lunes, 20 de junio de 2011

La Oportunidad de Jake 20



CAPÍTULO 20

My whole world is the pain inside me
The best I can do is just get through the day
When life before is only a memory
I wonder why God lets me walk through this place
And though I can't understand why this happened
I know that I will when I look back someday
And see how you've brought beauty from ashes
And made me as gold purified through these flames
After all this has passed
I still will remain
After I've cried my last
There'll be beauty from pain
Though it won't be today
Someday I'll hope again
And there'll be beauty from pain
You will bring beauty from my pain
Beauty from pain /Superchick

BELLA POV
Desperté adolorida y helada sin saber dónde me encontraba. El lugar estaba a oscuras y se escuchaban murmullos en otra habitación pero no fui capaz de entender lo que decían las voces. Traté de moverme, pero me di cuenta de que me encontraba atada a una silla y completamente inmovilizada. Mi cabeza latía dolorosamente, mi pómulo derecho se sentía inflamado… y me dolía como nada que hubiera experimentado antes. Me costaba respirar por la nariz, y me di cuenta de que la mitad de mi rostro estaba cubierto de sangre seca. El resto de mi cuerpo se sentía tieso y adolorido, pero un breve inventario me corroboró que no tenía otros huesos rotos.
Poco a poco me fueron asaltando imágenes de lo ocurrido. Victoria. Victoria finalmente había llegado a mí.
Racionalmente sabía que debía conservar la calma, tratar de pensar con la mente fría, pero a medida que fui sacudiéndome la modorra la gravedad de la situación se me fue revelando. No estaba muerta… Por qué razón? No era eso lo que pretendía Victoria? No me hice ilusiones con respecto a la posibilidad de salir viva de este predicamento, pero si me destino era morir, no quise imaginar por qué razón estarían postergando mi final.
Mi corazón latía como loco y mi respiración se hizo irregular, pero hice el esfuerzo de no llorar, en primer lugar porque no quería dar a Victoria esa satisfacción, y en segundo lugar porque cualquier movimiento o contracción facial me producía una verdadera agonía.
Mi habitación no tenía ventanas y estaba iluminada sólo por el cabo de una vela ubicado sobre una mesita en la esquina más lejana del cuarto, por lo que me imaginé que no había luz eléctrica disponible. No que mis captores la necesitaran, los vampiros tienen perfecta visión nocturna.
Mis pies desnudos rozaron el suelo y pude identificar un piso de madera rústica. El lugar oía a humedad y abandono, y un par de goteras caían a intervalos rompiendo la monotonía.
Pasó un largo rato, pueden haber sido un par de horas, hasta que finalmente la única puerta de la habitación se abrió y la silueta de mi captora se dibujó en el marco de la puerta. Victoria se limitó a quedarse parada ahí, observándome, pero al encontrarse a contraluz no pude identificar su expresión. Simplemente asumí que no sería amigable.
-Buenas noches Isabella- Dijo dulcemente- Espero que hayas disfrutado tu siesta, ya que pasará un buen rato antes de que vuelvas a descansar-Sonrió.
-Que quieres Victoria? Por qué aún no me has matado? No es eso lo que buscaba? Venganza?- La increpé.
-Mmmmmmh… desafiante… me gusta, será mucho más interesante quebrarte. Que hacer primero? –Dijo paseándose alrededor de mi silla, evaluándome- Oh, ya lo sé! –Exclamó –Riley!
-Si Victoria?- Dijo Riley apareciendo en la puerta.
-Es momento de comenzar… serías tan amable de desnudar a Isabella? No queremos manchar los ositos, verdad?
-Por supuesto que no-Sonrió Riley dando una mirada de adoración a Victoria. Se acercó a mí lentamente, dándome suficiente tiempo para entrar en pánico nuevamente, y estirando sus manos hacia mis hombros deslizó sus manos por dentro del top de mi pijama, acariciando mi pecho delicadamente mientras yo temblaba de miedo y repulsión.
En un solo movimiento rasgó mi top dejándome desnuda de la cintura hacia arriba.
