viernes, 24 de junio de 2011

Be Mine 3



Capítulo 3
Walkin' down this rocky road,
Wondering where my life is leading,
Rollin' on, to the bitter end,
Finding out along the way,
What it takes to keep love living,
You should know how it feels, my friend,
Ooh, I want you to stay,
Ooh, I want you today,
I'm ready for love,
Oh baby, I'm ready for love,
Ready for love,
Oh baby, I'm ready for love, yeah,
Oh, for your love.
Ready for love / Bad Company
Bella POV
Paul y Sam dejaron la casa y mis sentimientos encontrados empeoraron. Por un lado sentí alivio al no estar bajo la intensa mirada de Paul. Por otro lado extrañe su presencia de inmediato, lo que es disturbador…  considerando que lo odio.
-Cómo te sientes Bella?-Preguntó Emily mirándome preocupada.
-Confundida –Dije antes de pensar en lo que decía. Por primera vez noté un set de cicatrices en la mitad derecha del rostro de Emily. Estaban cubiertas parcialmente con maquillaje, pero aún así eran evidentes. Decidí ignorarlas completamente, ella debía odiar que las miraran o que le preguntaran por ellas. Si Emily quería, me contaría
-Me imagino, acabas de ser atacada por un vampiro! –Exclamó.
-Ah… si, también por eso… -Dije sonrojándome ante las implicaciones de mi diarrea verbal.
-Té verde, ceylan, manzanilla? –Preguntó reprimiendo su sonrisa. Había captado perfectamente el sentido de mis palabras…
-Té verde por favor… -Pedí
-Brownie? –Mi estómago gruñó en respuesta.
-Sí, muchas gracias –Respondí automáticamente.
-Tan buenos modales –Suspiró Emily –Ojalá se los puedas pegar a Paul…
-No pretendo pasar ninguna cantidad de tiempo con ese cretino, así es que dudo que se vaya a pegar nada de mí –Respondí molesta por mis propias emociones hacia él.
-Oh… no han hablado contigo… -Suspiró Emily.
-Ni van a hablar. No me interesa nada de lo que tengan que decir! –Dije mordiendo mi brownie con fuerza –Lo siento Emily, yo sé que amas a Sam, pero yo tengo que proteger a Jake… él no quiere ser parte de esto…
-Ninguno de ellos quiere Bella, pero es su destino, es quienes son, y nosotras simplemente podemos apoyarlos, mantenerlos humanos, ayudarlos a controlar el lobo, consolarlos cuando las cosas son demasiado para ellos… Es un peso demasiado grande para que lo cargue un hombre solo… ellos necesitan a una mujer fuerte  su lado… -Estaría hablando de Jake y yo? Sería yo una mujer fuerte por Jake? De alguna manera lo dudé… La dinámica de nuestra relación ya estaba establecida… yo era débil y el fuerte, siempre.
-Oh, Emily! No sabía que las cosas eran tan complicadas para ti! Pero ahora que lo pienso, claro que lo son… vives con un lobo… Lo siento por ser tan inmadura… últimamente no estoy muy en control de mis emociones y hablo sin pensar… -Me disculpé por mi insensibilidad.
-Está bien Bella, para ti tampoco será fácil… por eso Paul te trajo a mi casa, porque sabe que tu puedes contar conmigo si las cosas se ponen difíciles… no existe un manual para lidiar con hombres lobos, sabes?
-Y a él qué le importa si puedo lidiar o no? El tipo me odia y yo lo odio de vuelta! –Exclamé.
-Paul no te odia, simplemente no sabe cómo tratarte… y por lo que vi, tampoco creo que tu lo odies –Sonrió cómplice.
Yo me sonrojé. La verdad es que a pesar de que evidentemente Paul es un imbécil, su intensidad, su carácter rudo y maleducado y su físico lo hacían la encarnación del chico malo… algo tan lejano a lo que representaba… Él… que me parecía atractivo y peligroso... y yo estaba totalmente pro-peligro.
