitir que no dejaba de molestarme el hecho de que Jazz se hubiera casado con Alice y no conmigo, a pesar de que nuestro era un amor mucho más puro y verdadero).

Lejos ya quedaban mis temores de contraer nupcias con Edward, ahora me sentía mucho más madura y fuerte, y sobre todo teniendo a la pareja adecuada, había un mundo de diferencia.


Por eso cuando, luego de una de las noches de mejor sexo de mi vida él me pidió que fuera su esposa, no lo dudé ni un segundo. Era lo que nos faltaba para ser completamente felices.

Al día siguiente vino la parte interesante... dar la noticia a los demás. Aunque no fue necesario ya que Rosalie le dio un solo vistazo a mi mano y sacó las conclusiones adecuadas.

Char y Rose se pusieron rápidamente manos a la obra, y yo no vi motivo para dilatar algo que había estado esperando tanto tiempo... puse un plazo de 2 semanas para la ceremonia y nuestros únicos invitados serían los Cullen y Garreth, a pesar de lo mucho que me repelía la idea de poner en peligro a nuestra familia. Pero esta vez tenía un plan... Esta vez enviaría la protección de mi escudo a los Cullen a distancia, para evitar que sufrieran ataques físicos o por los dones de otros vampiros.

No se lo mencioné a nadie, ni siquiera a Jazz... de todos modos no sabía si funcionaría...

...oOo...

La experiencia de comprar todo lo necesario para un matrimonio, incluso para uno tan pequeño como el mío fue alucinante. Era increíble todo lo que necesitábamos, pero por una vez no reparé en gastos (dentro de lo razonable, claro está). Me gustó estar en el centro comercial y encargar mi vestido de novia y los vestidos de madrinas de las chicas, pero lo que más me gustó fue compartir con seres humanos sin miedo a comérmelos. La experiencia del aeropuerto había sido muy iluminadora en ese sentido... Bella Swan es mucho más fuerte de lo que parece! Y para qué hablar de Davy, mi pequeño que tan bien se adapta a cada situación que le ha tocado pasar en su escaso año de vida. Su fortaleza me hace sentir humilde.

Como premio para Davy, luego de que nosotras terminamos con los vestidos y zapatos nos reunimos en el patio de comidas con los chicos para que Davy pudiera jugar en los juegos de Mac Donalds. Una hora después enfilamos rumbo a nuestro nuevo hogar cerca de San Antonio, era la mitad de la tarde y moríamos de calor.

-Oh Dios! Lo que daría por un poco de tu sangre refrigerada! -Dijo Rosalie.

-Puedes beber cuanto quieras, pero yo pensé que a los vampiros no les daba calor... -Dije yo.

-Si nos da, así como también nos da frío, sólo que lo soportamos mucho mejor que los humanos y no sudamos -Dijo Charlotte.

-Mmmmh -Gemí -Yo quiero ir a una piscina... quiero nadar... tal vez podemos organizar un paseo al mar?

-Bella tu aún no recorres toda la casa verdad? -Preguntó Charlotte.

-No, no hemos tenido el tiempo para el tour, supongo...

-Espera a ver cuando lleguemos -Dijo y compartió guiños con Rosalie.

...oOo...

-Ohhhh... Mierda! -Exclamé al ver la piscina enorme que se extendía detrás de la casa de Peter y Charlotte. Tenía una forma irregular y hasta una cascada, y tumbonas alrededor... era el paraíso. Los chicos llegaron un par de minutos después ya que debieron detenerse en una estación de servicio para que Davy hiciera pis. Mientras ellos llegaban, las tres corrimos a ponernos nuestros trajes de baño. Como yo no tenía uno Char me prestó un pequeño bikini de color rosa.

-Cómo es que no tienes un traje de baño? -Me preguntó extrañada.

-Por que vivíamos en el norte, donde nunca tuvimos la oportunidad de bañarnos en ninguna parte salvo la bañera... -Dije yo.

-Pero Bella! -Dijo Char moviendo la cabeza -Significa eso que Davy no sabe nadar?

-Nop, no sabe -Dije avergonzada mientras me acomodaba el bikini. Me miré al espejo y me sentí segura de mi apariencia. Me veía hermosa, como cualquier vampiro, y supe que Jazz apreciaría el tono rosa del bikini contra mi piel.

-Eso lo vamos a remediar esta tarde -Dijo Rosalie calzándose un bikini azul infartante. Charlotte por su parte usó uno de color rojo que contrastaba bellamente con su cabello rubio claro.

-Ahí vienen los chicos! -Exclamó Char, y todas corrimos a posicionarnos en las sillas tumbonas con sendos vasos de sangre helada del refrigerador, con pajitas, sombrillas y todo.

Emm, Peter, Jazz y Davy entraron a la casa, y Davy inmediatamente gritó -Mamaaaaá...!

-En la piscina! -Le grité yo con voz tranquila.

-Tenemos una piscina? -Gritó Davy probablemente a Jazz.

-Sí Davy, vamos a ver a mamá -Respondió Jazz. En pocos segundos se asomaban al patio nuestros 4 hombres por el gran ventanal del living y quedaron todos pasmados. Los adultos viendo a sus parejas "tomando sol" y mi pequeño Davy al ver la cascada de la piscina.

-Quiero nadar, quiero nadar! -Exclamó.

-Tú no sabes nadar -Le respondió Emmett sin apartar los ojos de Rosalie.

-Quiero aprender -Dijo entonces Davy –Papi enséñame!

-No tienes traje de baño, tendrás que nadar en calzoncillos -Le dijo Jazz.

-No me importa! Por favoooooor! -Rogó el pequeño.

-Está bien... veremos qué puedo hacer -Dijo Jazz sin sacar sus ojos de mí y me envió una oleada de lujuria que yo me apresuré a esconder de Davy. Luego se dio vuelta y se dirigió a nuestra habitación, donde se cambió por unos shorts y donde desnudó a Davy.

Así vestido se acercaron a la piscina y Jazz entró en ella y estiró los brazos para que Davy se acercara. Davy entró al agua vacilante, y Jazz le debe haber enviado una dosis de confianza porque mi pequeño sonrió y tomó las manos de su padre.

Juntos se internaron en el agua y yo me senté para verlos mejor, mientras que Emm se desnudaba frente a nosotros hasta quedar en calzoncillos de Superman y sentaba a Rosalie en su regazo en la tumbona.

Peter en cambio, se cambió en segundos por un atrevido modelo de traje de baño masculino, muy seguro de sus atributos. Luego, se lanzó a la piscina haciendo un espectacular piquero.

-Mamy ven al agua con nosotros! -Gritó Davy.

-Mamy está tomando sol Davy -Dijo Jazz con sus oscuros ojos fijos en mi silueta recostada en la tumbona -Déjala que descanse.

-Mamy no está cansada -Respondió Davy -Mamy veeeeen!

-Voy cariño! -Dije poniéndome de pié y caminando muy lentamente hacia el borde de la piscina, para luego bajar por las escaleras muy despacio, deliberadamente sexi, pero sin ser demasiado evidente para no traumatizar a Davy.

Caminé a través del agua mientras Jasper me miraba predatoriamente, y me fui mojando las piernas y luego el torso, hasta dar una larga brazada y llegar a su lado.

-Bella, cariño... -Ronroneó mi hombre.

-Mamy! -Gritó mi hombrecito, efectivamente rompiendo el encanto sensual. Peter y Charlotte lanzaron una carcajada y Emmett se lanzó de "bombita" a la piscina mojando a todos los demás.

Esa tarde no hice el amor en el agua como habría soñado, pero ocurrió algo mucho más maravilloso... mi Davy aprendió a dar sus primeras brazadas por sí solo, y pronto aprendería a nadar.

...oOo...

Los siguientes días fueron de actividad casi constante, rota sólo por intervalos para comer y dormir. A pesar de tener una boda tan pequeña y dos ayudantes de la talla de Rose y Char, había mil decisiones que tomar y escaso tiempo para tomarlas. Afortunadamente tenía a mi lado a Jazz, ya que cada vez que comenzaba a ponerme nerviosa o a parecerme remotamente a una "bridezilla", él me calmaba con su presencia o su poder.

Aun sabiéndolo estaba dispuesta a permitirle manipularme, ya que no quería arruinar el humor de todos en la casa por culpa de mis nervios tontos... sabía que me vería bien; sabía que los Cullen nos apoyaban en lo que estábamos haciendo... pero no podía dejar de tener un mal presentimiento en algún lugar de mi mente.

-Qué te pasa cuñadita? -Preguntó Peter sorprendiéndome y casi haciéndome caer de la copa del árbol donde me encontraba reflexionando -Nervios de novia? Te estás arrepintiendo?

-Peter! Oh dios! casi me haces caer del susto! -Le dije sujetándome el corazón, que latía desbocado -no, por supuesto que no estoy arrepentida -Le dije -La verdad es que estoy preocupada...

-Qué es lo que te preocupa? -Preguntó sentándose en una rama contigua a la mía y viendo al horizonte como yo.

-No lo sé, pero tengo un muy mal presentimiento... -Le dije, y al vocalizar mis preocupaciones estas se hicieron más reales y mi voz se quebró. Qué sucedería si algo amenazaba a mi familia?

-Tranquila Bella, ahora nos tienes a nosotros para protegerte... tres de los mejores luchadores del mundo sólo para ti.

-A lo mejor eso me haría sentir mejor! -Exclamé feliz, una idea comenzando a formarse en mi cabeza.

-Qué? -Preguntó Peter.

-No tener que depender de ustedes! Ser capaz de defenderme a mí y a Davy en caso de emergencia...

-Mmmmmh... es una idea que deberías hablar con Jasper, no conmigo... -Dijo Peter cauteloso.

-No necesito el permiso de Jasper! -Me defendí -Pero sí su ayuda... Hummmm... gracias Peter! -Dije besando su mejilla y saltando de la copa del árbol y aterrizando en el suelo con total gracilidad.

Fui en busca de Jasper y me lo encontré jugando futbol con Emmett y Davy.

-Jazz! -Lo llamé.

-Bella! -Dijo casi noqueándome al piso con una doble dosis de amor por su parte y por la de Davy.

-Necesito hablar contigo -Dije mientras me comía a besos a Davy.

-Mamaaaá -Se quejó Davy -Estoy jugando!


-Déjame besarte ahora que en unos años más no vas a querer ni acercarte a mí -Le respondí olisqueándolo como una hembra a su cachorro... aún olía un poco a bebé.

-Papá anda a hablar con mamá!

-Dime cariño, qué sucede? -Preguntó Jasper sonriente al verme jugar con Davy.

-Necesito que conversemos...podemos salir a caminar? -Le pregunté.

-Claro, vamos -Me dijo y me tomó la mano para salir a caminar a paso humano, como siempre lo habíamos hecho.

