viernes, 30 de mayo de 2014

Muertos o Algo Mejor 5


He recibido reviews muy entretenidas comentándome lo que más les ha gustado del fic hasta ahora, y la mayoría concuerda en que lo mejor ha sido la relación de complicidad que se ha ido formando entre Bella y Félix.
En este capítulo exploramos esa complicidad un poco más agregando al mix nuevos personajes, lo que la hace más interesante.
Espero que lo disfruten!
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Capítulo 5
Puede que hayas
Nacido en la cara buena del mundo
Yo nací en la cara mala
Llevo la marca del lado oscuro
Y no me sonrojo si te digo que te quiero
Y que me dejes o te deje
Eso ya no me da miedo
Habías sido sin dudarlo la más bella
De entre todas las estrellas
Que yo vi en el firmamento
El lado oscuro / Jarabe de Palo

Una vez que acabé la comida y me tragué junto con la sangre las miraditas disimuladas y no tan disimuladas de todos los presentes en el Salón del Trono, me dirigí a la Oficina Principal de La Guardia y me senté en mi escritorio para adelantar algo del papeleo que tenía pendiente. Siempre me atraso, porque es una tarea tediosa y burocrática y yo soy más un hombre de acción.
Pero ahora que estaba a cargo de Bella tenía que aprovechar cada minuto libre en avanzar en la organización de mis casos y reportes. No quería arriesgarme a dejarla sola, y sobre traerla a esta oficina… naaaaah, ella se aburriría como una ostra mirándome clasificar informes a velocidad vampírica.

Una vez que hube trabajado un par de horas, decidí que era suficiente y que era hora de ir a buscar a Bella a los aposentos de Las Reinas, ya que no me habían llamado aún.
Pedí a Gianna que avisara a Corin por radio que me dirigía a buscar a Bella e introduje el código de acceso en el elevador.
Cuando las puertas del elevador se abrieron en el piso 18 Corin me estaba esperando, con los brazos cruzados y golpeando el piso con un pié, como esperando una explicación.
Pero antes de que yo pudiera preguntarle cuál era su problema, se escuchó la voz de Bella que salía del Salón de Día, que era donde las Reinas estaban casi todo el tiempo, aunque raramente recibían visitas ahí. Era su rincón privado.
-… Y entonces el monito abre un ojo, mira al cazador y le dice “Oye a ti sí que te gusta la pija!” Jajajajajajajaja! – Se rió divertidísima con la historia que había contado.
Horrorizado me dirigí hacia la habitación para tomar a Bella y salir corriendo de ahí. Cómo se le ocurría faltar el respeto de esa manera nada menos que a Las Reinas de la raza? Si no la rescataba al momento seguro se la beberían o la lanzarían por la ventana de la torre (no sería la primera vez)…
Pero Corin me tomó del brazo antes de que yo alcanzara a dar un paso y me miró como diciendo “espera”.
Y ahí estaba… Las reinas partiéndose a carcajadas!
-Oh Bella tienes que venir a vernos más seguido – Dijo Sulpicia aplaudiendo con las palmas, sonando encantada.
-Sí, al menos una vez a la semana! – Dijo Athenodora entusiasmada. Demonios, JAMÁS la había escuchado algo más que lánguida.
-Quién demonios es esa humana? – Susurró Corin lo suficientemente bajo como para que nadie más nos escuchara.
-Es la nueva adquisición de Aro, la consiguió a cambio de la vida de los Cullen – Respondí de la misma forma.
-Oooooh, con que esta es la humana de Edward… - Dijo Corin como si todo le calzara.
-Bella fue novia de Edward, pero eso terminó hace más de un año, ya no hay nada entre ellos – Aclaré – Pero ella no fue capaz de dejarlo morir a él y a toda su familia, y como Aro descubrió que Bella es un potente escudo incluso en su condición humana… Le pareció un intercambio… conveniente – Le dije.
