lunes, 11 de julio de 2011

Renacer 11



Más limonada! Uf! Ojalá les guste, ya me dirán qué les parece.

No olviden escribir sus one shots de Jasper! Puede ser All Human, Vamp, y con cualquier pareja y POV que desean, mientras se encuentre entre las 1000 y 5000 palabras.

Y pasen la voz!
El vestido y el corsage se encuentran en "Renacer, Extras"

Disfruten!

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Capítulo 11

Baby I've been drifting away
I've been dreaming all day
Of holding you, touching you
The only thing I wanna do
Is be with you, as close to you
As I can be
Let's make love, all night long
Until all of our strength is gone
Hold on tight, just let go
I wanna feel you in my soul
Until the sun comes up
Let's make love.

Let's make love / Faith Hill, Tin McGraw

Bella POV

-Esta noche vas a tener tu primera cita de verdad con Peter, Bella, deja de moverte y deja de quejarte! –Dijo Alice enrollando las tenazas en mi cabello.

-Peter ya ha visto cómo luce mi cabello normalmente… incluso lo ha visto cuando recién despierto y está todo enredado… por qué se impresionaría con los risos que pretendes hacerme?

-Por que el hecho de que te tomes extra esfuerzo es un cumplido hacia él –Respondió.

-Mmmmmmmpf! –Resoplé rindiéndome. Si era para Peter lo haría contenta.

-Además tienes un cabello tan bonito… es una pena que lo desperdicies! –Pobre Alice, con lo que le gustaba jugar a la peluquería y su propio cabello era demasiado corto y no servía para gran cosa…

-Ok, pero podrías tratar de apurarte? Llevamos horas entre los masajes capilares, el shock de brillo, las máscaras de algas, la depilación… -Enumeré.

-No puedes apurar la perfección –Respondió ella simplemente.

-Ok… -Suspiré.

-Rose! Estamos listas para comenzar con las manos y pies! –Llamó Alice.

-Por qué no lo hicieron cuando salí de la ducha? O mientras me estabas maquillando? –Pregunté por molestar un poco.

-Porque te estás moviendo tanto que habrías arruinado la manicure pegoteando esmalte en tu cabello, ya lo vi –Dijo tocándose la frente y continuó arreglando mi cabello en un moño que dejaba caer libremente varios risos por mi cuello y mi rostro.

-Hola Rose –Suspiré mientras Rosalie entraba en la habitación a paso humano.

-Hola Bella… paciencia! –Me guiñó un ojo. Nuestra relación había mejorado montones desde que nos mudamos a Lansing. Yo le entregué mis manos y ella procedió a limar, hidratar y pintar mis 20 uñas de color rojo sangre.

…oOo…

Cuando estuve lista y "perfecta" Alice descubrió mi vestido. Decidí confiar en su criterio y probármelo antes de quejarme.

Wooow!

Era un vestido con el corsé de raso que resaltaba mi cintura y me hacía ver un escote que no sabía que poseyera. Mi espalda quedaba casi completamente desnuda y la falda de era de tul cortado en tiras asimétricas que dejaban ver porciones de mis piernas.

Todo fue complementado con joyas de plata facilitadas por Rosalie y un par de sandalias asesinas que me hicieron desear que Peter me cargara por toda la noche.

…oOo…

Bajé las escaleras sintiéndome una estrella de cine. Realmente Alice había gastado buena parte del día en arreglarme y sólo pude imaginar el tiempo que habría llevado encontrar mi "perfecto atuendo"… poco a poco comencé a entender a qué se refería Alice al decir que ella estaría muy ocupada este año sin necesidad de estudiar.

Peter me esperaba al pié de la escalera luciendo maravilloso como siempre pero esta vez con un traje negro de 3 piezas, camisa blanca y corbata blanca y negra. Sus zapatos brillaban y en sus manos tenía un maravilloso corsage de orquídeas. Me sentí como si me dirigiera a mi fiesta de graduación.

-Te ves maravillosa ángel –Dijo Peter besándome levemente en los labio, sus ojos brillantes. Me prendió el corsage en la cadera, donde comenzaba la falda de mi vestido, y tomó mi mano para besar mis nudillos.

-Tú no lo haces nada mal Petey! Deberías conseguir un trabajo en un banco o una funeraria y vestirte así todos los días –Bromeé.

-Bella! –Gritó Alice desde el segundo piso… supongo que eso no era apropiado hablar de trabajos en una funeraria en una primera cita…

-Lo siento… -Dije haciendo un puchero, esperando no haber arruinado nada entre nosotros.

-Te amo ángel –Respondió él y me dirigió a la puerta.

-Adiós Alice! –Grité –No me esperes despieeertaaaaa! –Y con eso cerré la puerta tras de mí.

