lunes, 20 de junio de 2011

La Oportunidad de Jake 7



CAPÍTULO 7

EDWARD POV
Bella corrió al baño y la escuché vomitar. Quise correr a su lado, pero viéndola tan enojada no me atreví a molestarla. Me quedé en su habitación esperando, desesperado por su reacción. No solo había llorado y gritado, además me había llamado "jodido idiota"! A pesar de mi nerviosismo no pude reprimir una sonrisa… sí que me lo merecía, por supuesto que soy un jodido idiota, y me alegré de que ella se diera cuenta. Mientras la esperaba noté un olor extraño, uno que no noté en un primer momento, abrumado por el olor de Bella, pero ahora si se me hacía evidente. Un olor animal… olor a lobo… pero no exactamente a lobo… Tendría Bella un abrigo de piel o un lobo disecado? Aspiré de nuevo. No, ni abrigo ni taxidermia. Recorrí la casa y ese olor estaba en todas partes excepto el dormitorio de Charlie. Puaj! Apestaba.
Bella apareció luciendo pálida y agotada, con los ojos y la nariz enrojecidos. Y siguiendo el olor, noté en su muñeca una pulsera y un dije de un lobo de madera. Qué demonios?
-Isabella, por que apesta a lobo toda la casa?-Pregunté lo más controladamente posible. Ella enrojeció violentamente y se mordió el labio inferior hasta casi hacerlo sangrar. Quise liberarlo con mi lengua, o al menos con mis dedos, pero no me atreví a acercarme.
-Bueno… es una historia larga… en resumen… había tantos vampiros en Forks que activaron algún gen recesivo de los Quilutes, y ahora estamos plagados de hombres lobo… Jake es uno de ellos y me ha estado cuidando de Victoria y mató a Laurent cuando el trató de atacarme…
-Victoria… Laurent… Bella, has estado todo este tiempo en peligro, y yo te dejé desprotegida…-dije sintiéndome morir. Definitivamente mi siguiente paso sería una visita a los Volturi.
-Jake se ha hecho cargo-dijo ella rápidamente.
-Te han atacado 2 vampiros y estás confiando tu seguridad a un grupo de hombres lobo?-Pregunté tratando de dimensionar el problema y ordenar mis pensamientos.
-No es como si hubiera tenido mucha alternativa-contestó desafiante- además Jake y yo…-dijo mordiéndose el labio nuevamente pero sin desviar la mirada.
-Jake y tú?... – dije sin querer acabar esa frase mientras me sumía en la desesperación, la rabia, los celos.
-Jake y yo estamos… juntos- dijo mordiéndose el labio otra vez y mirando hacia el suelo como si ahí se encontraran todas las respuestas.
-Son novios?-Logré preguntar con un hilo de voz.
-No… no exactamente…supongo que algo así… Bueno y a ti que te importa?-Preguntó levantando la barbilla desafiante.
-Que me importa? Hay un millón de razones por las que me importa Isabella, las 2 principales son porque te amo y por que rodearte de hombres lobo no es seguro para ti, ellos son impredecibles, en cualquier momento pueden estallar y hacerte daño…
-El único que me ha hecho daño ha sido un vampiro-Dijo dándome una certera estocada en el corazón.
Una vez que Bella pronunció esas palabras ambos nos sumimos en el silencio. Ella se sentó en la cama y abrazó su almohada y yo me quedé parado donde me encontraba, congelado y sumido en mis pensamientos, analizando todas las emociones que me embargaban en ese momento y buscando por la más adecuada.
Bella estaba con otro. Bella estaba en peligro, un peligro mayor que yo mismo gracias a mí. Bella era la novia de un maldito hombre lobo.
A pesar de ser plenamente consciente de que no tenía ningún derecho, me embargó el sentido de posesividad sin precedentes. Aunque sabía que ella no me esperaría por siempre yo sentía que ella era mía. Yo la había dejado. Yo la ganaría de vuelta. Suspiré y me tranquilicé ante ese pensamiento, y logré enfocarme en el problema más inmediato. Victoria.
-Bella, esto es demasiada información. Concentrémonos en lo primordial…-Logré articular.
-Primordial?- Preguntó ella confundida.
-Victoria-Gruñí- Ha llegado a estar cerca de ti?
