CAPÍTULO 18
You want commitment, well take a look into these eyes
They burn with fire, yeah, until the end of time
I would do anything
I'd beg, I'd steal, I'd die
To have you in these arms tonight
They burn with fire, yeah, until the end of time
I would do anything
I'd beg, I'd steal, I'd die
To have you in these arms tonight
Baby I want you, like the roses want the rain
You know I need you, like a poet needs the pain
And I would give anything
My blood, my love, my life
If you were in these arms tonight
You know I need you, like a poet needs the pain
And I would give anything
My blood, my love, my life
If you were in these arms tonight
In this arms / Bon Jovi
Alice insistía en bloquearme de su mente desde hace un par de días, pero desde que regresó de casa de Bella la noche anterior la situación se volvió ridícula. A pesar de mis esfuerzos por espiar su mente ella insistió en enfocarla en otras cosas, primero con una sesión de sexo con Jasper particularmente ardiente y larga, luego desaparecieron juntos para cazar durante toda la noche y luego esta mañana se dedicó a traducir en su mente los himnos nacionales de todas las naciones africanas al sánscrito.
Jasper también mantuvo su mente bloqueada listando todos los generales confederados en orden de la cantidad de batallas ganadas, pero intuí que Alice no le había contado mucho de su reunión con Bella para mantenerme ignorante de lo que fuera que estuviera pasando.
Pero a pesar de sus esfuerzos por mantenerme en la oscuridad con respecto a Bella, los escuché hablando con Peter y Charlotte esa mañana y oí cuando les informaron que finalmente podrían conocer a Bella, ya que ella vendría a la casa a una sesión de spa con Alice. Por fin! Me había abstenido de ir a verla a su casa sin estar seguro de si ella querría verme, pero si ella estaba dispuesta a venir a mi casa seguramente significaba que esperaba verme… por que otro motivo habría aceptado venir? Bella odiaba sus sesiones de spa.
Pasé la mayor parte de la mañana evitando a Peter y Charlotte, nunca nos llevamos realmente bien, pero hoy había sentido pensamientos particularmente hostiles hacia mí provenientes de ambos. ¿Qué demonios les he hecho yo?
Peter se dedicó a interrogar a Alice sobre cómo era Bella, que cosas le gustaban y le disgustaban, y cómo era capaz de bloquearme de sus pensamientos, y Alice les regaló una anécdota tras otra hasta que escuchamos la camioneta de Bella aparcar en la entrada de la casa. Yo me dirigí al jardín trasero, queriendo retrasar nuestro encuentro hasta que pudiéramos estar los 2 solos lejos de la mirada inquisidora de Peter, Charlotte y Jasper.
Pasados unos 20 minutos volví a entrar a la casa por la ventana de mi habitación, y siguiendo el latido de su corazón me dirigí a la escalera desde donde la vi subiendo con Alice hacia el segundo piso y directamente hacia mí.
-Buenos días amor- La saludé en lo que esperé fuera un tono de voz casual y seductor.
-E… Edward!-Exclamó ella sorprendida Por qué estaba sorprendida? Seguro que ella esperaba verme aquí.
-Podemos conversar? A solas?-Pregunté dando una mirada a Alice.
-Ahora no Edward! Bella y yo tenemos cosas que hacer-Respondió Alice tratando de arrastrar a Bella hacia su habitación mientras balanceaba una bandeja de comida. Pero Bella tenía los ojos fijos en mí y no la siguió inmediatamente. Eso fue todo el incentivo que necesité.
-Bella amor… necesitamos conversar… podemos hablar por unos momentos a solas?-Dije regalándole la sonrisa que sabía que la deslumbraba.
-S…supongo que sí?-Respondió ella en lo que sonó como una pregunta mirando a Alice. Alice suspiró y me lanzó una mirada asesina mientras en su mente me amenazó más te vale comportarte Edward Cullen, no estoy dispuesta a perder a mi amiga de nuevo por tu culpa! Yo me limité a asentir una vez con la cabeza para dejarle en claro que el mensaje había sido recibido y que mis intenciones eran hacer justamente lo contrario. Quería que Bella volviera a ser mía y parte de la familia, y para conseguirlo le daría todo lo que ella me pidiera, incluso pasando por alto que hubiera perdido su virtud en manos de un maldito hombre lobo. Bella había sido mía y la recuperaría cueste lo que cueste.
-Vamos a dar un paseo entonces-dije tendiéndole mi mano. Bella dudó un segundo y luego extendió su mano para tomar la mía, y yo me estremecí ante el contacto de su piel. Dios como amaba a esa mujer! Pero al acercarse a mí pude oler al perro por todo su cuerpo… qué demonios? Decidí no mencionarlo hasta haber discutido los temas más urgentes como nuestro compromiso, su transformación y la consumación de nuestro amor. La dirigí hacia el jardín trasero pasando por la puerta de la cocina para evitar cruzarnos con el resto de la familia.
Una vez al aire libre el olor del perro en su cuerpo se hizo más tolerable, por lo que tomé a Bella en mis brazos y corrí hacia el bosque, buscando estar completamente a solas para la conversación que vendría a continuación.
