sábado, 13 de agosto de 2011

Be Mine 26



Hola a todos! Último capítulo de Be mine. Enormes agradecimientos a todos quienes comentaron y me agregaron a sus alertas y favoritos, no saben cómo me alegran cada una de ellas.

Un abrazo, y que disfruten…
Capítulo 26
And if you make me your religion
I'll give you all you will need
I'll be the drawing of your breath
I'll be the cup if you should bleed
I'll be the sky above the Ganges
I'll be the vast and stormy sea
I'll be the lights that guide you inland
I'll be the visions you will see
Visions you will see
You will see
You will see
You and me
Be Mine / REM
Paul POV
El nacimiento de Lily no fue cosa sencilla. Bella se desmayó de dolor y agotamiento varias veces, pero su cuerpo siguió sacudiéndose por las contracciones y perdiendo muchísima sangre.

Finalmente, después de un total de 6 horas de trabajo de parto, Lily Marie llegó al mundo. Era la copia fiel de su madre, pero en lugar de tener el cabello castaño como Bella tenía el cabello negro como el mío. Ahora tenía una nueva princesa a la que adorar.
La felicidad que me embargaba por el nacimiento de mis hijos estuvo empañado por el estado de salud de Bella… su cuerpo estaba exhausto y perdió tanta sangre que Charlie debió donar un poco para poder reemplazar la sangre perdida.
Esa noche la pasé velando el sueño de mi princesa, esperando con ansias que despertara.
Kim, Sue y Emily se encargaron de bañar y alimentar a Will, Rob y Lily, que por el momento dormían tranquilos en sus cunas.
Collin Sr y yo limpiamos la habitación y cambiamos las sábanas de la cama, y en ningún momento Bella hizo amago de volver a reaccionar.
…oOo…
Bella durmió 20 horas seguidas, volviéndome loco de preocupación. Collin Sr. dijo que su cuerpo necesitaba recuperarse y que no debíamos molestarla, pero yo necesitaba urgentemente verla abrir los ojos y decirme que todo estaría bien.
Yo me había quedado dormido en la cama junto a Bella cuando sentí suaves caricias en mi rostro.
-Hola lobo… -Dijo ella con la voz ronca por falta de uso, pero luciendo una maravillosa sonrisa.
-Princesa! –Exclamé –Cómo te sientes?
-Ugh! Como si un camión me hubiera pasado por encima… todo me duele… pero dentro de todo, bien… Dónde están los cachorritos?
-Con Emily y Sue, están bien, los voy a traer para que saluden a mamá –Dije fascinado con el sonido de la última palabra… mi Bella era por fin la madre de mis hijos…
-Tengo que ir al baño… -Me dijo incómoda tratando de incorporarse.
-No te muevas, yo te llevo –Le dije. La tomé en mis brazos y la llevé al baño, la dejé de pié junto a la puerta y le dije
-Cuando estés lista, llámame.
-Ok, Ok… -Dijo sonrojándose… Cómo podía sonrojarse aún después de todo lo que hemos vivido juntos? No lo sé, pero la amo por eso.
Me dirigí a la habitación de los bebés y ahí se encontraban Kim, Sue y Emily, cada una con un cachorrito en sus brazos, alimentándolos con fórmula.
-Bella despertó y quiere ver a sus hijos –Dije sonriendo, orgulloso, aliviado y feliz –Emily… hay algo de comida para Bella? Debe estar hambrienta.
-Sí! Preparé sopa de verduras y puedo poner a cocer un poco de pasta… -Ofreció entregándome a Lily… mi princesita.
-Eso es perfecto… Y Emily! –Dije.
-Si? –Dijo girándose en la puerta hacia mí.
-Gracias… Kim, Sue, a ustedes también… gracias por todo –Dije de todo corazón.
-No lo menciones… Para qué son las tías? –Dijo Kim. Emily se limitó a sonreír y asentir.
-Paul, yo te quiero como a un hijo… cómo no querría cuidar de mis nietos? –Dijo Sue.
-Yo también te quiero Sue –Dije con un nudo en la garganta… realmente no pensé que nadie salvo Bella me quisiera, pero ahora tenía una enorme familia con hijos, esposa, hermanas y hasta una madre sustituta… No podía ser más afortunado.
-Paaaaul! –Gritó Bella. Yo puse a Lily en su cuna y corrí al baño.
-Estás bien? –Pregunté.
-Sip… estoy lista para ver a los cachorritos!
