Condenados 7

Hola a todos! Por fiiiiin otro capítulo de Condenados! Super atrasado, lo sé, pero es que estaba con la cabeza ocupada en mis otras historias…

Les cuento que terminaré esta historia antes de comenzar a escribir la próxima, así es que aún tienen tiempo para votar en la encuesta de mi perfil ¿sobre qué pareja debería escribir a continuación?

No dejen de compartir sus opiniones, un abrazo grande y que disfruten!

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Capítulo 7

Un nuevo acorde
te hace mirarme a los ojos
Aún tengo al sol
para besar tu sombra
Hoy caí
al dejarte sola
ya pagué
por quebrar la calma

Ángel eléctrico / Soda Stereo

Bella POV
Demetri y yo gozamos muchísimo de nuestras pequeñas vacaciones… De día hacíamos el amor en la cabaña o en alguna playa solitaria y por la noche salíamos a bailar o beber a distintos clubs y bares.
Ser vampira me estaba resultando cada vez más divertido, y a pesar de que sólo pudimos gozar de nuestras vacaciones por 3 días, fueron 3 días maravillosos e inolvidables.

El último día, cuando ya nos estábamos preparando para irnos, Demetri tomó mi mano y me sentó en la cama con él.
-Isabella… tenemos que hablar… -Me dijo, con el rostro serio.
-De qué? Hice algo mal? –Pregunté… no recordaba haber hecho algo mal, pero quién sabe, después de todo soy una vampira neófita come-humanos, no un angelito.
-No… no has hecho nada mal… es sólo que quisiera conversar contigo antes… antes de reunirnos con los demás, y en especial antes de regresar a Volterra –Dijo Dem más serio que de costumbre.
-Dime –Dije cubriendo su mano con la mía –Lo que sea que tienes que decir, puedes hacerlo, después de todo por algo somos amigos verdad? –Dije sonriendo, tratando de relajar los ánimos un poco.
-Si Piękny, somos amigos… eso es justamente de lo que quiero hablarte –Dijo serena, pero seriamente.
-No… no quieres seguir siendo mi amigo? –Pregunté aterrada. Por dios no! Si Dem me deja no tendré a nadie en el mundo conmigo, y terminaré algún día casándome con el asqueroso de Marco o el baboso de Félix…
-No Piękny… nosotros ya no podemos seguir siendo amigos… -Dijo Demetri luciendo derrotado.
-Pero Dem! No me puedes dejar sola! Por favor! Dem, yo te necesito, te juro que me voy a portar mejor… yo… -Dije patéticamente, interrumpiéndolo… Qué haría yo sin él?
-Déjame terminar Isabella! –Dijo firmemente –No podemos seguir siendo amigos por que la relación que tenemos tú y yo no es de amigos… tú y yo somos amantes, y tú bien lo sabes…
-Yo… -No supe qué decir.
-Pero no es eso lo que quiero para nosotros. Todos los vampiros que te conocen te desean y yo no tengo cómo protegerte porque nuestra relación oficialmente no existe. Oficialmente no soy nadie en tu vida. Por eso te doy la opción Isabella… O formalizamos nuestra relación o hasta aquí llegamos.
-Pero… pero… -Qué me estaba pidiendo? Ser su novia? Pero si él no me ama! Es sólo un asunto de territorialidad? Me desea suya para que los demás no puedan poseerme?
-Decide Isabella… o estamos juntos oficialmente o no lo estamos para nada. No quiero que sientas ningún compromiso hacia mí como tu creador, te estoy hablando de igual a igual, y necesito una decisión.
-Yo… -Yo te amo –Yo no quiero perderte… -Dije.
-Bien, entonces oficialmente serás mi novia? –Preguntó él aún sin sonreír.
-Si Dem… Si así lo deseas, soy tu novia… -Dije desilusionada. Qué clase de proposición era esa? Yo sabía que Dem simplemente me tenía algo de cariño, pero siempre ha sido tan dulce, tan tierno conmigo… y luego me sale con esa proposición, tan fría, como si estuviéramos discutiendo sobre negocios en lugar de nuestras vidas en común…
-Bien Piękny, ahora voy a salir por unos momentos, necesito despejar un poco mi cabeza antes de regresar a Italia.
-Sí… está bien –Dije. Él me besó en la frente y desapareció.

