martes, 21 de junio de 2011

Tal para cual! 4



Capítulo 4
It's time for me to make a move
And I know what I gotta do
Coz I got everything to prove
I got a plan I'm sticking to.
The word is that I'm over doubt
But I don't let it get me down
I ain't nobody's push around
If they could only see me now.
On a mission / Gabriela Cilmi
Alice me despertó muy temprano en la mañana.
-Despieeertaaaaa Bellaaaaa! –Cantó. Nadie en su sano juicio está tan feliz a las 6:30 de la mañana. A lo mejor si no duermes…
-Qué demonios quieres Alice? No me tengo que despertar hasta 45 minutos más!
-Oh, pero si te tienes que despertar! Hoy no vas al colegio!
-Y por qué no voy al colegio? –Dije tapándome la cabeza con el cubrecama mientras Alice abría las cortinas dejando pasar la luz del sol que se reflejó en su piel. Era como tener una bola disco en mi dormitorio.
-Por que hoy nos vamos a la playa!
-Playa? Estás loca? Si hay sol ustedes no pueden ir a la playa. Y a Charlie le va a dar un ataque si se entera de que falté al colegio por algo así.
-Tonterías, ya está todo arreglado con Charlie.
-Cómo puede estar arreglado con Charlie? Son las 6:30 am!
-Esme lo llamó a las 6:00 am mientras él se preparaba para salir. Ahora levántate y a la ducha, que si queremos ponerte un bikini primero te voy a tener que depilar.
-Bikini? Quién dijo algo de un bikini?
-Yo te acabo de decir. Estás sorda? –Fingió estar preocupada. Enana sabelotodo.
-Ja, ja, já –No me pienso poner un bikini. Y no creo que Edward lo apruebe! –Dije convencida de haber ganado la discusión.
-Y me vas a decir que eso es un buen argumento? "Mi novio no me deja"? Francamente Bella, esperaba más de ti.
-Aaaaaaagh! Está bien maldición! –Dije levantándome y me metí a la ducha. En realidad un día en a playa sonaba bien, especialmente con la inusual ola de calor que azotaba a Washington (gracias aerosoles que empeoran el efecto invernadero, los oso polares te lo agradecerán).
Pero no tenía ningún entusiasmo por depilarme. Alice no me permitía hacerlo con una navaja, porque su herramienta de tortura era la cera en frío, que dolía hasta el tuétano.
Una vez duchada y seca, salí del baño envuelta en un par de toallas y Alice me indicó que me acostara en la cama y me relajara. Como si eso fuera posible!
Luego me embadurnó las piernas de cera y procedió a retirarla a tirones con bandas de género. Aaaah! maldita-enana-del-demonio-hija-de-la-gran-chingada!
Luego me desenrolló la toalla que cubría mi cuerpo sin considerar mi pudor para nada y procedió a embetunar mi monte de Venus. Estaba loca? No podía estar pensando en sacar todo… que soy ahora? Una actriz porno? Es que esta mujer no considera de mala educación encerar los genitales ajenos sin permiso?
-Alice yo no necesito todo esto, déjame enjuagarme!
-Claro que lo necesitas Bella, no querrás parecer un osito de peluche en la playa!
-Alice te golpeaste la cabeza? No se te ocurra tratar de depilarme esa areaaaaaaaaaaaaaaa! Mierdamierdamierdamierda! Aaaaaaaaaaaaagh! –Dije retorciéndome de dolor. No sólo se le había ocurrido, lo había hecho. Un par de tirones más y quedé lisa como una muñeca.
De ahí en adelante cuando prosiguió con mis axilas ya estaba totalmente entregada. Nada me importaba y estaba inmune al dolor.
Alice me mandó a ducharme nuevamente para eliminar cualquier resto de cera que pudiera haber quedado y al salir me entregó un tubo de crema que me ayudaría a cerrar los poros e hidratar las zonas depiladas.
Luego me tendió un bikini de color turquesa.
-Donde está el resto? –Pregunté girando los triángulos de tela.
-Eso es todo. No seas mojigata que yo sé lo que te quedará mejor. Póntelo.
Yo lentamente deslicé mi toalla y me calcé el bikini tratarlo de tironearlo de un lado al otro para cubrir más piel. Pero al tirarlo de un lado me descubría otro y al final me rendí. Hoy andaría media desnuda.
Alice me entregó una solera a juego con el bikini y un enorme sombrero de paja "para que no me quemara la nariz" y luego me subió a su auto sin más demora. Yo reclamé que necesitaba desayunar, pero Alice dijo que algo compraríamos en el camino.
Llegamos a la casa de los Cullen a los pocos minutos y ya todos nos estaban esperando, incluido Carlisle. La única que faltaba era Rosalie. Afortunadamente, ya que no me entusiasmaba pasearme en bikini frente a ella.
