miércoles, 30 de noviembre de 2011

Por qué a mí? 9





Espero que les guste, un abrazo enorme…

%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%

Capítulo 9

And I don't know how it gets better than this

You take my hand and drag me head first

Fearless

And I don't know why but with you I'd dance

In a storm in my best dress

Fearless

Fearless / Taylor Swift

Bella POV

Los siguientes días pasaron rápidamente. Mi rutina cambió de golpe, ya que pedí un "permiso de ausencia sin goce de sueldo" en Newton´s para poder pasar la mayor cantidad de tiempo posible en La Reserva, a solas en casa de Sam, lo que me permitió avanzar montones en mis deberes del colegio. No era como si pudiera salir a solas a la playa, ya que si me encontraba con Leah ésta era capaz de darme la paliza que me había prometido (y que a mi juicio yo merecía).

La manada comenzó a hacer turnos de guardia alrededor de mi casa y la escuela cada vez que yo estaba en esos lugares, y toda esa situación no me dejó mucho tiempo libre para compartir con Sam, ya que cada vez que yo llegaba a su casa él salía a patrullar en busca de Victoria infructuosamente.

Tampoco podía acudir a Jacob, ya que éste había desaparecido justo después de haberse emancipado. Billy por su parte, le quitó importancia al asunto diciendo que cuando su hijo estuviera listo para volver regresaría por su propia voluntad, y que de nada servía tratar de rastrearlo. Además los recursos de la manada estaban enfocados en Victoria.

Pero yo lo extrañaba montones y no dejaba de preocuparme por mi mejor amigo…

Charlie había notado los cambios de mi rutina pero me dejaba hacer porque estaba aliviado y contento de que yo poco a poco estaba volviendo a ser la Bella de antes, así es que no cuestionó mis viajes constantes a La Reserva.

Además, Billy puede haber tenido algo que ver con la aceptación de Charlie al tener siempre una tan alta opinión de Sam y compartirla con él, lo que relajó a papá con respecto a la diferencia de edad entre nosotros. Una cosa menos de qué preocuparme.

…oOo…

La mañana del sábado desperté por el sonido de la puerta del frente al cerrarse; Charlie se iba de pesca. Miré mi reloj despertador y marcaba las 6:00 am, y ya no lo vería en el resto del día.

Decidí que ya que me había despertado me levantaría, por lo que me di una larga ducha, me depilé y exfolié y me vestí rápida y sencillamente con jeans ajustados, zapatillas de ballet plateadas y un sweater gris sobre una camiseta de mangas largas.

Tome mi chaqueta y mis llaves y partí rumbo a la tienda, donde compré los ingredientes necesarios para preparar wafles, además de huevos y tocino, y a eso de las 7:30 am ya estaba entrando en los límites de La Reserva.

Al llegar a casa de Sam golpeé la puerta. Aunque todo el mundo simplemente entraba sin golpear yo no me acostumbraba a hacerlo… tal vez por miedo a qué es lo que me podría encontrar adentro, no lo sé... Por mucho que sintiera nuestro lazo de imprimación y lo amara con desesperación, no por eso confiaba ciegamente… es una de las secuelas de haber sido abandonada por Edward… pensaba que nunca volvería a confiar a ojos cerrados.

Pero entonces Sam abrió la puerta… gotas de agua se deslizaban por su cuerpo y sólo lo cubría una toalla amarrada a su cintura… pasaron un par de segundos y todos mis miedos e inseguridades se fueron al demonio al ver la sonrisa que iluminó su rostro al verme.

-Pequeña! –Dijo abrazándome y mojando mi sweater en el proceso… pero no me importó –Tú sabes que no tienes que golpear antes de entrar!

-Lo siento-Dije y solté las bolsas que traía para preparar el desayuno. Y lo besé.

Nuestros labios se unieron hambrientos después de días de separación, y por fin la melancolía me abandonó y me vi llena de él… de su aroma, de su cuerpo… de Sam.

-Te extrañé –Dije aferrándome a él como si mi vida dependiera de ello, y él respondió levantándome en sus brazos y llevándome a su habitación. La cama aún estaba deshecha y todo olía a él, y por fin me sentí protegida…este lugar era mi oasis en el desierto, y Sam era mi agua… lo necesitaba desesperadamente, no sólo a un nivel meramente físico, sino sobre todo emocional.

-Yo te extraño cada segundo que no estás conmigo pequeña –Me dijo –Te amo… -Y sus labios volvieron a mí, suaves, húmedos y aventureros, recorriendo cada centímetro de mí que no estuviera cubierto de ropa.

Rápidamente mi sweater y mi camiseta volaron por los aires, así como mi sostén, y pude sentir su piel húmeda y limpia junto a la mía. Me provocó lamerlo y eso es justo lo que hice, recolectando gotas de humedad de su cuerpo mientras él se deshacía de mis pantalones.

-Bella… -Gruñó él contra mi cuello.

-Sammy… -Dije yo tan abrumada por lo que sentía que tenía un nudo en la garganta y me contuve con toda mis fuerzas para no llorar… cómo explicar que me abrumaba su presencia al punto de hacerme explotar en llanto?

Una vez que me tuvo desnuda Sam me tomó en sus brazos y me metió a su cama y se quitó la toalla, quedando completamente desnudo y acurrucándome junto a él.

-Estás helada pequeña –Me dijo –Ven aquí –Y me posicionó contra su cuerpo y sus manos comenzaron a acariciarme. Cada toque era perfecto, cada caricia era exactamente lo que necesitaba, y la certeza de mi amor por él terminó por abrumarme y las traicioneras lágrimas comenzaron a rodar por mis mejillas –Qué sucede Bella –Preguntó al sentir la humedad contra su pecho –Bella te hice daño? Alguien te hizo daño? –Preguntó desesperado. Pude escuchar un gruñido bajo y amenazador formándose en su pecho.

-N… no… no es nada –Dije llorando –Es que… siento tantas cosas… tantas cosas por ti… te amo –Dije y lloré más fuerte aún, aferrada a su cuerpo. Por qué tenía esta crisis frente a él? Por qué justo ahora? No lo sé, pero me sentía totalmente sobrepasada por mis sentimientos, nunca había sentido algo tan profundo y me aterraba.

-No llores pequeña… -me rogó –O me vas a hacer llorar a mí… -Dijo con voz ronca –Yo también te amo, no sabes cuánto… y siempre me vas a tener a tu lado.

-Hazme el amor Sam… demuéstrame cuánto me amas –Dije sin dejar de lagrimear. Me sentí ridícula, pero Sam parecía entender… lo supe por la intensidad de su mirada, por la expresión de absoluta devoción de su rostro.

Sam simplemente tomó mi rostro con una de sus manos acariciándome la mejilla y me besó profundamente, mientras su otra mano recorría mi cuerpo, no de manera erótica o posesiva, sino dulce y tranquilizadora… no teníamos apuro por llegar a la meta, nuestro objetivo era amarnos.

Sus besos luego fueron descendiendo hacia mi pecho y desde mi pecho hacia mi estómago, dejando besos ardientes a su paso. Cuando llegó a posicionar su rostro entre mis piernas las abrí sin pudor y lo dejé festinarse de mí, gimiendo de placer, abrumada por las sensaciones.

Mi orgasmo fue repentino y arrasador, y me dejó casi inconsciente por unos minutos, tiempo que Sam usó en besar su camino hasta mi rostro. Dulcemente besó mis labios sin profundizar el beso, y me dijo

-Te amo.

-Te amo –Respondí acariciando lánguidamente su cabello.

-Estás lista? –Preguntó posicionando su erección en mi entrada.

-Siempre… -Murmuré. Y él entró en mí, y fuimos uno, sin apurarnos, balanceándonos apenas, sin urgencia alargando el placer y tocándonos delicadamente hasta que yo no pude resistir más y el goce acumulado en mi bajo vientre dio paso a mi orgasmo, desencadenando el de Sam.

Quedamos los dos unidos por largo rato, sin querer separarnos un solo milímetro, sudorosos y felices, y así es como nos quedamos dormidos.

…oOo…

Desperté sola en la cama a causa del delicioso olor del tocino friéndose. Busqué entre la ropa de Sam una camiseta y me la calcé. Me quedaba más debajo de la mitad de los muslos.

Fui al baño a limpiarme un poco y a desenredar la maraña de mi cabello y una vez que me sentí más presentable fui a la cocina, donde Sam cocinaba vistiendo sólo un par de boxers que se ajustaba a cada una de sus curvas, especialmente a su trasero.

-Hola -Le dije tímidamente. Tenía un poco de vergüenza por cómo me había comportado anteriormente, llorando como una niña pequeña y todo eso.

-Hola pequeña –Dijo acercándose a mí para darme un abrazo y un beso en la frente –Tienes hambre?

-Si… -Respondí –Sam… con respecto a lo de antes… lo siento –Le dije bajando la mirada.

-Qué es lo que sientes? –Me preguntó arrugando el ceño –Pequeña… todo lo que hicimos… todo lo que sucede entre nosotros es maravilloso… yo también me siento abrumado por las emociones a veces… y adoro que tú sientas cosas tan profundas por mí como las que yo siento por ti.

-Está bien… -Acepté –Te puedo ayudar en algo?

-Los wafles –Respondió.

Yo me puse inmediatamente manos a la obra y en menos de media hora teníamos un banquete frente a nosotros. Como siempre me senté en su regazo y compartimos la comida de un solo gran plato. Él me daba pedacitos de tocino en la boca y yo usaba los cubiertos en los huevos, alimentándonos a ambos.

…oOo…

Como desayunamos tanto y tan tarde nos saltamos el almuerzo, y pronto llegó la hora de preparar las cosas para la barbacoa.

Siendo la única mujer del grupo, me imaginé que de mí dependería que hubiera vegetales en el menú, por lo que después de una sesión de besos y arrumacos y una ducha rápida me puse a trabajar en una ensalada de papas, un guacamole, una ensalada de lechuga y una de tomates.

Sam mientras tanto fue a buscar carbón y comenzó a preparar la mesa del jardín para recibir a la manada. Yo estaba enormemente nerviosa de ser aceptada, especialmente considerando que la última vez que los vi Paul trató de comerme.

El primero en llegar fue Jared, quién entró cargando una enorme bolsa de pan y otra de salchichas y mostrando una amigable sonrisa.

-Hola Bella –Dijo y se acercó a besar mi mejilla como si fuera cosa de todos los días.

-Hola Jared! Cómo estás? –Pregunté feliz de que a menos uno de la manada pareciera aceptarme.

-Bien, bien! Eeeeeh… está Sam en el jardín? –Preguntó súbitamente nervioso.

-Sí, está poniendo la mesa-Le respondí.

-Eeeemmm… podría hablar con los dos por favor? –Dijo súbitamente formal.

-Sí claro –Respondí lavándome las manos y secándomelas antes de seguir a Jared al jardín. Por un momento el chico me recordó a Alice, viéndolo balanceándose en sus talones en un intento de reprimir su energía.

-Jared hermano! –Saludó Sam y se acercó a golpear su espalda y abrazarme a mí.

-Hola Sam –Dijo Jared como avergonzado.

-Jared quiere hablar con los dos, tú y yo –Le dije a Sam.


-Perfecto -Dijo Sam -Aquí estamos, para lo que necesites –Dijo señalando la mesa para que nos sentáramos. Yo fui a coger una silla para mí, pero Sam me sentó en su regazo. Me dio un poco de vergüenza estando frente a Jared, pero a éste no pareció importarle –Y? qué nos cuentas? –Preguntó Sam de un excelente humor.

-Yo… eeeeeeh… este… imprimé Dijo Jared poniéndose colorado.

-Qué? Pero eso es fantástico! -Le dijo Sam. Yo me limité a sonreírle, dándole ánimos para continuar –Y quién es la afortunada?

-Kim… tú no la conoces, ella está en la escuela de La Reserva conmigo, hemos sido compañeros de banco por años, y ayer le pedí prestado un lápiz y ella al entregármelo me miró a los ojos y BAM! Imprimación –Dijo moviendo los brazos para graficar la explosión.

-Y qué sucedió entonces? -Pregunté imaginando sus ansias por reclamarla… por reclamarse mutuamente como nos había sucedido a Sam y a mí.