…oOo…

Demetri POV
Estos días a solas con Isabella habían sido con mucho los mejores de mi vida; ella es tan libre y espontánea que me obliga a divertirme y a relajarme, algo que no había hecho en siglos.
Pero la preocupación estaba siempre en mi mente… qué pasaría cuando Bella y yo regresáramos al castillo? Mi tiempo en Volterra se estaba acercando a su fin y los maestros la deseaban como parte de la guardia… yo no tenía cómo protegerla si no formalizábamos nuestra relación. El problema es que yo no estaba seguro de que ella quisiera estar conmigo de esa manera, por lo que terminé hablando con ella en el último momento posible para no arruinar nuestras mini-vacaciones.
Y claro, como el imbécil sin habilidades de entablar relaciones interpersonales que soy, le planteé todo como si estuviéramos hablando de la fusión de dos bancos en lugar de revelarle mis sentimientos… temí demasiado al rechazo, por lo que en lugar de confesarle mi amor la dejé triste y confundida y huí de nuestra cabaña.
Mierda! Cómo me las arreglé para lograr en una sola conversación hacerla mi novia y distanciar nuestra relación al mismo tiempo?
Regresé a la cabaña después de sólo 10 minutos, no quería estar separado de Isabella y necesitaba pedirle perdón por mi estupidez… si ella no me amaba de vuelta al menos lo habría intentado, verdad?
Desde unos 30 metros de distancia, la pude oír… Isabella estaba llorando.
Corrí hacia la cabaña y abrí la puerta, y me encontré a Isabella arrodillada en el suelo, sollozando sin lágrimas. En un segundo la tuve en mis brazos y comencé a mecerla mientras con mis labios besaba su cabello.
-Piękny, qué ocurre? Es algo que dije? –Le pregunté.
-No es nada Demetri –Dijo poniéndose rígida Ella nunca me llama por mi nombre completo, siempre me dice "Dem"… realmente debía estar herida.
-No me ocultes nada Isabella… por favor… -Le rogué.
-No! Está claro que para ti no significo nada más que una posesión… Déjame en paz! –Dijo debatiéndose entre mis brazos.
-Una posesión? Piękny tú no eres una cosa para poseer! –Exclamé horrorizado de que ella pudiera pensar eso de mis sentimientos hacia ella.
-Entonces por qué saliste ahora con eso de que quieres que sea tu novia? Para refregárselo a todo el mundo en la cara! Para ganarle la partida a los demás!
-Piękny lo siento por no haberte dicho las cosas de la manera adecuada… No sé hacer estas cosas, tú para mí eres… -No tuve palabras para definirla -Piękny yo te amo -concluí.
-De verdad? –Dijo mirándome otra vez.
-Si Isabella… te amo más que a nada en el mundo, y soy un imbécil por no habértelo dicho antes, pero pensé que sólo te haría sentir incómoda si tu no compartías los mismos sentimientos hacia mí.
-Dem… -Dijo mirándome a los ojos y acariciando mi rostro con una de sus manos –Yo también te amo.
-Isabella –Dije más triste aún –No tienes que mentirme para hacerme sentir mejor…
-Aaaaagh! Polaco tarado! –Exclamó furiosa poniéndose de pié -Te estoy diciendo que te amo, no por que deba hacerlo, no por interés ni por miedo a estar sola… sino porque de verdad lo siento!
-Me prometes que no es por sentido del deber o algo por el estilo? –Pregunté sintiendo mi corazón henchirse de esperanza.
-Te lo juro Dem –Dijo arrodillándole en el suelo junto a mí. Yo tomé su hermoso rostro entre mis manos la besé tratando de verter en usa sola caricia toda la profundidad de mis sentimientos.
-Te amo Piękny.
-Te amo Dem.

…oOo…

Hicimos el amor una vez más antes de partir y entonces fue nuestro turno de correr hacia Piedras Negras a encontrarnos con los gemelos y Félix en el aeropuerto.
Al llegar al avión nos sentamos juntos Isabella y yo, tomados de la mano como cualquier pareja de enamorados.
Alec y Jane llegaron a continuación. Traían bolsas rebosantes de productos Disney y aunque trataron de esconderlo, se veían felices… Mi Isabella tenía razón, todos necesitábamos tiempo fuera del castillo sólo para relajarnos.
Félix se veía que venía con resaca, pero traía una sonrisa de satisfacción plasmada en el rostro. Seguro se había comido a un par de prostitutas en sus vacaciones.
El vuelo fue tranquilo y pasamos el tiempo conversando sobre nuestras distintas actividades. Félix y Alec se comportaron un poco raros al principio al vernos tan cariñosos a Isabella y a mí, pero pronto Isabella les contagió su entusiasmo e hizo que Jane y Alec le contaran de su paseo por Disney, por Epcot Center y por Universal Studios.
Félix nos relató con lujo de detalle sus escapadas sexuales, e Isabella les habló de las playas, los clubes que visitamos y de los deliciosos turistas que nos comimos.