Edward se acercó a mí y besó castamente mi frente.
-Buenos días amor, te gustó la sorpresa?
-Sí, claro, de quién es la idea?
-Emmett –Respondió Alice. Al girarme Emmett movió sus cejas de arriba hacia abajo y dijo
-Es la única manera de verte correteando desnuda Belly Bells!
-Emmett no seas grosero! –Exclamó Edward.
-Y tu no seas grave! –Le dije yo –Tu sabes que no está hablando en serio! –Dije sabiendo que lo más probable era que Emmett hubiera estrujado sus sesos buscando una oportunidad para correr conmigo desnudo o casi... Y se lo agradecí.
-Ok, ok, vamos entonces! Cómo nos vamos a repartir? –Preguntó Esme.
-Bella, Jassy y yo vamos con Emmet. Esme, Carlisle y Edward pueden ir en el volvo.
-No me parece… -Dijo Edward.
-Pero queremos cantaaaar! –Se quejó Alice –Y tú te pones gruñón y no nos dejas decir groseríaaaas!
-No hay necesidad de ser vulgares para divertirse.
-Si la hay! A que no me dejarías hacer "caras pálidas" en la carretera si fueras con nosotros! –Se quejó Emmett.
-No creo que nadie disfrute de verte bajándote los pantalones y mostrando el trasero –Bufó Edward. Ejem… Lamento discrepar, pero yo lo disfrutaría montones!
-Bella no tiene por qué ser expuesta a ese tipo de comportamiento! –Gritó Edward de brazos cruzados.
-Bella tiene una mente propia y hace lo que le da la regalada gana! –Dije subiéndome al asiento del copiloto del jeep.
-Ya que está todo decidido nos vamos? –Dijo Esme tratando de desvanecer la tensión.
-Vamos! Nos vemos en la playa! –Exclamó Alice saltando al asiento trasero del jeep junto a Jasper.
Al pasar por Forks nos detuvimos a comprar donas y café para mí y partimos a nuestro día de playa estilo Cullen.
Nuestro destino era una playa privada que los Cullen poseían cerca de Ocean Park, a unas 3 ½ horas de camino a velocidad normal. En velocidad-Cullen nos demoramos 2 horas.
Pasamos todo el tiempo cantando canciones groseras, contando chistes vulgares (la mitad no los entendí, pero Emmett rugía de risa) y con Emmett pegando su trasero desnudo a la ventana cada vez que adelantábamos algún auto con chicas. Gracias a Dios por los vidrios polarizados!
Yo me negué a mirar. Demasiada tentación. Además me ponía nerviosa que mostrara el trasero mientras conducía y adelantaba. Alice y Jasper ni se inmutaron. Ese era aparentemente el comportamiento habitual de Emmett en los viajes por carretera.
Al final llegamos a nuestro destino. La playa era espectacular y totalmente privada en la punta de un golfo. La arena era blanca y había árboles que proveían sombra.
Los Cullen bajaron montones de cosas de los autos y al poco rato había armada 1 carpa con paredes de malla mosquitera y un juego de comedor con una canasta de comida encima.
Armaron sillas tumbonas y pusieron quitasoles desparramados por la playa.
Además había un enorme cooler lleno de hielo, agua y jugos.
Esto pintaba para ser el día de playa perfecto!
Alice y Esme rápidamente se quitaron sus vestidos y quedaron en sus respectivos bikinis. Ambas eran preciosas, obviamente, pero era perturbador ver a Esme tan sexi, brillando media desnuda bajo el sol Luego me regañé y me dije que ella era, después de todo, una mujer como cualquiera, con derecho a ser tan sexi como quisiera, y además ni siquiera era la verdadera madre de nadie.
Carlisle pareció pensar lo mismo, ya que se quitó la camiseta y se abalanzó sobre su esposa, rodando por la arena, riendo. Me dio un poco de vergüenza pero me alegré de verlos tan relajados. Y el cuerpo de Carlisle… Mmmmmh… Papi!
Bella más control! Es Carlisle demonios! Si te va a dedicar a mirona mira a tu novio o a sus hermanos!
Sí claro, porque eso no es raro…Mmmmmh… Ok, puedo trabajar con eso…
Jasper y Emmett se habían desecho de sus respectivas camisetas y pantalones y corrieron al mar a velocidad humana en sus sexi trajes de baño. En mi mente los vi en cámara lenta. Algo así como "Guardianes de la Bahía", pero en lugar de Pamela Anderson eran Emmett y Jasper corriendo, sonriendo, flectando sus músculos perfectos, reflejando la luz… Yum!