…oOo…

Nuestra cena fue maravillosa. Fuimos al mejor restaurant de Lansing, The English Inn, una maravillosa casona de ladrillo estilo tudor que era famosa por su cocina y espectacular servicio.

Peter había pedido un salón privado para nosotros por lo que él no tendría que fingir comer.

Cuando el mozo nos trajo la carta yo apenas supe qué elegir… todo se veía maravilloso.

Peter me guiñó un ojo y dijo

-Yo voy a comenzar con el bisque de langosta y luego quiero el Chateaubriand.

-Yo quiero el cóctel de camarones y el strudel de hongos salvajes –Dije pensando en que de todos modos comería parte de la cena de Peter.

-Excelente elección –dijo el mozo -Vino? –Preguntó.

-El vino de la casa estará bien –Contestó Peter. Yo sonreí. Ninguno de los dos sabía nada de vinos, yo porque soy una ignorante y Peter porque es un vampiro.

Pasamos la velada conversando y contándonos anécdotas. La comida estaba, por supuesto, deliciosa, y yo probé tanto lo que pedí yo como lo que pidió Peter, pero teniendo cuidado de no comer demasiado. No podía enfermarme por golosa con las actividades que tenía en mente para después…

…oOo…

Después de comer dimos un paseo por los maravillosos jardines que rodeaban los salones del restaurant y por último regresamos a casa.

Extrañamente, no había nadie ahí… yo me esperaba a Alice acribillándome de preguntas y a Emmett olisqueándome para saber dónde me había tocado Peter.

Pero no había nadie… solos por fin.

Subimos a la habitación de Peter y pude notar el leve brillo dorado de la luz del fuego desde debajo de la puerta cerrada. Al abrirla quedé impactada.

Cientos de velas encendidas ocupaban cada superficie, logrando un encantador y romántico efecto. Mientras yo giraba mirando a mi alrededor, Peter se dirigió a su equipo de música y puso las nocturnas de Chopin, mis favoritas.

-Petey… todo ha sido tan… perfecto… no sé cómo agradecerte todo lo que has hecho por mí… Te amo tanto… -Dije abrumada por mis sentimientos. Una lágrima corrió por mi mejilla pero la recogí rápidamente, no queriendo arruinar mi maquillaje.

-Ángel… tú eres perfecta para mí… Te amo como nunca he amado a nadie… jamás… -Dijo y se acercó a mí para besarme. Comenzó como un beso suave, lento y sensual, pero poco a poco subió de intensidad hasta que ambos jadeamos y mi corazón latió desbocado.

-Petey… estoy lista… -Me sonrojé, por supuesto –Estoy lista para ti… quiero que me hagas el amor –Le pedí tímidamente, asustada de su posible rechazo. Por favor que no me diga que no… no podría soportarlo…

-Si estás completamente segura ángel… va a ser un honor hacerte mía esta noche –Dijo y me volvió a besar.

…oOo…

Peter POV

Esta era la noche más importante de mi vida. Tenía que hacer esto bien. Tenía que demostrarle mi amor, mi preocupación, mi necesidad de hacerla feliz… Y mi capacidad de satisfacer cada una de sus necesidades…

-Qué tal un masaje ángel? –Pregunté.

-Quieres que te dé un masaje? Preguntó sorprendida mordiéndose el labio inferior.

-No, quiero darte un masaje… si quieres –Añadí sin querer obligarla a nada.

-Oh… Ok…

-Bien… déjame sacarte ese vestido –Dije con la voz ronca de deseo. Había querido arrancarle el jodido vestido desde que la vi bajar las escaleras.

-Ok –Dijo girándose para que pudiera bajar su cremallera. Obviamente no usaba brassier… Pero lo que no me esperaba eran las bragas… un par de cortes de encaje totalmente transparente.

-Acuéstate sobre tu estómago –Le ordené mientras buscaba en mi velador el aceite para masajes que había comprado para la ocasión.

Ella me obedeció sin cuestionamientos y quedó tendida sobre mi cama, desnuda salvo por sus braguitas, tal como la soñé una y mil veces.

Comencé untando mis manos con una pequeña cantidad de aceite y acaricié sus hombros, lentamente, identificando los puntos en los que su tensión se concentraba.

Milagrosamente, ante mi toque la tensión pareció abandonarla y ella suspiró feliz.

Seguí bajando poco a poco, trabajando su espalda y su cintura hasta el borde de sus bragas y pude oír su respiración agitarse mientras me acercaba a su trasero.

Pero mis planes eran otros. Bajé hasta la planta de sus pies y masajeé cada uno con mis manos y la yema de mis dedos. Ella emitió algunos gemidos de placer que tímidamente trató de acallar.