-Algo sospechaba – Dijo Corin molesta – Es inmune a mi don, a pesar de que he utilizado todas mis energías en manipularla. Y si no podemos manipularla…
- …No podemos controlarla – Terminé preocupado – Algo así discutimos Demetri y yo, pero bueno, supongo que Aro no lo puede tener de ambos modos… O el escudo de Bella es impenetrable y perfecto haciéndola una adición invaluable a los Volturi, o es permeable e imperfecto permitiendo que cualquiera (nosotros o nuestros enemigos) la manipulen, lo cual la haría un guardia mediocre.
Creo que la mejor manera de conservar su lealtad es mantenerla contenta. Ella no es ambiciosa ni demandante, un buen ambiente laboral bastará.
-Eso espero – Dijo Corin – Por lo pronto, Las Reinas quieren ver a Bella al menos una vez a la semana, sospecho que más. Bella les prometió traerles los DVDs de Desperate Housewives – Dijo rodando los ojos.
-Oooookay… - Dije sin tener nada más que agregar – Me la puedo llevar? – Dije ansioso de sacarla de ahí antes de que Bella rompiera más normas de etiqueta.
-Espérame – Dijo Corin girándose y caminó por el pasillo hasta la puerta de una habitación protegida por dos guardias que apenas escondían las sonrisas de sus rostros.
-Corin, querida! Escuchaste los chistes sucios que nos contó Isabella? – Preguntó la reina Sulpicia sonando tan entusiasmada como su marido.
-Sí su majestad… Pero ahora es tiempo de que Isabella se retire, su guardia vino a buscarla – Dijo Corin pacientemente, casi negociando.
-Tan pronto? – Se quejó Athenodora. Casi podía ver el puchero en sus labios.
-Han sido más de tres horas majestad –Respondió Corin, paciente.
- No pasa nada, Dora – Dijo Bella. Dora? Se atreve a llamar a la esposa del vampiro más sanguinario de la historia Dora? – Ya te dije que voy a volver cada vez que Félix se tenga que alimentar, y ya saben que es grandote, seguro que tiene que comer seguido, nada que ver con ustedes que cuidan su figura! – Dijo y rió.
-Bella querida, que dices? Tu eres delgada como una sílfide! – La alagó la reina Sulpicia.
-Ah, pero eso es pura genética – Dijo Bella quitándole importancia - Seguro que cuando me haya transformado voy a comer como una cerda, más que Félix. Entonces ustedes van a tener que bajar de la torre para que podamos comer juntas!
-Isabella! Las Reinas no bajan de la torre! Eso está estrictamente prohibido! – La regañó Corin.
-Ok, ok, que no se te caiga el pelo! – Le dijo Bella – Las Reinas verán si quieren bajar a comer con la plebe o no, era sólo una idea!
-Ya veremos cuando sea el momento querida – Le dijo Athenodora aplacándola, pero sin comprometerse.
-Vale! – Dijo Bella y se escucharon dos besos… - Nos vemos Dora – Dos besos más – Sulpicia, ya te vamos a encontrar un nombre más corto y moderno – Le dijo – Las veo luego! Gracias por todo Corin, especialmente por reprimirte todas esas veces que quisiste estrangularme… debe haber sido difícil.
-Adiós Isabella – Dijo Corin – Por favor para la próxima vez trabaja en tu protocolo al tratar con la realeza.
-Mmmmmh… les prometí buscar en internet más chistes sucios… voy a tratar de filtrar los más pervertidos… eso cuenta? – Dijo y salió corriendo de la habitación y directo a mis brazos.
-Humph! – Dijo al perder el aire – Félix! Te extrañé! - Dijo y me abrazó con todas sus fuerzas, pero brevemente. Luego tomó mi mano y me arrastró hacia el ascensor.
Yo me dejé hacer, aturdido por todo lo que había presenciado, mientras ella presionaba el botón de la planta baja y comenzaba a hablar a 1000 por hora.
