martes, 31 de julio de 2012

El Crepúsculo de Emmett 26




Hola chicos! Aquí tenemos a nuestra pareja junta otra vez… significa eso que se acabaron los problemas? Veremos!

Gracias como siempre por sus comentarios, me hacen muy, muy feliz y me hacen querer seguir escribiendo.
Abrazos a todos y que tengan un buen fin de semana!

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Capítulo 26

Tengo impregnado
Todo tu calor
Esa grata sensación
De tu cuerpo y tu olor
Puedo sentir la profundidad de tu ser.
No ves que estoy muriéndome de amor por vos
No se mas que hacer... quiero ya volverte a ver.
Una absurda canción de amor / Los Enanitos Verdes

Bella POV
Emm y yo habíamos pasado los últimos cuatro días haciendo el amor y cazando, en un ciclo interminable. Ninguno de los dos conocía el cansancio, y ambos estábamos desesperados por demostrarnos físicamente lo que nos habíamos echado de menos durante nuestra separación.
Al principio Emmett había sido posesivo y brutal en su manera de hacer el amor, pero ahora, más tranquilo, comenzaba a relajarse y a permitirse disfrutar lentamente de nuestros cuerpos.
Nos encontrábamos en ese momento bañándonos en el río, quitándonos restos de sangre, pelo y sexo de nuestros cuerpos, y Emmett estaba con un ánimo lúdico, jugando al tiburón. El juego consistía en hundirse en el agua sin respirar por largo rato para de pronto atacar mis piernas o mi estómago con mordiscos y besos.
-Emm ya! –Le dije riendo –Me voy a salir del agua!
-Aaaaaw! –Se quejó él poniéndose de pié inmediatamente –Pero Bells, todavía no termino de jugar. Queda mucho por morder!
-Suficiente! Ya me mordisqueaste por todos lados y yo ya estoy limpia y tú también –Dije mientras salía del agua dándole la espalda, lentamente, a paso humano.
-Bells… no me tientes –Gruñó bajo, amenazante.
-Qué? –Pregunté girándome para ver a qué se refería, pero de pronto ya me encontraba en sus brazos.
-No te hagas la inocente… sabes que tu culito me provoca –Dijo mordisqueando el espacio donde se une mi cuello con mi espalda –Es esa tu manera de pedirme que te coja otra vez?
-Mmmmh… Emm… -Gemí disfrutando de sus labios en mi cuerpo. Sus manos inmediatamente se movieron a mis pechos, y su erección comenzó a restregarse en mi espalda –Yo… no te provoco –Rebatí con los ojos cerrados y moviendo mi trasero para frotarlo contra sus piernas.
-Te deseo Bells… -Susurró en mi oído –Cuatro días no son nada para apagar la necesidad que siento por ti –Y diciendo esto movió una de sus manos entre mis piernas, moviendo delicadamente sus dedos entre mis pliegues, repartiendo la humedad de mi excitación.
-Te deseo Emm –Dije poniendo mis manos tras de mí y aferrándome a sus nalgas por soporte y por gusto (Emm tiene un trasero para morirse).
De pronto me encontré recostada de espaldas sobre unos helechos, y a Emm sobre mí. Sonriendo me dijo
-Te voy a probar otra vez Bells, pero no te vas a venir hasta que yo te dé permiso –Y diciendo esto hundió su cabeza entre mis piernas, lamiéndome dolorosamente lento. Su lengua parecía estar en todas partes a la vez, de pronto circulaba mi clítoris, de pronto me penetraba, o simplemente recorría mi canal. Con una de sus manos comenzó a acariciar mis pechos pellizcándolos suavemente y con la otra acarició mi sexo, penetrándome lentamente pero hasta el fondo.
