lunes, 25 de julio de 2011

Be Mine 18



Hola a todos!
Continuamos con la historia y les entrego respuestas a algunas de las preguntas que me hicieron en el capítulo anterior.
En mi blog pueden encontrar la foto del jeep de Edward y el anillo de compromiso que compró Paul para su princesa.
Abrazos para todos y por favor no dejen de comentar.
Todo mi cariño.
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Capítulo 18
No I don't want you anywhere near me
I don't want you anywhere near me
Get your fucking world out of my head
I don't want you anywhere near me
I don't want you anywhere near me
Get your fucking world out of my head
I don't want your "us or them"
No I don't need your "us or them"
Oh I don't want your "us or them"
I don't need your "us or them
Us or them/ The Cure
Paul POV
Mientras esperaba a Bella una extraña sensación me comenzó a embargar… no era exactamente miedo, pero sí incomodidad… repulsión… pensé que me estaba enfermando del estómago, lo que es ridículo, por que los lobos no nos enfermamos, pero 5 minutos después, nada.
La sensación desapareció.

Decidí a llamar Bella pero su celular no respondió. Para ese entonces ella ya debería haber llegado a casa, por lo que me desvestí, corrí al bosque y me transformé.
Corrí por entre los árboles junto a la carretera husmeando por señales de mi princesa, pero no había signos de su camioneta… nada hasta que llegué al kilómetro 5 entre La Push y Forks y pude sentir su esencia… y la de un chupasangre.
Con un rugido de angustia traté de conservar la calma lo suficiente como para no echarme a morir o destrozarlo todo a mi paso, pero nada de nada sirvió. Aullé como un loco hasta que toda la manada estuvo a mi alrededor, los primeros en llegar fueron Collin y Seth que se encontraban patrullando el perímetro de la reserva y que, que paradójicamente eran los que menos posibilidades tenían de lograr calmarme.
Si se atrevían a acercarse a mí los atacaría por incompetentes y ellos lo sabían.
Cuando todos estuvimos reunidos les mostré mentalmente lo que había ocurrido desde que llegué a casa, la visita de Bella a Charlie, su mensaje de que iba en camino de regreso a casa, y mi creciente sensación de incomodidad y repulsión que me hizo correr a buscar a Bella.
Sam tomó el control forzándome a tranquilizarme con una orden Alpha, y comenzó a planear nuestros siguientes pasos.
Nos dividió en 2 grupos: Jared, Leah, Jacob, Sam y yo nos dirigiríamos a la casa de los Cullen, ya que ellos fueron los que habían violado el tratado al cruzar el límite territorial y acercarse tanto a La Reserva.
Si Bella estaba con ellos, debían devolverla.
Corrimos a toda velocidad hasta llegar a la gran casona blanca, golpeando la puerta cuando llegamos y escuchamos atentamente… Yo no esperé más y de una patada derribé la puerta…
Pero la casa estaba completamente vacía.
…oOo…
Esa noche la pasamos peinando los bosques, tratando de dar con alguna pista, sin encontrar absolutamente nada.
Finalmente por la madrugada Sam informó a Charlie de lo que estaba ocurriendo, por lo que Charlie movilizó a algunas patrullas para unirse a la búsqueda de Bella.
Lo único que sabíamos es que Bella y la sanguijuela se estaban moviendo en la camioneta de Bella, pero no sabíamos en qué dirección, por lo que esperamos que los pudieran atrapar o a menos entretener en algún control carretero.
…oOo…
Nuevamente mi lobo y yo nos enfrentábamos a una dicotomía… En todo momento alguno de los dos se daba por vencido y quería recostarse y dejarse morir… pero el otro estaba regido por la rabia y la sed de venganza y no descansaría hasta destrozar a esa maldita sanguijuela.
…oOo…
Al amanecer del día siguiente apareció Charlie con un visitante en la reserva.
Un visitante que jamás habríamos podido esperar… Una sanguijuela.
Todos nos preparamos a atacar de inmediato, pero Charlie se interpuso entre ella y nosotros y nos ordenó que la escucháramos antes de tomar una decisión apresurada y despedazarla sin oír lo que tenía que decir.
La chupasangre era una hembra pequeña y con el cabello negro y corto. Sus ojos eran dorados, lo que significaba que seguía la dieta animal. No parecía ser una amenaza inmediata, pero eso no impidió que le mostrara mis colmillos en una mueca en forma amenazante para demostrarle que no estaba para bromas.
