El Crepúsculo de Emmett 27

Hola chicos! Por fin el capítulo de la boda… espero que les guste y no dejen de darme su opinión… Ya nos estamos acercando a la recta final de este fic… hay algo que les gustaría que sucediera especialmente? Acepto pedidos!

Un abrazo

R.

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Capítulo 27

Some Things you'll do for money

some you'll do for fun

but the things you do for love are gonna come back

one by one.

Love, love, love/The Mountain Goats

Emmett POV
Las semanas pasaron en un torbellino de actividad por la boda. Se estaba transformando en un evento mucho más grande de lo que ninguno de los dos quería, pero la familia estaba emocionadísima de esta oportunidad de hacer una gran fiesta con todos sus amigos e introducir a Bella oficialmente al mundo sobrenatural. Ante esto Bella y yo nos encogimos de hombros y los dejamos ser.
Las invitaciones fueron enviadas y las respuestas fueron inmediatas y entusiastas… todos asistirían al evento.
Mientras Alice, Esme y Rosalie planeaban los detalles del evento, Bella y yo no escurríamos al bosque para estar juntos, cazar o hacer el amor.
Yo no podía esperar a que fuera el gran día, lo único que quería era amarrar a Bella a mí para siempre y que parara la incesante actividad a nuestro alrededor.
Una tarde nos encontrábamos en el bosque, recostados en el suelo, acariciándonos suavemente luego de una maratónica sesión de sexo cuando Bella tristemente dijo
-Quisiera haberle dado algo de clausura a Charlie…
-A qué te refieres Bells? –Pregunté.
-A que él nunca va a saber qué pasó conmigo, simplemente desaparecí… él se va a pasar años preguntándose qué fue de mí, buscándome –Dijo tristemente.
-Mmmmmmh… podríamos tratar de orquestar un accidente… aún tenemos tu camioneta en el garaje… -Le dije pensando en las posibilidades.
-En serio Emm? –Me preguntó ella entusiasmada –Oh no sabes lo feliz que me haría… es lo único que me queda por cerrar de mi vida humana.
-No hay problema Osita… te amo –Dije besándola suavemente en los labios.
-Y yo a ti –Respondió ella profundizando el beso.

…oOo…

Para cuando llegamos a casa todo era un frenesí de muestras de telas, vestidos, trajes, decoraciones y mujeres locas.
-Bella! Por fin llegaste! –Dijo Alice que al no poder ver a Bella en sus visiones nunca podía predecir donde nos iríamos ni cuánto nos demoraríamos. Era fantástica la libertad que eso nos daba –Agh! Estás toda sucia otra vez! –Exclamó –A la ducha de inmediato, no quiero que vayas a manchar el vestido con tierra ni "esencia de Emmett".
-Ok, ok, ya me ducho… -Respondió Bella entregada levantando las manos en señal de que se daba por vencida –Vienes Emm? –Me preguntó coqueta. No tuvo que preguntar dos veces.
Después de una larga ducha en la cual nos lavamos mutuamente, Bella por fin se vistió y bajó al living a ver cosas del matrimonio y yo me dirigí a la sala de juegos donde estaban Jasper y Edward.
-Emm! Hermano, qué tal van las cosas? –Preguntó Jasper lanzándome una lata de cerveza.
-Entre Bells y yo, todo bien… pero las mujeres allá arriba están trastornadas! Nunca imaginé que mi matrimonio causaría tanto revuelo –Respondí dando un largo trago a mi cerveza.
-Lo sé, Alice ya ni quiere tener sexo conmigo porque dice que está muy ocupada organizando todo –Dijo Jazz cambiando de canales a la tele a velocidad vampírica.
-Lo mismo con Rosalie! –Se quejó Edward –Se la pasan viendo revistas y tomando y comparando notas.
-Tenemos que hacer algo para recuperar a nuestras mujeres! –Exclamé –O bueno, a las suyas, Bells y yo no tenemos problemas –Admití.
-Suerte la tuya –Dijo Jazz –Desde que ustedes decidieron casarse que Alice ni me mira.
-Mmmmmh… debe ser un gen femenino que a Bella le falta -Pensé en voz alta –Pero tengo algo que nos va a entretener mientras continúan los preparativos de la boda.
-Perfecto! –Exclamó Edward leyendo mis planes en mi mente.
-Les molestaría explicarme? –Preguntó Jazz cabreado.
-Tenemos que fingir la muerte de Bella para que Charlie deje de buscarla. Como tenemos la camioneta podríamos lanzarla a un barranco y llamar anónimamente para informar que la vimos…
-Y el cuerpo? –Preguntó Jazz –Tendríamos que robar un cuerpo?.
-Nah, el cuerpo se cayó al mar hace semanas. Es la única manera que puedo pensar de darle un poco de clausura a Charlie… Porque la otra alternativa es quemar y enterrar la camioneta y que nunca vuelva a aparecer, pero eso no soluciona el problema.
-Bueno, no tengo nada mejor que hacer –Dijo Edward.
-Ni yo –Dijo Jasper bebiéndose lo que quedaba en su lata de cerveza y poniéndose de pié.

