martes, 23 de agosto de 2011

Red Moon 2


Segundo capítulo extra largo de esta historia, en agradecimiento a las reviews y favoritos que me han regalado. Les diré que este fic me tiene muy entusiasmada, pero que respetaré los resultados de la encuesta de mi perfil… voten por Jasper si quieren que continúe!
Y no olviden seguir regalándome sus opiniones… cómo creen que reaccionará Bella al ver a Jasper?
Ah! Y los extras de este fic los pueden encontrar en mi blog. La canción de este cap. Es de 100 Monkeys, el grupo de Jackson Rathbone (Jasper) y es buenísima, la recomiendo 100%.
Cariños a todos y que disfruten!
%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%
Capítulo 2
If I had a hand in my own death
Will I simply tear apart my chest
And rip out my bleeding heart
Maybe death give me one
Of those fresh new starts.
Wouldn't recommend drinking
When your love is gone [x4]
And so I hide beneath my bed
Invisible monsters after my head
What they want from me, I don't know
Better give it to them, so they will go...
Invisible Monsters / 100 Monkeys
Jasper POV
-Jasper detente! Rose no lo sueltes! –Gritó Emmett mientras me sujetaba con fuerza –Jasper hermano para!
-Emmett aléjate de sus dientes! –Gritó Rose tratando de arrastrarme fuera de la casa.
Estaba totalmente fuera de mí mismo, mi mente nublada por la ser de sangre humana, la sangre más dulce del mundo… la sangre de mi cuñada, Bella Swan.

Luché mientras me arrastraban hasta el patio trasero, y una vez que el aire fresco golpeó mi rostro, la sanidad regresó y me di cuenta de lo que había tratado de hacer.
La pena y decepción que sentían Emmett y Rose me golpeó profundo… Ellos no me juzgaban, pero habían esperado más de mí… y se habían equivocado. Caí al suelo, todas mis ganas de luchar desvanecidas, y Emmett se sentó a mi lado.
-Lo siento Jazz –Dijo mi hermano golpeándome la espalda.
-Lo sientes? –Le dije con la voz ronca y con más agresividad de la que pretendía usar en esa simple pregunta –Y se puede saber por qué mierda lo sientes? Soy yo el que acaba de arruinarlo todo, maldita sea! No me digas que lo sientes, tú no trataste de comerte a tu cuñada.
-Jasper no creas que no nos dimos cuenta de lo que pasó –Dijo Rosalie –Tú estabas bien con la gota de sangre… fue sólo cuando el idiota de Edward empujó a Bella contra los platos de vidrio que reaccionaste a la sangre… y estoy segura de que ser empático no ayudó para nada… -Terminó diciendo con lástima tiñendo su voz.
-No inventes excusas Rose –Le dije derrotado. Aunque lo que Rosalie decía era verdad y fue la sed de Edward y los demás lo que gatilló la mía, debí tener más autocontrol… -Como siempre soy el eslabón más débil de la cadena… - Lo siento tanto –Dije cubriendo mi rostro con mis manos, la vergüenza por mis actos haciéndose una pesada y terrible carga. Rosalie me abrazó.
-Jasper! Cómo pudiste? –Gritó Alice saliendo en ese momento de la casa seguida por Esme, que sollozaba en silencio cubriéndose la nariz.
-Cállate Alice –Dijo Rosalie antes de que yo pudiera abrir la boca –No te das cuenta de que para Jasper es más difícil que para el resto de nosotros?
-Eso no es una excusa! Trataste de comerte a mi mejor amiga! Cómo pudiste hacerme esto? –Me increpó parándose frente a mí con sus pequeños puños en sus caderas y sus ojos lanzando chispas de rabia. En sus emociones sólo pude leer rencor, decepción, aburrimiento e ira…
-Alice… lo siento… lo siento tanto –Le dije –Trataré más… lo intentaré, de veras…
-Ya es demasiado tarde Jasper –Dijo ella fríamente –Lo que hiciste tendrá consecuencias.