…oOo…

Al llegar al castillo apenas habíamos entrado en nuestras habitaciones cuando apareció Giuliana a tocar la puerta.
-Félix, Isabella, los maestros desean verlos –Dijo aún nerviosa de estar cerca de Bella, quién se relamía notoriamente cada vez que estaba en su presencia.
-Sabes de qué se trata? –Pregunté.
-No, pero si fuera tú, me apuraría, el maestro Aro está especialmente ansioso -Respondió
-Vamos Piękny, se acabaron las vacaciones –Dije a Isabella.
-Oooow! Un beso más! –Me pidió saltando a mis brazos y rodeando mi cintura con sus piernas.
-Los que quieras Isabella –Dije besándola frente a Giuliana, que nos miraba atónita.
Nos dirigimos rápidamente al salón del trono, y entramos tomados de la mano. Sería el momento de enfrentar a los reyes.
-Isabella querida! Exclamó Aro levantándose de su silla para saludar a su nueva favorita. Isabella le sonrió y le extendió la mano, pero Aro trató de besarla en la cara, ante lo que Isabella retrocedió.
-Hey! Sin tocar –Exclamó.
-Pero Isabella, querida, Demetri te está tocando, sin duda querrás saludarnos como corresponde –Dijo Aro decepcionado.
-Dem es mi novio –Dijo ella para shock de los tres. Marco lució como si estuviera listo para lanzarse a mi garganta en cualquier momento, pero me imagino que sólo la reacción de Isabella a un ataque hacia mí lo detenía –Además –Agregó ella –La manera correcta de saludar a la realeza es con una reverencia –Dijo haciendo una exagerada reverencia.
-Felicitaciones Demetri! Isabella, tu nunca dejas de sorprendernos –Dijo Aro –Así es que Demetri es el suertudo que se robó tu corazón… -Dijo pensativo.
-Sip –Dijo ella –Pero para qué nos llamaron con tanta urgencia?
-Oh claro, claro… tenemos una propuesta que hacerte, y nos gustaría que la consideraras seriamente antes de responder… -Dijo Aro.
-De qué se trata? –Preguntó Isabella.
-Bien, lo hemos estado discutiendo, mis hermanos y yo, y creemos que ha llegado el momento de renovarnos… adaptarnos a los tiempos, me entiendes?
-Si… y qué tengo yo que ver con eso? –Preguntó Isabella, suspicaz.
-Bien, pues que como reyes del mundo vampírico, hemos decidido añadir un nuevo miembro a nuestro gobierno… y queremos que ese miembro seas tú, en calidad de Princesa –Dijo Aro sonriente y expectante.
-QUE? –Exclamó Isabella. Yo estaba demasiado atónito para hablar. En milenios y milenios que habían vivido los Volturi, jamás habían permitido a nadie involucrarse en su gobierno, mucho menos a una mujer, que para ellos tenían la calidad de objetos decorativos o simplemente útiles.
-Como lo oíste, mi querida, queremos que seas miembro de la realeza… pero no nos respondas ahora, piénsalo con calma, que para eso hay tiempo…
-O…Ok… -Dijo ella aún atónita.
-Oh! Y algo más! Como posible miembro de la realeza necesitarás protección especial, por lo que te hemos asignado un guardaespaldas privado, el miembro más reciente de la guardia.
-No creo necesitar a un guardaespaldas, tengo mis poderes… y a Demetri… -Dijo ella negándose a ser controlada.
-Isabella querida, esto no está abierto a discusión… -Dijo Aro poniéndose súbitamente firme.
-Bien, quién es mi "guardaespaldas" –Dijo ella marcando las comillas con las manos.
-Oh, precisamente aquí está entrando –Dijo mientras una figura alta, con la cabeza cubierta por la capa gris oscuro de la guardia entraba por la puerta.
-Isabella querida, te presento a tu protector… -Dijo Aro haciéndole una seña al vampiro recién llegado. Él se retiró la capa que le cubría la mitad del rostro e Isabella exclamó
-Edward!

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Próximo capítulo, Edward POV.

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