Cuando estuvimos lo suficientemente alejados de los demás mi ansiedad comenzó a incrementarse, y él me abrazó fuerte y me preguntó

-Qué te sucede cariño? Es que te arrepentiste de nuestra boda?

-No! Oh dios no! Jazz, lo que sucede es que tengo un horrible presentimiento, y decidí que la única forma de deshacerme de él es aprendiendo a luchar. Y quiero que tú me enseñes...

-Bella... -Suspiró él innecesariamente - Tú sabes que yo siempre te protegeré... pero entiendo tu necesidad de aprender a valerte por ti misma... -Dijo acariciando mi rostro con el dorso de su mano.

-Lo sé Jazz, no estoy dudando de tus capacidades para protegerme, es sólo que... yo... -No supe cómo explicarlo.

-No hace falta que digas más. Pero antes de que te enseñe yo vas a pasar por Charlotte y por Peter. Yo soy el mejor, y si me puedes vencer a mí significará que tu técnica es perfecta. Es un trato? -Preguntó seriamente.

-Es un trato! -Dije saltando a sus brazos para sellar el acuerdo con un beso.

...oOo...

La pequeña Charlotte estaba en el jardín delantero de la casa vestida de negro, con pantalones de yoga y una camiseta ajustada. Yo vestía de manera similar, pero en tonos de rojo.

Todos se habían reunido a mirarnos, por lo que si fallaba, sería de manera pública y humillante... por eso quise hacerlo bien.

De pronto Charlotte gritó "Ya!" y corrió hacia mí. Yo inconscientemente activé mi escudo físico, y Char, que venía corriendo a toda velocidad, rebotó en él, saliendo disparada hacia atrás, chocando con un árbol y derribándolo. Por un instante todos se quedaron callados pero segundos después estalló una carcajada colectiva.

-Maldición Bella, si hubiera sabido que harías eso lo habría grabado con mi cámara -Dijo Emmett.

-Demonios cariño! En qué estabas pensando? Se supone que entrenas en combate cuerpo a cuerpo -Dijo Jazz.

-Char, baby, estás bien? -Preguntó Peter tratando de ayudarla a ponerse de pié.

-Mierda! -Exclamé yo -Char lo siento, fue completamente involuntario.

-Mamy hazlo de nuevo! -Gritó Davy retorciéndose de risa con su tío Emmett.

-Deberíamos estar preocupadas del matrimonio, no perdiendo el tiempo en el jardín -Dijo Rosalie entrando a la casa.

-Estoy bien… no pasa nada –Dijo Char.

Y así es como comenzó mi entrenamiento.


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Reviews=Love

domingo, 19 de febrero de 2012

Crimson Moon 6





Hola chicos, que tal? Les cuento que casi casi no publico, pero aquí estoy! Alcancé a hacerlo el fin de semana.

Espero que disfruten de estos capítulos de paz antes de la tormenta, un abrazo.

R.

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Capítulo 6

These precious illusions in my head did not let me down

When I was defenseless

And parting with them is like parting with invisible best friends

This ring will help me yet as will you knight in shining armor

This pill will help me yet as will these boys gone through like water

Precious illusions/ Alanis Morrissette

Jasper POV

Las horas más felices de mi vida las estaba pasando con mi Bella en esos momentos. El sexo había sido espectacular y me demostró una vez más lo compatibles que éramos en todo sentido. Y por fin sería mía para siempre de forma oficial! La verdad es que dudo que existiera un hombre más satisfecho que yo en el mundo, con una mujer como Isabella a mi lado y encima un pequeño diablito como Davy.

Mientras Bella se duchaba le calenté su almuerzo y un vaso de sangre de alce que trajimos congelada. Ella apareció en la cocina luciendo un vestido de verano celeste con pequeñas florcitas, descalza y con su largo cabello aún húmedo y anudado en dos trenzas, luciendo como una chica de 15 años.

-Soy un pervertido si te digo que me excita verte así? Pareces una niña… -Dije entrecerrando los ojos e imaginándomela doblada contra la mesa de la cocina.

-Si, eres un pervertido, y me lo demostraste anoche –Dijo ella poniéndose de puntillas para abrazarme y besar mi cuello.

-Tu almuerzo ya está listo cariño –Le dije tratando de ser considerado y no doblarla contra la superficie más cercana para hacer el amor… Davy, Peter y los demás ya estarían por llegar.

-Mmmmmh… comida o devorarte… difícil decisión –Dijo pícara.

-Come cariño, Davy está por llegar –Le dije con la última brizna de fuerza de voluntad que me quedaba.

-Está bien, pero en tu regazo –Respondió ella. Yo sonreí y me senté en la silla frente a su comida y ella se sentó sobre mis piernas… mis manos casi por inercia subieron por su falda mientras ella comía, y se encontraron con… nada! Bella no usaba ropa interior!

-Cariño –Gruñí en su oído, y en ese momento se escucharon voces aproximándose y la risa de Davy que corrió al interior de la casa.

-Mamá! –Exclamó nuestro pequeño saltando al regazo recién cubierto de Bella –tío Peter me dejó manejar el tractor!

-Peter! –Dijo Bella –Eso puede ser peligroso!

-No lo es –Dijo Peter –Esta es una granja y es bueno que el chico sepa ocupar los vehículos en caso de emergencia. Además Davy es un vaquero natural, cierto chico?

-Siiiiií! –Exclamó Davy bebiendo sangre del vaso de Bella.

-Davy quieres almorzar? –Preguntó Bella.

-Sí por favor –Dijo el pequeño bajándose del regazo de Bella, quién lamentablemente se bajó de mi regazo para ir hacia el refrigerador. Yo suspiré frustrado y Peter se rió de mí. Cabrón.

Bella preparó el almuerzo a Davy y luego recalentó el suyo, y todos nos sentamos a la mesa en la terraza a hacer planes. Peter era dueño de varias miles de hectáreas, lo que hacía fácil estar a la luz del día sin preocuparnos de ver a nadie a nuestro alrededor. No había problema con que brilláramos al sol.

Pronto aparecieron Emmett, Rose y Charlotte, quienes habían ido a cazar al parque nacional más cercano, y traían algo de sangre para congelar para Davy y Bella. Char por su parte había ido a Houston y había dado de baja a un par de narcotraficantes, y sus ojos brillaban de un color rojo esmeralda que por un momento envidié.

Pero una mirada de Davy, que percibió esa emoción en mí fue suficiente para controlarme y apreciar mi vida como vegetariano. Ni toda la sangre humana del mundo podría compensar el remordimiento que sentiría de acabar con otra de mis víctimas. No… no cambiaría mi vida por nada en el mundo.

De pronto Rosalie chilló

-Bella estás comprometida! –Dijo tomando la mano de Bella y observando el anillo cuidadosamente.

-Sí… nos Jazz me lo propuso esta mañana... –Dijo acariciando mi pierna y sonriendo.

-Ya era hora! Tarado! –Dijo Rose dándome un puñetazo en el brazo. Yo no se lo recriminé. Hacía meses que debía haberlo hecho y me había contenido por una u otra razón.

-Qué es "comprometido"? –Preguntó Davy.

-Que mamá y papá se van casar! –Respondió Bella.

-Yupiiiiiiiiiii! –Saltó de alegría Davy y abrazó a Bella

-Yay! –Exclamó Charlotte aplaudiendo –Tenemos tanto que organizar!

-Invitaremos a los Cullen? –Preguntó Peter seriamente.

-No lo sé… deberíamos, pero han pasado tantas cosas…

-Celebraremos la boda aquí verdad? –Preguntó Charlotte que parecía estar en el séptimo cielo.

-Si ustedes están de acuerdo –Contestó Bella humildemente.

-Bella, querida, esto es lo más entretenido que nos ha ocurrido en décadas! –Respondió Char.

Rosalie corrió a buscar su laptop.

-Podemos conseguirlo todo online –Dijo - será facilísimo!

-No lo sé… -Dijo Bella mirándome por ayuda.

-Quiero llevar los anillos! –Dijo Davy.

-Y cómo sabes tú de los anillos –Preguntó Peter.

-Veo televisión tío Peter –Dijo el pequeño rodando los ojos.

-Por supuesto que vas a llevar los anillos –Le dijo Bella –Y te vas a vestir igual a papá.

-Y yo quiero ser el ministro! –Dijo Emmett.

-Queeeee? –Preguntamos todos al unísono.

-Se pueden conseguir licencias de ministro por internet, y yo quiero participar de la boda. Peter va a ser el padrino, Rose la madrina y Char la dama de honor, Davy va a llevar los anillos… yo no quiero ser público…

-Qué opinas, cariño? –Le pregunté a Bella que luchaba con una sonrisa pero se sentía un poco abrumada.

-Supongo que está bien, siempre que sea todo legal. No quiero que todo resulte ser un fraude.

-Bueno, ahora definitivamente vamos a tener que invitar a los Cullen –Dijo Peter –Emmett tiene razón, no tenemos público.

-Y además, en cierto sentido son muestra familia –Dijo Bella.

-Quiero invitar a Garrett –Dije recordando a mi viejo amigo.

-Qué hay del clan Denali? –Preguntó Rose.

-No me interesan, y a ti? –Pregunté a Bella.

-Para nada –Respondí. Ellas eran amigas de los Cullen, no mías.

-Alguien que se nos quede en el tintero? –Preguntó Peter.

-Te refieres a alguien de los viejos tiempos? –Pregunté molesto. Peter sabía que yo sólo me relacionaba con él y Charlotte de entre todos los vampiros que conocí en el ejército de María.

-No en especial –Repuso sabiendo que había tocado una dolorosa fibra.

-Yo por mi parte no tengo a nadie… quisiera poder involucrar a papá… pero sé que no se puede –Dijo Bella.

-Por qué mamá está tan triste? –Me preguntó Davy.

-Porque tu abuelito no puede venir a la boda… -Respondí honestamente.

-Tengo un abuelito? –Preguntó excitado.

-Sí cariño, pero no lo podemos ir a ver… -Le dijo Bella –Él es humano.

-Ooow -Dijo Davy –Pero yo me portaría bien, no me comería a mi abuelito!

-Lo sé mi amor, eres un buen chico, pero abuelito no puede saber de nuestra existencia. Más tarde te voy a contar historias de él –Dijo Bella besando el rubio cabello de Davy.

-Apuesto que a abuelito le habría gustado verme en el tractor… -Dijo Davy amurrado.

-Yo también quiero verte conducir el tractor de tío Peter –Dije para tratar de levantarle el ánimo. Davy sonrió triste pero quedó sumido en pensamientos. Mientras, Rosalie no paraba de clickear en su laptop buscando ideas para llevar a cabo el matrimonio.

-Bella para cuando piensas poner una fecha? –Ella me miró y se fue a sentar en mi regazo que aún conservaba una dolorosa erección, que se volvió peor al recordar que ella no llevaba ropa interior.

