martes, 21 de junio de 2011

Tal para cual! 10

Capítulo 10
There are signs that we can learn
Place over the heavens
To predict how long we'll burn
How long will I last?
Can you turn up the heat?
What star am I circling?
What's circling me?
Am I ebb, am I flow?
My lack of control
Turn it on, turn it up
Say yes, play no
Things keep changing…
Thousand tiny pieces / The be good Tanyas
Bella POV
El día viernes desperté con el timbre de mi despertador y no con Alice cantando en mi oreja. Sólo por eso pintaba para ser un buen día.
Me levanté, me duché me vestí y bajé a la cocina donde me encontré a Charlie terminando su café. Fue bueno verlo, últimamente casi no nos encontrábamos en la casa.
Conversamos brevemente y él me preguntó por mis planes para esa noche, ya que Esme lo había llamado para pedirle permiso para que yo alojara en casa de los Cullen. Yo le dije honestamente que Alice lo había preparado todo como una sorpresa, así es que no tenía idea de cuáles serían nuestros planes.
Me dirigí al colegio en mi camioneta y disfruté de los minutos de soledad que me proveía ese corto trayecto. Parecía que siempre estaba rodeada de vampiros diciéndome qué hacer, qué vestir y qué comer. Bueno, excepto por Jasper que mantenía su distancia y me hablaba poco y Emmett, que nunca trataba de controlarme.
El día de colegio fue normal y relajado. Faltaba sólo una semana para las vacaciones y el día estaba deliciosamente cálido y soleado. Los Cullen no fueron a clases.
Al salir del colegio me dirigí a casa de Edward donde Carlisle me estaría esperando para examinarme y decidir por qué mi cerebro se estaba comportando de manera más extraña que de costumbre.
Esme me estaba esperando en la puerta de entrada y me abrazó cariñosamente y me guió hacia la cocina donde me tenía un jugo de naranja y un platito de galletas de avenas y pasas. Yo no tenía mucha hambre, pero agradecí el gesto. Se sentía bien que alguien cuidara de mí para variar.
Edward bajó a la cocina y se sentó a mi lado jugando con las puntas de mi cabello y Alice se acercó a saludarme, claramente excitada por sus "planes secretos" para esa noche.
Carlisle me esperaba en su estudio y Emmett y Jasper estaban luchando "todo vale" en el jardín.
Una vez que hube terminado mis galletas y mi jugo me dirigí al estudio de Carlisle con Edward siguiéndome. Toqué la puerta levemente sabiendo que Carlisle sabía perfectamente quién era y qué quería pero sólo entré cuando dijo
-Adelante Bella, por favor toma asiento.
-Gracias Carlisle, cómo amaneciste hoy? –Pregunté con una sonrisa que Carlisle respondió entendiendo mi sentido del humor. Los vampiros no cambian, ni duermen, ni se enferman. Básicamente siempre están bien.
-Muy bien, gracias. Y veo que tú te encuentras bien, verdad? –Yo me limité a asentir –Bien, vamos al grano. He estado leyendo antiguos volúmenes tratando de investigar precedentes de casos similares al tuyo, pero lamentablemente no pude encontrar referencias a humanos capaces de bloquear los dones de vampiros.
-Oh –Dije por decir algo. O sea que mi caso es único? Eso no sonaba bien, no me gustaba ser diferente.
-Por lo tanto llamé a mi amigo Eleazar, el líder del clan Denali. Él tiene un don que le permite identificar los dones de los vampiros. Él puede identificar el tipo y el potencial del don, por lo tanto es la persona indicada para ayudarnos… -Dijo mirándome a los ojos con sus ojos calmos y confiados. Me hizo sentir bien que él no se viera ansioso o preocupado.
-Y qué te dijo Eleazar?
-Bueno, él cree que aunque es altamente inusual, tú estás manifestando un don aún en tu forma humana. Algo así como un escudo que se está desarrollando ahora que estás saliendo de la adolescencia. Al madurar tu cuerpo y tu mente también ha madurado tu don.
-Un don? Yo tengo un don? –Wooow! Voy a patear traseros como vampira! Claro, si Edward se decide a vampirizarme. Como si pudiera leer mis pensamientos, Edward gruñó- Al girarme a ver cuál era su problema vi que estaba mirando fijamente a Carlisle y negando con la cabeza –Qué es Carlisle? Qué es lo que Edward no quiere que me digas?
-Bien, me gustaría que exploráramos el alcance de tu don… -Dijo dándole una mirada de disculpa a Edward -Eleazar piensa, y yo comparto su opinión, que si podemos explorar tu don como humana, tendrás más control sobre él como vampiro. Es eso algo a lo que estarías dispuesta a intentar?
-Qué significa exactamente "explorar"? -Pregunté. No tenía ningún interés en que me hicieran una vivisección para descubrir qué había en mi cerebro que no funcionaba adecuadamente.