Maldito sea si no me produjo… cosas… cuando me abrazó en el prado. Su calor me envolvió completamente, tal como lo hacía Jake, pero totalmente distinto. Jake era mi hermano… mi hermano menor. Paul era mayor, experimentado y definitivamente no me despertaba sentimientos hermanables.
En fin… mi cuerpo tal vez comenzaba a despertar de su larga hibernación, pero mi mente estaba clara y sabía que siquiera pensar en Paul de esa forma sería un suicidio emocional. Especialmente con su reputación… hasta en mi escuela había chicas con las que él había salido y luego desechado… el tipo es una especie de prostituto y meterse con él debe ser el equivalente a lamer una placa petri de cultivo de gérmenes y bacterias. Puaj! Qué asco!
 -Bella? –Preguntó Emily –Estás ahí?
-Lo siento… me perdí en mis pensamientos…
-Buenos pensamientos me imagino… estabas sonriendo…
-Sí? No me di cuenta –Dije sonrojándome –Me tengo que ir Emily… lo siento pero no puedo esperar a Paul y Sam… Charlie me está esperando… pero diles que mañana después de la escuela pasaré a conversar con Sam si eso es lo que quiere…
-Estás segura? –Yo asentí –Bien, fue un placer conocerte Bella, esta es tu casa, ven cuando quieras –Dijo abrazándome.
Sólo al salir de casa de Emily recordé que mi camioneta aún estaba en el bosque, lo que me daba la perfecta excusa para correr a casa de Jake. Ojalá Emily no pensara lo mismo.
Corrí todo el camino, tropezando un par de veces, pero no me importó. Quería llegar a ver a mi amigo antes de que Sam o Paul pudieran detenerme. Jake me necesitaba, estaba segura de eso.
Golpeé la puerta de la casa de Jake varias veces pero no hubo respuesta. Probé la puerta y como siempre, estaba sin seguro. En La Reserva nadie ponía pestillo, todos se conocían.
-Jake? –Pregunté. No hubo respuesta, por lo que me dirigí a su dormitorio. Ahí estaba, desparramado sobre su cama, medio desnudo y enorme, roncando suavemente.
No quería despertarlo, pero el tiempo apremiaba y necesitaba hablar con él.
-Jake –Dije acariciando su mejilla. Él se movió y murmuró mi nombre, pero no despertó. Opté por moverlo sacudiendo su hombro, lo que me dejó de frente y a centímetros de su rostro –Jake!
-Bells –Murmuró Jake sonriendo, mirando a mis ojos, su cálido aliento bañó mis sentidos, haciéndome respirar más profundo. Jake siempre olía bien… Me sonrojé como de costumbre.
-Hola Jake –Dije enderezándome.
-Qué haces aquí? –Dijo súbitamente despierto –No puedes estar aquí!
-Tranquilo Jake, lo sé todo… sé que eres un lobo y que no es tu culpa, y está bien… te quiero Jake, no me alejes de tu vida –Rogué.
-Pero Sam…
-Que se joda Sam! Él no tiene derecho a meterse en lo que no le importa! –Exclamé con convicción.
-De verdad hablaste con Sam? –Levantó una ceja -No pareces saber cómo funcionan las cosas Bells –Dijo sentándose en la cama junto a mí.
-Hablar… Gritar… Insultar… quién puede decir la diferencia? –Me sonrojé.
-Insultar? Gritar? Bella Sam es el Alfa, es el jefe de la manada y es el que da las órdenes… oficialmente el jefe de la tribu! –Exclamó Jake en estado de shock.
-Ups!... la verdad es que… escapé de casa de Emily antes de que pudieran hablar calmadamente conmigo… Jake necesito que me lleves a casa… mi camioneta está en el bosque.
-Cómo? Por qué? –Preguntó.
-Es una larga historia –Suspiré y procedí a contarle todo, desde mi deseo de encontrar el prado hasta mi encuentro con Laurent, la aparición de Paul, el desmembramiento de Laurent y finalmente el viaje a casa de Emily en calidad de bulto y mi conversación con la novia de Sam.