-Mmmmmh… no exactamente…-dijo mirándose las manos. Gracias a Dios es todavía una pésima mentirosa. Casi me hace sonreír… si no me hubiera sentido más muerto que vivo habría sonreído.
-Isabella, no estamos para juegos. Se ha acercado o no?
-No exactamente… ella envió a Laurent a vigilarme, pero al parecer el estaba hambriento y decidió que podía ignorar las órdenes de Victoria y almorzarme. Me encontró en nuestro… en el prado…-finalizó con la voz quebrada y los ojos llenos de lágrimas.
-Oh Bella… -Sin poder contenerme la rodeé con mis brazos, sintiendo mi boca inundarse de veneno, esta vez no de sed, si no de furia hacia Victoria y Laurent.-Continúa por favor-Dije sin soltarla.
-Bueno, yo cerré los ojos esperando morir rápidamente, pero en ese momento apareció Jake y el resto de la manada y lo ahuyentaron y luego lo mataron.
-Gracias a Dios!-Suspiré.
-Y desde entonces Jake se ha dedicado a protegerme, porque sabe que es a mí a quien quiere Victoria para vengar a James. Ella no sabía que tú me habías dejado… realmente, ella lo que quiere vengarse de ti, tu mataste a su pareja y ella quería matar a la tuya.
-Donde está ella ahora? Que sabe la manada?
-No lo sé… Jake se fue ayer siguiendo un nuevo rastro.
-Quién te está cuidando entonces?-Casi grité. Podría ser que Bella estuviera desprotegida encontrándose en tanto peligro?
-No lo sé… nadie, me imagino.
-Perro imbécil!-Gruñí.
-Hey! Cuidado con lo que dices!-Dijo empujándome y frunciendo el ceño, evidentemente furiosa.-Ese "perro imbécil" es lo único que me ha mantenido viva hasta ahora.
-Lo siento amor, tienes razón – Dije tratando de apaciguarla.- Nunca terminaré de agradecerle lo que ha hecho por ti. Ahora descansa, que de aquí en adelante me encargo yo.-Saqué mi celular de mi bolsillo y marqué el discado automático. –Hola Alice?
-Edward! Estaba tan preocupada! Ahora tu futuro también está lleno de interferencia! Estoy perdiendo mi don? Oh! Esto es tan frustrante…
-Alice pon atención. Los necesito en Forks lo antes posible. Bella está en peligro.
-Oh, ya sabía que nos necesitarías, estamos en camino y llegaremos por la mañana. Bella está bien?
-Por ahora…
-Ok, nos vemos en unas horas.-Dijo y cortó la comunicación.
-Descansa Bella-dije sentándome en su cama junto a ella.
-Edward yo…- Vi la angustia en sus ojos y la interrumpí.
-Ahora no amor-dije suavemente, sintiendo mi ira y frustración derretirse ante el milagro de estar nuevamente junto a ella, dando paso a la angustia y el dolor de saber que ya no era mía. Por mi culpa.-Descansa-Susurré.
Ella cerró los ojos y yo la cubrí con la colcha. El sueño la venció rápidamente y una vez más la pude observar dormida. ¿Cómo fui alguna vez capaz de dejarla? ¿Cómo fui tan iluso de pensar que podía vivir sin ella? ¿Sería capaz de hacerlo por segunda vez? Lo dudaba. ¿Amaría ella a Jacob Black? Su nombre quemó en mi garganta, ardiendo por la sangre del inmundo perro que había osado poner las manos sobre mi Isabella.
¿Sería el bueno para ella? Yo la dejé para que ella disfrutara una existencia humana y ¿qué hace ella? Corre hacia los brazos del primer monstruo que cruza por su camino. Y gracias al cielo él había sido capaz de protegerla hasta ahora.
La culpa y el dolor me consumían. Por un momento lo único que me detuvo de partir a Italia a provocar a los Vulturi es que debía asegurarme primero de que Bella estuviera a salvo. Una vez que el problema con Victoria estuviera solucionado le pediría que eligiera entre el perro y yo. Si ella me eligiera le daría lo que ella quisiera, después de todo mis reglas nunca sirvieron de nada ni la protegieron de los peligros que enfrenta a diario. Si ella me diera una segunda oportunidad las cosas serían en sus términos.
Y si ella no me quisiera, le desearía lo mejor y me largaría a armar un escándalo en Volterra como no lo han visto nunca para asegurarme que los Volturi acabarían con todos mis problemas.