…oOo…

Después de cumplir con nuestro plan de tirar la camioneta por un acantilado hacia el sur, cerca de Olimpia, Jasper llamó a la policía para reportar un auto que se había desbarrancado. Luego regresamos a casa corriendo y nos dedicamos a beber un poco más.

…oOo…

Bella POV
Me estaba volviendo loca la jodida boda! Lo único que quería era que todos estos preparativos se acabaran de una vez para estar a solas con Emm.
Bella tienes que elegir las flores!
Bella tienes que elegir los vestidos de las damas de honor.
Bella tienes que decidirte por los partes de matrimonio.
Bella, Bella, Bella.
Por eso cada ciertas horas, Emm y yo huíamos y nadie nos podía atrapar, porque nadie podía vernos.
Yo estaba tolerando bastante bien la dieta vegetariana, a pesar de que la encontraba asquerosa y que nada se comparaba con el dulce néctar que era la sangre humana, era capaz de alimentarme de animales (especialmente carnívoros) y mis ojos comenzaban a tener un tinte anaranjado en vez del rojo furioso con el que desperté a esta nueva vida.
Y los días pasaron… y sin darnos cuenta cómo, llegó el gran día. Por fin se acabaría esta tortura espantosa que precedía al matrimonio y comenzaríamos a vivir en paz.
Por primera vez me entregué voluntariamente a Alice, de madrugada, para que me hiciera ver lo mejor posible. Si tenía que enfrentar a las mujeres que habían sido el pasado de Emmett quería lucir como un futuro espectacular.
Demoramos horas en que Alice terminara con mi cabello haciéndolo lucir fantástico con un moño "casual" y lucí un vestido azul marino con ribetes blancos que me hacía lucir elegante y sofisticada. Además Rosalie ayudó a hacerme la manicura y pedicura para eliminar los restos de tierra de mis manos que quedaban de mis escapadas al bosque con Emm.
Cuando terminamos yo lucía como toda una dama, y si puedo decirlo yo misma, me veía jodidamente bien!
Temprano por la mañana llegaron los primeros invitados, el nómade Garrett, Peter y Charlotte, el representante de los Volturi Demetri (quién me trajo de regalo un cofre con una obscena cantidad de joyas en su interior), el clan irlandés y varios otros que fui conociendo a medida que me los presentaban. Cuando ya era casi medio día llegaron los Denali.
Carmen y Eleazar fueron los primeros en presentarse, muy cordialmente. Eleazar se me quedó mirando largo rato y me dijo
-Bella, tu escudo es increíblemente poderoso… Has aprendido a usarlo?
-No… no he tenido tiempo, sólo lo usé en una ocasión, e hice explotar media cabaña.
-Me gustará conversar contigo más adelante –Me dijo en voz baja. Yo asentí y sonreí ante el trío de perras que venía a continuación.
-Bella –Nos presentó Alice –Estas son Tania, Kate e Irina.
Yo al verlas casi me desmayo. Las tres eran hermosísimas mujeres rubias y elegantes que me sonrieron con toda amabilidad. Yo quise sacarles los ojos a las tres al imaginármelas nuevamente en la cama con Emmett.
Emm posó una de sus manos firmemente en mi cintura y las saludó con el mismo entusiasmo que usó con cualquier otro invitado. Yo me cuadré de hombros y forcé una sonrisa en mi rostro. Después de todo era yo quién se casaría con Emmett, no ese trío de barbies rusas.