Sus brazos rodearon mi cuello sujetándose como si temiera que la dejara caer, y yo me sumergí en la maravillosa sensación de sentir su cuerpo contra el mío, su respiración, su calor y el latido de su corazón… cuando Bella me descubrió observando su rostro sus mejillas se cubrieron del más exquisito rubor y desvió la mirada.
Finalmente nos detuvimos en nuestro prado, que al estar comenzando la primavera se encontraba tapizado de flores silvestres. La dejé en el suelo y tomé su mano, guiándola a nuestro punto favorito, cerca de un enorme roble que tenía un tronco caído a su lado, proveyéndonos de sombra y asiento.
Bella se sentó en su lugar habitual y yo me ubiqué frente a ella mirándola a los ojos.
-Bella amor…
-Edward yo…-dijimos los dos al mismo tiempo. Sonreímos y ella me señaló para que yo hablara primero.
-Bella amor, como sabes debemos hablar… en primer lugar me gustaría disculparme por mi reacción al saber que habías… estado con Jacob. Entiendo que te viste sola y que necesitabas reafirmación y yo no tengo derecho a culparte por una situación a la que yo mismo te empujé –Bella frunció el ceño y abrió la boca para decir algo, pero yo la corté antes de que dijera nada –Déjame terminar amor… lo que quiero decir es que quiero que dejemos atrás el pasado, tus errores y los míos y que construyamos un futuro juntos. Isabella Marie Swan-dije cayendo sobre mis rodillas y tomando sus manos entre las mías-Me harías el honor de convertirte en mi esposa?
Bella no pareció reaccionar por unos 10 segundos, limitándose a observarme con sus hermosos ojos bien abiertos en shock. Luego, un sollozo atravesó su garganta y cubriendo su rostro con sus manos rompió a llorar.
Si bien me desconcertó su actitud por un momento, pronto comprendí que esta situación probablemente era demasiado para ella. Luego de haber estado separados por meses yo había reaparecido sólo para abandonarla una vez más, y una semana más tarde decidía proponerle matrimonio… demonios Cullen! Esa no es manera de hacer las cosas.
-Bella amor… cálmate, todo está bien… yo te amo… te amo tanto… tu eres la razón de mi existencia, no me importa lo que haya ocurrido cuando yo estuve lejos, te perdono así como espero que tú me puedas perdonar por haberte abandonado. Todo lo hice por tu bien amor… no puedo vivir sin ti Bella… quiero que te conviertas en mi esposa y si es lo que deseas, te haré mi igual, te convertiré en un vampiro…
-Edward…-dijo entre sollozos- E ee…dward ya es demasiado tar…de!
-Nunca es demasiado tarde amor!
-Si lo e…eees! Ja…Jacob y yo…
-Ya lo sé amor… pero los tiempos han cambiado y ahora lo entiendo y estoy dispuesto a olvidarlo. Es a ti a quién quiero, no a tu virtud.
-No… no entiendes! Jacob y yo… imprimamos!-Dijo sollozando aún más fuerte.
-QUE?- Rugí perdiendo el control. De qué demonios estaba hablando Bella? Imprimación? Eso es una leyenda, almas gemelas versión Quilute, de qué rayos estaba hablando Bella?
-Imprimamos… estamos destinados para estar juntos para siempre… y yo… yo lo amo Edward.
-Bella la imprimación no es real… no sé lo que el perro te habrá dicho pero sencillamente no puede ser, la imprimación no existe!- Cómo hacerla entender que el perro le estaba lavando el cerebro?
-Si existe! Jacob y yo somos novios y nuestra imprimación ocurrió el viernes por la noche. Lo siento Edward… siempre tendrás un lugar en mi corazón, pero no de la manera que tu quieres… es demasiado tarde, tuviste tu oportunidad y me dejaste… 2 veces…
-Bella amor…-dije recorriendo mi cabello con mis manos, deseando arrancármelo a puñados de frustración. Qué demonios estaba ocurriendo y por qué Alice no me advirtió que esto pasaría? Bella dijo que esto ocurrió el viernes… el viernes Alice desapareció por horas y al regresar había comenzado sutilmente a bloquear sus pensamientos… Mierda! Esto no podía estar pasando… Bella era mi vida, ella me amaba, lo sentí el domingo pasado… ella quería estar conmigo y ahora, una semana después clamaba estar ligada a un perro con un lazo místico (e imaginario en lo que a mí respecta)-Bella amor… podemos conversarlo? Yo te amo y tú me amas… nos pertenecemos… entiendo que estés enojada pero por favor no nos hagas esto… hemos sido tan felices juntos- Si pudiera haber llorado lo estaría haciendo en este momento. Tal como estaban las cosas, incliné mi cabeza en su regazo y me abracé a sus piernas, todo orgullo olvidado, y le rogué que me aceptara. Le rogué que me quisiera, que abrazara nuestro futuro juntos, nuestra vida eterna. Por más de una hora nos mantuvimos en esa posición, yo rogando y sollozando sin lágrimas, ella acariciando mi cabello, tratando de calmarme pero firme en su negativa a pesar de que podía sentir sus lágrimas mojando mi nuca y cuello.
