sábado, 17 de marzo de 2012

HELP!

Chicos no puedo publicar por que no me aparece la opción "pegar"en "nueva entrada" para pegar los últimos capítulos que he escrito... alguien sabe cómo arreglarlo? Tengo nuevos caps de Crimson Moon y Beautiful Crazy y no los puedo publicar!
Cariños y ojalá alguien sepa cómo pasarlos de word al blog...
Gracias!

domingo, 11 de marzo de 2012

Beautiful Crazy 6





Por petición popular… el capítulo adelantado de BC. Espero que sepan apreciarlo! Cariños a todos y no olviden regalarme sus comentarios.


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-Está bien! -Dijo ella dándose ánimos -He estado pensando... pensando en ti.

Y a Riley se le hinchó el pecho de felicidad…


Capítulo 6


I've been searching for you

I heard a cry within my soul

I've never had a yearning quite like this before

Know that you are walking right through my door

Again/ Lenny Kravitz

Bella no supo de donde salió su valentía (o era estupidez?) para decir algo semejante... sí, ella sentía cosas por Riley, y efectivamente esas cosas no la dejaban dormir en paz... pero era necesario decírselo a él? Demonios, demonios! No debió hacer tal cosa, ahora debería pedir cambio de psiquiatra, Riley se reiría de ella y no lo volvería a ver.

Bella no pudo mantener la mirada en alto y se miró fijamente los zapatos... Y el silencio y la falta de reacción de Riley la pusieron nerviosa. Es que encima se había enojado?

Ella se dio vuelta para irse balbuceando una excusa, pero cuando se giró su cuerpo su brazo se vio atrapado por la mano de él, que no la dejó ir.

-Suéltame! exigió ella mientras lágrimas de humillación corrían por sus mejillas.

-No Bella! Yo... yo también pienso en ti... -Dijo él levantándole la barbilla con su otra mano, recogiendo sus lágrimas.

-No juegues conmigo... -Dijo ella, incrédula.

-Bella esto no es un juego... es muy serio; lo más serio que me ha pasado en años. Te quiero... –Dijo Riley sorprendiéndose a sí mismo.

-No me mientas... a mí nadie me quiere -Dijo ella rompiendo a llorar de verdad.

-Isabella... estás tan equivocada... -Suspiró él -dime, tú sientes algo por mí?

-Sí -Dijo ella bajito.

-Entonces me vas a dar una oportunidad de demostrarte lo que siento por ti? -Preguntó él esperanzado.
-Pero... no está prohibido? Tú eres mi psiquiatra... -Dijo ella con candidez, limpiándose la cara con la manga de su camiseta.

-Tenemos dos opciones -Dijo él, su cabeza funcionando a toda máquina -O te cambiamos de especialista y con eso se acaba nuestra relación médico/paciente, o continuamos como hasta ahora hasta que salgas de la institución con el alta -Dijo él deseando que ella tomara la segunda opción, la que le permitiría seguir viéndola día por medio, a pesar de ser lo menos ético.

-No lo sé... -Dijo ella mordiéndose el labio y mirándolo a través de sus largas pestañas -No quiero cambiar de especialista... confío sólo en ti...

-Pero tienes que tener en cuenta que no es lo más profesional el que yo sea quién te vea... tú me haces perder toda objetividad... no sé si puedo tratar a mi novia como paciente...

-N... novia? -Preguntó ella.

-Yo te quiero en serio Bella... -Dijo él acercándose -No estoy para juegos ni para pruebas tontas. Si tú y yo vamos a estar juntos lo vamos a estar en serio. No voy a arriesgar mi carrera por un capricho -Dijo acercándose a ella y tomando el rostro de Bella entre sus manos -Tú me quieres? -Preguntó y ella se limitó a asentir.

Con mucha delicadeza, y dándole cada oportunidad para que se arrepintiera, acercó su cara a la de ella, y con toda dulzura depositó un beso en sus labios. Bella cerró los ojos, abrumada por las sensaciones; Riley creyó que su corazón se escaparía de su pecho y sus manos temblaron levemente cuando sus labios se movieron lánguidos sobre los de ella.

Riley era alto, medía un poco más de 1.80cm y Bella sólo llegaba a los 1.60cm, por lo que ella se puso de puntillas y él se agachó al mismo tiempo para encontrar el ángulo correcto para poder besarla con todas sus ganas.

La lengua de él delineó los labios de Bella como pidiendo permiso para invadir su boca, y ella accedió gustosa, sintiéndose por fin viva en más de un año de luto por su antiguo amor. Maldito fuera Edward Cullen! ella tenía a Riley Biers y él sí la quería, y la estaba besando de manera increíble... Realmente Edward había sido sólo un niño de 18 años, mientras Riley era todo un hombre a sus 30 años, y con mucha más experiencia.

Cuando el beso acabó quedaron los dos jadeando, con las frentes unidas y los ojos abiertos de sorpresa.

-Lo sentiste? -Preguntó él.
-Qué cosa? -Preguntó ella, aún confundida.
-El mundo detenerse -Respondió él sonriente. Bella se puso roja como un tomate y asintió calladamente.

-Bella... quieres estar conmigo? realmente lo quieres? -Preguntó él, y se sintió como un hombre al borde de un precipicio.

-Sí... te quiero -Respondió ella maravillada no sólo por lo fácil que le era decirlo, sino por lo fuerte que ya era el sentimiento.

-Esto va a funcionar... ya vas a ver -Le dijo Riley -Yo me voy a encargar de todo -Dijo besando su frente y sus mejillas, haciendo reír a Bella, un sonido que él nunca había escuchado pero que le sonó como el más maravilloso del mundo.

-Lo sé, confío en ti -Le dijo ella.

-Ven, vamos a comenzar tu terapia... -Dijo él poniéndose serio. No quería que su romance pusiera trabas en la recuperación de ella, mal que mal apenas hacía unos 10 días ella se había rebanado las venas con un cuchillo de filetear pescado!

-Pero... pero... -Dijo ella decepcionada.

-Dime -Dijo él tomándola de las manos -Recuerda que puedes decirme lo que sea...

-Un beso más? -Preguntó poniéndose colorada nuevamente.

-Los que quieras -Le dijo él sonriendo y abrazándola a sí. El cuerpo de Bella se acomodó perfectamente al suyo, y cuando se agachó para besarla ella enredó sus dedos en sus cabellos, atrayéndolo a su boca.

Sus labios se movieron en sincronía, y Bella se comenzó a sentir débil en las rodillas. Era una sobrecarga de emociones y sensaciones que la hizo sentirse más viva que nunca. Se aferró a él con todo lo que tenía y él la sujetó con fuerza, abrazándola por su breve cintura.

Una vez que el largo beso hubo terminado Riley dijo

-Dios! ahora cómo me voy a controlar a tu lado?

-No tienes que controlarte -Dijo ella coqueta.

-No tienes ni idea -Dijo él ajustándose disimuladamente el pantalón -Ahora ven -Dijo tomándola de la mano -volvamos al sillón, que necesito verificar cómo han estado las cosas y ver si necesito aumentarte la dosis del estabilizador del ánimo.

-Mmmmmh -Refunfuñó ella frunciendo el ceño.

-Dime, aparte del incidente de anoche... cómo has dormido?