Para cuando terminé Jake estaba temblando violentamente.
-Jake… qué te pasa?
-Bella sal de la casa! –Gritó Sam mientras él y Paul entraban a la habitación súbitamente, llenando el espacio con sus enormes cuerpos y haciéndome sentir súbitamente claustrofóbica. Paul me tomó por la cintura y me presionó contra su cuerpo, girándonos parcialmente para posicionarse entre Jake y yo.
-Suéltala! –Gritó Jake.
-Calma Jacob, no le quieres hacer daño a Bella –Dijo Sam con voz profunda y un timbre de autoridad.
-Jake nunca me haría daño! –Grité yo
-Paul, sácala de aquí –Ordenó Sam.  Jake comenzó a temblar aún más violentamente y Paul me arrastró de la casa y alcancé a escuchar el sonido de tela al romperse y gruñidos, pero Paul corrió cargándome hasta llegar a una pequeña casa, muy parecida a la casa de Jake.
-Jake! Paul suéltame, tengo que regresar!
-Jacob está bien, Sam lo está calmando y de ninguna manera te puedes meter tú entremedio! –Exclamó Paul –Vas a tener que esperar a que sea seguro verlo nuevamente… mientras tanto sugiero el teléfono… me imagino que viste el rostro de Emily…
-Si…
-Eso es lo que estuvo a punto de sucederte, princesa –Dijo Paul furioso.
-Dónde estamos? –Pregunté tratando de cambiar de tema… no quería a Paul enojado conmigo… nuevamente, la intensidad de sus emociones me ahogaba.
-Mi casa –Contestó Paul tristemente, cambiando de humor súbitamente, sin mirarme a los ojos.
-Qué te pasa? –Pregunté preocupada.
-A mí? Nada princesa! –Respondió cambiando bruscamente de humor otra vez, de triste a su tono burlón de siempre –Adelante –Dijo haciéndome entrar.
La casa era prácticamente una réplica de la casa de Jake y del resto de las casas de la reserva, pero el exterior se veía desgastado, como si hubiera estado abandonada… el interior eso sí era diferente. Estaba extremadamente ordenado, lo cual supongo que no era difícil considerando que apenas si había un par de piezas de mobiliario adentro.
-Vives sólo? –Pregunté.
-Sip.
-Y tu familia? –Insistí.
-No tengo familia y no hablo de eso –Dijo él rápidamente frunciendo el ceño.
-Ok… qué edad tienes?
-22… por qué tantas preguntas princesa?
-Por nada… sólo quería saber… conocerte… -Dije segura de haber cometido un error. Paul pensaría que soy una estúpida… nunca he sido buena para las charlas intrascendentes… a lo mejor debí haber prestado más atención a Jésica Stanley y su verborrea.
Pero los ojos de Paul se suavizaron ante mi afirmación… Tal vez había dicho algo correcto?
-Qué más quieres saber? –Ofreció.
-Qué haces? De qué vives?... –Solté de golpe. Oh mierda! -Oh lo siento… no pretendía ser tan maleducada..
-Deja de disculparte por todo princesa, está bien. Hasta hace poco estaba en Seattle, en la Universidad de Washington estudiando cuando  sucedió el cambio… tuve que renunciar a mi beca y regresar a la reservación  convertirme en protector bajo las órdenes de Sam… Supongo que no es tan malo, al menos tenía un lugar donde vivir… -Respondió mirándome a los ojos.
Qué hacía de su mirada algo tan sobrecogedor? Era como un foco apuntando  mi alma… como si no pudiera esconderle nada, como si necesitara compartirlo todo con él… lo que es completamente estúpido considerando de quién estamos hablando…
-Qué… qué estudiabas? -Continué
-Estaba comenzando mi cuarto año de arquitectura… Listo para continuar con mi Máster.
