miércoles, 26 de octubre de 2011

Red Moon 32



Hola a todos! Lo siento en el atraso en la publicación, pero estaba completamente bloqueada! Me senté frente al computador por horas y nada salía… Pero aquí estoy con el penúltimo capítulo!
Para quienes me han preguntado, he pensado en hacer una secuela, ya que creo que esta historia da para más… qué opinan de un Red Moon 2?
Dany me preguntó si puede publicar mi historia en otra parte… mi respuesta es que no me molesta siempre y cuando quede claro que esta es MI historia (usando los personajes de Meyer, claro está) y me gustaría tener los detalles de donde piensas publicar.
Eso por ahora queridos lectores… creo que por fin alcanzamos las 1000 reviews, es increíble, muchas gracias por todo su apoyo, y no dejen de contarme qué les parece este nuevo capítulo.
Todo mi cariño,
R.
%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%
Capítulo 32
David don't you hear me at all
David don't you hear through the wall
Waitin' here not makin' a sound
David come around
Chaos pervades the world outside
Days offer spades of hurled outcries
Gone is the fair and five and dime
But he is there
He's so fine
David / Nelly McKay
Rosalie POV
-Pasa Rose, ven a conocer a tu sobrino… -Dijo Bella acercándose a mí -Rose, este es Davy!
Al verlo no pude evitar que un sollozo seco se escapara de mi pecho… Davy era perfecto, precioso y tan pequeñito, y gracias a Jazz y sobre todo a la generosidad de Bella sería una parte permanente de nuestras vidas…