-Huí –Respondió avergonzado –Sentí la fuerza de la imprimación el llamado a hacerla mía, ahí, en el salón de clases, y entonces huí…

-La dejaste sola? –Pregunté espantada. Si Sam me hubiera dejado justo después de imprimar me habría sentido enormemente rechazada, más aún al no tener explicación alguna.

-Sí –Dijo él mirando al suelo y retorciéndose las manos.

-Mierda! –Exclamó Sam –Vamos a tener que arreglar esto cuanto antes!

-Lo sé, pero no sé qué hacer… no sé cómo enfrentarla, cómo explicarle…

-Tranquilo Jared… tienes su teléfono? Sabes dónde vive? –Pregunté.

-Sí…

-Bien –Dije tomando por primera vez mi rol como imprimada del Alpha –Llama a su casa, invítala a la barbacoa…

-Y si no quiere venir? –Preguntó aterrado.

-Va a venir, su instinto va a ser más fuerte… -Expliqué –Y cuando llegue yo le voy a explicar lo que les sucedió. Si te ve a ti primero lo más probable es que terminen teniendo relaciones en el bosque antes le que le expliques nada y eso es lo último que necesitan… -Dije mirando a Sam de reojo.

-Y crees que va a funcionar? –Preguntó Jared esperanzado.

-Estoy segura –Afirmé - Anda y llámala.


%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%


Oh! Pobre Jared! Qué tal Bella de consejera? No olviden dejar sus comentarios para darme ánimo de seguir escribiendo.

Mil abrazos!

jueves, 24 de noviembre de 2011

Por qué a mí? 8




Hola a todos! Nuevo capítulo a pedido del público! No pueden decir que no hago caso a sus peticiones!

Espero que les guste este cap. y que comenten contándome qué les parece la relación Bella/Sam… es creíble? Vamos por buen camino?

Ustedes dirán.

Cariños y que disfruten!

%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%

Capítulo 8

Sígueme, seguiré junto a ti,

qué más da perderse aquí,

no dices nada, por favor di

si me despido o voy contigo.

Que tu boca es mi religión,

es mi nueva fe,

tu boca es mi salvación,

oh, sálvame.

Tu boca / Christina Rosen

Sam POV

Después de que los muchachos de la manada se hubieron retirado, me dispuse a reunir las cosas de Leah que aún quedaban desparramadas en el departamento.

Si bien no vivíamos juntos oficialmente, ella tenía parte de su ropa en mi closet ya que dormía conmigo algunas noches, y había comprado con su propio dinero algunas cosas para el hogar común… Sólo estábamos esperando que terminara secundaria para poder dar "el gran paso".

Por eso y porque parte de mí aún la amaba, fue especialmente duro reunir sus posesiones dispersas por la casa…

Había adornos que habíamos comprado juntos, fotos de ambos en los álbumes fotográficos, el televisor que ella compró con su primer sueldo trabajando como niñera, y por supuesto, su ropa en el último cajón de mi cómoda.

En una bolsa grande fui echando los diversos objetos que le pertenecían a ella incluyendo su cepillo de dientes en el baño y hasta una caja de tampones, y por último me dirigí a recoger su ropa.

Acaricié tristemente una de sus camisetas, y no pude resistir el impulso de hundir mi rostro en ella y olerla… Lo que alguna vez desató en mí el deseo esta vez me dejó indiferente. Leah simplemente ya no tenía cabida en mi vida y eso me rompió el corazón.

En fin, fue una triste tarea y me dejó bastante deprimido, por lo que quise acabar con todo lo antes posible y cargué mi camioneta con las bolsas de ropa, objetos y el televisor y me dirigí a casa de sus padres.

Para mi buena/mala suerte el que me abrió la puerta fue su padre, Harry Clearwater, miembro del Concejo, y por lo tanto una de las pocas personas que sabía de mi imprimación… la verdadera razón por la que abandonaba a su hija.

-Buenas noches Samuel –Me saludó fríamente cruzándose de brazos.

-Buenas noches Harry… vine a dejar algunas cosas a Leah –Dije mirándolo a los ojos, enfocado en no parecer débil, en no pedir perdón… Después de todo no era mi culpa el haber imprimado, y todos los del Concejo sabían que la imprimación era una posibilidad.

Harry simplemente me hizo un gesto para que pasara y en dos viajes había dejado todo lo que traía en un sillón.

Después de salir de la casa de los Clearwater me dirigí a la playa y sin pensarlo dos veces marqué el número de Bella… sólo hablar con ella me levantaría el ánimo.

-Aló –Respondió bostezando después del tercer ring.

-Hola pequeña… te desperté? -Le pregunté extrañado, después de todo eran sólo las 9:30 pm.

-Sí… me quedé dormida escribiendo un ensayo de historia… cómo estás? –Preguntó probablemente sintiendo lo tensa que estaba mi voz.

-Bien… mal… -Dije sin poder mentirle –Acabo de devolverle todas sus cosas a Leah…

-Oh Sammy, lo siento! –Dijo ella, siempre comprensiva. Cualquier otra mujer me habría hecho las cosas aún más difíciles, pero ella trataba de consolarme… mis Ancestros habían acertado con ella… era perfecta para mí.

-Está bien, todo queda en el pasado… y es mejor así –Le dije.

-Qué más te preocupa Sam? No es sólo Leah lo que te aproblema, verdad?

-No, no es sólo Leah –Respondí -La sanguijuela pelirroja… no la hemos percibido rondando desde hace días, y eso me preocupa… si tan sólo supiéramos lo que está buscando… -Suspiré. Era agotador ser el responsable de la seguridad de la Tribu y la Manada, además de tratar de proteger a la gente de Forks, y todo sin saber específicamente por qué la sanguijuela rondaba la zona.

-Eeeem… Jacob no te lo dijo? –Preguntó Bella con voz muy baja, casi un susurro.

-Decirme qué? –Pregunté –Recuerda que Jacob y yo no estamos exactamente en términos amistosos… ni siquiera puedo percibirlo cuando está en forma de lobo.

-Oh Sam! Creo que es mejor que vengas aquí… esta no es una conversación que deberíamos tener por teléfono.

-Qué sucede Bella? Qué es lo que no me puedes decir por teléfono? –Pregunté tensándome completamente.

-Ven rápido, Charlie no va a regresar hasta un par de horas, se encuentra en una cena de la policía… vamos a poder conversar tranquilos –Respondió.

-Voy para allá –Le dije y corté la comunicación, desvistiéndome. Amarré mis shorts a mi pierna y eché a correr hacia la casa de Bella, loco de preocupación. Qué podía saber ella de los motivos de la chupasangre pelirroja? Sería acaso amiga de los Cullen? Y si ese era el caso por qué no era "vegetariana"?

Mierda! El sólo pensar que mi imprimada tuviera algo que ver con ella me hizo correr más rápido que nunca, y al llegar al bosque tras la casa de Bella me transformé aún jadeante y me calcé mis shorts, y fui a tocar la puerta de la cocina.

Bella me abrió la puerta sin ni preguntar quién era, y se lanzó contra mí en un abrazo desesperado.

Yo la atrapé en el aire y la abracé con igual fervor, sin saber qué podría tenerla tan afectada… sería verdad que conocía a la chupasangre?

-Sammy lo siento tanto! –Lloriqueó en mi hombro.

-Que lo sientes? Qué es lo que sientes? –Pregunté ansioso por consolarla –Bella pequeña, qué te pasa?

-Es mi culpa, todo es mi culpa… -hipó llorando aún más fuerte.

-Bella… shhhhhh… tranquila… todo va a estar bien sólo habla conmigo para que te pueda ayudar…

-Oh Sam! Es a mí a quién busca! Es mi culpa que toda esa gente haya muerto, Victoria me quiere a mí!

Yo no pude reaccionar por un momento, demasiado atónito al escuchar que mi Bella estaba en constante peligro mortal. Mi primera reacción fue la de estrategizar para protegerla… cómo organizaría los turnos de la manada… Mmmmmh…

-Bella te tienes que venir conmigo a La Reserva… es el único lugar seguro en este momento –Le dije tratando de controlar mi temperamento y no transformarme en su cocina…

-No puedo! Charlie… -Respondió ella.

-Bella esto es serio, no puedo arriesgarte dejándote en Forks… la pelirroja se mueve entre las líneas del pueblo y La Reserva, y como Protectores La Reserva debe ser resguardada primero… pero ahora tu eres una imprimada… -Dije pensando en voz alta –Demonios! – Rugí. Todo sería más fácil si Bella no fuera blanca… si perteneciera a La Tribu podríamos informar a su padre y seguir guardando nuestros secretos ancestrales.

-Sammy lo siento, pero no me puedo mudar a La Reserva… lo que sí puedo hacer es pasar la mayor cantidad de tiempo posible allá para que ustedes puedan buscar Victoria.

-Aaaaagh! Esto no me gusta nada pequeña… pero por ahora tendrá que ser así, al menos hasta que hable con el Concejo… ahora explícame, por qué la chupasangre pelirroja está tras de ti?

-Fue todo un accidente… su pareja, James, trató de matarme –Dijo extendiendo su brazo izquierdo y mostrándome una cicatriz... una mordedura de vampiro… pero cómo? Comencé a temblar otra vez y Bella comenzó a acariciar mis brazos tratando de tranquilizarme –Shhhh... Sammy está bien… Los Cullen mataron a James y Edward chupó el veneno… pero es por eso que Victoria trata de llegar a mí… de acuerdo a Laurent, (el vampiro que mataron en el claro del bosque), ella me culpa a mí de todo…

-Bella cómo no me habías dicho nada de esto? –Gruñí furioso con ella.

-Porque pensé que Jacob ya te lo había dicho… -Respondió aun acariciándome. No pude evitarlo, me relajé contra su toque.

-Bella… Bella si te llegara a pasar algo –Dije con la voz ronca tratando de contener las lágrimas. Esta mujer me hacía débil y eso no debía ocurrir, pero así era… -Bella yo te amo, no puedo… no…

-Sammy… -Dijo ella abrazándome –Lo siento, soy un imán para el peligro, pero te prometo que voy a ser cuidadosa… Te voy a hacer caso en lo que me digas y voy a renunciar a Newton´s si es necesario para darte paz –Dijo tranquilizándome un poco con sus palabras –Ven conmigo –Me dijo –Te voy a dar de cenar, ya que Charlie no está aquí para comerse lo que le preparé.

Yo simplemente asentí y dejé que ella me llevara a sentarme en una silla frente a la mesa de la cocina. Me dejé acariciar y entonces me fijé en lo que ella vestía. Apenas una camiseta con tirantes y un short cortísimo. Estaba descalza y no parecía estar usando sostén.

Bella se movió por la cocina con confianza y tranquilidad, hablándome todo el tiempo de naderías, como calmando a una bestia salvaje. Pronto el bip del microondas me sacó de mi ensimismamiento y ella me puso al frente un plato enorme de canelones rellenos de ricota y espinaca.

-Espero que te guste… -Me dijo tímidamente –Supongo que prefieres comer carne, pero está congelada…

-Esto es perfecto –Dije sinceramente, relamiéndome –Ven aquí pequeña –Le dije y ella se acercó lentamente y yo la senté en mi regazo, y mientras con una mano sacaba bocados de comida, con la otra acaricié sus piernas desnudas –Está delicioso, tú lo preparaste? –Pregunté impresionado.

-Sí, es una receta de la abuela Swan… -Respondió acariciando mi cabello.

Yo cené y al terminar de comer lavé el plato y los cubiertos y tomé a Bella en mis brazos al sofá, donde me senté con ella nuevamente en mi sitio favorito… en mi regazo.

-Bella pequeña… necesito que te cuides… por mí… -Le rogué.

-Lo haré Sammy, no te preocupes… sólo quiero que ustedes tengan mucho cuidado al acercarse a Victoria… ella es muy peligrosa –Dijo a mi oído, enviando estremecimientos a todo mi cuerpo… y empeorando el estado de mi semi permanente erección.

-Ven aquí –Dije acercando su boca a la mía. Su fresco aliento golpeó mi rostro y ella me besó suavemente, delineando mis labios con su lengua –Pequeña te amo –Gemí agotado de luchar por estar en control. Me entregué a ella en cuerpo a para que hiciera de mí lo que deseara.