En ese momento apareció Edward en el jardín, y sin mirarnos corrió hacia el bosque.
-Edward espera! –Gritó Alice –Mira lo que hiciste Jasper! –Me dijo y corrió tras su hermano favorito, desapareciendo entre la espesura del bosque.
-Lo siento… -Dije escondiendo mi rostro una vez más.
…oOo…
Rato después reaparecieron Alice y Edward, caminando a paso humano y con expresiones serias en sus rostros.
-Jasper, tenemos que hablar –Me dijo Alice y me dio la espalda corriendo nuevamente hacia el bosque. Edward entró a la casa, donde Carlisle había recién terminado de extraer los vidrios y coser el brazo de Bella.
-Sí Alice -Respondí sabiendo lo que vendría… otra charla sobre lo difícil que era vivir conmigo.
Corrimos hasta el límite con Canadá y nos detuvimos en unos roqueríos junto al mar. Era un lugar completamente aislado y su salvaje belleza resultaba hipnótica… era una pena tener que manchar esa belleza con el recuerdo de una conversación desagradable.
-Jasper… Comenzó Alice, pero la interrumpí.
-Alice… lo siento –Dije abrumado por la culpa –Debí haber cazado hoy, me confié, lo había hecho tan bien hasta ahora… no se va a volver a repetir, me voy a alejar de Bella… a no volveré a estar en la misma habitación que ella…
-Demasiado tarde Jasper –Dijo Alice –Como te dije, tus acciones tendrán consecuencias… Edward va a terminar con Bella para mantenerla segura, alejada de nuestro mundo… y todos nosotros nos vamos a mudar a Alaska con los Denali por un tiempo...
-Pero Alice! Eso no es necesario! Yo me puedo ir por una temporada, no es necesario que se vayan todos de Forks –Respondí –Podemos irnos a Paris tu y yo hasta que Bella sea transformada, después de eso ya no habrá más problemas…
-Jasper… no entiendes… cuando digo nosotros, hablo de la familia y yo… -Dijo Alice, y pude sentir una oleada de lástima proviniendo de ella – Tú y yo… ya no más Jasper… me cansé de ser tu niñera, me cansé de tu falta de autocontrol…
-Pero Alice… yo te amo… -Dije patéticamente.
-Lo siento Jasper… pero desde hace un tempo que yo ya no siento lo mismo por ti… y esto fue la gota que rebalsó el vaso. No puedo continuar viviendo así… tú no puedes ser vegetariano y yo no puedo estar con un vampiro que beba humanos… lo nuestro no funcionó.
-Alice no… -Dije y traté de expresarle con mis emociones lo mucho que lo sentía por mi error.
-No trates de manipularme Jasper, no va a funcionar. He visto el futuro y sé que es aquí donde nuestros futuros se separan –Dijo.
-Sabías que esto pasaría? Lo sabías y no trataste de evitarlo? –La increpé.
-No Jasper, no sabía la causa, sólo que tendríamos esta conversación en este lugar, algún día… Y aquí estamos…
-Y ahora qué? –Pregunté.
-Ahora regresaremos a casa y comenzaremos a empacar. No le diremos nada a la familia acerca de nuestra separación hasta que estemos en Alaska, para no disturbarlos más de lo necesario… pero una vez en Alaska, nuestros caminos se separan…
-Cuando te volviste tan fría Alice? Tú no eras así –Le dije dolido y decepcionado.
-Cuando tú me fallaste una y otra vez, cuando trataste de matar a mi mejor y única amiga… a mi hermana… y ahora el futuro cambió y Bella ya no estará con nosotros –Dijo con la voz quebrada. Alice estaba sufriendo, pero por alguna razón sufría más por la pérdida de su amiga que por la pérdida de su matrimonio.
-Está bien… envíame los papeles de divorcio a través de Jenks –Respondí tan desapegado como pude.
