jueves, 8 de diciembre de 2011

Por qué a mí? 14





Hola chicos y chicas! Capítulo extra largo porque me regalaron extra reviews en el capítulo anterior.

Este va dedicado a Guada, que me recibió súper bien en Facebook, y a los que aún no me han agregado como su amiga, no lo duden, los mantendré informados de mis actualizaciones y podrán encontrar material extra de mis historias.

Un abrazo a todos quienes leen, me agregan a sus favs y comentan, lo aprecio de corazón.

Que disfruten!

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Capítulo 14

Te extraño

como se extrañan las noches sin estrellas

como se extrañan las mañanas bellas

no estar contigo, por dios que me hace daño.

Te extraño

cuando camino, cuando lloro, cuando río

cuando el sol brilla, cuando hace mucho frío

porque te siento como algo muy mío.

Te extraño /Luis Miguel

Sam POV

Cuando llegué a casa de los Clearwater a buscar ropa para Leah y Seth, ya se habían llevado a Harry al Policlínico de La Reserva y no había nadie. La puerta estaba abierta y aún todo estaba en desorden.

Al entrar a la casa me tomé unos minutos para analizar la situación… Nunca en la historia de nuestra Tribu había existido una mujer-lobo, y el hecho de que esa mujer fuera Leah lo hacía aún peor… No es que yo fuera machista pero la logística de tener a mi ex novia metida en mi cabeza cada vez que nos transformáramos juntos era simplemente insoportable. Leah no me dejaría vivir en paz y la culpa sería cada vez más fuerte al tener que saberla viéndome disfrutar de la felicidad que mi imprimación me entregaba… mi Bella.

Por otro lado, estaba Seth, un chico con el que no creía tener problemas en el futuro, ya que era simpático, alegre y optimista, pero tenía sólo 15 años! El pobre chico vería cortada su adolescencia de golpe para asumir responsabilidades de adulto, y no había nada que pudiéramos hacer para retrasar su proceso. Seth ya se había transformado y en consecuencia, era parte de la manada.

Resignado a lo que me depararía el futuro, entré a la habitación de Leah y me vi asaltado por mil recuerdos... en este lugar había pasado horas eternas en compañía de mi Leeh… la mujer que parte de mi corazón aún amaba.

Sacudí la cabeza, eso es cosa del pasado, me dije, ahora tengo a mi Bella, y me dirigí al cajón que sabía era el de la ropa interior y saqué una combinación de algodón. Leah no querría terminar desgarrando sus piezas más atractivas cuando volviera a perder el control… y seguro que lo haría, Leah siempre ha tenido un carácter de mierda.

Luego saqué una solera de su clóset y me dirigí a la habitación de Seth. Ahí me era menos familiar la ubicación de las cosas, pero en su caso sólo necesitaba unos shorts y listo. Abrí un par de cajones y encontré lo que buscaba.

Fui a la cocina y saqué una bolsa de supermercado para meter toda la ropa y me encaminé corriendo hacia el bosque, donde aún me esperaban los hermanos Clearwater completamente desnudos.

-Ya era hora, mandaste a un sastre a coser la ropa? –Preguntó Leah siempre sarcástica. Simplemente la ignoré.

-Gracias Sam… No me trajiste una camiseta? –Preguntó Seth cuando le extendí la bolsa.

-No Seth, de ahora en adelante sólo vas a usar shorts hasta que aprendas a controlar a tu lobo… no vale la pena destrozar todo tu vestuario –Le dije mirando hacia La Reserva.

Una vez estuvimos todos vestidos nos dirigimos corriendo al Policlínico, donde nos informaron que debido a la grave condición de Harry lo habían trasladado al Hospital de Forks. Afortunadamente ya no trabajaba en ese lugar el doctor colmillos, o no hubiéramos permitido el traslado jamás.

Leah, Seth y yo decidimos ir a mi casa por mi camioneta e ir inmediatamente al hospital. El viaje fue silencioso. Seth tenía lágrimas en los ojos y Leah lo abrazó sin decir palabra, mirando por la ventanilla. Yo traté de no interrumpir su momento y manejé sumido en mis propios pensamientos. Aparentemente mis planes con Bella tendrían que ser pospuestos, ya que probablemente pasaríamos el día en el hospital.

