viernes, 9 de marzo de 2018

Outtake 3, Félix


Hola a todas, este es un pequeño regalo, pensado para la Pascua del Conejo (de Resurrección para los creyentes), pero que no me aguanté de publicarlo. Espero lo disfruten y sobre todo que me cuenten qué les pareció.
Se les quiere.
A.
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Muertos o Algo Mejor 
Outtake 3
“Como los conejos…”
That girl is pretty wild now
The girl's a super freak
The kind of girl you read about
In the new wave magazines.
That girl is pretty kinky
The girl's a super freak
I'd really like to taste her
Every time we meet.
She's all right, she's all right
That girl's all right with me yeah.
She's a super freak, super freak,
She's super freaky, super freak, super freak.
Super Freak / Rick James
Bella POV
…A veces durante mi larga vida he tenido la fortuna de conocer momentos de felicidad absoluta, esos momentos inmejorables que quedarán grabados en mi mente por siempre, momentos que parecen filtrados por la luz amarilla del atardecer, y justamente así podría describir algunos momentos de mi vida compartida con Félix, sobre todo el comienzo…
Por ejemplo un día nos encontrábamos los dos en la cama, desnudos y parcialmente saciados después de hacer el amor. Yo pretendía dormir y él jugaba a matar zombies en línea con sus amigos nerds.

Mi rostro estaba apoyado en su pecho, mi nariz a la altura de su corazón, y si me esforzaba casi podía escuchar el palpitar de su alma, una energía fuerte, poderosa y a pesar de su condición de vampiro, vital.
Olerlo para mí era un sueño… Aún estábamos en la etapa de “luna de miel” después de nuestro regreso de Egipto y cada cosa de él me resultaba un regalo caído del cielo.
Casi sin darme cuenta comencé a besarlo, besos lentos y húmedos que descendían por su cuerpo marcándolo con mi ternura y amor.
-Isabella! – Gimió tapando el micrófono de su computador para que los otros nerds no escucharan – Qué haces?
-Oh, este nuevo invento, creo que lo llaman “sexo oral” – Le dije lamiendo la punta de su erección.
-No te pases de lisss… Ugh! Mierda! – Balbuceó.
-Estoy pasando por un período de fijación oral – Expliqué inocentemente – Necesito tener algo en mi boca.
-Félix! Félix, estás ahí? – Lo llamó un nerd indeterminado desde su laptop.
-Continúa, si puedes – Lo desafié. Él entrecerró los ojos y contestó.
-Aquí Félix, continúo en la misión, la orden es avanzar hasta el granero y ahí dividirnos en dos equipos… - Y comenzó a repartir tareas a los demás, siempre un general.
Yo por mi parte me senté en sus rodillas y mientras le practicaba la mejor mamada del mundo, comencé a masturbarme, deslizando mis dedos por mi sexo, que brillaba por la semilla que él ya había derramado en mí.
-Juegas sucio – Masculló en un gruñido, pero se obligó a mantenerse en su lugar, con las manos detrás de la cabeza.
-Mmmmmh – Dije, para que las vibraciones de mi boca lo excitaran aún más y porque lo que me estaba haciendo a mí misma se sentía delicioso (no tan bien como si me lo hiciera él, pero delicioso de todos modos).
-Mierda! – Dijo él como si le doliera algo.
Con una mano comencé a apretar mis pezones y con la otra me penetré con dos dedos, a velocidad vampírica.
-Aaaaah! – Gemí de verdad. De pronto me encontré más enfocada en mí que en él.
-Adiós… – Lo escuché decir vagamente, y el laptop se cerró y cayó al suelo alfombrado. Lo siguiente que supe es que él me estaba penetrando con uno de sus dedos en adición a los dos míos, estirándome a un punto que me debatía entre el éxtasis y el dolor.
-Aaaaaah! – Grité, y comencé a cabalgar su mano mientras con mi mano libre tomaba su erección.
El pulgar de Félix rotó a velocidad vampírica en mi clítoris y su dedo se curvó levemente hacia adelante.