-Ya están listos… sabía que los necesitaríamos, sólo tienes que pedirle a Jenks que te los envíe –Me dijo ella… cómo podía ser ésta la mujer de la que me enamoré? La que hacía sólo dos días había tenido en mi cama haciéndole el amor… cómo no me había dado cuenta de que ella ya no me amaba? Probablemente debido a que vivíamos con tantas parejas, el sentimiento general de amor y lujuria enmascaraba los sentimientos o la falta de ellos de Alice… menudo empático que soy…
-Bien… eso es todo? -Pregunté.
-Por ahora –Dijo ella. Echamos a correr de regreso a casa y estuvimos de regreso para el amanecer.
…oOo…
El día siguiente pasó en un torbellino de empacar y cubrir los muebles y poner a salvo las obras de arte más importantes. Toda la familia estuvo todo el día con un humor sombrío pero lo que me hacía más insoportable mi existencia eran la decepción y la pena que sentían cuando sus ojos se posaban en mí… Bueno, todos menos Edward, que estaba de un humor de perros, mil veces más emo que de costumbre escuchando sus jodidos discos de Debussi y odiándome por lo que le había hecho.
Yo traté de disculparme mil veces mental y verbalmente, pero cada vez Edward salía de la casa o se encerraba en su habitación, y cada vez se ponía más y más furioso, hasta que decidí dejar de disculparme hasta que él estuviera en la condición mental adecuada como para recibir mis disculpas.
Esa noche nos fuimos de Forks.
Esme y Carlisle se llevaron el Mercedes, Rose y Emmett viajaron en el Jeep, Alice viajó en el BMW de Rose y yo en el Vanquish de Edward. El viaje a Alaska fue rápido y sin incidentes, y una vez hubimos llegado, dejé el auto de Edward en el garaje y me dirigí a Emmett.
-Em, hermano, tenemos que hablar… -Comencé.
-Seguro Jazz… -Dijo él mirándome comprensivo… Demonios, si que extrañaría a Emmett!
-Em… me voy.
-Adonde? Alice no mencionó un viaje… -Dijo él extrañado.
-No me voy con Alice… nosotros nos estamos divorciando… yo ya no pertenezco a esta familia.
-Eso es pura mierda! Cómo que no perteneces a la familia? –Preguntó furioso.
-Emmett tú sabes que Edward ni Alice me soportan por lo que hice, y la culpa no me deja vivir!
-Pero… Pero Carlisle, Esme, Rose y yo te queremos hermano, te necesitamos! –Dijo Em proyectando tristeza y resignación. Él sabía que mis planes eran irrevocables.
-Em, quise decírtelo a ti primero porque sé que Rose no se lo va a tomar demasiado bien… necesito que la ayudes a aceptar las cosas como son…
-Estás seguro Jazz?
-Seguro –Respondí.
-Bien, entonces supongo que no me queda otra cosa que apoyarte, pero quiero que sepas que puedes contar con nosotros para lo que sea, y que nos visitaremos, no importa dónde estés te vamos a encontrar –Amenazó en tono juguetón para esconder su dolor. Un dolor que yo compartía.
-Ok… -Dije tomando aire –Vamos a informar al resto de la familia.
…oOo…
Como era de esperarse, las noticias no cayeron bien en la familia, especialmente con Rose, que se puso tan furiosa que lanzó la mesa del comedor de Carmen por la ventana.
Rose y yo teníamos una relación especial, de tantos años de fingir ser hermanos gemelos casi nos habíamos transformado en éstos. Sólo mi promesa solemne de mantenerme en contacto y de permitirles visitarme tan seguido como quisieran impidió que Rose decapitara a Alice, a la que culpaba (con justa razón, debo decir) por mi partida.
