lunes, 20 de junio de 2011

La Oportunidad de Jake 10




CAPÍTULO 10

BELLA POV
Caminé a tropezones y maldiciones hasta la camioneta, extendí la mano a Jacob y él depositó las llaves en mi palma, en sus ojos una mirada suplicante.
-Bells, yo te amo… no me dejes-Dijo con la voz quebrada de la emoción- Nosotros somos felices, no dejes que el chupasangre arruine…
-Por favor Jacob!-Exclamé.- Esto no tiene que ver con él. Esto tiene que ver con tu autocontrol, contigo secuestrándome, gritándome, arrastrándome, zamarreándome y dejando mis brazos marcados por tu arrebato. Yo te lo iba a contar todo, a su tiempo, pero tú no me diste la oportunidad. No me siento capaz de lidiar contigo en este momento… necesito pensar. Por favor, no me llames, no me busques, no patrulles por mi casa, y por el momento no pienses en mi como tu novia. Adiós.-Dije sonando mucho más dura de lo que me sentía, pero necesitaba escapar de ahí, y necesitaba estar a solas pronto. Me subí a la camioneta y fui capaz de avanzar 5 km antes de detenerme al costado del camino a llorar, aliviando un poco la presión de mi pecho.
Había terminado con Jacob. Edward me había vuelto a dejar. Como habían ido las cosas tan mal en tan poco tiempo? Acababa de rechazar a un hombre bueno que me amaba… Por qué? Si bien el comportamiento de Jacob esta noche había sido inaceptable, en el fondo yo sabía que había terminado nuestra relación para evitar enfrentar la conversación que inevitablemente vendría con respecto a que realmente había ocurrido en mi habitación.
Y que había sido todo eso? En qué momento me transformé en la zorra del pueblo ofreciéndome de esa forma mientras mi novio no estaba? Aggh! Si pudiera borrar este fin de semana! Si pudiera quedarme solo con la noche del viernes de mi aniversario con Jake y volver a despertar el lunes…
Ese pensamiento me generó nuevas preguntas… significaba eso que habría preferido no volver a ver a Edward? Oh, su nombre aún me hacía encogerme de dolor, especialmente ahora que había nuevos recuerdos dolorosos que agregar al coctel de mis emociones.
Pensando en Charlie, decidí hacer como Scarlett O´hara y me dije "Pensaré en esto mañana". Una vez que terminé de llorar, abrí la guantera y saqué un paquete de toallitas húmedas con las que me limpié la cara. Una vez que estuve satisfecha con el estado general de mi rostro, puse la camioneta en marcha y regresé a mi casa.
Afortunadamente al entrar a la casa Charlie estaba ocupado en el teléfono anotando algo y pude ver que había estado mirando un juego de rugby en la televisión. Cuando pasé a su lado ni siquiera levantó la cabeza para mirarme, sino que me hizo una seña con la mano y siguió con su conversación.
Aproveché para correr al baño y darme una ducha fría, seguida de un chorro de agua caliente, de modo de calmar mi humor francamente histérico y poder enfrentar a Charlie como una persona normal. Me volví a vestir rápidamente y bajé a la cocina.
Al llegar a la sala, Charlie ya no estaba en el teléfono, y distraído me preguntó por Jacob.
-Mmmmmh, lo fui a dejar a la reserva, él… recordó tenía cosas que hacer.-Mentí.
-Oh, Ok… lo siento Bells, pero no podré cenar contigo. Llamaron de la central y tenemos una emergencia. Pasaré la noche allá. Me puedes empacar mi cena para calentarla allá?
-Si, claro… qué sucedió?
-Recuerdas los campistas desaparecidos? Encontraron los cuerpos, y todo apunta a ataque animal, pero las posiciones en las que encontraron los cuerpos… - Se sacudió con un escalofrío.
Oh mierda! Este día no podría terminar peor. Ataque animal sospechoso = ataque de vampiros = Alerta máxima en la reserva.
….oOo…
Esa noche caí rendida al momento en que mi cabeza tocó la almohada, y dormí mucho mejor de lo que me atreví a esperar. Al día siguiente desperté temprano para ir al colegio, sintiéndome extrañamente descansada y con mi mente mucho más clara de lo que la había sentido en… meses? Mmmmh…
Obviamente el peso de los acontecimientos pasados en los últimos días se me vino encima como una tonelada de ladrillos, pero me sentí más capaz de lidiar con las cosas.
