martes, 21 de junio de 2011

Tal para cual! 15


Capítulo 15
I'd swim across lake Michigan
I'd sell my shoes
I'd give my body to be back again
In the rest of the room
To be alone with you/4
You gave your body to the lonely
They took your clothes
You gave up a wife and a family
You gave your goals
To be alone with me/3
To be alone with you / Sufjan Stevens
Bella POV
Estaba teniendo un sueño extrañísimo. Yo era una vaquera y montaba mi caballo rojizo y los indios me emboscaban y me caí del caballo y los indios me secuestraban y mi caballo se convertía en lobo y atacaba a los indios y los indios se convertían en lobos para defenderse y entonces yo veía la sangre que chorreaba e mi cabeza y grité y los lobos dejaron de pelear y me desmayé.
Abrí los ojos despacio, tratando de recordar dónde demonios estaba y por qué…
Me encontré acurrucada en el sofá de los Cullen contra un cuerpo fuerte, duro y frío.
-Hola Belly Boo… te sientes mejor? –Me preguntó Emmett.
-Em… que pasó? Soñé con indios y lobos y sangre… Agh! Mi cabeza! Y mis piernas… Em... Por qué me duelen las piernas? –Dije estirándome, tratando de hacer un inventario de mi cuerpo.
-No lo sé Belly Bee, pero si tuviera que adivinar, yo diría que montar UN LOBO te causó dolores musculares –Dijo riendo.
-Agh! Esa parte era cierta? –Dije mientras me incorporaba lentamente.
-Sip.
-Dónde están los demás? –Dije mirando a mi alrededor. No se veía nadie más que Em.
-Alice y Jasper cazando, Edward en Port Ángeles comprando comida italiana para ti y Esme y Carlisle en una cena de beneficencia del hospital.
-Y Charlie? –Pregunté alarmada. Él me esperaría en la reserva!
-Carlisle habló con él y le explicó de tu accidente y que necesitas reposo y que te quedarás con nosotros para poder monitorearte.
-Oh… Ok… -Y luego mirándolo a los ojos le pregunté -Cómo estás tú, Em?
-Yo? Por qué preguntas? –Me preguntó extrañado.
-Por… tu sabes… lo que ha… pasado… nosotros… agh! olvídalo… -Dije poniéndome roja como un tomate y cubriendo mi rostro con mis manos.
-No! Belly no estés incómoda de hablar conmigo… -Dijo tomando mi mano entre las suyas.
-No sé qué es lo que te estoy preguntando… es sólo que he estado tan confundida, y nunca podemos hablar a solas…
-Lo sé, y lo siento… No sé cómo hacer estas cosas, Jingle Bells… -Me dijo en voz baja, sonando arrepentido.
-Está bien Em… -Dije mirando nuestras manos unidas.
-Bells… Mierda! –Emmett estaba tan frustrado como yo. No éramos buenos en este tipo de conversaciones.
-Lo siento… -Dije arrepentida de haber sacado el tema –Olvida que lo mencioné.
-Estoyenamoradodeti! –Soltó Emmett de pronto.
-Qué? –Seguro que había oído mal…
-Nada –Dijo, y si se hubiera podido sonrojar habríamos combinado nuestras mejillas.
-Em… -Dije levantando mi mirada para encontrar sus hermosos ojos dorados.
-Estoy enamorado de ti Bells… lo siento… -Dijo bajando la mirada otra vez.
-De ve... verdad? –Balbuceé.
-No te lo debí haber dicho, sabía que te asustaría… mierda!... pero no sé qué hacer con todos estos… sentimientos… nunca me había sentido así y no sé cómo vivir así… estoy frustrado y enojado y si pudiera llorar, lloraría el día entero; y quiero escuchar canciones de amor que me harían patearle el trasero a quién hubiera sorprendido escuchándolas hace una semana atrás; y quiero robarte y que seas para mí; y me tengo que callar y aguantar y ver cómo eres la novia de cretino de Eddy y veo que no la pasas bien y creo que yo te podría hacer tan feliz Belly, porque tú y yo somos iguales… pero no puedo hacer nada más que esperar y odio esperar! y Alice no me puede ayudar y lo único que puedo hacer es luchar con Jasper para hacer algo y quemar energía… Y Jasper me patea el trasero el día entero y…
-Em… no lo sabía… -Lo interrumpí -no sabía que hablabas en serio… pensé que… era algo que decías en nuestras escapadas para que yo no me sintiera mal o algo… -Dije avergonzada… por qué me sentía tan avergonzada?