Con el reverso de mi mano me limpié disimuladamente un hilo de baba que cayó por la comisura de mi boca. Justo a tiempo, porque en ese momento Edward se paró a mi lado usando un simple short de baño, mucho menos revelador que los de sus hermanos, que usaban shorts más ajustados, estilo James Bond.
-Estás bien amor? Te ves un poco desconcertada. Alguien te ofendió?
-Ah? No… no, estoy bien –Dije girándome para mirarlo con atención. Edward era hermoso. Siempre lo había sido, siempre lo sería. Pero era… era un niño. Viendo a sus hermanos y a su padre podía ver claramente las diferencias. A Edward me provocaba mirarlo, dibujarlo, esculpirlo. A Emmett… me provocaba lamerlo.
-Quieres bañarte? O prefieres almorzar en seguida?
-No, creo que voy a tomar el sol –Dije sentándome en una tumbona y sacándome mi vestido por la cabeza. La reacción de Edward no se hizo esperar. Un segundo estaba en mi bikini y al siguiente me encontraba cubierta con una toalla desde los pies hasta el cuello.
-Bella! Cómo se te ocurre usar eso frente mi familia! Estás prácticamente desnuda!
-Esto, es un traje de baño. Y no creo que a tu familia le importe ni pisca, mira lo que está usando tu mamá! –Y efectivamente, el bikini de Esme era más diminuto que el mío –Además Alice lo eligió para mí.
-Alice? Aaaaaaagh! Tiene que ser una broma de mal gusto!
-Hay algún problema con mis consejos de moda?
-Cómo se te ocurre obligar a Bella usar eso? No ves que está media desnuda?
-Esa es precisamente la idea de ir a la playa! Estar medio desnudos!
-Esto es indecente Alice! Sabes el tipo de pensamientos impuros que esto va a generar?
-Pues si no te gusta entonces no te entrometas en las mentes de los demás! O son tus pensamientos impuros los que estás temiendo? –Dijo Alice con una ceja levantada. Ella no permitía que se cuestionara su criterio en asuntos de moda.
-Edward, me hechas bloqueador solar? –Dije tendida sobre mi estómago extendiéndole el tubo de crema. Si no me echaba bloqueador pronto me vería como un cangrejo hervido.
-Eehh… yo… No creo que sea buena idea –Dijo con la mirada fija en mis nalgas y sus manos en su espalda, como para impedirles estirarse y tocar.
-Emmy! Me quieres echas bloqueador? –Dije sin levantar el tono de voz. Sabía que me escucharía.
-Pensé que nunca lo pedirías Belly Beans –Gritó entusiasmado acercándose.
-No! –Gritó Edward.
-Como que no? –Pregunté yo –Necesito ponerme bloqueador o me voy a quemar!
-Que te lo ponga Alice!
-No puedo, me estoy pintando las uñas –Dijo Alice sacando un frasquito de esmalte rojo brillante –La loción arruinaría mis uñas.
-Lo siento Eddy Boy! Tu pérdida es mi ganancia! –Dijo Emmett sobándose las manos. Luego posó sus dos manos en mis nalgas y comenzó a esparcir la loción hacia abajo, sin dejar un centímetro de mis piernas sin tocar.
-Emmett! Al menos controla tus pensamientos! –Dijo Edward entre dientes apretados.
-Qué quieres de mi Eddy? Tengo el trasero de una mujer hermosa entre mis manos y quieres que piense en la tabla periódica? Mierda! No soy un eunuco! –Oh! Me llamó una mujer hermosa! Y sigue masajeando mis nalgas! Y Oh! Se siente tan bien!
-Belly Bear, te voy a desabrochar la parte de arriba para poder alcanzar toda tu espalda.
-Está… bien? –Jadeé. Era patético que este sea el contacto más íntimo que he tenido en mi vida? Oh Dios, sus manos en mis hombros, mi espalda, mi costado, mi cintura… esto es más que ayudarme con el bloqueador, esto es un masaje… un jodido, delicioso, erótico masaje frente a toda la familia.
-Lista! –Dijo Em cuando terminó –Ahora date vuelta.
-Abróchame la parte de arriba.
-Aaaaw! Arruinas la diversión Belly Boo!
-Emmett! –Gruñó Edward.
-Ok Eddy Boy, no mojes tus shorts! –Dijo amarrando las tiritas de género. Luego empezó una tortura peor… Emmett acariciando mi cuello, mi clavícula, mis brazos, mi estómago… Mmmmmh gracias Alice por obligarme a depilarme!
Cuando finamente terminó, Emmett tomó mi mano para ponerme de pié.
-Belly Nelly, confías en mí?
-Eeeeeeh… no?
-Muy bien hecho! –Me dijo y tomándome en sus brazos me lanzó como a una muñeca 30 metros mar adentro. Lo último que escuché antes de caer al agua fue a Edward gritando
-Emmett! Pedazo de animal!

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