jueves, 15 de septiembre de 2011

Red Moon 12



Hola chicos! Qué tal? El capítulo de hoy se los escribí desde la sala de espera de la consulta de mi psiquiatra, para que vean que soy dedicada a ustedes.
Me han preguntado por ahí algunas cosas sobre el futuro de este fic, como si van a aparecer los Volturi, o si otros personajes van a intervenir. Prefiero no adelantarles nada por dos razones… La primera porque no les quiero arruinar la sorpresa y la segunda porque no lo sé! Yo escribo y publico de inmediato, no tengo capítulos almacenados más que una vaga idea de hacia dónde voy en mi cabeza.
Espero que les guste este capítulo tanto como a mí.
Todo mi cariño,
R.
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Capítulo 12
I know I've dreamed you a sin and a lie
I have my freedom but I don't have much time
Faith has been broken tears must be cried
Let's do some living after we die
Wild horses, couldn't drag me away
Wild, wild horses we'll ride them someday
Wild horses, couldn't drag me away
Wild, wild horses we'll ride them someday
Wild horses / Rolling Stones
Jasper POV
Corrí por horas tratando de calmarme, buscando lugares especialmente aislados de humanos para no contaminarme con las emociones de nadie más.
Mi don, que tan bien funcionaba para apaciguar a otros, lamentablemente era inútil en mí mismo.

Cuando estuve seguro de que mi ira contenida no afectaría a nadie más, la dejé irradiar por horas en oleadas tóxicas, vaciándome de emociones y dejándome agotado.
Cómo me podía haber hecho esto Alice? Cómo era posible que yo no notara nada extraño en su actitud hacia mí? Estaba Edward al tanto de lo que estaba ocurriendo y aún así lo permitió? En quién podía confiar ahora?
Mierda! Desde mis años con María que no me sentía tan traicionado…
Los únicos en los que podía confiar de entre los Cullen eran Emmett y Rose, los únicos que por seguro no tenían una agenda escondida o planes especiales.
Todas esas preguntas giraban en mi mente y no tenían respuesta… Lo único que sabía de momento es que Bella era la única capaz de darme paz.
Mientras amanecía lamenté haber destrozado mi teléfono, probablemente Bella me trataría de ubicar y yo me encontraba aislado en lo más profundo del bosque canadiense.
Comencé a correr de regreso y en el camino a Forks volví a cazar un par de presas sólo para estar seguro de que Bella estaría a salvo a mi lado.
Corrí durante todo el día ocultándome del sol que a ratos se dejaba ver entre las nubes, ansioso de ver a mi Bella… pero al llegar a su casa me encontré que no se encontraba ahí… Estaría en mi casa, buscándome en vistas de que no la había llamado ni contestado el teléfono en todo el día? Me sentí culpable… qué clase de novio resulté ser?
Me apresuré en llegar a casa y al acercarme pude sentir dos presencias emocionales bien definidas. Una emanaba sed y satisfacción y la otra, simple terror.
Detuve mi carrera y el estratega que hay en mí tomó el control, y me acerqué a la casa sigilosamente para poder evaluar la situación.
- …La mascota de los Cullen en persona… -Dijo una voz masculina que me sonó vagamente familiar -es que ahora eres también la sirvienta? –Preguntó burlón y a mí me encabronó aún más. Qué se había imaginado este hijo de puta en tratar así a mi Bella?
Pero el miedo de Bella aumentó y retrocedió asustada.
-Qué haces aquí? –Preguntó tratando inútilmente de que no le temblara la voz.
-Oh… vine por encargo de una amiga en común… Victoria, la recuerdas? –Oh mierda… las van a pagar! Partiendo por Edward que decidió que Victoria no era verdaderamente una amenaza para Bella y la dejó abandonada…
-Y qué quiere Victoria con nosotros? –Preguntó Bella.
-No con ustedes pequeña humana… contigo… Tu Edward mató a James y ella quiere matar a la pareja de Edward… -Respondió quién ya había identificado como Laurent, el actual compañero de Irina Denali.
-Él no es "mi Edward", nosotros terminamos hace casi 5 meses… -Explicó Bella con voz firme. Me sentí orgulloso de ella
-Oh… tanto peor para ti, supongo. Victoria realmente quería su venganza, pero verás… estoy realmente hambriento... –Dijo y oí como se acercaba un paso más a Bella. Me moví alrededor de la casa preparándome para entrar, no podía poner a Bella en aún más peligro.
-Pensé que eras vegetariano –Dijo Bella tratando de ganar tiempo.
-Hago trampas, no soy fanático –Respondió risueño Laurent acercándose un paso más a Bella.