-Bien... aunque ya te dije... he pensado mucho en ti.

-Y yo en ti -Le dijo él dándole un apretón a la mano de ella que guardaba entre las suyas -Eso significa que no necesitamos aumentar ese medicamento. Lo que me gustaría probar es bajar un poco el antidepresivo y subir el estabilizador del ánimo... creo que así vas a andar mejor más rápido. Te parece?

-Lo que usted diga Doc -Dijo ella mientras él escribía algo en la carpeta de ella.

-Las mandalas, las has probado? -Preguntó él.

-Sí! Y funcionan! Me entretengo pintando y no necesito fumar! –Exclamó Bella.
-Te lo dije -Dijo él con una sonrisa de satisfacción besando los nudillos de la mano derecha de Bella -Mañana sábado es día de visitas... va a venir tu papá a verte?

-Sí, mañana es su día libre... -Dijo ella feliz de ver a su padre.

-Creo que lo has hecho relativamente bien esta semana -Le dijo Riley -Y te mereces un premio... qué tal si te dejo salir el domingo por la tarde?

-Pero dijiste que no estaba lista para salir... -Dijo ella suspicaz.

-No estás lista para que te dé el alta, pero una tarde fuera de la clínica podría ser beneficiosa...

-Podría? De verdad? -Preguntó ella lanzándose a los brazos de él.

-Sí, siempre que sea acompañada de alguien responsable...

-Pero papá los domingos va a pescar... no podrá acompañarme... no quiero arruinar su día... -Dijo ella triste y decepcionada.

-Te recuerdo que ahora tienes novio -Le dijo él con una sonrisa pícara -Puedes pasar la tarde conmigo... Te gustaría eso?

Ella se lanzó nuevamente a su cuello y lo besó por toda la cara.

-Tomo eso como un "si me gustaría"... Voy a dejar listos todos los papeles hoy y pasaré por ti al mediodía del domingo en la esquina del supermercado... sabes dónde? Saliendo de la clínica, 20 mt a la derecha… está bien?

-Está perfecto... gracias... –Dijo ella ilusionada.

-No me des las gracias, yo gano con esto tanto como tú... pero me tienes que prometer que te vas a portar bien, nada de estar triste, te vas a tomar todos los medicamentos y no vas a volver a ponerte histérica por culpa de otra paciente. Tómate las cosas con calma y paciencia, en este lugar no hay personas locas... hay personas desequilibradas. Te apuesto a que una vez que nivelemos a la señora de anoche hasta te va a caer bien.

-Lo dudo! -Dijo Bella aún con asco de lo que le había tocado ver la noche anterior.

-Veremos... -Dijo él -Ahora dame un beso que nos tenemos que despedir. Esta consulta ha sido demasiado larga y no queremos que nadie sospeche.

-Ok, ok... -Dijo ella rodando los ojos. Pero cuando él la volvió a besar con sus labios suaves y firmes y a oler su aroma limpio y masculino, a Bella se le quitó toda rebeldía y se sintió como arcilla en las manos de su irresistible psiquiatra.

-Nos vemos el domingo -Le recordó él.

-A las 12! -Dijo ella, y soplando un beso al aire salió de la consulta más feliz que si se hubiera ganado la lotería.

...oOo...

Riley se quedó pensando largo rato antes de salir de su consulta, tratando de recomponer su rostro en una máscara neutra que enmascarara su felicidad y tratando de sopesar lo que había sucedido en su oficina sólo instantes atrás.

Besar a su Bella había sido una experiencia única, que se sentía absolutamente correcta y no se arrepentía para nada, aunque no podía dejar de sopesar los peligros que esta relación traería a su vida. Podían echarlo a la calle, tendría pésimas referencias y nadie querría trabajar con él. Hasta podía llegar su caso al comité de ética del colegio médico! Entonces... por qué arriesgarlo todo?

Por ella. Ella valía la pena. Ella que sería su paciente por una temporada, pero su novia durante mucho tiempo más... Ella que al besarlo tan cándidamente le había hecho olvidar todas las porquerías que había hecho durante su vida. Porque Riley tenía su pasado, y si bien estaba olvidado y enterrado, aún existía en la forma de mujeres que se relamían al verlo pasar, ahora tan serio, ya reformado.

Bella era otra cosa... ella era limpia y pura, era inocente y él la salvaría de sí misma, redimiendo así su pasado.

Sí, se dijo Riley... Bella valía cada castigo al que se arriesgaba.

...oOo...

Bella salió de la consulta casi danzando, pero se reprimió y se cubrió la cara con su largo cabello para poder disimular su enorme sonrisa, y corrió a encerrarse en un baño. Para cualquier espectador era otra chica que salía llorando de la consulta del doctor.

Una vez en el baño se miró detenidamente en el espejo, apenas reconociendo a la chica que lo miraba de vuelta. Esta chica tenía el cabello desordenado, los ojos brillantes, los labios hinchados y rojos de tanto besar... y sonreía. Bella no podía dejar de sonreír.

Se sentó en la tapa del WC y se puso a recordar cada momento de los sucesos recién ocurridos, cómo todo había cambiado de horrible a maravilloso en un segundo, todo gracias a él... a su novio secreto, a Riley.

Qué pensaría Charlie de todo esto? seguro que no le gustaría, pero mala suerte! no dejaría a Riley por nada del mundo.

Una vez que logró dejar de sonreír como una imbécil Bella se lavó la cara y fue a su cuarto a buscar sus mandalas. Con su bolsa de lápices y dibujos salió al jardín y se sentó en una mesa donde las demás chicas fumaban.

-Qué tal terapia? -Le preguntó Kate, que también se atendía con Riley.

-Bien... puedo salir el domingo por la tarde... –Respondió vagamente.

-Pero eso es muy bueno! -Le dijo Meggie -Significa que lo estás haciendo bien.

-Gracias... -Dijo Bella sonrojándose. No estaba muy segura de si realmente se merecía la salida o es que su novio el psiquiatra quería sacarla a pasear, pero como fuera, no podía decir nada -Y qué pasó con la loca de anoche? -Dijo cambiando el tema a algo menos comprometedor.

-La sedaron por 3 días -Dijo Alice -Cura de sueño por escandalosa!

-Bien hecho! -Dijo Rosalie -Me tenía enferma de los nervios!

-Y quién vio el baño en la mañana? -Preguntó Bella.

-Ewwww! -Dijo Irina -Yo lo vi, que asco.

-Odio estar aquí! -Exclamó Alice arrugando su nariz. Pero por suerte me dieron permiso para salir por todo el fin de semana!

-Oh! que envidia... -Dijo Kate.

-Sip. Voy a ver a mis 2 amores, Jasper y Peter, y vamos a estar en la piscina dos días completitos y si todo sale bien el lunes me dan de alta!

-Awww... y con quién voy a jugar a las cartas? -Preguntó Rosalie.

-Solita te las arreglarás -Respondió Alice tirándole un beso -O puedes pintar mandalas con Bella.

-Eso es para niños! -Repuso "Britney" desdeñosa.

-Y tú qué eres? -Preguntó Alice.

-Cállate! -Dijo Britney sacándole la lengua.

Bella escuchó todo ese intercambio con una sonrisa en los labios y el sabor de los besos de su novio en los labios.

...oOo...