-… y Entonces Dora me dijo que me podía enseñar a bordar tapices en punto de beauvais, pero yo le dije que me encantaría pero que con mi mala suerte soy capaz de pincharme un dedo aunque use un dedal, y entonces ella me come y hasta ahí no más llegaron las clases. Quedamos en que mejor bordamos cuando me haya transformado, así nadie se almuerza a nadie…
… Y Suspicia me dijo que quiere que pose para uno de sus estudios del cuerpo humano, ella ahora está explorando el pastel seco y el carboncillo, y necesita modelos humanos, no vampiros, por que los vampiros no tienen defectos, y yo tengo un montón! Pero bueno, todo sea por amor al arte. Y me quiere desnuda! A mí me da un poco de vergüenza, pero ella es una artista de verdad, me mostró algunas de sus pinturas y son increíbles… Y en esa torre no se permiten hombres, así es que no es tan terrible andar en bolas… Y me gustaría tener un recuerdo de mi cuerpo humano… - Dijo casi sin respirar.
-A ver, espera un poco – Le dije cuando comencé a procesar todo lo que me estaba diciendo – En primer lugar cómo demonios te hiciste íntima amiga de Las Reinas en tres horas?
-Me hice su amiga porque esas pobres mujeres se mueren de aburrimiento ahí encerradas… Puedes creer que ni siquiera tienen televisión satelital? A propósito, tenemos que instalarles HBO… todos los HBOs! ESTE, OESTE, OD, FAMILY, PLUS, 2, SIGNATURE, HD, ON DEMAND, GO, MAX, MAX HD, MAX PRIME y CINEMAX…
-Cómo te sabes los nombres de todos esos canales? - Pregunté pasmado.
-Porque me pasé más de 6 meses como zombi encerrada en mi casa llorando por Edward… Qué más iba a hacer si no ver muuuucha tele? – Respondió ella rodando los ojos como diciendo “obvio!”
-Aún no respondes mi pregunta – Le dije – Estás muy dispersa…
-Estoy entusiasmada! Tengo un proyecto! – Dijo y me tomó de la mano al salir del ascensor.
-Adónde vamos? – Pregunté dejándome llevar bajo la mirada inquisidora de quienes se cruzaban con nosotros.
-A la cocina, tu ya almorzaste, pero yo no – Dijo mirándome a la cara – Qué almorzaste?
-No lo quieres saber – Negué con mi cabeza – Contesta mi pregunta.
-Si quiero saber! No me trates como si no fuera capaz de asimilar la terrible realidad de que comes gente, recuerda que yo voy a hacer lo mismo en poco tiempo –Dijo ella soltando mi mano y poniendo sus manos en las caderas. Fantástico! Ahora todos verían como esa miniatura de humana me regañaba.
-Vale, me comí a un turista austríaco – Le dije.
-Viejo? – Preguntó.
-Como de 50 años – Respondí.
-Estaba bueno? – Siguió enarcando las cejas.
-He comido mejores – Respondí sonriendo. Cómo lo lograba? Este era el efecto que Bella tenía en Las Reinas?
-Vale – Me dijo – Respondiendo a tu pregunta, cuando llegué al piso 18 de la torre, Corin me dio una charla de todo lo que era propio y correcto hacer frente a la realeza.
-Ajá – La insté mientras caminábamos por los pasillos.
-Bueno, básicamente hice todo lo contrario, fui espontánea y sincera y a ellas les gustó – Dijo, y al verme fruncir el ceño y abrir la boca agregó – Lo sé, lo sé, fue un riesgo, pero un riesgo calculado, estaba segura de que esas mujeres necesitaban el soplo de aire fresco que tú dices que yo soy. Imagínate estar encerrado en una torre por miles de años… por tu propio esposo… supuestamente por tu protección – Se estremeció.
-Isabella no vuelvas a decir cosas como esas en el castillo! –Le dije tomándola del brazo y acercándola a mí – Las paredes tienen oídos y lo que acabas de decir se puede tomar como un acto de alta traición.
-Vale, vale… no te preocupes, que no estoy organizando una revuelta, si no una tarde de cine B y un maratón de “Desperate Housewives”, totalmente inofensivo, ves? – Me dijo dándome golpecitos en el brazo – Ahora podemos por favor ir a la cocina, que me muero de hambre?
-Está bien, por aquí – la guié – Y con respecto a tus bromas y chistes sucios? – Le pregunté tratando de sonar indiferente.