-Te amo, lobo –Me respondió masajeando mi cabello con sus pequeñas manos.

Bella movió sus manitas hacia mis hombros, acariciándome y masajeándome, haciéndome arcilla en sus manos. Mis labios se movieron a su cuello, donde la besé y lamí, dando rienda a las necesidades del lobo de marcar a su imprimada.

-Mmmmmh… Sam… -Gimió ella mientras mis manos recorrían desde su trasero a su cintura.

-Necesito… necesito hacerte mía… -Le dije.

-Soy tuya, lobo… en cuerpo y alma… -Me dijo apaciguando parcialmente mis necesidades.

-Vamos a tu dormitorio? –Le pregunté. Ella simplemente asintió con una dulce sonrisa y yo la tomé en mis brazos para subir la escalera y finalmente la deposité en su cama.

-Ven aquí –Dijo ella usando mis propias palabras. Yo me desnudé rápidamente y me recosté a su lado. Esta vez ella estaba a cargo, ella me haría el amor.

Bella se sentó junto a mí y me dijo

-Date vuelta, sobre tu estómago.

Yo obedecí y sus manos comenzaron a masajear mi espalda desde el cuello hacia abajo, deshaciendo nudos y relajándome como no creí posible bajo las circunstancias.

Luego bajó por mis nalgas hacia mis muslos, haciéndome gemir de necesidad y placer, y continuó por mis pantorrillas hasta mis pies. Y entonces comenzó a subir otra vez, masajeando desde mis pies hacia mi cuello, mientras yo estaba casi en un trance de relajación.

Mientras trabajaba en mí Bella murmuraba diciendo cosas como "Sammy mira los nudos que tienes en la espalda, te exiges demasiado", o "Lobo necesitas cuidar de ti… recuerda que sin ti yo también me muero…"

Cuando finalmente terminó me pidió que me girara y comenzó a masajear mi pecho y mi estómago. Yo cerré los ojos y la dejé hacer, pero le pregunté

-Pequeña… dónde aprendiste a hacer masajes así? Eres fantástica…

-Renee, mi mamá, nos inscribió en un curso de masoterapia, y aunque ella se aburrió a la segunda sesión, yo continué y lo terminé. Me alegra saber que el curso sirvió de algo… los masajes parecen relajarte –Dijo moviendo sus manos por mis caderas y evitando tocar mi evidente erección.

-Pequeña, todo lo que tú me haces me relaja –Le dije –Pero ahora ya no quiero más masajes… ahora te quiero a ti.

-Y yo a ti, dijo ella tímidamente. Yo me senté para besarla y ella se quitó su camiseta de tirantes mientras yo removía sus shorts. Bella me empujó hasta que estuve de nuevo de espaldas y comenzó a besar mi cuello –Me encanta tu cuerpo –Dijo entre lametazos y mordiscos.

-Y yo adoro el tuyo pequeña… -Dije sin poder dejar de tocarla, especialmente su perfectamente redondo trasero, que me volvía loco.

Bella y yo nos besamos por largo rato hasta que no pudimos aguantarnos más las ganas de hacer el amor. Ella se posicionó sobre mí y lentamente se sentó en mi erección, haciéndome gruñir de placer.

Ella asumió un ritmo lento y profundo, y me hizo olvidar por completo todos nuestros problemas con la manada, con la chupasangre y con Jacob. Bella era lo que yo necesitaba para ser un mejor Alpha, y a cada momento con ella lo confirmaba más.


%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%

Y? qué opinan? Bella ayuda a Sam a ser un mejor Alpha o es simplemente un problema más?

Ustedes son los jueces!

Reviews=love=actualización

viernes, 18 de noviembre de 2011

Por qué a mí? 7




Hola chicos! Para que vean que pienso en ustedes, aquí está un capítulo antes de lo que se lo esperaban.

Zavacullen me comentó que le parecía que el lemon del capítulo pasado había sido innecesario, pero debo discrepar. En mi historia, el impulso de imprimación es un impulso animal e ineludible, como el celo de los animales, y Sam y Bella sienten la necesidad física el uno del otro. En fin… Es mi visión de la historia y determina el cómo se desarrolla la trama… y en esta historia viene más sexi limonada!

Vicky me pidió permiso para subir a Facebook "Be mine". Como he comentado anteriormente, no me importa siempre y cuando se me dé el crédito que merezco como autora.

Eso por ahora, este capítulo se lo dedico a CaroBereCullen por ser siempre la primera en comentar.

Cariños!

%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%

-Hola? Sam? Hay alguien? –Dijo una voz femenina.

-Leah –Susurró Sam.


Capítulo 7

I don't know you

But I want you

All the more for that

Words fall through me

And always fool me

And I can't react

And games that never amount

To more than they're meant

Will play themselves out

Take this sinking boat and point it home

We've still got time

Raise your hopeful voice you have a choice

You've made it now.

Falling slowly /Glen Hansard

Bella POV

Sam se levantó inmediatamente calzándose sus shorts recortados y yo me aferré a la sábana, súbitamente aterrada… Me había mentido Sam? Estaban Leah y Sam realmente separados? Por qué entraba ella en casa de Sam de esa forma? Oh mierda! Estoy desnuda!

Sam salió de la habitación mientras yo miraba a mi alrededor buscando algo que ponerme, y pude escucharlo decir

-Leeh, qué haces aquí? –Preguntó evidentemente molesto.

-No me llames así Samuel –Respondió ella con la voz llena de resentimiento. Ok, tal vez no están juntos como temí, Leah sonaba cualquier cosa menos cariñosa.

-Qué haces aquí? –Repitió Sam con voz neutra.

-Vine a buscar el resto de ropa que dejé en tu closet. No me demoro nada en sacarla y salir de aquí –Dijo mientras su voz se acercaba al dormitorio. Yo rápidamente me puse lo primero que encontré a mano, mis bragas y la camiseta que Sam se había sacado anteriormente.

Justo cuando me estaba arreglando el cabello para hacerlo algo presentable, Leah entró a la habitación seguida de cerca por Sam, quién trató inútilmente de detenerla.

-Así es que es con esta zorra blanca con quién me engañabas? –Preguntó Leah mirándome fijamente con desprecio. Estaba claro por nuestra semi desnudez y el estado de las sábanas lo que habíamos estado haciendo, pero ese no era su maldito problema.

-Leah no te permito que trates así a Bella –Dijo Sam posicionándose frente a mí como para protegerme. Se lo agradecí, pero yo no necesitaba de un guardaespaldas –Sólo saca lo que tengas que sacar y no vuelvas a entrar a mi casa sin invitación.

-A quién vienes a tratar de zorra, perra? –Dije sin poder contenerme. Estaba claro que en una pelea Leah patearía mi trasero, ella era más alta y fuerte que yo, y por el brillo asesino de su mirada pude ver que esta no sería su primera pelea… pero algo en mi interior me impulsó a defender a mi hombre.

-Perra? Perra? Ven aquí zorra asquerosa robanovios, a ver si me lo dices de frente y a la cara –Me dijo empuñando las manos. Internamente me preparé para una pateadura de trasero, pero externamente levanté la barbilla y le dije

-Donde y cuando quieras. Ahora toma tus pilchas y te largas! –Le grité envalentonada por la adrenalina que corría por mis venas.

-Bella –Dijo Sam dirigiéndose a mí–Tranquila, Leah ya se va. Leah –Dijo mirándola con una expresión neutra -voy a reunir todas tus cosas y las voy a llevar a casa de tu madre esta noche, está bien?

-Bien! –Escupió Leah –Eres una mierda Samuel, maldito el día en que puse mis ojos en ti… y felicitaciones! –Dijo sarcástica –Se nota que tú y la zorra albina esta sois tal para cual… -Y dicho esto salió de la habitación furiosa y pudimos oír el portazo en la puerta de entrada.

-Lo siento pequeña… -Me dijo Sam volviéndose a mí con los ojos brillantes.

-No tienes nada que sentir… no es tu culpa –Le dije poniendo una mano en su mejilla –Lamento que todo esto haya ocurrido… no puede ser fácil para ti, tú la amas… -Dije casi atragantándome con las palabras.

-La amaba Bella –Me dijo abrazándome fuertemente y hablándome al oído –Ahora mi mundo eres tú, nada más importa.

-Oh… -Dije separándome un poco para verlo a los ojos –Tú… Sam.. yo… -Demonios! No sabía ni cómo decir lo que quería decir –Sam yo sé que nos conocemos muy poco… pero las nuestras no son circunstancias normales… Cuando Leah entró a la casa creí morir de celos y rabia… y eso me hace pensar que tal vez… tal vez me estoy enamorando de ti.

Sam me regaló una brillante sonrisa y me besó suavemente los labios.

-Yo también me estoy enamorando de ti pequeña… cada momento que estoy contigo el sentimiento es más fuerte… y no sólo el impulso sexual que me vuelve loco –Me dijo restregando su erección contra mi estómago –Si no tú… toda tú me hechizas… me enloqueces…

-Me gusta… tu casa –Dije absurdamente, atontada por sus bellas palabras. Lo que quería decir era que me gustaba su modo de vivir la vida tan en contacto con sus raíces. Pero él pareció entender.

-Y a mí me gustas tú –Respondió él. Sam me levantó en un abrazo y me besó apasionadamente, beso al que yo respondí aferrándome a él con todas mis fuerzas.

Esa tarde hicimos el amor lentamente, con calma habiendo saciado ya la urgencia animal que nos impulsaba a copular como conejos.

Nos tomamos nuestro tiempo para conocer el cuerpo del otro y fue hermoso… me di cuenta de que imprimación o no, me estaba siendo muy fácil enamorarme de Samuel Uley.

…oOo…

Sam POV

El sólo imaginar una confrontación física entre Bella y Leah me puso los nervios de punta. Leah seguro mataría a Bella y sería capaz de hacerlo con un brazo amarrado a la espalda. Mi pequeña era demasiado delicada, y claramente no se había enfrentado físicamente a nadie en su vida.

Afortunadamente yo estaba en medio de ellas y pude prevenir una desgracia. Ahora sólo me tendría que asegurar que Bella y Leah no se encontraran a solas en la calle o ardería Troya.

No… no lo permitiría, mi Bella debía ser protegida, y si para eso debía usar todos los recursos de los que poseía y debía poner a la manada a hacer guardia tras ella, así sería.

Pero dentro de todo… entendía a Leah… entendía su amargura.

Ella me había perdido y se había quedad sola, en cambio yo la perdí a ella a cambio el amor verdadero, el más puro que uno pudiera imaginar.

Sonreí satisfecho y besé a mi Bella una vez más. Si bien el sexo con ella era increíble, la experiencia que acabábamos de compartir de hacer el amor había sido mágica, trascendental.

Ella se estiró y se reacomodó sobre mi pecho como una gatita, ronroneando, y yo la abracé sintiendo la necesidad de fundirme con ella.

-Te tienes que ir, pequeña –Le dije muy a mi pesar.

-Noooooo… un ratito más… -Dijo sin abrir los ojos.

-Aún no es momento de que te mudes conmigo –Le dije –Y debemos respetar tu toque de queda o tu papá te va a castigar.

-Mmmmmmmh… Sammy… te quiero –Dijo besando mi cuello y enviando ondas de placer por todo mi cuerpo. Sus besos más inocentes eran capaces de encenderme como nadie nunca lo había hecho –No me eches aún… te quiero –Repitió.

-Y yo a ti pequeña… Y yo a ti. Y ahora te vas a dar una ducha y te vas a ir a tu casa antes de que cambie de idea y te rapte.

-Me raptarías? –Preguntó coqueta, mirándome fijamente a los ojos.

-Por supuesto, te amarraría desnuda a mi cama y te haría cosas deliciosas día y noche –Dije con la voz ronca de deseo, después de todo su cuerpo estaba sobre mí.

-Ráptame Sammy… -Me pidió haciendo un puchero.

-Nop –Dije con el último dejo de fuerza de voluntad que me quedaba. Me senté con ella en mi regazo y tomándola en mis brazos me dirigí al baño. La puse de pié sobre la tina y con la ducha teléfono procedí a lavarla. Ella simplemente arrugó el ceño y se dejó hacer como una niña pequeña completamente entregada.