Al llegar al hospital estacioné la camioneta y Seth y Leah saltaron del vehículo antes de que yo pudiera apagar el motor y corrieron hacia el mesón de recepción de urgencias.

-Harry Clearwater? –Preguntó Leah a la recepcionista.

-Son familiares? –Preguntó la muchacha.

-Son los hijos –Respondí antes de que Leah le contestara alguna pesadez.

-Oh… bien… está en cirugía… su esposa y amigos están esperando en la sala de espera del segundo piso –Respondió.

-Gracias –Dije mientras Seth y Leah ya volaban escaleras arriba.

En la sala de espera estaba Sue, Billy, Quil Sr y otros 5 o 6 renombrados miembros de la Tribu. Nos saludamos con asentimientos de cabeza y Seth y Leah corrieron hacia su madre.

-Cómo está? –Pregunté a Billy en voz baja.

-Mal –Respondió –Ahora le están haciendo una cirugía a corazón abierto, pero dicen que las posibilidades son lejanas… tú sabes que Harry nunca se cuidó... creo que está en las últimas…

-Mierda! –Mascullé al ver que Leah y Seth levantaban sus miradas hacia mí… habían escuchado nuestro pequeño intercambio y se encontraban temblando fuertemente.

-Sam, sácalos de aquí! –Me ordenó Billy y yo tomé de la mano a Leah y a Seth del cuello y corrimos escaleras abajo y hacia el bosque una vez que salimos del edificio. Ni bien nos hubimos perdido de vista, Seth y Leah explotaron en bolas de pelo gigante. Seth comenzó a aullar recostado en el suelo, y Leah comenzó a atacar un árbol con sus dientes.

-Seth, Leah, basta! -Les ordené. Aunque ambos se resistieron no les quedó más alternativa que aceptar mi autoridad.

-Nuestro padre está muriendo y no nos dejas ni siquiera descargar nuestras frustraciones? –Preguntó Leah furiosa.

-No podemos tener a Seth aullando tan cerca del pueblo, y lo mismo va con tus afanes de leñadora, estás dejando marcas reconocibles para cualquier cazador. Vamos a quemar esa energía extra que tienen, y lo vamos a hacer patrullando. Embri, estás ahí? –Pregunté.

-Sí Sam –Respondió Embri mostrándome una imagen de su locación.

-Bien, ándate al hospital, nosotros te vamos a relevar en el patrullaje, y tú nos vas a mantener informados de cualquier cambio que haya en la condición de Harry, de acuerdo? –Le pregunté.

-Sí Jefe –Respondió Embri y perdimos contacto.

-Para qué demonios tenemos que patrullar? –Preguntó Leah mientras corríamos por el bosque.

-Porque somos Protectores Leah, por eso –Respondí.

-De quién estamos protegiendo a la Tribu ahora? –Preguntó Seth.

-De una sanguijuela llamada Victoria –Les dije mostrándoles imágenes en mi mente de ella y las razones por las que estaba rondando Forks.

-Quieres que defendamos a tu mugrosa Bella Swan! –Me acusó Leah gruñéndome furiosa.

-Esa sanguijuela ha matado gente en Forks Leah. La razón por la que sigue volviendo es irrelevante, debemos detenerla, para eso fuimos creados –Respondí.

-No lo entiendo Samuel, estás poniendo a la Tribu en riesgo al permitirle la entrada a esa mocosa y a cambio de qué? Qué tiene ella que te embrujó de esa manera? –Preguntó Leah sonando un poco más razonable.

-Ella es mi imprimada –Le respondí, mostrándole el momento en el que me di cuenta de que Bella Swan era mi mundo, mi todo, y cómo los lazos que me unían a otras personas dejaban de importar, todo por ella, la única, Bella.

-Imprimación? Estás hablando en serio? –Preguntó Leah desconcertada –Pensé que esas eran historias de viejas… pobre Jacob… con razón desapareció… Jacob era un lobo verdad?

-Sí, es un lobo reciente, lo lleva siendo menos de un mes, pero el problema es que al saber de mi imprimación con Bella él se emancipó de la manada… -Admití.

-Yo quiero hacer eso, emanciparme… –Dijo inmediatamente Leah.

