lunes, 20 de junio de 2011

Regreso a Casa 25


Capítulo 25
La juventud era una extraña enfermedad
que solamente el tiempo nos pudo curar
¿Ves la colina que despunta hacia el sol?
Es nuestra casa, la que haremos tú y yo.
Nuestra casa / Christina Rosenvinge
Jasper POV
Tres días. Tres putos, eternos, jodidos días sin Bella. Sin noticias. Sin nota de rescate. Sin nada.
Me estaba volviendo loco. No dormí, no comí, no hablé después del primer día. Dejé de funcionar salvo para cuidar de Clark. Bella no me perdonaría si Clark no se alimentaba apropiadamente.
Pero el cachorro sentía que las cosas no estaban bien. Apenas comía y se pasaba el día echado sobre la camiseta de Bella. Yo a veces lo ponía sobre mi regazo y lo acariciaba pensando en que es lo que Bella querría. Bella, Bella, Bella…
Peter y Char estaban desesperados y haciendo todo lo que podían por ayudar. Pusieron carteles por el pueblo y salieron a recorrer granjas vecinas para saber si alguien había visto algo fuera de lo común.
El clima era un desastre. Llovía torrencialmente borrando cualquier pista que hubieran podido seguir los perros policiales. Borrando los rastros de Bella.
Y yo encerrado en la casa sin hacer nada. Cuidando al perro. Atendiendo el teléfono mientras todo el pueblo llamaba para ofrecer su simpatía por mi situación. Perdí la cuenta de la cantidad de moldes de gelatina que trajeron las vecinas después del N° 15. Y por sobre eso los estofados, cacerolas, pies y pasteles. Me querían hacer comer para olvidar.
Al principio Char congeló la comida, pero cuando el congelador de Charlie se repletó decidió comenzar a llevar la comida al asilo de indigentes donde trabajaba María. Ellos la agradecieron y yo agradecí no botar la comida que no tenía ninguna intención de comer.
La policía tenía tan poco con qué trabajar que no hacían más que patrullar las calles y llamar a la morgue y al hospital 2 veces al día para confirmar que no hubiera aparecido Bella por ahí.
Cuando traté de romperle la cara a Félix por incompetente me salvé de la cárcel porque él asumió que yo estaba demasiado inestable como para ser imputado. Desde ese momento trató exclusivamente con Peter. Bien por mí, yo no tenía nada que decirle.
Eran las 2 de la mañana del cuarto día. Peter y Char ya se habían ido a dormir desde hacía rato y yo me encontraba en el sofá con Clark en mi regazo viendo por enésima vez "Lo que el viento se llevó". Me relajaba. Me sabía cada línea de diálogo y eso me daba cierta sensación de control.
De pronto escuché a alguien golpear la puerta y Clark se volvió loco ladrando y saltando. Extraño, él ya se había acostumbrado a ver montones de personas entrar y salir de casa sin ni levantar la cabeza de su camiseta. Menudo perro guardián.
Me acerqué a la puerta cojeando pero sin mi muleta y abrí la puerta.
-Jazz! –Dijo Bella colgándose de mi cuello antes de que yo alcanzara a abrir la puerta por completo.
-Cariño –La abracé con todas mis fuerzas, los dos llorando como niños, oliéndonos, besándonos y riendo. Mi Bella estaba en casa. Gracias Dios! Graciasgraciasgracias!
-Te extrañé tanto! –Dijo contra mi cuello sin soltarme. Estaba empapada y tiritaba de frío. Me sentí como un cretino.
-Cariño pasa, estás muerta de frío.
-Lo siento… no me di cuenta… -Dijo entrando a la casa. Se agachó y abrazó a Clark que estaba como loco saltando y llorando por atención. Luego se dirigió a la cocina y pasó de largo hasta el cesto de ropa limpia. Se desvistió en el acto y se calzó una camiseta y uno de mis bóxers. Deliciosa. Yo la seguí atacándola con miles de preguntas y la alcancé en la cocina. Ella abrió el refrigerador y comenzó a sacar montones de comida hasta que encontró una enorme bandeja de lasaña que alguien había traído. Se sirvió una enorme porción y la metió al microondas. Mientras se calentaba la lasaña sacó el jarro del jugo de naranja y bebió un largo trago directo del envase.
-Cariño háblame… qué fue lo que sucedió? Dónde estabas?
-No he comido en más de 3 días y lo único que he bebido es agua de lluvia. Espera a que haya comido y te voy a contar. Por mientras puedes llamar a Félix y pedirle que venga de inmediato –Dijo mientras comía y acariciaba a Clark con sus pies desnudos.