Tuve cuidado de no mojar su cabello para que su padre no sospechara y una vez limpia la saqué de la tina y la sequé cuidadosamente.

Luego la llevé a mi habitación y la vestí, la besé delicadamente y le dije

-Lista pequeña… quieres que conduzca yo a tu casa?

-No… yo puedo hacerlo… sólo que no quiero –Dijo mirándome a los ojos.

-Ven aquí –Dije abrazándola fuertemente –Mañana volveremos a estar juntos –Murmuré contra su cabello.

-Prometido? –Preguntó esperanzada.

-Prometido –Le aseguré.

-Bien, entonces me voy… último beso? –Dijo poniéndose de puntillas. Yo la besé apasionadamente, sintiendo mi pecho contraerse de dolor al pensar en que ella me dejaría, aunque fuera por unas horas. Pero debíamos hacerlo, no queríamos tener problemas con su padre.

-Adiós pequeña… nos vemos mañana –Le dije.

-Adiós lobo –Dijo ella guiñándome un ojo y subiéndose a su camioneta.

…oOo…

Una vez que Bella se hubo ido me duché rápidamente y llamé por teléfono a la manada. Tenía que informarles sobre mi imprimación y lo que esto significaba.

Mientras esperaba que llegaran los muchachos metí un par de pizzas congeladas al horno y puse unas latas de cerveza y refrescos en el mesón. Pronto pude escuchar ruidosos pasos subiendo las escaleras hacia mi casa.

-Hola Sam –Saludó Paul e inmediatamente tomó una cerveza y se sentó en el sillón de cuero más cercano a la chimenea.

-Hola Paul, todo bien? –Pregunté abriendo una cerveza para mí.

-No me puedo quejar… de qué se trata esta reunión? Tenemos noticias de la pelirroja? –Preguntó.

-No, es otro asunto completamente distinto –Le dije –Pero tenemos que esperar al resto –Justo en ese momento entraron por la puerta Jared y Embri –Bien, ya que estamos todos podemos comenzar.

-Pero falta Jake –Dijo Embri.

-Jake no vendrá –Respondí -Eso es parte de lo que quiero hablarles… -Les dije mirándolos uno a uno seriamente –He imprimado.

-La imprimación es real? –Preguntó Paul con gesto de fastidio –Mierda!

-Es real –Confirmé –Imprimé y no es una relación fácil… imprimé en Bella Swan –Les dije.

-Quéee? –Gritaron todos.

-Pero ella es blanca –Dijo Jared.

-Pero ella es una amante de sanguijuelas –Exclamó Paul.

-Qué hay de Jacob? –Preguntó Embri.

-Qué hay de Leah? –Preguntó Paul.

-Tranquilos –Les dije con mi voz de Alpha –Como les dije, esta no es una relación fácil, he terminado con Leah y le informé a Billy Black el primer día… Ayer le informé a Jacob y eso no salió como esperaba…

-Qué dijo Jacob? Cómo reaccionó? –Preguntó Embri.

-Jacob… se emancipó de la manada –Dije con pesar –Me enfrentó en combate y yo lo vencí, pero no se resigna a aceptar la imprimación.

-Oh mierda! –Dijo Embri.

-Y estás seguro de no poder evitarlo Sam? La imprimación quiero decir? Es tan fuerte como dicen? –Preguntó Jared.

-Es aún más poderosa –Respondí mientras sacaba las pizzas del horno y las cortaba en cuartos –Es como si nada más importara en el mundo, nada excepto ella…

-Y Leah, cómo se lo tomó? –Preguntó Paul acercándose a la comida.

-Leah… como era de esperarse me golpeó y me mandó al infierno –Dije con tristeza –Pero el problema es que esta tarde apareció sin previo aviso y nos encontró a Bella y a mí… en una posición comprometedora.

-Lo estabais haciendo? –Preguntó Embri con una sonrisa infantil en su rostro.

-No… pero lo habíamos hecho, ella estaba media desnuda y se enfrentaron… -Reconocí.

-A golpes? –Preguntó Jared con la boca llena.

-No, a insultos. Leah llamó a Bella zorra albina y Bella la llamó perra… al final eché a Leah de la casa y apacigüé a Bella, pero debemos estar atentos… la manada debe proteger a la imprimada –Ordené.

-Si, si, si… -Dio Paul –Cuándo nos la vas a presentar oficialmente?

-Para qué si ya todos la conocen? –Pregunté.

-Porque la última vez que nos vimos casi me la como –Respondió –Y si Bella Swan va a ser la próxima esposa del Jefe de la Tribu, me gustaría tener la oportunidad de empezar de nuevo –Dijo y le dio un trago a su cerveza.

-Pues me parece muy bien –Dije agradecido de que los muchachos se lo hubieran tomado todo tan bien –Qué les parece una barbacoa? –Les pregunté.

-Tu chica cocina? –Preguntó Jared –Porque lo que es Leah… -Dijo arrugando la nariz.

-Supongo que si –Dije –Después de todo le prepara la cena al Jefe Swan todos los días.

-Entonces todo está arreglado! El sábado por la noche tenemos barbacoa! –Exclamó Embri.

-Podemos llevar chicas? –Preguntó Paul.

-Si –Respondí.

-Sólo quisiera que Jacob pudiera estar presente –Dijo Embri.

-También yo –Respondí pensativo –También yo.


%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%


Reviews=love=actualización

miércoles, 16 de noviembre de 2011

Por qué a mí? 6




Hola chicos! Qué tal? Aquí les traigo la actualización que tanto me han pedido. Esta va a dedicada a Max kaDaR porque en este capítulo viene lo que ella me pidió y a LalyCullen2010 porque hoy es su cumpleaños. Felicidades!

Espero que me ayuden a escribir esta historia con sus comentarios y por ahora, simplemente disfruten!

%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%

Capítulo 6


Estamos solos en la selva

y nadie puede venir a rescatarnos

estoy muriéndome de sed

y es tu propia piel la que me hace sentir este infierno

Te llevaré hasta el extremo

te llevaré, abrázame

este es el juego de seducción

Juegos de seducción /Soda Stereo

Bella POV

Nuestro viaje hacia la Reserva fue tranquilo y sin incidentes. Dejé a Sam conducir ya que sólo él sabía el camino a su casa, y él manejó todo el camino con una de mis manos entre las suyas. Casi no hablamos, sumidos en un cómodo silencio, y aproveché para observarlo sin que él se diera cuenta.

Sus rasgos indígenas estaban bien marcados, no sólo en el color de su piel sino en detalles como sus altos pómulos y carnosos labios. Su nariz era recta y proporcionada, pero lo realmente destacable de su apuesto rostro eran sus ojos. Sam mostraba toda la intensidad de lo que sentía a través de sus ojos.

Eran de color avellana, de un café con más matices que mis propios ojos, y estaban enmarcados en un set de pestañas largas y oscuras que serían la envidia de cualquier chica. Cuando Sam me miraba fijamente mis entrañas se contraían y dejaba de ser responsable de mis actos… me consumía por completo.

-Llevas mucho rato observándome… ves algo que te guste? –Preguntó con una sonrisa en el rostro y si apartar los ojos del camino. Ja! Y yo que pensé que lo observaba sin que él se diera cuenta!

-Muchas cosas –Respondí con un susurro, sin querer romper de todo el silencio.

-Ya estamos llegando –Me dijo –Este es mi hogar –Dijo estacionando la camioneta en la zona "comercial" de La Push. Frente a mi estaba un local con un simple letrero que decía "ferretería", y desde la calle pude ver que Jared estaba atendiendo el local.

-Y tú vives en el segundo piso? –Pregunté viendo una escalera que subía por el costado de la construcción.

-Sí, subamos –Me dijo posando su cálida mano contra mi espalda baja. Un escalofrío me recorrió ante el simple contacto y le sonreí agradecida de tenerlo a mi lado. Hoy conocería más de Sam y eso me daba cierta tranquilidad con respecto a nuestro futuro… si él era mi alma gemela seguro me gustaría lo que encontraría en su casa.

Subimos la escalera y Sam abrió la puerta sin usar la llave… estaba abierta. Yo lo miré extrañada y él simplemente se encogió de hombros y me dijo

-Mi casa es como nuestro cuartel, todos los chicos entran y salen a voluntad, no vale la pena cerrar la puerta.

-Y si te entran a robar? –Pregunté como buena hija del jefe de policía local.

-La tasa de delincuencia en La Push es sorprendentemente baja Bella, todos estamos emparentados de alguna manera u otra, y además nadie entraría a robarme a mí… Recuerda que soy el jefe de la Tribu.

-Oh siempre, se me olvida ese detalle… -Dije sonrojándome.

En ese momento entramos a la casa. Era un espacio abierto y amplio con una gran cocina-comedor y un living con una chimenea y grandes sillones de cuero desgastado cubiertos con mantas de tejidos tradicionales. Era un espacio masculino y hogareño a la vez, e inmediatamente me sentí cómoda ahí.

-Quieres el tour? –Me preguntó casi tímidamente.

-Sí, claro –Respondí tímidamente. El encontrarme a solas con él me estaba comenzando a afectar, era como si su olor y su presencia por sí solos fueran suficientes para encenderme y hacerme tener toda clase de pensamientos impuros basados en nuestro único encuentro en el bosque.

Lo que sentía era mucho más animal… y estar en su "territorio" me encendió a niveles insospechados.

Pero él actuaba tan compuesto, tan… caballerosamente que estuve segura de que eran sólo mis hormonas adolescentes jugándome una mala pasada y volví a concentrarme en lo que Sam me decía.

-Como puedes ver la cocina domina el espacio porque mi madre solía cocinar sus pasteles aquí. La manada se alimenta aquí a menudo, así es que el refrigerador –Dijo apuntando un refrigerador de tamaño industrial –Siempre está lleno y a disposición de los muchachos. Los sillones del living solían pertenecer a mi abuelo, y las mantas fueron tejidas por mi abuela materna.

-Son preciosas –Dije admirando los coloridos tejidos.

-Por aquí –Dijo tomando mi mano –Está el baño –Y abrió una puerta para mostrarme un sencillo cuarto de baño inmaculadamente limpio. No pude dejar de pensar que probablemente Sam había hecho un aseo profundo a la casa antes de mi visita… ningún hombre que yo conociera mantenía así su casa… y no es que yo conociera a muchos hombres.

El baño contaba con una gran bañera con patas de bronce y no pude evitar imaginarme sumergida en ella, rodeada de burbujas y recostada cómodamente… entre las piernas de Sam. Mierda! Sí que estaba como en celo, no podía dejar de soñar despierta con él cogiéndome como el primer día.

-Me… gusta tu tina –Balbuceé por decir algo. Él sonrió y abrió la siguiente puerta

–Este de aquí es el que solía ser mi dormitorio, pero hoy lo uso como dormitorio de huéspedes, en caso de que alguno de los chicos necesite un lugar dónde pasar la noche –Dijo mientras me mostraba una habitación pintada y decorada en tonos de azul. La cama queen estaba cubierta por un edredón hecho a mano y sobre el respaldo había colgado un enorme atrapa-sueños. En el suelo había una mullida alfombra de piel de oso y las cortinas estaban abiertas, dejando entrar la escasa luz del sol de la tarde.

-Me gusta mucho… -Dije imaginándolo dormido en esa cama… de pronto tuve el deseo más absurdo de verlo dormir plácidamente junto a mí, después de hacer el amor. Oh dios, me estaba mojando sin estímulo alguno! Me pregunté si él podría oler mi excitación y apreté fuerte las piernas, creando de paso un poco de fricción, lo que casi me hizo cerrar los ojos y gemir de placer.

-Y por último –Dijo abriendo la puerta –Mi dormitorio.

Era un cuarto más grande que el anterior, con una cama enorme al medio. El respaldo y los veladores eran de madera trabajada rústicamente, y se veía añejada por el tiempo. Las paredes eran de madera barnizada y el edredón era tejido a telar con intrincados diseños en colores tierra.

Yo entré y me sentí invadida por su olor, cerré los ojos y toqué con los la punta de los dedos el borde de su cama, tratando de controlarme. Mi corazón latía fuertemente y creo que estaba comenzando a transpirar.

-Bella –Dijo dando un tirón a mi mano hasta hacerme girar y enfrentarlo –Estás bien?

