domingo, 12 de noviembre de 2017

Sangre Sucia 20

Otra actualización, muy pegada a la anterior. Espero sus opiniones ante esta nueva situación.
Abrazos.
P.D.: La canción de este capítulo está elegida desde el punto de vista de Harry al fin del capítulo.
&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&

Capítulo 20
Ven
Llévame del dolor
Que esta oscuro y no oigo tu voz
Solo quiero respirar
Solo que la noche me va a matar
Dame un beso
Algo que me haga al fin regresar
Y llorar en tus brazos al fin
Que aún hay tiempo para escapar
Llévame / Kudai

Draco y Hermione se trasladaron haciendo aparecer a Harry en el “living” de la cabaña, y Draco procedió a arrastrarlo a su cama, mientras Daisy ya preparada, acercaba una palangana de agua tibia y tres frasquitos distintos en forma y color.
-Voy a empezar a desvestirlo… - Dijo Hermione acercándose a su amigo y tomando el primer botón de su camisa.

-No, tú vas a armar un dormitorio provisorio en mi estudio, Daisy y yo nos encargaremos de las curaciones – Dijo Draco, tajante.
-Pero Draco…! - Se quejó ella, cruzando los brazos y plantándose en su lugar.
-Pero nada Granger, este no es momento de testear mi paciencia – Dijo él sentándose en una silla junto a la cama.
Daisy por su parte, movió levemente la cabeza desde detrás de Draco para señalar a Hermione que esta era una batalla perdida y que era mejor no insistir.
Hermione resopló, entrecerró los ojos dándoles a ambos la mirada más amenazante de su repertorio, y girándose, subió las escaleras ruidosamente.
No estaba realmente enojada, la verdad es que no tenía ningún interés en ver a Harry desnudo y menos en ese estado, pero odiaba que Draco fuera un asno celoso e intransigente cuando obviamente no tenía motivos para serlo.
La bruja miró a su alrededor y en primer lugar movió todas las esculturas a un costado de la habitación, e hizo lo mismo con el escritorio de Draco. Luego, de su satchel conjuró una colchoneta doble, y como tenía ganas de algo de trabajo manual hizo la cama al estilo muggle.
Una vez que terminó, bajó a ver cómo es que seguía Harry, y se lo encontró durmiendo y tapado hasta la nariz, con Draco a su lado bebiendo una taza de té.
-Sigues enojada? – Preguntó él, francamente no muy preocupado.
-Serviría de algo? – Preguntó ella a su vez, levantando una ceja.
-No. El único hombre desnudo que verás de ahora en adelante voy a ser yo, y es mejor que te hagas a la idea – Dijo él encogiéndose de hombros.
-Draco Malfoy! Eres un cerdo chovinista! – Exclamó ella asombrada.
-Y tú una voyerista descarada – Dijo él, muy tranquilo – Y te amo así, y hasta te tengo una taza de té si prometes ser buena conmigo – Señaló para que se acercara.
-No… No me puedo sentar en la cama, molestaría a Harry… - Dijo ella viendo que había sólo una silla.
-Te vas a sentar en mis rodillas – Aclaró él – Como siempre.
-Pero Harry… - Murmuró la bruja pensando en la reacción de su amigo ante la noticia de que ella estaba amancebada con Malfoy.
-Este va a ser un problema? – Preguntó él – Te avergüenzas de nosotros frente a este idiota en estado vegetal? Porque si es así no quiero pensar en lo que va a ser los próximos días! Esta es mi casa Granger, y no pienso esconderme de nadie, especialmente porque por una vez no estoy haciendo nada malo…
-Sé perfectamente que esta es tu casa! – Exclamó ella, frustrada – No es necesario que me lo recuerdes, lo tengo perfectamente claro.
-Sabes que no es eso lo que quería decir! Lo único que digo es que no voy a esconder nuestra relación ante Potter ni ante nadie. Yo no me avergüenzo de ti, puedes decir lo mismo de mí? – La desafió.
-Por supuesto que puedo! – Dijo ella, indignada – Te amo y estoy orgullosa de ti, pero no sé cómo va a reaccionar Harry si nos ve juntos así, de sopetón! No quiero hacerle daño.
-Va a tener que aceptarlo, como todos los demás. Y si de verdad es tu amigo te va a seguir queriendo, conmigo o sin mí – Dijo él.
Hermione asintió, mordiendo su mejilla. Sabía que él estaba en lo correcto, pero seguía sin gustarle la idea de impactar a Harry de esa manera: Su mejor amiga involucrada con su peor enemigo.