Ésa noche Bella se fue a dormir contenta y nerviosa por la visita de su padre. Hacía casi una semana que no veía a Charlie pero parecía mucho, mucho más tiempo y ya lo extrañaba.

Mientras Bella se preparaba para acostarse, Alice preparó un bolso con todas sus cosas, segura de que se iría de alta el lunes, mientras Britney aprendía a jugar solitario.

Y todas estaban entusiasmadas por que el sábado sería un gran día.

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REVIEWS=LOVE

Crimson Moon 9






Hola chicos. No tengo nada que decir salvo agradecer como siempre a mis leales lectores. Se les quiere!

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Capítulo 9


Desperté al aterrizar a Seattle, donde nos esperaban un trío de automóviles rentados listos para partir a Forks. Mi familia no es nada sino organizada.

Davy esta vez viajó conmigo en el asiento trasero de uno de los jeeps, junto a Jazz, Rose y Emmett, y durante gran parte del viaje mantuve mi escudo en alto para que ni Jazz ni Davy pudieran percibirme ni afectarme con su don, y me sumergí en la culpa más absoluta... por qué no había pensado en proteger a Charlie con mi escudo físico? Está claro que la distancia era demasiada, pero tal vez... tal vez habría evitado lo que estaba sufriendo mi pobre padre ahora. Cómo no se me ocurrió antes?

Demonios, ya quería llorar otra vez…

Jazz y Emmett por su parte se preocuparon de mantener entretenido a Davy, que miraba por la ventana entusiasmado con el nuevo paisaje verde y húmedo de Washington.

El viaje duró casi 3 horas, ya que los caminos estaban resbalosos por la lluvia y durante todo ese tiempo no emití palabra.

Al llegar al estacionamiento del hospital, Jasper me detuvo antes de bajarme del jeep.

-Cariño, tú no puedes entrar así como así, en este hospital todos te conocen y se supone que tú estás muerta.

-Jazz por favor! no me crees más problemas! -Imploré, con un único objetivo en mi mente. Ver a mi padre.

-No Bella, vamos a esperar a ver qué es lo que nos puede decir Carlisle -Dijo él con un tono autoritario que nunca usaba conmigo.

-Y cómo es que él si puede entrar? –Dije groseramente, apuntando a Carlisle con el dedo.

-Porque vamos a decir que él y Esme están de vacaciones en el área y decidieron pasar a saludar a sus antiguos colegas. Cuando alguien le cuente lo de Charlie, seguro que lo dejan verlo y así podrá ayudarlo... tú ahora no serás de ninguna ayuda para tu padre, pero Carlisle puede salvarle la vida.

-Maldita sea Jasper! -Exclamé y Davy me miró sorprendido y asustado. Yo nunca le gritaba a su padre -Lo siento -Dije más suavemente, dándome cuenta de mi error.

-Tranquila cariño -Dijo Jazz abrazándome -No pasa nada, estás nerviosa.

-No debí gritarte... pero estoy tan frustrada...! –Le dije enviándole mi amor y arrepentimiento.

-Y lo entiendo. Ahora dejemos a Carlisle hacer su trabajo, y si él cree que Charlie puede recibir una visita, entraremos por la ventana o de alguna manera nos la arreglaremos para ver a tu padre.

-Gracias Jazz... lo siento Davy, no quise asustarte amor –Dije agachándome para quedar a su nivel.

-No grites más mamy -Dijo Davy sencillamente, estirando sus bracitos hacia mí.

-Nunca más -Dije besando su cabecita rubia.

-Te quiero mamy.

-Y yo a ti corazón de melón.

...oOo...

Carlisle y Esme entraron al hospital y fueron recibidos como reyes, ya que el pequeño hospital de Forks nunca había tenido a un cirujano de la categoría de Carlisle, y probablemente no lo volverían a tener jamás.

Una media hora después de su ingreso al hospital, nos encontrábamos esperando en el bosque aledaño cuando Edward se sentó a mi lado mientras Jazz trataba de descifrar las confusas visiones de Alice... él era el más experimentado y el único que podía hacerlo.

-Hola -Me dijo Edward suavemente -Cómo lo estás sobrellevando todo?

-Hola Edward... no tan bien como quisiera... si a papá le pasa algo... si llega a morir... Oh Dios! -Dije y rompí a llorar. Edward me abrazó y me dijo

-Ya amor... shhhhhh... ya va a pasar...

-Oh Edward! me siento tan mal! -Sollocé.

-Tu padre va a estar bien, tranquila... y en el peor de los casos...

-En el peor de los casos qué? -Pregunté entre asustada y esperanzada.

-Podemos convertirlo... -Respondió él dibujando círculos en mi espalda con sus dedos.

Esa es una idea que estúpidamente no se me había ocurrido… Convertir a mi padre... es algo que él querría? tendría que preguntarle, ya que no lo obligaría a pasar una vida de eternidad alimentándose de sangre animal.

-Lo siento Edward... -Le dije de pronto.

-Por qué lo sientes? -Preguntó -Qué tienes tú que sentir? He sido yo el que se ha comportado como un imbécil todo este tiempo!

-Siento que las cosas entre nosotros no resultaran y a ti te haya tocado sufrir... lo siento mucho porque en algún momento fui feliz a tu lado... -Dije sorbiendo los mocos y limpiándome la cara con la manga de mi camiseta... una imagen para nada sexi.

-Si alguien tiene que arrepentirse, ese soy yo -Me dijo él -Mi obsesión por protegerte casi te priva de tu familia -Dijo mirando a Davy, que se encontraba en brazos de Rose.

-Bueno, el pasado es pasado -Dije yo extendiéndole mi mano, la que él tomó y besó en los nudillos -Amigos?

-Amigos -Dijo él sonriendo tristemente.

En ese momento se acercó Jasper, que evidentemente había oído toda la conversación, y le tendió la mano a Edward.

-Gracias hermano -Le dijo, y desde entonces volvieron a tratarse como tales otra vez.

...oOo...

Esme y Carlisle se tomaron mucho más tiempo del que yo consideré necesario en regresar. Cuando lo hicieron, sus caras reflejaban una profunda tristeza.

-Lo siento Bella... Charlie... –Dijo Carlisle.

-Murió? -Interrumpí yo -Díganme que no ha muerto!

-No cariño -Me dijo Esme -No ha muerto, pero está muy grave.

-Necesito verlo -Dije.

-Bella no sé si será lo más adecuado... Comenzó Carlisle.

-Es mi padre! -Exclamé -Necesito verlo... y si él lo desea, necesito que lo conviertan.

-Pero Bella, eso es... nosotros no... -Balbuceó Esme.

-Ustedes me lo deben -Dije yo -Y además mi familia se haría cargo de él –Y Emmett, Rose y Jazz asintieron sin decir palabra.

-Yo lo convertiré si es lo que él desea, cariño -Dijo Jazz dando un paso adelante, siempre conmigo.

-Ahí está! -Exclamó Alice soltándose la cabeza aliviada-Dos caminos definidos por fin! O convierten a Charlie o se muere...

-Entonces tengo que entrar esta noche para convencerlo. Apúntame el camino, Carlisle -Dije decidida.

...oOo...

