Hola chicos y chicas! Nuevo capítulo, cargado de drama. Espero que les guste y continúen conmigo después de esto…
Les cuento que abrí una cuenta de Facebook como "Asallam Fic" por si me quieren agregar a sus amigos, los aceptaré a todos. Ahí pretendo publicar fotos y extras de mis historias y tener un contacto más directo con ustedes, mis lectores.
Abrazos a todos y nos estamos leyendo!
Que disfruten…
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Capítulo 13
Fuego y amor ayer noche,
hoy solo frio y desdén
y es que tu amor como azúcar
se disuelve en el café.
Déjame ver si lo acierto
ella se ha puesto a tus pies
te ha suplicado que vuelvas
y no sabes lo que hacer.
Veleta / Lucerito
Bella POV
Ese domingo esperé a Sam en vano…
Mientras esperaba, hice un aseo profundo a la casa limpiando y desinfectando todo lo que encontré a mi paso. Luego cociné cenas para Charlie para unos 4 días usando distintas recetas, de modo de dejar la comida congelada y lista para descongelar cuando yo llegara tarde de la Reserva… si es que Charlie me permitía algún día volver a poner un pié en ese lugar…
Charlie se encontraba de turno ese día reemplazando a un colega que se había fracturado una pierna jugando baloncesto, por lo que ni siquiera fue a la casa a almorzar conmigo. Me sentía como una leona enjaulada hasta que Charlie me llamó por teléfono a media tarde para decirme que Harry Clearwater había sufrido un ataque cardíaco y había muerto en el Hospital de Forks hacía pocos minutos.
Yo me ofrecí a acompañarlo a la Reserva a dar el pésame a la familia, después de todo Sue siempre había sido amable conmigo, así como Seth. Con respecto a Leah, preferí no pensar en eso hasta no encontrármela frente a frente.
Me fui en mi camioneta a la estación de policía y de ahí nos fuimos juntos en el auto de papá a La Reserva. No sé por qué, pero viajar en ese auto siempre me hacía sentir culpable de algo…
Charlie y yo no hablamos durante el viaje, él estaba verdaderamente afectado con la muerte de uno de sus mejores amigos y yo no sabía cómo consolarlo, por lo que preferí guardar silencio.
Al acercarnos a la casa de los Clearwater pude ver que había varios autos estacionados en el prado frente a la casa y montones de gente en los alrededores… probablemente la pequeña casa no era capaz de albergar a todos los visitantes.
Al bajar del auto sentí que varias personas se dieron vuelta para mirarme, pero traté de ignorar a todos para concentrarme en Charlie y en entregar nuestros pésames… ni siquiera llevábamos flores, había sido todo tan imprevisto.
Nos abrimos paso hasta el interior de la casa y ahí, en mitad del living, se encontraba Sue con la mirada perdida, los ojos rojos pero sin lágrimas y rodeada de mujeres de la Reserva… pero sus hijos no se veían por ninguna parte.
Ni tampoco se veía a Sam.
Estaría Sam con Leah y Seth? Como Jefe de la Tribu Sam debería estar presente en el velorio de un miembro del Concejo, verdad?
Envié a Sam un mensaje de texto diciendo
"Estoy en casa de los Clearwater, donde estás tú?"
No hubo respuesta.
Charlie y yo saludamos a Sue y nos quedamos en una esquina sin hablar con nadie. Charlie estaba demasiado apenado y cabreado con todos como para hacer vida social, por lo que pasado un rato prudente, nos retiramos aduciendo que yo tenía que prepararme para la escuela. A nadie pareció importarle.
Al llegar a casa serví la comida y Charlie comió en silencio. No lo vi llorar pero sus ojos estaban rojos, por lo que apenas pude lo dejé solo… él no necesitaba que yo presenciara su sufrimiento… Pobre Charlie!
Me fui a mi habitación a esperar una llamada o un mensaje de Sam, pero nada llegó. Traté de leer y hasta de navegar en internet, pero nada… nada me interesaba por que mi mente estaba enfocada en Sam y en Leah… juntos.
Esa noche no dormí casi nada, mi sueño plagado de pesadillas a la espera de que Sam tocar mi ventana o se comunicara de alguna manera.
El día lunes fui al colegio en modo automático, como un robot, yendo con el flujo del día, sonriendo a medias y respondiendo a quienes me hablaban, pero sin tener idea de qué es lo que me estaban diciendo.