-Básicamente vamos a probar algunas técnicas de relajación y más adelante Jasper nos va a ayudar enviándote distintas emociones en distintas intensidades para saber qué puedes bloquear y en qué medida. Jasper es el único que puede ayudar, ya que ya has bloqueado completamente a Alice y a Edward.
-Ok, cuando empezamos? .Pregunté súbitamente ansiosa.
-Si estás de acuerdo me gustaría comenzar ahora, con las técnicas de relajación.
-Ok, qué tengo que hacer?
-Necesito que te recuestes en el sofá –Dijo apuntando al sofá donde Edward se encontraba sentado. Una vez que me acerqué Edward se puso de pié con el ceño fruncido.
-Y ahora? –Dije mientras me acomodaba. Ese sofá era fantástico, como descansar en una nube!
-Ahora quiero que cierres los ojos te concentres en tu cuerpo. Que visualices tus dedos, tus manos tu antebrazo… quiero que poco a poco te imagines cada parte de tu cuerpo –Dijo lentamente y me dio unos minutos para hacer lo que me pedía –Ahora quiero que visualices tu escudo. Quiero que lo sientas, que lo veas, que trates de extenderlo y contraerlo.
Ok, la visualización de mi cuerpo es una cosa. Conozco mi cuerpo y esa parte aunque tediosa, no fue difícil. Pero mi escudo? Cómo visualizar algo que hasta hacía 5 minutos no tenía idea de que existía?
Me concentré con todas mis fuerzas, hasta que después de un largo rato pude sentir ver una leve vibración en el aire que rodeaba mi cuerpo. Como un espejismo en el desierto, me rodeaba completamente como ondas de calor. Pero aunque era capaz de verlo no era capaz de hacer nada con él. Gruñí en frustración y abrí los ojos.
Carlisle y Edward me miraban expectantes y Edward tenía el ceño fruncido en preocupación.
-Bella… amor estás bien?
-Sí, bien. Lo siento Carlisle, pude ver mi escudo, pero no pude hacer nada con él.
-Está bien Bella, no esperaba que lo lograras la primera vez. El sólo hecho de que hayas sido capaz de verlo es un tremendo avance. Te das cuenta de cuánto tiempo estuviste en trance?
-Ugh… no?
-Poco más de tres horas Bella. Edward y yo estábamos muy preocupados porque no respondías a nuestras palabras.
-Tres horas! Con razón me siento cansada… Está bien si duermo unos minutos?
-Por supuesto amor, vamos a mi habitación.
-Gracias Carlisle!
-De nada Bella. Me gustaría que siguiéramos estas prácticas cuando tengas tiempo. Te parece?
-No hay problema. Mañana voy a estar ocupada pero el domingo estaré libre. Está bien?
-Perfecto. Que descanses –Me dijo mientras Edward y yo salíamos de su oficina. Al vernos pasar Alice me gritó
-Tienes una hora para dormir Bella! Después de eso eres mía!
-Ok! –Respondí curiosa de la sorpresa de Alice. Una vez en el dormitorio de Edward me acomodé en su sillón de cuero y él me cubrió con una manta y se sentó en el suelo a mi lado acariciando mi cabello. Cerré los ojos y él comenzó a cantar mi nana. En cosa de segundos me había quedado dormida.
…oOo…
-Beeeellaaaaa! Despieeertaaaaaa! –Cantó Alice. Un sentimiento de molesto Déjà vu me embargó. Cuántas veces había sucedido esto en una semana?
-Alice déjame en paaaaaz! –Dije sin abrir los ojos.
-Nop, ya te dejé dormir lo suficiente. Ahora tenemos que vestirte, peinarte y maquillarte.
-Qué? –Pregunté abriendo los ojos para encontrarme a Alice vestida con un vestido corto de lamé dorado y zapatos dorados con un taco aguja de 10 centímetros. Su maquillaje resaltaba sus ojos y lucía como algo escapado de las páginas de Vogue.
-Esta noche vamos a salir a bailar a Port Ángeles! Vamos a mi habitación, que tenemos mucho que hacer. Empezando por borrar esa línea que dejó la almohada en tu mejilla… Ugh!
-Alice! –Dios! Había taantas cosas mal con lo que ella acababa de decir… -Alice en primer lugar yo no bailo. En segundo no hay manera en el infierno de que me vayas a vestir como tú. Y en tercero… la línea de la almohada se va a borrar sola.
-No discutas Bella. Ya lo he visto y vamos a pasarlo increíble.
-Creí que ya no podías ver mi futuro –Afirmé.
-El tuyo no, pero el del resto de nosotros sí. Y todos lo pasamos bien, en consecuencia tú también.
-No estoy segura de que esto sea una buena idea… Además yo tengo 18 años, no puedo entrar en un club –Argumenté como la buena hija de un policía.
-Tú tienes 22 –Dijo extendiéndome una identificación falsa con mi foto y el nombre "Lulabella Hawk".
-Alice! En serio? Lulabella? –Dije levantando una ceja.
-Así te podemos seguir llamando Bella!
