El Crepúsculo de Emmett 23

Hola a todos! Gracias a la buena respuesta del capítulo anterior estoy posteando tan pronto!

Muchos de ustedes están enojados conmigo por no hacer las cosas fáciles para Emm y Bella y darles una solución sencilla como en Crepúsculo, pero cuál sería la gracia en copiar el final de esa historia? No, mi Emmett y mi Bella van a tener que sufrir un poco para volver a estar juntos…

Y aquí está el capítulo desde el punto de vista de Bella, que lo disfruten y por favor, no olviden comentar!

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-Lo siento por eso –Le dije honestamente. Después de todo había perdido a su pareja.
-Yo no… Victoria no era una digna compañera… pero creo que tú sí lo serás –Dijo y se acercó a mí a velocidad vampírica y rodeándome con sus brazos me besó.

Capítulo 23

Todos lo dicen

Este amor es criminal

Estoy perdiendo la dignidad

Ellos no saben

Lo que eres capaz de hacer

Solo te pido que no seas tan cruel

Sé que me harás llorar / Christina Rosenvinge

Bella POV
El beso de James se sintió completamente distinto a los besos compartidos con Emmett. Si bien James era, como todo vampiro, increíblemente guapo y olía excepcionalmente bien, sus apasionados besos no tenían el calor de los besos de mi Emm… Lo que sentía James por mí era el deseo de posesión, no amor.
Su lengua invadió mi boca sin que yo pudiera hacer nada al respecto y sus manos se comenzaron a mover por mi cuerpo, tanteándolo, conociéndolo. Yo me quedé perfectamente tiesa como una estatua mientras él acariciaba suavemente mi costado y mis senos. Agh! Por favor no mis senos! Quise rebelarme, quise pelear, pero una parte de mi cerebro me dijo que tenía más posibilidades de sobrevivencia se no luchaba… no es que mis esfuerzos fueran a servir para nada.
-Yo he estado con cientos de mujeres en mis 400 años de vida Isabella –Me dijo –Pero hay algo en ti que te hace especial –Y me besó otra vez, profundamente. Yo traté desesperadamente en concentrarme en respirar, en mantenerme consiente para poder sobrevivir, para poder regresar a mi Osito.
-No… no soy nada especial… -Le dije mirando el piso en señal de sumisión. No quería cabrearlo.
-Y por qué crees que un clan completo de vampiros se arriesgaría por ti si no lo fueras? –Preguntó él con lo que asumo sería una voz seductora y levantó mi barbilla para besarme otra vez, suavemente –Lo noté de inmediato… no es sólo tu deliciosa sangre la que nos atrae… eres mucho más, y te voy a convertir en mi compañera por la eternidad –Dijo entre besos.
-James tú no me conoces… no puedo gustarte demasiado… además yo estoy con Emmett! –Traté de racionar con él.
-Respuesta equivocada, gatita –Gruñó súbitamente furioso, apretando fuertemente mi brazo hasta que sentí que explotaría si no me soltaba pronto… afortunadamente me dejó ir, y yo grité de dolor –Tú estás conmigo… y cuando seas una vampiro quiero que tengas bien presente que aunque pretendo tratarte bien, tú eres mía, y ante cualquier señal de rebeldía vas a ser castigada… mediante castigo corporal o a través de tu familia… y tú no quieres eso verdad? –Dijo él con toda gentileza, como si no me hubiera hecho daño segundos atrás… como si no estuviera amenazando de muerte a mis padres…