-Sí –Respondí –No es nada… estoy un poco… distraída.

-Bella –Dijo respirando profundo –Yo… también lo siento…

-Sentir? –Pregunté haciéndome la loca –Sentir qué?

-El impulso… el deseo… -Respondió.

-Sam yo… -Enrojecí violentamente. No quería ser tan evidente demonios!

Sam cortó mis balbuceos tomando mi rostro entre sus manos con toda delicadeza, y posó un suave beso en mis labios.

-Bella –Dijo con voz ronca –No hay nada de qué avergonzarse… eres mía y yo soy tuyo –Y me volvió a besar. Pero esta vez no me pude contener y lo besé con todas mis fuerzas, con todas mis ganas malamente reprimidas. Tomé su cabello entre mis manos para evitar que se alejara e introduje mi lengua en su boca.

Él respondió con la misma intensidad, y nuestras lenguas danzaron por varios minutos mientras mis manos se movían entre su sedoso cabello y sus enormes y musculosos brazos.

Finalmente debimos separar nuestros labios, jadeantes, para poder respirar. Sam apoyó su frente contra la mía y su mirada expresaba tanto deseo como el que sentía yo.


-Bella –Me dijo con voz ronca –Este es el momento de detenerte… si no quieres que te tome aquí y ahora dímelo porque te deseo como nunca he deseado a nadie en mi vida y no sé si podré detenerme.


-Yo también te deseo… tómame Sam –Respondí, todo pensamiento de responsabilidad o tomarse las cosas con calma salieron por la ventana. Yo necesitaba tener su piel desnuda contra la mía y la calentura nublaba mi mente de cualquier otra cosa.

Sam emitió un gruñido y sus manos se movieron a mi trasero mientras su boca buscó la mía. De un salto enredé mis piernas en su cintura y moví mis caderas para frotar mi centro contra su erección.

-Agh… pequeña me vuelves loco –Dijo atacando mi cuello mientras mis uñas se clavaban en su camiseta.

-Mucha… ropa –Jadeé tironeando su camiseta mientras él seguía besando desde mi clavícula hasta ese punto detrás de mí oreja que me volvía loca.

Sam finalmente se separó de mí lo suficiente como para ayudarme a sacar su camiseta y girándose me depositó sobre su cama.

Yo comencé de inmediato a acariciar sus pectorales y sus músculos abdominales mientras lo besaba y él trataba de sacarme mi camiseta sin dejar de besarme. Por último me la sacó y jadeó al verme sólo en mi brassier.

Pero no había tiempo para quedarnos mirados embobados, la necesidad me consumía y podía ver que aunque él trataba de controlarse la lujuria también le estaba pasando la cuenta.

El aroma de su cuerpo y el calor de su piel me tenían embriagada, y no me resistí a lamer su cuello, justo sobre la yugular.

-Mierda Bella si sigues así te voy a coger sin preámbulos –Gimió Sam desabrochando mi sostén.

-Oh Sam… -Gemí mientras sus manos acariciaban mis pechos, rodeando los pezones con sus dedos, haciéndolos ponerse duros e hipersensibles.

-Levanta las caderas –Me dijo abandonando mis pechos para desabrochar mis pantalones. Inmediatamente sentí la pérdida de su contacto y gemí de frustración. Él me sacó rápidamente mis jeans y las bragas dejándome desnuda y mojada frente a él.

-Tus jeans –Le ordené mientras él me miraba embobado, yo de rodillas y con las piernas entre abiertas en su cama, si atisbo de vergüenza, demasiado poseída por mi lujuria.

Sam lentamente y sin dejar de mirarme de un modo predatorio se sacó los jeans y los dejó caer en el suelo. Tal como la primera vez no traía ropa interior y al verlo frente a mí, desnudo y excitado, el deseo se desató con más fuerza en mi bajo vientre.

-Eres preciosa pequeña –Dijo sin acercarse a mí.

-Te deseo lobo… ven a mí –Respondí sin saber de dónde venía esta repentina valentía y desfachatez para decir las cosas.

Sam se acercó lentamente hasta quedar a centímetros de mí. Podía sentir mis poros dilatarse ante el calor de su cuerpo, pero no nos tocamos.

Mirándome a los ojos y muy despacio, Sam llevó su mano a mi centro, comprobando lo mojada que estaba, lo lista que estaba para él.

Mis ojos rodaron hacia atrás junto con mi cabeza, y gemí sonidos incoherentes mientras sus dedos recorrían mis pliegues lento, y con su otra mano acarició su propia erección.

-Saaaaam! –Gemí necesitando más, necesitándolo a él profundamente asentado dentro de mí.

-Tranquila pequeña, es sólo que no quiero hacerte daño –Dijo penetrándome con dos de sus dedos, moviéndolos dentro de mí, ensanchándome, preparándome para recibirlo.

Mis manos recorrieron desde su pecho hasta su sexo, y lo acaricié por sobre su mano, tomando el control de las suaves embestidas que se estaba regalando. En la punta de su erección había una gota de líquido pre seminal que esparcí con mi pulgar, y fue su turno de gemir y rodar los ojos, abrumado por las sensaciones.

Me acerqué más a él mientras su mano obraba maravillas en mi sexo y acerqué su erección a mi entrada, moviéndola desde mi clítoris hacia atrás, una y otra vez, hasta que mis caderas comenzaron a proyectarse hacia adelante buscando más.

Sam había tenido suficiente, su autocontrol no era de hierro y me empujó sobre la cama de espaldas y se abalanzó sobre mí, enterrándose en mi cuerpo en un solo movimiento.

-Ooooh! Mmmmmmh –Gemí al sentirme llena de él, deleitada pero necesitando más, mucho más.

Sam comenzó a mover sus caderas penetrándome y saliéndose de mí a un ritmo enloquecedor, y yo abracé su cintura con mis piernas, ayudándome con los talones para proyectar mis caderas hacia él.

Hicimos el amor enfervorecidos, sin dejar de mirar, besar, chupar ni morder, enloquecidos en el frenesí de la copulación animal, puro instinto y deseo.

Cuando sentí que el fuego de mi cuerpo comenzaba a asentarse en vi bajo vientre y mis paredes se contrajeron grité su nombre, y unas embestidas después Sam se corrió rugiendo el mío.

Descansamos en silencio y abrazados, nuestras extremidades entrelazadas y nuestras respiraciones acompasadas. Sam Besó mi frente dulcemente y me dijo

-Eso estuvo increíble pequeña…

-Tú eres increíble lobo –Dije besando su pecho justo sobre su corazón.

Nos quedamos adormilados y saciados por un rato, respirando al unísono y besándonos lánguidamente, hasta que se escuchó el sonido de la puerta y ambos nos sentamos en la cama intercambiando miradas de pánico.

-Hola? Sam? Hay alguien? –Dijo una voz femenina.

-Leah –Susurró Sam.


%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%

Uuuuuuh! Pelea de chicas! O no? Ustedes dirán, este es su fic, yo sólo lo escribo.

Reviews=love=actualización.

sábado, 12 de noviembre de 2011

Por qué a mí? 5




Hola chicos! Lo siento por la demora en actualizar, pero como ya les había dicho, estoy descansando un poco de la escritura, o más bien estoy explorando nuevas historias, y recargando pilas, y "Por qué a mí?" será actualizada en base a las reviews que reciba.

Este capítulo se lo dedico a AMY, que me ha entregado unas reviews largas y muy interesantes. Gracias a lectores como ella y muchos otros es que sigo escribiendo en FF. Me emociono cada vez que veo un comentario o un favorito en mi email, créanme, soy así de nerd. Jejejejejejejeje.

Denle una mirada a "Medianoche", una historia corta que publiqué y está completa, son sólo 2 capítulos de un Bella/Jasper All Human. Creo que les gustará.

Un abrazo cariñoso y espero que disfruten!

%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%

Capítulo 5



Que no quiero más chulos que no traen un duro

Ni tíos muy feos con un gran empleo

Que no quiero borrachos ni locos de atar

Ningún mamarracho que me haga llorar

Ni chicos perdidos buscando a mama

Ni tipos muy finos que luego te la dan

Alguien que cuide de mí

Que quiera matarme

Y se mate por mí

Alguien que cuide de mí

Que quiera matarme

y se mate por mí.

Alguien que cuide de mí / Christina Rosenvinge

Jacob POV

Sam y Bella… Sam imprimó en Bella… Sam me quiere quitar a Bella.

Llevo meses enamorado de ella y él la ve una vez y se cree su dueño? Qué mierda es esto? Y por qué tengo que soportarlo? Según las leyendas yo soy el legítimo Alpha… no me tengo que doblegar ante nadie…

Lo último que escuché de él fue "Jacob… lo siento", y entonces dejé de escuchar su voz en mi mente. Me cerré completamente a él y sentí el poder de mis Ancestros correr por mis venas, dándome la autoridad de un Alpha… el legítimo jefe de la Tribu. Dejé de lloriquear y me levanté, poderoso y enloquecido de furia.

Y entonces lo ataqué con más fuerza que antes, cegado por la rabia, dispuesto a matar.

Sam no me atacó, sino que simplemente se dedicó a esquivar mis mordiscos y zarpazos. Él tenía más experiencia que yo en combate y en este cuerpo de lobo, y además era más grande y fuerte… el combate no duró mucho… De pronto me vi aplastado contra el suelo con los dientes de Sam en mi garganta. Él había ganado este primer combate.

A regañadientes, no me quedó otra que someterme y transformarme en humano. Sam me liberó de inmediato y se transformó también.

-Jacob… qué has hecho? –Preguntó luciendo sorprendido y preocupado.

-Eres un traidor Samuel, y no voy a seguir a un miserable como tú –Respondí lleno de rabia.

-Jacob tú no estás listo para ser el Alpha! Cómo piensas hacerte cargo de la manada?

-Yo no quiero ninguna manada, lo que quiero es liberarme de ti y recuperar a Bella antes de que tú le laves el cerebro como has hecho con todos los demás! –Grité.

-Jacob habla con tu padre él te puede explicar mejor las cosas, pero te advierto, no pueden haber 2 Alpha en la Tribu… simplemente no es posible.

-Entonces mejor vas empacando tus maletas –Le dije –Porque yo no voy a ningún lado –Dije cruzándome de brazos.

-Jacob por última vez te lo repito, Bella es mía, Los Ancestros lo decidieron, ella lo acepta, solo quedas tú por aceptar la realidad… -Imploró.

-Nunca! –Exclamé –Yo sé que ella me ama… muy dentro de sí ella me ama… sólo es cosa de tiempo para que lo acepte, y no voy a permitir que tú interfieras con lo nuestro!

-Jacob –Dijo en tono cansado –No hay "lo nuestro" entre ustedes salvo una linda amistad. Lo siento, ya te lo dije, esto no se suponía que sucediera, pero pasó y no hay nada qué hacer salvo asumir que ella no es para ti, así como Leah no es para mí.

-Eres un cerdo! –Exclamé –Cómo pudiste hacerle esto a Leah después de todos estos años juntos?

-No la estoy engañando –Respondió –Yo terminé con ella en cuanto supe que había imprimado en Bella. Luego hable con Billy y con Bella, y ahora estoy hablando contigo… quiero hacer las cosas bien Jacob, no me lo hagas más difícil –Dijo con el rostro reflejando compasión. Quise golpearlo más que nada, pero supe que él ganaría cualquier pelea entre nosotros… por ahora.

-Ándate a la mierda –Dije dándole la espalda para regresar a mi casa a hablar con mi padre… y esperando de todo corazón que Billy no resultara ser otro traidor.

…oOo…

Bella POV

Al llegar a casa cociné y luego me fui a mi dormitorio a pensar y relajarme un poco. Sam… quería realmente a Sam en mi vida permanentemente? Creo que si… luego del abandono de Edward necesitaba saber que no sería dejada nuevamente.

Tal vez Los Ancestros sabían lo que hacían al unirme a él. Tal vez lo que necesitaba era tener fe en que todo sería para mejor.

Revisé mi teléfono, el que tenía en modo "silencio" desde que entré a la escuela por la mañana y vi que tenía un montón de llamadas perdidas de Jacob… pobre, tal vez llamaba para disculparse por lo ocurrido el día anterior, sin saber que la que verdaderamente tenía que disculparse era yo…

Pero… tenía realmente que disculparme? O sea… no es como si Jake y yo fuéramos novios ni nada por el estilo, nuestra amistad era sólo eso, una simple amistad.