-Por supuesto cariño. Come tranquila –Luego me dirigí al pié de la escalera –Peter, Char! Bajen –Grité.
-Están aquí? –Preguntó Bella desde la cocina con la boca llena de lasaña.
-Si cariño, no me han dejado solo…
-Qué pasó ahora? –Dijo Peter bajando la escalera y estirándose. Char venía detrás poniéndose un sweater.
-Bella regresó –Dije radiante. Mientras Peter y Char se abalanzaban sobre Bella yo llamé a Félix a su celular para pedirle que se dirigiera a nuestra casa a la brevedad.
Bella se negó a decirnos nada sobre su desaparición mientras no llegara Félix para no tener que repetir la historia. En lugar de hablar bebió 2 litros de jugo de naranja y comió media budinera de lasaña. Para cuando llegó Félix Bella estaba en el baño vomitando. Luego sentimos la ducha.
Char se fue a la cocina a preparar sopa de pollo e infusiones de canela para asentar el estómago de Bella y cuando Bella salió del baño entre una nube de vapor luciendo más muerta que viva se sentó en el sofá acurrucada a mí y procedió a contarnos su historia sobre cómo despertó en un jaula, sobre su secuestrador, sobre la involucración de Alice en el hecho y finalmente su escape. Nunca me había sentido tan orgulloso de Bella como esa noche. A pesar de todo lo ocurrido no la quebraron. Ella se defendió y liberó sola de una situación terrible.
Nos contó que al salir de la casa donde había estado encerrada caminó un largo rato en la oscuridad por un camino de ripio. Luego, al llegar a la carretera se dio cuenta de que estaba a unos 30 km de Forks y pidió un aventón hasta que una pareja de ancianos de detuvo a ayudarla. La dejaron en la entrada del pueblo y Bella caminó hasta la casa.
Para cuando terminó de hablar Char le tendió un mug de infusión de canela y un plato de sopa de pollo. Bella esta vez bebió y comió lentamente.
Yo quería llevarla al hospital pero ella se negó diciendo que estaba bien, solamente agotada. Yo accedí a sus deseos y nos fuimos a la cama en cuanto Félix se hubo retirado. Es noche simplemente la abracé regodeándome en la felicidad y alivio que sentía al tenerla nuevamente a mi lado. Clark durmió a los pies de la cama, la camiseta por fin olvidada.
Ella se quedó dormida en cuanto su cabeza tocó la almohada, pero yo me demoré horas en conciliar el sueño. Quería estar despierto por si la asaltaban pesadillas, pero afortunadamente nada sucedió. Estaba demasiado agotada como para soñar.
Al día siguiente Bella despertó cerca del mediodía. Yo me había levantado temprano para conversar con Peter y Char antes de que se fueran a trabajar y aproveché de preparar el desayuno.
Llamé a Félix para saber cómo habían resultado las cosas y me confirmó que habían encontrado la casa donde Bella había estado secuestrada y que el secuestrador, James Hunter se encontraba aún en la jaula del sótano, por lo tanto lo habían arrestado.
Luego habían arrestado a Alice y luego de un par de horas de interrogación ambos habían confesado su involucración en el secuestro y además Alice confesó ser la autora de las amenazas y "regalos".
Resultó que Alice y James se habían conocido en la institución psiquiátrica donde Alice había estado internada, y Alice había pasado años hablando a James sobre Bella, convenciéndolo de que ella era su destino.
Por último, la casa donde Bella había estado encerrada pertenecía a la madre de Alice y Alice la había heredado recientemente. Todo calzaba. No había más involucrados.
Ahora que los dos se encontraban tras las rejas yo pude respirar tranquilo. Mi Bella estaba a salvo.
Bella apareció esa mañana en la cocina con una sonrisa en el rostro, su cabello una maraña de ondas desordenadas y los ojos aún nublados de sueño. Nunca la vi más hermosa.
Desayunamos juntos y decidimos seguir empacando para poder largarnos de Forks lo antes posible.
…oOo…
Las siguientes semanas pasaron casi sin darnos cuenta. Mi pierna finalmente fue "dada de alta" y a pesar de haber perdido algo de masa muscular me propuse recuperar la movilidad lo antes posible, saliendo a caminar cada mañana y cada tarde. Pronto caminaba casi sin cojear.
Programamos nuestra mudanza para el fin de semana del 8 de octubre. La idea era mandar nuestras pertenencias en el camión el día viernes y realizar nosotros el viaje por carretera, deteniéndonos por el fin de semana en Las Vegas, donde nos reuniríamos con Peter y Char, Rosalie y Emmett y nos casaríamos en "The Little White Chapel" en una ceremonia conducida por Elvis. La ceremonia incluía un paseo por la ciudad en un Cadillac rosa con Elvis en el asiento delantero cantando nuestros favoritos. Era absolutamente chabacano y kitsch, pero era exactamente lo que necesitábamos después de los meses horribles que habíamos vivido.