Me cambié de ropa en el bosque a jeans negros y una camiseta oscura. Tomé mi largo cabello en una coleta alta y me despedí con un abrazo de Davy, que estaba muy ansioso con todas las emociones conflictuadas, pero que finalmente se quedó tranquilo durmiendo en brazos de tía Rose.

Jasper se cambió a pantalones deportivos azul marino y una camiseta negra, y tomando mi mano, me guió por el bosque para que ambos cazáramos antes de enfrentar a Charlie.

Yo cacé con rabia y frustración, y no tan limpiamente como mi Jazz, pero me ayudó un poco a descargarme y eso fue lo que necesitaba en el momento.

Cuando estuvimos listos Jazz volvió a tomar mi mano y yo le dije

-Lo siento Jasper...

-Por qué? -Preguntó mirándome a los ojos.

-Por estar demasiado preocupada de mí, por hablarte mal, por ser tan brusca...

-Está bien cariño, sé por lo que estás pasando y entiendo que estés estresada.

-Estoy más que estresada! Estoy volviéndome loca de preocupación! Jazz... llegado el momento y si papá lo desea... tú lo vas a poder convertir, verdad?

-Sí cariño, ya te lo dije.

-Es que sé lo difícil que es para ti... detenerte... -Le dije tímidamente. No quería que pensara que no confiaba en él.

-No me comería a tu padre Isabella -Dijo él ofendido.

-No! Yo sé que no, simplemente te estoy agradeciendo de antemano el sacrificio que estás dispuesto a hacer... -Dije rápidamente.

-No es necesario que me agradezcas nada Bella... yo haría lo que fuera por ti y lo sabes...

-Lo sé, y yo por ti... te amo.

-Te amo cariño.

Después de ese intercambio nos fuimos al hospital, y siguiendo las direcciones de Carlisle, entramos por la ventana, ya que papá estaba internado en el segundo piso del pequeño edificio. A pesar de saber que estaba moribundo, no estaba preparada para el shock que significó ver a Charlie conectado a todas esas máquinas... Se veía terriblemente pálido, su cuerpo se veía pequeño en la cama a pesar de que yo siempre me lo imaginé como a un gigante, y lo peor... estaba despierto.

-Isabella –Murmuró con voz desgastada, débil.

-Tranquilo papá, he venido a verte... -Comencé -tranquilo, yo sé que tu pensabas que yo estaba muerta... pero no es así, es una historia muy larga, pero ya te la voy a explicar...

-Mi Isabella -Dijo él mientras las lágrimas corrían por sus mejillas.

-Papá...! -Exclamé rompiendo a llorar a su lado y tomé su mano para besarla. Jazz nos dejó expresarnos sin manipularnos, y yo se lo agradecí.

-Papá, escucha... tu herida es mortal, pero hay una alternativa... puedes vivir para siempre, conmigo, Jasper, Emm, Rosalie y Davy... Davy es tu nieto papá... lo vas a amar cuando lo conozcas!

-Co...mo? -Susurró él.

-Somos vampiros papá... nos alimentamos de la sangre de animales para sobrevivir... –Respondí.

-Vampiros? -Susurró él incrédulo.

-Sí... Jasper te puede convertir... de lo contrario con tu herida... vas a morir papá... por favor no te mueras! no me dejes! -Le rogué.

-Él te convirtió a ti? -Preguntó mirando fijamente a Jasper.

-Si papá, fue necesario, después del accidente en mi camioneta yo estaba muriendo... Jasper me salvó...

-Hablaremos... después... -Resopló Charlie -Cámbiame... hazlo… no quiero... morir...

-Si papá -lloré abrazándolo. Lágrimas de alivio y felicidad corrieron por mis mejillas, y le hice una seña a Jasper para que se acercara -Jasper te va a morder papá... te va a doler... va a quemar durante 3 días y luego serás como nosotros...

-O...K -Respondió él haciéndose el duro.

Jasper se acercó entonces y lo desconectó de todos los tubos a los que estaba unido Charlie y lo tomó en sus brazos y nos escapamos por la ventana. No dejamos ninguna pista, por lo que la desaparición de mi padre sería para siempre un misterio en Forks.

Entonces corrimos a la mansión de los Cullen donde Charlie comenzaría su transformación.

Llegamos a la casa y todos nos esperaban ansiosos en la puerta... Después de todo no es todos los días que se agregan nuevos miembros a la familia...

Pusimos a Charlie en una de las habitaciones de invitados, a la que Esme le había cambiado las sábanas comunes, poniendo sábanas de algodón egipcio de 1000 hilos... un lindo detalle de parte de ella para hacer más cómoda la transformación de mi padre. No es que él lo fuera a notar...

Luego de un examen final de parte de Carlisle que confirmó que papá estaba muriendo, Jasper se acercó lentamente y le dijo

-Está seguro, Jefe?

Charlie sólo asintió, demasiado débil para hablar.

-Te quiero papá... te veré en 3 días... -Le dije tomando su mano mientras Jazz tomaba la otra y lo mordía en la muñeca. Luego en el cuello, la otra muñeca y los tobillos, inyectando veneno y sellando cada herida con una lamida. Finalmente lo mordió en el corazón y lamió la herida... y la transformación comenzó.

Papá arqueó su espalda y emitió un largo grito y luego comenzó a gemir. Yo no pude soportar verlo en ese estado y lloré a su lado hasta que Jazz me arrastró fuera de ahí para cuidar de Davy, que estaba con Rose y Emmett en un Hotel en Port Ángeles para evitar traumatizarlo con la transformación de su abuelito.

Jazz y Carlisle permanecieron al lado de Charlie y me dieron reportes periódicos sobre la condición de papá. No me gustaba estar separada de Jasper, pero era el único capaz de aliviar un poco el dolor de la transformación con su don.

Finalmente me llamó Alice.

-Ya es hora! -Dijo emocionada.

-Estará bien? -Pregunté ansiosa.

-Sí, si todos vamos a ir a cazar con él, va a estar bien.

-Perfecto, estaré ahí en media hora -Le dije. Luego me despedí de mi Davy y de Rose y Emm dándoles las gracias nuevamente por ser tan buenos padrinos de mi hijo, y corrí hacia el bosque a velocidad humana para luego emprender carrera a velocidad vampírica a casa de los Cullen. Al llegar todo estaba en silencio excepto por los aullidos de dolor de Charlie y su corazón, que latía tan rápido como el mío.

-Cariño -Me besó Jazz tiernamente en los labios al verme llegar. Yo correspondí con pasión, contenta con el reencuentro, pero fuimos interrumpidos por Carlisle, que dijo

-Va a despertar en cualquier momento.

Y efectivamente, Charlie se veía ya como un vampiro, pálido, su piel estaba fría y dura, pero lo que más me shockeó... estaba guapísimo! Mi papá sería un playboy! Ewwwwww!

Charlie arqueó su espalda, gritó con todas sus fuerzas y su corazón se detuvo. Todos contuvimos la respiración. Charlie abrió los ojos y su cuerpo instintivamente saltó hacia atrás y se refugió en una esquina, desde donde nos gruñó amenazante.

-Papá... somos nosotros... Bella y los Cullen, recuerdas? -Le dije.

-Bella...? -Preguntó él con una voz clara y limpia de barítono. Tendría que acostumbrarme a eso también.