Al entrar al baño y desnudarme pude apreciar la magnitud del daño infligido por Jacob, y no pude evitar enrabiarme otra vez. No es que doliera mucho, pero mis hombros y brazos estaban salpicados de moretones de todos los tamaños, formas y colores. Aaaahg demonios! Jacob tendrá que aprender a controlarse. O sea, entendía las razones de su pérdida de control, pero él debe saber que esa no es forma de tratar a las mujeres… por otro lado, Jake perdió a su madre tan joven… quién sabe qué es exactamente cómo lo crió Billy, no digo que haya sido un mal padre, pero claramente a Jacob le falta la influencia femenina en su vida.
En fin, todo eso es material de análisis para después Por ahora necesitaba llegar al colegio y tratar de concentrarme en mis últimos meses de secundaria si quería tener alguna opción en una universidad semi-decente.
El colegio pasó sin ningún hecho relevante, en la tarde trabajé en Newton´s y luego preparé y empaqué comida para Charlie, que nuevamente pasaría la noche en la central. Otra noche de sueño reparador para mí y así se fueron arrastrando los días hasta que de pronto fue viernes nuevamente. Había pasado toda la semana sin saber de Edward ni de Jacob y ocupando mi mente en otras cosas, evitando tiempo libre que me permitiera pensar en todo lo ocurrido. Era la única forma en que podía seguir funcionando, y pareció dar resultado, ya que ni siquiera había tenido pesadillas en la última semana, lo que mejoraba mi humor considerablemente.
El viernes no me tocaba trabajar, por lo que llegué temprano a la casa, armándome de valor para enfrentar todo lo que había estado evitando el resto de la semana. 2 días libres se me harían eternos sin algún tipo de claridad con respecto a qué es lo que sentía a y a qué haría con mi relación con Jacob.
A pesar de mi esfuerzo por evitarlo, no dejaba de pensar en él y en el dolor reflejado en su rostro cuando di por terminada nuestra relación. Mis moretones ya empezaban a desvanecerse y yo lo extrañaba muchísimo, pero no quería contactarlo hasta tener cierta claridad con respecto a mis sentimientos.
Al llegar a la casa subí a mi habitación y me recosté en la cama cerrando los ojos y enfocándome en lo ocurrido el fin de semana anterior.
Pero antes de poder comenzar con mi introspección, sonó el timbre de la puerta, y curiosa, me dirigí a ver quién sería. Dudaba que fuera Edward, quién se limitaba a entrar por la ventana, o Jacob, quién por ahora tenía prohibido contactarme.
Al abrir la puerta la sorpresa fue enorme.
-Jasper!-Exclamé
-Hola Bella, es bueno volver a verte-Me saludó mirándome a los ojos y sonriendo, me imagino que haciendo un esfuerzo consciente por no parecer amenazador.
-Ommmh… que haces aquí?-Dije abruptamente y me sonrojé. Él me miró divertido ante mi falta de buenos modales, pero se puso serio y respondió.
-Vengo a hablar contigo… puedo pasar? En cualquier momento el cielo se va a despejar y no puedo estar al aire libre…
-Si claro, pasa, asiento. Como has estado?-No sabía muy bien que esperar, de todos los Cullen con los que menos me había relacionado era con Jasper y Rosalie. Lo de Rosalie lo entendía por el disgusto que yo parecía provocarle, y la distancia de Jasper se la atribuía al limitado control de su sed. Esto hacía que su visita fuera particularmente sorpresiva, ya que si en algún momento se me pasó por la cabeza que algún Cullen me vendría a ver, pensé que sería Alice.
-Bien, gracias. Como has estado tu?-Dijo mirándome intensamente. Al entrar se sentó en la mecedora, el asiento más alejado de la puerta, dándome la opción de elegir la distancia que quisiera poner entre nosotros. Yo elegí el sofá, que se encontraba ajusto al medio de modo de no ofenderlo al mostrar desconfianza pero a la vez no hacerle las cosas muy difíciles con mi cercanía.
-Bien… eeeeeh… bueno, me imagino que ya sabes, más o menos… mejor…-Dije sin saber realmente qué podría decirle. No quería contarle todo, no éramos tan amigos, pero no quería mentirle, ya que con su don él podría sentir mis emociones y mis mentiras.
-Bueno Bella, en parte de eso venía a hablarte…-Dijo poniéndose serio, inclinándose hacia adelante y entrelazando sus manos- Necesitaba venir a verte y había planeado hacerlo prácticamente desde que nos fuimos de Forks… Verás… yo… yo necesito pedirte perdón por haberte atacado la noche de tu cumpleaños y por todo el dolor que te han causado los eventos que siguieron…-Dijo en voz baja, mirándome a los ojos pero con la cara inclinada hacia el suelo, como si estuviera avergonzado.