-Hola Davy –Dije estirando mis manos hacia él para tocar sus pequeños deditos –Yo soy tu tía Rose… soy tu madrina…
-Quieres tomarlo en tus brazos Rose? –Ofreció Bella.
-Puedo? –Pregunté incierta.
-Davy quieres ir con tía Rose? –Preguntó Bella al bebé como si éste entendiera lo que le estaba preguntando. Davy la miró atentamente y parecieron tener una conversación silenciosa y Bella asintió… y acto seguido me extendió a Davy, quién me dedicó una preciosa sonrisa mostrándome que tenía todos sus dientecitos.
Sentí inmediatamente una conexión con este bebé tan especial, y lo amé con todo mi corazón, queriendo cuidarlo y protegerlo por siempre. Pero no estaba preparada para a oleada de amor que me llegó por parte del bebé, un amor puro e incondicional, y me sonrió de nuevo.
-Le gustas Rose –Dijo Jasper tomando en sus brazos a Bella –Bella necesita dormir un poco, nos harías el favor de cuidar de Davy por un rato?
-Quieres eso Davy? Quieres que te cuide tu tía Rose? –Le pregunté feliz de tenerlo sólo para mí por unos momentos. Davy me envió una oleada de aceptación y estiró una manito para jugar con las puntas de mi cabello –Vayan tranquilos –Le dije a Jazz y Bella, quién se veía agotada –Yo me voy a quedar con mi sobrino y nos vamos a hacer excelentes amigos.
-Gracias Rose –Dijo Jazz –Vamos cariño? –Preguntó a Bella. Ella simplemente asintió y lo besó en el cuello, y supongo que le envió alguna emoción a Davy porque éste rió una pequeña carcajada en mis brazos.
-Se puede? –Preguntó Emmett golpeando la puerta abierta de la habitación. Yo me giré para enfrentarlo con el bebé en mis brazos y veneno en los ojos, emocionada de que mis sueños, aunque indirectamente, se estuvieran convirtiendo en realidad.
-Pasa Emm… Este es Davy, Davy este es tu tío Emmett –Los presenté. Emmett lo observaba maravillado sin poder articular palabra.
-Es… es… Rose parece que fuera hijo tuyo! –Exclamó Emmett –Su cabello es del mismo color que el tuyo…
-Es mi sobrino –Contesté altanera–Por supuesto que se parece a mí.
-Qué vamos a hacer con él? –Preguntó Emmett un poco intimidado.
-Alimentarlo, cambiarle los pañales, jugar con él, hacerlo dormir… -Respondí.
-Cambiar pañales? Ah no, de eso te encargas tú –Dijo Emm.
-Qué quieres Davy? Tienes hambre? –No recibí respuesta, pero se puso el pulgar en la boca y comenzó a succionar –Sueño! –Exclamé –Tienes sueño! –Y él me atacó con una oleada de letargo.
-Davy quiere dormir Emm… -Le dije.
-Lo puedo tomar en brazos? –Preguntó.
-No lo sé… -dije sin querer ceder el bultito de carne que descansaba en mis brazos. Pero Davy tenía otros planes, y estiró las manos hacia Emmett inmediatamente. Emm lo tomó con sus manotas y lo hizo girar en el aire. Davy rió y nos envió a ambos una oleada de amor y diversión –Emm si lo vas a tener en tus brazos es para hacerlo dormir! –Lo regañé un poco dolida de que Davy quisiera dormir en brazos de mi marido.
-Está bien, está bien… dijo Emm sentándose en la cama y arrullando al bebé. Yo me acerqué y apoyé mi mentón en el hombro de Emm y comencé a cantar una canción de cuna que mi madre solía cantarme a mí.
Davy estiró su manita y tomó un mechón de mi cabello y se lo acercó a su carita, y sus ojos comenzaron a cerrarse lentamente. Canté canciones de cuna durante toda la noche y Em y yo nos mantuvimos juntos e inmóviles. Por un momento quise soñar que éramos una verdadera familia pero me di cuenta de que no era necesario… si éramos una familia de verdad.
…oOo…
Jasper POV
Me llevé a Bella al segundo piso, a la habitación de Esme y Carlisle. La deposité con toda suavidad en la cama y me acerqué a ella cubriéndola con el cobertor.
-Cómo te sientes cariño? –Pregunté.
-Cansada… feliz… abrumada… -Respondió.
-Quiero que sepas que te amo más que a nada, y que estoy orgulloso de ti y de cómo manejaste la situación –Le dije mientras la abrazaba.
-Pero Jazz! Fui una cobarde, dije un montón de cosas de las que me arrepiento! –Exclamó ella irradiando vergüenza.
-Cariño, hiciste todo tu trabajo de parto sola, y después tuviste a nuestro hijo sin anestesia ni otra ayuda que la mía, que llegué a último momento… créeme que hiciste un espectacular trabajo –Dije besándola suavemente en los labios –Ahora dime… físicamente, cómo te sientes?
-Como si un tren me hubiera arrollado, pero en general bien… -Respondió acurrucándose contra mí.
-Entonces duerme mi Bella… que yo velaré tu sueño –Le respondí abrazándola y besándola suavemente para cuidar de ella. Yo sabía y sentía que Davy estaba bien cuidado por Emm y Rose
…oOo…
Bella POV
Desperté lentamente, sin saber claramente quién era ni dónde estaba, pero con esa familiar sensación de que algo bueno me esperaba durante el día. Era una sensación como la que tenía cuando niña al despertar la mañana de navidad o el día de mi cumpleaños.
Me sentía maravillosamente bien.
Pronto fui recordando y reconociendo mis alrededores, y me di cuenta de que tenía a Jazz a mi lado olisqueando mi cuello y rodeándome con sus fuertes brazos.
-Mmmmmmmh… -Me estiré y me di cuenta de que estaba un poco adolorida, como si hubiera hecho mucho ejercicio el día anterior, pero dentro de todo, se sentía como un dolor bueno.
-Buenos días cariño –Me saludó Jasper tomando el lóbulo de mi oreja entre sus dientes y causándome un estremecimiento de placer.
-Buenos días cariño –Repetí exponiendo mi cuello para que Jazz continuara con sus caricias.
-Descansaste? –Me preguntó.
-Siiiiii… -Dije estirándome un poco más y comenzando a despertar –Davy! –Exclamé de pronto recordando todo lo acontecido el día anterior.
-Tranquila Bella –Dijo enviándome una dosis de calma –Davy durmió perfectamente con su tía Rosalie y su tío Emmett. Rose le cantó toda la noche.