-Bella –Dijo Kate tomando mi mano –Estamos tan felices de conocerte al fin!
-No podíamos esperar a verte! –Dijo Tania.
-Nos moríamos de curiosidad de saber quién se habría quedado con nuestro Emmett –Dijo Irina. Con eso me hizo hervir la sangre, y el agarre de Emmett se hizo más firme, como para asegurarme de que no me lanzara a por las cabelleras de esas… esas… Aaaahg!
-Bueno –Dije sonriendo con la mandíbula tensa por el esfuerzo –Aquí me tienen…
-La mujer más hermosa del mundo –Dijo Emm interrumpiéndome.
-Aaaaaaaw –Dijeron las tres súcubos –Emy está enamorado –Dijo Tania.
-Más que enamorado –Dijo él besando mi coronilla y acariciando mi cintura con movimientos circulares, tranquilizadores.
-Nos alegramos por ustedes –Dijo Kate y con eso entraron a la casa a saludar al resto de la familia.
-Bells –Me susurró Emmett al oído –Estoy muy orgulloso de cómo manejaste la situación… Después de todo eres una neófita y yo casi me esperaba que les arrancaras la cabeza a las tres…
-Son nuestras invitadas Emm, por supuesto que no las descuartizaría antes de que me vean casarme contigo. Ahora, si las veo propasarse una sola vez… -Amenacé.
-No va a pasar, tranquila Osita –Me dijo girándome para enfrentarlo –Te dije lo hermosa que te ves hoy? –Me preguntó –Eres la mujer más linda del mundo, y en unas horas vas a ser sólo mía –Dijo y me besó. Comenzó como un beso suave, apenas un roce de labios, pero rápidamente escaló a un beso apasionado y completamente inapropiado para hacerlo en público, con Emm agarrando mi trasero a dos manos y yo abriendo su camisa y haciendo saltar un par de botones.
Simplemente nos perdimos en el momento.
-Ejem –Sentimos a Alice aclarándose la garganta junto a nosotros –EJEM! –Gritó cuando no nos soltamos el uno del otro, perdidos en nuestra lujuria –Lo juro, son como animales… voy a tener que buscar un balde de agua fría o la manguera del jardín para separarlos como a los perros… -Se quejó y tomándome del brazo me separó de Emm –Hora de retocar tu maquillaje –Dijo y me arrastró escaleras arriba mientras Emm y yo nos mirábamos con ansias –Emmett anda a cambiarte de camisa! –Le ordenó la pequeña dictadora, y es que yo casi se la había rasgado en nuestro pequeño arranque de pasión.
Emm me guiñó un ojo y corrió a nuestra habitación mientras Alice me arrastraba a la suya, o debo llamarla el "cuartel general de la boda", donde ningún hombre era bienvenido, ni siquiera Jazz.
-Bella, mira el desastre que hiciste en tu cara, pareces un payaso con el labial todo corrido! –Dijo y procedió a quitármelo y a maquillarme de nuevo –Crees que serás capaz de controlarte por unas horas más hasta la ceremonia? –Me preguntó. Yo me encogí de hombros y sonreí beatíficamente. Alice gruñó y me llevó del brazo al primer piso donde todos estaban reunidos previa la ceremonia, que sería a las 6 de la tarde.
Alice me entregó una copa de champaña y me llevó a conversar con los invitados para conocerlos un poco antes de la boda.