-Si me haces daño los Cullen te van a cazar y te van a castigar –Amenazó ella.
-Los Cullen están en Alaska de visita con los Denali desde hace un par de semanas –Respondió relamiéndose Laurent sin preocuparse.
-Jasper está conmigo… Jasper te va a castigar –Afirmó ella orgullosa.
-Jasper? –Preguntó Laurent sorprendido –El Mayor?
-El mismo –Respondí desde detrás de él, esbozando una sonrisa sádica dirigida a Laurent –Sube al dormitorio de Esme, cariño –Le dije a Bella sin mirarla -Yo voy a salir a hablar con nuestro amigo en el jardín.
Mi sonrisa oscureció aún más mi rostro… el Mayor había salido a jugar… Haciéndole una seña a Laurent lo guié al patio. Él no cometió el error de desobedecerme.
-Qué haces aquí? –Pregunté con voz calma y fría… la voz reservada sólo para los interrogatorios.
-No es tu problema! –Respondió Laurent con lo que distinguí fácilmente como falsa valentía.
-Verás, ahí es donde te equivocas –Dije –Bella es precisamente mi problema; Bella es mi pareja, y ni tu ni nadie se mete con la pareja del Mayor.
-Tu… pareja…? –Balbuceó Laurent aterrado. Claramente sabía de las consecuencias de meterse con la pareja de otro vampiro, en especial uno tan territorial y famoso como yo.
Los Cullen me pueden haber "civilizado" un poco, pero mis instintos asesinos seguían intactos bajo la superficie.
-Mía –Aclaré.
-Lo siento… no sabía… -Comenzó a disculparse… como si fuera posible el perdón.
-Claro, entiendo… -Me burlé –Pensaste que ella era la pareja de Edward, un crimen igualmente grave, si bien levemente menos estúpido. Ahora dime… dónde está Victoria?
-No lo sé –Dijo y pude sentir que mentía.
En un fluido y practicado movimiento, ataqué. Arranqué su brazo derecho antes de que él tuviera tiempo para reaccionar.
Laurent aulló de dolor y cayó de rodillas… él era un nómade, no un guerrero, por lo tanto su sumisión fue inmediata. Ni siquiera se dio el trabajo de tratar de enfrentarse a mí.
-Seattle! –Exclamó –Déjame ir… no me voy a involucrar con ustedes nunca más!
-Seattle… -Repetí. Maldición, eso estaba peligrosamente cerca.
-Déjame ir… por Irina… tu sabes que ella me va a querer vengar! –Rogó desesperado.
-Irina sólo te va a extrañar si se entera de que alguna vez estuviste aquí… -Respondí con mi sonrisa en su lugar –Imagino que no le dijiste hacia dónde te dirigías?
-Por favor… por Irina, ella me necesita! –Volvió a rogar… evidentemente nadie sabía de sus actividades secretas excepto Victoria.
-Y acaso yo no necesito a mi Bella? –Rugí. En un ataque frontal de barrida le fracturé la pierna izquierda y de un tirón se la arranqué a la altura de la rodilla.
Después de eso mi tarea fue fácil y expedita, para evitar escuchar sus ruegos le arranqué la cabeza, ya que no quería que Bella se asustara aún más con los gemidos agónicos de ese pedazo de basura.
Una vez terminado el desmembramiento hice una hoguera con los trozos de Laurent en el bosque, relativamente alejado de la casa para no apestarla a vampiro muerto.
Una vez terminada mi tarea, fue nuevamente tiempo de preocuparme de mi Bella y lo aterrada que se encontraba en el interior de la casa.
Caminé lentamente, dándome tiempo para recuperar la compostura y entré a la casa dando pasos firmes y ruidosos con el fin de alertarla de mi presencia.
La escuché respirar agitadamente en la habitación de Carlisle y Esme y le envié una oleada de amor y felicidad.
-Jazz! –Gritó desde debajo de la cama.
-Cariño! Qué haces metida ahí? –Pregunté divertido.
-Estoy escondida –Dijo con toda tranquilidad –Estás bien? –Preguntó preocupada.
-Sí, pero déjame verte –Dije y tomé uno de sus tobillos y la arrastré de debajo de la cama -Bella, preciosa, estás bien? –Pregunté poniéndola de pié y abrazándola con fuerza a mí.
-Bien… sucia pero bien… Y tú? Déjame verte –Dijo retrocediendo para examinarme. Mis ropas estaban sucias con veneno de Laurent y cenizas, pero yo no había sufrido daño alguno.
-Dios Bella… si hubiera llegado 5 minutos más tarde!... –Exclamé abrazándola desesperadamente otra vez.