-Mi familia no! Ellos no tienen nada que ver en esto -Rogué y las lágrimas comenzaron a caer por mis mejillas.
-Mientras tú te comportes como corresponde ellos no van a sufrir ningún daño –Me dijo acariciando mi rostro –Y tú tampoco –Agregó con toda la dulzura que un psicópata puede demostrar.
Entonces volvió a besarme, esta vez el cuello y los hombros rasgando un poco mi camiseta para mejor acceso. Si era honesta conmigo sus caricias no eran del todo desagradables, él sabía lo que hacía, pero no era Emmett, y yo no lo amaba, simplemente le temía, por lo que no logró obtener la respuesta física que buscaba de mí.
-Bésame Isabella… demuéstrame que respetas a tu nuevo amo –Dijo con un extraño brillo en sus ojos. Yo dudé un momento pero el dolor en mi brazo aún persistía y no quise ser castigada otra vez. Odiándome a mí misma, me puse en puntillas y le di un tímido beso en la boca, sin lengua ni nada.
-Te parece que eso es un beso satisfactorio Isabella? –Me preguntó levantando una ceja. Me hizo temblar de miedo ante la amenaza que cernía sobre mí y mi familia, y volví a tratar, esta vez abriendo la boca y delineando sus labios con la punta de mi lengua –Mmmmh! –Dijo –Mucho mejor… -Y entonces tomó mi cabeza con sus manos y comenzó a besarme tan profundamente que por un momento pensé que me desmayaría por la falta de aire.
Una vez que me liberó, jadeante, me giró y apoyó mi espalda contra su cuerpo. Pude sentir su erección contra la base de mi espalda y sólo pude esperar que no me violara… aunque si quería que yo fuera su pareja probablemente el sexo era uno de los mínimos requisitos en mi lista de deberes.
-Míranos Isabella –Me dijo mostrándome nuestra imagen frente a unos de los espejos –Ya somos una pareja estupenda… cuando te hayas transformado vamos a ser una pareja gloriosa! –Dijo completamente satisfecho. Yo me tragué el nudo en mi garganta y pestañeé varias veces para despejar las lágrimas de mis ojos, ya que no quería demostrarle debilidad, y desvié la mirada. No quería verme junto a nadie más que Emm… cómo se sentiría él una vez que supiera que lo había abandonado? Cuando se encontrara el cuarto de hotel vacío? Estúpida Bella! Todo esto es tu culpa!
Pero James no me dio tiempo para mis cavilaciones. Tomando mi brazo derecho besó la muñeca y en un movimiento demasiado rápido para que mis ojos lo captaran, rompió mi piel con una de sus uñas, desgarrando mis venas. El dolor me hizo querer retirar mi brazo inmediatamente, pero él lo tenía fuertemente sujeto. La sangre comenzó a caer al suelo y yo me empecé a marear… Los ojos de James se volvieron completamente negros y sus labios se prendaron de mi herida, bebiendo de mí.
Sentí el brazo entumecido y al ver el espectáculo de James alimentándose comencé a perder el sentido. Pero antes de caer al suelo James me tomó en sus brazos y me dijo
-Tranquila gatita, eso fue sólo un aperitivo, no voy a drenarte –Y acarició mi cabello –Ahora nos vamos de aquí… No queremos que alguien interrumpa tu transformación, no es así?
Mi cabeza cayó hacia el costado, y lo último que recuerdo antes de desmayarme es el olor a óxido y sal de mi sangre aún chorreando por mi muñeca.