-No puedes –Respondí.

-Ándate a la mierda Samuel, claro que puedo. Me declaro emancipada! –Exclamó.

-La única razón por la que Jacob pudo emanciparse es porque él es el legítimo Alpha de esta manada… él tiene el derecho de reclamar su título en el momento que lo desee, y yo no se lo voy a pelear –Le expliqué.

-Legítimo Alpha? Eso tiene que ver con las líneas de sangre? –Preguntó Seth que hasta ese momento se había mantenido en silencio.

-Exacto –Respondí –Yo sólo soy el Alpha porque fui el primero en convertirme en lobo y soy hasta ahora el más fuerte de la manada.

-Humph! –Resopló Leah y seguimos corriendo en silencio hasta llegar al borde de las líneas territoriales.

-Qué es ese olor? –Preguntó Seth tapándose el hocico con una pata –Huele a algodón de dulce con… cloro! Puaj!

-Eso –Respondí –Es el olor de la sanguijuela pelirroja que estamos buscando.

-Demonios, huele horrible! –Se quejó Seth.

-No sé cómo tu noviecita lo soportaba cuando era novia de uno de los Cullen –Dijo Leah.

-Leah deja de atacar a Bella, ella no tiene la culpa de lo que está ocurriendo… ninguno de nosotros la tiene! Ya te mostré que la imprimación es absolutamente involuntaria –Le dije.

-Eso no significa nada… -Me dijo ella con la voz llena de tristeza –El daño está hecho de todos modos… y ahora mi padre está muriendo y nosotros estamos atrapados en estos cuerpos de lobos!

-Leeh por favor entiende… si vamos a compartir una sola mente mientras seamos lobos debemos tratar de ser civilizados! Nunca fue mi intención hacerte daño!

-Pero lo hiciste Samuel, y por muy Gran Jefe que seas no me puedes obligar a que me guste esta situación –Respondió ella –Y no me digas Leeh!

-Leeh no te enojes más! –Le dijo Seth.

-Está bien Seth… ya no vamos a discutir más… no hay nada más de qué hablar.

-Sam? Estás ahí? –Preguntó Embri.

-Sí, aquí estamos, en la Línea Sur del tratado –Respondí.

-Tienes noticias de papá? –Preguntó Seth entusiasmado.

-Sí… lo siento muchachos… Harry falleció… su corazón no resistió la operación y falleció hace unos 10 minutos.

-Gracias Embri, regresa al hospital y mantennos informados. Llama a Paul y a Jared y que apoyen a Sue en lo que necesite –Dije con un nudo en la garganta.

Leah y Seth comenzaron a aullar y yo los dejé expresar su dolor en silencio. Pasmos horas corriendo y llorando, corriendo y destrozando árboles a nuestro alrededor, y así pasó la noche del domingo.

En algún momento de esa noche horrible nos quedamos dormidos en forma de lobos, y en forma de lobos despertamos. Seth y Leah apenas habían descansado pero estaban tan alterados que ni a pesar de todo lo que intenté guiarlos para que se volvieran a transformar en humanos, nada resultó.

El día lunes Jared, Paul y Embri se turnaron para patrullar alrededor de La Push, mientras nosotros seguíamos corriendo a ciegas, hasta que dimos con un rastro fresco de la sanguijuela Victoria cerca de la frontera con Canadá.

Nos movimos hacia el mar a toda velocidad y nos encontramos con un rastro de sangre humana que subía por el tronco de un árbol. Al mirar hacia arriba pudimos comprobar que Victoria se encontraba alimentándose en la copa del árbol de un pobre campista. Al menos el hombre parecía estar muerto.

La pelirroja soltó el cuerpo y echó a correr, pero nosotros fuimos más rápidos, atacando por tres flancos distintos. Leah era sorprendentemente rápida y tenía una enorme necesidad de romper y desgarrar cosas… y fue eso justamente lo que hizo con el brazo de Victoria.

La sanguijuela chilló y se giró para enfrentar a Leah, pero ésta fue demasiado rápida y evitó el golpe, el que recayó en el pobre Seth, que voló por los aires y chocó contra un árbol, derribándolo.

Leah se cabreó aún más y mientras yo atacaba por la retaguardia ella le arrancó un trozo de pierna a la sanguijuela.