-Qué opinas Jazz? –Me preguntó.

-Bueno, por mí lo antes posible, pero entiendo si preparar todo les lleva meses o años –Dije recordando a Alice y su atención a los detalles en la preparación de cualquier fiesta, en especial la de nuestro matrimonio.

-Años? –De qué estás hablando Jasper Whitlock? Todo lo podemos preparar y elegir en una tarde, le damos una semana de plazo a todos los ítems para que lleguen y enviamos las invitaciones por correo express… podemos casarnos en dos semanas… -Dijo Bella sencillamente.

-Pero eso no significaría una gran boda… tu vestido no sería especialmente diseñado… -Dije pensando en que quería que nuestra boda fuera memorable.

-Char, Rose y yo podemos ir mañana a Houston y comprar ahí los vestidos. En dos semanas es tiempo suficiente para que nos los puedan ajustar. Yo no necesito diseños exclusivos… menos una enorme boda… a menos que tú te estés arrepintiendo…

-Nunca! –Le dije besando su cabello y apretándola más a mí.

-Bien, está decidido, mañana nos vamos todos a Houston! –Dijo Bella entusiasmada -Rose, busca la dirección del centro comercial que tenga la mejor casa de novias, seguro ahí encontraremos también los trajes para los chicos.

-No será un problema ustedes saben… que brillamos…? -Dijo Davy suavemente. Le habíamos inculcado que debía ser cuidadoso con los humanos.

-No amor, para eso existen los estacionamientos subterráneos –Le respondió tía Rose –Pero muy bien pensado Davy!

-Papá me enseñó que no podemos estar de día al aire libre donde hay más personas –Dijo sonriendo.

-Exactamente, pero el centro comercial no presentará ningún problema, no te preocupes, lo hemos hecho por años –Le dijo Charlotte.

Y con eso el asunto quedó zanjado.

…oOo…

Al día siguiente nos levantamos muy temprano y emprendimos viaje a Houston. Bella, Rosalie y Char ya tenían decidido todo lo que necesitaríamos y habían comprado algunas cosas por internet la tarde anterior.

Las chicas viajaron en una camioneta y los hombres (incluido Davy) viajamos en la otra. Una de las cosas que tendría que hacer en Houston sería comprar una camioneta para mi propia familia… tal vez roja, para sacarle una sonrisa a mi Bella.

Luego de algunas horas de viaje llegamos sin problemas al centro comercial donde nos estacionamos en el subterráneo, evitando cuidadosamente los rayos del sol.

Subimos todos juntos por el ascensor y nos dirigimos a la tienda de novios. Era un lugar enorme, con el primer piso dedicado a las novias y el segundo a los novios, de modo que no nos topáramos cuando estuviéramos probando un estilo.

Decidimos probarnos esmóquines inmediatamente para salir pronto de esa tarea, ya que yo debía ir a comprar las argollas de matrimonio mientras las chicas se entretenían con los vestidos, y al entrar fuimos abordados por un hombre de mediana edad que se presentó como Jean.

Peter y yo pedimos esmóquines tradicionales y uno para Davy que debía ser igual al mío. Jean nos mostró algunas alternativas en gris, en negro e incluso a rayas, todo muy elegante y sobrio. Afortunadamente tenían esmóquines para niños de modo que Davy se pudo probar el suyo también.

-Bien jovencito –Dijo Jean a Davy –Cual le gusta?

-El gris –Respondió Davy sin vacilar, sonriendo de oreja a oreja al verse tan elegante al espejo… pequeño vanidoso.

-Y a los señores? –Preguntó mirándonos a nosotros.

-Si a Davy le gusta el gris por mí está bien –Dije yo.

-Entonces yo usaré el negro –Dijo Peter –Y tú Em? –Preguntó Peter a Emmett que había estado inusualmente callado.

-Quiero el celeste! –Exclamó completamente en serio.

-Qué? Estás loco? Se supone que eres el maldito ministro, cómo se te ocurre que te vas a poner un esmoquin celeste? Rosalie te va a matar! –Le dijo Peter.

-Los esmóquines celestes son un clásico, no pasan de moda. Además seré sólo un ministro por internet, da lo mismo lo que yo use.

-Veamos qué opina Rosalie de un esmoquin celeste… -Dijo Peter sacando su celular.

-Y apuesto que quiere usar una camisa con vuelitos! –Agregué yo.

-No te atreverías –Dijo Emm mirando a Peter desafiante.

-Claro que me atrevería, soy el padrino, no voy a permitir que arruines la boda con tus estupideces. Bella no se lo merece –Dijo Peter mandando un mensaje a Rosalie.

No pasaron ni 2 minutos antes de que tuviéramos frente a nosotros a una muy cabreada Rose.

-Qué es esa tontería del esmoquin celeste? –Preguntó a Emmett, quien se había escondido detrás de unos colgadores.

-Rose, baby, tu sabes lo que me gustan y pensé… -Trató de explicarse.

-Nada de "pensé"! Tú no tienes que pensar si no en la felicidad de Jazz y Bella! Los malditos esmóquines de colores pasaron de moda en los años ´70s! –Dijo ella luciendo peligrosa. Hasta Jean había desaparecido de nuestra vista.

-Awww, baby… -Dijo Emmett haciendo un puchero.

-Nada de "Baby"! Ahora compórtate y a probarse un esmoquin normal y tradicional, entendido? –Dijo ella con un tono de voz que nos hacía ver claramente quién llevaba los pantalones en esa relación… no es que no lo supiéramos desde antes…

Entonces recibí un mensaje de mi Bella en mi celular.

"Todo bien? Rose desapareció furiosa

Tu B."

Yo inmediatamente le respondí

"Crisis evitada. No te preocupes por nada.

Te amo, tu J."

Y luego de la pequeña intervención de Rosalie, Emm se compró un tradicional esmoquin de color negro mientras refunfuñaba y el resto de nosotros pasamos a otra tienda a comprarnos zapatos de cuero italianos. Debí pagar una obscena cantidad de dinero para encargar zapatos del tamaño adecuado para Davy, pero la ocasión lo ameritaba… todos nuestros preparativos eran en función de una sola cosa… mi Bella por fin sería mi esposa.


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Nos leemos la próxima semana!

REVIEWS=LOVE

sábado, 18 de febrero de 2012

Beautiful Crazy 3





Hola chicos! Nuevo cap. de este fic tan personal para mí. Una pregunta recurrente es ¿Por qué dejan a las internas fumar? La verdad no sé el motivo, excepto que en la vida real lo pueden hacer sólo en espacios abiertos como en los jardines, pero lo que es seguro es que fuman y muchísimo.


Yo estuve recientemente 20 días internada en una de esas clínicas de gente deprimida, y este fic nace de esa triste experiencia… espero que lo disfruten!


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Capítulo 3



Don´t you know, honey,

Ain´t nobody ever gonna love you

The way I try to do ?

Who´ll take all your pain,

Honey, your heartache, too ?

And if you need me, you know

That I´ll always be around if you ever want me

Come on and cry, cry baby, cry baby, cry baby

Cry Baby / Janis Joplin

Bella durmió profundamente su primera noche en la clínica. El coctel de píldoras que le dieron a tomar por la noche le produjo eso… el primer sueño reparador que había tenido en meses.

Despertó de pronto con alguien tocándola… era una enfermera que estaba tomándole la presión.

-Qué hora es? –Preguntó adormilada.

-Las 7 mi niña, vuelve a dormir –Respondió la enfermera moviéndose a la cama de "Britney", quién ni se inmutó cuando le tomaron la presión.

-Mmmmmh –Murmuró Bella y volvió a cerrar los ojos, con más flojera que sueño.

Media hora después apareció otra enfermera con una bandeja con vasitos con números. Despertó a Alice y le dijo

-Ya, a tomarse las pastillas!

-Mmmmmh –Se quejó Alice y se sentó con los ojos cerrados. La enfermera le entregó un montón de pastillas que Alice se echó a la boca y luego le dio un vaso de agua del jarro que tenía en el velador.

Una vez que Alice hubo tragado el agua y sus medicamentos la enfermera se movió a la cama Nº 12… la cama de Bella.

Bella estaba despierta, por lo que se sirvió sola el agua y obedientemente se tragó las pastillas que le dieron sin preguntar qué eran. Luego se volvió a recostar mientras "Britney" reclamaba que no quería despertarse.

Sin darse cuenta, Bella se volvió a quedar dormida.

Soñó con él antes de que él la dejara, soñó con los picnics en el prado de su propiedad, lleno de flores; con la torta de chocolate que ella le había preparado para su cumpleaños, y con lo bienvenida que solía ser en su casa. Su madre la adoraba… o eso había sentido Bella…

Y de pronto, se escuchó una voz por un parlante ubicado en el techo:

-A todas las pacientes se les llama a desayunar… todas las pacientes a desayunar…

Alice y Rose se levantaron medio dormidas y se dirigieron a sus closets debidamente cerrados con llave (a Bella aún no le entregaban la llave del suyo) y sacaron sus batas. Bella las imitó y las siguió al comedor, donde ya varias internas estaban sentadas en grupo y la misma señora del día anterior les preguntaba qué iban a beber de acuerdo a la dieta a la que estuvieran sometidas.

Bella se sentó junto a Alice, que según descubrió lo único que hacía era hablar de un tal Jasper, su novio y padre de su hijo, Peter. Alice y Jasper tenían una relación disfuncional que hacía que Alice en cada pelea destruyera las cosas de Jasper (si estaban en la casa de él) o se acostara con otros hombres (si se encontraban en algún club).

Según le contó Alice en el desayuno, ella se había acostado con 10 hombres distintos para encabronar a su novio, pero que en realidad ninguno se comparaba con Jasper... Por eso últimamente había optado por tratar de suicidarse… parecía una buena idea cortarse las venas frente a él para demostrarle lo que él la hacía sufrir.

Bella decidió que aunque Alice era una chica simpática, estaba loca y merecía estar ingresada en esta institución.

El desayuno terminó pronto y Bella y las demás chicas quedaron libres hasta las 10 de la mañana, hora a la que podían elegir ir a terapia.

Bella fue a ducharse odiando los baños compartidos, los que en su mente catalogó de poco higiénicos y se secó el pelo calmadamente sólo con una toalla para no tener que pedir su secador en enfermería.

Cuando salió al patio casi todas las internas ya se encontraban ahí, tomando el sol y fumando.

A Bella se le revolvió un poco el estómago oler el humo del cigarro tan temprano, pero fumar parecía ser la única actividad que las mujeres de la institución llevaban a cabo.

-Bella ven! –La llamó Kate a su grupo, donde 5 ó 6 mujeres se agrupaban alrededor de una mesa con un gran cenicero sentadas en sillas de plástico.