Esme y Carlisle simplemente me desearon lo mejor y me dijeron que siempre seríamos familia y las puertas de su casa siempre estarían abiertas para mí, pero por debajo de su pesar por mi partida pude detectar cierto alivio, ya que como he dicho antes, yo era el eslabón más débil, la constante amenaza a la perfecta coartada de humanidad de los Cullen… en cierta forma sentí un poco de alivio por mi parte también…
…oOo…
Sin tener un hogar ni un rumbo definido, y con sólo un bolso de mis prendas favoritas como equipaje, decidí volar hasta Seattle para firmar mi puto divorcio de una buena vez.
Jenks me esperaba aterrado, y con justa razón… el traidor no me había avisado de los planes de mi ahora ex esposa, y lo pagó caro. Le infundí tanto terror que el hombre terminó por orinarse en los pantalones. Después de eso me retiré rápidamente, el olor a orina y miedo apestan.
Una vez terminados mis trámites de divorcio decidí que sería una buena idea regresar a Forks por mi moto, una Harley Davidson V Rod Plateada, de modo de tener un medio de transporte hasta que me comprara un automóvil.
El vuelo a Port Ángeles fue corto y desde ahí corrí hasta la casa. Todo estaba en orden y Edward ya se había largado hacía días… Podía simplemente tomar mi moto e irme, pero antes de partir decidí que sería una buena idea pasar a ver a Bella y pedirle disculpas por todo lo ocurrido. Seguramente me odiaría como todos los demás, pero era lo mínimo que podía hacer.
Al acercarme a casa de Bella desde el bosque pude sentir su angustia desde bastante lejos, emanando en oleadas desgarradoras… cómo era posible que un humano pudiera sentir algo así y sobrevivir? Incluso yo como vampiro tenía problemas manteniéndome de pié a 100 metros de distancia… dolor, rabia, desesperación, odio a sí misma, culpa… Dios… Todo por mi causa!
Charlie se encontraba en la casa, por lo que decidí tratar de ayudar a Bella con mi don hasta que se encontrara mejor… decidí ayudarla a no sentir, absorbiendo su dolor y haciéndome cargo de él.
Desde ese día en adelante comencé a seguir a Bella a la distancia, absorbiendo todos sus sentimientos de manera de permitirle funcionar. Cada vez que debía ir a cazar se desencadenaba una crisis, pesadillas o llanto descontrolado, por lo que traté de dejarla sólo de noche un par de veces por semana y sólo por algunas horas, conformándome con alimentarme de lo que fuera que pudiera encontrar en los alrededores.
Y comenzaron a pasar los días… y pasaron los meses… y yo me sumí en mi dolor y el de Isabella tratando de pagar por mis errores. Descarté la idea de decirle que había regresado, pensando que tal vez sería para peor, ya que ni con mis poderes podía controlar el dolor que le producía la sola mención de nuestra familia.
…oOo…
Una noche de viernes Bella se encontraba cenando y de pronto su vista se enfocó en el bosque, justamente donde me encontraba escondido yo, absorbiendo sus emociones como de costumbre. Me sorprendió la insistencia de su mirada… me habrá visto? No, imposible… pero su mirada seguía en mí.
Entonces Charlie gritó
-Ya es suficiente! Te vas a Florida con tu madre!
-Que qué? –Dijo Bella anonadada.
-Ya me oíste Bella! No soporto más esta situación… es como si no estuvieras aquí! -Se quejó Charlie con justa razón. Yo la tenía convertida en un zombi sin emociones. Casi un robot.
-Me he portado excepcionalmente bien! No es justo! –Reclamó Bella.
-No es acerca de tu buena o mala conducta Bells… preferiría verte bebiendo en una fiesta con tus amigos que verte cómo estás ahora, apagada emocionalmente… es como si no existieras en este mundo! Quiero recuperar a mi hija, aunque para eso tenga que mandarte a vivir con tu madre! –Oh no! Qué demonios haría yo en Florida?
-No me voy a ninguna parte! Soy mayor de edad y puedo decidir adonde vivo. Si no te gusta me puedes echar de casa, pero me quedo en Forks! –Gritó Bella.