-Esos estuvieron buenos no? A ellas les encantaron… es que las pobres son tan inocentes… Como que no me aguanté de abrirles los ojos un poquito… Mmmmmh… necesitamos habilitarles wifi en esa torre… Necesitan YouTube… y Smartphones, si no cómo nos vamos a Twittear y Whatsappear cuando yo esté acá abajo? Y necesitan cuentas de Facebook para que Dora pueda exponer sus artesanías y Sulpicia sus pinturas. A lo mejor hasta tener amigos dentro de comunidades de arte y artesanos… Incluso pueden vender sus trabajos por e-bay! – Dijo saltando de emoción – Ah, y puedes creer que las pobres todavía tienen esos celulares Nokia en blanco y negro que parecen ladrillos y que sólo tienen el juego de la culebrita instalado…? Esos aparatos sirven solamente para tirárselos en la cabeza a alguien que vaya pasando bajo la torre… - Dijo gesticulando el cómo lanzaría los celulares.
Y la escuché embelesado todo el camino… Su entusiasmo, su irreverencia, su visión del mundo, su inadulterada alegría, tan alejada de toda la mierda en la que nos sumíamos en el castillo. Ella lo hacía todo diferente.
Y algo me decía que eso era una parte intrínseca de ella, que no desaparecería sin importar donde estuviera ni a qué especie perteneciera.
Mierda! la apoyaría en sus locos proyectos aunque tuviera que instalar la maldita antena satelital en la torre yo mismo, cualquier cosa por verla así de feliz.
Llegamos a la cocina y ella se dirigió al refrigerador revisándolo de arriba abajo. Luego hizo lo mismo con la alacena intercalando un “Hummmm” o un “Ajá” de vez en cuando. Yo mientras tanto me senté en la barra de la isla y desvergonzadamente la observé moverse por todo el lugar.
Finalmente tomó lápiz y papel de un cajón y comenzó a anotar.
-Alimentos? – Pregunté lo obvio.
-Seeeeep – Dijo sin mirarme, inclinada en un mesón, con su trasero apuntando hacia mí, moviéndolo rítmicamente de un lado al otro. Lo hacía a propósito?
-Pero Gianna tiene bastantes cosas aquí… – Le dije mirando las repisas del refrigerador y la despensa llenos de comida.
-Ajá. Mucha comida normal, ideal para humanas que viven a dieta para adelgazar y vivir mucho tiempo, con cereales llenos de fibra y sin azúcar, leche sin lactosa, pan negro y quesillo y lechugas y sucralosa y sal sin sodio… Uf! Yo quiero comer como un preso condenado a muerte, un montón de grasa, tocino, pan blanco, carne, algodón de azúcar, panqueques, helados caros y pasteles, todo frito o arrebosado! Total, antes de que me venga la falla hepática o el coma diabético, Paf! Me transforman. 
-Veo que tienes un plan perfectamente diseñado – Le dije, sarcástico.
-Ajá – Dijo ignorando mi tono irónico – Sólo me falta elaborar un menú para saber lo que debo comprar – Y siguió anotando.
-Bella – Le dije pasado un rato, cuando ella dejó de escribir y metió algo congelado al microondas.
-Mmmmh? – Dijo volteándose hacia mí.
-Cuando quieres transformarte?
-Tan desesperado estás por deshacerte de mí? – Preguntó fingiendo ofenderse.
-Tú sabes que no, es sólo que me gustaría que planeáramos qué vas a hacer con el tiempo que te queda como humana – Expliqué.
-Qué tienes en mente? – Preguntó acercándose.
-Bueno, así como hiciste una lista de las cosas que quieres comer, deberías hacer una lista de cosas que quieres hacer antes de la transformación. Una vez que seas un vampiro nada será igual… - Dije pensando que ella estaría ligada por siempre a su creador. Ya no sería yo la persona a la que acudiría en caso de necesidad.
-Mmmmmh… tienes razón, voy a hacer una lista… pero tú crees que las podré realizar? Que podré salir del castillo y por ejemplo salir a pasear en una pista de obstáculos en una cuadrimoto? – Preguntó con los ojos brillando de emoción.
