En este capítulo uso algunas frases de New Moon. Obviamente todo en el universo Twilight pertenece a S. Meyer, y yo no escribo nada de esto con fines de lucro.
Espero que les guste
%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%
CONDENADOS
No importa el problema, no importa la solución,
Me quedo con lo poco que queda, entero en el corazón.
Me gustan los problemas, no encuentro otra explicación.
Esta si es una dulce condena, una dulce rendición.
Me quedo con lo poco que queda, entero en el corazón.
Me gustan los problemas, no encuentro otra explicación.
Esta si es una dulce condena, una dulce rendición.
Dulce Condena / Andrés Calamaro
Demetri POV
Mi condena ya casi acababa… Sólo un par de meses más y terminaría con los 250 años de servicio que le debía a los Volturi por mis crímenes contra mi raza… enamorarme de una humana y negarme a convertirla.
Era irónico en realidad que me enviaran a mí comprobar la situación de Isabella… yo me había encontrado en la misma situación que Edward Cullen una vez… cometiendo el mismo error que él pensaba cometer. Y los resultados fueron nefastos… la muerte de mi Eliza y mis 250 años de esclavitud.
Pero por mucha simpatía que me generara su situación, mis lealtades estaban claras. Mientras me quedara un segundo que pagar, pertenecía a los Volturi para servir y obedecer. Y si mis órdenes consistían en castigarlos por los mismos pecados que me condenaron a mí, así sea.
No arriesgaré mi libertad.
El avión privado en el que viajé a América ya estaba aterrizando en Sea Tac. Desde Seattle hasta Forks sería un corto trayecto, podría realizar mi tarea, ver que todo estuviera en orden y regresar a Italia.
Sinceramente esperé que esa perra de Victoria estuviera equivocada. Y no sólo por mi sensibilidad especial en el tema… si no porque desprecio a los soplones… ella debería haber solucionado sus propios problemas en lugar de ir a llorarle a la realeza en su sed de venganza.
Si podía convencer a Edward Cullen de transformar a la humana de inmediato, todo quedaría en nada. De lo contrario, la fuerza de la Guardia Real caería sobre toda esa familia y la humana. Nadie sobreviviría y Victoria obtendría lo que desea.
…oOo…
El paso por aduana fue expedito y no debí molestarme con retirar mi equipaje, ya que lo llevaba en la cabina del avión conmigo.
Retiré en el puesto del Rent-a-Car las llaves del jeep que arrendé para viajar a Forks y en pocos minutos me encontraba en camino. Si algo agradecía de mi trabajo eran los recursos ilimitados de los Volturi. No me quería ni imaginar lo que sería viajar en clase turista con humanos gordos y flatulentos, bebés llorando y personas roncando… todos apretados como sardinas y respirando ese aire mil veces reciclado… Puaj! Hasta su sangre me daría asco… Me vería obligado a matarlos a todos simplemente a cambio de un poco de paz…
El paisaje de Washington me gustó. El verde profundo de sus bosques contrastaba fuertemente con los tonos ocres de la campiña italiana en otoño… aquí todo era verde y húmedo y frío, un lugar donde sería fácil pasar desapercibido…
Cuando fuera libre me buscaría un lugar como este para pasar mi eternidad en paz.
…oOo…
Llegué a Forks a medio día y pensé que tendría que dirigirme a casa de los Cullen inmediatamente, pero mi instinto de rastreador me llevó en una dirección completamente diferente. Dejé el jeep en el costado de un camino de tierra y corrí a través del bosque para encontrar a mi objetivo… para encontrar a Isabella Swan.
Di con su esencia en el bosque y la usé como confirmación. Mi don como rastreador no necesita de olores y rastros físicos. Basta con conocer a alguien una vez para poder ubicar a esa persona en cualquier parte del planeta. De alguna manera, soy capaz de "saborear" las conexiones sinápticas del cerebro de las personas que conozco. Cada persona trasmite señales levemente diferentes entre sí, del mismo modo que todos huelen diferente.
Pero yo no conocía a Isabella. Solamente había olido una prenda de su ropa que Victoria llevó consigo a Volterra…
Y pude oler que Isabella se encontraba cerca.
Seguí avanzando sigilosamente, sin saber qué esperar de una humana que se encuentra en lo más profundo del bosque.
Cuando estaba a menos de 300 mt. de distancia de ella, escuché
-"Míralo de este modo, Bella: tienes suerte de que sea yo quien te haya encontrado"
-"Ah, sí?" -Dijo Isabella despacio, sonando vacilante. En ese momento me asomé a un claro en el bosque y pude ver en medio del prado a Isabella retrocediendo ante la amenaza de un vampiro desconocido para mí. Y estaba aún en forma humana. Mierda!
El vampiro la siguió.
-"Sí. Seré rápido, no vas a sentirlo, te lo prometo. Luego le mentiré a Victoria, por supuesto, sólo para aplacarla, pero si supieras lo que había planeado para ti, Bella..." -sacudió la cabeza con un movimiento lento, casi de disgusto -"De verdad, deberías estarme agradecida por esto".
Olfateó la brisa que lanzaba mechones del cabello de Bella en su dirección.
-"Se me hace la boca agua" -dijo el vampiro mientras inhalaba profundamente.
No necesité saber más para actuar, mis órdenes eran claras y nadie interferiría con mi tarea.
Me lancé en un ataque frontal lanzando al otro vampiro a unos 30 metros de distancia.
La pelea fue corta, él no era un guerrero experimentado como yo... no por nada soy capaz de aceptar misiones en solitario, sin necesidad de un compañero que me respalde.