-Así es que crees que puedes jugar conmigo Isabella? – Murmuró casi divertido – Crees de verdad que tú tienes el control?
-S… Sí – Respondí cerrando los ojos. Que dijera lo que quisiera mientras me permitiera sentir el placer que me estaba proporcionando.
-Respuesta equivocada – Dijo deteniendo su mano y quitando mis dedos del medio – Tú eres mía – Dijo modulando claramente – Y por lo tanto tus orgasmos son míos, no es así?
-Y si tú me miras tenerlos no es como tenerlos para ti? – Pregunté, ansiosa por retomar mis actividades.
-Piensas en mí cuando te tocas? – Preguntó acariciando mis muslos con sus enormes manos.
-Pienso en ti todo el tiempo – Respondí, sinceramente.
-Entonces está bien, podríamos decir que esos orgasmos son míos – Sonrió. Mierda, el desgraciado si es guapo!
-Puedo comprar un conejito? – Pregunté de pronto, en consideración de que él quería ser el dueño de todos mis orgasmos.
-Para qué quieres un conejo? – Preguntó él a su vez, descolocado.
-Para tener más orgasmos en menos tiempo – Respondí de inmediato – Para cuando tú te vayas de viaje, por ejemplo. Ni siquiera necesito uno grande, con uno mediano me basta!
-Q… Qué pretendes hacer con el conejo? – Preguntó espantado. Qué raro, no lo tomé por un tradicionalista, ya que ya habíamos explorado bastante nuestra sexualidad hasta ese punto.
-Bueno, no sé exactamente, pero me excitan los conejitos, aunque obviamente nunca he usado uno – Expliqué – Gianna siempre decía que su conejo era lo mejor que le ha pasado.
-Y el conejo que quieres… Se mueve? – Preguntó él, sentándose derecho en la cama, toda apariencia de querer cogerme se le había ido del rostro.
-Claro! Esa es la gracia, se mueve al ritmo que te excite más – Expliqué.
-Son conejos entrenados? – Preguntó. Rara manera de plantear la pregunta…
-Conejos programados, claro! – Reí ante su elección de vocabulario – Ahora dime si puedo tener orgasmos con un conejo, que ya quiero dejar de hablar y empezar a coger! – Dije frustrada.
-Si necesitas a un conejo para ser plenamente feliz en la cama, vas a tener tu conejo – Dijo serio y decidido, como cuando parte al frente de batalla, besando mis labios
Félix POV
Puta madre! Tan poco nos duró la “luna de miel” que ahora Bella necesita meter animales en la cama? Las parafilias en general y la zoofilia en particular no son lo mío, pero si ella lo quiere, ella lo va a tener.
Lo frustrante es que yo estoy plenamente satisfecho, por lo que es un poco descorazonador el que mi pareja necesite de elementos externos tan extremos… En fin, a ver adónde me consigo el puto conejo.
Después de esta inusual conversación pasamos a usar nuestras bocas para cosas más interesantes, y nos volvimos a perder en la magia que creamos al hacer el amor.
oooOooo
-Demetri! – Lo saludé acercándome a él por el pasillo que da hacia la salida del castillo.
-Félix, no te pregunto cómo estás porque apestas a mi Fiore – Dijo arriscando la nariz pero sin perder el buen humor. Habíamos avanzado una enormidad desde Egipto.
-Para algo son los días libres, no? – Pregunté.
-Claro, para coger como conejos – Dijo él con una media sonrisa. Él también olía a mujer… A la que ahora llamaba su mujer, Tía.  
-Tú también? - Pregunté desmoralizado, subiendo a mi auto.
-Yo también qué? – Preguntó confundido, subiendo al asiento del pasajero.
-Tú también estás metiendo conejos en el dormitorio? – Pregunté saliendo del estacionamiento subterráneo a toda velocidad.
-No recientemente, pero claro, hay pocas cosas que yo no haya probado ya – Dijo encogiéndose de hombros.
-Me creerías si te digo que Bella quiere un dichoso conejo para mejorar nuestra vida sexual? – Pregunté. Tradicionalmente no le habría dado tantos detalles justamente a Demetri, pero en esta área él era mucho más experto que yo.