Después de eso simplemente desmembramos a Victoria y vino la parte difícil… debíamos hacer fuego para quemar los pedazos.

Yo me tuve que convertir en humano y tomar dos palitos y hierba seca y frotarlos mientras Leah verificaba las heridas de Seth, que afortunadamente no habían sido nada grave, simplemente un hombro dislocado. Me demoré varios minutos pero finalmente logré hacer fuego… Luego tomé uno de los brazos de Victoria (que aún se retorcía) y usé el veneno como combustible.

Pronto tenía una perfecta pila funeraria de la que salió un espeso humo de color púrpura.

Entonces me acerqué a Seth y puse su hombro en su lugar y volví a mi forma de lobo.

-Están todos bien? –Me preguntó Paul frenético mientras corría hacia nosotros.

-Todos bien, gracias a Leah –Respondí –Eres una gran guerrera Leah, felicitaciones.

-No fue nada… al menos había una zorra a la que le pude arrancar la cabeza –Me dijo desdeñosamente.

-Tú también estuviste muy bien Seth, buen trabajo –Le dije.

-Gracias –Dijo él tratando de apoyar su pata nuevamente.

-Creen que puedan volver a ser humanos pronto? –Pregunté. Ya era media tarde del día lunes y el velorio de su padre estaría teniendo lugar en ese momento.

-Podríamos intentarlo… -Dijo Seth.

-Seguro… intentémoslo –Dijo Leah.

Y lo intentaron… por horas. Y no hubo resultado. No sé si sería la pena de la muerte de su padre, el shock de haberse convertido en lobos o la adrenalina de haber matado a su primer vampiro… tal vez eran todas las anteriores, pero como sea, ninguno de los dos se pudo volver humano por más que lo intentamos.

Esa noche la volvimos a pasar en el bosque y Leah y Seth aullaron a la luna en duelo por su padre.

El día martes era el funeral de Harry, y nuevamente pasamos horas tratando de convertirlos sin resultado. Ambos estaban débiles y agotados, debido al poco sueño y la falta de alimento, ya que Leah se negaba a comer carne cruda y Seth seguía el ejemplo de su hermana.

-Ya está bien! –Exclamé de pronto –Esta es una orden Alpha, no una petición, una orden! Transfórmense en humanos ahora! –Dije con un timbre de autoridad en mi voz. Esto era algo a lo que no quería llegar, forzar la transformación podía ser un proceso doloroso e incómodo, pero peor sería para Leah y Seth perderse el funeral de su padre.

Ambos comenzaron a temblar y después de varios minutos finalmente se transformaron en humanos, quedando en el suelo, agotados.

-Bien, ahora debemos correr a la Tribu a buscar algo de ropa –Les dije.

-Estamos desnudos… Leeh estás desnuda! –Dijo Seth tapándose los ojos.

-Madura Seth! –Le dijo Leah dándole un empujón y quitándole importancia.

-Por qué la primera mujer desnuda que veo en vivo y en directo tiene que ser mi hermana? –Se quejó él haciendo aspavientos de mirar en cualquier otra dirección menos hacia Leah.

Yo tampoco la quería mirar, aunque conocía su cuerpo a la perfección. Me parecía que sería como engañar a Bella… Bella! Mierda! Ya estábamos a martes y yo había quedado de ir a verla el domingo! Esperé que ella pudiera entender que estaba completamente incomunicado… bueno, ya habría tiempo de explicar.

Corrimos por un par de horas hasta llegar a casa de los Clearwater y mientras Leah se vestía Seth me prestó un short de Harry que usé hasta llegar a mi casa y buscar un par de Jeans y una camiseta para asistir al funeral.

Luego, los tres nos dirigimos al cementerio, donde la ceremonia ya estaba casi terminando.

Leah inmediatamente comenzó a temblar, y Seth comenzó a llorar. Los sujeté a ambos de un brazo a cada uno, listo para echar a correr de ser necesario.

Seth se acercó a su madre y yo lo solté, sosteniendo a Leah que en ese momento rompió a llorar. Nos acercamos al ataúd y pude ver a Bella con su padre en un rincón. Me alegré de verla, mi lazo de imprimación casi me estaba ahogando en su ausencia, pero en ese momento Leah murmuró

-Zorra! Cómo se atreve a venir? La voy a matar!