-Oh… mira Riley, Isabella tiene frío- Rió Victoria al ver mis pezones erectos - O es que te gusta Riley? Uh? Quieres que Riley te toque? después de todo tu tienes experiencia con vampiros… quieres jugar con Isabella, Riley?
-Como tú digas Victoria… seguro puedo encontrar algo que hacer con Isabella… -Y diciendo esto sus manos se dirigieron a mi pantalón, despedazándolo sin mayor ceremonia.
-No! Por favor Victoria…-sollocé. Había decidido al despertar que mantendría mi dignidad, que no le daría a Victoria la satisfacción de verme rogar, pero el pánico más absoluto me embargaba, mi sobrevivencia estaba en juego y valores como la dignidad se hicieron totalmente irrelevantes al verme desnuda, amarrada, herida y a la merced de dos vampiros que claramente buscaban dañarme en cada forma posible y alargar mi sufrimiento para su diversión.
-No qué Isabella? Prefieres que te deje con alguno de mis neófitos? Seguro que ellos disfrutarían jugar contigo!- Sonrió a Riley y dijo- Riley cariño, te pedí que desnudaras a Isabella, quieres terminar el trabajo o debo hacerlo yo?
-No será necesario –Sonrió Riley de vuelta, e introdujo sus dedos por los costados de mis bragas y las destrozó. Yo seguí llorando a pesar del dolor de mi rostro, tratando con todas mis fuerzas de enfocar mi mente es otra cosa, y cerré los ojos y me enfoqué en Jake.
En alguna parte leí que los prisioneros políticos y soldados torturados usan técnicas de evasión durante las sesiones de tortura, algo así como retirarse a su "lugar feliz", abandonar el plano físico y encerrarse en sus mentes.
Traté con todas mis fuerzas de visualizar a Jacob, cada uno de sus rasgos, cada detalle de su cuerpo, empezando por su cabello y bajando hasta la punta de sus pies. Traté de cerrar mi mente a estímulos externos, y dejé de oír lo que sucedía a mi alrededor. Es decir, era capaz de reconocer el ruido de una conversación, pero me forcé a ignorarla, las palabras no importaban, sólo Jake, sólo mi Jake.
Mi método de evasión fue exitoso… por unos 5 minutos… hasta que sentí el filo del cuchillo sobre mi piel por primera vez. A partir de ese momento no pude enfocarme en nada más que el dolor.
…oOo…
Al parecer había vuelto a perder el sentido… bendito descanso, pero lamentablemente era demasiado corto, e inexorablemente regresé a mi realidad, en mi cuarto oscuro, desnuda y helada, más sedienta de lo que había estado en mi vida, la piel de mi espalda cubierta de cortes se sentía en carne viva y mi garganta adolorida ya sin voz de tanto gritar.
Abrí los ojos buscando a mis torturadores… Afortunadamente me encontraba sola.
Sabiendo que mi paz será breve, volví a buscar confort en mis fantasías.
Nuestro día en las cataratas… recordé cada detalle de ese día, desde la dicha y libertad del trayecto en motocicleta hasta cómo habíamos hecho el amor en el bosque. Reviví cada toque, cada gemido, cada palabra de amor. Incluso pude esbozar la mueca de una sonrisa al recordar cómo me caí al agua tratando de salpicar a Jacob… había estado tan enojada! Ahora esa realidad se sentía como si hubiera ocurrido en otra vida, a otra persona…
Mi mente comenzó a desvariar, con el pasar de las horas mientras más recordaba lo feliz que fui por un breve instante, el contraste con mi situación actual lo hacía inverosímil. Me sentí como si siempre hubiera estado aquí, atada en esta silla, a oscuras, sufriendo.
Aquí el tiempo se extendía y sólo la cadencia de las goteras marcaba el paso de las horas. El mundo exterior dejó de existir. Bella dejó de existir. Solo existía el dolor y la desesperación, mi única esperanza era la muerte…
Aparentemente mi cuerpo era bastante más resistente de lo que Edward pensaba, ya que había sobrevivido a cantidades inimaginables de abuso sin darse por vencido… tendría que echárselo en cara alguna vez…
Sentí la puerta entreabrirse y abrí los ojos. Era Victoria.
-Isabella! Estás despierta!... nos extrañaste?
…oOo…
El dolor me asaltaba en oleadas…