-Sí... no te haremos daño… -Dije yo acercándome lentamente. Jazz se acercó a mi lado, seguramente usando su don. Él no me dejaría enfrentarme sola a un recién nacido, aunque ese recién nacido fuera mi padre.

-Bella! -Exclamó Charlie –Hija!

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REVIEWS=LOVE

sábado, 3 de marzo de 2012

Crimson Moon 8





Hola chicuelos! Qué tal? Aquí les presento un nuevo capítulo de este fic. Espero que les guste y que me regalen sus reviews para poder seguir mejorando la historia.

Todo mi cariño a mis lectores que comentan y a aquellos "mudos", gracias por agregar esta historia a sus alertas y favoritos, así sé que hago un buen trabajo.

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Capítulo 8


Referee won't blow the whistle

God is good but will He listen

I'm nearly great

But there's something missing

I left it in the duty free

But you never really belonged to me

Staring at the sun /U2

Bella POV
Lo más duro de mi entrenamiento con Char fue aprender a controlar mi escudo físico ante el peligro inminente de una paliza... y vaya sí que me golpeó Char en venganza por el mal rato que la había hecho pasar al hacerla rebotarla contra mi escudo. Fueron días de humillación pública.

-Bella otra vez! atácame por el costado, nunca de frente, usa la llave que te enseñé -Me ordenó por enésima vez mientras ella se peinaba su hermosa trenza rubia.

-Char estoy cansada... -Le dije -Por favor, quiero ir a dormir siesta! -Le dije bostezando.

-Nada de descansos! el enemigo no da descanso! -Dijo ella con voz de mando. Cuando le hablaba así se le notaba a leguas su pasado militar...

-Mamy! Otra vez! -Gritó Davy que no se perdía las prácticas, encantado de verme "jugar con tía Char".

-Agggh! Ok, otra vez -Dije cansada y sabiendo que Char me volvería a vencer.

Corrí hacia ella a toda velocidad, pero en lugar de atacarla por la derecha como venía haciendo cargué mi cuerpo hacia la izquierda, efectivamente confundiéndola por un segundo, lo que fue tiempo suficiente para saltar en el aire y hacerle una llave que la botó tan fuerte que la dejé enterrada 10 centímetros en el césped del jardín.

-Demonios! -Gritó Char furiosa.

-Hurra mamy! -Gritó Davy. Emmett y él aplaudieron y celebraron, y Jazz fue a abrazarme por la cintura, enterrando su nariz en mi cuello.

-Felicitaciones, cariño -Dijo Jasper apretándome a su cuerpo -Ahora te has ganado el derecho de pelear con Peter.

-Qué? Jazz, fue un golpe de suerte, Char aún puede patearme el trasero! Déjame seguir entrenando con ella unos días más -Imploré yo.

-No tenemos tiempo, Bella -Dijo él -Si tu presentimiento es correcto, cuanto más rápido avances es mejor.

-Basta por hoy! -Exclamó Rosalie -Faltan 5 días para el matrimonio y a nadie parece importarle!

-A mí me importa! -Exclamó Char de brazos cruzados mirándome fijamente -Hoy toca prueba de vestuario y Bella me las va a pagar!

-Agh! ya me he probado el vestido varias veces y ustedes siguen haciéndole arreglos!

-Porque siempre puede lucir mejor! -Dijo Rose.

-Bien, bien, me rindo... vamos a probarme el vestido –Dije yo.

-Y yo voy a imprimir mi certificado como celebrante oficial de bodas –Dijo Emmett. No pude evitar reír.

...oOo...

Esa noche todos compartimos en la terraza luego de haber acostado a Davy. Rose y Char veían revistas de peinados de novias pensando en qué luciría mejor con mi vestido y yo me acurrucaba en el costado de Jazz para ver las estrellas.

-Me pregunto si vendrá Garreth... -Dijo Peter a Emmett mientras jugaban a las cartas.

-Hoy me confirmó por correo electrónico -Dijo Jazz -Si viene a nuestra boda, llega pasado mañana.

-Garreth tiene un e mail? desde cuando es eso? Y más importante, por qué yo no lo tengo? -Exclamó Peter.

-La última vez que lo vi hace algunos años me dio su e mail, y lo revisa de cuando en cuando, tu sabes, cuando está cerca de la civilización -Dijo Jazz.

-Cómo es él? -Pregunté, curiosa.

-Garreth es genial! -Exclamó Emmett.

-Sí, es un buen tipo -Dijo Jazz -Es un ex soldado de la Guerra de Independencia... no le gusta que lo controlen, y tiene una habilidad para esconderse de las personas que lo buscan... por eso si no quiere que lo ubiques, nunca podrás hacerlo... a menos que le mandes un e mail.

-Oh, no puedo esperar para conocerlo! -Dije bostezando.

-Ya es hora de llevarte a la cama cariño... -Dijo Jazz. Estas eran las únicas veces en las que lamentaba ser un híbrido... perdía tantas horas al día simplemente durmiendo!

-Mmmmmh, noooo! -Dije bostezando un poco más.

-Sip -Dijo él levantándome en sus brazos.

-Buenas noches! -Me despedí de todos generalizadamente.

-Que descanses Bella -Me dijo Rosalie.

-Dulces sueños -dijo Charlotte.

-Adiós! -Dijeron Emmett y Peter sin mirarme, demasiado concentrados en vencerse mutuamente.

Jazz me cargó hasta el dormitorio y me dejó suavemente sobre la cama.

-Cómo estás cariño? –Preguntó sentándose a mi lado.

-En qué sentido? -Pregunté yo.

-Bueno, nos vamos a casar, eso es un gran paso... estás nerviosa? -Preguntó mientras yo me cambiaba a una camisola de raso que me había comprado Rosalie. No más camisetas con hoyos para mí.

-Estoy... ansiosa -Le respondí -Quiero que todo salga bien, pero no me siento demasiado nerviosa porque desde hace mucho tiempo acepté que mi futuro es contigo, a tu lado.

-Esa es mi chica -Dijo besándome suavemente los labios. Su aroma me envolvió y volví a sentir el mismo cosquilleo que sentía cuando éramos sólo amigos y me besó por primera vez.

Con Jazz habíamos explorado nuestros cuerpos y nuestras almas y aún nos quedaba mucho por descubrir. Esa era la mejor garantía de que nuestra relación sería para siempre.

Jazz se acomodó en la cama y yo me ubiqué a su lado, acurrucada sobre su pecho. Él me rodeó con un brazo y besó mi frente y me dijo

-Te amo cariño, por siempre.

-Y yo a ti Jasper -Respondí -Para siempre.

...oOo...

A la mañana siguiente me levanté y después de asearme a mí y a Davy, continué con mi entrenamiento para aprender a luchar, esta vez contra Peter. Él era un soldado curtido en las guerras vampíricas y era casi una broma que yo tratara de hacerle daño. Me lanzó al suelo sin compasión una y otra vez.

Tres días después aún no había ningún avance y al día siguiente sería mi boda.

-Mamy veo los autos! -Gritó Davy desde la ventana del living.

-Llegó tío Carlisle y tía Esme! -Le dije -Esta vez los vas a saludar como corresponde de acuerdo?

-Sí mamy -Dijo Davy mirándose los zapatos como siempre que se sentía reprendido.

-Y ahí vienen Alice y Liam! -Exclamó Rosalie mirando hacia la distancia.

