jueves, 11 de agosto de 2011

Be Mine 25



Hola a todos! Penúltimo capítulo! Espero que les guste… a mí me encantó escribirlo, aunque me tomó más tiempo que de costumbre.
Como ya estamos terminando con este Fic y Condenados será cortito, cuéntenme qué pareja les gustaría leer a continuación… Cualquiera menos Bella/Carlisle, que como ya les dije antes, me parece un poco incestuosa y... Puaj! Jajajajajaja
Gracias por las maravillosas reviews que recibí en el capítulo anterior, como ya les he dicho atesoro cada una… gracias, gracias, gracias!
Cariños y disfruten!
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Bella POV
Vos sabes que cuando llegaste
cambiaste el olor de mis mañanas
no si vos sabes
vos sabes que el día que tu madre vino
me dijo con ojos mojados
que ibas a venir...
Cuando el doctor dijo señor
lo felicito es un varón
como poder explicarlo ¿como?, como poder explicártelo
el amor de un padre a un hijo
no se puede comparar
mucho mas que todo no si vos sabes
Vos sabés / Los Fabulosos Cadillacs
Meses después…
Desperté esa mañana con suaves besos en mi estómago y dulces caricias en mis pechos… Paul tenía ánimos de jugar…

Últimamente estaba durmiendo poco y me dolía bastante la espalda por el peso de los cachorritos, pero todo valía la pena por nuestros 2 niños (al menos eso es lo que se pudo ver en la única ecografía que logramos hacer… aunque yo sé que Paul se derretiría al tener una niña).
-Paul… Mmmmmh… -Gemí ante sus caricias. Nuestra vida sexual no había disminuido con mi embarazo, sino todo lo contrario, las hormonas me tenían en un estado de excitación casi constante, y Paul se aprovechaba de este hecho feliz.
-Buenos días princesa… -Dijo aún besando mi estómago. Los cachorritos al sentirlo cerca comenzaron a bucear y patalear en mi interior –Feliz cumpleaños…
-Gracias Paul… te amo –Dije mirándolo adorar mi cuerpo y a sus hijos.
-Te tengo un regalo –Me dijo sentándose en la cama a mi lado.
-Ah, sí? –Dije fingiendo indiferencia sólo por jugar.
-Sip –Dijo orgulloso de sí mismo.
-Qué es? –Pregunté sonriendo curiosa.
-Tienes que adivinar… mano derecha o mano izquierda? –Dijo recogiendo algo de detrás de él.
-Mmmmh… no lo sé… me das una pista? –Rogué haciendo un puchero.
-A cambio de un beso –Dijo acercando su boca a la mía.
-Ven aquí –Dije enredando mis dedos en su cabello, que ya estaba más largo, justo como me gustaba, haciéndolo verse más sexi aún. Compartimos un apasionado beso lleno de promesas para después, que duró hasta que lo interrumpí –Mi pista!
Paul no dijo nada, pero con los ojos miró hacia la derecha y luego su mirada se enfocó en mí otra vez.
-La derecha! –Exclamé aplaudiendo enormemente entusiasmada. Las sorpresas de Paul me gustaban y al sentirme su igual no me incomodaba si de vez en cuando gastaba un poco de dinero en mí.
Paul trajo su enorme manota derecha al frente… y estaba vacía.
-Paul! Hiciste trampa! –Exclamé dándole un manotazo en el brazo –Dame mi sorpresa! –Demandé extendiendo mis manos al frente.
-Nop, perdiste! –Dijo con una sonrisa que sólo puedo definir como maléfica.
-Pero tú hiciste trampa! Me dijiste que una pista a cambio de un beso… y yo te di el beso –Argumenté.
-Pero no dije si sería una pista verdadera o falsa! –Rió. Yo me abalancé sobre él con toda la gracia de una ballena varada en la arena y traté de rodear su cuerpo con mis manos para quitarle mi sorpresa, pero lamentablemente mis manos ya no alcanzaban a rodear su cuerpo.
-Paaaaaaul! –Me quejé. Los cachorritos patalearon, especialmente inquietos –Los cachorritos y yo nos vamos a enojar contigo!
-Ok, ok… otro beso –Dijo tratando de negociar.
-Y cómo sé que puedo confiar en ti? –Pregunté escéptica.
-Porque te prometo que si me das un besote te doy tu regalo.
-Mmmmmh… -Pretendí pensarlo seriamente –Trato! –Y me acerqué a él para besarlo. Su lengua exploró mi boca sensualmente y yo mordisqueé un poco sus labios en venganza por tramposo. Terminamos el beso riendo –Mi sorpresa! –Demandé.
-Princesa… Te amo más que a nada en el mundo –Dijo súbitamente serio –Me has regalado un hogar y una familia y nunca voy a poder agradecer lo suficiente a Dios o a quién sea responsable por el haberte encontrado en el prado ese día… me harías el honor de ser mi esposa? –Dijo extendiéndome una pequeña cajita de terciopelo negro.