-Bella tú estás a mi cargo, basta con que estemos juntos para que te den permiso de ir donde quieras – Le dije reclinándome en el mesón, a su lado.
-O sea…
-El cielo es el límite. Piénsalo. Lo que quieras hacer lo vamos a hacer juntos – Bella sonrió y se inclinó posando su cabeza en mi hombro. Yo no me moví ni respiré por miedo a alejarla.
-Gracias Félix, eres lejos lo mejor que me ha pasado – Dijo, y antes de que pudiera responder sonó el timbre del microondas – Mi pizza está lista! Te apuesto a que es asquerosa… la comida para microondas siempre lo es.
-Por qué no comes otra cosa? – Pregunté intrigado.
-Porque la alternativa es una ensalada de lechuga con rabanitos, zanahoria, atún y huevo picado. No sé qué mente enferma decidió que esos ingredientes debían a ir juntos, pero no voy a ser yo quién sufra por ese severo error de juicio – Dijo seriamente. Yo nunca podía descifrar si Bella hablaba en serio… era frustrante.
-Entonces es mejor comer pizza asquerosa – Afirmé.
-Siiip. Es asquerosa pero al menos los ingredientes son los que deben ser – Dijo echándose un trozo a la boca – Mmmmmh… - Saboreó – No tan mal… la pizza congelada en Italia es mejor que la que venden en el “Supermercado de Al” en Forks.
-Cabría de esperarse, no? – Le dije levantando una ceja como a ella le gustaba levantármela a mí.
-Sí, sí, lo que sea… Oye por qué no me cuentas lo que no me quisiste contar en la mañana después de que se fue Demetri? – Me miró a los ojos luciendo adorable, con las mejillas llenas de pizza y sus labios manchados con un poco de aceite. Cómo demonios decir que no a esa imagen?
-En pocas palabras, los Volturi nos mantenemos unidos gracias al poder de Chelsea de crear lazos de unión y fidelidad entre nuestros miembros, y para mantener a Chelsea en línea está Corin, que produce una sensación de bienestar y contento que resulta adictiva. Si estás mucho tiempo bajo su influencia y luego te la quitan, sufres los mismos síntomas de abstinencia que un drogadicto humano.
-Y ella es la Jefa de la Guardia de las Reinas? Están locos? – Preguntó Bella levantando la voz.
-Shhhhhh – Le dije – Habla más despacio, hablar de esto puede ser considerado alta traición – Esperé hasta que Bella asintió – Todo comenzó cuando mataron a la Reina Didyme, dejando al maestro Marcus destrozado, en el estado que lo vez ahora aún después de cientos de años de su pérdida. El maestro Caius y el maestro Aro entraron en pánico al darse cuenta de su vulnerabilidad. Temían que si alguien lograba hacer daño a sus parejas ellos terminarían como muertos en vida, como Marcus.
-Entonces decidieron encerrar a sus esposas para que nada ni nadie las pudiera alcanzar – Concluyó Bella.
-Y ahí entra Corin, manteniéndolas felices y satisfechas en su encierro – Expliqué.
-Es una locura, están enfermos! – Susurró/gritó Bella.
-Como sea, no es asunto tuyo, no hay nada que puedas hacer al respecto – Le dije comenzando a preocuparme.
-Las pelotas que no puedo! – Exclamó – Yo las voy a sacar de la torre, ya vas a ver.
-Bella no, por favor… - Rogué – Eso me huele a sentencia a muerte segura…
-No si se hace de manera inteligente. No preocupes tu linda cabecita – Se burló dándome dos palmadas en las mejillas – Yo me encargo de todo – Dijo y dio un mordisco final a su pizza, maquinando mientras masticaba.
Mierda! Bella Swan se deletrea P-R-O-B-L-E-M-A-S…

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Espero que les haya gustado! Bella va a acercar la tecnología y el Pack HBO a Las Reinas… Qué tal saldrá eso? Pobre Félix, no tiene más alternativa que seguirla en su cruzada de Liberación de las prisioneras de la torre… Se lo imaginan instalando la antena satelital? Yo sí, y sin camisa, por supuesto.
Opinen, eso es el motor que me impulsa a escribir así de rápido.



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