Al final se sacudió esos pensamientos que la abrumaban y se acercó a su novio, se sentó en sus piernas y recibió el tazón del aromático té Earl Gray, preparado exactamente como le gustaba.
-Yo nunca me avergonzaría de ti – Le dijo a Draco susurrándole al oído – Estoy orgullosa de ti y de que me hayas elegido.
-Te amo Granger – Dijo él, abrazándola fuerte.
-Más que a nada… – Dijo ella besando el rubio cabello de su novio.
-Más que a nadie…  - Dijo él, con la frente apoyada en el hombro de la chica.
“Siempre”, pensaron los dos.
oooOooo
Pasaron tres días antes de que Harry reaccionara parcialmente, y cinco antes de que abriera los ojos por meros  instantes.
Y durante todo ese tiempo Draco cuidó de él lo mejor posible, pensando en que mientras antes se mejorara antes se largaría. Él quería a Granger para él solo, y hacerle el amor libremente, con risas, suspiros y gemidos. Quería poder agarrarla en cualquier parte de la casa y apretarla contra la pared, pero ya no tenía ese lujo, ya que si no era por Daisy revoloteando por la casa, era por Potter, y él estaba a punto de explotar de frustración.
En el sexto día, Hermione se encontraba a solas, ya que Daisy había salido a comprar víveres. Estaba sentada en una silla junto a la cama de Harry, leyéndole un enorme libraco escrito con letra muy pequeña.
-Qué le lees hoy? – Preguntó Draco entrando a la casa. Había salido a correr y se veía delicioso y saludable, un enorme contraste con el aspecto de Harry, postrado, grisáceo e inconsciente.
-“La Guerra y la Paz” de León Tolstoi – Respondió ella poniendo un marcador a la página que leía, para prestarle toda su atención a su novio.
-Granger, vamos, si es que Potter llegó a despertarse mientras le leías, seguro lo noqueaste de nuevo con ese libro! Es una de las cosas más aburridas y deprimentes que he leído! – Dijo él, y la besó en la mejilla.
Mmmmmh… Draco siempre olía tan bien!
-Te vas a duchar o vas a usar un encantamiento? – Preguntó ella.
-Depende, tienes algo en mente? – El mago levantó una ceja, atento e interesado.
-Estaba pensando… Que quizás quieras compañía en la ducha? Digo… Si necesitas a alguien que te frote en aquellos lugares difíciles de alcanzar…? – Preguntó ella, con una sonrisa coqueta.
-Granger! – Exclamó él genuinamente sorprendido. Generalmente los avances tan atrevidos venían de su parte.
-No seas mente de alcantarilla Malfoy! – Rió ella, divertida - Me refiero a lugares difíciles de alcanzar, como por ejemplo entre los omóplatos!
-Sí, estoy seguro de que hablabas de los omóplatos – Dijo él abrazándola fuerte y mordisqueándole el lóbulo de la oreja. A Hermione talvez debió molestarle el sudor, pero lo cierto es que el aroma de la transpiración fresca de su mago la reconfortaba.
Draco no apestaba.
-Ajá… - Ronroneó ella.
-Te propongo lo siguiente: Puedes enjabonarme a mí si me dejas enjabonarte a ti – Dijo él.
-Pero si yo ya estoy limpia… - Balbuceó ella, cerrando los ojos ante el contacto de los labios de Draco con su piel..
-Quieres que te haga sentir sucia? – Preguntó él, con un tono de voz lleno de promesas, abarcando con una mano un pecho de la chica y apretando suavemente.
-Yo… La verdad es que tal vez no esté perfectamente limpia… - Balbuceó la bruja - De hecho me siento muy, muy su… - Dijo jadeante, pero se interrumpió al ver movimiento con el rabillo del ojo – Harry! Harry, me escuchas? Soy Hermione! – Se giró y se desprendió de Draco para lanzarse a la cama y atender a su amigo.
-Jodido Potter, no podías esperar una hora para tu regreso de entre los muertos? – Se quejó Draco, nada impresionado por la recuperación del paciente.
-Draco! Shhhhh! - Exclamó ella, susurrando a gritos – Harry, estás bien?
Harry la miró confundido. Trató de hablar e hizo una mueca de dolor.
-Tranquilo, estás conmigo, Hermione, estás a salvo… Sobreviviste Harry! – Dijo ella acariciando la mejilla de su amigo.
-´Mione? – Graznó Harry después de un rato – De verdad eres tú?
-De verdad… Estás bien, los dos estamos bien… - Prometió ella.
-´Mione… Ron? – Preguntó Harry más débilmente aún.
-Está vivo – Dijo ella con la voz firme – Y está con la Orden – No quiso agregar en qué estado para no impactar a Harry.