El desmembramiento fue una tarea rápida y eficiente, yo no creo en prolongar el dolor de mis víctimas, y menos en este caso que el pobre idiota simplemente estaba procurándose la cena.
Encendí una hoguera que prendió rápidamente y me giré para lidiar con la humana.
-Si vas a hacerlo hazlo rápido -Dijo desafiante, extendiéndome el cuello. Debo reconocer que era tentador y olía realmente bien, pero yo soy un profesional y lo que vine a hacer es mi trabajo.
-Demetri Volturi, encantado Isabella –La saludé extendiéndole mi mano. Al ver que ella dudaba, agregué –No te voy a comer.
-Isabella Swan, pero eso ya lo sabes… llámame Bella –Saludó ella extendiendo su mano.
Mientras nos presentábamos tuve tiempo para examinarla. Podía entender el por qué alguien arriesgaría su eternidad para estar con ella… No sólo poseía una belleza fuera de lo común, limpia, clara y transparente, sino que no hacía alarde de ella.
Sus ojos eran distintos. Reflejaban madurez y sufrimiento. Eran los ojos de alguien que ha visto y oído demasiado para su corta edad.
-Un placer el finalmente conocerte, Isabella –Sonreí galante y sincero. Había algo especial en ella y lo descubriría antes de regresar a Italia.
-Bella! –Me corrigió ella y suspiró -No importa… supongo que vienes matarme verdad? –Preguntó resignada –Tu apellido es Volturi… como la realeza Volturi?
-Sabes sobre nosotros? –Oh esto no pintaba nada bien para la humana… y era otro crimen en la pila de Cullen.
-Sí… pero sólo lo básico. Realeza y sheriffs del mundo vampírico… no mucho más –Se encogió de hombros.
-No hay mucho más que saber –Dije encogiéndome de hombros también –Ahora dime tú Isabella, por qué estás sola en el bosque? Qué hay de Cullen? Por qué no estaba él para protegerte? –Pregunté y la vi encogerse visiblemente ante mis ojos.
-Ellos… se fueron… -Respondió.
-Cómo que se fueron? De cacería?
-No… para siempre… me abandonaron –Dijo en un susurro y comenzó a llorar.
Yo he tenido que hacer muchas cosas de las que me arrepiento en mi vida, pero nunca dejé de impresionarme por el dolor ajeno… y esta niña humana estaba sufriendo como pocas veces he visto… Quise consolarla pero dudé que ella me quisiera más cerca de lo necesario.
-Entonces Isabella, tenemos un problema… -Dije más para mí que para ella –Una tal Victoria presentó una acusación en contra de Edward Cullen –ella se encogió aún más al escuchar ese nombre –Y como ya debes saber, es un crimen revelar nuestra identidad a un humano si la idea no es convertirlo. Por ese crimen todos los Cullen y tú misma serán condenados a muerte… a menos que aceptes tu conversión inmediata. Los Volturi entendemos que no son tu culpa las malas decisiones que los Cullen han tomado por ti –Dije pasándome de la raya en mi misericordia. Pero esta niña se veía dañada y traicionada, no merecía morir por culpa de un idiota que le reveló su identidad para luego abandonarla.
-Morir… todos los Cullen morirán? –Preguntó. Secándose las lágrimas.
-Todos serán encontrados culpables. Ellos cometieron un crimen y lo saben…
-A menos que me conviertas… ahora… -dijo pensando para sí –Acepto… de todo modos iba a morir hoy si no fuera por ti… pero te puedo pedir algo Demetri? Pareces un buen tipo y creo que puedes entender…
-Dime Isabella. Haré lo posible para hacerte la transición lo menos incómoda posible –Dije con toda honestidad. Además aprecié que me llamara "buen tipo".
-Hay rumores de osos gigantes en estos boques… no puedo simplemente desaparecer… me ayudarías a orquestar mi muerte por ataque animal? Así mi padre no pasará el resto de su vida tratando de encontrarme…
-Por supuesto –Sonreí. Ella moriría hoy pero estaba planeando en cómo hacer las cosas más fáciles a quienes se quedaban… Ella es verdaderamente especial y generosa, será interesante ver como emerge en su nueva vida…
-Ok… estoy lista. Cómo lo hacemos?
-Eres mayor de edad?
-Sí.
-Tienes tus documentos de identidad contigo?
-Si, en mi billetera.
-Bien, nos vamos a Canadá. Arrendaremos una cabaña en algún lugar aislado para los días que dure tu transformación y después nos iremos a Italia. Allá conocerás a la realeza y yo te ayudaré en tu nueva vida…
-Demetri… Por qué haces esto por mí? Suena como que es bastante más que tus simples obligaciones… -Preguntó enfocando toda la fuerza de su mirada en la mía. Me sentí compelido a decirle la verdad.
-Porque por fin puedo hacer lo correcto –Le respondí pensando en Eliza y los errores del pasado.
Y nos pusimos manos a la obra. Isabella se sacó su chaqueta y la rasgué un poco. Lo mismo con uno de sus zapatos. Luego me extendió el brazo para que yo pudiera hacer un corte que derramara algo de sangre para preparas la escena de ataque de osos.
Me sorprendió su entrega, la falta de miedo que reflejaron sus ojos al extenderme su antebrazo desnudo. Verdaderamente no le tenía miedo a la muerte? Yo simplemente la corté con mi uña y manchamos su ropa con el delicioso néctar que brotaba de ella.
Mi garganta ardió en anticipación. Pronto podría beber de ella... Pero por ahora, debíamos huir.
%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%
Esta será una historia corta, pero Demetri me pareció digno de explorar un poco!
Gusta? No gusta?
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
No olvides comentar!!!