-Pero llegaste a tiempo! –Exclamó ella tratando de tranquilizarme –Pero Jazz… por qué no me respondías el teléfono? –Preguntó.
-Cariño, ayer recibí ciertas… noticias de las que no quiero hablar ahora. Basta que sepas que Alice se casó y yo… no tomé muy bien la noticia… -Dije bajando los ojos, incómodo.
Una dolorosa punzada de celos atravesó a Bella y me preguntó
-Aún la amas verdad? –Dijo con lágrimas en los ojos.
-Amarla? No… no! Alice sabía que encontraría a este tipo desde hace años! Y terminó conmigo porque tuvo una visión de cómo encontrarlo… Bella yo te amo a ti… sólo a ti, pero lo que hizo Alice me dolió… no sé cómo pude ser tan estúpido de creer todo lo que me dijo... –Dije moviendo la cabeza como en negación... había terminado por revelarle a Bella casi todo aquello de lo que no quería hablar.
-Oh Jazz –Dijo abrazándome –Entonces… tu control…
-No tengo problemas de control, al menos no más que el resto de la familia, y definitivamente no contigo –Respondí, esta vez bien seguro de que ella no corría peligro a mi lado.
-De verdad? –Preguntó enrollando sus delicados brazos en mi cuello.
-De verdad –Respondí.
-Una prueba? –Dijo ofreciéndome sus labios.
-Todas las que quieras cariño –Dije besándola primero dulcemente, disfrutando de la alegría de tener a mi Bella conmigo sana y salva, pero cuando ella entreabrió sus labios para mí el beso cambió a urgente y apasionado, aferrándonos el uno al otro como para constar que ambos estábamos bien y juntos.
Como ambos estábamos cubiertos de polvo, veneno y suciedad, le hice una sugerencia
-Cariño… qué tal te parecería darte un baño conmigo?
-Pero… pero… -Dijo poniéndose colorada y más nerviosa que de costumbre.
-Tranquila cariño, estoy seguro que podemos encontrar algún traje de baño de Esme o Rose por ahí si el problema es la desnudez… Sea como sea, tienes que bañarte antes de regresar a tu casa.
-Ok –Dijo mansamente –Voy a buscar entre los cajones de Esme y mientras nos bañamos ponemos la ropa en la lavadora? –Preguntó sin soltar mis manos.
-Si lo crees necesario… tu chaqueta probablemente cubra la mayor parte de la suciedad de tu ropa, si la que parece una cerdita que estuvo jugando en el barro eres tú -Dije golpeando sus nalgas.
-Hey! Tu apestas a veneno de vampiro y a humo! –Reclamó.
-Por lo mismo, prepárate para nuestro baño a menos que quieras meterte en la tina desnuda –Amenacé soñando con el día en que no hicieran falta barreras físicas entre nuestros cuerpos.
-Voy por el traje de baño! –Exclamó mientras corría a escarbar en el closet de Esme.
Yo entretanto fui al enorme baño en suite de Emmett y Rosalie a preparar un relajante baño de hidromasaje y sales.
Llené la tina con agua bien caliente y agregué las sales de baño que me pareció que olerían mejor en combinación con la esencia de Bella.
Mientras la tina se llenaba busqué entre las cosas de Emmett un short de baño Speedo de color verde. Mientras me lo ponía me vi al espejo y me di cuenta que aún a través de la tenue luz eléctrica Bella sería capaz de ver cada una de mis cicatrices, lo que me hizo casi arrepentirme de todo este asunto del baño conjunto.
Pero algo en mí me dijo que este era el momento, que Bella y yo necesitábamos compartir todos nuestros secretos después de la experiencia que habíamos vivido, y supe que ese sería el día en que me mostraría a Bella tal como soy.
Todos en la familia, incluida Alice, se habían sentido aterrados de las marcas en mi piel, testimonios silenciosos que delataban mi pasado.
Cada cicatriz representaba una vida que yo había tomado, nadie había marcado mi cuerpo impunemente…
Sentí los suaves pasos de Bella descalza acercarse a la habitación, y nerviosamente, me giré para mirarla.
Usaba un biquini de Esme de color rosa, que iba perfectamente con el tono de su piel. Le quedaba un poco grande, pero se veía maravillosa. Si Edward alguna vez insistió en que el azul era el color de Bella es porque nunca la había visto vestida de rosa…
La piel de Bella relucía tan pálida como la mía, y estaba marcada por pequeñas cicatrices de antiguos accidentes… y entonces me di cuenta de que mi Bella y yo éramos iguales… le sonreí y tomé su mano, acercándola a mí.
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Como siempre chicos, reviews=love=actualización!

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