Y comenzó a temblar violentamente mientras las lágrimas rodaban por sus mejillas. Yo debí aferrarla por la cintura con ambos brazos y pude ver la mueca de dolor en el rostro de mi Bella.

Pero qué podía hacer? Si soltaba a Leah sería capaz de transformarse o de atacar a Bella en forma humana… no, debía esperar hasta después del funeral.

La ceremonia término poco después y los Swan se retiraron inmediatamente. Yo acompañé a Leah y Seth a su casa y mientras ellos compartían con su madre traté de llamar a Bella… pero no me respondió.

Llamé una y mil veces, le dejé recados y ya estaba listo para partir a su casa a buscarla cuando Quil Senior apareció en casa de los Clearwater diciendo

-Samuel, es urgente! Quil se transformó!

-Qué? Otro lobo? Pero si acabamos de matar a la sanguijuela pelirroja! –Exclamé.

-Anda a su casa de inmediato! Quil tiene a sus padres encerrados en su habitación no los deja salir!

Aaaaaaaaah! Mierda! Necesitaba ir a casa de Bella inmediatamente, necesitaba decirle que no había nada entre Leah y yo, pero los deberes de la manada eran primero…

Corrí a casa de Quil y me lo encontré en forma de lobo en el living de la casa, los muebles destruidos y el resto desordenado, y pude escuchar a sus padres encerrados en su habitación.

-Quil, tranquilo –Dije desde la entrada –Soy Sam –Hablé calmadamente comenzando con la cantinela de siempre…

…oOo…

Horas después logré que Quil se relajara lo suficiente como para volverlo a la forma humana, y aproveché de llamar a Bella un par de veces más sin resultados.

Por la noche tuvimos una reunión de la manada en mi casa. Asistieron Paul, Jared, Embri, Leah, Seth, Quil y Billy Black. Discutimos las leyendas y el organigrama de la manada, por ahora mi Beta seria Paul, ya que Jared estaba recién imprimado y tenía la cabeza en las nubes.

Por la noche debí quedarme en forma de lobo con Quil, Leah y Seth, los tres estaban demasiado inestables como para dejarlos regresar a sus casas, por lo que nos internamos en el bosque.

Al día siguiente hablé con Jared para que se hiciera cargo de mi ferretería ya que llevaba varios días cerrada en medio de todo el caos de los días pasados, y aproveché la ocasión para llamar a Bella. Nuevamente no me contestó.

En mi desesperación llamé a Charlie a la estación de policía, y me respondió duramente.

-Hola.

-Jefe Swan? Habla Sam Uley… llamaba para saber sobre Bella…

-Qué demonios quieres saber? No está aquí conmigo, si eso es lo que te preguntas –Respondió.

-No… me preguntaba cómo está ella… no me quiere contestar mis llamadas ni mis mensajes.. yo… yo amo a su hija, señor –Dije patéticamente.

-Pues no lo parece, ella ha estado llorando desconsolada por los últimos dos días –Respondió.

-Yo… tengo obligaciones en La Reserva, usted lo sabe, sobre todo con la muerte de Harry… pero Bella es mi prioridad señor, sólo le pido a Bella que me conteste el teléfono, que me dé una oportunidad de explicarme…

-Veré lo que puedo hacer –Respondió reacio.

-Muchas gracias señor.

-Sí, si… ya veremos si Bella quiere hablar contigo. Yo no te prometo nada, pero voy a hablar con ella.

-Gracias… eso es todo lo que le pido.

-Adiós Sam –Dijo secamente.

Adiós, señor –Dije cortando la comunicación.

Y ahora, todo quedaba en manos de mi suegro.

%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%

Próximo capítulo, Sam hablará con Bella… se merece que lo perdonemos?

Reviews=love=actualización

2 comentarios:

  1. Buen capítulo, resolviste todas mis dudas. Gracias por compartirlo.
    Cariños, Amy

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  2. Por nada Amy, ya respondí a tu duda sobre el perrito de Bella en "Regreso a Casa Ch. 25", se llamaba Clint!. Sorry por no responderte antes...

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