Mi cabeza comenzó a girar de un lado a otro, desesperada por alivio, pero la bola de fuego que se formaba en mi interior no dejaba de crecer y crecer sin estallar.
-Emm! Más fuerte… más rápido! –Le pedí.
-Nop –Respondió -Me gusta demasiado estar aquí –Dijo dándome otro lametazo.
-Emm… déjame acabar… quiero reciprocar! –Grité desesperada.
-Tentador… -Me dijo –Pero me gusta tenerte a mi merced así como ahora… Qué hacer? –Dijo hablando contra mis labios vaginales, sin dejar de estimularme –Mmmmmmh –La deliciosa vibración de sus palabras me empujó un poco más allá.
Mis caderas comenzaron a moverse al ritmo de sus caricias, restregando su rostro en mi sexo más rápido, más fuerte… Pero Emm estaba en control y presionó mis caderas contra el piso, inmovilizándolas.
Yo volví a gemir de frustración y de pronto Emm me dijo
-Ahora Isabella! –Y chupó mi clítoris con fuerza y me penetró con dos dedos curvándolos ligeramente hacia mi ombligo, llegando a ese punto preciso que desató mi orgasmo… uno de los más fuertes que he tenido.
Mi espalda se arqueó y grité su nombre en éxtasis. Él sigió lamiéndome hasta que me recuperé, y entonces con mi super -fuerza nos giré, quedando yo sobre él.
-Te gusta tentarme Osito? –Dije mientras mis dedos recorrían sus deliciosos músculos abdominales –Te gusta tenerme rogándote? Indefensa? Mojada para ti? Mmmmh?
-Mierda Bells! –Exclamó cerrando con fuerza los ojos –Si, me gusta… me gusta que estés mojada para mí…! Me gusta que ruegues por mí…
-Bueno, a mí me gusta tenerte erecto y listo para mí –Le dije chupando fuerte en el hueso de su cadera, lo que hizo que su pelvis se proyectara hacia adelante y de sus labios saliera una sarta de maldiciones.
Con toda la lentitud del mundo tomé su erección y mirándolo a los ojos saqué la lengua y lamí la gota de humedad que se había reunido en la punta.
-Mmmmh… delicioso –Le dije y lamí un poco más mientras mi mano bombeaba lo que no me cabía en la boca. Y entonces comencé a chupar, recorriendo todo su pene con mi lengua, acariciándolo, tentándolo. Y con mi otra mano me comencé a tocar entre las piernas, dándome placer a la vez que lo complacía a él.
-Aaaaagh! Bella, Osita, tú ganas! –Gimió mi Osote, hecho arcilla en mis manos.
-Mmmmmmmh… -Respondí con su erección casi hasta mi garganta y dos dedos dentro de mi sexo.
Después de un buen rato de esta tortura decidí que ya estaba bien y moviéndome a velocidad vampírica me senté sobre él, empalándome en él de una sola vez, sorprendiéndolo.
Comencé a cabalgarlo fuerte y duro, sabiendo que ambos queríamos encontrar nuestro alivio y él me tomó de las caderas y me penetró a super velocidad. Yo me agaché para besarlo y su boca me recibió ansiosa.
Poco después yo grité
-Emm… mierda… voy a acabar… fuerte… duro!
Él aumentó el ritmo y mis paredes comenzaron a contraerse desatando mi orgasmo. Un par de estocadas después me siguió Emmett, gritando mi nombre.
-No sabes lo contento que estoy de no tener que usar más condones –Me dijo cuando nos recuperábamos abrazados en el piso, sobre los helechos.
-Mmmmmh… -Ya no quería hablar más, sólo quería fundirme en la piel de mi Osito, sabiendo que ya nunca más tendría que separarme de él.