-Y Edward -Agregué yo.

-Estás bien cariño? -Preguntó Jazz a mi lado.

-Bien y lista! -Le dije cuadrando los hombros y tomando a Davy en mis brazos salimos todos a recibirlos.

Esta vez sabía qué esperar y salí al encuentro de mi ex familia adoptiva con una mucho mejor disposición. Davy no se escondió tras mi cabello y saludó alegremente a nuestros visitantes, aunque sin dejar mis brazos.

Jazz se paró a mi lado y posó su mano en mi cintura y saludamos a todos.

Carlisle y Esme nos saludaron efusivamente, y Alice de manera más retraída. Liam de forma parca pero educada y Edward cortés como siempre, pero triste, esto no debía ser nada fácil para él. Sentí pena por prácticamente obligarlo a presenciar mi boda, y Jazz comprendiendo mi sentimiento de culpa me envió una dosis de su amor por mí, aliviando en algo mis auto reproches... Fuera como fuera estaba haciendo lo correcto al casarme y eso era lo importante.

Todos pasamos a la casa y yo deposité a Davy en el suelo, y él inmediatamente tomó la mano de Alice y le ofreció mostrarle sus juguetes. Supongo que al ser tan bajita Alice era la menos intimidante del grupo.

Liam los miró desaparecer en el dormitorio de Davy con el ceño fruncido y al mirar a Jazz pude ver que también fruncía el ceño pero en dirección a Liam.

-Oh Bella, estamos tan emocionados por ustedes dos! -Comentó Esme sacándome de mi ensimismamiento.

-Gracias Esme, nosotros también estamos contentos de dar este importante paso... -Dije yo cortésmente.

-Quién más está invitado a la boda? -Preguntó Carlisle.

-Mi amigo Garreth -Respondió Jazz.

-Otro come-humanos -Refunfuñó Edward, recibiendo un codazo en las costillas de parte de Esme.

-Tienes algún problema con los come-humanos chico? -Preguntó Peter, cabreado.

-Tranquilos muchachos -Dijo Rose -Este no es el momento de ponerse a discutir!

-Rose tiene razón, esta reunión es motivo de alegría -Dijo Esme sonriendo.

-Y dime Carlisle... has sabido algo de los Volturi? -Preguntó Jazz.

-Aro y yo hablamos por teléfono luego de nuestro último encuentro -Comenzó Carlisle -Pero simplemente me preguntó si había visto a Demetri... Yo le contesté que no, que nisiquiera lo conocía y como Aro no tenía razón para desconfiar de mí, me creyó. Aprovechó la oportunidad de invitarme a una gran fiesta que planea la realeza en Volterra para celebrar los 2500 años de su reinado. Por supuesto, Esme y yo asistiremos.

-Y no hay peligro de que Aro sepa la verdad al estrechar tu mano? -Pregunté yo asustada.

-No, Aro considera de mala educación inmiscuirse en los pensamientos de sus invitados a menos que éstos le den motivo para sospechar... Simplemente usaremos guantes como lo hemos hecho otras veces...

-Oh! Es un enorme alivio saber que el peligro ya ha pasó... -Dije yo cuando de pronto fui interrumpida por un grito de Alice proveniente de la habitación de Davy.

-Nooooo! –Chilló.

-Alice? Davy? -Corrí a velocidad vampírica hacia ellos y llegué a la habitación antes de que las palabras hubieran salido de mi boca.

Alice se encontraba arrodillada en el suelo, meciéndose de un lado hacia el otro con la cabeza aferrada firmemente entre sus manos, y seguía murmurando "nonononono".

Jazz se sentó en el suelo a su lado y posó su mano en su hombro mientras Davy se encaramaba en mis brazos, asustado.

-Alice... qué viste? -Le preguntó Jazz con voz calma, como tantas veces lo había visto hacer cuando ellos eran pareja. Pero esta vez afortunadamente no sentí celos.

-No toques a mi esposa! -Escupió Liam entrando en la habitación. Jazz ni lo miró.

-Alice... dime... que viste? -Insistió Jazz ignorando a Liam y probablemente influenciándolo con su don, ya que Liam no molestó más.

-Charlie... Oh no! -Murmuró Alice.

-Charlie? Mi papá? -Pregunté yo frenética y Emmett tomó a Davy de mis brazos, que como buen empático comenzaba a absorber mis emociones negativas, y a llorar asustado, y se lo llevó a jugar al jardín.

-Charlie... un disparo... Oh Bella...! -Dijo Alice.

-Alguien le dispara a Charlie? -La guió Jazz.

-Sí... auto negro y blanco... el auto de policía estacionado en la carretera... Charlie cambiando una rueda... veo un brazo que sale por la ventanilla de un auto rojo y le dispara a Charlie por la espalda... Oh Bella lo siento tanto! -Lloró mi ex mejor amiga... y yo lloré a su lado, tratando de absorber todo lo que me estaba diciendo.

-Papá! -Sollocé. Extrañaba a Charlie montones, pero había sido capaz de sobrellevarlo porque sabía que él tenía una vida feliz y normal en Forks... pero ahora me encontraba con que un desgraciado (o desgraciada) le dispararía por la espalda mientras él cambiaba una rueda... Había que impedirlo!

-Cuando? -Preguntó Jasper seriamente.

-Es hoy... no sé la hora... puede ser cerca del mediodía, pero no veo el sol, está nublado! Puede estar sucediendo ahora mismo -Sollozó Alice, que tenía una muy buena relación con Charlie.

-No hay tiempo! No alcanzaremos a llega a tiempo maldita sea! Tengo que llamarlo por teléfono, hacer algo –Dije frenética.

-No... no hay tiempo... no escuchará tu llamada, él está cambiando una rueda de su auto y no escucha su teléfono que está en el asiento del copiloto... es inevitable! –Lloró Alice.

-Nos vamos a Forks! -Dijo Jazz levantándose y tomando su teléfono marcó unos números y se lo entregó a Rosalie quien rápidamente compró boletos para todos. Mientras Jasper regresó a mi lado y me abrazó.

-Sobrevivirá? Alice... qué ves? -Pregunté.

-Todo se ve borroso, no estoy segura... no lo puedo ver... no veo nada más.

-Papá... -Lloré y un manto de calma me invadió. Jazz me tomó en sus brazos y me llevó a una de las camionetas, y Emmett se subió en la otra camioneta con Davy para que mi niño no me viera llorando. Me acurruqué en Jazz mientras los demás se repartían en los demás autos. En cuanto estuvimos todos listos, partimos con rumbo al aeropuerto. "Papá no puede morir... no puede morir..." me repetí una y otra vez.

Al llegar al aeropuerto Rose presentó nuestros tickets electrónicos y pasamos de inmediato por aduana, lo que fue fácil al no llevar equipaje. Mi corazón latía con fuerza y sentía nauseas de los nervios. A pesar de Jazz influenciando mi humor, él no podía contra mi escudo. Yo necesitaba sentir mis emociones y me senté en una banqueta a llorar libremente. Nadie me molestó en mi dolor, y sé que Jazz hizo que todos me dejaran sola... Finalmente llegó el momento de abordar el avión y una vez que despegamos me volví hacia Alice, que se sostenía la cabeza concentrándose con los ojos entrecerrados.

