Condenados 8

Hola a todos! Lo prometido es deuda y aquí tenemos el nuevo capítulo de Condenados, Edward POV. Espero que les guste y sobre todo, que me cuenten qué les parece y qué les gustaría que sucediera a continuación.

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Muchos cariños y espero que disfruten!

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Condenados 8

Siguiendo la luna
No llegaré lejos
Tan lejos como se pueda llegar
Las cosas que dije
No tienen sentido
No puedo detenerme
Ponerme a pensar
Siguiendo la luna
Y su vuelta invisible
La noche seguro me alcanzará
No es que tu mirada
Me sea imposible
Tan solo es la forma como caminas

Siguiendo la luna / Los Fabulosos Cadillacs

Edward POV
Desde el momento en que besé la frente de Bella y corrí alejándome de ella, dejándola sola en el bosque, el dolor no me ha dado ni un minuto de paz.

Mi familia estaba casi tan dolida y apenada como yo… Esme y Carlisle lloraron la pérdida de Bella como si hubieran abandonado a su propia hija y aunque nunca lo dijeron, me resintieron por ello; Jasper y Alice estaban teniendo problemas de pareja debido a la falta de control de Jasper y la pérdida de paciencia de Alice, que estaba aburrida de hacer de niñera de los impulsos de su marido; Rosalie estaba furiosa conmigo por haber permitido que las cosas llegaran tan lejos con "mi humana" y Emmett lloró a su hermanita y se reveló contra todos nosotros, negándose a abandonarla… Sólo con el don de Jasper pudimos adormecerlo lo suficiente como para sacarlo de Forks, y una vez que volvió a reaccionar, ya estábamos en Alaska. Se sintió completamente traicionado y no nos volvió a dirigir la palabra ni a Jasper ni a mí.
En una sola movida yo había destruido a mi familia…

…oOo…

Carlisle y Esme decidieron quedarse en Alaska a pasar una temporada con los Denali, Emmett y Rosalie se largaron furiosos a África para participar en un extendido safari de cacería, Alice y Jasper se fueron a Canadá para tratar de resolver sus diferencias, y yo me fui a Brasil siguiendo el rastro de Victoria…
Pensé que al menos podría ocupar mi mente en tratar de atraparla y así no pensaría tanto en Isabella.
Pero qué equivocado estaba! Bella lo es todo, ella ocupa cada espacio de mi mente y mi corazón, y estar en Brasil simplemente sirvió para sumirme más y más profundamente en mi depresión.
Pasaba mi tiempo tratando de captar un rastro de Victoria… a veces parecía estar a punto de dar con ella y otras veces pasaba semanas sin encontrar un rastro vampírico. Mi esperanza de hacer algo útil me hizo continuar internándome más y más profundo en la selva sin resultados positivos.
A quién trataba de engañar? Soy un pésimo rastreador y no sabía lo que hacía, pero no podía volver a los Estados Unidos… si regresaba al país me sería demasiado fácil regresar a Bella, y yo le había jurado que no la volvería a molestar, que ella podría tener una vida humana y feliz sin mi interferencia. Y esperé que mi sacrificio no fuera en vano… esperé que ella fuera feliz.
Vagué por la selva por un par de meses buscando a Victoria, y para cuando me di cuenta de que era inútil y que había estado simplemente perdiendo el tiempo, sencillamente decidí quedarme donde estaba, perdido en lo más profundo de la selva Amazónica, alimentándome de cualquier animal que tuviera la mala fortuna de cruzarse por mi camino y llorando por mi malogrado amor.