Pero yo sabía que Jake quería mucho más conmigo y al aceptar a Sam estaba haciéndole daño a una de las personas más importantes de mi vida…

Tenía yo la opción de no aceptar a Sam? Qué sucedería si ignoraba los sentimientos que tenía por él. Esos sentimientos que parecían hacerse más intensos con el paso de las horas… No, no renunciaría a mi oportunidad de ser feliz por Jacob… sería egoísta y m concentraría sólo en lo que me hacía bien… Tal vez Jake entendería, después de todo si verdaderamente era mi amigo se alegraría de que hubiera encontrado a mi alma gemela.

Oooooh! A quién trato de engañar? Jake es fantástico, pero no es perfecto… nunca me perdonaría el darle una oportunidad a otro que no fuera él!

Charlie llego en ese momento interrumpiendo mis cavilaciones y yo bajé a saludarlo y a servir la comida.

-Cómo han estado las cosas, Bells? –Preguntó.

-Bien… -Dije sin saber si contarle sobre Sam.

-Alguna novedad? Te ves diferente… -Me dijo mientras se echaba un enorme bocado a la boca.

-Mmmmh… estoysaliendoconSamUley –Dije y me eché un trozo de carne a la boca

-Que tú estás qué? –Se atoró Charlie.

-Saliendo… con Sam… Uley… -Dije mirando mi plato.

-Bella… él… no es muy mayor para ti? –Preguntó Charlie más asombrado que preocupado.

-Ugh! Un poco mayor, sí… pero yo ya soy mayor de edad y puedo salir con quién quiera –Dije poniéndome el parche antes de la herida, antes de que me pudiera prohibir ver a Sam o alguna burrada como esa.

-Y qué hay de Jacob? –Preguntó.

-Y qué hay de él? –Respondí –Jake es mi amigo y lo quiero como tal.

-Tú sabes que esto le va a doler…

-Y qué puedo hacer? –Pregunté cabreada, más conmigo misma que con Charlie –No salir con nadie nunca más porque Jake cree que soy suya?

-Cálmate Bella, yo sólo estoy preguntando… -Respondió levantando las manos.

-Lo siento papá… no, no sé qué va a pasar con Jacob… -Dije honestamente.

…oOo…

Esa noche antes de acostarme recibí una llamada de Sam…

-Hola? –Respondí nerviosa.

-Bella? Oh dios, te extrañaba… -Dijo suspirando aliviado.

-Yo también te extrañé… -Susurré –Hablaste con Jacob?

-Sí –Me respondió simplemente.

-Y…?

-Y me atacó… -Comenzó a decir.

-Sam! Estás herido? –Pregunté levantándome de la cama, dispuesta a correr a La Push si fuera necesario para ayudar a sanar sus heridas.

-No Bella, tranquila… yo soy más grande y fuerte que Jacob, además soy más experimentado… no me hizo ni un rasguño… y antes de que preguntes, no, yo tampoco lo herí a él.

-Entonces está todo bien? –Pregunté aliviada.

-No Bella, me temo que tenemos problemas… Jacob no acepta nuestra imprimación y cuando vio que no me pudo vencer físicamente… se emancipó de la manada… yo ya no soy su Alpha.

-Es eso posible? Pueden haber 2 Alphas? –Pregunté shockeada.

-Aparentemente si… Yo soy Alpha por ser el primero en convertirse, el mayor y el más fuerte, pero Jacob es Alpha por sus derechos de nacimiento…

-Y qué vas a hacer? –Pregunté sintiendo en carne propia la preocupación y desazón de Sam.

-Por lo pronto, dejar que el Concejo decida. Si ellos me piden dimitir y entregarle la Tribu a Jacob lo haré sin chistar. Pero no creo que eso suceda, Jake es aún muy joven y volátil para poder hacerse cargo de las responsabilidades que implica el puesto.

-Demonios! Y qué hay de mí? Qué dijo acerca de nuestra amistad? –Pregunté sintiéndome egoísta al sólo mencionarlo.

-Jacob reclama que tú le perteneces, y que la imprimación es algo que inventé yo para lavarte el cerebro… -Respondió

-Eso es ridículo… yo lo siento… el lazo… la necesidad… a lo mejor si le explico… -Tartamudeé atónita.

-No Bella! No puedes hablar con él salvo por teléfono! Jacob está más inestable que nunca, y yo no tengo poder sobre él… por favor Bella… no quiero que tengas la impresión de que trato de controlarte, pero dale tiempo para que acepte su situación –Me imploró Sam con voz extremadamente preocupada.

-Está bien, intentaré llamarlo… dónde está Jacob ahora? –Pregunté.

-Le pedí que fuera a hablar con Billy, él es el que mejor conoce las leyendas y es el único al que Jacob puede llegar a escuchar.

-Lo siento Sam… -Dije tratando de hacerlo entender lo profundo de mis sentimientos.

-Qué es lo que sientes pequeña? Tú no tienes la culpa de nada… -Me dijo.

-A lo mejor no, pero pareciera que los problemas me persiguen…

-Olvídate de eso… todo se va a solucionar, ya verás -Me dijo –Y tú? Hablaste con tu padre?

-Sí –Respondí –Todo está en orden…

-Aprobó nuestra relación? –Preguntó él entusiasmado.

-No tiene nada que aprobar –Respondí orgullosa –Pero si, aprobó! –Exclamé.

-Pequeña no sabes el peso que me sacas de encima… no me gustaría pelearme con el jefe de policía encima de todo lo demás.

-Ahora qué estás haciendo Sam? –Pregunté.

-Preparándome para acostarme –Respondió reprimiendo un bostezo.

-Descansa entonces… nos vemos mañana? –Pregunté esperanzada.

-Sí, mañana vas a conocer mi casa… si es que lo deseas… -Dijo inseguro.

-Bien –Afirmé -Me muero por conocer tu hogar.

-Descansa pequeña… -Me dijo con voz dulce, casi un suspiro.

-Descansa Lobo –Le respondí. Cortamos la comunicación y me quedé dormida casi de inmediato.

…oOo…

Al día siguiente me desperté temprano y recorrí mi rutina matinal habitual más contenta de lo que había estado en meses. Me sentía fantástica, y todo gracias a Sam… Ese hombre era una roca a la que me podía aferrar cuando me sintiera sola o perdida… Me hacía sentir fuerte e independiente… y eso que apenas si lo conocía!

En el colegio todo el mundo me dio miradas raras y varios curiosos me preguntaron quién era el indio grandote que me había ido a buscar el día anterior, pero los ignoré a todos lo mejor que pude diciéndoles que se metieran en sus propios asuntos.

Jessica me sacó de quicio con sus preguntas y le grité en medio del pasillo de camino al salón de clases que me dejara en paz.

Me sentí increíble, quería hacer eso desde hacía meses y su mirada atónita fue virtualmente impagable.

Cuanto más se acercó la hora de salir, más nerviosa me fui poniendo, hasta que mi estómago era como un montón de mariposas revoloteando inquietas.

Cómo nos saludaríamos? Me besaría? Quería yo que me besara, promoviendo aún más los chismes de la escuela? Me importaban los chismosos? Mi aliento olía bien? Me comí una menta por si acaso… Oh que suene luego la bendita campana!

Cuando llegó la hora de salir lo busqué en el estacionamiento y lo vi esperándome junto a mi camioneta, vistiendo jeans recortados, una ajustada camiseta gris y zapatillas deportivas. Estaba apoyado en el capó con los brazos cruzados sobre su pecho, y al verlo simplemente no me pude contener. Corrí hacia él y él me recibió en un abrazo que me consumió por completo. Por fin estaba rodeada de su olor, de su calor, del sentido de seguridad que me proveía el estar junto a él.

Me puse de puntillas y mirándolo a los ojos le dije

-Hola lobo…

-Hola pequeña –Me respondió acercando lentamente su boca a la mía. Cuando faltaban sólo un par de centímetros se detuvo, dejándome a mí la opción de besarlo. Y lo besé, tomando su labio inferior entre los míos lo lamí, generando un gruñido de su parte. Él puso una de sus manos en mi nuca y la otra en la cintura y me besó con todas sus ganas, toda su necesidad de mí.

El tiempo pareció extenderse eternamente, no sé cuántos minutos estuvimos parados ahí, simplemente besándonos, pero cuando nos separamos, jadeantes, habíamos reunido una pequeña multitud a nuestro alrededor.

Le entregué las llaves de la camioneta a Sam, él abrió mi puerta y luego se apresuró en subirse al lado del conductor. La multitud se disipó y nosotros partimos rumbo a la casa de Sam.


%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%

Oh! qué sucederá en casa de Sam? Jejejejeje depende de ustedes chicuelos, ya saben cómo va la cosa, Reviews=love=actualización.

jueves, 10 de noviembre de 2011

Medianoche 2




Hola! Como ven, aquí estoy posteando la segunda parte de Medianoche, antes de lo que se habrían esperado. Ustedes saben que yo no retengo los capítulos, sino que publico en cuanto los tengo listos.

Gracias a quienes opinaron y agregaron esta historia a sus favoritos.

Advertencia: Lemons, si no es lo suyo, vayan a leer otra historia!

Que disfruten!

%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%

Medianoche 2


Algo nuevo en que confiar

Nada muy tradicional

Un lenguaje con el cuerpo

Con las manos, las caderas

Con las piernas, con tu voz

Tu voz...

Ay amor, solo por esta noche...

Sólo por esta noche / Joe Vasconcellos

Bella POV

Sus manos recorrieron mi cintura y se arrodilló frente a mí, besando mi estómago. Sus labios eran suaves y sus besos sensuales, y yo eché la cabeza hacia atrás disfrutando de las sensaciones.

-Mereces ser adorada como una diosa –Me dijo con un marcado acento sureño –Eres irrealmente hermosa…

-Gracias vaquero –Respondí con una sonrisa. Oh dios! mi fantasía no le había hecho justicia a este hombre, era mucho más sexi en persona de lo que me imaginé en mis sueños…

-Te quieres quitar el brassier para mí, cariño? –Preguntó y yo asentí mordiéndome el labio. Mis pechos quedaron al descubierto y algo entre un gemido y un gruñido escapó de su garganta.

Sus labios subieron desde mi estómago hacia mis pechos, y tomó uno de mis pezones en su boca y succionó fuerte, haciéndome gemir.

-Oh dios! –Dije jadeante.

-Jasper –Respondió –Mi nombre es Jasper.

-Oh Jasper! –Gemí cuando volvió a lamer mis pechos, dedicando igual atención a cada uno.

Mis manos se enredaron en su cabello y mi espalda se arqueó hacia él, queriendo más, demandando más.

-Dime cariño, qué es lo que deseas? –Me dijo delineando mi clavícula con su lengua.

-A ti… -Gemí, y él se volvió a apoderar de mi boca apasionadamente, besándome y mordisqueando, haciéndome gemir su nombre una y otra vez.

-Cuál es tu nombre preciosa? –Dijo poniéndose de pié. Oh era tan alto, bordeando el 1.90 mt, y su tamaño me hizo sentir frágil y delicada.

-Isabella… pero me dicen Bella –Respondí.

-Bella… muy apropiado cariño –Yo fruncí las cejas en señal de molestia –Qué sucede?

-Tienes mucha ropa puesta –Respondí.

-Entonces ayúdame con ese problema –Me dijo. Yo inmediatamente comencé a desabrochar los botones de su camisa y a descubrir su pecho musculoso y bien trabajado.

Una vez que terminé con los botones lancé la camisa detrás de mí, haciéndolo reír ante mi impaciencia, y me vi enfrentada a sus jeans.

-Puedo? –Pregunté.

-So todo tuyo cariño –Dijo él abriendo los brazos, entregado completamente. El olor de su perfume me intoxicó, y sin pensarlo besé su pecho mientras palpaba su erección por sobre sus jeans –Ogh! Bella dios! –Exclamó cerrando los ojos. Su rostro plasmaba el placer que sentía haciéndolo más hermoso aún, y eso me dio el impulso que necesitaba para desabrochar sus pantalones cuidadosamente… Oh mierda! No usaba ropa interior!