-Bella! Ellos no van a volver!… -Y un súbito aumento en el dolor de Bella me dejó sin aliento. Charlie debió sentirlo también porque agregó - Bella, hija lo siento yo…
-No!... Simplemente… No… - Dijo ella parándose de la mesa.
-Bella… -Dijo Charlie.
-Buenas noches –Dijo ella la oí tropezar en la escalera. Y sentí un poco de satisfacción de su parte ante el dolor físico. La distraía del caos en su interior.
Esperé a que se duchara y se acostara para tratar de ayudarla a dormir. Desde lejos era difícil, pero finalmente logré que se durmiera y corrí a un parque nacional cercano a cazar un par de ciervos para poder enfrentar el fin de semana.
Cuando regresé a casa de Bella ya había amanecido, y no se veían por ninguna parte ni Bella ni Charlie, por lo que decidí regresar a mi casa a ducharme mientras Bella regresaba a casa. Sin mi ayuda probablemente no duraría mucho rato haciendo lo que sea que estuviera haciendo un día sábado tan temprano por la mañana.
Al acercarme a mi casa pude oír gritos de Bella y golpes de madera contra madera. Me apresuré a ver de qué se trataba, escondido en la copa de un árbol, y lo que vi me dejó pasmado.
-Edward Cullen! –Gritó –Escúchame, estés donde estés!... Te odio!... Te odio, traidor –Dio otro golpe al árbol y las lágrimas comenzaron a descender por sus mejillas –Maricón! –Lloró -Eres un maricón… te asustaste y huiste!... Te odio!... Te odio! –Siguió llorando y golpeando el árbol hasta que su cuerpo colapsó sacudido por los sollozos.
Balbuceando, maldijo a Edward un poco más y luego a toda la familia por haberla abandonado. Quise decirle que no todos la habíamos dejado, pero no pude, ya que sentí que este momento de catarsis era exactamente lo que ella necesitaba en el camino a su recuperación.
Luego se puso de pié y con su bat a cuestas, entró a la casa (descuidadamente yo había dejado la puerta abierta), y se dirigió al salón donde destapó el piano y dijo
-Te odio Edward Cullen… te odio y nunca te voy a perdonar que me hayas hecho creer que me amabas… no te voy a perdonar que me hayas hecho amarte tanto a ti y a tu familia… pero desde hoy ya no vas a ser más una parte de mi vida, porque todo mi amor y todo mi rencor se van a morir aquí. Con tu puto piano! –Exclamó y le dio un batazo que hizo saltar las teclas y produjo un estruendo ensordecedor.
Y siguió gritando, llorando y golpeando el piano con extraordinaria fuerza para una chica tan delgada hasta hacer trizas el jodido piano de Edward. No pude menos que estar orgulloso de ella… por fin se estaba despidiendo del pasado.
Cuando terminó con el piano, cayó rendida sobre el sillón más cercano y se quedó dormida.
La temperatura en la habitación era baja y el sillón estaba polvoriento, por lo que en cuanto Bella se hubo quedado dormida le inyecté más letargo y la llevé a la habitación que yo había estado ocupando hasta ese entonces, la de Esme y Carlisle.
La deposité sobre la cama y la cubrí con la colcha y me senté a esperar que despertara… al parecer tendríamos mucho de qué hablar.
%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%
Y…?
Reviews=actualización.
Si les gustó esta historia, voten por Jasper en la encuesta de mi perfil.
Cariños!

1 comentario:

  1. Ahhhh! en el comentario del capi anterior no hice mención a esa cancioncilla...la canción de rabia por antonomasia yeah!
    Y ésta, oh! es tan Jasper...
    Cielo, tienes algo especial con ese chico ;-)
    Y bueno, la historia me está dejando alucinada!
    Tu mezcla de lógica e imaginación me fascina. Punto.
    Sigo con otro capi!
    Un besazo
    T.

    ResponderBorrar

No olvides comentar!!!

Calendario