-Hola a todos… –Saludó –Lamento muchísimo todo lo ocurrido… Mi nombre es Alice Cullen y vine a Forks con mi hermano Edward hace unos días porque pensamos que Bella estaba en peligro, pero ella no quiso nada con nosotros y rechazó nuestra ayuda y aún más el darle una segunda oportunidad a Edward… -Dijo apresuradamente -Bella nos dijo que era feliz con la manada, viviendo en la reserva y en compañía de "su Paul"… me imagino que ese eres tu –Me dijo mirándome directamente.
-Soy yo –Contesté tratando de reinar en mis ganas de destrozar a la sanguijuela en pos de tener pistas que nos condujeran a Bella.
-Bien, después de que Bella nos dejó claro que estaba sana y salva y feliz, decidí que no me interpondría más en su vida, y traté de convencer a Edward de que hiciera lo mismo… y pensé que lo había logrado…
Nos dirigimos juntos al aeropuerto de Seattle y yo tomé un vuelo a Alaska y Edward decidió regresar a Brasil por un tiempo… o eso creí… a lo mejor eso fue lo que él pretendía hacer, pero cuando mi vuelo ya había partido, Edward cambió de idea y regresó a Forks y secuestró a Bella.
Todo lo pude ver gracias a mi don… e informé a mi familia… y vienen todos en este momento en camino para ayudar a encontrar a Edward…
-Llamaste a un montón de sanguijuelas para salvar a Bella? –Escupí asqueado.
-Llamé a mi familia, quienes aman a Bella profundamente, para que nos vengan a ayudar. Van a estar aquí en un par de horas –Dijo Alice molesta por la interrupción.
-Qué quieres de nosotros? –Preguntó Sam.
-Mi don para ver el futuro funciona con vampiros y humanos, pero no cuando hay lobos involucrados… por eso necesito que decidan dejar de buscar a Bella para que yo pueda ver su futuro claramente…
-Estás loca? Es mi imprimación de lo que estamos hablando? Nunca voy a dejar de buscarla! –Grité temblando de rabia.
-Necesitas aceptar nuestra ayuda Paul… o no vas a volver a ver a Edward ni a Bella nunca más… entre su don y su dinero, Edward cuenta con recursos ilimitados para esconderse para siempre si así lo desea. Yo soy la única que puede encontrarlo, siempre y cuando ustedes me lo permitan manteniéndose al margen.
-Aceptamos –Dijo Sam dando a su voz el timbre del Alpha –Si es la única manera, entonces nos mantendremos al margen de tu rango de visión –Dijo Sam, y luego mirándome a mí, agregó –Pero tu hermano ha roto el tratado y ha amenazado la vida de un miembro de la manada… dos si contamos a Paul… por lo tanto cuando recuperemos a Bella, Edward Cullen será juzgado de acuerdo a las leyes de nuestra tribu… y serán ustedes quienes nos lo entregarán para que así sea.
La sanguijuela cerró los ojos por un momento, sus hombros se proyectaron hacia adelante en derrota y dijo
-Está bien, acepto.
…oOo…
Bella POV
Desperté en mi camioneta, sentada en el asiento del copiloto y amarrada de pies y manos…
Mi cabeza se sentía abombada, mi cuello parecía estar laxo e incapaz de sostener el peso de mi cabeza y mis pensamientos estaban confusos… había sido drogada.
-Hola amor, por fin despertaste, estaba preocupado! –Dijo la voz que alguna vez consideré el sonido más exquisito de la tierra.
-Ed…ward –Dije, cuando en realidad quería decir "Edward pedazo de psicópata, déjame libre para que pueda patear tu brillante trasero, espera a que te ponga Paul las manos encima!"… pero no tenía las fuerzas para hacerlo…
-Descansa amor, descansa… te debes sentir un poco desorientada, pero es el efecto del valium… poco a poco te vas a sentir mejor –Dijo como si le importara un carajo lo que pasara conmigo.
-Adonde… me… llevas –Dije tratando de mirar por la ventana, pero no reconocí nada.
-Vamos a Portland amor, estamos por llegar… francamente no creí que tu camioneta resistiría el viaje, pero debo decir que me sorprendió positivamente.
-Qué hay en Portland? –Pregunté.