-Para que no te sintieras mal? –Levantó la mirada, enojado.
-No sé… no pensé que hablaras en serio, después de todo tu tienes a Rosalie, y ella es perfecta… y yo… -Balbuceé, insegura.
-No te quiero volver escuchar decir una cosa así Isabella–Me dijo empujándome contra el respaldo del sofá con más fuerza que de costumbre, su rostro a un par de centímetros del mío, los ojos negros y un rugido escapando de su pecho. Debí asustarme, pero simplemente quise besarlo… –Rosalie es cualquier cosa menos perfecta, y aunque lo fuera yo no quiero perfección. Yo quiero a una niñita que choca con los muebles y maldice como un marinero; que juega Wii conmigo y discute sobre la veracidad de los superpoderes de los personajes de los comics conmigo; que me obliga a comer comida humana y que disfruta del cine B; quiero a una niñita que monta hombres lobos pero le tiene miedo a los gatos; quiero a una niñita que está dispuesta a inscribirse en una competencia de camisetas mojadas pero se sonroja al ver escenas románticas en las películas… te quiero a ti Belly Boo, a nadie más… nunca más… -Dijo aún enojado, pero suavizando su mirada al final.
-Em… -Dije ahogando un sollozo… eso era lo más lindo que me habían dicho en la vida… -Yo… yo también te quiero… -Y no alcancé a decir nada más porque en un segundo tenía los labios de Emmett sobre los míos. El beso comenzó dulce, Em besó las lágrimas que rodaron por mis mejillas y luego sus labios regresaron a los míos, separándolos para dar paso a su lengua. Su dulce sabor invadió mi boca y yo lo lamí y bebí y gemí necesitando más. Era posible que este hombre maravilloso pudiera ser mío?
Teníamos mil obstáculos que superar, ambos estábamos comprometidos con otras personas, la familia resentiría lo que estábamos haciendo… pero nunca, nunca sentí la certeza que sentía en ese momento, mientras nuestros labios se movían al compás de una coreografía inventada sólo para nosotros dos. Necesitábamos hacerlo funcionar… necesitábamos estar juntos… Era repentino pero se sentía real.
Em me hacía sentir real. Nunca me sentía poca cosa a su lado, nunca me hacía sentir inadecuada o estúpida, a Em no le importaba mi ropa ni mis malos hábitos. Demonios! La mitad de mis malos hábitos eran fomentados por él!
Jacob tenía razón, tenía que estar con quién me hiciera feliz "Y si esa cruza entre vampiro y yeti te hace feliz que demonios Bells!, es con él con quien tienes que estar". Sip… Em me hace feliz.
-Te amo Em… -Dije suspirando entre besos. Ups!… eso se escapó sin querer. Te amo a lo mejor era demasiado para una relación tan reciente… qué vergüenza!
-Te amo Bells –Dijo él sin perder un segundo. Y me besó, y me besó, y me besó… Parecía que no era demasiado pronto… Él y yo estábamos en la misma página y disfruté de los besos y caricias de mi Em.
-Em… y ahora qué? –Dije rompiendo nuestro abrazo cuando necesité respirar.
-No lo sé Bells… mis planes no llegaban más lejos que conseguir que me amaras. Ahora… lo que tú quieras. Obviamente tengo que arreglar las cosas con Rosalie, y tu deberías hacer lo mismo con Edward… después… podemos viajar o estudiar o ya veremos… -Dijo encogiendo sus hombros.
-Me… me convertirías? –Pregunté. Necesitaba saber que mi "para siempre" con Em sería para siempre.
-En el minuto en que me lo pidas siempre que sea lo que de verdad deseas –Dijo besándome en la punta de la nariz.
-Gracias Emmy… -Dije abrazándolo con todas mis fuerzas.
-De nada Belly…
-Em… cuando vas a hablar con Rosalie? –Dios esa era una conversación que no quería presenciar…
-Estaba pensando hacerlo lo antes posible… podría partir mañana por la noche y estar de vuelta el miércoles… Así no arriesgamos esa discusión en la casa…
-Ajá… bueno, en ese caso yo debería hablar con Edward cuanto antes…