Y por dentro… por dentro estaba cada vez más enojada. Qué demonios le podía haber sucedido a Sam para no responder a mis llamadas o mensajes? Es que se había arrepentido de lo nuestro?
Mierda! Odiaba esa situación, odiaba mi propia inseguridad, odiaba a Edward y a Jacob por abandonarme, es que estaba destinada a que todos los hombres que amaba me dejaran?Oh! estaba comportándome como una adolescente melodramática y lo sabía, pero qué hacer? Me sentía insegura y cabreada y sin saber a quién acudir.
Por la tarde fui a hablar con la señora Newton para recuperar mi trabajo. Afortunadamente aún no encontraban a mi reemplazo y Mike estaba feliz de tenerme trabajando los turnos con él. Me quedé a ayudar a ordenar nueva mercadería sólo por tener algo qué hacer, ya que mi teléfono aún no sonaba.
Y así pasó el día.
Por la noche Charlie llegó a casa agotado y me pidió que lo acompañara al funeral de Harry al día siguiente. Por supuesto yo acepté… Cualquier excusa servía si me acercaba a La Reserva. Si me acercaba a Sam.
El día martes no fui a la escuela. En lugar de eso debí planchar mi único vestido negro y buscar entre mi ropa interior un par de medias. Afortunadamente contaba con un par de zapatos adecuados y tomando mi cabello en una coleta estaba lista… no consideré de buen gusto usar maquillaje.
Charlie parecía haber adelgazado en los últimos días… se veía cansado y maltrecho en un traje negro que le quedaba demasiado grande y luciendo grandes ojeras.
-Vamos en mi camioneta? –Le pregunté –Yo conduzco –Le dije. Él simplemente se limitó a asentir.
-No deberíamos parar por flores? –Pregunté más por hacer conversación que por otra cosa. Charlie nuevamente asintió, por lo que nos dirigí a la única florería de Forks, que proveía las flores para cada evento, muerte y nacimiento del pueblo.
Elegí un gran arreglo floral de rosas bancas y partimos nuevamente. Media hora después estábamos entrando a La Reserva.
Nos dirigimos directamente al cementerio, donde ya se había reunido una buena cantidad de gente y aparcamos la camioneta.
Nuevamente llamamos la atención, éramos los únicos blancos en una ceremonia tribal. La lluvia comenzó a caer y abrimos nuestros paraguas mientras Quil el viejo tomaba la palabra. No entendimos nada, ya que habló en Quilute, pero pareció ser un discurso emotivo, después del cual un grupo de hombres jóvenes, entre los que destacaban Paul, Jared y Embri, cargaron el cajón y lo pusieron en el hoyo en la tierra.
Cánticos comenzaron a sonar y lágrimas se deslizaron por mis mejillas. Charlie se aferró a mí y me tomó la mano… por primera vez desde que yo tenía 8 años o algo así.
Disimuladamente busqué entre la multitud a Sam y no lo pude encontrar.
Una vez que los cánticos terminaron distintas personas dieron su despedida a Harry en voz alta. Algunos en Quilute y otros en inglés… Charlie abrió la boca para hablar un par de veces, pero ningún sonido salió de su garganta… estaba demasiado afectado para decir nada.
Cuando la ceremonia estaba llegando a su fin, de entre la multitud apareció una figura alta y esbelta, una figura que reconocería en cualquier parte… Sam.
Por primera vez en días sonreí sinceramente al verlo, e incluso di un paso en su dirección, pero en ese momento me di cuenta de que venía del brazo de Leah, quién lloraba y temblaba visiblemente. Sam me vio entre la gente, era fácil reconocerme, pero su mirada no se suavizó y no la soltó, si no que la abrazó por la cintura con sus fuertes brazos, y yo creí morir de dolor.
Leah siguió la mirada de Sam y al verme me dio una mirada cargada de odio y se recargó contra él.
Aferré con fuerza mi paraguas hasta que mis nudillos estuvieron blancos, y afortunadamente Charlie no vio nuestro intercambio de miradas, demasiado perdido en su propio dolor.
Humillada por esa demostración publica de apoyo con Leah aún frente a mí, bajé la cabeza y silenciosas lágrimas bajaron por mis mejillas. No sé cuánto tiempo pasó hasta que Charlie dijo que era hora de irnos. Nunca antes estuve tan contenta como en ese momento de escapar de la que siempre consideré mi segundo hogar… La Reserva.