Bella se acercó y las demás se acomodaron para hacerle espacio junto a Kate.

-Estábamos hablando de los doctores y de lo poco que se preocupan de nosotras… a mí me tocó la doctora Jane Volturi y es una perra… y a ti quién te tocó? –Preguntó una chica morena que Bella recordó que se llamaba Zafrina.

-El doctor Biers… Riley Biers creo que es su nombre… -Dijo ella sonrojándose sin motivo.

-Papacito! Ese doctor es para morirse! –Gritó Britney.

-Hay sí, ojalá me tocara ese doctor a mí… -Dijo Alice –Me lo agarraría y me lo comería enterito!

-Qué edad tienes tú? –Le preguntó Bella a Britney.

-15 años –Dijo Rosalie.

-Recién cumplidos! –Dijo Alice – Es nuestra bebé.

-Que no soy una bebé! –Gritó Britney/Rosalie.

-Que sí eres! –Se rió Tania.

-Qué vamos a hacer en terapia? –Preguntó Bella tratando de cambiar de tema. No le interesaban las confrontaciones.

-Vamos a pintar figuras de yeso o cajitas de madera para luego adornarlas con servilletas… quedan lindas! –Dijo Kate entusiasmada.

-Ajá –Dijo Bella, que nunca había hecho esas manualidades pero que en cambio sí tenía buena motricidad fina.

-Chicas! A talleeeeer! –Gritó una joven desde la puerta del taller. Vestía en tonos de morado, una mescla hippie chic bastante alternativa pero en ella funcionaba… era una chica bastante bonita.

-Esa es Gianna, la terapeuta ocupacional –Le susurró Alice. La odio, siempre me acusa! –Dijo con rabia.

-Te acusa de qué? –Preguntó Bella curiosa.

-El otro día tuve una crisis y rompí una de mis figuras de yeso para cortarme las venas con el canto roto –Dijo Alice quitándole importancia –Me corté y sangré pero no me hice tanto daño… -Le dijo a Bella mostrándole los brazos llenos de cicatrices. Gianna me acusó con las enfermeras y me quitaron las visitas y las llamadas por una semana… casi me morí sin cigarros ni llamadas de mi Jasper.

-Oooh –Dijo Bella incómoda. La realidad superaba la ficción en cuanto a todo lo que ella hubiera imaginado…

Luego sonrió levemente a Alice y se levantó para ir a presentarse con Gianna, que en realidad resultó ser una chica dulce y atenta. Bella pensó que en su lugar ella también habría acusado a Alice… se estremeció ante la idea de cortarse las venas con un trozo de yeso… una acción tan salvaje, tan desesperada.

Estas chicas parecían normales hasta que algo se desataba en su interior y se volvían locas, pensó Bella… tal como le había pasado a ella.

Esa mañana eligió pintar una escena campestre en yeso, un trabajo que le resultó sencillo y relajante. Le gustaba hacer cosas con las manos.

Luego tocó el almuerzo y más tiempo libre, que Bella ocupó en dormir. Ya estaba pensando seriamente en comenzar a fumar simplemente por tener algo que hacer…

Por la tarde tocó otra terapia y pudo hablar con Charlie, quién había regresado a Forks, ya que debía trabajar. Ya viajaría el fin de semana para el día de visita y se verían.

Charlie le preguntó si deseaba que le llevara algo y ella pidió sólo un poco de fruta, ya que odiaba la gelatina que daban como postre después de cada comida.

Luego ver algo del último reality show en televisión Bella se fue a lavarse los dientes y ponerse pijama para acostarse, y a las 10:00pm en punto pasó una enfermera por su cama dándole las pastillas de la noche.

No aguantó mucho más despierta… las pastillas comenzaban a hacer efecto.

…oOo…

Al día siguiente la rutina se repitió hasta la hora de almuerzo, cuando subió a su habitación a cambiarse su camiseta térmica por algo más veraniego y se encontró con que alguien había sacado de su closet su champú, su acondicionador y su crema corporal.

Alice la encontró casi haciendo pucheros frente al closet, sin saber qué hacer.

-Vamos a hablar con las enfermeras! Te tienen que responder! –Exclamó furiosa –Tu closet no tenía llave! –Dijo Alice arrastrándola a enfermería, donde explicaron la situación.

Las enfermeras no se demostraron demasiado empáticas y Bella rompió a llorar, no por su maldito champú o por el jodido acondicionador o su puta crema! No! Era una cosa de principios, y ella se sentía vulnerada, atrapada en un lugar donde le estaban robando impunemente!

Y Alice armó un escándalo defendiéndola mientras las enfermeras las amenazaban con pincharlas a las dos y ponerlas a dormir cuando una de las enfermeras entró a la pequeña sala y al escuchar lo sucedido dijo

-No te preocupes mi niña, todo fue un error. Anda a tu dormitorio que yo te llevo tus cosas. Y Alice, tu tranquila, que si no tu sabes, te pinchamos.

Ambas se fueron, Bella en silencio y Alice reclamando contra el sistema y a los pocos minutos apareció la enfermera amable con sus brazos regordetes llenos de los productos de Bella.

-Donde estaban? –Exigió saber Alice.

-Eso no importa –Respondió la enfermera –Ya están aquí.

-Pero cómo que no importa? Cómo nos vamos a sentir seguras si alguien está robando? –Dijo Alice.

-No es una epidemia de robos! –Se defendió la enfermera –Es una paciente que se descompensó.

-Es una cleptómana –Dijo Alice a Bella.

-Bueno chicas, tranquilas, que ya recuperaron las cosas –Dijo la enfermera.

-Pero Bella sigue sin tener chapa para su closet! –Reclamó Alice.

-Es verdad, no tengo cómo proteger mis cosas –Dijo Bella envalentonada.

-Ya, eso lo vamos a solucionar, pero no llores más, está bien? –Dijo la enfermera acariciándole el cabello como si fuera una niña.

-Está bien… -Dijo Bella.

…oOo…

-Isabella Swan, el doctor la espera –Sonó una voz femenina desde el parlante del techo de su habitación.

Bella se levantó nerviosa de la cama donde había estado jugando a las cartas con Alice y "Britney", y ambas se burlaron haciendo "Uuuuuh!", haciéndola sonrojándose.

-Suerte con el doctorcito! –Dijo Alice.

-Pídele un examen de cuerpo completo! –Dijo Britney.

Bella se apresuró por las escaleras. No lo quería hacer esperar. Durante estos dos días pensado mucho en él, y en cómo se las arreglaría para hacer que su sentimiento de desesperanza se esfumara… era él la persona que enmendaría su corazón roto? Sería capaz de volver a comportarse como una chica normal y simplemente coquetear con un chico porque sí? O sería una frustración más?

Desde que Edward la había abandonado las cosas no iban nada bien… Bella no confiaba en nadie y había dejado de hacer planes a futuro. Podía ver como esto afectaba a su padre, pero no había manera de evitarlo… no tenía nada por qué vivir.

Al llegar a la puerta de la oficina del doctor Biers se detuvo y alisó su cabello con sus manos. No quería parecer loca. Luego golpeó la puerta suavemente.

-Adelante –Le dijo una voz que había plagado sus sueños sin apenas darse cuenta.

…oOo…

Para Riley el día y medio que estuvo sin ver a Bella había sido extremadamente largo y monótono. A pesar de que amaba su trabajo y se preocupaba genuinamente por cada uno de sus pacientes, Bella tenía algo especial que no lo dejaba dormir tranquilo por las noches.

Y sabía que nada podría pasar jamás entre ellos, lo que la hacía desearla más si fuera posible.

Esa mañana de miércoles se levantó con más energía y verdaderamente contento porque por fin la vería… se sacaría de la cabeza el fantasma de la frágil y hermosa chica y la vería como una paciente más… al menos ese era su plan.

Atendió en su consulta a 4 pacientes antes de que llegara ella… y con cada una descontaba un número en su cuenta regresiva…

Sólo 3 más…

Sólo 2 más…

Sólo 1 más…

Toc Toc…

-Adelante –Dijo tratando de manejar su voz para lograr que sonara neutral.

-Hola –Dijo Isabella con voz suave. Riley se levantó de su silla para estrechar su mano. Al tomar la pequeña mano de ella supo que no eran fantasías… estaba enamorándose de su paciente, y no había nada que pudiera hacer para remediarlo.

-Hola Bella… Cómo has estado estos días? –Preguntó Riley aclarándose la garganta.

-Igual –Respondió ella sonriéndole levemente a modo de respuesta.

-Igual cómo? Qué significa igual? Igual de mal? –Preguntó él frunciendo el ceño.

-Igual… Esta mañana me robaron mis cosas de mi closet… lloré. Me hizo sentir vulnerable… -Dijo ella.

-Llorar está bien de vez en cuando, sobre todo cuando hay motivos para hacerlo –Le dijo Riley, quién por dentro hervía de rabia ante el abuso cometido con "su chica".

-Estoy cansada de llorar –Dijo ella mirándolo a los ojos y sintiendo ganas de llorar, pero sabiendo que no había manera de que alguien la consolara. Su médico no la tocaría, a ella, otra patética adolescente suicida.

-Bella… -Dijo Riley acomodándose en su silla para contener las ganas de abrazarla – Cómo has dormido?

-Bien –Dijo ella volviendo a sonreír –Duermo sin sueños y toda la noche.

-Que sueñas? -Lo recuerdas?

-Sueño que estoy perdida en el bosque, que llamo a Edward y él no regresa, que tengo frío y hambre y miedo, y siempre despierto llorando… -Dijo ella con los ojos llenos de lágrimas.

Riley se levantó de su silla y se arrodilló frente a ella con una caja de pañuelos desechables en la mano.

-Quiero que estés tranquila y confíes en mí –Le dijo –Mírame a los ojos –Ella lo miró, aturdida por su cercanía –Yo voy a hacer todo lo que esté en mi poder para eliminar ese sueño, me entiendes?

-Sí… -Dijo Bella mientras sus lágrimas por fin rodaban por sus mejillas. Riley sacó un pañuelo de la caja y se lo entregó a Bella

Luego en un gesto absolutamente contrario a su ética profesional le acarició el cabello… Demonios! Esto iba a terminar mal.

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Espero que les haya gustado chicas, como les dije esta historia es algo distinta…

Disfruto con cada una de sus reviews, así es que no duden en dejarme una.

Publicaré todos los fines de semana.

Todo mi cariño!

Crimson Moon 5





Hola chicos, aquí tienen una actualización del día de los enamorados. Me esmeré en hacerla extra cítrica para ustedes, así es que espero que aprueben mi limonada.

Cariños a todos quienes comentan y a quienes simplemente leen. Se les quiere y aprecia a todos.

Que disfruten!

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Capítulo 5


Una eternidad

esperé este instante

y no lo dejaré deslizar

en recuerdos quietos

ni en balas rasantes

que matan...