…oOo…

Llevábamos dos horas arreglándonos para la boda. Alice rehízo completamente mi maquillaje y mi cabello fue arreglado en un moño alto que despejaba mi cuello, haciéndolo lucir largo y elegante.
Mi vestido era, por supuesto, de diseñador y encargado por internet con todas mis medidas, ya que yo todavía no podía acercarme a los humanos. Alice me hizo elegir entre tres modelos y yo elegí el que me pareció más sencillo. Pero al verlo en vivo y en directo qué equivocada estaba! El vestido tenía todo un armazón interior que me apretaba las costillas y hacía que la falda se viera más amplia.
Rosalie fue la encargada de vestirme cuidadosamente para que yo no destruyera el vestido con mi super-fuerza y una vez que estuve vestida me pararon frente a un espejo de cuerpo entero. Aspiré violentamente enterrándome un fierro del arnés del vestido en el costado al verme… me veía… hermosa. Por primera vez en mi vida podía verme y decir que me veía algo más que linda.
Porque antes era una humana común y corriente, y luego como vampiro había vivido como una salvaje con ropa destrozada o desnuda, el cabello lleno de nudos y barro por todos lados. Ahora, viéndome limpia y bien vestida y maquillada pude verme como una verdadera belleza. No tenía nada que envidiarle a las Denali.
-Rose, Alice… Gracias… -Les dije emocionada –Gracias por encargarse de hacerme lucir bien en el día de mi boda, gracias por encargarse de todos los detalles… gracias hermanas…
-Aaaaaaw! Bella, no hay nada que agradecer –Dijo Alice abrazándome –Lo hicimos felices y de todo corazón.
-Eres de la familia Bella –Dijo Rosalie sencillamente.
-Ya es hora! –Dijo Esme entrando a la habitación. Pudimos escuchar a Edward comenzar en el piano la tradicional marcha nupcial y Esme, Rosalie y Alice salieron de la habitación en fila, y luego entró Carlisle por mí, tomó mi mano, me la besó y la enganchó a su brazo.
-Bienvenida a la familia Bella, esto lo hace oficial –Me dijo mientras comenzábamos a caminar bajando la escalera. Yo estaba demasiado nerviosa como para contestar y simplemente le sonreí.
Salimos al jardín trasero que las chicas habían arreglado para hacerlo un lugar paradisiaco, lleno de flores y enredaderas. Los invitados se sentaban en sillas de madera especialmente encargadas para la ocasión, y se veían entre la vegetación cientos de pequeñas luces blancas.
Pero nada se fijó en mi cerebro realmente porque mi único foco era Emmett al final del pasillo, luciendo más guapo que nunca en su esmoquin negro.
Finalmente Carlisle me entregó a Emm depositando mi mano en la suya y Eleazar comenzó a dirigir la ceremonia. Fue una ceremonia corta, distinta a las ceremonias humanas porque las palabras "para siempre" adquirían un significado completamente distinto. No me importó, yo quería miles de años junto a mi Emm.
Cuando fue el momento de intercambiar promesas ambos teníamos lágrimas en los ojos.
-Yo Emmett, prometo amarte y protegerte, cuidarte y respetarte por todos los días de mi vida. Tú me salvaste Isabella, de una vida en soledad. Tú me hiciste volver a apreciar la vida y me haces feliz con sólo existir. Cuando creí que te perdía, perdí la voluntad de vivir, y ahora que te tengo nuevamente a mi lado no te voy a volver a dejar sola nunca más. Te amo con todo mi corazón, gracias por aceptar ser mi esposa –Me dijo Emm mirándome a los ojos y tomando mi mano fuertemente entre las suyas.
-Yo Isabella prometo amarte y respetarte todos los días de mi existencia. Antes de que tú aparecieras en mi vida ésta era completamente plana, estaba vacía, pero tú lo llenaste todo de color y emoción, me enseñaste a vivir, me aceptaste con todos mis defectos. Te amo Emm, y es para siempre –Le dije mirándolo a través de mis pestañas y agradeciendo que me fuera imposible derramar lágrimas, o de lo contrario habría arruinado el delicado maquillaje que me aplicó Alice.
Entonces Eleazar nos hizo la pregunta de rigor, y ambos dijimos que sí, queríamos casarnos. Luego preguntó si nadie se oponía y afortunadamente nadie se opuso (o habría sido descuartizado (a) en el acto) y por último nos hizo ponernos los anillos y nos declaró marido y mujer.
El rostro de Emmett es algo que nunca voy a olvidar. Se veía tan contento, tan satisfecho con la vida que me hizo henchir el pecho de puro orgullo (y se me enterró otro fierro del vestido).
Nos besamos moderadamente esta vez, tratando de mantener la decencia y la ropa en su lugar, y luego caminamos el pasillo hacia el living, donde se celebraría la recepción.
Esa tarde bebimos y bailamos hasta el otro día, cuando Emmett y yo nos escurrimos a nuestra habitación a quitarnos la ropa de fiesta y cambiarnos a algo más cómodo.
Debido a mi estatus de neófita no podíamos salir de luna de miel, por lo que el resto de la familia decidió irse y dejarnos la casa para nosotros solos.
Poco a poco el ruido en la casa comenzó a decaer, hasta que finalmente sólo quedamos Emmett y yo.
Entonces salí del baño vistiendo un conjunto que me había elegido Alice, una especie de babydoll transparente de color negro con unas braguitas mínimas. Solté mi cabello dejándolo caer en sedosas ondas por mi espalda y me calcé unos zapatos negros de taco aguja altísimos.
Emm me esperaba recostado en la cama en sus bóxers negros y nada más. Al verlo casi me puse a salivar… sería posible que este hombre perfecto fuera mi esposo? Sus proporciones eran perfectas, sus piernas eran fuertes y bien definidas, su estómago plano salvo por sus prominentes músculos, su pecho ancho y bellísimo, y su rostro era simplemente adorable, sobre todo cuando sonreía y se le formaban esos hoyuelos en las mejillas.
Y él parecía estar pensando lo mismo con respecto a mí, porque me miró con hambre y deseo, y se lanzó sobre mí.

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