…oOo…

Cuando desperté estaba acostada en un sucio colchón en una habitación en penumbras. Me sentía débil y mareada, y poco a poco comencé a recordar los eventos del día. Y mi estómago se retorció de pura angustia. No tenía escapatoria… aunque lograra huir, James se vengaría en las personas a quienes más amo, y eso era completamente inaceptable.
Mi muñeca había sido vendada y ya no sangraba.
Me traté de poner de pié y escuché la voz de James de entre las sombras.
-No gatita… estás muy débil para levantarte… creo que se me pasó la mano probándote –Lo dijo como si lo sintiera. Bastardo!
-Qué vas a hacer conmigo ahora? –Le pregunté temiendo la respuesta.
-Transformarte Isabella, simplemente quería asegurarme de que estás bien antes de proceder –Dijo y en un segundo estaba recostado sobre mí –Voy a ser tu amo y tu creador… no sabes lo excitado que me tienes –Me dijo restregando su erección contra mi pelvis –Pero ahora eres demasiado frágil… Es mejor proceder de una buena vez –Dijo y me dio un apasionado beso en la boca que fue descendiendo a mi cuello, y cuando se encontró en la línea de pulso, lamió y succionó, acelerando los latidos de mi corazón de terror y asco. Un estremecimiento recorrió mi espalda al pensar que de alguna forma estaba engañando a Emm.
Pero todas mis divagaciones fueron cortadas de raíz cuando sin previo aviso, James me mordió.
Y nunca he sentido un dolor semejante… comencé a gritar y revolcarme de dolor, y entonces James me mordió dos veces más, en las muñecas. Cada mordida fue una agonía, y pude sentir como el veneno se extendía por todo mi cuerpo, quemándome como lava ardiente.
Mi espalda se arqueó de dolor y mis dientes rechinaron, mientras James me acarició el cabello y me dijo palabras dulces… palabras de amor. Estaba totalmente trastornado…
En mi mente sólo existía una manera de sobrellevar el dolor y fue olvidando donde me encontraba y rememorando cada minuto de mi vida en Forks, cada segundo que compartí con Emm.
No sé cuánto tiempo ardí… pueden haber sido meses o años… yo había perdido todo concepto del tiempo y nada me importaba ya… mi mente funcionaba cada vez más rápidamente y eso me ayudó a enfocarme aún más en mi experiencia con Emmett, los días más felices de mi vida. Silenciosamente me despedí de mi oso para siempre y seguí gritando hasta que mi garganta se sentía desgarrada por el esfuerzo.
Y durante casi todo mi proceso de cambio pude sentir la presencia de James a mi lado, hablándome, acariciando mi cabello y poniendo compresas frías en mi cuerpo.
De pronto mi corazón se aceleró más, y pareció querer escaparse de mi pecho. El dolor se fue concentrando en mi torso y de pronto mi corazón se detuvo. Para siempre.
Y aspiré una enorme bocanada de aire.
Y abrí los ojos.
Y ahí, junto a mí estaba mi dueño, James, sonriendo satisfecho.
-Bienvenida gatita… cómo te sientes? –Me preguntó acariciando mi mejilla –Ciertamente te has convertido en una hermosa creatura.
El sol iluminaba la habitación y la piel de James haciéndola brillar con miles de colores que no sabía que existieran. Era hermoso… todo lo que veía en esa derruida habitación tenía una extraña belleza que mis ojos humanos no habrían sido capaces de apreciar.
-Bien –Dije testeando mi voz, que sonó extrañamente musical –Estoy bien… ya no me duele.
-Y tu garganta? Cómo se siente? –Preguntó él levantando una ceja.
-Arde! Ayúdame! –Le supliqué recién notando la enorme incomodidad que estaba sintiendo. Me llevé la mano a la garganta y sentí la suavidad de mi nueva piel.
-Ven Isabella –Dijo él tendiéndome la mano. Yo la acepté y me di cuenta de que teníamos la misma temperatura corporal… definitivamente yo era un vampiro.
Nos dirigimos al exterior de la casa (que por lo que pude notar estaba en la mitad de la nada) y James me dijo
-Escucha Isabella… que oyes?
Yo escuché atentamente y pude notar los típicos sonidos del bosque, pero lo que llamó mi atención de inmediato fue el latido de dos corazones latiendo cerca… al otro lado de la casa… tum-tum, tum-tum…
-Comida –Susurré y corrí hacia la fuente de ese sonido. Dos hombres estaban amarrados y amordazados junto a la pared trasera de la casa. Pude ver sus expresiones de sorpresa al verme, las que cambiaron a terror al ver a James.
-Adelante Isabella, bebe! –Me dijo James. Mi garganta ardió y cada instinto en mí me gritó que debía atacar, beber, saciarme. Pero algo en mi interior… tal vez mi conciencia, me recordó que yo quería ser una vampiro vegetariana, que no quería acabar con vidas humanas. Así lo había acordado con Emmett, él me ayudaría a resistir…