BELLA POV
Desperté la mañana del domingo sintiéndome pésimo. Me dolía la cabeza y la garganta, sentía los ojos hinchados y tenía la clara sensación de que este sería uno de esos días en los que es mejor no levantarse.
Aaaagh! Tenía que correr al baño! Abrí un ojo tentativamente y luego el otro, tratando de enfocarlos en mi velador. Mmmmh, un vaso de agua y un paquete de Tylenol. Cómo? No importaba, tomé un par de píldoras y me las tragué junto a la mitad del vaso de agua. Gracias… Charlie? No, el estaba de cacería... Oh! Ooooooh! Me giré rápidamente añadiendo más puntadas a mi dolor de cabeza y ahí estaba, acostado en mi cama a mi lado como si nunca se hubiera largado, perfectamente inmóvil y luciendo mejor de lo que nadie tiene derecho a pesar de sus profundas ojeras. Edward. El abrió la boca para decir algo, pero lo interrumpí con un "Minuto humano!" y me dirigí rauda al baño.
Después de hacer pis me miré al espejo pensando en lavarme la cara y los dientes, pero al darle una mirada a mi rostro hinchado y lleno de manchones rojos y mi pelo que parecía un nido de gallinas me di cuenta de que al menos requeriría de una ducha si quería volver a parecer remotamente humana.
Me lavé los dientes y me desnudé y me metí a la ducha abriendo la llave del agua helada. El frío me remeció, pero en Forks ya me había acostumbrado al frío, y yo necesitaba estar completamente despierta para las conversaciones que sabía que se venían, y quería además en lo posible borrar las huellas en mi rostro de la noche anterior.
Jadeando y temblando me lavé el pelo y me lo enjuagué. Me aplique acondicionador y me enjaboné y finalmente me enjuagué por completo, todo en tiempo record.
Como no había pensado en tomar una ducha originalmente, no había llevado ropa conmigo, por lo que me envolví en una toalla y froté mi cabello para secarlo un poco con otra toalla. Una vez que ya no goteaba, me dirigí a mi habitación.
Edward seguía sentado en mi cama, mirándome atentamente. Al verme entrar exclamó "Oh!" claramente sorprendido, ya que nunca me había visto salir del baño solo en toalla debido a sus absurdas normas de moral y buenas costumbres…
Bien! Ya no soy responsable por hacerle las cosas más fáciles a Edward Cullen, vampiro victoriano reprimido y virgen crónico. De hecho, su represión sería su castigo.
-No pensaba tomar una ducha así es que no llevé nada que ponerme-Expliqué sonrojándome ante lo que pensaba hacer. Ojalá lo interpretara como vergüenza por mi cuasi desnudez.
-Entiendo, te esperaré en la cocina- dijo poniéndose de pié lentamente.
-Ok-Dije dándole la espalda y dejando caer mi toalla al piso antes de que alcanzara a pasar a mi lado de camino a la puerta, y quedando completamente desnuda. Lo oí jadear, pero no me di vuelta, no quería arruinar mi plan con mis sonrojos.
Abrí el cajón de mi ropa interior y me dediqué a buscar el conjunto Victoria Secret que me compró Alice para combinar con el vestido que usé en la fiesta de graduación a la que asistí con Edward. Era un conjunto de encaje y satín de color azul oscuro bastante sexi que solo había usado en esa única ocasión y que Edward obviamente nunca llegó a ver. No era demasiado escandaloso pero estaba a años luz de mis clásicas bragas de algodón.
Lenta, deliberadamente, me puse la tanga, un pedazo de tela minúsculo que me avergonzó más que mi desnudez. A continuación me puse el corpiño y sacudí mi cabello haciendo el ademán de secarlo con mis dedos, pero en realidad con la intención de esparcir mi olor por toda la habitación. Lo obligaría a notarme.
Crak! Sonó madera al quebrarse, y al girarme, vi a Edward apoyado en el marco de la puerta de mi dormitorio, y en el suelo, un trozo de dicho marco pulverizado. Ups!

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