Ah... come de mí, come de mi carne

ah... entre caníbales

ah... tomate el tiempo en desmenuzarme

ah... entre caníbales

Entre caníbales / Soda Stereo

Bella POV

Desperté en medio de un sueño maravilloso… Jazz lamía mi estómago mientras sus manos jugaban con mis pechos, enroscando mis pezones en sus dedos, hundiendo su lengua en mi ombligo…

-Jazz… -Susurré algo preocupada –Davy…

-Davy duerme cariño, somos sólo tú y yo, los demás salieron a cazar…

-Mmmmmmmh… qué hora es? –Pregunté al ver en la ventana que aún era de noche.

-Son las 4am. Si quieres puedes volver a dormir –Me dijo bajando la camiseta de mi pijama y haciendo amague de dejarme tranquila.

-No! –Exclamé con demasiado entusiasmo –Hazme el amor Jazz… Hazme tuya –Dije. Hacía días que no teníamos sexo.

-Quieres intentar algo nuevo? –Me preguntó susurrando con voz sexi y profunda.

-Siempre –Le dije, sabiendo que podía confiar en un 100% en que él no me haría daño... mis sesiones con Jazz eran sólo placer.

-Esta noche vas a ser sólo mía… -Me dijo produciendo de alguna parte un suave cordón de seda, con el que procedió a amarrarme una mano al respaldo de la cama. Era todo por show, yo tenía suficiente fuerza para romper el cordón si quería… sólo que no me apetecía romper la fantasía…

-Me vas a amarrar? –Le pregunté levantando una ceja pero sin preocuparme.

-Te voy a tener para mí, completamente indefensa –Respondió en tono malvado y sensual. Luego tomó mi otra muñeca y la besó antes de amarrarla a la cama.

-Estás seguro de que nadie nos va a descubrir? –Pregunté muerta de vergüenza de pensar que los demás entraran a nuestra habitación conmigo amarrada a la cama como en una película porno.

-Soy empático cariño, a cualquiera que se acerque a esta habitación lo noqueo antes de que pueda entrar… pero estoy seguro –Añadió –Nadie va a venir. Estás segura de que quieres jugar?

-Sí, quiero jugar –Murmuré mientras él besaba mis tobillos y me los amarraba con el cordón de seda.

-Bien… ahora vamos a cubrir tus ojos –Dijo produciendo una suave bufanda de color azul y amarrándola alrededor de mi rostro.

-Jazz… nosotros nunca…

-Nunca, pero es hora de comenzar a variar –Respondió –Déjame adorarte.

Con delicadeza infinita él me vendó los ojos, y quedé completamente a su merced.

Sentí que se levantaba de la cama y caminaba hacia la izquierda, y sentí su ropa caer al suelo.

-Jazz… estás desnudo para mí? –Pregunté imaginándomelo tal como lo vi desnudo la primera vez, rubio y glorioso… perfecto. Mis bragas se mojaron en anticipación.

-Si cariño –Respondió y lo escuché abrir su maleta y sacar algo. Luego se acercó nuevamente a la cama y de un tirón rasgó mi camiseta dejando mis pechos al descubierto –Eres perfecta Isabella –Murmuró pellizcando mi pezón derecho suavemente.

-Mmmmmh Jazz! –Exclamé excitada, tratando de restregar mis piernas en busca de fricción pero era inútil amarrada con las piernas abiertas como estaba…

Luego se acercó a mis shorts y pasó su nariz por sobre mi monte de venus cubierto de tela, y aspiró profundamente.

-Esta noche me voy a festinar de ti –Me dijo rasgando mis shorts.

-Me vas a soltar? –Pregunté con voz dulce.

-No cariño, esta noche estás a mi merced… Y así te quiero.

Entonces tiró de mis bragas desgarrándolas y me besó en la boca mientras trozos de tela volaban por la habitación.

El beso fue lento y Jasper lo controló completamente. Cuando yo traté de introducir mi lengua en su boca él simplemente rió y se retiró, dejándome insatisfecha.

-Jaaaaz –Me quejé.

-Déjame jugar, cariño, hoy es mi turno –Me dijo. Yo comencé a planear entonces todas las formas de tortura que usaría para volverlo loco de pasión y deseo… pero entonces algo increíblemente suave se deslizó sobre la piel de mis senos haciéndome arquear la espalda…

-Mmmmh… qué es eso? –Pregunté.

-No necesitas saberlo –Respondió moviendo lo que fuera que usaba hacia mi cuello… era como piel, pero más etéreo, más liviano… una pluma!

-Es una pluma! –Dije orgullosa de mí.

-Muy bien cariño –Dijo él usando la pluma para rodear mis pezones, endureciéndolos más y más, haciéndome desear un toque más rudo… que me cogiera contra la pared!

-Jasper deja de torturarme –Le ordené.

-Esta es mi noche Isabella –Respondió –Pero vamos a jugar al semáforo… cuando haga algo que te gusta me vas a decir "verde"… cuando algo te incomode me vas a decir "amarillo" y yo me voy a detener, y si algo definitivamente está fuera de tu zona de confort, me dices "rojo" y el juego se acaba… estamos claros? Así me puedes decir que me detenga sin quererlo realmente…

-Estás muy creativo esta noche verdad? –Dije yo una falsa bravata ya que mis rodillas temblaban de anticipación. Y él lo sabía.

- Shhhhhhhhhhh -Dijo él lamiendo mis labios para callarme.

Y la pluma comenzó a explorarme nuevamente. La pasó por mis costillas, por mi costado y por la curva de mis senos haciéndome retorcerme de necesidad, tirando de las cuerdas de seda y esforzándome por mirar a través de mi venda.

La pluma lentamente fue bajando por mi cuerpo hasta rozar mi pubis y seguir descendiendo por mis piernas, haciéndome gemir de insatisfacción y tirar de mis amarras.

-Te gusta Isabella? –Preguntó Jasper, malvado, olisqueando mi cuerpo pero sin tocarlo –Hueles a frutas maduras y a sexo… nunca he olido nada más delicioso cariño.

-Jazz… por favor… verde… tócame… -Le pedí desesperada.

-Pero que impaciente -Dijo riendo –Tengo algo que seguro te va a gustar –Dijo dejando de lado la pluma y entonces sentí el ruido de una baja vibración.

-Que… qué es eso? –Pregunté ansiosa más que asustada. Nunca habíamos usado juguetes sexuales y me sentía curiosa acerca de ellos, aunque nuestra vida sexual parecía ser inmejorable.

-Esto es un pequeño artefacto –Me respondió –Que te va a dar mucho, mucho placer. Y diciendo esto me tocó con lo que descubrí era la punta de sus dedos enfundados en un pequeño vibrador.

Comenzó por mis senos, estimulando mis aureolas, y enloqueciéndome de necesidad.

-Jazz.. por favor, cógeme! –Dije desesperada.

-Aún no cariño… aún tengo mucho por hacer… -Y diciendo esto sus dedos fueron bajando por mi vientre hasta mi monte de venus. La vibración era casi insoportable, el placer enloquecedor… y entonces posó el pequeño artefacto sobre mi clítoris hinchado y expectante.

En cosa de sólo segundos estaba acabando fuerte, más fuerte de lo que había acabado en mi vida, y cuando volvía de mis alturas sentí los labios y lengua de mi hombre en mi sexo, bebiendo todo lo que mi cuerpo tenía para darle.

-Oh Jazz… Te amo…te amo tanto… -Logré articular.

-Y yo a ti Isabella… -Dijo sin dejar de lamer. El calor comenzó a formarse lentamente en mi bajo vientre, y nuevamente sentí que estaba al borde.

-Jazz… cógeme… cógeme duro mi amor… -Rogué.

En lugar de darme lo que le estaba pidiendo sus largos dedos comenzaron a entrar en mí lentamente, produciéndome placer pero sin dejarme llegar a mi orgasmo, prolongando el placer de forma enloquecedora.

-Ohhh… más… más… verde… verde… –Era todo lo que le podía pedir, mientras yo movía la cadera de forma limitada para obtener más fricción, más profundidad.

-Te gusta que juegue contigo cariño? –Preguntó él dando un beso casto en mi vientre.

-Oh me encanta… pero quiero acabar Jazz, por favor… déjame acabar…

-Mmmmmmh –Dijo sobre mi clítoris produciendo una deliciosa vibración –Tendría que pensarlo… has sido buena? –Dijo lamiendo mi clítoris.

-Oh… mierda! Buena… Oh tan buena… -Dije desesperada.

-Bien –Dijo encendiendo el pequeño vibrador –Vente para mí Isabella –Dijo y metió sus dedos en mí posicionando el vibrador justo en mi punto G. Espasmos de placer recorrieron mi cuerpo y convulsioné gritando de puro goce.

-Ahora es mi turno Bella –Dijo él lamiéndome nuevamente –Ahora te voy a coger cariño…

-Ajá… -Es todo lo que le pude decir mientras él liberaba mis tobillos y los besaba donde habían estado las amarras.

Jasper se posicionó sobre mí y me besó sin compasión ante mi delicado estado luego de esos dos demoledores orgasmos, y soportando su cuerpo sobre el mío besó mis pechos y mi estómago, y luego tomó mis piernas y puso mis rodillas sobre sus hombros.

-Lo deseas cariño? –Me preguntó.

-Oh sí! –Suspiré. Y él empujó con fuerza hasta quedar enterrado en mí, mis manos aún atadas, mi cuerpo lacio y flexible por el placer brindado.

-Bella… Oh… Mieerrrda! –Dijo él cuando estuvo completamente en mí –Te amo cariño, te amo…

-Aaaagh!... y yo a ti –Dije moviendo mis caderas al ritmo de sus estocadas. Mis manos amarradas me ayudaban a darme impulso para coger con más fuerza y antes de lo que habría esperado estaba al borde del clímax por tercera vez.

-Jazz... voy a acabar… ya casi baby… oh si…

-Espérame –Dijo él acelerando el ritmo –Quiero que acabemos juntos…

-Jazzz… Oh, oh! Dioooos!

-Ahora! –Me ordenó y mi cuerpo siguió su comando como si estuviera programado para obedecerlo. Una vez que ambos descendimos de las alturas de nuestro placer él me recostó en la cama y me sacó la venda de los ojos y fue al baño a buscar una toalla húmeda para limpiarme.

Entonces me desató y cubrió mi rostro con besos.

-Duerme ahora mi Bella… debes estar cansada –Me dijo.

-Te vas a quedar junto a mí? –Pregunté.

-Como siempre –Respondió.

-Me cantas una canción? –Pregunté.

-Cierra los ojos –Dijo aferrando mi cuerpo desnudo al suyo –Yo canto y tú duermes.

-Mmmmmh… está bien –Dije y antes de que llegara a la mitad de la canción ya me encontraba durmiendo.