…oOo…

Tres días después nos dirigimos a la casa, desnudos y sucios, pero felices y por el momento, satisfechos.
Entramos por la ventana de la habitación de Emm y nos dirigimos de inmediato a su baño privado a darnos una larga ducha. Emm tomó una esponja y enjabonó todo mi cuerpo con body wash, poniendo especial atención a mis pechos y a entre mis piernas. Luego me enjuagó y lavó mi cabello, lo enjuagó y me besó castamente.
-Ahora es mi turno –Le dije, y poniendo un poco más de body wash en la esponja procedí a lavarlo, recorriendo cada músculo de su enorme cuerpo. Luego le ordené que se arrodillara para poder lavar su cabello, y él aprovechó su posición para besar mi estómago y mis senos. Parecía que no podíamos tener las manos alejadas el uno del otro.
Cuando por fin estuvimos limpios fue momento de vestirnos. Alguien (presumo que Alice) había dejado una muda de ropa deportiva de mi talla sobre la cama. Emm me ayudó a vestirme para no destruir mi único vestuario y entonces se vistió él.
Se sentía raro usar ropa luego de una semana de vivir como salvajes en el bosque cazando y cogiendo, pero debíamos volver a la familia, que estaría esperándonos para saber toda mi historia.
Tomados de la mano salimos de la habitación de Emmett (ahora nuestra habitación) y nos dirigimos al living, donde se encontraba casi toda la familia (excepto por Edward que estaba en la sala de música).
Todos nos recibieron con muestras de entusiasmo y me sentí bienvenida y aceptada como nunca antes. Pertenecía a esta familia… Emmett me había regalado lo que nunca tuve, una mamá y un papá que cumplieran con sus roles y hermanos en quienes apoyarme.
-Bella! Cómo te sientes querida? –Preguntó Esme preocupada.
-Bien, gracias… ya estoy aprendiendo a beber sangre animal, aunque no es tan buena como la humana –Dije con remordimiento al recordar los dos hombres que asesiné.
-No, no lo es –Acordó Jasper –Pero abstenerse vale la pena –Me dijo con una sonrisa en el rostro.
-Bella, cuéntanos qué fue lo que te sucedió desde el principio por favor –Dijo Alice molesta por no saber.
Así es que les conté cómo James me había contactado, cómo me había engañado, me había convertido y me había hecho beber de los humanos, y finalicé contándoles cómo me había tratado de violar y de la súbita explosión de luz que aturdió a James y me permitió acabar con él.
Todos me escucharon en silencio y Emmett sostuvo mi mano durante toda la narración, dándome ánimos para continuar con el relato.
Cuando terminé Carlisle dijo
-Bella, siento mucho lo que has vivido, créeme que si hubiéramos podido te habríamos evitado todo ese dolor… pero algo bueno ha salido de todo esto… tu ya eres una de nosotros, te reencontraste con Emmett y tienes un don.
-Un don? –Pregunté.
-La luz que explotó es, me imagino, la manifestación de un escudo físico, y el hecho de que ninguno de los dones de los integrantes de la familia te afecten habla de un escudo mental muy poderoso –Me explicó.
-Por eso no podía verla cuando se estaba transformando! –Dijo Alice –Al no poder verte asumimos que habías muerto!
-Exacto –Concedió Carlisle –Ahora sería interesante explorar el manejo que puedes tener sobre tu escudo, si puedes proteger a alguien más, por ejemplo.
-Lo que sea que quieran hacer va a tener que esperar. Le pedí a Bella que se case conmigo y ella aceptó, así es que tenemos una boda que organizar! –Dijo Emmett mirando a las chicas pero especialmente a Alice.
-Aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaah! –Chilló Alice y nos abrazó a ambos –Esto no lo vi venir, me alegro tanto, una boda! –Dijo vibrando de la emoción.
-Pero supongo que podemos coordinar unas horas a la semana para explorar tu escudo –Insistió Carlisle profundamente interesado.
-Supongo… -Le dije. La verdad es que nada me interesaba aparte de estar con Emm todo el tiempo, él me hacía sentir segura, por lo que organizar una boda o aprender a usar mis poderes no era una prioridad en mi mente.
-Oh esto es tan emocionante! Tenemos que hacer la lista de invitados –Dijo Esme –Por supuesto el clan Denali, algunos de los nómades, Peter y Charlotte… será adecuado invitar a los Volturi? –Se preguntó.
-Los Volturi? Realmente quieres involucrarlos a ellos, traerlos a Forks? –Preguntó Emmett súbitamente nervioso –Y las Denali… bueno, yo había pensado en una ceremonia más privada…