-Ali, dime, cómo va papá? –Pregunté.

-Lo siento Bella, ya le dispararon... -Dijo ella en un sollozo -Ahora su futuro es incierto. Veo que unos turistas lo ven tirado en la carretera y llaman a emergencias, pero no sé qué pasa después... Hay demasiadas posibilidades... se debate entre la vida y la muerte...

-Ya le dispararon? Tan rápido? No! No! -Gemí contra el cuello de Jazz. Gracias a que viajábamos en primera clase no llamé la atención con mi llanto.

Entonces Jazz concentró todo su poder en mí para hacerme dormir. Y yo sólo esperé llegar a tiempo antes de sumirme en la nada.


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Pobre Charlie! Alcanzarán a llegar? Quién le disparó?

Reviews=respuestas

Beautiful Crazy 5







Hola chicos, publico esta historia un día antes. Alguien por ahí me pidió conocer más de Riley y este capítulo lo vemos desde su punto de vista… ojalá les guste.

Abrazos a quienes siguen esta historia y les pido, manifiéstense con un comentario, las reviews van muy bajas en relación a la cantidad de gente leyendo esta historia.

Se les quiere!

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Capítulo 5


I want to hold the hand inside you

I want to take a breath that's true

I look to you and i see nothing

I look to you to see the truth

Fade into you / Mazzy Star

Riley salió de la clínica más confundido que nunca. Qué había significado ese breve abrazo? Estaría ella confiando más en él? Le correspondía en sus sentimientos? El abrazo lo había tomado tan de sorpresa que ni siquiera lo había correspondido, pero aún conservaba en sus sentidos el aroma y el tacto de ella... su pobre chica rota... Isabella.

Trató de recomponerse antes de entrar en el pabellón de los hombres, donde trabajaría toda la tarde, ya que sabía que se debía concentrar en sus pacientes. Ellos no se merecían su atención a medias, sino a un psiquiatra enfocado sólo en ayudarlos.

Entró en su oficina y pidió un café bien cargado, y con azúcar, no endulzante como era su costumbre, ya que necesitaba la recarga de energía y los minutos extra para recobrar el control.

Qué es lo que le fascinaba tanto sobre Isabella? Ella era hermosa, por supuesto, pero Riley había tenido en su vida su buena ración de mujeres hermosas, aunque ninguna lo había impresionado tanto como Bella...

Y no, no era sólo la delicada armonía de sus rasgos ni su piel de porcelana o esa silueta de sílfide perdida... era otra cosa… era esa cualidad etérea que sólo ella tenía, esa alma rota pero hermosa que sólo él podía curar.

Y esa extraña electricidad, esa estática que sentía cada vez que la tocaba.

Mierda! pensando en ella sólo lograría obsesionarse más y que lo echaran de un buen trabajo que amaba... Isabella no estaba en condiciones de ser seducida, y no se merecía que él usara su fragilidad para aprovecharse de ella.

Las horas de terapia de la tarde pasaron rápidamente y sin mayores incidentes... los hombres eran menos melodramáticos que las mujeres en el manejo de sus emociones, pero igualmente complejos, por lo que su mente estuvo debidamente ocupada, cosa que agradeció.

A la salida se subió a su auto y pasó a un local de comida china para comprar algo de comer. Riley no estaba de ánimos de cocinar sólo para él... hacía años que no tenía una compañera, alguien con quién compartir tareas cotidianas como preparar la cena, tal vez nunca la había tenido, y esa noche se sentía particularmente solo.

Compró una porción de arrollados primavera y otra de carne mongoliana, y se imaginó cenando con Bella en aquél restaurant, compartiendo porciones de sus respectivos platos, hablando y riendo...

Que extraño, nunca la había visto reír, pero sabía en su interior que ella era capaz de divertirse y Riley quería que fuera sólo con él. "Soy un egoísta", pensó. El mundo merecía verla feliz y radiante.

Enfiló rumbo a casa con su bolsa de comida caliente y al bajarse de su auto vio una mata de cabellos rojos junto al ascensor... mierda! Victoria lo esperaba nuevamente con a James, su chihuahua, en los brazos.

Riley caminó hacia el ascensor como un hombre camina hacia el patíbulo, con la frente en alto pero cara de tragedia.

-Buenas tardes Riley -Ronroneó ella mirándolo sin tomar en cuenta la cara de pocos amigos de él.

-Hola Victoria, James -Saludó irónicamente al perro, que parecía querer tirársele a la yugular cada vez que lo veía. James era un perro vicioso que no parecía ni querer a su dueña, que lo amaba con pasión y lo vestía con ridículos atuendos. "Tal vez por eso la odia", pensó Riley burlonamente.

-Riley! Que sorpresa! -Mintió ella, descarada. Llevaba media hora paseándose en la recepción del edificio esperándolo, y Laurent, el conserje, la miró divertido, pero no dijo nada. De la discreción dependía su trabajo.

Riley se limitó a sonreír con cortesía y a presionar el botón de llamada del ascensor.

Cuando el ascensor abrió sus puertas Victoria se subió con él y le dijo

-Estaba pensando... tengo una pequeña reunión planeada para unos días, y me encantaría que pudieras asistir -Dijo con voz seductora. A Riley le pareció un poco patético su desplante, pero no quiso ser desagradable con ella.

-La verdad es que estoy bastante ocupado con el trabajo... -Dijo él vagamente, excusándose.

-Pero ni siquiera sabes qué día te estoy invitando! -Exclamó ella sin querer rendirse.

-Victoria... yo... -Dijo él.

-No voy a aceptar un no como respuesta! -Exclamó ella mientras James le gruñía a Riley en amenaza.

"Demonios!", pensó Riley. Su comida se enfriaba en la bolsa y Victoria esperaba una respuesta. Tal vez no le haría mal darle una oportunidad a Victoria... ella era insistente, sí, pero en verdad era una mujer atractiva y obviamente deseosa de él. Tal vez no sería tan malo si…

Sí, él estaba entre la espada y la pared y había llegado el momento de arriesgarse y tomar una decisión.

-Está bien Victoria, cuándo quieres que asista a tu reunión? -Preguntó él derrotado. Ella ignoró su falta de entusiasmo y le dio un apretón involuntario a James, que ladró furioso.

-Es este sábado Riley, querido -Dijo ella con una sonrisa radiante -Te espero en mi departamento a las 7.

-Ok, nos vemos -Dijo él bajándose del ascensor al llegar a su piso.

-Te estaré esperando! -Dijo ella feliz besándolo en la mejilla y dejando la marca de su labial rojo en la piel de Riley.

-Adiós Victoria -Dijo él dándole la espalda. Victoria lo observó alejarse y se relamió los labios. "Pronto", le dijo ella a James, "Muy pronto".

...oOo...

Los días pasaron arrastrándose hasta que nuevamente fue hora de ver a "su" Bella. Riley se había arrepentido sin cesar de haber aceptado ir a casa de Victoria, pero no había nada qué hacer... ya se había comprometido, y a menos que fuera por una emergencia no quería cancelar... De lo contrario sus encuentros con Victoria continuarían con ella insistiendo de manera incesante hasta que él volviera a ceder.

Esa mañana se duchó y dejó correr el agua por su cuerpo largo rato, tratando de ordenar sus pensamientos con respecto a Isabella. No tenía dudas con respecto a su necesidad de ella, por lo que debía enmascarar con especial cuidado sus sentimientos.