…oOo…

Casi 6 meses habían pasado desde que abandoné a mi amor y el dolor seguía intacto…
Al estar en la selva sin acceso a electricidad, mantuve mi teléfono apagado, prendiéndolo sólo una vez al mes para revisar mis mensajes y contactar a la familia en caso de necesidad. La mayoría eran mensajes de Rosalie insultándome o de Esme rogándome que regresara con ellos, pero un mensaje capturó totalmente mi atención.
"Edward -Decía Alice –Es Bella… creo que algo terrible sucedió, pero no puedo estar segura, mis visiones dejaron de funcionar en ella, por favor llámame en cuanto recibas este mensaje. Te extrañamos mucho hermanito."
Inmediatamente eché a correr hacia el noreste en dirección a Manaus, desde donde accedí a un teléfono público (finalmente la batería de mi celular se había agotado en mis intentos infructíferos de contactar a Alice) y llamé a mi hermana.
-Edward! –Contestó –Por fin! Oh lo siento tanto! –Sollozó.
-Qué sucedió Alice? Qué le sucedió a Bella? –Pregunté temiendo su respuesta.
-Ella… Ella… Oh Edward, Bella está muerta! –Exclamó.
-Qué? Estás segura? –Dije incrédulo. Seguramente mi corazón habría sentido si su otra mitad hubiera abandonado este mundo.
-Hace poco más de un mes tuve una visión de Bella en un claro en el bosque con Laurent… él la estaba amenazando, diciéndole que le estaba haciendo un favor al matarla rápidamente en lugar de torturarla como era la intención de Victoria. Llamé a Irina pero Laurent ya se había marchado hacia Forks, y al día siguiente… apareció en las noticias locales que Bella había muerto en un ataque animal… que habían recuperado parte de sus ropas empapadas en sangre pero que su cuerpo desapareció… desde entonces no la volví a ver en mis visiones… Bella murió Edward, Bella murió! –Exclamó Alice y volvió a sollozar desconsolada.
-Gracias Alice –Dije fríamente y colgué el teléfono, totalmente atontado… incapaz de procesar las noticias… Bella ha muerto, me repetí en mi mente… Bella ha muerto por mi culpa…
Pasé esa noche en una roñosa habitación de hotel llorando por mi amor perdido y haciendo planes para unirme a ella a la brevedad. Los Volturi… Los Volturi eran la única posibilidad…
Al día siguiente me dirigí al aeropuerto para dirigirme a Brasilia, desde donde abordé un vuelo hacia Italia.
Menos de 48 horas después de enterarme de la muerte de mi amada, estaba en las puertas de Volterra listo para solicitar mi sentencia a muerte. Si me la negaban, armaría un escándalo tal que se verían obligados a matarme… de una u otra manera me reuniría con mi Bella.

…oOo…

Me encontraba en la recepción del castillo, una humana llamada Giuliana contestaba los teléfonos y miraba mis ojos con curiosidad, ya que aún conservaban su tonalidad dorada en contraste con el rojo al que ella estaba acostumbrada.
-Señor Cullen? –Me dijo sacándome de mis cavilaciones.
-Sí –Dije poniéndome de pié.
-Los maestros lo recibirán ahora en el salón de audiencias –Me dijo –Es la tercera puerta al fondo del pasillo, a la derecha –Me indicó.
-Gracias –Le dije y me dirigí a paso humano a la sala indicada.
Al entrar en el salón vi a 3 vampiros sentados en pomposos tronos dorados y rodeados de su guardia personal. La sala estaba tapizada de color rojo y de sus paredes colgaban numerosos cuadros originales de artistas del período renacentista.
-Edward Cullen! –Exclamó Aro, el líder –Bienvenido! Cómo esta mi buen amigo Carlisle?
-Bien Aro, gracias, él y Esme se encuentran actualmente en Alaska –Respondí tratando de ser amable para que mi solicitud fuera mejor recibida.
-Y a qué debemos tu visita mi querido Edward? –Preguntó, curioso –Has decidido por fin unirte a nosotros, quieres finalmente formar parte de la guardia?
-No Aro… mi caso es… más complejo –Le dije avergonzado de exponer mis sentimientos frente a todos.
-Querrías a lo mejor darme tu mano? –Me ofreció y yo se la extendí agradecido de poder ahorrarme las explicaciones… cuanto antes termináramos con esto, mejor.
-Sí Aro, Gracias –Dije tocándolo. Pude leer en su mente cómo toda mi vida pasaba frente a sus ojos, y noté cómo puso especial atención a aquellos recuerdos que se relacionaban con Isabella.
-Oh Edward –Dijo –Lamentablemente deberé negar tu solicitud, no puedo dar muerte al hijo de un querido amigo así como así… -Dijo mientras los otros dos, Cayo y Marco me miraban con cara de aburrimiento, como si no les interesara si yo vivía o moría… hurgando en sus mentes pude ver que era así, no les interesaba.
-Aro, yo he venido a pedir tu ayuda de buena fe, pero si me niegas tu ayuda, me ganaré el castigo –Le dije firmemente. De una u otra manera saldría muerto de Volterra.
-Edward querido… déjanos a solas un momento, regresa en unas horas y tendrás la respuesta a tu solicitud –Dijo Aro mientras pensaba excitado en el rostro que podrían sus hermanos cuando compartiera con ellos sus planes, aunque sin pensar en los planes específicos, por lo que no pude leerlos en su mente.
Les hice una semi-reverencia y salí del salón, y decidí salir a cazar por última vez… cualquier cosa con tal de salir de ese castillo con su olor a sangre humana y lleno de vampiros con pensamientos perversos.
Tres horas después regresé al castillo y Giuliana me indicó que los maestros me estaban esperando. Pude leer en la mente de los tres su entusiasmo antes de abrir la puerta, pro en cuanto me vieron, sus mentes pensaron al unísono en una sola imagen… Bella.
Mi Isabella convertida en un vampiro!
Caí al suelo de rodillas y lloré. Lloré por lo inútil de mi sacrificio, por el dolor que causé a mi familia, por el dolor que sufrí yo mismo, por Bella y su joven vida truncada…
Una vez que me hube calmado un poco, Aro me dijo
-Edward querido, calma… -Dijo en un tono que pretendía ser paternal pero simplemente sonó condescendiente -Isabella está sana y salva, y regresará mañana de México donde está de vacaciones… En el intertanto te ofrecemos lo siguiente: Isabella se convertirá en la próxima princesa de nuestra raza, y necesitará una guardia especial para protegerla. Con tu talento tú eres un vampiro muy valioso… te ofrecemos ser el escolta personal de Isabella y un puesto en nuestra organización… te ofrecemos una vida junto a ella… por siempre.
Mirándolo a los ojos pude leer en su mente que Bella era en efecto una vampiro muy poderosa, y que la única manera que habían encontrado los Voturi de atraerla a sus filas era ofreciéndole una parte del gobierno, algo de por sí inusitado.
Leí además que ella era extremadamente rebelde y que sus poderes la hacían impermeable a los poderes de otros vampiros, incluyendo a Jane, Alec y los demás.
Por último, pude leer que Bella era actualmente la protegida de su creador, Demetri, quién la había salvado del ataque de Laurent. Nadie sabía a ciencia cierta qué tipo de relación mantenían entre ellos pero lo que era seguro es que Bella le era completamente leal a Demetri.
-Acepto –Dije sin titubear. Sin duda pasar mi vida protegiendo a la mujer que amo era un excelente trato, aunque esto significara trabajar para los Volturi.
-Excelente, excelente! –Exclamó Aro – Ahora Renata querida, serías tan amable de mostrar a Edward sus habitaciones?
-Sí Maestro –Respondió Renata –Sígueme –Me dijo.
Seguí a Renata por los pasillos hasta que llegamos a un ala del castillo que se sentía prácticamente deshabitada… pero permeaba el aire un aroma… olía como a mi Bella, pero más dulce y aún más floral… me encontraba afuera de la habitación de mi amada.
-Esta es la habitación de Bella –Me dijo Renata –La del lado derecho es la de Demetri y la del otro lado es la tuya –Apuntó a la puerta a la izquierda de la habitación de Bella –Más tarde te traeré tu uniforme y el libro con las reglas del castillo –Y diciendo esto, desapareció.
Ingresé a mi habitación, un torreón decorado con muebles de estilo medieval y tonos azules y dorados. Me senté en la cama y me dediqué a soñar con mi reencuentro con mi amada.