-No… -Dije mientras mi cuerpo temblaba de necesidad… Tum-tum, tum-tum…
-No me digas que tú también crees esa mierda del “vegetarianismo” de los Cullen! –Exclamó James luciendo evidentemente cabreado. Y antes de que yo pudiera decir nada, él se acercó a uno de los hombres y le desgarró la garganta.
La sangre salió a borbotones, y su aroma me intoxicó. Nada se sentiría mejor que alimentarme… necesitaba alimentarme. Y antes de ser plenamente consiente de lo que había, prendí mis labios a la garganta del hombre herido y succioné.
Aaaaaaaaah! Pura ambrosía! El bienestar invadió todo mi cuerpo cuando la sangre pasó por mi garganta, calentándome, saciándome… Era la mejor experiencia de mi vida, y el remordimiento quedó muy atrás en mi mente.
Demasiado pronto el primer hombre estuvo drenado, y dejé caer su cuerpo sin vida. Miré hambrienta al segundo hombre. Pero no estaba segura de poder matarlo por mí misma.
-Adelante gatita –Rió James deleitado –Lo deseas verdad?
Yo asentí relamiéndome los labios. Lo único que quería era volver a experimentar el éxtasis de beber sangre humana.
Y así fue que me decidí. Me lancé a su cuello directo a la yugular y mordí. Mis dientes traspasaron la piel y músculos como un cuchillo a la mantequilla y bebí, sorbiendo con todas mis fuerzas.
Mierda! Esto era la gloria!
Finalmente el segundo hombre estuvo seco y lo dejé caer.
Me sentí putamente bien! Pero mi conciencia me molestaba, me decía que lo que había hecho era terrible, un crimen. Antes me había hecho llorar el hecho de que Victoria muriera por mi causa, y ahora yo era una asesina… Tal vez James tenía razón y le pertenecía a él…
Emmett era bueno y puro, él resistía su sed a diario… seguro que nunca me podría perdonar ahora que yo era una… una… vampira de ojos rojos.
James me sacó nuevamente de mis cavilaciones tomando mi mano.
-Muy bien gatita… estuviste muy bien… ahora quiero que vayas a ducharte mientras yo me deshago de los cuerpos… si? -Me preguntó mientras acercaba su cuerpo al mío y me besó salvajemente, sin contenerse, acariciando mi costado y mis pechos, haciéndome gemir. No! No! Pero no podía decir nada… él me castigaría… recordé el dolor… recordé a mis padres.
-Ducha –Dije, contenta de tener un momento para mí alejada de mi dueño.
Entré a la casa y busqué hasta encontrar el baño. Había unas toallas limpias en un rack y la ducha se veía terriblemente vieja, pero al menos era funcional. El agua salió helada pero no me importó. Mi nueva condición me hacía inmune a los cambios de temperatura.
Una vez que me deshice de los rastros de sangre y me hube limpiado a conciencia corté la ducha y me envolví en una toalla y sequé mi largo cabello con otra.
Luego me dirigí a la habitación donde había ocurrido mi cambio. Mis jeans estaban rasgados en el suelo, pero había un par de bolsas de grandes tiendas, donde encontré un par de mudas de ropa interior, pantalones de yoga, camisetas y un par de zapatillas. Todo de mi talla.
Con infinito cuidado traté de ponerme la ropa interior, pero fallé miserablemente. Era demasiado delicada para mí… no sabía controlar mi súper-fuerza y la destruí.
-Frustrada Isabella? –Preguntó la voz de James detrás de mí.
-James! –Dije cubriéndome lo más posible con la toalla.
-No te cubras gatita… ese cuerpo es mío, recuerdas? Simplemente estaba esperando a que fueras menos frágil antes de reclamarlo –Dijo acercándose lentamente a mí. Yo retrocedí aterrada… éste era el momento que estaba temiendo… él me haría suya mancillándome para siempre. Aún si lograba encontrar a Emmett él me rechazaría si yo había estado con otra persona…
Porque me había convertido en una asesina.
Y en la puta de un asesino.
Quise morir.
Pero supe que incluso el dulce placer de la muerte me estaba prohibido… si encontrara la manera de suicidarme, mis padres pagarían con tortura y sus vidas.
James me quitó la toalla rasgándola y quedé desnuda frente a él.
-Me calientas Isabella –Dijo James mientras acariciaba mi cuello con el dorso de su mano –Y por fin vas a ser mía –Y diciendo esto me besó.

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AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAH!

Lo sé, me odian! Y sé que algunos incluso van a dejar de leer este fic por culpa de este capítulo, pero es la historia que tengo en mente, no me puedo traicionar a mí misma como escritora. En todo caso les pido que sigan conmigo, recuerden que a mí me gustan los finales felices.

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