-No Bells, creo que lo mejor es que esperes a que yo regrese. No sabemos cómo va a reaccionar Edward y es mejor que yo esté alrededor. Te parece? –Me preguntó. Me preguntó! No me ordenó… Sip, este hombre era para mí.
-Me parece –Dije mirándolo a los ojos sin poder creer lo que estaba sucediendo. Era verdaderamente Em para mí? Era realmente amor lo que sentíamos el uno por el otro?
No lo sabía, era imposible pedir garantías a los sentimientos, pero Em y yo hacíamos sentido. Em y yo nos entendíamos y nos admirábamos y éramos buenos compañeros y nuestro sentido del humor era totalmente compatible. Y obviamente nuestra química era innegable…
-Belly… aunque odio pedirte esto, a lo mejor deberías ir a lavarte la cara y los dientes para que Eddy no sospeche cuando regrese…
-Oh… Ok… pero con una condición –Dije sonriendo de oreja a oreja.
-Qué condición? –Dijo sonriendo tanto como yo… Dios! Cómo disimularíamos frente a los demás si no podíamos dejar de sonreír como dos idiotas?
-Quiero un besote más! –Dije lanzándome a sus brazos. Él me dio el besote que pedí y varios más, y me llevó en sus brazos hasta el baño para no perder ni un segundo de tiempo juntos.
-Belly me voy a tomar una ducha, Eddy debe estar por llegar. Vas a estar bien sola?
-No hay problema, voy a lavarme y después voy a ver True Blood.
-Ok Belly Bee… Te amo –Dijo guiñándome un ojo y echando a correr.
-Te amo Em… -Dije mientras escuché que la ducha de su habitación comenzaba a funcionar.
…oOo…
Esa noche pasó para mí como un torbellino de emociones que obligó a Jasper a salir de la casa, alegando que lo estaba mareando y que si pudiera físicamente, lo habría hecho vomitar. No supe si alegrarme de esa hazaña o preocuparme, pero traté de controlarme y al poco rato Jasper pudo volver a entrar. Parece que mi escudo estaba nuevamente funcionando. Eso era bueno, ya que cada vez que mi mirada se cruzaba con la de Em mil mariposas revoloteaban en mi estómago. Seguro que todos podían oír mi corazón acelerarse, pero nadie comentó al respecto.
Edward llegó de Port Ángeles con una enorme selección de comida italiana aduciendo que lo que no me comiera Esme lo podía congelar. Me decidí por canelones de pollo, ricota y espinaca y estaban deliciosos.
Durante mi comida mis vampiros me rodearon para que les contara toda la historia de mi juego de indios contra vaqueros en La Push, y yo me embarqué en una colorida historia que hizo reír a Alice, Emmett y Jasper pero hizo a Edward fruncir el ceño cada vez más.
Luego Edward insistió en que debía irme a la cama, y yo no quise discutir, a pesar de que no tenía ni pisca de sueño. Una vez que me hube lavado la cara y los dientes, me puse mi pijama y me acosté en la enorme cama dorada de Edward, un mueble que me hacía burla cada vez… cuántas veces había intentado (y fallado) seducir a Edward en esa cama?
Cada rechazo me había dolido en el alma, cada negativa hacía tambalear mi autoestima y me hacía resentirlo un poquito más.
Edward… lo había querido tanto… pero había sido verdaderamente feliz?
No pude recordar ni un solo momento de felicidad perfecta con él… Ningún momento en el que no hubiera dudado de mí o de él…
Sí, terminar esa relación sería lo más sabio… el primer amor rara vez es para siempre. Edward había sido maravilloso a su manera, pero ninguno de los 2 obtenía lo que necesitaba de esa relación… Yo no podía ser la mujer que Edward quería y él no podía ser el hombre que yo necesitaba.
Me acosté y me cubrí completamente y apagué la luz. A los pocos segundos Edward se posicionó junto a mí por encima de la colcha. Por primera vez en nuestra relación no tuve nada que decirle en absoluto. Simplemente quise escucharlo hablar.
-Edward… -Susurré.
-Dime amor? –Dijo contra mi cabello.
-Me cuentas una historia?
-Qué tipo de historia?
-La que tú quieras contar…
-Erase una vez un vampiro de 108 años que acudía a secundaria, una y otra vez…

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

No olvides comentar!!!

Calendario