Hola chicos, que tal? Aquí me tienen con la primera parte del escape de Emmett y Bella. Espero que les dé un poco de luz con respecto a algunas preguntas que me hicieron el capítulo pasado.
Abrazos enormes
R.
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Ooh, she's a little runaway.
Daddy´s girl learned fast
All those things he couldn´t say.
Ooh, she's a little runaway.
Runaway/Bon Jovi
Todos mis instintos me decían que debía arrancarle la cabeza a esos jodidos nómadas… especialmente después de que notaron la humanidad de Bella… pero qué sería de mí si en medio de la pelea Bella salía herida? Porque por mucho que las probabilidades nos favorecieran, Bella es alguien a quién no podría arriesgar y ella se encontraba en medio de nosotros, vale decir, del conflicto.
Es por eso que tomé la decisión de huir con ella en lugar de quedarme a pelear. Quién mejor que yo para defenderla si algo salía mal y había que interponerse entre ella y el peligro?
Yo estaba seguro de que Jasper, experto luchador, podía terminar fácilmente con nuestro problema, pero parte de mí, la parte más infantil tal vez, odiaba perderse una buena pelea y aún más si era para huir sin ver nada de acción.
Bella me besó al llegar a su casa y nos dijimos los "te amos" de rigor para que luego me empujara gritando
-Te odio! Y no quiero volver a verte!
Aunque sabía que era todo una mentira en beneficio de su padre me dolió escuchar esas palabras de sus labios… Tal vez Edward tenía razón y no debía arrastrar a Bella dentro de nuestro mundo… Yo quería darle cosas y experiencias, no quitárselas, y ahora la estaba haciendo pelear con su padre para escapar conmigo de un vampiro asesino y letal aún para nuestra propia especie.
Escuché a Bella y a su padre discutir y a Bella decirle que se iría a casa de su madre. Mientras, yo me encontré con Esme y Rosalie afuera de la casa, y me reportaron que ni James ni Victoria se encontraban en los alrededores de la casa, por lo que podíamos irnos en paz sin su interferencia.
Pocos minutos después salió Bella de la casa cargando una enorme mochila y con Charlie siguiéndola y rogándole que se quedara aunque fuera por esa noche. Bella tenía lágrimas en los ojos pero se mantuvo firme y se subió a su camioneta.
Yo lo observé todo desde el bosque y cuando partió la seguí junto a Rosalie hasta donde tenía estacionado el auto de Carlisle. Rose se llevó la camioneta de regreso a nuestra casa y Bella se subió conmigo al auto.
Una vez dentro del auto se relajó, dejó caer sus hombros y rompió a llorar.
-Bells no! –Le supliqué –Tienes que ser fuerte Osita, no llores…
-Lo… siento… Emm… -Hipó –Pero… Charlie…
-Tu papá va a estar bien cuidado por Esme y Rose, no te preocupes –Dije desesperado por subirle el ánimo -Ahora ayúdame a decidir dónde queremos ir… no podemos salir del país porque eres menor de edad y no tenemos tiempo para esperar por tus documentos falsos… qué tal New York, o Alaska, o California… o Phoenix… podemos visitar a tu mamá! –Le dije.
-Gracias Emm –Dijo besándome los labios tiernamente –Me gustaría ver a mi mamá… pero eso significaría que tu tendrías que esconderte… Mamá no podría saber que estás conmigo…
-No me importa Bells… estoy seguro de que Jasper y los demás van a solucionar el problema en un dos por tres y vamos a estar de regreso antes de que te des cuenta de lo que está pasando –Dije quitándole importancia.
-Está bien… -Dijo ella escéptica. Mientras conversábamos yo aceleré el auto y apagué las luces, tratando de poner la máxima distancia entre nosotros y el mal nacido de James.
Poco rato después, sumida en la oscuridad, Bella se quedó dormida. Yo recliné su asiento al máximo y manejé toda la noche con rumbo al sur escuchando viejas baladas en la radio.
Al amanecer nos detuve en un hotel Holiday Inn en Redding, California para pasar el día ya que el sol había salido y a pesar de los vidrios tintados del auto de Carlisle no me quería arriesgar a que nos detuviera la policía. Lamentablemente yo no tenía el don de Alice para evitar los controles carreteros.
Estacioné el auto en el estacionamiento subterráneo y desperté a Bella suavemente.
-Bells… llegamos –Le dije sacudiendo su hombro suavemente.
-Mmmmmh… Adonde estamos? –Preguntó apretando los ojos fuertemente.