-Oh… Quiero verlo! –Dije levantándome con un poco de esfuerzo y dirigiéndome al baño para hacer pis y lavarme los dientes.
-Cuando bajes a tomar desayuno estará ahí esperándote cariño –Me dijo Jazz.
-No puedo esperar! -Dije y cerré la puerta del baño.
Cuando bajé las escaleras pude escuchar que todos estaban reunidos en la cocina, y ahí fue donde me dirigí.
La imagen que tenía frente a mí hizo que se me encogiera el corazón. Rose y Emmett estaban sentados en la barra de la cocina con sus dedos entrelazados, mirando embelesados a Jazz que sostenía a nuestro bebé dándole un biberón con sangre, la perfecta imagen de un padre cuidando de su hijo.
Davy parecía haber crecido de la noche a la mañana, y en vez de un recién nacido parecía tener una semana de vida, con sus pequeños rasgos definidos y su hermoso cabello rubio brillando al sol. Es que estuve dormida tanto tiempo?... Seguro que no, debía ser simplemente una de las particularidades de mi hijo.
Fui recibida por dos fuertes oleadas de amor y una mesclada con añoranza. Davy estiró sus bracitos hacia mí.
-Hola mi amor –Lo saludé tomándolo en mis brazos con el biberón para que se lo terminara. No pude aguantar las ganas y hundí mi nariz en su cabello para absorber su delicioso aroma a bebé. Olía delicioso, por supuesto.
-Descansaste Bella? –Preguntó Rosalie sonriéndome condescendiente.
-Mmmmmmmh… perfectamente –Le respondí –Davy se portó bien?
-Es un angelito –Dijo Emmett.
-Lo es, verdad? –Dije yo orgullosa.
-Y es muy inteligente, con su don nos hizo saber exactamente qué necesitaba –Añadió Emm.
-Qué quieres desayunar cariño? –Preguntó Jazz abriendo el refrigerador –Huevos con jamón?
-No! Yuc! –Exclamé arrugando la nariz –No quiero volver a saber de huevos por un tiempo.
-Qué quieres entonces? –Preguntó Emmett tomando una espátula, jugando a ser el chef.
-Quiero tostadas con mermelada y jugo de naranja y sangre de oso! –Especifiqué.
-Salen tostadas con mermelada! –Dijo Emm poniéndose manos a la obra. Cuando mi desayuno estuvo listo Rosalie corrió a tomar a Davy en sus brazos, y él enredó su manita entre sus largos risos dorados. La tía Rose estaba embobada con mi Davy, y el amor arecía ser mutuo.
…oOo…
Luego del desayuno en el que estuvo presente toda la familia, Rose y Emmett partieron a Port Ángeles a comprar ropa, una sillita de auto, pañales y demás cosas que necesitaría Davy… ya que no sabíamos en qué terminaría mi embarazo no habíamos comprado nada de lo esencial para atender a un bebé con anterioridad.
Ese tiempo libre lo aprovechamos aprendiendo a ser padres, a relacionarnos con nuestro Davy, jugando con él, conociéndolo… No recuerdo un momento en que me haya sentido más cerca de Jazz en toda nuestra relación que durante esa tarde en la que fuimos padres por primera vez.
Por la noche, llegó el momento de partir. Acomodamos la sillita de bebé en el BMW de Rosalie ya que tenía 4 puertas y era más seguro, y cambiamos autos dejándola usar (para su delicia) el Mustang.
Emmett siguió el plan anterior y se subió a la moto de Jasper.
La primera noche nos detuvimos en Spokane, Washington, luego de poco más de 7 horas de conducción. Habíamos decidido que con Davy en el auto no romperíamos ningún límite de velocidad, así es que nos demoramos lo mismo que cualquier humano en el viaje.
Era casi el amanecer y optamos por quedarnos en un Holyday Inn para que Davy y yo pudiéramos descansar y comer durante el día. Davy no nos dio mayores problemas, ya que como había dicho Emmett, el pequeño nos avisó con su don de cada una de sus emociones, y durante el viaje la primordial era el aburrimiento, por lo que me desviví en entretenerlo cantándole y contándole historias de mi propia infancia. No sé realmente cuánto entendió pero parecía gustarle escucharme, y así pasamos las horas.
En el atardecer del segundo día partimos nuevamente, y luego de una larga tanda de 10 horas de conducción llegamos a Miles City, Montana, donde debimos alojarnos en un hotel de mala muerte. No me importó, estaba agotada. Lo único que deseaba era comer algo, beber sangre y descansar, ya que mi cuerpo aún se sentía sobre exigido después del parto.
En el atardecer del tercer día pasamos a un Burger King para comprarme una grasosa hamburguesa con queso y partimos a nuestro destino final: Cook Minnesota.
Demoramos más de 12 horas de conducción por las paradas para mudar a Davy y para ir al baño, pero a media mañana del cuarto día llegamos a nuestro nuevo hogar.
Era una hermosa casona antigua construida enteramente en madera e integrada perfectamente a su entorno, el Kabetogama State Forest.
Saqué a Davy de su sillita y con él en mis brazos (para entonces aparentaba tener un par de meses de edad, ya que crecía a una velocidad increíble) entramos a la casa.
Nuestros muebles ya habían llegado, (ya que nosotros sólo habíamos conducido de noche, pero el camión de mudanza había conducido de día), y con Jazz de la mano, nos dedicamos a explorar nuestro nuevo hogar.
El primer piso era un solo gran estar, con una cocina abierta y una enorme chimenea en el centro. Tenía grandes ventanales desde los que se veía el bosque y la luz del sol entraba a raudales.
El segundo piso estaba compuesto por 5 habitaciones, cada una con baño privado, y elegimos un extremo de la casa para cada pareja, dejando a Davy la habitación del medio de modo de asegurar algo de privacidad ante los jóvenes oídos de mi bebé.
Empezaríamos una nueva vida y todo estaba perfecto en nuestro mundo…
%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%
El viernes último capítulo!
No olviden regalarme sus comentarios!

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

No olvides comentar!!!

Calendario