Finalmente nos separamos cuando comenzó a llover, primero suavemente y luego una verdadera tormenta con viento, rayos y truenos. Bella me pidió que la llevara a su casa, después de todo lo que habíamos hablado y llorado ella ya no se sentía de ánimos para ver a nadie, y yo me encontraba deshecho de dolor y no tuve energías para discutir.
Corrí por el bosque bajo la lluvia con Bella abrazada a mí como si fuera una novia, acurrucada contra mi cuerpo y con sus brazos rodeando mi cuello y su cabeza bajo mi mentón. El viaje fue a la vez dulce y amargo, ya que disfruté la maravilla de sentir su cuerpo y calor junto al mío, pero a la vez sabía que la había perdido, ella ya no era mía… No por el momento, me dije. No hoy, pero yo no me rendiría. Me quedaría en Forks y me mantendría a su lado hasta que el perro cometiera un error. Sería su amigo, incluso su confidente, sería lo que ella necesitara y esperaría el tiempo que fuera necesario. Aún con esa resolución sabía que pasaría bastante tiempo antes de que pudiera tenerla otra vez entre mis brazos.
Al llegar a su casa la deposité en el suelo y al verla tan frágil, mojada y helada, estiré mi mano y recorrí su mejilla. Ella inclinó su rostro y besó suavemente mi palma y me dijo
-Gracias por traerme… hasta pronto Edward.
-No es nada amor… llámame cuando me necesites, siempre te estaré esperando, y si alguna vez necesitas a un amigo… yo quiero ser eso para ti.
-Lo siento- Dijo Bella temblando de frío mientras nuevas lágrimas rodaban por sus mejillas.
-Está bien amor, me lo merezco… y tú te mereces ser feliz. Simplemente no olvides que yo estaré aquí para ti. Llámame alguna vez, sólo para saber que estás bien…-Mi voz se quebró y m di cuenta de que ya no resistiría mucho más. Estaba perdiendo el control y si no me marchaba pronto acabaría secuestrándola para rogarle nuevamente hasta que me aceptara de regreso.
-Adiós Edward-Dijo poniéndose de puntillas para besar mis labios. Fue apenas un roce, pero rompió mi corazón una vez más.
-Adiós amor-Logré decir antes de darme vuelta y correr hacia el bosque a esconder mi miseria.
BELLA POV
Entré a mi casa corriendo, estaba empapada, al borde de la hipotermia y mi corazón parchado se sentía nuevamente destrozado. Había sido tan difícil rechazar a Edward… una parte de mí siempre lo amaría, y verlo sufrir, verlo llorar por mí… Habría dado la mitad de mi vida por poder darle lo que me pedía, lo que una parte de mí aún deseaba, pero Jake es mi vida ahora, y hablé en serio al decirle que no tiraría al tacho de la basura nuestra relación así como así… Dios!, no podía pensar en esto ahora.
Escuché a Charlie roncar en su habitación, recuperándose de sus múltiples turnos vespertinos y sobrecarga de trabajo. Me dirigí mi habitación para buscar mi pijama y me dirigí al baño para darme una ducha caliente. Me lavé el pelo y el cuerpo concienzudamente, tratando de eliminar los rastros del olor de Edward para no incomodar a Jake. Oh Jacob! Tendría que llamarlo inmediatamente para hacerle saber que estaba en casa y no con los Cullen! Rápidamente salí de la ducha, me sequé y me puse mi pijama de franela con ositos, un conjunto horroroso de color celeste con ositos rosa y amarillos que sólo usaba en caso de encontrarme enferma, ultra-deprimida o como ahora, al borde de la hipotermia.
Me dirigí a mi habitación a paso vivo para buscar mi celular, y al mirar hacia la ventana noté que estaba abierta. Mmmmh… recuerdo claramente que se encontraba cerrada al momento de dirigirme al baño… me acerqué a cerrarla pensando si Jake o Alice habrían entrado buscándome, pero luego de asegurar la ventana y cerrar la cortina, giré mi cuerpo y me encontré de frente con Victoria y otro vampiro joven, guapo y aterrador.
-Isabella, nos volvemos a encontrar- Dijo Victoria acercándose a mí.
-Por favor… por favor… -Murmuré- Llévenme, pero Charlie…- Dije notando que aún se escuchaban sus ronquidos en su habitación.
-Si no nos pones resistencia no veo por qué tendríamos que dañar a papi…no es así Riley?-Preguntó Victoria al otro vampiro con una voz que sólo puedo describir como infantil, chillona y desagradable. Riley se limitó a sonreír sin apartar su vista de mí.
-Bien, vámonos entonces, tenemos aún mucho que hacer… -Dijo Victoria mirándome con asco, como si fuera algo que se le pegó en su zapato. Levantó la mano y me dio un fuerte golpe en la mejilla, oí un fuerte "crack" al fracturarse mi maxilar superior y perdí el sentido.
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