-En Redding, en el hotel donde vamos a pasar el día… me vas a esperar aquí hasta que yo llegue con la llave de nuestra habitación –Le dije. Nuevamente el hecho de que ella fuera menor de edad jugaba en nuestra contra…
-Está bien –Dijo restregándose los ojos y enderezando su asiento.
-Cierra con pestillo las puertas –Le advertí sabiendo que el seguro no significaría nada para James, pero confiado absolutamente en que lo habíamos dejado atrás. Lo que me preocupaba en ese momento eran los humanos.
-Está bien –Dijo ella condescendientemente mientras trataba de alisar su cabello que estaba todo desordenado.
-Nos vemos en 5 minutos –Le dije y fui a Recepción a pagar en efectivo por un día de hotel. El trámite fue rápido y regresé al auto donde Bella aún trataba de peinarse con los dedos.
-Quiero ducharme –Dijo ella haciendo un puchero en cuanto abrí la puerta del pasajero para dejarla salir. Al parecer Bella hoy estaría de mal humor…
-Puedes hacer lo que quieras durante el día Bells –Le dije besando su coronilla e inclinándome para sacar su mochila del asiento trasero.
-Quiero desayunar y quiero lavarme los dientes y una ducha… -Comenzó a enumerar para mi deleite cosas que podía proveerle –No hemos tenido noticias de Forks? –Preguntó de pronto como cayendo en cuenta de que estábamos escapando y no de vacaciones.
-No Bells, no hay noticias aún… -Le dije mientras entrábamos al ascensor. Nuestro piso era el quinto, la habitación 503. En cuanto salimos del ascensor encontramos nuestra habitación a la izquierda. Yo saqué la tarjeta magnética de mi bolsillo y abrí la puerta dejando entrar a Bella primero. Ella se dio una vuelta completa y me sonrió dando su visto bueno. Luego musitó algo acerca de un "minuto humano" y se encerró en el baño por un largo rato.
Mientras, yo me puse a ver televisión sobre la cama en mi ropa interior. Estaba de lo mejor viendo ESPN cuando Bella salió del baño envuelta en una toalla y en medio de una nube de vapor.
Bella se paró frente a la tele e ignorándome a propósito deslizó la toalla de su cuerpo quedando completamente desnuda y comenzó a secarse lentamente mientras tarareaba una suave melodía.
Mi cuerpo reaccionó inmediatamente ante tamaña provocación con una inmediata erección, pero me refrené de acercarme a ella, conformándome con mirarla hacer su pequeño show.
Ella continuó frotando su piel con pasmosa calma hasta que estuvo perfectamente seca. Entonces se acercó a su mochila y sacó un pote de crema corporal con olor a fresias y comenzó a acariciar su cuerpo con la loción, poniendo especial énfasis en sus pechos…
Sin poder aguantar más yo me deshice de mis bóxer y comencé a acariciarme atento a cada uno de sus movimientos. La tensión sexual era palpable en el aire, pero ninguno de los dos emitió palabra. Este juego de seducción era aparentemente acerca de quién cedería primero… y tenía toda la impresión de que ese sería yo.
Cuando Bella terminó de embadurnarse en loción, continuó con sus caricias, retorciendo un poco sus pezones y moviendo las manos de arriba hacia abajo en su estómago… Luego se acomodó en los pies de la cama arrodillada, con las piernas abiertas, y comenzó a acariciar su clítoris con una mano mientras con la otra acariciaba desde su cuello hasta su costado izquierdo, gimiendo débilmente.
El aroma de su excitación llenó mis sentidos.
Y eso fue mi perdición…
Me acerqué a ella como el bruto que soy, la tomé en mis brazos, la giré para acostarla de espaldas en la cama y abrí sus piernas tomándolas de las rodillas. Sus labios vaginales brillaban con su excitación, y yo creí morir un poco… Nunca la vi tan hermosa ni tan sexi como en ese momento, sonrojada, su cabello suelto en la cama y tratando de seducirme.
Hundí mi rostro entre sus piernas y besé la cara interior de sus blancos muslos. Luego me fui acercando a su sexo poco a poco, lamiendo y chupando hasta llegar a su centro. Con dos dedos abrí sus labios para encontrarme con su pequeño montón de nervios y lo lamí delicadamente.
Bella comenzó a temblar y abrió aún más sus piernas para mí. Amé a esta Bella tan desinhibida, producto de nuestros jugueteos de los días anteriores…
-Emm… Oh sí… fóllame con tus dedos –Me pidió para mi sorpresa, y yo inmediatamente cumplí con su demanda, entrando en ella con mis dedos índice y medio mientras con mi boca recolectaba sus jugos y bebía de ella retorciendo mi lengua en su clítoris una y otra vez.