-Y el problema sería…? – Dijo Demetri levantando una ceja.
-Que tenemos la eternidad por delante, no es demasiado pronto para comenzar con las cosas más extremas? – Pregunté.
-Los conejitos no son extremos – Se carcajeó Demetri – Yo creo que mi Fiore debe haber estado hablando con Lili y Tamara y le metieron ideas frescas en la cabeza. No es que esté aburrida de ti, es que quiere experimentar un poco – Dijo.
-Pero un puto conejo! – Me quejé pensando en la logística de mantener el animal. Nuestro dormitorio olería permanentemente a orina, y habría pelo por todos lados.
-Agradece que fue un conejo y no otro animal, como un delfín, una ardilla o una oruga. Los conejos son bastante adorables…
-Delfín? Ardilla? – Pregunté ladeando la cabeza – Cómo demonios…? Olvídalo, no me interesa saber – Le dije, y cambiamos de tema.
oooOooo
Al día siguiente, una vez terminada la misión dejé a Demetri en el castillo y partí a la tienda de mascotas, donde compré un lindo conejo de color negro azabache y las orejas caídas. Era adulto, porque me pareció cruel someter a un conejito bebé a las perversiones que tenía pensadas mi Principessa.
Llegué al castillo tarde por la tarde, y corrí con el animal en su jaula a nuestra habitación. Bella estaba encerrada en el baño, así es que grité un “hola” casual y me desvestí, quedando en bóxer junto a la jaula con el conejo, que estaba al centro de la cama.
-Tengo algo que mostrarte – Dijo ella desde el baño, con una voz deliberadamente sexi.
-Y yo también a ti – Respondí, nervioso.
-A la 1, a las 2, y a las 3! – Exclamó abriendo la puerta del baño, de donde emergió usando un precioso conjunto de encaje de color rosa que combinaba maravillosamente con su piel; en la mano tenía un objeto, también de color rosa.
-Y eso? – Preguntamos los dos al mismo tiempo.
-Un conejito – Nos respondimos ambos.
-Qué? – Nos preguntamos, analizando la sorpresa del otro.
Lo que Bella tenía en su mano era no otra cosa que un juguete sexual, un vibrador y consolador a la vez, y cuando caí en cuenta de a lo que se había referido Isabella todo el tiempo me sentí un idiota.
-Félix, me trajiste un conejito… - Dijo ella sin saber qué cara poner. Se veía que quería carcajearse, pero a la vez estaba emocionada por el gesto.
-Eso intenté – Dije estirándome para tomar la jaula y deshacerme de ella.
-Cuando creo que copaste mi límite de amor vas y haces algo como esto… - Dijo y se le quebró la voz. De poder habría estado llorando a mares – Eres maravilloso, estabas dispuesto a meter a un conejo vivo en la cama por mí…! Te amo tanto… – Dijo y me besó tiernamente.
-Te amo – Dije simplemente.
-Después de hoy no me queda ninguna duda – Afirmó – Cómo se llama mi conejito?
-La verdad es que no quise nombrar a un conejo que probablemente en un futuro cercano me tendría que follar – Admití.
-“Escabechado”! – Dijo ella después de pensarlo unos segundos.
-Qué? – Pregunté confundido.
-El conejo, será el “Conejo Escabechado” – Me explicó muy seria, abriendo la jaula y acariciando a “Escabechado”.
-Isabella, estás completamente chiflada – Le dije inclinándome para besarla.
-Y tú eres el hombre más dulce del mundo – Respondió trepándose en mi regazo – El más considerado, el más maravilloso…
-Shhhh… No queremos que te escuchen diciendo esas cosas sobre mí, dañaría mi reputación – Le dije besándola con ganas.
-Félix… Ya que ya jugué con tu conejito, quieres tu jugar con el mío? – Preguntó mordiendo su boca.
Y vaya si jugamos…
Resultó que tener a un conejo en la cama no era una idea descabellada después de todo.
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Espero les haya gustado, abrazos.


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