-Dónde estamos? – Preguntó Harry después de unos momentos que se tomó para tratar de organizar sus pensamientos.
-En un lugar seguro, un lugar que nadie más conoce… - Dijo ella, pero fue interrumpida con un grito desesperado.
-´Mione! Detrás de ti! – Chilló Harry, tanteando desesperado en busca de su varita.
-No pasa nada – Dijo ella con voz calma, mirando a Draco – Draco nos está ayudando, él me salvó a mí y fue quien me ayudó a salvarte a ti.
-Hermione! No te das cuenta de que te engañó? Te está usando! Él es un traidor! Necesitas que te recuerde que intentó matar a Dumbledore? Es un asqueroso mortífago! Mira su brazo! De qué estás hablando? Todo esto es una trampa! – Harry se debatió tratando de ponerse de pie para defenderse a sí mismo y a Hermione aunque fuera con los puños, pero para su horror apenas tenía fuerzas para levantar la cabeza de la almohada, y el sólo gritar lo estaba dejando exhausto.
-Harry no! – Dijo ella empujándole los hombros para que se recostara y se quedara quieto – Créeme, yo al principio reaccioné como tú, pero él tuvo miles de oportunidades de matarme o entregarme, y lo único que ha hecho es cuidar de mí cuando estuve herida, y darme refugio cuando fui perseguida…
-Y estamos juntos – Dijo Draco sonando como un brabucón, y acercándose a Hermione, rodeó su cintura y la atrajo hacia él – Estamos juntos y yo cuido lo que es mío – Agregó desafiante – Tú por otro lado… Me importas una mierda, pero Granger por alguna razón parece tenerte aprecio y yo no la quiero llorando por los rincones porque su amigo está desaparecido… Así es que te encontré para ella.
-Draco! – Exclamó Hermione escandalizada ante semejante declaración, que por muy sincera que fuera, era lo menos diplomático del mundo.
Harry los miró por unos segundos, sin reflejar en su rostro la dirección de sus pensamientos, hasta que por fin habló.
-Es verdad lo que él dice ´Mione? Están juntos de verdad? Honestamente quieres estar con él?
-Si Harry! Dios! No sabes lo contenta que estoy, nunca fui tan feliz – Dijo arrodillándose junto a la cama para quedar a la altura de su amigo – Sé que suena raro, incluso para mí, pero nos amamos…
-Pero ´Mione, él es… - Interrumpió Harry.
-Él es el hombre que salvó mi pellejo y el tuyo – Dijo ella desafiante – Y si algo confías en mi criterio sabrás que no es fácil engañarme, menos cuando estoy con todos los sentidos puestos en percibir amenazas… Draco ya no es el mismo y tú y yo tampoco…
-Sigue siendo un mortífago – Dijo Harry débilmente. Ya pasaba el shock de adrenalina y estaba tremendamente cansado.
-No Harry, Draco sigue teniendo una marca que recibió contra su voluntad cuando era poco más que un niño, tal como la cicatriz que tú llevas en la frente. Créeme si te digo que si él pudiera borrarla ya lo habría hecho – Dijo estirándose para tomar la mano de Draco, y descubriendo su muñeca la acercó a sus labios y besó el horrible tatuaje.
-´Mione! – Exclamó Harry con la cara deformada en un gesto de asco.
-Harry, eres mi mejor amigo y te adoro, pero juro que te echaré una maldición si le faltas el respeto a nuestro anfitrión. Hasta que no tengas buenas razones para comportarte como un asno, abstente de hacerlo o comenzaré a usar los productos Weasley en ti – Dijo ella poniéndose de pie.
-Ya escuchaste Potter, compórtate – Dijo Draco abrazando a Hermione y posando su mano en la cadera de la chica, en un gesto posesivo. Y todo lo hizo luciendo una sonrisa ganadora que invitaba a Harry a perder los estribos.
-Paren los dos! – Dijo ella – Daisy!
Daisy apareció de inmediato junto a la cama.
-Tienes un elfo doméstico? – Preguntó Harry horrorizado, convencido de que esto debía ser una pesadilla, por los ribetes absurdos que tomaban los acontecimientos.
-Esta es Daisy, y fue algo así como la niñera de Draco. Dobby la ayudó a escapar de la Mansión Malfoy, y ella eligió venir a vivir con Draco. Él la emancipó pero ella decidió quedarse.
-Buenos días señor Harry Potter, Dobby siempre habla muy bien de usted – Dijo la elfina soltando las bolsas de víveres que traía y haciendo una reverencia.