Llegamos juntos a casa Charlie y yo y él dijo que no tenía hambre y se retiró a su habitación. Yo de todos modos le preparé un sándwich y se lo dejé en la cocina y me fui a mi cuarto a llorar hasta quedarme dormida.
Cuando desperté calculé que sería media tarde. Me sentía morir, me dolía la cabeza y tenía los ojos hinchados… Tomé mi bolso para ver la hora en mi celular (que aún estaba en silencio) y vi que tenía un montón de llamadas perdidas de Sam… llamadas hechas después del funeral.
Me resistí a devolverle las llamadas, yo sabía que sólo serviría para que terminar conmigo diciendo que elegía a Leah, a sus tradiciones y a su Tribu, y no me sentía preparada para enfrentarme a esa cruda realidad… yo no era suficiente.
Me di una ducha y traté de deshincharme la cara usando compresas frías. Mantuve mi celular apagado y el teléfono de la casa descolgado.
Por la noche di de cenar a Charlie y me arrastré a la cama, donde me di vueltas por horas sin poder conciliar el sueño.
El día miércoles fui a la escuela y a trabajar tratando de no dejar que la desesperación me tragara. Estaba más triste que nunca, aún más destrozada que cuando Edward me abandonó, por que ésta era la tercera vez que me ocurría, lo que implicaba claramente un problema serio conmigo.
Al encender mi celular por la noche tenía decenas de llamadas perdidas y mensajes. No quise escuchar ninguno y simplemente los borré. Si Sam era tan hombre como para querer terminar conmigo, al menos debía hacerlo frente a frente, pero no, Sam no se había aparecido por mi casa y yo no iría a La Push... donde nadie me quería.
Decidí ducharme y ponerme pijama temprano. Cuando bajé a la cocina a buscar una manzana para cenar, Charlie me atrapó.
-Bien Bella, me vas a decir qué es lo que sucede entre tú y Sam? .Me preguntó.
-Nada… ya no pasa nada entre nosotros –Respondí con voz ronca, tratando de controlar las lágrimas que amenazaban con escapar.
-Samuel llamó a la estación de policía –Me dijo mirándome a los ojos –Quería hablar contigo.
-Y por qué demonios estaría yo en la estación de policía? –Respondí sin filtro.
-Lenguaje Isabella! –Me reprendió Charlie antes de continuar –Sam dice que no le contestas el teléfono de la casa ni tu celular, y quiso tratar de que yo intercediera por él para que le vuelvas a hablar.
-Sam eligió –Le dije a Charlie –Sam eligió a su Tribu, y está bien… lo entiendo… es sólo que ahora tiene remordimientos de conciencia y debe querer pedirme perdón. Pero yo no quiero saber más de él ni de ninguno de los Quilute… No quiero saber de ningún hombre excepto de ti! –Le dije a Charlie estallando en llanto.
-Bella… -Dijo Charlie abrazándome –Sam es un buen muchacho… deberías al menos escuchar lo que tiene que decir…
-Estás de su parte? –Reclamé.
-Hija, yo estoy siempre de tu parte, por lo mismo quiero que escuches a Sam… no me gusta verte sufriendo, mucho menos en base a supuestos…
-Me engañó! –Sollocé.
-Te consta? –Me desafió.
-No –Dije –Pero tiene que ser así… tiene que ser así…
-Bella hija no sufras innecesariamente… la vida es muy corta para vivirla con rencores y penas… -Dijo mientras me acariciaba la espalda –No te estoy pidiendo que vuelvas con Sam, esa es tu decisión, pero al menos dale una oportunidad de explicarse, para que si las cosas no resultan, tengas un cierre apropiado… Y entonces yo le puedo disparar - Agregó.
-Le dispararías por mí? –Le pregunté sonriendo entre lágrimas. Sabía que estaba bromeando.
-Por ti Isabella, cualquier cosa –Respondió Charlie besando mi frente.
-Gracias papá –Le dije de todo corazón. Si había un hombre en mi vida que siempre me sería incondicional, ese era mi padre.
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Sam regresó con Leah? Por qué ignoró a Bella en el funeral? Qué demonios sucede con esta historia? Todo a su tiempo chicos, regálenme sus reviews y prometo responder.
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