-Así te gusta?... Dime Isabella… mi putita… es así como te gusta que te coja? –Le dije con voz ronca por el deseo –Dímelo!
-Oooooh!... Sí…sí…tu puta! -Dijo moviendo la cabeza de un lado hacia el otro. Podía sentir sus paredes internas comenzar a estrecharse, y detuve mis caricias –Emm! Más –Demandó ella desesperada moviendo su pelvis hacia mí.
Pero yo estaba más excitado de lo que había estado en mi vida, y quería que ella me rogara…
-Tsk, tsk, tsk… me vas a tener que rogar Isabella –Le dije –O no te voy a dejar acabar.
Bella me miró frustrada y trató de llevar su mano derecha a su entrepierna para acabar por sí misma, pero yo tomé sus manos y las inmovilicé con facilidad.
-Emmett…! –Dijo enojada –Suéltame maldita sea!
-Ruégame… ruégame que te coja y te voy a hacer ver estrellas –Le dije casi en un gruñido… tan caliente estaba.
Ella pareció tratar de mantener la compostura por unos segundos, pero sus piernas estaban completamente abiertas y a la altura de mi rostro, y yo podía oler cómo mi juego la estaba excitando cada vez más.
Trató de mover sus caderas de forma incitadora, pero yo sólo me reí.
Finalmente con voz ronca y llena de significado ella me dijo
-Emmett… fóllame por favor…
-Dilo una vez más! –Demandé.
-FÓLLAME EMM! –Gritó ella fuera de sus casillas. Yo no perdí tiempo y lo primero que hice fue tomar nuevamente su clítoris entre mis labios y chupar mientras mis dedos encontraron fácilmente su punto G. En un par de minutos Bella estaba gritando su orgasmo.
Yo la seguí lamiendo hasta que descendió de su éxtasis y entonces la tomé en mis brazos y la posicioné en sus rodillas y manos, pasando mi erección por su canal desde su centro hasta su ano, y presionando un poco cada vez…
-Emm… -Gimió ella respirando agitadamente –Ya! Por favor… -Me dijo, y yo entré en ella de una sola vez, hasta el fondo.
Ambos gruñimos ante nuestra unión, y yo debí contenerme para no dar un par de palmadas a su delicioso trasero. Probablemente estando tan caliente no mediría mi fuerza y le podría hacer daño… pero se vería maravilloso de un color rosado… bueno, ese juego quedaría para otra ocasión.
Comencé a moverme lentamente, entrando hasta el fondo y saliendo hasta la punta de mi polla, e inmovilizando las caderas de Bella con mis manos. Yo quería tener el control después de su pequeño show, quería dominarla por completo.
Ella comenzó a gemir y a tratar de empujar su trasero hacia mi pelvis, y cuando no se lo permití comenzó a rogar otra vez…
-Emm… cógeme duro… rápido…
No puedo explicar el goce que me hizo sentir el tener a mi Bella tan compenetrada conmigo, hablando sucio y excitada a más no poder, y comencé a penetrarla con más rapidez, tomando un puñado de su sedoso cabello entre mis dedos.
Pronto ambos nos estábamos acercando al clímax y estiré mi mano derecha para poder acariciar su hinchado clítoris una vez más… eso y un par de estocadas fue todo lo que mi Bella necesitó para acabar explotando en éxtasis una y otra vez. Yo no me dejé ir hasta que ella hubo terminado y entonces me acordé de que yo no había usado un condón, por lo que me retiré justo a tiempo y acabé derramando chorros de mi fría semilla sobre su espalda.
Bella cayó de estómago en la cama, totalmente agotada, y yo me estiré para tomar su toalla y limpiar el desastre que había hecho sobre ella.
-Desayuno? –Pregunté jadeante una vez que terminé, abrazándola a mí cuerpo.
-Sí por favor… quiero huevos con tocino y jugo de naranja y un brownie… -Dijo con los ojos cerrados aferrándose a mí.
-Lo que quieras Bells… te amo –Le dije –Lo que hiciste… Wow… fue increíble!
-Yo también te amo Osito –Me dijo dulcemente en medio de su modorra –Y tú también estuviste increíble.
-Me gusta tu manera de pasar el día y aliviar el stress –Le dije besando su coronilla. Ella simplemente bostezó e hizo un ruido de asentimiento.
Yo me estiré para tomar el teléfono y ordenar room service cuando sonó mi celular, que descansaba sobre el velador…
Era Alice.
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Estos dos me están matando! No paran ni en los momentos de mayor stress y complejidad. Y qué querrá Alice? Habrán matado a James y Victoria? Cuéntenme qué es lo que les pareció.
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