-Ho… Hola Daisy – Dijo él mago, confundido. Por qué querría Daisy quedarse como esclava de Malfoy, un ser miserable conocido por su crueldad, cuando podía largarse y empezar una nueva vida?
Daisy pareció leer sus pensamientos, porque se irguió y fue a pararse lo más cerca posible de su amo, entrecerrando los ojos y frunciendo el ceño.
-Tranquilos, es sólo que Harry tiene que acostumbrarse a la idea – Susurró Hermione lo suficientemente alto como para que los otros tres escucharan – Tienes hambre Harry? – Dijo hablándole a su amigo.
Él negó con la cabeza y bostezó.
-Me imagino que debes estar cansado – Dijo ella – trata de dormir un rato y cuando despiertes te prepararemos algo.
-Gracias ´Mione… - Dijo Harry cerrando los ojos – Y gracias Daisy… Malfoy… Supongo que… Gracias por salvarnos.
oooOooo
Hermione dormía tranquila, con su cuerpo tibio y la respiración constante.
Iluminada sólo por las llamas de la chimenea su belleza era irreal, con su cabello castaño desparramado sobre la almohada, su piel dorada y un montón de pecas adornando su nariz, haciéndola lucir aún más joven e inocente.
Draco la observó largo rato sin atreverse a mover ni uno de sus rebeldes risos, que caían justo sobre sus ojos.
No quería molestarla…
Pero la necesidad de tocarla era más fuerte.
Con mucho cuidado acarició la mejilla de su bruja, enganchando un mechón entre sus dedos y quitándolo del medio.
Granger… Maldita sea! Llevaba años enamorado de ella, pero desde que estaban juntos era como si una compuerta se hubiera abierto en su pecho, liberando toda clase de sentimientos inexplorados que lo aterraban por su intensidad.
Su instinto principal era el de encerrarla bajo siete llaves, pero la lógica le decía que Hermione privada de su libertad no sería la mujer que amaba, y que no tardaría en resentirlo.
Draco se sentó en la cama, totalmente despierto, arrastrando las cobijas con él, y de paso descubriendo a Hermione, que lucía una camiseta prestada y bragas a lunares, como era su costumbre.
La chica se reacomodó por el brusco cambio de temperatura, y ahora dormía sobre su estómago abrazada a la almohada
La idea de dejarla en paz se le pasó por la mente por apenas un instante, e inmediatamente la descartó y se rindió a la tentación de descubrirla por completo. La temperatura en el estudio era agradable, así es que ella no se resfriaría por su culpa.
La sencilla camiseta blanca estaba un poco recogida a la altura de la cintura, y él la recogió aún más, maravillándose en la curva de su espalda y la suavidad de su piel.
No pudo evitar recordar el día que la rescató en el bosque y la curó por horas y horas, tratando de preservar su perfección, y satisfecho se felicitó por el excelente trabajo realizado.
Deslizó la mirada hacia abajo, desde sus firmes glúteos hasta la punta de los pies. Sus piernas eran increíbles…
Y sensibles…
La acarició tiernamente detrás de las rodillas, y fue recompensado con un suave gemido.
Un gemido que fue directo a su entrepierna. Mierda! Estaba duro como una roca… Cuando había sido la última vez que habían hecho el amor como al principio, por horas cada vez? Necesitaba deshacerse de Potter y darle vacaciones a Daisy.
Su mano subió por el muslo hasta los glúteos, y centímetro a centímetro deslizó sus dedos hacia la cara interna de sus piernas. Ella volvió a acomodarse, buscándolo, y él casi pudo saborear su excitación.
La yema de sus dedos rozaron la ropa interior y comprobó que ella estaba mojada y lista… Probablemente la bruja soñaba con él, ya que para ella no era más fácil que para él esta castidad autoimpuesta.
Introdujo un solo dedo entre las bragas y su sexo, y lo deslizó desde su entrada hasta el clítoris, repartiendo su humedad… No podía esperar para enterrarse en ella…
De pronto una voz interrumpió sus caricias de golpe
-´Mioneee? ´MIONEEEEEEEEEEEEEEE!
Puto Potter, había tenido otra pesadilla.
Y Draco seguiría luciendo un incómodo par de bolas azules.
&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&
Espro les haya gustado.
Abrazos.








No hay comentarios.:

Publicar un comentario

No olvides comentar!!!

Calendario