-Ok, pero te vas a acostar primero, Collin Sr. dijo que no puedes hacer fuerzas ni estar de pié al menos por unos días.
-Bien, llévame a la cama entonces… -Dijo decepcionada de que no la dejara correr a la habitación de nuestros hijos.
Tomé a Bella entre mis brazos y la llevé a la cama, depositándola suavemente entre las sábanas. Le di un beso en la frente y me dirigí a tomar a Lily de su cuna. Le hice una seña a Sue y Kim para que entraran a nuestra habitación primero y escuché a Bella exclamar
-Oh! Son perfectos! Hola Rob, Hola Will… Paaaaul? –Dijo con incertidumbre.
-Siiii? –Respondí desde el pasillo.
-Lo soñé o escuché a Collin Sr. decir que eran tres cachorritos? –Preguntó insegura. Ella se había desmayado varias veces durante el último alumbramiento.
-Lo siento, pero no son tres cachorritos, princesa –Respondí.
-Oh! –Exclamó decepcionada.
-Son dos cachorritos y una princesita! –Dije entrando a la habitación con Lily –Mira Lily, esa es mamá… princesa, esta es Lily –Las presenté.
-Oh Paul! –Dijo Bella con lágrimas corriendo por sus mejillas, sus manos ocupadas con Rob y Will.
Sue y Kim se retiraron silenciosas en un rincón.
-No llores Bella… Princesa tenemos una familia! –Le dije tratando de consolarla.
-Lo sé –Hipó –Es que estoy… tan… feliz…
-Te amo princesa –Le dije limpiando sus lágrimas con mi mano libre.
-Te amo lobo… Para siempre -Respondió ella con una sonrisa. Me incliné y la besé suavemente en los labios.
…oOo…
Tres años y medio después…
-Lily, Rob, Will! Apresúrense, vamos a llegar tarde! –Exclamó Bella. Era el primer día del jardín de infantes de los trillizos y Bella estaba aceleradísima.
-Tranquila princesa… no vamos a llegar tarde, y aunque llegáramos tarde, qué va a suceder? Los van a castigar? –Pregunté riendo.
-Castigar? Sobre mi cadáver! Lily, Rob, Will! Al auto, AHORA! –Gritó.
-Bella nadie castiga a niños en el jardín de infantes, además Kim estará ahí para cuidarlos –Le dije tratando de serenarla. Kim había estudiado para ser Educadora de Párvulos y estaba a cargo del jardín de infantes de La Reserva.
-Paul… no quiero dejarlos ir… -Dijo Bella suavemente –Quiero tenerlos conmigo.
-Entiendo princesa, pero ahora vas a tener tiempo para ti… -Dije rodeándola con mis brazos.
-Lo sé… pero es tan difícil dejarlos ir… -Suspiró.
-Bella se van al preescolar, no a la Universidad… -Exclamé riendo.
-Cómo quisiera poder llevármelos conmigo a la Universidad… –Dijo haciendo un puchero. Bella comenzaría a estudiar en Port Ángeles ese semestre, y aunque tendría que tomar menos créditos que los normalmente recomendados, sacaría su título en zoología. No sería yo quién se interpusiera entre ella y su sueño de estudiar.
-Lista mamá –Exclamó Lily, seguida de Will y Rob.
-Todos abordo! –Exclamó Bella cambiando su tono de voz a uno más festivo. Los niños subieron al asiento trasero del auto y se sentaron en sus sillitas. Entre Bella y yo los aseguramos y nos subimos al auto.
El corto viaje al jardín de infantes estuvo plagado de risas y las historias de Lily, la más habladora de los tres.
Una vez que dejamos a los niños bajo el cuidado de Kim, debí consolar a Bella que lloraba como si nunca más los fuera a ver. Debo reconocer que a mí se me formó un nudo en la garganta al verlos partir…
Luego regresamos a casa, y en cuanto estacioné el auto corrí a abrir la puerta de Bella. La tomé en mis brazos y la llevé a la cama
-Paul! Qué haces? No tienes que ir a trabajar? –Preguntó. Ahora yo estaba trabajando como contratista independiente, y ganaba bastante más dinero que antes, y además manejaba mis propios horarios.
-Nop, me tomé el día libre para aprovechar nuestra primera mañana a solas –Le respondí besándola apasionadamente.
-Te amo… gracias por no dejarme sola hoy… -Dijo ella entre besos.
-Nunca… nunca vas a estar sola –Respondí.