Pasado el shock inicial me arrodillé frente a él y relamiendo mis labios procedí a remover una y luego la otra bota, sus calcetines y sus jeans, dejándolo completamente desnudo frente a mí.

Lo miré a los ojos y pude ver que estaban nublados por la pasión y que, tal como yo, no sería capaz de seguir alargando este momento.

Con mi mano derecha tomé su erección y bombeé 2 veces, haciéndolo jadear, y sin dejar de mirarlo a los ojos lamí la punta de su pene recolectando la gota de humedad que se había reunido ahí.

-Ogh Bellaaa! –Gimió y eso me dio pié para seguir lamiendo desde la base de su erección hasta a punta, mientras mi mano derecha bombeaba y la izquierda acariciaba sus testículos. Cuando ya sentí que había tenido suficiente preámbulo, lo tomé en mi boca, dejándolo entrar lo más posible y manejando el resto con mi mano. Sus manos se movieron a mi cabeza y mi hombro, sin llegar a empujarme ni marcar el ritmo, sino más bien buscando apoyo.

Pude sentir sus piernas temblar y una sarta de maldiciones salió de sus labios.

-Bella, voy a… voy a acabar –Dijo jadeante, y yo succioné más fuerte, llegando más profundo en mi garganta, hasta que con un sonido mescla de gemido y gruñido él liberó su semilla, la que tragué rápidamente.

Me puse de pié y él cayó sentado en la cama con una sonrisa soñadora y sus ojos fijos en mi cuerpo.

-Eres la mujer más hermosa que he visto en mi vida cariño, y te voy a coger con esos zapatos puestos… -Dijo enviando escalofríos de placer por mi espalda.

Sus manos abarcaron nuevamente mi cintura acercándolo a él y me besó, poniéndose de pié, saboreándose en mi boca. Me empujó hacia una de las paredes de la habitación y se arrodilló frente a mí, jugando con los bordes de mi tanga.

-Mmmmmh… esta se queda o se va? –Se preguntó acariciando mis piernas –Aunque adoro como te ves en ella creo que se va –Dijo deslizándola entre mis piernas. Yo levanté mis pies para liberarme de la tanga quedando desnuda excepto por mis Manolos plateados frente a mi desconocido (ahora conocido simplemente como “Jasper”) –Mierda cariño… te depilaste para mí? –Me preguntó, y aunque sentí un poco de vergüenza asentí mordiéndome los labios.

Su respuesta fue un gruñido y con sus dedos comenzó a acariciar mi sexo, haciéndome separar las piernas para tener mejor alcance.

-Te voy a hacer acabar con mis dedos –Me dijo –Y después te voy a coger contra la pared… te parece un buen plan cariño? –Me preguntó mientras impulsaba un dedo dentro de mí.

-Oh sí! –Gemí cerrando los ojos, demasiado caliente como para negarle nada a este dios que me estaba haciendo gozar enormemente con sólo tocarme.

-Bien –Dijo bombeando en mi interior mientras con su otra mano acariciaba mi hinchado clítoris –Te gusta así cariño?

-Oh! Oh! mmmmmh! –Dije sin poder articular palabra.

-Mmmmmmh… sé que dije que te haría acabar con mis dedos, pero no me resisto a probar tu sexo –Dijo levantando mi pierna derecha y apoyándola en su hombro –Está bien si te doy una probadita? –Preguntó con risa en los ojos.

Yo respondí aferrando mis dedos a sus risos rubios y él lamió mi sexo a todo lo largo.

-Mmmmmh… deliciosa –Dijo comenzó un movimiento circular alrededor de mi clítoris, haciéndome gritar de placer –Ahora te voy a coger con la lengua –Me dijo –Pero no puedes acabar hasta que yo te dé permiso –Me instruyó.

-Oh si, Jasper, sí! –Respondí.

Sus labios tomaron mi clítoris besándolo y entonces su lengua se movió a mi centro y comenzó a penetrarme a un ritmo imposiblemente rápido, haciéndome retorcerme de placer. Sus fuertes manos me afirmaron contra la pared y yo comencé a temblar incontrolablemente… mi orgasmo se aproximaba y mis piernas ya no eran capaces de sostenerme.

-Mierda! Jasper voy a… Oooooh! Ooooooh! Jaaaaasper! –Grité completamente desinhibida.

-Aún no cariño –Ordenó contra mi sexo, y entonces metió 2 dedos en mí enrollándolos ligeramente hacia mi ombligo, encontrando mi punto G y haciéndome perder completamente el control.

-Aaaaaaaaaaaaaaah! –Grité –Jasper por favor… por favor… -Rogué mientras sentía mi orgasmo cada vez más cerca.

-Ahora! –Dijo él y curvó sus dedos un poquito más, acariciando mi punto de placer. Yo quedé absolutamente perdida en mi clímax y si no hubiera sido por sus brazos habría caído desplomada en el suelo.

Él bajó mi pierna de su hombro y me tomó en sus brazos, depositándome suavemente sobre la cama.

-Mmmmmh, tal vez cogerte contra la pared ahora no sea tan buena idea –Me dijo – Qué tal la cama? –Me preguntó besando mis pechos nuevamente.

-Perfecta –Le dije –Te necesito, adentro, ahora! –Demandé.

-Como ordene, señorita –Dijo profundizando su acento sureño y abrió uno de los cajones para sacar un preservativo. Lo enrolló en su inmensa erección y se alineó en mi entrada –Lista cariño?

-Lista vaquero –Respondí y sentí como lentamente entraba en mí produciéndome aún más placer del que había esperado. Necesitó un momento para que mi cuerpo se acomodara a su tamaño, y durante esos segundos nuestras miradas se encontraron y él sonrió y me guiñó un ojo, derritiéndome un poco más.

Luego tomó mis pies aún calzados con mis Manolos y los levantó hasta que estuvieron a cada lado de sus hombros, y comenzó a penetrarme fuerte, rápido, cogiéndome como nadie jamás lo había hecho, con maestría y destreza, pero también con ternura y preocupándose de que yo disfrutara de cada paso del proceso.

No pasó mucho rato hasta que comencé a sentir que un nuevo orgasmo se estaba formando en mi vientre.

-Jasper… oh Jasper…Voy a… Oh Dios!... Más!... Más! –Le rogué.

-Bella… vente conmigo… acaba conmigo… ahora! –Y como si mi cuerpo estuviera diseñado para obedecerle, llegué al clímax nuevamente.

Él besó cada uno de mis pies y me descalzó, procediendo a besar mis piernas hasta llegar a mi estómago, donde depositó otro beso y se levantó al baño a deshacerse del preservativo.

Yo quise esperar en una pose sexi a su regreso, pero el agotamiento de la noche y el maravilloso sexo que había tenido me venció y me quedé dormida en su cama, rompiendo una de mis reglas de oro… nunca pasar la noche con una de mis conquistas.

…oOo…

Desperté a la mañana siguiente sintiéndome maravillosamente bien. No había bebido lo suficiente como para sufrir una resaca, y mi cuerpo se sentía deliciosamente relajado.

Pero estaba sola en la cama… y eso no me gustó.

Busqué alrededor de la habitación mi ropa pero no encontré nada salvo mis zapatos, los que me calcé, y desnuda, me dirigí al baño.

Sobre el tocador había un set de artículos de aseo nuevo con el sello del hotel, y una nota que decía “Buenos días, usa la bata y te espero en el balcón”.

Inmediatamente me puse la bata del hotel y usé el cepillo de cortesía para desenredarme el pelo. Mi maquillaje estaba un poco corrido pero no terriblemente, por lo que con un poco de agua pude limpiar el desastre.

Luego me lavé 2 veces los dientes, y entonces me dirigí al balcón.

Ahí me esperaba, en la pequeña terraza, Jasper vestido con un pantalón de pijama de algodón, leyendo el diario frente a una enorme bandeja de desayuno.

-Buenos días Isabella –Me saludó.

-Ho… hola –Dije sin saber cómo reaccionar –Dónde está mi ropa?

-En la tintorería, la van a traer al mediodía –Respondió –Pero mientras podemos tomar desayuno y conocernos un poco mejor –Dijo seductoramente.

-Jasper… yo tengo que irme… yo… -No supe qué inventar, me estaba dando pánico el no saber cómo actuar frente a este hombre.

-Bella… shhhhh… -Dijo poniéndose de pié y abrazándome –No te estoy secuestrando tranquila… simplemente quise hacer algo amable para que tuvieras ropa limpia que ponerte. Siéntate conmigo y te prometo que antes del mediodía podrás escapar de mí si eso e lo que deseas.

-Yo… está bien –Dije sentándome junto a él. Él me extendió las secciones del periódico que no estaba leyendo y siguió sorbiendo su café con toda calma.

Si no puedes luchar contra ellos, únete, dice el dicho, y eso es lo que hice, sirviéndome una taza de café con leche y mordisqueando un muffin de chocolate blanco leí el diario e intercambié secciones con Jasper como si fuéramos un viejo matrimonio.

Una vez que hubimos terminado de desayunar Jasper me dijo

-Bien cariño, qué tal una ducha?

-Oh, si, realmente necesito una… -Dije aliviada de poder hacer algo.

-Te importaría si te acompaño? –Me preguntó él con una sonrisa sexi.

-Ducharme? Contigo? –Pregunté aterrada. Eso era otra primera vez para mí. El acto de limpiarme me parecía demasiado íntimo como para compartirlo… a pesar de todo lo que habíamos compartido la noche anterior… por qué demonios había amanecido tan tímida?

Él suspiró y tomó mi mano, sentándome sobre su regazo en el sofá.

-Cariño, sé que tienes problemas confiando en los hombres, y sé que estás acostumbrada a relaciones que duran sólo una noche –Dijo sin juzgarme –Pero realmente me gustas, y si mandar tu ropa a la tintorería es la única manera en que puedo hacer que me escuches, eso es lo que voy a hacer… una y otra vez.

-Cómo sabes esas cosas de mí? –Pregunté intrigada más que asustada.

-Porque desde la primera vez que te vi no he dejado de observarte, porque eres una princesa en ese club de mala muerte, porque sin darme cuenta me he… dijo y se detuvo.

-Porque sin darte cuenta qué? –Pregunté.

-Prométeme que no vas a salir arrancando cuando te lo diga… -Dijo y yo sentí -Porque sin darme cuenta me enamoré de ti.

-Jasper yo…

-Tranquila Bella, no tienes que decir nada… si quieres te puedo dejar sola hasta que llegue tu ropa…

-Jasper… yo… siento lo mismo que tú… desde la primera vez que te vi… sentí esa atracción… no te vayas… -Le pedí. Quería que ese hombre fuera mío y para es debía superar mi miedo al compromiso.

-Bella… te puedo besar? –Preguntó.

-Sí por favor –Respondí y nuestros labios se fundieron en un beso increíble.

-Eres fantástica… -Dijo él cuando nuestros labios se separaron.

-Jasper… -Dije muy despacio.

-Sí cariño? –Preguntó él mirándome esperanzado a los ojos.

-Y qué hay de esa ducha?


%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%


FIN! 

Como ven fue una historia cortita. Espero que me cuenten qué les pareció y si quieren más historias cortas de este tipo.

Cariños!




Medianoche 1







Hola chicos, aquí les dejo esta historia cortita. Tendrá 2 capítulos y el segundo ya está medio escrito, así es que sólo depende de sus reviews el cuándo publicaré la segunda parte.

En mi blog pueden encontrar fotos del vestido y zapatos de Bella.

Un abrazo y ojalá disfruten de este pequeño recreo que me regalé.

%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%


Medianoche 1


I am a woman on a mission

Nothing can stop me, I'm stronger than ever

I'm gonna see this through

I am a woman on a mission

Whatever it takes I will do what I gotta do

I'm gonna lay it on the line

I won't give up without a fight

Cos I can see the finish line

Won't stop until I make it mine

On a Mission / Gabriella Cilmi

Bella POV

Me esponjé el cabello por última vez y me apliqué una última capa de máscara de pestañas. Luego me apliqué brillo labial y miré el resultado en el espejo… Mi maquillaje resaltaba los ojos, dándome un aire felino y sexi, justo lo que necesitaba, ya que esta noche era LA NOCHE, aquella en la que por fin Él caería en mis redes… ya era tiempo, ya que después de semanas de coqueteo y de jugar a un sensual juego de tira y afloja no sabía ni su nombre.