…oOo…

Al día siguiente ya había leído el manual con el código de conducta y vestía la capa de la guardia. No había querido llamar a Carlisle para contarle las buenas noticias hasta no haber visto a Bella con mis propios ojos.
A las 7pm Renata me dio la orden de bajar a la sala de audiencias. Bella estaba siendo informada de su nuevo rol dentro de la realeza y una vez que hubiera aceptado sería yo introducido como su escolta personal. No podía reprimir mi entusiasmo, pero sabía que la sorpresa que le daría a mi Bella bien valdría la pena la espera.
-Oh! Y algo más! –Escuché decir a Aro -Como posible miembro de la realeza necesitarás protección especial, por lo que te hemos asignado un guardaespaldas privado, el miembro más reciente de la guardia.
-No creo necesitar a un guardaespaldas, tengo mis poderes… y a Demetri… -Dijo Bella con una voz más clara y musical que la que había tenido como humana. Mi muerto corazón se encogió de la emoción.
-Isabella querida, esto no está abierto a discusión… -Dijo Aro poniéndose súbitamente firme.
-Bien, quién es mi "guardaespaldas" –Dijo ella marcando las comillas con las manos.
-Oh, precisamente aquí está entrando –Dijo Aro mientras yo entraba a la habitación usando la capa sobre mi cabeza, para aumentar el "factor sorpresa".
-Isabella querida, te presento a tu protector… -Dijo Aro haciéndome una seña. Yo me giré hacia ella y me saqué la capa, mirándola pasmado por su increíble belleza.
-Edward! –Exclamó más que sorprendida. El vampiro junto a ella gruñó.

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Y bien? Qué pensamos de Edward? Lo amamos, lo odiamos? Quién se quedará con Isabella?

Chan cha chaaaaan!

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