-Qué hay de malo con las Denali, Emm? –Pregunté sabiendo que eran casi familia de los Cullen.
-Yo… este… nada… son buenas chicas –Dijo mirando el suelo.
-Nada? No pasa nada? –Pregunté sabiendo que había gato encerrado. Miré al resto de la familia y todos evitaron mi mirada –Habla Emm!
-No es nada importante… es sólo que bueno, tu sabes que he sido soltero mucho tiempo, y a veces las Denali… me consolaban –Dijo y de haber sido humano se habría sonrojado.
-Quieres decir… todas ellas? -Dije yo horrorizada. Cómo podía competir yo con esas mujeres que estaban dispuestas a meterse todas juntas a la cama con Emmett? Organizaban malditas orgías y ahora Esme las quería invitar a mi matrimonio. Me llevé una mano a la boca y me puse de pié.
Emmett hizo lo mismo.
-Osita, ellas ya no significan nada para mí –Me dijo rogándome con la mirada.
-Necesito… necesito estar sola –Le dije y salí de la casa rumbo al bosque. Necesitaba pensar, aclarar mi mente, y haberme enterado de que Emm organizaba orgías con las "amigas de la familia" me habría hecho querer vomitar de haber sido humana. Pero era vampira, y no me quedó más que correr por el bosque hasta hartarme.
Llevaba un buen rato a solas cuando de pronto sentí una presencia tras de mí. Me giré de repente y vi que era Alice.
-Qué quieres? –Le pregunté, enojada con todos.
-Hablar contigo Bella… las cosas no son tan terribles como parecen… lo de las Denali quedó en el pasado desde el momento que Emmett puso sus ojos por primera vez en ti.
-Cómo voy a competir con esas orgías? Yo nunca… -Dije avergonzada cayendo al suelo descorazonada. Cómo mantendría a mi marido satisfecho después de que él había probado… eso? Toda la seguridad ganada en los últimos días pareció esfumarse.
-Shhhhh… Bella créeme, te entiendo… cuando Jazz y yo nos conocimos, yo también era virgen. Él en cambio… venía de varias décadas de sexo utilizado como recompensa a sus hazañas militares. Orgías y matanzas, la sed de sangre y la lujuria mescladas… Créeme que no fue fácil aceptarlo, y muchas veces me sentí insegura, pero mi don me dijo que Jazz es mi alma gemela y que cualquier cosa que hubiera hecho quedaba en el pasado. Yo me entregué a él tan inocente como tú a Emmett, y aprendimos a amarnos juntos. Dime una cosa Bella… en algún momento has visto a Emmett insatisfecho sexualmente a tu lado? Has sentido que necesita más?
-N… no –Le dije a Alice abrumada por las confesiones que había compartido conmigo –Siempre parece contento y queriendo más… -Dije pensando en la última semana que habíamos pasado redescubriéndonos.
-Es porque es tu alma gemela! Tú lo completas y él a ti… No tengas celos de las Denali, ellas fueron sólo una entretención en la vida de Emmett… un juego cuando estaba demasiado aburrido de esperar por ti.
-Estás segura Alice? –Le pregunté emocionada… yo quería creerle con todo el corazón pero algo en mí aún me hacía dudar.
-Completamente Bella… Lo supe desde que naciste. Ahora regresemos a casa, que Emmett se debe estar trepando por las paredes de los nervios.
-Está bien… regresemos… -Le dije abrazándola –Gracias Alice, no sé qué habría hecho sin ti.
-No hay de qué Bella, ahora somos hermanas!
Y sin más corrimos de regreso a casa. Cuando llegamos Emm estaba sentado en el porche con los codos apoyados en las rodillas y las manos sujetando su cabeza.
-Bella, Osita! Estás bien? –Me preguntó lanzándose hacia mí para abrazarme fuertemente.
-Bien –Le dije –Ya pasó…
-Lo siento Bells… por tener ese pasado… pero no te conocía, y me sentía solo… -Dijo mirándome a los ojos, sus perfectos rasgos reflejando su preocupación.
-A mí me interesa nuestro futuro Emm –Le dije sentándome en las escaleras y él me imitó sentándose a mi lado –Me interesa saber que yo voy a ser suficiente para ti… siempre…
-Bells, tú no entiendes todo lo que yo te amo… va mucho más allá de lo sexual, va mucho más allá de cualquier cosa que haya sentido jamás. Te amo con mi cuerpo y con mi alma, y es por eso que me quiero casar contigo… porque estoy seguro de que lo nuestro es para siempre.
-Está bien –Le dije suspirando y poniéndome de pié –Levántate que hay mucho que organizar para la boda… y no podemos olvidar invitar a las Denali –Y diciendo esto entré a a casa dejándolo con la boca abierta.

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Próximo capítulo el matrimonio!

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