Dejé caer la toalla que me cubría y caminé desnuda por mi habitación. Abrí la bolsa de Victoria Secret que descansaba sobre mi cama y saqué el conjunto de encaje que me había comprado esa tarde especialmente para la ocasión. Era extremadamente sexi y revelador, y el color púrpura contrastaba bellamente con mi pálida piel.

A continuación me puse un minivestido de gaza de color azul piedra en degradé, que resultaba elegante y vaporoso, ideal para ir a bailar y que resaltaba mis piernas haciéndolas lucir larguísimas, y me calcé mis zapatos favoritos, un par de Manolo Blahniks plateados que dejaban ver la punta de los dedos de mis pies perfectamente pedicurados. Esta era mi noche y no había descuidado ni un solo detalle.

Había pasado el día en el spa y no sólo me había hecho la manicure y pedicure, sino además me había hecho una depilación completa en honor a mi nueva tanga.

Me miré por última vez al espejo y satisfecha con el resultado, tomé mi chaqueta, mi cartera y mis llaves y salí a tomar un taxi. Por la forma en como estaba vestida no me fue difícil lograr que uno se detuviera para mí.

Le di la dirección del club Medianoche al taxista y me pasé todo el viaje incómoda recibiendo todo tipo de piropos de doble sentido. Me tenía que tocar justamente un taxista degenerado! Disimuladamente memoricé el número de placa patente del auto y el nombre del chofer, un tal Michael Newton, en caso de que tuviera que denunciarlo.

Al fin llegamos y le pagué al tipejo y casi me lancé del auto en mi apuro por salir de ese jodido taxi… tal vez tomar un taxi no había sido tan buena idea… qué pasaría si Él no estaba en el club? Tendría que regresar sola a casa? Demonios, no pienses en eso ahora!

Tropecé al salir del auto y un par de fuertes manos evitaron que cayera al suelo… Emmett, el encargado de seguridad del club venía a mi rescate.

-Hola Bella! –Me saludó con un abrazo –Te ves… Wow!

-Gracias Em… -Dije sonrojándome –De verdad te gusta? –Pregunté queriendo el punto de vista masculino.

-Ya te lo dije… Wow! –Dijo guiñándome un ojo y dejándome entrar sin tener que pararme en la enorme línea de personas que querían entrar al club.

-Nos vemos! –Grité por sobre el ruido de la música.

-Suerte! –Me dijo moviendo sus cejas de manera sugestiva.

Una vez dentro del club me sentí como en casa… llevaba años frecuentando Medianoche y conocía a todo el mundo. Un rápido escáner por la pista de baile y el bar me mostró que Él aún no había llegado, por lo que me dirigí al baño para estar segura de que me veía perfecta… nada podía quedar al azar.

En el baño me encontré a Leah.

-Bella! -Me dijo abrazándome –De cacería? –Me preguntó levantando una ceja.

-Hola Lee! Cómo está Jacob? –Dije ignorando su pregunta.

-Oh, igual que siempre, motos aquí, autos allá –Dijo sonriendo condescendiente. Su novio era piloto profesional y estaba siempre metido en su taller mecánico o corriendo a grandes velocidades.

Yo aproveché que Leah me contara sobre la última carrera de Jacob para esponjar nuevamente mi cabello y refrescar mi brillo labial.

-Bien, nos vemos en la pista! –Dijo Leah cuando me acerqué a uno de los cubículos a hacer pis.

Una vez que hube terminado me lavé las manos y tras una última mirada en el espejo me dirigí al bar para pedir a Riley que guardara mi cartera y abrigo como solía hacer siempre, y luego me dirigí a la pista la pista.

Aún era temprano y la pista de baile no estaba demasiado llena, por lo que me fue fácil acercarme al centro y comenzar a bailar cerrando los ojos y dejándome llevar por la música, moviendo mis caderas y levantando los brazos cadenciosamente. Mi torpeza habitual quedaba olvidada cuando bailaba, reemplazándose por algo primal… casi como una ritual de apareamiento, el baile lo llevaba integrado en mí.

Bailé por una media hora ignorando las invitaciones y avances de otros hombres. Sólo lo quería a Él…

De pronto, sentí un cosquilleo en mi espalda y tuve la clara sensación de que me estaban observando… de que Él me estaba observando.

Abrí los ojos y sin ser evidente en buscarlo con la mirada me dirigí bailando y moviendo las caderas hacia el bar, donde llamé la atención de Riley y le pedí un Tequila Margarita, de modo de tener suficiente tiempo sentada y a la vista para permitirle a Él acercarse a mí.

Bebí en silencio sabiendo en mis entrañas que esta era la noche, y el deseo comenzó a concentrarse en mi bajo vientre. Aún no lo veía y ya estaba mojada! Oh dios Bella contrólate, no quieres arruinar tus braguitas de encaje antes de estrenarlas!

-Hola preciosa –Me saludó Laurent, un chico con el que había ligado alguna vez hacía bastante tiempo y que no perdía la esperanza de conseguir una repetición.

-Hola Laurent –Lo saludé con una sonrisa… por una vez sus avances eran bienvenidos, me servirían para celar a mi hermoso desconocido si es que nos estaba observando.

-Estás especialmente hermosa esta noche, Bella –Dijo en mi oído para ser escuchado por sobre el estruendo de la música.

-Gracias Laurent, tú no te ves nada mal… -Dije coqueteando más que de costumbre.

-Bailamos? –Preguntó asumiendo que ésta sería su noche de suerte.

-Tal vez después –Respondí batiendo mi pestañas –Ahora quiero terminar mi trago.

-Nos vemos entonces! –Exclamó guiñándome un ojo y besándome en la mejilla.

Una vez que Laurent desapareció entre la multitud yo crucé mis piernas de la manera más atractiva que pude lograr y me dediqué a sorber mi Tequila lentamente, saboreándolo.

Dónde estaría mi desconocido?

Me pregunté si la sensación de ser observada que había sentido sería real o sólo mi imaginación, después de todo podía ser cualquiera quien me estuviera observando considerando cómo estaba vestida.

Cuando casi había terminado mi trago me estaba comenzando a sentir decepcionada, por lo que decidí bailar media hora más y si no aparecía mi desconocido, tendría que ir a casa y recurrir a Edward, el vibrador que guardaba en mi cajón del velador.

Tayler, el Dj estaba especialmente inspirado esa noche, y fue fácil volver a perderme en los sonidos de la música nuevamente. Cerré mis ojos y me dejé llevar.

De pronto la misma sensación de ser observada me atacó y buscando con la mirada, lo vi, apoyado en una columna, un trago en la mano y sus ojos fijos en mi… me estaba mirando bailar! Él sonrió y yo decidí darle un show y comencé a batir mis caderas y recorrer mi cuerpo con las manos, de la manera más sexi posible, con los ojos cerrados pero bailando sólo para él.

No sé cuánto tiempo había pasado en mi solitaria seducción cuando de pronto un par de fuertes manos me tomaron por la cintura, por atrás.

Me giré indignada para defenderme y mandar al infierno a quién fuera e que se atrevía a molestarme, pero cuando abrí los ojos me encontré de frente y a pocos centímetros de mi bello desconocido.

-Ho… hola –Mascullé.

-Hola –Dijo con una voz deliciosa –No he podido dejar de verte esta noche… estás preciosa.

-Gracias –Dije mirando como hipnotizada sus hermosos ojos celestes.

-Vámonos de aquí –Dijo extendiendo su mano. Yo la tomé como en un trance, sin cuestionar, sin dudar.

Me acerqué a Riley para que me entregara mi abrigo y mi cartera y él me dio una mirada como preguntando si todo estaba bien. Le sonreí asegurándole que sí, esto era lo que yo quería y tomé mis pertenencias. Antes de que yo pudiera abrir mi cartera para pagar por mi trago, mi desconocido extendió un billete diciendo

-Esto deberá cubrir la cuenta de la señorita, guarda el cambio.

Riley asintió y le dio las gracias y nos dirigimos a la puerta, donde Emmett al verme salir acompañada se despidió de mí con un abrazo y me preguntó si todo estaba bien. Yo asentí con un guiño y él me susurró al oído

-Cuídate, y si me necesitas me llamas, que yo aparezco en 5 minutos a castrarlo!

Yo me reí de su fiereza y salí del club con la mano de Él en mi espalda. Nos dirigimos a la fila de taxis estacionados frente a la puerta del club y Él abrió la puerta para mí.

Una vez en el taxi Él le dio instrucciones al taxista para que nos llevara al mejor hotel de la ciudad, y dirigiéndose a mí me preguntó

-Estás bien, cariño?

-Sí –Respondí perdida en sus ojos. Este hombre podía hacer lo que quisiera conmigo, yo ya estaba completamente entregada.

Él puso una de sus manos en mi rodilla y me acarició suavemente. Yo inconscientemente entreabrí un poco mis piernas para permitirle mejor acceso y él rió suavemente ante mi impaciencia.

El taxista nos dejó frente al hotel y mi desconocido me abrió la puerta del taxi al tiempo que le pasaba un billete al taxista. Éste abrió los ojos como platos y trató de decir algo, pero Él lo detuvo diciendo

-Guarde el cambio.

Nos dirigimos al ascensor y Él marcó el piso número 15. En cuanto las puertas del ascensor se hubieron cerrado se giró y tomando mi rostro con una de sus manos me besó apasionadamente. Sus labios eran suaves y llenos, y su lengua en mi boca sabía a Whiskey y menta… su otra mano tomó una de mis piernas a la altura de la rodilla y abrazó su cintura con ella exponiendo mi centro para que él pudiera restregar su erección contra mí.

Gemí de placer y mis manos se enredaron en sus risos rubios, acariciándolo, y él hizo un sonido de satisfacción.

Demasiado pronto llegamos a nuestro destino y las puertas del elevador se abrieron. Él acomodó mi vestido y tomando mi mano nos dirigió a la puerta de la habitación 1518, donde insertó una tarjeta plástica y la puerta se abrió, revelando una enorme habitación. Él insertó la tarjeta en una ranura junto a la puerta y me preguntó

-Estás segura de que quieres hacer esto, cariño?

-Segura –Respondí mordiéndome el labio en nerviosismo. Toda mi bravata olvidada, este hombre era distinto… él de verdad me gustaba y me hacía sentir cosas que ningún otro… y ni siquiera sabía su nombre!

-Un trago? –Me ofreció caminando hacia el bar.

-Un shot de tequila –Dije pensando que necesitaba un poco de coraje líquido.

-Buena elección –Me dijo. Él se sirvió un vaso con un par de dedos de whiskey y brindó –Por esta noche, por nosotros.

-Por nosotros –Repetí y me empiné mi tequila tragándolo de una sola vez.

El ardor me ayudó a enfocarme y estudié a mi desconocido mientras él sorbía su trago sin dejar de mirarme.

Usaba una camisa blanca Wranler arremangada mostrando sus musculosos antebrazos, jeans Levi´s 501 desteñidos por el uso, un cinturón con una hebilla grande y botas vaqueras desgastadas. Mmmmmh… delicioso. Su aroma me envolvió, olía a Boss de Hugo Boss y algo más, una esencia puramente masculina, que adiviné sería su propio aroma.

Una vez que terminó el trago se acercó predatoriamente a mí y me tomó entre sus brazos.

-Estás lista para mí cariño? –Preguntó.

Yo respondí poniéndome de puntillas y ofreciéndole mi boca, la que él aceptó hambriento, besándome con desesperación. Yo respondí con igual intensidad y pronto me vi recostada en su cama, con él sobre mí apoyando su peso con sus codos.

-Te quieres desnudar para mí cariño? –Preguntó, siempre asegurándose de que esto era algo que yo quería hacer. Yo asentí contenta de poder mostrarle mi sexi conjunto púrpura.

Me puse de pié junto a la cama y lentamente desabroché mi vestido dejándolo caer a mis pies, quedando sólo con mi conjunto de brassier y tanga y mis Manolos plateados.

-Mierda! –Exclamó –Eres más hermosa de lo que había imaginado –Afirmó.


%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%

Reviews=love=actualización

Calendario