-Paul! Yo… -Dije sorprendida. No es que me opusiera al matrimonio, después de todo ya vivíamos como tal, pero Paul nunca lo había mencionado antes, y pensé que seguiríamos simplemente conviviendo por siempre.
Al abrir la cajita pude ver un raro y hermoso anillo de oro que mostraba una escena en miniatura de una pareja de lobos. Él de pié aullando a la luna formada por un diamante, ella recostada a su lado… Dónde había encontrado Paul algo tan especial y único?
–Sí –Dije simplemente.
-Sí? –Preguntó mirándome a los ojos con una mirada llena de emoción.
-Sí Paul… quiero ser tu esposa y la madre de tus hijos –Dije –Además ya tenemos la mitad del trabajo adelantado!
-Te amo princesa! –Exclamó él y me volvió a besar, esta vez sin detenerse. Me besó y acarició lenta y cuidadosamente… hicimos el amor y me volví a dormir en sus brazos, descansando hasta el mediodía.
…oOo…
Esa tarde llegaron todos nuestros amigos y Charlie a visitarme por mi cumpleaños. Hicimos una barbacoa al aire libre y Emily y Kim aportaron un par de ensaladas.
Mirando a mi alrededor, mis ojos se posaron en Charlie bebiendo una cerveza junto a la parrilla. Charlie pasaba más tiempo en La Reserva que en Forks entre visitarnos a Paul y a mí y sus viajes de pesca con Billy. Su amigo Harry Clearwater había muerto un par de meses atrás de un ataque al corazón, y Charlie ayudaba de vez en cuando a Sue, la viuda, con algunas tareas pesadas en su hogar.
Sue estaba teniendo bastantes dificultades, ya que era madre de no uno, si no 2 lobos: Leah y Seth, y además había asumido el puesto de Harry en el concejo.
En otro extremo del jardín, alejados del escándalo de los jóvenes lobos jugando futbol se encontraban Jacob y Leah besándose como si el mundo se fuera a acabar. Ellos habían imprimado hacía sólo 2 semanas (para sorpresa de todos, incluidos ellos mismos) y desde entonces no se habían separado ni un minuto.
Paul había estado trabajando en los planos de una casa para ellos, y Sam y los muchachos ayudarían a construirla. Una pareja de lobos imprimados se necesita demasiado mutuamente como para estar separados durmiendo cada uno en su casa al llegar la noche.
El resto de la manada seguía más o menos igual. No había habido nuevas adiciones de lobos ni avistamientos de vampiros en la zona.
-Cómo te sientes princesa?–Preguntó la cálida voz de mi lobo acariciando mi oído y sacándome de mis cavilaciones.
-Perfectamente, sólo un poco cansada –Dije acariciando mi estómago con una mano y mi espalda con la otra… Ugh! Que molestia en mi espalda!... Cuando se acabaría este embarazo? Ya tenía 8 meses y se supone que los gemelos suelen adelantarse! –Y tú? –Pregunté.
-Perfectamente –Repitió abrazándome por la espalda.
-Paul, creo que voy a necesitar un masaje esta noche cuando la fiesta acabe –Le dije –Me duele la espalda, debe ser porque me cuesta tanto encontrar una posición cómoda al dormir…
-Quieres ir a acostarte ahora? Me puedo deshacer de todos en un instante –Ofreció preocupado.
-No, estoy bien, no te deshagas de nadie –Le dije –Pero creo que me voy a ir a recostar unos minutos antes de cenar –Respondí poniéndome de pié.
Y entonces me hice pis…
Sólo que no era pis.
-Ups! –Exclamé sabiendo exactamente lo que había pasado –Paul, anda a llamar a Sue, se me acaba de romper la bolsa…
-Sue! –Gritó Paul sin querer dejarme sola por un segundo. Me tomó entre sus fuertes brazos y me llevó a nuestro dormitorio.
Sue, Charlie y Collin Sr. llegaron de inmediato a ver de qué se trataba el escándalo.
-Se me rompió la bolsa –Expliqué mientras Paul me depositaba amorosamente en nuestra cama. Claramente no podíamos ir al hospital, este no era un embarazo normal.
-Bella! –Exclamó Sue –Desde cuando estás con dolores de parto?
-Ah? No, no he tenido contracciones… Sólo este dolor de espalda que no me deja en paz…
-Desde cuando te duele la espalda? –Preguntó levantando una ceja.
-Desde anoche como a esta hora… -Respondí.
Sue y Collin Sr. compartieron una mirada y Sue anunció
-Bella, llevas 24 horas en trabajo de parto!
-Pero… duele, pero no es terrible… -Repuse.
-Tu umbral del dolor es alto –Me dijo –Además ahora que se rompió la bolsa es cuando viene la parte interesante… -Sonrió –Ok! –Dijo en voz más alta –Todos los que no estén directamente involucrados con el parto, fuera de la habitación!
La pequeña multitud que se había formado en nuestra habitación se despejó y quedamos sólo Paul, Sue, Collin Sr y yo.