-Oh… lo siento… -No podía imaginar lo que sería abandonar una beca, la carrera que amabas y todo por transformarte en un perro gigante… Tanto esfuerzo desperdiciado…
Otro pensamiento me atacó… si Paul se ganó una beca que le permitió estudiar y vivir en Seattle no debe ser ningún estúpido. Esas becas son escasas y hay mucha competencia. Nueva apreciación por él me embargó.
-Está bien princesa… ahora basta de mí. Qué hay de ti?
-No lo sé, qué quieres saber? –Pregunté. Estaba segura de que mi vida era bastante pública, y no se me ocurrió nada interesante que decir acerca de mí misma.
-Qué quieres hacer cuando termines la secundaria? –Ofreció.
-No lo sé… antes… antes quería estudiar zoología… soy buena en ciencias, pero ahora no lo sé… no sé si me quiero ir de Forks.
-Qué te ata a este pueblo? –Preguntó. Cómo lo hacía para preguntar exactamente lo último que quería contestar?
-Charlie –Respondí automáticamente.
-No es sólo eso princesa, no me mientas.
-Yo… -Me sentí compelida a decir la verdad –Yo no me quiero ir de Forks porque aquí es el último lugar donde fui feliz… -Dije mientras una lágrima traicionera rodaba por mi mejilla.
Un segundo estaba sentada en el sillón y al siguiente me encontraba sentada en el regazo de Paul apoyada contra su cálido pecho.
-Lo siento princesa, no quise hacerte llorar –Dijo con voz ahogada. Por qué no podía siempre comportarse de esta manera, tan amable y considerado?
-Está bien… el problema soy yo… estoy rota, ya no funciono bien… lo siento…
-No quiero escuchar que vuelvas a decir eso princesa. Nunca más! –Dijo súbitamente molesto.
-Paul yo… lo siento, pero es verdad… no estoy bien, y no sé si alguna vez volveré a funcionar correctam… -Y fui interrumpida por los labios de Paul sobre los míos, suaves, blandos, ardientes, ahogando mis palabras en un beso apasionado y demandante.
Sus labios eran carnosos y su aliento intoxicante. Su boca se movió con seguridad y precisión generando una respuesta totalmente inesperada en mí. Me aferré a su cuello y entreabrí abrí mis labios dándole entrada a su lengua para que explorara y reclamara mi boca por completo. 
No besamos de esa forma por un largo rato, y aunque sus besos eran apasionados nunca me forzó a más de lo que estaba dispuesta a entregar. Simplemente nos besamos conociendo nuestro sabor, nuestro olor, nuestra textura.
Pude sentir los músculos pectorales de Paul contra mi pecho cada vez que los relajaba y contraía al moverse. Esta era la primera vez que m besaban así. Y era la primera vez que me besaba un hombre, humano (medio humano al menos). Y experimentado más encima. Paul claramente sabía lo que hacía y yo me dejé llevar, obedeciendo más a mi cuerpo y mis emociones que a mi cerebro.
De pronto un sonido comenzó a brotar del pecho de Paul… algo así como un gruñido, pero más bajo…
-Paul… que es eso? -Pregunté entre besos con los ojos aún cerrados, totalmente perdida en el momento, en el aquí y ahora.
-Eso princesa, es un lobo ronroneando .
-Es malo?
-Eso princesa, es bueno, muy bueno.
-Me gusta como suena… -Sonreí –Hace vibrar mi cuerpo… Eres como un sillón masajeador!
-Te crees muy graciosa verdad? –Dijo con voz amenazante.
-Siiip –Contesté sonriendo y poniéndome de pié, retrocediendo. Él se puso de pié amenazante y me acechó como un lobo a su presa…
Y de pronto se lanzó hacia mí.

1 comentario:

  1. A todo esto, las canciones son geniales! :-D Bad Company me gusta mucho!
    Y Bella, qué punto! Y la reacción de Jake, primero en el sueño y luego fuera! Síii! Paul magnífico, todo él, arquitecto y lobo ronroneante ;-) Voy corriendo a por el siguiente!
    Un besazo
    T.

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