Son el sondo más dulce que he oído en mi vida.

Seguí subiendo, masajeando sus pantorrillas, detrás de sus rodillas y sus muslos.

-Necesito sacarte las bragas ángel, están en mi camino –Le advertí. Supe de antemano que ella no se negaría.

Y estuve en lo correcto. Sin decir palabra ella simplemente levantó su trasero hacia mí para que yo pudiera deslizar sus bragas por sus piernas. Ese simple gesto casi me hace llegar al clímax sin necesidad de nada más… demasiado sexi para describirlo con palabras.

Sin perder tiempo comencé a acariciar sus nalgas acercándome a su centro pero sin tocar nada salvo su glorioso trasero. El olor de su excitación se intensificó y yo estaba imposiblemente duro, pero aún quise prolongar esta deliciosa tortura un poco más.

-Sabes lo sexi que eres ángel? –Pregunté directamente en su oído, mis manos sin abandonar su trasero por un segundo.

-Peter por favor… –Dijo ella proyectando su trasero hacia arriba.

-Qué quieres ángel? Lo que sea, no tienes más que pedirlo…

-No lo sé! –Dijo frustrada –Pero tú sí lo sabes… lo que sea que necesito, dámelo, no guanto más… -Gimió en frustración.

-Será esto? Dije separando sus piernas e introduciendo un dedo en su hendidura, apenas rozándola.

-Aaaagh!… sí… -Gimió.

-Mmmmmh… ángel estás tan mojada… -Dije mientras mis dedos acariciaban gentilmente su clítoris. Sus movimientos se volvieron erráticos, entre levantar su trasero, exponiéndola a mí y presionando su pelvis contra la cama para obtener más fricción contra mi mano.

Yo hice rodar su cuerpo y me posicioné entre sus piernas, para poder besar su boca, su rostro y sus pechos mientras mis dedos seguían acariciándola, tentándola y penetrándola hasta hacerla explotar en un orgasmo. Seguí acariciándola y besándola suavemente hasta que su respiración se hubo calmado.

-Te necesito Bella… déjame hacerte el amor esta noche –Pedí… Ella mordió su labio inferior y asintió.

Me desnudé rápidamente y regresé a mi lugar entre sus piernas. Posicioné la punta de mi erección en su entrada.

-Estás segura, ángel? –Pregunté sabiendo que si me decía que no rompería a llorar como un niño.

-Segura… hazme el amor Petey –Dijo ella besándome dulcemente, calmando mis aprensiones.

No necesité más incentivo… lentamente la penetré hasta que toda mi extensión estuvo dentro de ella. Bella gimió de dolor y yo me detuve un momento para dejarla acostumbrarse a mi tamaño y permitir que sus músculos se relajaran.

Una vez que su rostro se suavizó me retiré lentamente hasta casi abandonar su calor, sólo para volver a entrar lentamente hasta que estuve completamente dentro de ella otra vez.

Su ardor contra mi frialdad era una nueva capa añadida a la sensación maravillosa que era mi Bella, y la enormidad del momento me abrumó. Por fin era mía… y yo por fin era completa y totalmente feliz.

Nada faltaba en mi vida, y todo me lo había entregado ella… mi Bella.

Tomé una de sus manos entrelazando nuestros dedos y la posicioné sobre su cabeza mientras mi otra mano acariciaba su cuerpo. Nuestras bocas estaban unidas en besos, palabras sueltas y suspiros, y yo establecí un paso lento pero firme, penetrándola una y otra y otra vez.

Cuando sentí sus músculos volver a tensarse apuré el paso, y segundos después de que ella alcanzara su clímax la seguí con el mío, sacudiéndome en el orgasmo más poderoso que haya disfrutado jamás.

Rodé nuestros cuerpos sin salir de ella y Bella quedó lacia y agotada sobre mí, pero sonriendo feliz.

-No hay palabras para describirte ángel… eres maravillosa –Dije besándola en la punta de la nariz.

-Tú lo eres… te amo Petey… te amo tanto… nunca me dejes –Me pidió.

-Nunca jamás… vamos a pasar nuestra eternidad juntos y cada día va a ser tan perfecto como hoy –Prometí seriamente.

Bella se acurrucó sobre mí y yo nos cubrí con la colcha. Gracias a la chimenea no hacía frío, pero mi cuerpo helado podía bajar su temperatura corporal.

-Te amo, ángel… -Murmuré esa noche más veces de las que pude contar.

%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%

Ok chicuelas, merezco una avalancha de comentarios o qué?

Jejejejejeje

Díganme qué les pareció… valió la pena la espera? Me pone nerviosa escribir lemons, nunca estoy segura de si lo hice bien...

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