…oOo…

Al día siguiente desperté en brazos de mi Jazz, en la misma posición en la que me había quedado dormida.

-Buenos días preciosa… -Me saludó con un beso en la punta de la nariz.

-Buenos… -Le dije sonriendo de oreja a oreja –Cómo es que Davy no ha venido a saltar a nuestra cama todavía? –Pregunté curiosa.

-Davy está con Peter paseando en tractor –Respondió Jasper.

-Lo organizaste todo anoche verdad? –Le pregunté levantando una ceja.

-Si –Dijo él sin pisca de vergüenza.

-Y te amo por eso… estuvo espectacular –Dije sonrojándome.

-Eso no es todo cariño –Dijo lamiendo mi cuello.

-Me vas a volver a amarrar? –Pregunté.

-En cierta forma, si tú quieres… -Dijo sonriendo radiante.

-O sea…? –Pregunté curiosa.

-O sea… Bella, cariño… -Acarició mi rostro -te quieres casar conmigo? –Preguntó sacando un anillo del velador.

-Japer! Casarnos… Oh dios! Te amo, te amo! Jazz! –Dije sin saber si reír, llorar o besarlo. No me dio nada de miedo el matrimonio, después de todo ya teníamos a Davy en nuestras vidas, vivíamos juntos… -Oh esto es perfecto! Te amo!

-Es eso un sí Bella? –Me preguntó riendo conmigo.

-Eso es un sí! Quiero ser tu esposa! Oh Rose estará tan feliz! –Comencé a vibrar de felicidad, lo que generó una deliciosa fricción entre nuestros cuerpos –Jazz… -Le dije.

-Si cariño…? –Dijo él sin poder ocultar su emoción y felicidad.

-Tú crees que tendremos tiempo para… celebrar? –Pregunté pícara y sintiéndome lista para él.

-Mmmmmh… creo que podemos hacernos el tiempo –Dijo tomando mi trasero con sus manos.

-Jazz… me mostrarías el juguete que compraste para mí anoche?

-El vibrador pequeño? Claro, está aquí –Dijo estirándose para sacarlo de su cajón del velador. Yo aproveché su movimiento para montarme sobre él y tomar el control.

-Qué haces, cariño? –Preguntó divertido.

-Soy un monstruo –Le dije sumergiéndome entre las sábanas –Y te voy a devoraaar! –Dije tomando su erección entre mis manos y lamiendo la punta para beber las gotas de líquido pre seminal que se habían reunido.

-Oh mierda! –Exclamó Jazz echando la cabeza hacia atrás.

Mientras, me dediqué a lamerlo y a chuparlo, a hacerlo retorcerlo de placer, tomando sus testículos entre mis manos y acariciando su torso arañándolo levemente hasta que ya no pudo más y explotó en mi boca. Yo bebí hasta la última gota de su semilla, saboreándolo golosa.

Lo bueno de que mi prometido sea un vampiro? Es que tiene energía para hacerme el amor una y otra vez… y eso es lo que hicimos durante toda la mañana, hasta que mi estómago comenzó a gruñir y nos detuvimos para que yo pudiera comer.


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Me merezco montones de reviews, no les parece?

REVIEWS=LOVE=ACTUALIZACIÓN

domingo, 12 de febrero de 2012

Beautiful Crazy 2






Aquí está el segundo capítulo de este fic tan particular. Es para mí muy personal, y espero que lo disfruten tanto como yo disfruto escribirlo.

Como ya les dije antes las actualizaciones serán al menos una vez a la semana, idealmente los fines de semana, que tengo más tiempo para escribir.

Todo mi amor chicos, y nos leemos en las maravillosas reviews que sé que me regalarán.

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Capítulo 2


Bella salió de la oficina del psiquiatra sintiéndose confundida. No sabía si el hombre de verdad le inspiraba confianza o si por el contrario, eran sólo sus locas hormonas despertándose después de todo un año de hibernación.

Charle entró a hablar con Riley al salir ella, y mientras tanto la enfermera ayudó a Bella a llevar sus cosas a su dormitorio. Económicamente no se podía permitir un dormitorio privado, por lo que ya estaba preparada para compartir, pero no esperaba que en su dormitorio hubiera… 3 camas? Agh ella como buena hija única odiaba compartir!

El papel de las paredes era viejo y estaba descascarado en algunos sectores, como por ejemplo al lado de la que resultó ser la cama de Bella… demonios! Ni siquiera tendría algo lindo a lo que mirar cuando le diera la espalda a sus compañeras de habitación.

Luego la enfermera le mostró su closet (le faltaba la cerradura), los baños (compartidos, "perfecto", pensó irónica) y regresaron a la sala de espera para que Bella se despidiera de Charlie.

Éste ya había terminado su charla con Riley, y la esperaba en "la salita". Al verlo Bella se refugió en los brazos de su padre y lloró como una niña. Quería gritarle "NO ME DEJES!, NO AQUÍ, NO AHORA QUE TE NECESITO TANTO!", pero no dijo nada, solo sollozó mientras Charlie la apretaba fuerte.

Por su parte a Charlie su charla con Riley lo había asustado tanto como encontrar a Bella medio muerta en el bosque, y sabía que este período era crítico para la vida de su hija. Sólo esa idea le daba la fuerza de dejarla sola en ese lugar.

-Adiós Bells, nos vemos en el día de visita –Le dijo Charlie besando su cabello.

-A… adiooos –Logró articular ella.

-Te amo, lo sabes verdad? –Dijo Charlie tragándose las lágrimas.

-Lo sé… -Dijo ella.

-Te voy a llamar mañana para que me digas qué quieres que te traiga el día de visita, ok? –Dijo él concentrándose en que su voz no se quebrara.

-Ok… -Dijo ella. Mañana… mañana hablaría con su padre… podía esperar hasta mañana verdad?

-A almorzar! –Llamó una enfermera.

-Anda Bells, no te quieres quedar sin almuerzo –Dijo Charlie soltando su abrazo. Bella pareció encogerse de dolor y justo en ese momento Riley salió de su oficina, habiendo terminado su jornada de la mañana. Se sorprendió al ver a Bella y el dolor que ésta reflejaba, y nuevamente se vio impulsado a tratar de consolarla, y otra vez se contuvo y siguió su camino con un gesto imposible de leer.

Bella se encogió un poco más de vergüenza, todos eran testigos de su dolor.

-No… no quiero perderme eso –Dijo Bella pensando que todas sus "colegas" locas verían que había llorado. Además no tenía nada de hambre.

-Vamos! –Dijo la enfermera, impaciente, prácticamente arrastrándola del lugar.

-Nos vemos Beeells –Gritó Charlie, tratando de sonar alegre, pero en cuanto su hija se perdió de vista se derrumbó llorando en uno de los sillones de "la salita".

Nadie lo molestó, todos estaban acostumbrados a ver al ser humano en su peor momento. La miseria humana era la rutina en aquel lugar.

Bella por su parte fue llevada al comedor donde se sentó en una silla desocupada en una de las dos largas mesas y se dispuso a esperar. Una señora delgada y sonriente iba una a una sirviendo a las internas según sus requerimientos dietarios especiales, y al cabo de unos minutos se fijó en Bella, que usaba las servilletas para limpiarse las lágrimas y los mocos.

-Hola linda –Dijo la mujer –Cuál es tu nombre?

-Be… Isabella Swan –Respondió Bella con voz indecisa, sonando casi como una pregunta.

-Ok, dieta normal para ti –Dijo, y le trajo un plato de ensalada de lechuga con zanahoria y un plato de sopa que se veía francamente asquerosa.

-Gracias –Dijo Bella amablemente, y retiró un set de cubiertos del centro de la mesa. Tomó la alcuza y aliñó su ensalada mirando fijamente el plato hasta que se dio cuenta de que sus lágrimas caían mezclándose con la sopa. Agh!

-Hola –Le dijo una chica sentada a su lado.

-Hola –Dijo Bella tratando de poner una cara amigable.

-Cómo te llamas? –Preguntó la chica.

-Bella, y tú? –Dijo Bella carraspeando para aclararse la voz.

-Kate –Respondió la chica sonriendo. No era bonita, pero su rostro era amable y no hizo alusión al llanto de Bella, lo que a Bella le agradó –Por qué estás aquí? –Preguntó Kate.

-Depresión… y esto –Dijo Bella mostrando los vendajes de sus muñecas.

-Ah, bueno, todas estamos por depresión, unas por bipolaridad y todas por intento o ideación suicida… -Aclaró Kate.

-Oh… no sabía… pensé que aquí había de todo… -Dijo Bella revolviendo su ensalada con el tenedor. No había probado bocado.

-No! Aquí llegan algunas descompensadas, pero los locos de verdad se van a otros hospitales, en esta clínica somos sólo depresivas y suicidas… aunque algunas pareciera que estamos bien locas.

-Por qué estás tú? –Preguntó Bella ya dejando de llorar.

-Por depresión… por amor… hace 5 años que me dejó mi ex y no lo he podido superar. Pero tengo una hija por la que salir adelante, así es que eso es lo que voy a hacer… -Dijo Kate luciendo melancólica.

-Suicida o ideación suicida? –Preguntó Bella ya envalentonada.

-Suicida… bueno, al menos lo intenté…

-Cómo? –Ya el pudor se había acabado y Bella decidió que preguntaría hasta que le dijeran que dejara de hacerlo.

-Con pastillas, me tomé todas las pastillas que encontré y las pasé con ron –Respondió Kate como si estuvieran hablando de lo más normal del mundo.

-Y…?

-Y me descubrió mi mamá y me llevaron al hospital y me hicieron un lavado de estómago… estuve internada por 3 días.

-Ufff! Y cuánto tiempo llevas aquí? –Preguntó Bella tratando de hacerse una idea de cuánto tiempo duraría su prisión.

-Llevo 2 semanas, y esta es la segunda vez que me internan aquí.

-La primera…?

-Me intenté ahorcar con el cordón del secador de pelo… -Dijo Kate como si nada. A esas alturas otras chicas se habían sentado a la mesa y escuchaban la conversación con mediano interés -Ella es Bella, es depresiva y está aquí por intento de suicidio – Dijo Kate como si nada a las demás chicas –Estas son Irina, Zafrina, Rose, Tania, Maggie, y a las demás te las presento después.

Las chicas le hicieron una mueca de sonrisa y varias le dijeron "bienvenida".

Cuando las demás chicas se comenzaron a parar de la mesa ella las siguió, dejando su comida intacta. Todas salieron al patio a fumar… Bella no fumaba y no tenía ganas de ser sociable, así es que se fue a su dormitorio, donde se encontró a dos chicas sentadas en una cama jugando a las cartas.

-Hola –Las saludó.

-Hola –La saludaron ambas de vuelta.

Bella abrió su maleta y comenzó a dejar sus cosas en el closet lentamente, tomándose su tiempo.