-Nada, salvo que ahí vamos a cambiar de auto a algo más cómodo y rápido… no podemos viajar en avión o sería demasiado fácil rastrearnos.
-A… Alice va a saber –Le dije aterrada de que me contradijera.
-No amor, Alice ya no puede verte, por alguna razón… es por eso que regresamos a Forks en el primer momento…
-Oh… Edward… por favor… déjame ir… -Rogué -Necesito regresar a Paul… -Dije y comencé a llorar.
-Bella amor, yo sé que te hice daño al dejarte y buscaste consuelo en la primera criatura que te ofreció un hombro en el que llorar, pero no me puedes decir honestamente que amas a esas bestias… que quieres vivir en pecado con un perro –Escupió última la palabra como si tuviera mal sabor.
-Edward… no sé qué te pasó… no sé qué has hecho todo este tiempo desde que me dejaste, pero tú no eres así… tu nunca me habrías raptado, nunca me habrías drogado, nunca me habrías forzado a estar contigo contra mi voluntad…
-Bella amor, yo te amo con todo mi corazón y me doy cuenta del error que cometí al dejarte… y ahora simplemente intento reparar ese error…
-Pero ya no te amo! Yo… YO AMO A PAUL! –Grité y Edward detuvo la camioneta en seco en la orilla de la carretera. Me tomó por ambos brazos para obligarme a mirarlo a los ojos y me gruñó con ojos asesinos.
-No te quiero escuchar decir esa blasfemia de nuevo Isabella –Me ordenó –O me vas a convencer de que efectivamente estás loca y tendré que internarte en un manicomio.
-No estoy loca –Dije –Me liberarían…
-A sí? A la niña que dice que su novio es un hombre lobo y su ex es un vampiro? –Rió cruelmente –Isabella, te estoy ofreciendo la oportunidad de ser feliz a mi lado o de encerrarte en una institución mental hasta que entres en razón… Tú decides.
-Edward por favor –Dije recuperando mi humildad y rogando un poco más.
-Por favor qué? –Rugió, perdiendo la paciencia y apretando tanto mis brazos que creí que mis huesos estallarían.
-Por favor… -Dije sollozando …-Llévame contigo –Dije odiándome a mí misma por la blasfemia que acababa de decir… pero me imaginé que tendría más oportunidad de escapar de Edward si lo mantenía contento que de un asilo para locos.
-Shhhhhh –Dijo acariciando mi cabeza con palmaditas condescendientes –Shhhhhh… todo va a estar bien amor, yo te voy a ayudar a recuperarte y en nada de tiempo vas a volver a ser mi Bella de siempre…
-Perdóname Edward… Estoy tan confundida… Estuve enferma sabes? Un mes en coma, no hace mucho… eso afectó mi cabeza…
-Oh, eso lo explica todo amor… tu estado es tan frágil… pero una vez que recuerdes quién eres y lo mucho que me amas vamos a volver a ser felices y te voy a transformar.
-O sea que no me vas a transformar de inmediato? –Pregunté sin querer dejar traslucir mi esperanza.
-Siempre tan impaciente amor! –Sonrió besando mi frente (Puaj!) –No, cuando te conviertes en vampiro te congelas para siempre en el estado en el que estabas al ser transformada. Si te transformo ahora, vas a estar confundida para siempre y no queremos eso verdad?
-No, Edward… yo quiero recordar… quiero que me ayudes a recordar quién soy –Dije rezando para que el idiota me creyera.
-Y lo haré amor, pero debes tener paciencia… -Dijo él.
-Edward… me desamarrarías las manos? Me duelen las muñecas… -Dije poniendo mi mirada más dulce y frágil.
-Por supuesto amor… por supuesto –Dijo y me desamarró las manos pero conservó la amarra de los pies. No quise presionar mi suerte e ignoré la incomodidad y la falta de circulación.
…oOo…
Al llegar a Portland nos dirigimos a una compraventa de autos donde Edward retiró un Jeep Grand Cherokee plateado con los cristales ahumados, me tomó en sus brazos como si fuera una novia para sacarme de mi camioneta y me sentó en el asiento del copiloto del nuevo vehículo. Mi pobre camioneta quedó abandonada y con ella mi celular roto… y todas mis esperanzas de ser rescatada.
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Chan chan chaaaaaaaaaaaaan!
Cuéntenme qué quieren que hagamos con Edward!

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