Ella se arrodilló en la cama y comenzó a desvestirse lentamente sin dejar de mirarme a los ojos. Yo admiré su cuerpo hipnotizado con su belleza. A los 22 años Bella era toda una mujer, su cuerpo tenía más curvas y era más maduro que cuando la conocí a sus 18, pero seguía siendo infinitamente atractivo… nunca me cansaría de adorar cada centímetro de ella.
Yo imité sus acciones desvistiéndome también. Me acerqué a la cama y le pregunté
-Quieres que me vaya a trabajar?
-No… -Dijo ella negando con la cabeza.
-Qué quieres entonces? –Pregunté con voz ronca de deseo al tenerla desnuda frente a mí.
-A ti –Respondió ella con su voz más sexi. Pero más que sexo, toda ella exudaba amor.
Presioné mis labios a los suyos y no tomó mucho tiempo para que sus labios se entreabrieran para que yo la pudiera saborear.
Recliné mi cuerpo sobre el suyo pero sostuve mi peso en mis brazos, que estaban en los costados de su rostro. Su suave cuerpo yació bajo el mío y la electricidad que aún se sentía fluir entre nosotros era extremadamente poderosa.
Dejé de besar sus labios por un momento para que pudiéramos ambos volver a respirar con normalidad. Sus brazos me rodeaban y sus dedos se enredaron en mi cabello, algo que ella amaba hacer.
Deposité suaves besos en su cuello y Bella produjo los más deliciosos sonidos… gemidos y suspiros.
Mis besos continuaron desde su cuello hacia su clavícula. Continué hacia abajo y tomé entre mis labios uno de sus rosados pezones. Pasé mi lengua por él y soplé mi cálido aliento, haciéndola estremecer y gemir antes de volver a tomarlo en mi boca y succionar. Mientras, mi otra mano acariciaba su otro pecho, recorriéndolo con la yema de mis dedos acariciando y pellizcando su pezón y causando que Bella gimiera mi nombre una y otra vez.
Le di el mismo tratamiento a ambos pechos y comencé a bajar hacia su estómago, depositando besos y caricias a mi paso hasta llegar a sus caderas, que procedí a lamer de un lado hacia el otro. Succioné su piel y ella se volvió a estremecer debajo de mí.
Continué besando desde su cadera hacia la cara interna de sus muslos antes de llegar a su entrepierna. Abrí sus piernas un poco más con mis manos y deslicé mi lengua por el centro de mi Bella. No existe nada en el mundo como su sabor, podría vivir y morir feliz entre sus piernas…
Sus manos se enredaron en mi cabello con más fuerza presionándome hacia su sexo y yo dibujé círculos entre sus pliegues con mi lengua, para luego succionar suavemente su clítoris. Ella volvió a gritar mi nombre y eso me hizo comenzar a ronronear, causando vibraciones que aumentaron su placer.
Continué lamiendo, besando y succionando a mi Bella hasta que su espalda se arqueó y su respiración se volvió entrecortada, llegando a su orgasmo y gritando en éxtasis.
No le di tiempo para recuperarse y gateé hacia su rostro, la besé con fuerza y posicionándome en su centro la penetré.
-Aaaagh! Princesa… -Exclamé. Cada vez que la penetraba se sentía mejor… cómo es eso posible? Ella respondió empujando sus caderas hacia las mías, y yo no pude menos que apreciar a la belleza que se encontraba debajo de mí, con su cabello revuelto y sus mejillas sonrojadas, los ojos brillando de pasión y amor incondicional.
El placer se fue construyendo lentamente mientras le hacía el amor, y llegamos juntos al final, sin dejar de mirarnos a los ojos.
-Te amo princesa –Dije rodeándola con mis brazos.
-Te amo lobo… para siempre –Me aseguró
&&&&&FIN&&&&&
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Espero que les haya gustado el final de esta historia… es una pena dejar a Paul, cada vez que escribo sobre un personaje me enamoro un poquito de él…
No olviden comentar, y si han leído esta historia y nunca comentaron… Esta es su última oportunidad! Bueno o malo, todas las críticas constructivas serán bien recibidas!

Gracias a todos y hasta la próxima!

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