-Yo soy Alice y ella es Rosalie –Dijo una de las chicas, la de pelo oscuro –Pero le decimos Britney por que se parece a Britney Spears! –Dijo y rió.

-No me parezco! –Respondió Rosalie, que en realidad era sorprendentemente parecida a la estrella pop.

-Ajá –Respondió Alice –Te toca.

-Hiciste trampa! –Dijo Rosalie tirando sus cartas sobre la cama.

-Agh… quiero un cigarro –Dijo Alice.

-Vamos a fumar! –Dijo Rosalie.

-Ya, pero uno no más, mira que estás muy viciosa –Dijo Alice a Rosalie, que aparentaba ser una adolescente de no más de 16 años.

Y así fue como Bella se quedó sola en su habitación y sin nada que hacer… y volvió a llorar. Esta vez porque deseaba con todas sus fuerzas estar muerta y no estar viviendo las cosas que le estaba tocando enfrentar.

Horas después una de las enfermeras que pasaba por fuera de la habitación la vio y entró a hablar con ella.

-Qué haces aquí linda? No te quedes llorando, anda a los talleres, sal a tomar el sol, que las penas no se pasan encerrada en el dormitorio! –Dijo la buena mujer apenada al ver la pena inmensa que proyectaba Bella.

-O… ok… -Dijo Bella entre suspiros.

-Vamos a ir al taller –Le dijo la enfermera tomándola de la mano.

-Taller? –Preguntó Bella.

-Sí, en la mañana hay terapia ocupacional con manualidades y en la tarde hay terapia física donde hacen yoga y esas cosas… -Explicó la enfermera sin soltar su mano, caminando fuera de la habitación.

-Ajá –Logró decir Bella mientras se limpiaba los mocos en el costado de su vendaje.

Juntas bajaron las escaleras, atravesaron el comedor y el patio, y entraron a una sala grande y bien iluminada donde unas 10 internas sentadas en el suelo conversaban sobre un ejercicio de respiración que habían realizado. La monitora la saludó de inmediato, ignorando su llanto.

-Hola! Yo soy Lauren, la terapeuta ocupacional. Ven, siéntate conmigo –La invitó. Las demás internas le sonrieron pero por lo demás la terapia siguió su curso hasta que terminó, 20 minutos más tarde.

Para entonces Bella se sentía exhausta y hambrienta, y en cuanto le dieron la colación de media tarde (un sándwich de jamón y una taza de té a las 4:30pm) se fue a dormir la siesta hasta las 6:30pm, que la despertaron para ir a cenar.

Esa noche a las 10pm le dieron sus medicamentos y Bella durmió profundamente gracias a éstos, al cansancio y la pena, sintiéndose más sola que nunca y arrepintiéndose de no haber hecho bien su labor al tratar de quitarse la vida. Realmente no quería vivir.


…oOo…

Riley se fue de la clínica con una expresión dura en el rostro. No podía permitir que sus pacientes lo afectaran, sin embargo Bella, la pequeña y frágil muchacha que apareció en su consulta esa mañana lo había hecho desear correr a abrazarla, a darle mil besos y a prometerle que todo estaría bien.

Mierda! De qué servían sus años de entrenamiento si no era capaz de desconectarse emocionalmente de sus pacientes? Él era joven para estar titulado, tenía 31 años y recién comenzaba como un profesional, pero nunca en todos sus años de entrenamiento había sentido tanta emoción, tanta… ternura por una de las personas que atendía a diario.

Luego de cumplir con sus funciones en el ala femenina de la clínica psiquiátrica, cruzó al ala masculina, donde trabajaba por la tarde. Toda la tarde atendió a sus pacientes habituales, pero lo hizo haciendo un esfuerzo consciente en mantenerse concentrado, en no volver a pensar en la chica que seguramente lloraba a unos 100 metros de distancia.

Al terminar su jornada, Riley se subió a su auto y condujo al supermercado más cercano para comprar algo para cenar. Lamentablemente entre sus habilidades no se encontraba el cocinar, por lo que compró un par de cenas congeladas, una botella de jugo y algo de fruta.

Luego condujo a su apartamento, que quedaba en un complejo moderno y atractivo. Digno de una joven promesa como él.

Riley bajó del auto sus compras y se dirigió al ascensor, donde se encontró con su vecina del piso superior, abrazada a un perrito chihuahua, una mujer bastante atractiva pero con una irritante voz chillona y de timbre desagradable.

-Hola Riley –Saludo ella tratando de hacer de su voz un sonido seductor y fallando miserablemente.

-Hola Victoria, cómo estás hoy? –Le preguntó ya que la mujer, algo mayor que él, se topaba con él casi a diario en el ascensor, tanto así que él se temía que los encuentros no eran nada fortuito.

-Bien, gracias, estaba paseando a James –Dijo acariciando al perro - tú sabes que él necesita su ejercicio diario.

-Ogh… claro –Dijo Riley vagamente, marcando el piso 9 en el ascensor.

-Podrías marcar mi piso por mí? –Preguntó Victoria.

-Seguro –Contestó él, odiando estar en un espacio cerrado y tan compacto con esta mujer que sentía que se lo quería comer vivo.

-Y… estaba pensando… -Dijo ella con su voz "sexi" otra vez –Que tal vez tú y yo… podríamos salir a tomar un trago alguna vez…

-Lo siento Victoria, pero no bebo –Contestó él maldiciendo al lento ascensor.

-Oh… pero tal vez yo podría… -Dijo Victoria y se abrieron las puertas en el piso 9.

-Nos vemos Victoria, James… -Se despidió Riley y sacó las llaves de su bolsillo para entrar en su apartamento. Entró al amplio espacio y prendió las luces y por primera vez en mucho tiempo, Riley se sintió solo.

Todo su esfuerzo por años había estado centrado en estudiar, en sacar adelante su carrera lo antes posible, por lo que las mujeres en su vida habían sido un ítem poco importante y pasajero. Nadie que se interpusiera en su sueño por ser un psiquiatra.

Pero esa noche y por primera vez en años Riley deseó tener a alguien con quien compartir los frutos de su esfuerzo. Alguien con quién ir al cine o compartir una cena. Alguien que lo amara…

Y esa noche Riley soñó con Bella y su fragilidad. Con Bella y su falta de esperanza. Soñó que era él quién reparaba el corazón de la chica y se quedaba con él.


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Nos gusta chicos? Cuéntenme qué les parece… han soñado alguna vez con su doctor?

Reviews=Love

sábado, 11 de febrero de 2012

Crimson Moon 4





Hola chicos, gracias por la espera, han sido unas semanas bastante duras las que he pasado y mi salud aún no está al 100%. Pero lo importante es que regresé, y que aquí tienen el prometido capítulo de Crimson Moon que estaban esperando.

Gracias a todos por su apoyo, por sus oraciones y sus buenas energías. Son lo que me mantiene en pié.

A partir de ahora voy a comenzar a actualizar menos frecuentemente, mínimo una vez a la semana cada historia, (denle una mirada a Beautiful Crazy), ya que no puedo exigirme más por ahora.

Espero que este cap. les guste… al menos a mí me gustó.

Cariños

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Capítulo 4

…Dile a papá que me voy de la ciudad

dile a los chicos, que no volveré más…

…Quema los rascacielos

quema los postes de la luz

y los camiones de bomberos

quema los tribunales

quema todos los bares

porque no voy a volver….

Voy en un coche / Christina y los Subterráneos

Bella POV

Empacar nuestra ropa, algunos juguetes de Davy y mis libros, nos tomó buena parte de la mañana, no porque nos demoráramos mucho tiempo guardar la ropa, sino porque debíamos elegir cuidadosamente qué llevar… no sabíamos cuándo regresaríamos a nuestra casa.

Preparé un almuerzo temprano en el que cociné el favorito de Davy, puré de papas con huevos fritos y salchichas.

-Mamáaa… no me quiero ir… -Dijo Davy clavando un trozo de salchicha con su tenedor y haciendo un puchero.

-Vamos a conocer a tío Peter y tía Char, cariño –Le dije sin querer admitir que yo tampoco quería irme –Y vamos a ir a un rancho de verdad! Tu tío Peter es un vaquero!

-Como en las películas? –Preguntó Davy.

-Igualito! –Exclamó Emmett –Van a haber caballos, y vacas y vamos a usar sombreros vaqueros de verdad!

-Wooow! –Exclamó entusiasmado Davy –De verdad papá?

-No estoy tan seguro acerca de las vacas y los caballos, pero seguro que te podemos comprar un sombrero vaquero –Respondió Jazz con una sonrisa. Yo los vi conversar mientras bebía mi sangre de alce y soñaba con una vida segura para mí y mi familia.

Ojalá yo pudiera olvidar mis temores y estuviera tan entusiasta como Davy…

…oOo…

-Te gusta el avión Davy? –Preguntó Rose en cuanto despegamos.

-Sisisisisisisi! –Respondió Davy entusiasmado –Quiero ser piloto cuando crezca!

-Pensé que querías ser vaquero… -Dijo Emmett desde su asiento, luciendo decepcionado.

-Quiero ser un piloto-vaquero –Enmendó Davy.

-Jazz… nos van a estar esperando en el aeropuerto? –Pregunté por quinta vez, buscando reafirmación de mi novio.

-Cariño –Dijo tomando mis manos y besando mis nudillos –Peter y Charlotte estarán esperando por nosotros, no temas –Me calmó con su don y sus palabras. Aunque nos habíamos sobrealimentado antes de partir aún me daba miedo estar mucho tiempo entre humanos, y lo mismo corría para Davy, por eso habíamos comprado todos los asientos de primera clase, para no tener que compartir nuestro espacio con más humanos que un par de azafatas.

-Está bien… -Dije acurrucándome a su costado –No sé por qué me estoy comportando así, no sé por qué tengo tanto miedo…

-Está bien tener miedo Bella, es perfectamente normal, pero te pido que confíes en mí, Peter y Char te van a amar a ti y a Davy como a su propia familia, porque eso es lo que son.

-Está bien… supongo que debería tratar de relajarme… -Dije arrepentida de mis exabruptos.

-Quieres que te ayude a dormir? –Preguntó él.

-Sí por favor –Dije cerrando los ojos, y es lo último que recuerdo hasta que aterrizamos y Jazz me despertó con un dulce beso en la mejilla.

…oOo…

Una vez en el aeropuerto tomé a Davy en mis brazos y me concentré en no pensar en los humanos que nos rodeaban.

Rose se quedó a nuestro lado mientras Jazz y Emm retiraban las maletas de la cinta transportadora y una vez que llegaron a nuestro lado con dos carros llenos de maletas, avanzamos al sector donde se suponía que nos estarían esperando nuestros anfitriones.