-Y Hawk?
-Emmett pensó que sería bueno mantener el tema de las aves y a él le gustan los halcones –Explicó. Suspiré y me puse de pié.
-Qué dice Edward de todo esto?
-No le gusta ni pizca pero va a ir de todas maneras para asegurarse de que estás a salvo.
-Ok, me rindo. Qué tengo que hacer?
-Yay! Nada, ven a mi baño y te voy a arreglar el cabello y tu maquillaje.
La seguí obedientemente y una hora después mi cabello lucía brillante y perfecto, cayendo por mi espalda y suavemente rizado en las puntas. Mi maquillaje me hacía ver madura y sexi, algo que pensé sería una tarea imposible. Aparentemente no ara Alice.
Luego nos fuimos a su dormitorio donde había una minifalda de mezclilla, un top ultra escotado de color rojo, una chaqueta de cuero corta y botas de cuero negras con un taco mediano. Nada que me haría romperme la cabeza, pro nada que usaría en mi sano juico. Todo lo anterior complementado con set de sexi ropa interior roja.
-Nop.
-No qué?
-No hay argumento capaz de hacerme usar eso. Nop –Dije cruzándome de brazos.
-Bella esto es exactamente lo que necesitas! Déjate llevar! Pruébate la ropa. Si no te gusta cómo te ves, te prometo que buscaremos otra cosa para que te pongas. Pero dame la oportunidad.
-Alice! Voy a parecer un mamarracho!
-Cuándo te he vestido como un mamarracho? Cuándo te he hecho ver menos que perfecta?
-Ok, pero en esto estás equivocada…
-Pruébatelo –Dijo cruzando sus brazos en el pecho.
-Te odio lo sabías?
-No, me adoras –Dijo empujándome hacia la cama. De mala gana me desvestí y me puse la ropa elegida por Alice incluyendo la ropa interior roja –Oh Bella es perfecto!
-Perfecto cuando me caiga sobre mi trasero con las piernas abiertas!
-Mírate al espejo –Dijo dirigiéndome a su enorme espejo de cuerpo entero. Era verdad. Me veía… distinta. Sexi. Adulta. Y quién habría adivinado que bajo mis jeans se encontraba ese par de largas piernas? Wow! –Te gusta? Puedo ver que te gusta. Te gusta verdad? –Dijo Alice dando saltitos.
-Sí Alice. Me gusta. Buen trabajo, me veo increíble –Dije dando vueltas frente al espejo.
-Yay! Ahora tenemos que bajar. Los chicos nos están esperando, Jazzy está preparando tequila margarita.
-Jasper está preparando cocteles?
-Sip. Es el mejor barman de la familia. Aunque Emmett no está de acuerdo.
-Alice los vampiros no pueden beber…
-Quién dice?
-Oh… nadie… simplemente asumí…
-Los vampiros no bebemos agua, pero el alcohol… no hay problema, nuestro organismo lo puede asimilar. Aunque se necesitan grandes cantidades para emborracharnos.
-Cómo es que nadie me había dicho antes?
-Supongo que nunca salió el tema… Y a Carlisle no le gusta que nos emborrachemos en la casa… Los destrozos, tu sabes. La última vez el piano de Edward terminó en la copa de un árbol.
-Cómo…? Olvídalo, no quiero saber –Dije mientras entrábamos a la cocina y me detuve en seco, pasmada viendo a Edward, Jasper y Emmett.
Ellos son vampiros y yo estaba acostumbrada a su belleza extraterrenal y todo eso. Pero cuando realmente hacían un esfuerzo por verse bien… Woooow! Era como un grupo de modelos, guapísimos, perfectos, sexi…
Y esos músculos! Emmett estaba usando una camiseta de manga corta de color rojo que mostraba sus bíceps y antebrazos y se ajustaba deliciosamente a su cuerpo. Quise tocarlo, apretarlo, morderlo… Y esa jodida sonrisa con hoyuelos… Y un par de jeans oscuros que le daban un aire sensual y delicioso.
Jasper usaba una camisa de color gris con los dos primeros botones del cuello desabrochados y enrollada en sus antebrazos, y un par de jeans desgastados que marcaban perfectamente sus largas piernas y ese trasero esculpido… Mmmh… sus risos dorados caían por su frente mientras se inclinaba sobre la licuadora… Dios! Alice es una mujer con suerte…
Y Edward… usando una camisa verde que combinaba con su cabello cobrizo y jeans que se ajustaban perfectamente a su cuerpo. Edward siempre luciendo más como un ángel que como un hombre. Casi me daba vergüenza pararme a su lado. Siempre me molestaba el contraste y me hacía sentir inadecuada.
-Estamos listas! –Exclamó Alice -Dónde están nuestros tragos?
-Bella amor! –murmuró Edward mirándome fijamente.
-Belly Boo! Dónde tenías guardadas esas piernas? –Dijo Emmett guiñándome un ojo.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

No olvides comentar!!!

Calendario