-Oh Jasper! No es necesario que vinieras a pedirme perdón, tu no hiciste nada que no fuera de esperarse dadas las circunstancias. De hecho yo te perdoné esa misma noche, no te lo dijo Edward? Tu eres un vampiro y yo sangré frente a ti, la tuya fue la única reacción normal en toda esa noche!-Dije sinceramente. Siempre me había gustado Jasper, a pesar de ser un hombre de pocas palabras nunca me hacía sentir incómoda, y parecía complementar perfectamente a Alice y su burbujeante personalidad.
-Bella… me estás haciendo esto demasiado fácil… estuve a punto de matarte!-Dijo incómodo y un poco enojado.
-Si metes a una oveja en una jaula de leones… te sorprendería que alguno de los leones quisiera comérsela?- Dije usando la analogía de Edward- Yo fui a tu casa a mi propio riesgo, y no te culpo para nada. Si Edward me hubiera cambiado cuando se lo pedí, ni siquiera habríamos tenido que preocuparnos de todo esto, pero al mantenerme humana, me mantuvo frágil y vulnerable. Y con respecto a lo que pasó después… Eso tampoco fue tu culpa, la decisión de dejarme fue de Edward, nuevamente porque se negó a cambiarme. Supongo que no quería tener que lidiar conmigo para siempre…
-Bella, eso no es…-Comenzó a argumentar
-No Jasper, no quiero hablar de esto, por favor.-Interrumpí.- Cuéntame, dónde está Alice?-Dije un poco dolida por qué no me hubiera venido a ver, después de todo ella se suponía que era mi mejor amiga.
-Alice quería venir-Sonrió- Pero Edward insistió en que te dejáramos sola, que no te presionáramos, y ella prometió darte algunos días para que te pudieras acostumbrar a la idea de nuestro regreso. Pero debo decirte que de lo único que habla es de su reencuentro contigo… para ella tampoco fue fácil esta separación.
-Entonces… Como es que tú estás aquí?-Pregunté sin entender el motivo que detenía a Alice pero no a Jasper.
-Yo no le rindo cuentas a Edward-Aclaró un tanto molesto- Vine por 2 motivos, el primero siendo el pedirte perdón, y el segundo, tu situación con Victoria.
-Victoria? Que tiene ella que ver contigo?
-Bella, que sabes tú de mi pasado?-Preguntó.
-Mmmmmmmmh… no mucho, Edward mencionó que tus comienzos eran distintos a los del resto de la familia, y que solo recientemente te habías vuelto vegetariano. –Dije tratando de recordar si habría algo más que yo supiera de Jasper, pero sin dar con nada relevante.
-Bien, mi nombre real es Jasper Withlock, nací en Texas y fui cambiado a la edad de 20 años…-Comenzó, y procedió a contarme la historia de cómo se convirtió en un soldado confederado, como ascendió al grado de mayor y cómo fue transformado por María. Luego me contó de sus años como soldado en las guerras vampíricas del sur, y de cómo había escapado de esa vida gracias a su amigo Peter y su esposa Charlotte. Finalizó contándome de su encuentro con Alice y su encuentro con los Cullen.
-Wow… -Dije brillantemente, avergonzándome inmediatamente.- Gracias por compartir tu historia conmigo…-Dije un poco abrumada- Pero por qué me cuentas todo esto?
-Porque debes saber las razones por las cuales soy el más apropiado para protegerte y acabar con Victoria de una vez por todas- Explicó- Soy el único de los Cullen con experiencia en el campo de batalla, y actualmente Edward y yo estamos teniendo algunas diferencias de opinión con respecto a la mejor forma de protegerte, y me pareció que ya que eres la principal interesada, deberíamos consultar tu opinión al respecto.-Terminó.
-Diferencias de opinión con respecto a qué?-Pregunté, intrigada, ya que nunca había visto a nadie imponerse a Edward anteriormente.
-Edward quiere manejar esta situación en familia, lo que significa traer a Carlisle y Esme para ayudar a protegerte, ya que Emmett y Rosalie se encuentran de cacería en África y no hay manera de ubicarlos al menos de aquí a las próximas 3 semanas.-Explicó- Mi opinión, por otra parte, es que debemos pedir ayuda a Peter y Charlotte y dejar a Carlisle y Esme en Alaska. Peter y Charlotte son soldados entrenados y serán mucho más útiles y efectivos en la eliminación de Victoria.
-Entiendo tu punto de vista, pero… por qué no Carlisle y Esme? Por qué dejarlos en Alaska?-Pregunté.
-Bella, déjame hacerte una pregunta… -Dijo con una sonrisa- si vas a la guerra, a quién te gustaría tener luchando a tu lado? A Napoleón o a Ghandi?

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