Salió de la ducha y se secó y aplicó desodorante y su perfume Hugo Boss; paseó por el departamento con una taza de café sólo usando una toalla amarrada en la cintura… era una rutina suya que le permitía reflexionar en los eventos del día, y luego se vistió lentamente y con especial esmero, cuidando cada detalle. No haría nada inapropiado, se dijo, pero no había nada de malo en verse bien, verdad?

Riley revisó su agenda para asegurarse de que Bella sería su última paciente, no quería tener que apurarse con ella. Y entonces, tomando su aporreado bolso de cuero, regalo de sus padres el día que se graduó de la escuela de medicina, salió de su departamento sin comer nada. De camino a la clínica pasó a un Starbucks donde se compró un café y un muffin de arándanos, y se los acabó en el auto mientras conducía, maldiciendo las migas que cayeron sobre sus pantalones.

Mmmmmh... Tal vez el café no había sido tan buena idea, ahora estaba más nervioso que nunca, y recién empezaba el día.

Riley se estacionó y entró a la clínica saludando a las enfermeras, que lo miraban como si fuera un dios... Él odiaba el cliché enfermera/doctor, pero ¿estaba dispuesto a arriesgarse con el cliché mucho más peligroso, el médico/paciente? Demonios! Por qué tenía que ser todo tan complicado?

Su primera paciente fue Kate. La chica era dulce pero tediosa... una mujer más que enfermó por amor... esa obsesión tan frecuente en las mujeres con predisposición depresiva...

Riley trató de razonar con ella en su terapia, no tenía sentido llenarla de medicamentos si es que ella no era capaz de darse cuenta de sus errores cometidos en el pasado y los que seguía cometiendo en el presente.

Y así pasó su mañana... 1, 2, 3, 4 pacientes... ya se acercaba el momento de que Bella llegara para su consulta... Y cuando finalmente escuchó el familiar golpe en la puerta que delataba su presencia del otro lado se sintió morir de la emoción... "Parezco una chica", pensó

-Adelante -Dijo con voz ronca y neutra, aferrándose al escritorio para no correr a abrirle la puerta a Isabella.

-Permiso -Dijo ella con voz temblorosa. Al verla Riley se sintió morir con emociones encontradas. Por un lado felicidad al estar al fin con ella, y por otro desazón al verla, ya que Bella venía con los ojos hinchados de tanto llorar.

-Bella... qué te sucedió? -Le preguntó acercándose a ella para envolverla en un abrazo. Ella se dejó hacer y sollozó en sus brazos.

-Nada... na...da... -Hipó ella.

-Bella... -Dijo él reprendiéndola levemente mientras aspiraba el aroma de su cabello, y sintiéndose culpable por disfrutarlo tanto.

-Yo... –Dijo ella y se quedó callada otra vez.

-Háblame Bella... por favor... -Suplicó él apretándola contra su pecho.

-Me quiero ir... me quiero ir de aquí! -Exclamó ella abrazándolo desesperada. Su día había sido horrible, y sólo la expectativa de ver a Riley la había mantenido cuerda.

-Tranquila, ven aquí -Dijo él guiándola a un sillón que se usaba para las terapias familiares, ubicado en la esquina de la consulta -Ahora sentémonos y me cuentas... –Dijo sin soltarla.

-No me dejes... por favor no me dejes -Pidió ella cuando Riley muy a su pesar hizo amague de liberar su cuerpo.

-No te voy a dejar... shhhhh... no te voy a dejar -Dijo él sentándola a su lado y abrazándola con un brazo mientras con el otro se estiraba para tomar los pañuelos desechables.

Bella se comenzó a calmar hundiendo su nariz en el hueco que se formaba en la unión del cuello y el hombro de él, aspirando su perfume, y Riley aprovechó para limpiarle las lágrimas que aún corrían por sus mejillas.

-Bella... nena... dime qué sucedió... -Pidió él olvidando su vocabulario y su distancia profesional.

-Este lugar está lleno de locas... yo no estoy loca! Yo… yo me quiero morir! sácame de aquí! -Le rogó otra vez

-Bella este es un hospital psiquiátrico, llegan todo tipo de casos de menor gravedad... alguien te hizo algo? –Preguntó él preocupado. Podía alguien haber atacado a Isabella?

-No pude dormir en toda la noche por culpa de una vieja loca que llegó! Y cuando fui al baño a lavarme los dientes antes de desayunar... estaba lleno de papeles usados por todos lados! -Lloró ella con rabia y asco.

-Cuando dices usados te refieres a... –Dijo él.

-Al número 2! Caca! Por todos lados! Este lugar me da asco, no quiero estar aquí! –Exclamó ella.

-Pero nadie te atacó personalmente...? -Quiso asegurarse él.

-No... pero la loca entró a nuestra habitación cuando estábamos durmiendo y no me dejó dormir! Me da miedo convivir con locas! Estoy cansada y no me dejan dormir! -Sollozó.

-Bella -Dijo Riley sonriendo aliviado -Lamento lo que ocurrió, pero es normal que los pacientes lleguen descompensados, y probablemente esa mujer es una persona muy dulce una vez que la conozcas.

-No la quiero conocer! Ya no soporto estar aquí! Riley ayúdame -Imploró ella mirándolo a los ojos -Ayúdame a salir de aquí.

Él se vio dividido entre sus ansias de rescatarla como un príncipe azul y su instinto profesional que le decía que Bella no estaba ni cerca de estar recuperada lo suficiente como para salir al mundo exterior.

-No -Dijo él con voz firme y mirándola a su vez a los ojos.

-No? -Preguntó ella retirándose de su abrazo como si su piel la quemara.

-No Bella... tú necesitas estar aquí para sanarte... si te dejo salir ahora cometería un error que lamentaría por el resto de mis días -Dijo él firmemente.

-Pero no puedo más! -Dijo ella con voz cansada -Yo no pertenezco a este lugar...

-Demuéstramelo entonces! -Le dijo él separándose un poco para asumir una postura un poco más neutral.

-Cómo te lo demuestro? –Preguntó ella desconfiada.

-Comencemos de nuevo -Dijo Riley suspirando -Hola Bella, cómo te sientes hoy?

-Mal, no he podido dormir bien -Contestó ella cabreada.

-Alguna otra razón que la señora que te molestó anoche? -Preguntó Riley divertido ante la imagen de Bella asustada de una simple descompensación de una esquizofrénica...

Bella se sonrojó.

-Emmh... -Dijo ella.

-Si...? –La impulsó él.

-Me ha costado quedarme dormida... pensando –Confesó ella sonrojándose aún más.

-Pensando en qué? -Preguntó él intrigado.

-Pensando en… cosas... -Dijo ella vagamente.

-Cosas... como qué cosas? Recuerda que debes ser completamente honesta conmigo si quieres que te ayude, Bella.

-No te quiero decir -Dijo ella bajando la mirada.

-Isabella... así no es cómo funciona la terapia... Tú debes ser honesta conmigo para que funcione...

-Está bien! -Dijo ella dándose ánimos -He estado pensando... pensando en ti.

Y a Riley se le hinchó el pecho de felicidad…

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Próximo capítulo Bella POV!

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