-Ok Paul… hoy vas a ser papá –Dijo Collin Sr. –Felicitaciones!
…oOo…
Mi trabajo de parto se extendió por unas 4 horas y fue totalmente normal (y tan doloroso como Sue había anunciado). Finalmente estuve totalmente dilatada y llegó la hora de comenzar a pujar.
-El último esfuerzo Bella! –Dijo Sue –Puja!
-Aaaaaaaaaaaaaah! –Grité yo aferrándome a la mano de Paul, que estaba especialmente pálido y lucía como si se fuera a desmayar en cualquier momento.
-Ya está coronando Bella! Un último esfuerzo! –Exclamó Collin Sr.
-No puedo más… estoy muy cansada… duele mucho –Dije –Tal vez no estoy lista…
-PUJA BELLA! –Me gritó Sue, y yo obedecí.
-Aquí viene… si… un varoncito… -Dijo Sue –Corta el cordón umbilical Paul –Dijo entregándole un par de tijeras.
-Quiero… verlo –Exclamé mientras las contracciones seguían azotando mi cuerpo.
-Aquí lo tienes Bella –Dijo Sue entregándome un bultito de carne que se movía y lloriqueaba como un gatito. Lo depositó suavemente en mi pecho y Paul y yo rompimos a llorar de alegría y orgullo... Por fin éramos padres!
-William Charles Meraz –Dijo Paul limpiándose las lágrimas y acariciando a su hijo con la otra.
-Aaaaaaaaah! Grité yo otra vez, las contracciones cada vez más dolorosas y yo cada vez más agotada.
-Paul toma a tu hijo y anda a mostrárselo al resto de la manada, no queremos que el niño se asuste con los gritos de su madre –Ordenó Sue.
-No quiero dejar a Bella –Dijo Paul con el bebé en brazos.
-Ahora Paul –Ordenó Sue.
-Aaaaaaaaaaaaaah! –Grité sacudida por otra contracción.
…oOo…
Paul POV
El nacimiento de Will es lo más horrible que he visto en mi vida. Mi princesa gritando de dolor, toda esa sangre, y nada que yo pudiera hacer para aliviarla… Es algo que no estoy seguro de querer volver a experimentar.
Cuando me echaron de la habitación con Will en mis brazos me tomé mi tiempo para examinarlo. 5 dedos en cada mano, 5 en cada pié… su piel era menos oscura que la mía, y su cabello era castaño como el de Bella. Mi primogénito era perfecto.
-Aaaaaaaaaah! –Escuché a Bella gritar.
-Emily! –Exclamé llamando su atención desde el pasillo. La podía oír preparando té en la cocina.
-Paul? –Preguntó Emily asomándose -Oh! Paul es precioso! –Exclamó fascinada mirando el bultito que yo acunaba en mis brazos.
-Necesito que lo cuides unos momentos, debo regresar con Bella… -Le pedí.
-Por supuesto! Kim y yo le vamos a dar su primer baño –Dijo encantada –Como se llama?
-Will… William Charles Meraz –Respondí orgulloso.
-Felicitaciones Paul… -Dijo besándome en la mejilla –Ahora anda con Bella, ella te necesita.
Cuando volví a entrar a la habitación pude notar que el ánimo había cambiado… Sue y Collin Sr. lucían preocupados, había sangre por todos lados y Bella lucía una mueca de dolor, demasiado agotada como para gritar.
-Qué pasó? –Pregunté.
-Está agotada perdiendo mucha sangre –Dijo Collin.
-Vamos Bella… Un último esfuerzo! –Exclamó Sue.
-Nnnnnaaaaaaaah! –Gritó Bella pujando con todas sus fuerzas. Más sangre salió empapando el colchón.
-Está saliendo… viene volteado, por eso cuesta tanto… -Dijo Sue –Puja otra vez Bella!
-Aaaaaaaaah! –Gritó Bella casi al borde del colapso.
-Ahí viene! Una vez más Bella, un último esfuerzo!
-No puedo… no puedo más… -Dijo Bella.
-Sí que puedes! Puja! –La animó Sue.
-Aaaaaaaaaaaaaaaaaaaah!
-Aquí está… Paul, corta el cordón –Dijo Sue mostrándome a mi bebé bañado en sangre… sangre de mi Bella.
Una vez que corté el cordón Sue limpió al bebé con toallas y se lo puso a Bella en el pecho como había hecho con Will.
-Robert… -Dijo Bella mirando a nuestro hijo fascinada.
-Todo terminó princesa… ahora puedes descansar –Dije besando su frente, orgulloso de mi Bella.
-Uh… Esto… Esto no ha acabado… -Dijo Collin Sr.
-Qué quieres decir? –Le pregunté sin prestarle demasiada atención.
-Mmmmmh… Al parecer son trillizos…
Oh mierda, verdaderamente soy superesperman!
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Gustó?
El próximo es el último capítulo. No olviden contarme sobre qué pareja quieren leer a continuación.
Cariños.

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