El lugar estaba plagado de humanos y Davy me hizo sentir su hambre, pero permaneció aferrado a mí y yo a él. Mi niño había obedecido y entendía que comer personas estaba muy mal, por lo que le entregué una barra de chocolate para que calmara sus ansias mientras salíamos del aeropuerto.

De pronto se escuchó un grito de entre la multitud.

-Jay! Demonios, es bueno verte! –Dijo una voz masculina, un rico barítono que me hizo saber que la voz pertenecía a un vampiro.

-Peter! Char, preciosa, que alegría de verlos! –Exclamó Jazz yendo a besar la mejilla de una vampira rubia y pequeñita, pero con el cuerpo de un reloj de arena que parecía tener unos 17 años y luego se dirigió a abrazar a un vampiro alto y con el cabello de color rubio oscuro que aparentaba unos 20 años.

-Oh Jay no debes olvidarte de la familia, desde cuándo que no nos visitabas? –Preguntó Charlotte con un marcado acento sureño.

-Más tiempo del que quiero recordar –Dijo Jazz avergonzado –déjenme presentarles a mi Bella y a nuestro Davy! –Exclamó orgulloso

-Hola –Dije con una sonrisa mientras Davy se escondía tras mi cabello como siempre que se sentía tímido.

-Hola preciosa, va a ser un gusto tenerte como nuestra hermanita! –Dijo Charlotte, lo que era gracioso ya que ella se veía más joven que yo.

-Mira nada más, Jay, déjame felicitarte –Exclamó Peter –Sólo tú te podías deshacer de la enana para cambiarla por esta belleza y un pequeño!

-Hola Peter, Char –Dijo Rosalie interponiéndose entre nosotros y enfocando la atención en ella, cosa que agradecí.

-La hermosa Rosalie, cómo estás bombón? –Preguntó Peter guiñándole un ojo y besando su mejilla.

-Bien, gracias –Dijo Rose dándose importancia.

-Hola Char –Dijo Emmett envolviendo a la pequeña en un abrazo de oso.

-Mmmmm! –Se quejó Charlotte, y todos rieron cuando la diminuta Charlotte le dio un golpe en la cabeza a Emmett, quién se lo tomó con humor.

-Bien, basta de bromas –Dijo Jazz –Dónde están estacionados?

-Síganme –Dijo Peter, y eso fue justamente lo que hicimos.

Peter y Charlotte tenían sendas camionetas de doble cabina aparcadas en el estacionamiento del aeropuerto, por lo que todos nos dividimos para quedar instalados cómodamente. Davy, Jazz y yo viajamos con Peter, y Emmett y Rose viajaron con Charlotte.

-Y dime, hermano, cómo va todo en el rancho? –Preguntó Jazz interesado.

-Bien, bien, Char y yo somos todos unos granjeros! –Dijo Peter muriéndose de la risa –Pero cuéntenme más de ustedes, qué tal la vida en familia? Davy va a la escuela?

-La vida en familia es perfecta –Dijo Jazz mirándome a los ojos con una sonrisa enviándonos su amor –Y en cuanto al colegio, no, Davy nunca ha podido asistir, crece demasiado rápido.

-Pero yo quiero ir al colegio! –Dijo Davy despacio, abrazándome más fuerte.

-No puedes, mi amor, los otros niños se darían cuenta de que no eres como ellos… -Dije tratando de que comprendiera.

-Pero mamaaaaá… -Dijo Davy haciendo pucheros y proyectando su pena.

-No Davy, no se puede –Dijo Jazz con firmeza –O no te gusta cómo te enseña tu tía Rose? –Preguntó más dulcemente. Rose había tomado el rol de profesora y lo disfrutaba enormemente.

-Si me gusta, pero quiero conocer a otros niños… -Dijo Davy con lágrimas en los ojos.

-Podemos parar en un Mac Donalds –Ofreció Peter –Huele horrible pero en sus juegos siempre hay niños del tamaño de Davy…

-Mac Donaaaaaaaaalds! –Gritó Davy que nunca había estado en uno en su vida, pero veía sus comerciales en televisión.

-Sip, tu tío Pete te va a llevar al Mac Donalds –Dijo Peter orgulloso de tener algo que ofrecer a Davy.

-Mmmmmmh… sueño con una Big Mac… y Nuggets! –Dije yo más preocupada de la comida.

-Ahí lo tienen! Madre e hijo son iguales… -Dio Jazz. Yo le saqué la lengua.

-Quiero una cajita feliz! –Gritó Davy, olvidada la timidez –Puedo tío Pete?

-Claro que sí Dave, mi amigo! –Respondió Peter.

-Hey! Aquí somos nosotros los que damos los permisos! –Dijo Jazz medio en broma medio en serio.

-Yupiiiiiiiiiiii! –Gritó Davy acallando los reclamos de Jazz. Yo me relajé. Si mi hijo estaba feliz yo también lo estaría.

Llamamos a Charlotte para darle a conocer los nuevos planes y ella accedió sin problemas a hacer una parada en Mac Donalds, por lo que todos nos encontramos en el restaurant con el parque de juegos más grande de la ciudad.

Mientras los demás esperaban en una mesa junto a los juegos, Davy y yo nos dirigimos a la caja e hicimos la línea para comprar nuestra comida. A nuestro alrededor estaba lleno de gente obesa, y agradecí una vez más que nuestras contexturas fueran naturalmente delgadas y en mi caso, inalterable… no quería que Jazz estuviera mirando a otras mujeres porque mi trasero es muy gordo o mi panza muy flácida.

Al llegar a nuestra caja una chica de unos 17 años, con la piel grasa y llena de granos y espinillas nos atendió y nos preguntó qué comeríamos. Yo pedí una Cuarto de libra con todo y papas y gaseosa grandes, más un helado pequeño (no quería abusar) y Davy pidió una Cajita Feliz con nuggets de pollo y hasta lo dejaron elegir su juguete.

Nos pusieron nuestra comida en una bandeja y nos fuimos a sentar con nuestra familia.

-Vaya Bella –Exclamó Charlotte mientras yo mordisqueaba una papa –De verdad te vas a comer todo eso? De humana apenas teníamos qué comer, creo que nunca en mi familia comimos tanto de una vez –Comentó.

-Char creció como hija de un obrero del ferrocarril, en 1889 –Dijo Peter –Durante esa época los obreros no ganaban gran cosa y menos uno con 6 bocas que alimentar…

-Oh wow… lo siento, no pretendía ofender a nadie –Dije empujando mi hamburguesa de lado.

-Oh no, no, come por favor, me divierte ver comer a los humanos, tú has de ser mucho más divertida de observar… -Dijo Charlotte con entusiasmo mientras Emm, Rose y Jazz se carcajeaban a costa mía.

-Mi cajita, mi cajita! -Reclamó Davy. Yo le entregué su Cajita Feliz y dispuse su comida sobre la mesa, y Davy se enfocó inmediatamente en el juguete, mostrándoselo a Emmett, que exclamaba emocionado. Luego desenvolví mi hamburguesa y exclamé de placer, bajo la atenta mirada de Charlotte y los demás.

-Mmmmmh… -Murmuré.

-Oh… se ve delicioso para un humano… quisiera haber comido algo así cuando era una niña –Dijo Charlotte nostálgica.

-Más tarde nos podemos venir a comer a alguno de estos gordinflones –Dijo Peter apuntando a los clientes –antes de que las grasas trans y el colesterol los maten… -Charlotte hizo un puchero pero besó a Peter en la mejilla.

-No es lo mismo, pero gracias –Dijo ella.

-Quiero ir a jugar! –Exclamo Davy.

-Cómete uno más de tus nuggets y al menos 5 papas y puedes jugar –Dijo Jazz.

-Buuuuuu –Dijo Davy tragando a toda velocidad. Una vez cumplida su cuota de comida se levantó y fue a jugar con los demás niños. Mientras, yo comí con calma y todos lo observamos tranquilamente. El pobre Davy, siempre tan solo en una casa llena de adultos, disfrutaba mucho de las escasas oportunidades que tenía de jugar con sus "pares".

Después de una hora debimos arrastrar a Davy de los juegos para continuar nuestro viaje al rancho que sería nuestro nuevo hogar. Peter y Jazz charlaban animadamente y Davy se quedó dormido en mis brazos apenas abandonamos la ciudad.

Dos horas después Peter se desvió a un camino de tierra y dijo

-"Bienvenidos a Rancho Whitlock!"

-El maíz se ve espectacular, hermano –Dijo Jazz.

-Este es un buen año –Dijo Peter modestamente –Mira Bella, desde aquí se ve la casa.

Y efectivamente, sobre una suave colina se veía una gran casa de estilo sureño, construida en madera, con un amplio porche y columnas, y pintada de color blanco con los marcos de puertas y ventanas de color azul.

-Es preciosa! –Exclamé imaginándome a Tara de "Lo que el viento se llevó". Era un lugar de ensueño, y confié que nuestra nueva vida sería todo lo que esperábamos.

Al llegar a la entrada de la casa nos estacionamos al tiempo que Charlotte se estacionaba junto a nosotros, y yo desperté suavemente a Davy para que conociera su nuevo hogar.

-Adelante! –Dijo Charlotte –Rose, Emmett, ya conocen su dormitorio; Jazz, tú conoces el tuyo, que compartirás con Bella. A Davy le preparamos uno en el primer piso, lo quieres ver? –Le preguntó Charlotte a Davy directamente.

-Siiiiiiiiiiiiii! –Gritó Davy entusiasmado y proyectando su alegría a los demás.

-David Whitlock! Estás proyectando! –Lo reprendió Jazz.

-Lo siento –Dijo Davy tratando de contenerse y tomó la mano que le extendía Charlotte.

Todos seguimos a Charlotte y a mi hijo, expectantes, y yo admiré en el camino la hermosa casa que se descubría ante nosotros. Todo se veía cómodo y hogareño, y había muchas cosas hechas a mano, como trabajos de manualidades en punto cruz, cortinas, carpetas, etc.

Finalmente llegamos a una habitación enorme pintada de color celeste y llena a rebosar de todo tipo de juguetes y con una pequeña cama en forma de auto deportivo en una esquina.

-Wooooow! -Exclamó Davy lanzándose a "conducir" su cama. Yo me giré hacia Charlotte con lágrimas en los ojos y me acerqué para abrazarla.

-Gracias –Le dije –Has hecho de un desastre algo fantástico para Davy… nos has dado un hogar.

-Somos hermanas, Bella –Dijo con una sonrisa y limpiando mis lágrimas con sus dedos –Ya nos vamos a conocer mejor y te vas a dar cuenta de que es lo mínimo que habría hecho por ustedes.

-No puedo esperar –Le dije. Y era verdad, no podía esperar para comenzar nuestra nueva vida en el rancho.


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Actualización: Próximo sábado… lo siento chicos, pero me estoy tomando las cosas con calma… Aún así,

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