Me imaginé un océano de dolor y yo era la costa. Las olas me golpeaban y se retiraban… a veces un Tsunami azotaba la orilla, haciéndome encogerme de agonía, pero era inútil resistirse, las olas seguían viniendo y retirándose en una cadencia tan antigua como el mundo…
Mis piernas estaban rotas… en varios lugares…
Mis brazos estaban cubiertos de cortes profundos, pero no sangraba. El veneno de Victoria y Riley al lamerme había cerrado las heridas.
Y las horas seguían pasando, pero ya no pude escuchar las goteras marcando los segundos, la lluvia había cesado.
Me debatía en momentos de lucidez y locura… prefería la locura. La lucidez significaba aceptar que todo esto realmente me estaba ocurriendo, que tanta miseria, que tanta maldad era real.
Volví a dormitar.
..oOo…
Victoria y Riley hacían el amor… no… tenían sexo frente a mí.
Cuando el frenesí de mi sangre y la lujuria de mi sangre se les hacía insoportable, dejaban de trabajar en mí y canalizaban sus energías en el sexo. Y ni se molestaban en salir de la habitación.
Yo simplemente cerraba los ojos y me retiraba a mi lugar feliz. No había belleza ni armonía en lo que hacían, no tenía nada que ver con lo que yo había experimentado con Jacob.
En los seres frente a mí pude ver sólo necesidad física, no comunión espiritual. Ni siquiera se besaban, simplemente trataban de obtener el mayor placer del cuerpo del otro, como animales.
Al menos durante sus sesiones de sexo me daban un respiro, a pesar de que me obligaran a observar. Par de asquerosos exhibicionistas.
La oscuridad me rodeó y volví a perder el sentido.
…oOo…
Me encontraba en el suelo. Por fin me habían soltado las amarras, ahora podría dormir más cómoda. Pero no podía dormir. Todo mi cuerpo desnudo era una gran yaga, apenas había un par de centímetros de mi piel sin algún corte o moretón, mi rostro, manos y piernas tenían huesos rotos, mi larga melena se pegaba a mis heridas, generando aún más incomodidad, y no había ninguna posición que no me hiciera gemir de dolor.
Cuánto más puedo resistir?
Cuánto se demorará mi cuerpo en desarrollar una infección?
Cuánto tiempo demoraran mis piernas en gangrenarse? Tenía un par de fracturas expuestas que seguro me matarían eventualmente si no tenía atención médica inmediata.
Traté de arrastrarme. Imposible, no podía arrastrar mis piernas.
Yací en el sucio piso rogando por una bacteria caritativa. Rogando por una enfermedad. Rogando porque me partiera un rayo.
…oOo…
Victoria debe haber notado que ya no hay mucho más daño que pueda hacer a mi cuerpo destruido sin darme el descanso de la muerte, por lo que simplemente se contenta con venir a burlarse de mí.
No me importa. Sus palabras no pueden herirme. Cuando ella habla estoy en mi lugar feliz.
…oOo…
Creo que tengo fiebre… Siento mi cuerpo caliente pero tiemblo de frío, y mis pulmones suenan como si estuvieran llenos de líquido, pero no puedo toser con mi rostro destrozado.
Comienzo a delirar. Veo a una figura muy querida junto a mí… Edward!
-Hola amor –dice con voz triste
-Edward, estoy muriendo…-Le digo lo evidente.
-Lo sé amor, y vine a acompañarte para que no tengas que partir sola. Me quedaré contigo hasta el final-Dice tomando mi mano dulcemente. Mmmmmh, es extraño, pero su toque no me duele a pesar de que estoy segura de tener varios dedos fracturados.
-Eres un ángel?-Pregunto. Tal vez mi primera impresión de él al conocerlo fue correcta…
-No amor, soy un producto de tu imaginación- Me explica dulcemente.
-Oh… -Digo decepcionada.
-Pero aún así no hay otro lugar donde preferiría estar- Me dice abrazando mi cuerpo, envolviéndolo en luz y calor… mi alucinación de Edward es cálida…-Pudiste haber creado cualquier persona en tu mente y me creaste a mí para brindarte consuelo… me siento honrado-Explicó.
-Gracias Edward… me harías un último favor?
-Lo que quieras amor- Sonríe.
-Por favor… cuidarás de Jacob?

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