La boda fue exactamente lo que cabría esperar. Rosalie casi sufrió un ataque al constatar nuestros planes, pero por lo demás nuestro fin de semana fue espectacular. Nos despedimos el lunes por la mañana de nuestros amigos quienes se comprometieron a visitarnos durante las vacaciones.
Bella y yo llegamos a nuestro nuevo hogar el día lunes por la noche y estábamos tan cansados que simplemente dormimos sobre nuestro colchón, no teníamos energías para armar la cama ese día.
Desperté el martes con una enorme erección y besos de nariz fría y lametazos.
-Clark! Eeew! Bella el bicharraco me está lamiendo! Sácamelo de encima o me voy a hacer un set de maletas con él! –Grité molesto. Me habría gustado mucho más despertar con los besos y lametazos de mi Bella.
-Alguien amaneció de malas –Canturreó Bella entrando al dormitorio. Estaba recién bañada y vestía shorts y una camiseta con tirantes. Ya estaba amando Texas –Ven conmigo Clark, deja a ese viejo huraño –Dijo agachándose a recoger al perro.
-Un momento señora, me despertó su perro y ahora me tiene que compensar –Dije abrazándola a mí y besando su cuello.
-Compensar? Mmmmmmmh… que clase de compensación? –Dijo con los ojos cerrados abrazándose a mí.
-Sexual. Quiero motones de sexo –Dije metiendo mis manos por debajo de su camiseta para acunar sus pechos. Mmmmmh, sin corpiño, perfecta.
-A sí? Bueno, supongo que Clark si es mi responsabilidad… debería pagar por sus maldades… -Dijo ella mordisqueando mis hombros y acariciando mi espalda. Dios! Amaba mi esposa.
Al cabo de 5 minutos los dos estábamos completamente desnudos y yo pude por fin recorrer su cuerpo con la calma que ella se merecía. Con mis manos y mi boca exploré cada centímetro mientras ella se retorcía de placer.
Cuando ya ninguno de los dos podía resistir un segundo más sin unir nuestros cuerpos la penetré lentamente. Ella demandaba que la tomara rápido y fuerte, pero yo me tomé mi tiempo embebido en las sensaciones y en la más absoluta felicidad. Por primera vez en mi vida me encontraba donde debía estar con la mujer que amaba y totalmente contento.
Ambos llegamos a nuestros respectivos clímax casi al mismo tiempo, y luego nos mantuvimos unidos, jadeando.
Besé su cabello mientras ella descansaba sobre mi pecho e hicimos planes para los siguientes días. Estábamos en casa.
…oOo…
Treinta años han pasado desde que nos establecimos en Texas. Hemos tenido tiempos buenos y malos, hemos pasado tiempos felices y hemos sufrido cuando la vida nos puso obstáculos difíciles de superar.
Pero lo importante es que todo lo hemos vivido y superado juntos.
Bella y yo tuvimos 3 hijos, Katie, Seth y Alec. Katie se casó hace 5 años y nos ha regalado dos nietas maravillosas, las gemelas Anna y Sophia, que nos visitan cada fin de semana. Sospecho que su entusiasmo radica más en su amor por los ponys que por sus abuelos, pero mientras las tengamos con nosotros no nos importan sus motivos.
Bella se convirtió en escritora. Partió publicando un par de columna de opinión en periódicos locales y su popularidad fue creciendo hasta que la contrataron para escribir para periódicos de distribución masiva. Era un excelente trabajo ya que le permitía trabajar desde casa y criamos juntos a nuestros hijos con montones de actividad física y aire puro.
Bella ha publicado hasta la fecha 2 novelas y está trabajando en la tercera. Yo no podría estar más orgullosa de ella.
Yo por mi parte me dediqué a trabajar la granja. Partí sembrando mientras echábamos a andar el criadero y trabajé como veterinario rural. Fue agotador en un comienzo, pero luego la granja comenzó a ser rentable y mi carga de trabajo aminoró.
Ahora que nuestros hijos son adultos y contamos con dinero suficiente nos proponemos viajar. Hemos pensado en el Sudeste Asiático, queremos una verdadera aventura. Ya veremos, a mi no me importa dónde vayamos mientras sea juntos. La sigo amando como el día que nos casamos, y sé que Bella siente lo mismo. No podemos pedir más a la vida.

&&&Fin&&&&

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